Nacionalidad: Danesa
Año: 2013
Director: Michael Noer
Género: Drama social
Duración: 91 min.
Guión: Michael Noer y
Rasmus Heisterberg
Reparto: Gustav
Dyekjær Giese, Oscar
Dyekjær Giese, Lene
Maria Christensen, Annemieke
Bredahl Peppink, Nicholas
Westwood Kidd, Roland
Møller, Dulfi
Al-Jabouri, Ali
Abdul Amir Najei, Sandra
El-Hussein
De tanto en
tanto vale la pena apartar a un lado las bambalinas del cine más
efectivista y artístico, para sumergirse en el cine Europeo reflejo
de nuestros días. En ese caso, el cine nórdico tiene bastante que
decir en los últimos años. Y en Norvest, una cinta del
pasado año en la que el joven director Michael Noer (35
años), relata en clave de acción una de las consecuencias más
cotidianas del tiempo que nos toca vivir: Crisis, desempleo,
desencanto y vidas en ocasiones sin rumbo, del sector más indefenso
de nuestra sociedad, la juventud.
Norvest es
una película que trancurre en los suburbios de Copenhague, donde
discurre la vida de Casper junto a su madre separada y sus hermanos:
Un veinteañero que malvive a costa de pequeños hurtos por encargo
para mantener a la familia. Su vida cambia súbitamente cuando se
cruza en su vida un Björn; un proxeneta organizado que trafica con
chicas y drogas. Y acaba involucrando a su hermano en un afán
desesperado por ver cumplidas las expectativas de su desastrosa vida
.
En este
primer trabajo en forma de largometraje del joven director, se
explica en clave de acción/reacción, una historia mil veces contada
y no por ello exenta de lucidez: Perdedores, drogas y delincuencia en
un tono más doméstico y de barrio. Eso sí, pese a ser una película
iniciática de bajo presupuesto, Michael Noer resuelve lo que sería
supuestamente una cinta documental sin más pretensión que una
crítica social o el reflejo de una realidad demasiado común en
nuestros días, con una solvencia convincente y muy ágil.
Fácil de
ver o como se suele decir entretenida, no desdeña en absoluto en
credibilidad y realismo. Al apoyar una trama relativamente previsible
si nos atenemos a como suelen acabar estos dramas. En una natural y
seria interpretación de los dos hermanos, Gustav y Oscar Dyekjaer;
que además de serlo en la película, lo son en la vida real. Sin
cargar las tintas sobre el dramatismo y los detalles innecesarios que
la harían posiblemente pretenciosa y aburrida (para según que
público). Y con una carga aventurera comedida que mantiene al
espectador pendiente, sin por ello sacrificar la credibilidad de la
historia.
Micheal Noer
hace un zoom preciso y veraz de las condiciones humanas y del propio
drama de la encrucijada de sus vidas. Nos pone en las manos de las
personas junto a sus miedos, su indefensión y el devenir de sus
actos para entender uno de los dramas más extendidos en la periferia
de las grandes urbes. Y aunque no acaba por mojarse demasiado. Se
agradece el dejar en las manos del público las conclusiones y
moralejas de problemáticas que no nos son ajenas. Sobretodo si sois
de los que como yo, han pasado un tercio de su vida en barriadas
donde estas pequeñas historias anónimas pasan a diario.