Hay
ocasiones_no tantas como deseásemos_ donde ese rayo verde del que
hablaban cruza tu vida desde el cielo.
Es un rayo
verde imaginario, onírico y vitaminado. Y aunque de igual color que
la bilis; por así decirlo. Actúa de antídoto de la misma. Dando
por la boca la vida misma, que perdió un día el pez.
Ni necesita
discurso, guión o precepto que seguir, porque el Rock amigos es de
libre interpretación. Y sin embargo, y aun no llegando el mensaje de
la misma forma a todos, el consenso es ecuánime.
El pasado
sábado noche; en medio de la clausura de la 27 edición del festival
de mi pueblo. Pasó por allí el mencionado rayo verde.
Nos ensartó
calle arriba a la hora de las cenas Inglesas. Y poseídos como quien
pierde el norte, sur y razón, nos dimos los cuatro a la corriente
sin salvavidas, rama donde asirnos y en caída libre: Son las
mejores; las que no pides factura ni desgrava en prejuicios
temerosos. Y será por eso, que sobre las once de la noche el joven
LAURENCE JONES, con tan solo 24 años. Enchufó a los
valientes que vinieron también a purgar al Turonet los pecados con,
BluesRock electrificado y un fin de fiesta poliédrico con los
Vizcaínos TRAVELLIN' BROTHERS de remate festivo.
Porque por
más que nos explicaran el innato talento de un veinteañero; que
bien podría ser el yerno perfecto: Pulcro, sonriente non stop y
agradecido sin más. Jamás llegaríamos a imaginar el torrente de
Rock' Blues que nos salpicaría.
Igual porque
es de ese tipo de músicos que por edad y referentes musicales,
ejercen de mediadores entre el Blues y Rock más actual. Normalizando
lo que por etiquetaje se nos atribuye a los vejestorios, o al
contrario: se subestima por falta de raíz. Pues bien, este chaval
diríamos que es capaz de aglutinarlo todo; o por lo menos saber
gestionarlo con un incuestionable liderato. Algo parecido a lo que
hace Chuck Prophet, pero con más electricidad y posiblemente más
rockero. Pero con el mismo buen humor, complicidad y química para
ser el amo y señor de los tiempos.
Nos presentó
su nuevo trabajo THE TRUTH, con nueva y jovencísima banda; y por
consiguiente sonido más fresco: Greg Smith al Bajo, Phil Wilson a la
batería, el brillantísimo hammond y las voces de Bennet Holland, y
la suficiencia de su enorme talento a las guitarras. Un quinto
trabajo ya, que ahí es nada, de aquellos que sobre las limitadoras
líneas de la edición nos podría parecer demasiado accesible y para
todos los públicos. Pero que sobre el escenario y en directo tiene
un resultado demoledor. Seguramente porque el lenguaje del Rock es
universal cuando no hay demasiados intermediarios que interfieran, y
es la pasión la que hace de interlocutor.
Eso claro. Y
que es una bestia parda con la guitarra en las manos. Algo que igual
no se intuye demasiado en sus discos o por lo menos en el último,
pues lo suyo no es lucimiento. Pero que en vivo conecta de manera
invisible escenario con la gente, como si la energía fluyese bajo
las tablas del escenario hasta tus pies.
Después
está el repertorio de THE TRUTH que es una puta maravilla de energía
bien gestionada. Y su parte más balsámica con “Take Me”,
“The Truth” o “Can't Go Without You”.
Ramalazos del mejor y primer Robert Palmer, o unos INXS más
aplicados en la raíz. Y aunque de alguna manera alejado de sus
inicios más puristas y herederos de Buddy Guy, Clapton o Walter
Trout. No renuncia a la esencia pese a ponerla a disposición de una
banda muy joven, y por lo tanto mucho más contemporánea, vigorosa y
directa que la de sus primeros discos; natural.
Cotizó al
alza conforme avanzaba el set, donde en los primeros compases no
disimulaba la predisposición a recordar a Artic Monkeys de refilón.
Pues el rocío que cada nota de sus últimas canciones avanza hacia
un público más variado. Sin dejar pasar por supuesto el origen de
su maestría guitarrística cuando sonó el “All
Along the Watchcover” de un Hendrix
reactualizado.
Por el
camino nos dejó un reguero de grandes canciones sobradas de
potencia. Una guitarra que no limita en absoluto la grandeza de los
temas, sin abusar de su maestría. Pues siempre la pone en
disposición de la canción; algo que se agradece cuando se cree que
el virtuosismo siempre ha de acabar siendo autocomplaciente.
Conciertazo
del muchacho sin apelación posible. Pura energía, Rock en alza,
Blues con perspectivas de futuro y sin miedo a regarlo por aquello de
las críticas de los puristas. Vamos, libertad.
Para cerrar
la fiesta por todo lo alto, que mejor que los Vascos TRAVELLIN'
BROTHERS. Un soplo de optimismo, concordia y locura, insuflada
por su líder Jon Coreaga, quien al baile del pollo fue subiendo la
temperatura conforme avanzaba la noche.
La afluencia
del público a esas horas de la noche y tras más de cinco horas de
concierto, teniendo en cuenta la fresca que ya arreciaba. Es un claro
signo más que evidente de las ganas que hay de volver a reconstruir
uno de los festivales de Blues con más pedigrí del estado. Y si
alguien se pensaba que la potencia de Laurence Jones iba a mermar la
intensidad de la big band del Nervion, bien equivocados andaban.
Un arsenal
de canciones bien tamizadas con blues del bueno, soul, funk, folk,
Gospel y Rock&roll iban a ser la metralla para irnos a la cama
con buenas cicatrices. De las que no se olvidan, de las que te dejan
esa sonrisa de oreja a oreja y te hacen soñar con Ton Sawyer;
olvidando las mierdas de la vida.
“Make
me Down” para abrir boca en todo familiar, y a
continuación: “Frechmen Street”, “If you
talk in Your Sleep” de Little Milton, “What I'd
Said” de Ray Charles al ritmo del baile del pollo
omnipresente en toda la velada, o un solemne “Always There”
de J. Cash. Vinieron después “The Best in yet to Come”,
“Lost & Found”, “Love, Joy and
Happiness”... Todo un repertorio, que como aquellas
lecciones de primaria del profe Rodrigo. Que nos hicieron amar las
naturales y la historia, como la de la música de extremo a extremo.
Con mucha, variada y toda aleccionadora en esto de perder el miedo a
géneros malditos; había ganas por supuesto.
Pero fue el
hacerse querer que de tanto en tanto se da en Cerdanyola. Cuando el
festival de Blues es el protagonista, y consigo van todos aquellos
géneros de buena madre que ni en sueños pensamos nos haría volar
por cercanía. Tanta, que con la banda y a pelo pusieron el broche en
medio del público con el “Down by the Riverside” a
grito pelao. FELICES!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario