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lunes, 11 de enero de 2016

MISS... BESTIARIOS DEL 2015 1 de 4: DIEZ SON LOS DISCOS, DIEZ LOS VINOS





10: FERNANDO ALFARO_SAINT MALO VS FINCA SANDOVAL SIGNO 2010 (Bobal)

Habrá quien me tome por atrevido o falto de mesura, cuando afirme que: Saint Malo me produce esa misma sensación de emoción de cuando escuchaba el Hermanos Carnales/92 de Surfin' Bichos.
Los tiempos han cambiado mucho, es cierto, Y de la misma manera que el público de hoy quizás no entienda aquella música, o sean los oyentes de Chucho los que no compartan la grandeza de aquella banda embrión. También habrá seguramente quien opine que fue Gente Abollada, la verdadera cúspide de la banda de Albacete liderada por Fernando Alfaro. La que explotó la inspiración más estremecedora de aquellos años perdidos en el tiempo.

En cualquier caso y salvando las diferencias generacionales. Este último disco del Albaceteño desprende una luz inusitada, en todo este tiempo de carrera; veintiséis años que se dice rápido, y que separan ambos discos.
Pero es evidente que hay un cambio de humor en los textos de Fernando. Otro color en los arreglos y la forma de presentar las canciones que lo componen. Entre líneas y masticando una a una las canciones de poso, sensaciones que nos transfieren a otros tiempos, épocas y paisajes. Su Pop reluciente, entre lo inocente y rebelde rejuvenecido, da una visión inédita en el panorama español, sobre el terruño y la reválida.

Algo parecido a los milagros hacedores de Victor de la Serna con la indefensa Bobal, en territorios tan inhóspitos como los de la Machuela (Cuenca). Un vino que habla con la longitud que da su boca a tierra roja, a frescor y complejidad franca (que en forma de capas y estratos, se van solapando y relevando). Para dar un amasijo de sensaciones a especias negras, a raíces y al trabajo ancestral de construir un vino de Bobal único.
Fernando hace lo propio, jugando a ser de nuevo un niño soñador que amasa recuerdos de infame juventud, con una perspectiva sobre la actualidad, diferente. Canciones vestidas de ir por casa, sin demasiado equipaje, que entran por la vía de la ingenuidad que nos da la madurez. Y que solo piden ser tonadillas gravadas por el tarareo mañanero, zapatillas de felpa y guatiné. En desayunos que inauguran el día nuevo, con mucho optimismo.



09: SPEEDY ORTIZ_FOIL DEER vs PIERRE GONON SAINT-JOSEPH 2012


Como salidos de un mal sueño de Lewis Carroll, Speedy Ortiz -la banda fundamentada por la multinstrumentisata, Sadie Dupuis- vuelven a la carga dos años después.
Fue primero Major Arcana. Como un grunge que se descomponía en melodías imposibles, estribillos cantados del revés. Entre ambientes asfixiantes y desasosegados, los que levantara su particular universo; tan desconcertante como atractivo. Ese mismo universo de disonancias tormentosas e igual de atrayentes, que Throwing Muses se inventaron con House Tornado/1981 y The Fat Skier/19887. Con Foil Deer baja el tono de guitarras plomizas y paso de gigante paquidermo, para hacer una lectura más diáfana y precisa de ese mundo retorcido, lleno de aristas.

El resultado es un viaje accidentado sin respiro a la previsión. Con tantas simas profundas, como pequeños y particulares son esos países perdidos ya desde tiempo inmemorial. Caminos campo a través donde no hay donde acomodarse, bajar la guardia o dar un escolio. “The Graduates”, “Raising the Skate” o “Puffer” son solo algunos indicadores para no perderse. El resto, caminos sin retorno.
Tragos de higos pasados y ciruelas secas bajo el sol. Que como la extrañeza de un Pierre Gonon de Saint-Joseph, juega a tirar por el acantilado cualquier estereotipo sobre un tinto francés del Ródano.
Un Syrah que habla con frutas maduras desnudas, frescas, y ahumadas en haya. Con un precio imbatible y tan anómalo, que sus 94 puntos Parker así lo atestiguan. Esos premios que nos otorga la vida, con los que descubrir caminos nuevos que huelen a viejos. Pero igual de excitantes cuando seguimos las pruebas de pasados futuros: Ahí, increíble y gigante “My Dead Girl” o “God Neck”. Tan oscuras y profundas, como cruzar el bosque por entre zarzas.



08: GUN OUTFIT_DREAM ALL OVER vs FINCA OLIVARDOTS 7.13 (gARNATXA ROJA)

Hacer tarde las listas como la compra tiene dos cosas: que la velocidad de maniobra juega en nuestra contra, y? Que siempre tendremos la oportunidad de no dejar pasar a tardones; por simple empatía. O por aquello de exprimir el año hasta el último de sus segundos ¿vivir al límite? Que bien suena.
La banda de Olympia, GUN OUTFIT, sabe por eso: dar la mesura de las cosas #tempo, métrica, cadencia y con contingencia, adaptarse como serpientes al terreno. Su disco es tan velvetiano como un sinfín de cosas y lo bueno, es que no tienen que rendir cuentas o tributo estrictamente a ningún mito. Se han marcado el camino con un discazo de aquellos que crece como la espuma de poliuretano en una grieta. Sitares, armonios y banjos, que hacen de fondo o lienzo, donde el pop, el Popfolk psicodélico escapista, nos remonta a los 60 sin tensión ni revivalismos demasiado explícitos o forzados.
Todo sucede con naturalidad, porque sus doce cortes son el maná que demuestra donde está la grandeza de un disco. Ni de lo que hablan, si son tal o cual calco, o si se vuelve a atornillar sobre la rosca desgastada y oxidada. Solo un puñado de buenas canciones ordenadas con tiento, sabiendo masticar su tiempo. Como las viñas centenarias y casi extintas, de Garnataxa Roja en Finca Olivardots. Son como ese fósil desenterrado que sabe hablarnos de como era y sabía aquello en su tiempo.

Un blanco de sensaciones balsámicas y reflejos vermellones con alma de Palo Cortado. Frutos secos (avellanas y almendras), que se mezclan con amielados igual que el turrón. Y que cuando entran en contacto con nuestras papilas, se descomponen en tres fases tridimensionales contrastadas: Entrada aterciopelada y deliciosa (salivante). Una explosión intensa que golpea atrás. Y una longitud final impresionante que llena la boca y grava el recuerdo.
Con Gun Outfit pasa lo mismo porque sus canciones, son bálsamo puro: “Scorpion Vegas” y “Blue Hour”, masticadas como hiervas lisérgicas por Caroline Keith. Su quinto disco y el mejor con diferencia, juega con el tradicionalismo americano, como con los decorados más urbanitas. A contar fábulas de cruel realidad , como tantas esparcidas por el territorio americano:
Legends og my Own” continúan ese temario huérfano de los REM o “In Orbit”, que se desmenuza entre las estampas perdidas de los exSonic Youth.
Un disco que se escucha como una road movie de carreteras sin destino certero. Que crece hacia el final con desmesura, hermosura y frondosidad. Aunque muy al principio creamos que estamos ante el auténtico desierto de Atacama.


07: THE SONICS_THIS IS THE SONICS VS LA ATALAYA 2011


Si los avances de la ciencia hubiesen sido capaces de criogenizar a cualquier jovenzuelo descarriado de la era Sonics de mediados de los sesenta, y devuelto a la vida cincuenta años después. Probablemente, una de dos: o hubiese muerto en el acto por un pronto de puro frenesí e incredibilidad, o vendería su alma a satanás con tal de pedir un préstamo de vida.
La banda de garaje más representativa de los 60 hecha y derecha. Un hemisiglo después, convertida en una maquinaria pétrea de Rock&roll indestructible. Es lo más parecido, visto lo visto, a un hito casi imposible de describir.

Lecciones que nos da la vida. Agravios difíciles de superar, cuando la tontería supina se confabula para perdérnoslos en su última visita y sumarlos a la de The Cramps o The Fuzztones; años atrás. Solo da para postrarnos y rendir pleitesía a semejante conjunto de perdigonazos en todo los morros.
This is The Sonics junto a una buena botella de Atalaya (peso pesado de los vinos Albaceteños), es lo más cercano a morir en vida y pedir clemencia. Descorcharlo y hacer vapores con las bayas, el cacao y la especias que emana este cupage de Garnacha y Monastrell: Un remedio que despeja la mente y el alma. Un caramelo concentrado con rasgos minerales, tan goloso como potente en graduación y sensaciones. Un conjunto de 12 canciones que reinventa lo que ya de por si era la banda de Tacoma: La fusión maestra y esencial entre el Rock&roll y el garaje; puede que el principio del Punk.
This is The Sonics no es un capricho de cinco sexagenarios no. Es una apisonadora de Rock que se ríe a carcajadas de los cinco inventores adalides de lo que se supone que hoy en día es transgresor, revolucionario y agitador. Ya quisieran algunos, dar semejante lección de sentar bases y quedarse tan a anchos.
Ponerle nombre, apellido y estante a estas 12 canciones sería poco menos que un insulto. Más bien sería como verse en el callejón de las afueras del pueblo y batirse en duelo: Una apuesta “a ver si tienes narices”, le das al play y luego ya si eso me cuentas.


06: JOHN GRANT_GREY TICKLES BLACK PRESSURE VS LUSTAU EL ALMACENISTA PALO CORTADO


Admito sin rubor alguno, que este año no las tenía todas con el nuevo disco de John Grant. Un artista que me hizo amar a The Czars #su antigua banda, sobre muchas otras cosas; puede que más deslumbrantes, pero con menos sentimiento. Podría datar con precisión Suiza la canción/momento con la que los descubrí: “What I can do for You”. Desde aquel momento tuve la suerte de poder verlos en dos ocasiones en directo: una en un acústico de Zeleste 2, y otra en un viejo Primavera Sound bastante menos masificado.
Fue la de entonces, una reunión de la banda con el Goodbye/2004 recién publicado. Una de las pocas ocasiones que pudimos ver por nuestro país a John Grant y a Chris Pearson juntos, uno al lado del otro. Desde entonces para los pocos y discretos seguidores de la banda de Denver, la acogida del regreso de John Grant a los estudios de grabación fue más que un mero ataque de nostalgia; sabiendo que no volvería a ser igual. “Queen of Denmark/2010” su álbum más fiel a su antigua banda. “Pale Green Ghosts/2013” primeros flirteos con la electrónica analógica y el líder de Gus Gus. Y dos años más tarde este GREY TICKLES BLACK PRESSURE de horripilante carátula.
Tres niveles de acercamiento a sonoridades y puestas en escena distintas. Hasta tener delante nuestro y como es natural, a un artista por fin liberado del peso de su antigua banda (mal que nos pese). Y que parece haber encontrado el equilibrio entre el poso de folk melódico de antes, y la base electrónica de vieja escuela que le hace de soporte.

Su nuevo disco tiene ese punto de extremo y filo de precipicio; eso me gusta. Me gusta más todavía que no haya las medias tintas de Pale Ghost, y admito que su escucha a veces adolece de demasiadas simas y curvas imposibles. Aunque hay momentos por longitud y cambios de ritmo que se pierde la concentración. Hay tres momentos clave en el disco, que determinan ese cambio de inflexión hacia la ironía como modo de tormento y el cortar por lo sano en sus nuevas canciones.
Snug Slacks” pone la profunda voz de John al servicio del new wave electrónico. Las bases sintetizadas hasta el extremo le sientan de fábula, y no es el primero. Entiendo menos cuando saltea canciones como “Grey Tickles Black Pressure” con esta faceta más agresiva y primitiva.
Down Here” es una canción que sí es capaz de fundir los inicios más crudos de Czars, con esta electrónica agreste. Before... But Longer aparece como un fantasma y se pueden palmar esas conexiones prácticamente invisibles.
Global Warming”, “Black Blizzard” y “Dissapointing” me parecen tres elementos claves para entender el disco en cuestión. Sin dejar de admitir que se echan en falta tanto el lirismo y los comprometidos textos de anteriores discos.


La elección de un Palo Cortado como El Almacenista, es ese contraste de sensaciones, olores y remenbranzas que me viene al pelo al escuchar este disco. Es como cruzar el umbral entre los muertos y los vivos. Vinos que se balancean entre lo generoso y lo gastronómico: Nariz de almizcle, con fondos a frutos secos (avellanas, nueces, bellotas). Bocas de impresión extrema que se agarran a la parte trasera de la boca, buscando esos maridajes contundentes de salazones, quesos curados y veta jamonera. Y que provienen de Soleras históricas que solo el viejo Almacenista sabe el porqué de la mutación de Manzanillas, Olorosos y Palos Cortados de Jerez.


05: DICK DIVER_MELBOURNE, FLORIDA VS EL PREDICADOR

Cada año hay un disco fetiche sin motivo que justifique tu fijación,y amor ciego de escuchas interminables. La de esta banda Australiana de entre muchas de las que han desembarcado salvadoras en esta playa de mediocridad; la más clara y reveladora.
Hacia tiempo que no me recostaba con tanto gusto y regocijo, en un disco como el tercero de estos chicos de Melbourne. Y no es solamente que haya visto reflejadas en sus notas, algunas de las canciones mejor recordadas de Go Betweens. Que ni ellos fueron estrictamente los inventores de ese Pop, ni la avalancha de bandas que beben de sus virtudes es casual. En cualquier caso, mi inclinación por este disco en concreto es puramente emocional. Me gusta horrores y no sería capaz de argumentarlo con demasiados datos, estadísticas y tecnicimos.
Su música se mueve como el pez resbaladizo por las aguas escasas y heladas del pirineo. Tiene ese don de la New Wave de The Feelies campeando por cada canción, trotona, esquiva y pegadiza. Asoma por detrás de la cortina del baño desnuda “Year in Pictures”, tan Pop ella, como esos clásicos de los 80; joder como molan esos teclados!! inmensa. Así, tan fácil la perdición como la redención a las puertas del purgatorio. Son capaces de evocar a los Belle & Sebastian más inocentes con “Leftlovers” y hundirte la cabeza entre la ciénaga con The Go Betweens si es “Private Number” el himno a la tristeza definitivo, o “Tearing the Posters Down”. Aquí sí, no hay disimulo, ni ganas.

Florida, Melbourne es tan resplandeciente como esas pequeñas cosas que salen a nuestro paso una mañana de trabajo cualquiera. Brillos entre la mugre rutinaria, que le dan ese toque realista a las insignificancias más chorras de la vida. Descubrir vinos sobre la estantería que te curan la tos y tonifican, igual que esas vitaminas de fresa que te daba tu madre de chiquitín, para que te hicieras grande y fuerte. EL PREDICADOR podría ser como la banda de los correas con la que te metían el miedo, pero no. Un Rioja estilizado de corte moderno, que respeta y extiende la historia de viñedos hasta nuestros días. De entrada amable, honda y oscura que se desliza, no se bebe. Bien equilibrado con toques de fruta madura y especias que se tornan a tabaco fresco y regaliz, cuando coge aire y se oxida un pelín. Formato de Rioja accesible por virtudes y franqueza, que no distorsiona para nada lo que uno esperaría de un Rioja de gama media/alta. Y que deslumbra desde el primer instante por color, nariz expresiva y boca deliciosa y adictiva.


04: JIM O'ROURKE_SIMPLE SONGS vs MAS LA PLANA 2002 (Cabernet Sauvignon)

Alguien de por aquí sabía ya que Jim O'Rourke iba a estar por estos lares sí o sí. Disco que acompañó unos primeros meses del 2015, de reincorporación laboral. Y que funcionó como una buena sesión de tonificante masaje.
Autores que asustan e imponen por trayectoria y referencias, y que se abren como una puerta al monte, de frescor y nuevas fragancias. Que además funcionan como una terapia para ejercitar la sintaxis y compresión, no solo musical, también espacial.
Siempre que se descubra una faceta desconocida en esto del disfrute por la música, es como abrir otra nueva ruta por donde viajar. Pasa como enfrentarte a un Cabernet Sauvignon con el que nunca has acabado de congeniar, y encontrar el abc del jeroglífico egipcio. Ambos complejos y aparentemente herméticos, como buhoneros incansable de texturas, granulados y formas imposibles con las que expresarse musicalmente. Jim O'Rourke es la excepción a la regla artística, por la cual uno es incapaz de regresar al mundo de los mortales, cuando la experimentación vanguardista se apodera de tu alma.

Simple Songs tiene en parte ese mensaje directo que transmite su título. Como el Cabernet, sujeto a una serie de peculiaridades tan propias, como a veces tan desaprovechadas. Jim O'Rourke sabe dar al formato Pop más estricto, aires de Jazz colorido o folk sinfónico. Tiene ese contrapunto teatral y progresivo que hace que no lo parezca; el pop, digo. Igual que si pega uno la oreja a los objetos e intenta describir sus vibraciones de sónar ciego, pueda degustar el Jazz sin más.
De momentos más introspectivos, como cuando este vino centenario se acomoda en la copa: “Hotel Blue” y “End of the Road” tienen momentos de retozar y estirazarse memorables. Como una criatura que necesita el nuevo aire para descifrar sus secretos más íntimos. “All Your Love” podría ser el despertar pese a ser la canción más inmensa, la que cierre el disco. Pero igual que este Cabernet Sauvignon del Penedés, es justo ahí cuando se descubre su magia y mística sin igual: en el momento que se abre cual rosa en Mayo. Entonces puedes empezar a reconocer la grandeza de la obra, pasada bien la media hora de estar en la copa.
Estallan entonces efluvios de especias negras, de bayas con cacao puro y la sutileza como principal arma. Es el mejor Cabernet de nuestro país y se hace de rogar. Boca límpida pero tremendamente envolvente. En conjunto por mil detalles armoniosos y entrelazados, suena a gloria igual que “Friends with Benefits”.
Ese tipo de músicas y elixires que rozan la locura llevada al impulso gestual. Salir en pelotas picadas corriendo entre las viñas, mientras rozan los pámpanos en nuestro pubis. Bien podría ser un cuadro/motivo perfecto, con el que decorar un pensamiento reflexivo sobre semejantes obras.

03: DESTROYER_POISON SEASON VS ELIO GRASSO VIGNA MARTINA 2013

Destroyer Dan Bejar, Dan Bejar Destroyer, del derecho a la inversa y del revés. Y los 28 trabajos entre propios y colaboraciones, con sus casi 20 años a cuestas desde que este hijo de padre español y madre canadiense publicara sus primeras grabaciones caseras. Por el camino Points Gray, Vancouvers Night, New Pornographers, Swan Lake o WZO, y pese a tanto, todavía un desconocido practicante.
Canciones como “Broken Beads”, “Streets of Fire”, “Jackie” o la celebrada “Myriad Harbour”, nos/me lo pusieron un paso al frente del combo Canadiense New Pornographers. En contadas ocasiones, aunque en su último Brill Bruisers brille con luz propia. Siempre Dan quien le dio ese punto entre lo histriónico y lo fabulador; siempre certero.

2011 fue el año de Kaputt. Un disco de blanco pop satén que nos volvió a recordar cuan sibilinos y elegantes eran Blue Nile, David Sylvian, Talk Talk o Bryan Ferry. Recuperó, si así se le puede llamar, ese tipo de Pop que se codea entre ambientes selectos, evocadores y noctámbulos. Cuatro años más tarde, con el difícil reto de volver a girar y ajustar las clavijas de su proyecto en solitario, llega Poison Season:
Un disco así, de golpe, para oírlo de carrerilla y de cabo a rabo. Recomendable si no se precisa caer en una melancolía absoluta e infinita, hacerlo con un paisaje de por medio. Yo por eso, siempre lo definiré como: un disco perfecto para conducir viajando o a la inversa. Si tuviese que ponerle un momento concreto por sensaciones o diapositiva que la ilustrase, sería el de mi pasado viaje por las Italias del Barbaresco Piamontés, la rivera de la Liguria y el quinto pino Romagno. Supongo porque fue allí donde con paisaje de campiñas, viñas y costas imposibles, le cogí la medida total como al de un patronaje.
De arranque en forma casi de Adagio “Times Square” aquí nos enseña como en transparencias, sus infinitas posibilidades; más tarde desdoblada en una de las canciones bandera de este disco. Para mi gusto tiene un arranque un poco abrupto (“Dream Lover” y “Forces from Above” no son de mis canciones preferidas). Ese único escollo entre el “no sigo, o me la juego”, solo depende de ese riesgo asumible en cualquier gran disco. Ese extraño bocado de pop victoriano de “Hell” con colofón final tan a lo Broadway, y la excelsa “The River”; la mejor del disco. Una canción para dejarse llevar por la corriente a la deriva y llorar, llorar muy fuerte, con sollozos si es menester.

Poison Season es todo él, un disco para abrirse el pecho en canal, justo cuando las tripas se anudan. Para respirar tres veces bien hondo. Tiene esa longitud sedosa como una mariposa aleteando. Esa misma que tiene la BARBERA de ELIO GRASSO cuando uno cree que ese vino menor que cae ladera abajo desde Treiso, debería ser rudo, tánico y arañarte el alma. La Barbera de Elio es distinta, como un beso: De nariz golosa y boca ultra fina, rinde honor a ese precioso color maduro vermellón. Un vino perfecto para dejarse llevar al infierno si es menester, y caer de cabeza en ese vestíbulo que la Barbera D'Alba, abre a conocer los vinos del Piamonte de Dolcettos, Barbarescos y Barolos.
Este último disco de Dan Bejar guarda una relación directa con este fresón en forma de Barbera: Siendo algo radicalmente distinto a otros; en este caso a Kaputt #su anterior entrega. Más abrupto, entretenido y cambiante, mantiene una línea argumental siempre marcada por los violines, el saxo y las trompetas como especie de Big Band comprimida. Escucharlo es como caer en un mundo que se rige por la sensualidad: De persecuciones a lo Starsky & Hutch con “Midnight Meet the Rain”. Pasamos a otras que rezuman cosmopolismo y suburbio por los cuatro costados, “Solace's Bride” o “Archer on the Beach” huelen a calle mojada, a Torpedo 1936 y a boca de metro. Respira tanto Jazz como Pop que reposta sonidos muy americanos de Chicago a Nueva York. Un disco inmenso que como una ventana, se abre a paisajes y viajes.

02:ROBERT FORSTER_SONGS TO PLAY vs COSMIC PASSIÓ 2014

Estos días vamos a oír hablar mucho de este señor. Tanto que ni en el mejor de los sueños, imaginaría que justo la semana que pasea su último disco en siete años por nuestro país, vería la luz -por fin rediós- esta especie de TOP anual. Cosas tontas que suceden como quien hilvana el hilo al trote cochinero.
Admito que este año se me ha ido la mano con los comentarios de los discos y no va a ser este el caso. De Robert Forster poco más tengo que añadir sobre lo que dijera hace un mes. Un trabajo el suyo, que brilla por la simpleza y efectividad a la par. Esas mismas armas que definían a su antigua banda; o por lo menos a las canciones que componía y cantaba Robert #esa cara más taciturna de la banda de Brisbane.

Los elementos que se manejan en cada una de las canciones, son tan de salón de casa y chimenea. Que uno claramente, puede imaginarse a la familia puesta a la obra con la taza de té humeante al lado, y el jerez con las pastitas al otro. Salvo ese arranque de rebeldía en “Learn to Burn” el resto, fluye con una naturalidad que medio espanta, desconcierta y absorbe. Esa especie de Pop/boceto, de chamizo que se mantiene indemne ante la tempestad, por obra y gracia de la naturaleza; de SU, naturaleza. Se rinde homenaje a esa forma de componer y contar que tenía Lou Reed de manera premeditada o no; al menos así lo veo yo. Esa forma de aislar texto y melodía en algo muy pequeño y concentrado, pero que funcionaba por rítmica, cadencia y mecánica. En aquellas canciones se podía oler aquello a lo que te evocaban: callejones de Nueva York, alcantarillas humeantes y paisajes más espléndidos y horizontales. “A Poet Walk”, “I Love Myself and I always Have” y “Turn in the Rain”, así de fácil. La síntesis de mil pandemias, faltas de amor, sensibilidad y miradas vidriosas.

Sin dudarlo un instante. Esas notas acústicas de violines cortantes y armonías esqueléticas que se clavan como alfileres, solo me pueden traer al paladar COSMIC PASSIÓ 2014.
Un vino, una bodega, un viticultor y una idea, que giran en torno a ese limbo inapreciable de lo terrenal y espiritual. Salvador Batllé es un joven viticultor de biodinámica extrema: ese otro paso de lo ecológico e intención biodinámica a lo real; fuera sulfitos y cualquier elemento ajeno a la uva. Sus vinos y este en concreto, transmiten desde el riesgo y la transparencia, un lenguaje tan franco, que algunos ni lo entienden. Passió es un tinto de Marselan vinificado en sus viejos viñedos de la Serra del Montmell (Alt Penedés): Una pequeña uva de intenso color, fruto del cruce entre Cabernet Sauvignon y Garnacha, que sorprende por su intensidad aromática a fruta roja y a especias, también por su vivo color. PASSIÓ es eso que se imagina uno cuando pronuncia la palabra:
Un tinto de carácter joven y fresco, que se alarga como los veteranos fondistas en un final demoledor. Mucha fruta con toques a canela, clavo, fruta roja escarchada y una acidez final que te hace levitar; sobretodo si marida con comida. Gastronómico 100% por esa especie de acidez golosa y deliciosa que rompe las cadenas grasas de quesos, pescados azules o mariscos a la plancha. De perfume rico y profundo, tiene una primera entrada desconcertante pero tremendamente adictiva. Una pequeña bomba de relojería que explota en la boca como las bayas todavía húmedas por el rocío.


01: COURTNEY BARNETT_SOMETIMES I SIT AND THINK, AND SOMETIMES I JUST SIT VS GATINOIS AY GRAND CRU 2008

Hete aquí la música como elemento impulsor de movimientos incontrolados, instintivos y automáticos. De reacciones químicas a los que la medicina todavía no ha alcanzado a definir y sobretodo. La consecuencia de que muchos nos divirtamos buscando cientoymil de fórmulas que las defina, enumerarlas, y justificar así nuestros motivos; a menudo inexistentes.
Ese fin está en el disco de debut de esta joven Australiana de 28 años: Cortney Barnett. La música con sus métricas, compases, letras y voces explotando en esa cosa mágica que se llama canción. Y el divertimento o pellizco en el hipotálamo, en eso que a veces se nos duerme como el brazo inerte y la baba que se desliza almohada abajo en un: yesquemedalomismo!!

Ese juego de palabras con el que titula su disco es todo eso y más, y cuanto tiempo hacia que eso no pasaba?; ni te cuento. Por lo menos a mi, desde aquel Dry de Pj Harvey, cuando escuché por primera vez a las endiabladas Throwing Muses o el subidón que me producía escuchar el Repulsion de QUASI.
Algunos medios han tenido la decencia de incluirla en sus listas; faltaría. Pero pocos los que han tenido el arresto de subirla a lo más alto, probablemente porque cuesta horrores rendirse a las fórmulas clásicas que demuestran que solo es cuestión calidad, no de cantidad. Que no hace falta vestir santos y monas para reinventar la música, sino ampliar el elenco de discos inmortales que ocupan nuestra historia.

No dudo que el echo de que “Pedestrian at Best” pareciese un cruce raro entre sheela-na-gig y el Connection de Elastica, a alguno le produjese sarpullidos y rubor por igual. Pero al margen de las referencias conmutativas que cada uno pueda sacar de allí y acá. Entre los surcos y pistas de SOMETIMES I SIT AND THINK, AND SOMETIMES I JUST SIT hay mucho más; vaya si lo hay y benditos sean. Reververaciones que rebotan como muelles activando resortes y hacen que uno coja ese trote cochinero casi sintomático, por ejemplo cuando suena “Elevator Operator”. Un relato tan tontorrón como el hacer un cortometraje sobre un momento concreto de nuestra mierda de día. Además como Courtney canta/cuenta esas microhistorias con ese tono socarrón, todavía enfatiza más ese colorido saltarín de bajo/batería por el que cabalga. Es más, diríamos que Pedestrian at Best es como un socavón; lo mejor está por venir.
Hostias a mano vuelta que tan energizantes pueden sonar cuando es el reverso huesudo el que te sacude: “Aqua Profunda”, “Nobody really cares if you don't go to the party” y perdonen -Como suena esa batería centrifugadora!! luego... “Dead Fox” todo un clásico que debería alzarse como LA CANCIÓN. Una historia sobre esos debates internos entorno a lo correcto y lo comprometidos que estamos, que todos nos hacemos y que normalmente nos llevan a callejones sin salida. Son historias sobre lo que ocurre alrededor de cualquier persona que observa las pequeñeces del día a día, piensa y llega a conclusiones a menudo sin solución lógica. Yo creo que habla sobre la decisión final de hacer lo que te dicta el corazón, un canto a librepensamiento animal; además de que es un temazo. El temazo.
También están hostias de vuelta y mano plana, pero más como una caricia o tirarte el guante para batirte en duelo en la calle de atrás. Lo superlativo de “Small Poppies”, canciones que fluyen, se desperezan y estiran tenue y suavemente como la madreselva en las bajuras tropicales. De esas que cierran conciertos por antonomasia. O la ternura “Depreston”; otra de mis favoritas.
Es cierto que puede que sea esa forma de cantar monotonal que tiene Courtney, de repente le sale un gorgorito y te parte el corazón. Esos va y bienes de ternura y agitación que sacuden igual que mecen. Ese empezar y no encontrar motivos por el que prescindir de ninguna canción.

Ese mismo sorbo de Gatinois Ay Grand Cru burbuja juguetona, acidez metronómica y un fondo de cuerpo envolvente que lo mezcla y te hace beber y volver a beber como los peces en el río. Que sí, que puedes haber probado infinidad de espumosos franceses y haberte plegado ante ese carácter tan diferenciado entre uno y otro. Ver que cada uno tiene algo que los hace personales y distintos. Este Gatinois lo tiene todo: El aroma a frutos secos, a flores y a tarta de mazana. El volumen en boca acabado en una acidez que rompe ese paso algo denso pero ligero #refrescante. Y su burbuja tan precisa y milimétrica, que confunde entre el placer de paladear o beber a toda velocidad. Adictivo como el disco de la Courtney.... CHIM PUM!!


50 DISCOS DEL 2015 POR LOS QUE DEJARSE DEBORAR:

01: COURTNEY BARNETT_SOMETIMES I SIT AND THINK, AND SOMETIMES I JUST SIT VS GATINOIS AY GRAND CRU 2008
02:ROBERT FORSTER_SONGS TO PLAY vs COSMIC PASSIÓ 2014
03: DESTROYER_POISON SEASON  VS ELIO GRASSO VIGNA MARTINA 2013
04: JIM O'ROURKE_SIMPLE SONGS  vs  MAS LA PLANA 2002 (Cabernet Sauvignon)
05: DICK DIVER_MELBOURNE, FLORIDA VS EL PREDICADOR 2013
06: JOHN GRANT_GREY TICKLES BLACK PRESSURE VS LUSTAU PALO CORTADO EL ALMACENISTA
07: THE SONICS_THIS IS THE SONICS  VS LA ATALAYA 2011
08: GUN OUTFIT_DREAM ALL OVER vs FINCA OLIVARDOTS 7.13 (gARNATXA ROJA)
09: SPEEDY ORTIZ_FOIL DEER vs SAINT-JOSEPH 2012
10: FERNANDO ALFARO_SAINT MALO  VS FINCA SANDOVAL SIGNO 210 (Bobal)
 11:SONGHOY BLUES_MUSIC IN EXILE
12:MIKAL CRONIN_MC III
13:EZRA FURMAN_PERPETUAL MOTION PEOPLE
14:ALABAMA SHAKES_SOUND & COLOUR
15:RYLEY WALKER_PRIMROSE GREEN
16:BLACK RIVERS_BLACK RIVERS
17:PRESIDENTE_ILUSTRE VENTANAL DE ESTRATEGIAS
18:THE WAVE PICTURES_GREAT BIG FLAMINGO BURNING MOON
19:THE PHANTOM BAND_FEARS TRENDING
20:BILL RYDER-JONES_WEST KIRBY COUNTY PRIMARY
21:SHINIES_NOTHING LIKE SOMETHING HAPPENS ANYWHERE
22:PINKSHINYULTRABLAST_EVERYTHING ELSE MATTERS
23:HATCHAM SOCIAL_THE BIRTHDAY OF THE WORLD
24:DOMINIQUE A_ELÉOR
25:MC MCCAUGHAN_NON BELIEVERS
26:RINGO DEATHSTARR_PURE MOOD/TINY FINGERS_THE FALL
27
:UNLIKELY FRIENDS_SOLID GOLD CAWBOYS
28:TWERPS_RANGE ANXIETY
29:BOBBY LONG_ODE TO THINKING
30:EZTV_CALLING OUT
31:METZ_METZ II
32:TORUL_THE MEASURE
33:HORSEBEACH_II
34:MAD ROBOT_ KILL LIST
35:ALONDRA BENTLEY_RESOLUTIONS
36:CARLOS FORSTER_DISASTERS
37:CAR SEAT HEADREST_TEEN  OF STYLE
38:CALVIN LOVE_SUPER FUTURE
39:THE DEARS_TIMES INFINITY VOLUME ONE
40:GOLD CELESTE_THE GLOW  Vs. SHARON VAN ETTEN - I DON'T WANT TO LET YOU DOWN

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EX AEQUOS
DIANE COFFEE_EVERYBODY'S I GOOD DOG
WHYTE HORSES_POP OR NOT
SIMON LOVE_IT SEEMED LIKE A GOOD IDEA AT THE TIME
ALEX BUREY_FAMILY STONE EP
DMA'S_DMA'S EP.
FOALS_WHAT WHEN DOWN
GIRLS NAMES_ ARMS AROUND A VISION

domingo, 3 de enero de 2016

MISS...BESTIARIOS DEL 2015 3 de 4





20:BILL RYDER-JONES_WEST KIRBY COUNTY PRIMARY

Cuando llegan estas fechas, no puedo evitar acordarme de nuestro amigo e inspirador COCO. Aunque su blog se mantenía en silencio desde hace ya bastante, sabíamos que en navidad siempre aparecía para dejar constancia de su existencia, de sus gustos, y siempre nos descubría un pequeño tesoro.
Así fue como di con Bill Ryder-Jones con su “A bad Wind blows in My Heart” del 2013. Me lo acercó él, que aunque ya conocía a The Coral; su ex banda. Cuando yo los escuchaba, ya no estaba Bill.
Así que escuchar sus discos me produce un doble efecto: Esa especie de sentimientos que dibujaba Coco en cada descripción de un disco. Y el imaginar a The Coral, con un miembro tan exponencialmente sensible después de recordarlos de otra manera.

West Kirby County Primary de todas formas, no acusa tanto la melancolía otoñal de sus predecesores. Esto me produce una doble alegría también, porque a veces, cuesta horrores explicarle a la gente lo maravilloso que resulta un disco que requiere tanta paz, serenidad y tiempo; tiempo ilimitado. Aquí no es que se alce la voz más que lo preciso, pero hay una extraña ambivalencia entre la calma y el alboroto.
Es como un pequeño juego donde Bill nos acaricia para luego tirar de nuestro brazo. En ocasiones como de la nada, aparecen esas retiradas de melancolía desarrapada tan a lo Brighten the Corners de Pavement -en Two to Birkenhead y Satellite es un hecho- Se baja la voz y se deja que hablen las guitarras, las escobillas, el bajo tocado con los nudillos. Se llega a rozar el slowcore de Bedhead: voces que se quiebran resecas por el susurro. Cuanto más se baja el volumen, más se cae en el detalle de que estas canciones se podrían cantar a pulmón limpio. Pero son así, contenidas, con la tensión que se afloja y se vuelve a tensar con “Daniel”, “Catharine and Huskinsson”. Los slides que rayan el cielo de ocres anaranjados cuando es “Wild Roses” la que suena. O el swim perezoso de “You can't Hide a Light with the Dark”.
Un disco de una ternura agria descomunal que camina por los márgenes de la carretera; donde se notan las fallas del terreno.


19:THE PHANTOM BAND_FEARS TRENDING

De esta banda escocesa ya conté un montón de cosas hace dos meses. El tiempo que necesité para devorar todo su catálogo de autoayuda musical.
Un viaje en el cual han empleado un sinfín de instrumentos, encuadres y situaciones límite con las que conocerse, hasta que al fin. Con Strange Friend/2014 y Fears Trending/2015, han cerrado por fin el círculo. Dos discos que se complementan y dan dos caras bien distintas de una historia desde distinto ángulo.

Dramatismo, rock gestual donde se exprimen las posibilidades de lo electrónico y lo acústico. Exploradores de climax intensos, y que bien podrían componer la banda sonora de leyendas de la Escocia más profunda. Difíciles de catalogar, pues su música viaja por facetas oscuras, también luminosas, pero sobretodo sugerentes. Y una carrera la suya, que da para no aburrirse si uno disfruta con esa psicodelia que crece en el folklore íntimo de la Europa ancestral.

18:THE WAVE PICTURES_GREAT BIG FLAMINGO BURNING MOON

Hijos míos por fin!! cuando la dicha es buena, nunca es tarde para enmendarse. La fundación de los cofrades de la seis cuerdas, y la hiperactividad compositiva, ya es un hecho. Si no hay año en el que este trío de criaturas ensimismadas, no nos den un motivo para alabarlos. A que esperamos a montar un paso por semana santa.
Sí, lo han vuelto a hacer, y ya no hay excusa para tomarse en serio su verborrea Jonathan Richmaniana. Great Big Flamingo Burning Moon es ese paso definitivo para tirarse de cabeza, el camino es largo, cierto. Quince álbumes en diecisiete años, los avalan y además. Este, uno de los más asquerosamente buenos que han parido.
Mucho garaje callejero, blues pendenciero, rock&roll, Pop de la era verdadera pim pum!! Eso que solo se crea en los reductos del Londres de pubs, sótanos y garitos donde nació la época más creativa y gloriosa del mal acuñado rock alternativo; madre de todas las movidas. Hijos deudores de Chuck Berry y Buddy Hoolly, actualizados y con un tono bastante más socarrón. Pero al fin y al cabo, si se agudiza el oído, todo viene de ahí; y más este trabajo. Igual un poco de manual, es cierto, pero igualmente efectivo.

Cuando todo el mundo se empeña en vestir de seda monas, reinventarse géneros para sentirse modernos y transgresores domesticados. Algunos se han olvidado de que sin flores, no hay perfume. De ornamentales y silvestres, pero más de estas últimas.


17:PRESIDENTE_ILUSTRE VENTANAL DE ESTRATEGIAS

Uno de los discos en habla hispana que más ganas tenía de comentar, de la presente campaña. Que no son muchos, dicho sea de paso. Ni por tiempo y ganas, ni que en general porque este año haya estado explorando por debajo de las piedras, como antes. Ha sido una cuestión, más de prioridades que de pereza.
Sin embargo a este músico multinstrumentista de Maracaibo (Venezuela), ya son varios años los que le sigo la pista. Primero por alusión a Roy Valentin, y segundo por un interés particular en su primer trabajo; y aquí estamos. Ante uno -si la desmesura me lo permite- de los mejores discos de la lengua madre; que he escuchado claro. Entiendo que muchos no estén de acuerdo, pero no comparto esa falta de cambio de registro, cuando se escucha música que nos llega del Sur del continente Americano; salvo si se adapta a las exigencias occidentales claro.

Pero amigos. Si se caracteriza por algo “Ilustre Ventanal de estratégias”.Es por llevar al terreno cultural del artista, algunos de los ritmos más arraigados en nuestra misma cultura. Al fin y al cabo de tránsito, pues todos tenemos un gen común.
Pop acústico que podría pasar por sintetizado; de echo, supongo que se perpetró a solas y entre cuatro paredes. Pero que suena como los ángeles en las manos de los músicos que acompañan a Heberto Añez Novoa en este proyecto.
Textos que juegan de forma poética con la metáfora, el sueño y la melancolía. Que se mueven a ritmo de funk latino, de Pop elegante y cadencioso, y de momentos de surrealismo lúcido.
Suyas pueden ser las referencias a Golpes Bajos, Carlos Berlanga, y si me apuran a Héctor Lavoe en un tono más sensual y aterciopelado de bolero pop. Un Pop queriendo pista de baile, agarrado y soñando del revés.

16:BLACK RIVERS_BLACK RIVERS

Seguramente, y temo no equivocarme ni un ápice, el disco más ignorado de este año. Sin ser por ello excusa el echo de que se publicase las primeras semanas de ese año que se nos fue, 2015.
Un proyecto nacido de la disolución de DOVES: Una de las bandas más interesantes junto a Elbow y I Am Kloot, de aquella hornada musgosa de principios del 2000. Un contrapunto a toda una música orientada a la pista de baile, que vino a darnos ese tono grisáceo, taciturno y amargo de décadas anteriores.
Tras un disco en solitario de su líder Jimi Godwin; bastante flojo e irregular por cierto. Nadie pensaba que los hermanos Williams (guitarra y batería), seguirían por su cuenta. No solo continuando a la estela de Doves, sino ampliándola y enriqueciéndola .

Así pues, el disco de debut junto con el que fuera su teclista en las giras y la ayuda de Geoff Barrow. Con la producción de su primer single de adelanto, “The Ship”, a mediados del 2014.
Nos dio una perspectiva poco clara de por donde iban a ir los tiros ¿sonidos electrónicos como los orígenes de Doves? ¿cambio radical de sonido? Todo un enigma hasta el 2015.
Un disco que bebe una barbaridad de Doves. No en vano, Jez Williams ya llevó la batuta y voz en algunos de los mayores hits de la banda. Y para entendernos, sería la línea más o menos lógica si Doves hubieran decidido continuar con su carrera.

No voy a entrar en si sería mejor o peor que su último trabajo “Kingdon of Rust”, porque me pareció una genialidad. Pero escuchando temas como “The Forest”, “Voyager 1” o la instrumental “Harbour Loghts”, lo que me extraña es que desgraciadamente haya pasado de puntillas. Pues podrían estar entre algunas de las mejores composiciones de Doves. Aunque pensándolo bien, Doves solo fueron reconocidos en círculos muy artísticos. Es cierto que “The Ship” y “Age of Innocence” amplían ligeramente territorios. Pero bien lo valen, si tenemos en cuenta la grandeza de esta última. Un disco más que digno, un disco que merece estar por trabajo y buenas composiciones, entre los destacados.


15:RYLEY WALKER_PRIMROSE GREEN

Un trabajo el de este orfebre de la guitarra y las atmósferas sugestivas, llegado sigiloso y a traición. Una gran catedral abovedada que hace a veces de soporte donde grabar, esculpir con las cuerdas arácnidas de la guitarra de Ryley. Otras, que se cierne sobre sonoridades que nos llevan entre lo jazz y folk, en parajes altamente psicodélicos.
No de los coloridos y paradisíacos, donde el sonido californiano bebe del influjo del sol. Sino ese otro que exploró tanto The Doors, como Ian Anderson desde una perspectiva más folklórica y oriental. Ryley Walker quiebra con este Primrose Green hacia un lado más ambiental y barroco, aparcando momentáneamente su faceta más característica: la más blusera, folk y americana que remitía sin disimulo alguno a Nick Drake o Eddie Vedder. Sin embargo ofrece por otro lado un camino con diferentes vías: la que nos lleva del folk al jazz y el de esa forma de tocar: Buscando que prime la ambientación, el viaje sensorial sin dejar de perder ese punto de folk místico de su pasado en “All Kinds of You”. Un disco menos íntimo que aquel, que nos lleva con buen paso hacia composiciones más ambiciosas y no por ello menos controvertidas.
Primrose Green se escucha a media luz, sin las estridencias de la velocidad y como un conjunto. Precisa varias, pero deslumbra cuando alcanza los mejores éxtasis espirales en “Love Can Be Cruel” o “Sweet satisfaction”. Y nos baja a la tierra tras alucinantes malabares alucinógenos, cuando son “The High Road”, “Same Minds” y la que da título al álbum. Las que nos devuelven ese FolkBluesman más terrenal que lleva dentro y las mejores.
26 años, y dos discos que son verdaderos diamantes por tallar de reflejos imposibles.

14:ALABAMA SHAKES_SOUND & COLOUR

Alabama Shakes tenían la difícil tarea, de reconciliarse con sus raíces sin caer en la condescendiente tentación de volver a repetir una fórmula fácil, radiable y atractiva para escena más comercial del revivalismo Soul. Era arriesgada, básicamente por que esa era una de sus mejores virtudes: hacer que esa especie de Rhythm & blues sonara rockero , actualizado y fiel a sus orígenes. Sound & Colour no solo lo ha conseguido, sino que los ha hecho crecer como banda. Como reza en su título: Sonido y color.
Metales, vientos y coros que no por ello, dejan que se maquille la robustez vocal de Brittany Howard a un Soul más blandito y accesible. Y que se han concentrado en llenar todo el disco de detalles, pasadizos, y rincones con los que descubrir y disfrutar con cada escucha.
Sin pecar esta vez de hits inmediatos ha conseguido que le dediquemos más atención a joyas como “This Feeling”, “Shoegaze” o “ Miss You”. La campaña publicitaria de Apple ha ayudado a su manera, a entender la verdadera valía de su tema de arranque: “Sound and Colour”. Canción que hace de traductor de algunas de las claves y virtudes de esta nueva entrega.
Un trabajo claramente con muchísimo más recorrido, más perdurable en tiempo y más difrutable; si se tiene la paciencia que se merece, claro. No han perdido desde luego, su golpe más efectivo y directo: “Don't Wanna Fight”, “Guess Who” o “Gimme all your Love”, son temas que entran como un guante dentro de su repertorio más inmediato y sensual, dando eso que dicen: Sonido y color.


13:EZRA FURMAN_PERPETUAL MOTION PEOPLE

Con mi cabeza todavía, dentro de la nebulosa en stand by que intenta detener los momentos más felices de este pasado año 2015 y su desenlace. Perpetual Motion People podría trazar las líneas maestras de esta sensación placentera de felicidad perpetua.
Un disco que destila por cada uno de sus poros y acordes, optimismo. Sintetizado claro está, en la música y la canción como bandera a ondear. Ezra Furman es el artífice sin discusión de uno de los actos en directos presenciado por un servidor, más felices del pasado año. Además con el mérito doble de recuperarme al mejor Ezra: desvergonzado, irreverente, amante de mandar al carajo los guiones, espontáneo,. como la química secreta de la mano ganadora.

Glan de factura folkie, rockera y cabaretera, que exprime con acierto la conexión con el público por la vía de la melodía perfecta. Se erige como ese alumno adelantado de Beck, porque sabe como nadie explotar su talento: Transformista, camaleónico, irónico, cazador felino de la ispiración en forma de canción.
Su disco se administra como el elixir/antídoto contra el aburrimiento, la desesperación, y el mal de complicaciones inútiles. Funcionan tan bien sus temas más frívolos #en apariencia: “Restless year”, “Lousy Connection”, “Wobbly” o “Body was Made”. Como los momentos en los que baja el pistón y se desnuda como un compositor/intérprete con más recursos que una navaja suiza. “Hour of Deepest Need”, “Can I Sleep in your Brain” o “Watch you go By” son pequeñas obras maestras. Así de claro y rotundo, no lo dudo un momento.
Y si han tenido la suerte de presenciarlas en directo, seguro que secundan la noción.


12:MIKAL CRONIN_MC III

Mikal Cronin ha hecho esta vez de lo accesible una virtud. Sí amigos, si lo han visto acompañando a su descerebrado amigo Ty Segall en su gira. Sabrán valorar todavía más el talento impresionante en diversidad, perspectiva musical y arreglos deliciosos de este maestrillo en la retaguardia. Un valor seguro, que hace gala de una discreción puesta al servicio de la música, sin importarle un comino el contexto o género. Siempre y cuando prevalezca eso que tanto añoramos ahora: discos con sentido global, con alma de principio a fin y sustanciosos.
Con el powerpop directo y luminoso de sus anteriores trabajos, aparcado momentáneamente. MC II es un disco rico en matices. En esa épica de jolgorio, melancolía optimista que parece por momentos pecar de demasiados clichés, pero que salvado este escollo se alza con una hermosura tan necesaria y agradecida...
Los violines llevan en volandas casi todo el temario, “Turn Around” te levanta el espíritu. “Made my Mind Up” recupera fórmulas infalibles de los 80, como “Control” hace lo propio con clásicos de más atrás. Juega al pilla pilla con ese ímpetu más rockero, y sus medios tiempos que rememoran a Jeff Lynne, George Harrison o incluso a los Teenage Fan Club. Revivalismo con mucho gusto, que da fe de que detrás de esas pistas de baile sintéticas, hay mucha tela todavía que cortar con las guitarras como salvoconducto.


11:SONGHOY BLUES_MUSIC IN EXILE

Tras esas oleadas redescubridoras del afrobeat más explotable. Notables influencias que han hecho de esto de la música, un mapa infinito por explorar y entender de donde y a donde va la música. Si eres de esos que te cansaste de pagar tributo al rock anglosajon, dominador y denominador común de la era moderna musical. No habrás pasado por alto el revuelo formado por este joven cuarteto del norte de Mali.
Cierto es, que ellos han tenido la suerte de cruzarse en el camino de Marc Antoine-Moreau y Nick Zimmer (yeah yeah yeahs). Que su primer disco ha corrido como la pólvora por alguno de los medios más reputados, con el consecuente peligro de creer que es un producto hype; es cierto.

Pero remangados y manos a la obra, si le dedicamos una escucha a “Music in Exile”: Todo una declaración de principios sobre lo que para ellos -músicos desplazados de su país por guerras y prohibiciones- es la música, sus orígenes y la disyuntiva entre lo tradicional, y lo moderno de su discurso. Veremos que sobre cualquier tipo de sospecha, lo que más pesa, es el mensaje directo de las 11 canciones de su debut.
Una espiral de afrobeat nervioso, que gira arrastrando a su paso: El origen del Blues de Malí y su reinterpretación en América, la psicodelia, la música más tradicional, y el rock de los 70. Para servirlo en bandeja como un adictivo disco, que rememora a por ejemplo, OFEGE. Que hacían lo propio en los 70 mucho más occidentalizados y hippies.
La sabiduría ancestral de las familias más influyentes del arte de tocar y extraer sonidos imposibles a la kora y el ngoni. Pero puesto al servicio de la guitarra eléctrica y la sección rítmica (bajo batería). Lo que sería una lectura actual de sus diferentes influencias; a sabiendas de que son muy jóvenes.

El resultado es el de un disco puramente afrobeat, con rasgos bastante más contemporáneos. Y que se podría poner al nivel (salvando diferencias culturales), de Black Keys, Tv on the Radio o cualquier otra banda occidental. Con la diferencia de que son de Mali, no tienen nada que perder y como africanos que son, nos sacan tres cuerpos en pasión y emoción musical.

miércoles, 30 de diciembre de 2015

MISS BESTIARIOS DEL 2015 2 de 4



30:EZTV_CALLING OUT


Esto de las corrientes nuevas como las oscilaciones del clima a ritmo de cumbia es fascinante. Años que dando patadas brotan un centenar de bandas calcadas, y otro que desaparecen por donde vinieron.
No me malinterpreten porque a mi tanto me da, la cuestión es no precipitarse, escoger con tino y sea lo que dios quiera. Nada es eterno, efímero para siempre o está del todo perdido. Pero así en tono jocoso. Me encanta la cantidad de propuestas poperas con tonos degradados... sí hombre, de esas que no se empeñan en remarcar estribillos, ondear riffs pegadizos y corear; hace unos años todos coreaban en grupo como celebrando una misa evangelista. Ahora también pero menos, este año esta más de moda flirtear con la pista de baile pero así, con el ceño fruncido, pareciendo interesante. Bien que hacen oigan.

Yo mientras, me conformo con el otro extremo, el rincón de pensar del raruno. El feo al que nadie saca a bailar ni le da conversación.
EZTV son un poco así, ni tienen coros, ni un mal single con el que engatusar a una veinteañera, ni siquiera un himno tarareable.
Su POP grande como el testamento que dejaron The Smiths en “The Hand That Rocks the cradle” o “Suffer little Children”; pop fondista para tenaces. Funciona con métricas trabajadas hasta el extremo, de guitarras que se tejen una con la otra sin estridencias ni protagonismos. De armonías que por momentos parecen como castillos de arena que se desmoronan. Pero que a base de escuchas, encuadres y concentración, se tornan en verdaderas hazañas musicales.
Sobretodo porque un debut de este talante tiene su miga. Segundo, porque no es que la historia se repita en cada canción. Es que cada una de ellas se sustenta como las torres humanas.
Te romperás el cráneo buscando el motivo por el que volver a escuchar el disco, y no solo no lo encontraras, sino que acabarás dentro de la madeja. Un disco que vale muchas escuchas y que resalta por sus carencias.



29:BOBBY LONG_ODE TO THINKING

Cuatro años desde su “A winter Tale” del 2011. Año en el que me lo descubrió el amigo Joaquím, y con él a Amos Lee. Mi constancia sobre sendas discografías es intermitente, pero siempre los tengo presentes, y cuando recurro a ellos jamás fallan. Haciendo eso que hacen muchos, marcando el hecho diferencial entre estilos trillados y constantes enriqueciéndolo año tras año. Ahí esta la diferencia entre lo vulgar y lo único: honestidad, sinceridad, y sentimientos que emanan como esporas.
Entre el margen de maniobra que da el Folk acústico que practica desde hace seis años este mancuniano de Wigan, hay pocas variantes. Pero cada vez es más evidente su gusto por la Americana de raíz, que de sus mecenas más cercanos: Bert Jansch o Kevin Coyne.

Su definitivo salto a la yanki Compass Records, es un cambio significativo en su carrera. Por lo menos en esa progresión desde aquel disco que escuché; bastante más personal y recargolado. En Ode To Thinking esta mucho más presente su actual situación. Posiblemente demasiado pulido en resultado final y más cargado de la emotividad Country que se le da allí.
En cualquier caso, un disco mucho más luminoso y que entra por la vía rápida. Pero que no tiene porqué avergonzarse de esa progresión “más accesible”. Entrecomillada porque no es cuestión de que los temas suenen más populares; siendo igual de grandes y además con gran sentido de colección, de álbum:
Más arreglos de guitarra y en las mezclas. Preservando el tono acústico pero más dinámicos y seguramente, el trabajo que lo puede lanzar por fin a un estatus de más popularidad.


28:TWERPS_RANGE ANXIETY

Cuatro año ya desde su primera incursión en estas tontas listas y míralos ya, si parecen unos hombres. Quedaron atrás los esbozos de canción, palpitantes y medio provisionales. Relucían como enanas entre tantos buenos discos; joder si lo fue aquel 2011.
Siempre tengo la sensación de dejar atrás momentos infinitamente mejores a los presentes. Y será que se necesita calma y tiempo para masticar, deglutir y saborear. Con TWERPS no suele pasar, incluso en el transcurso de todo este tiempo hay algo que sí han mejorado asombrosamente: la instantaneidad.

Sus canciones que vuelven sobre los pasos de la por descubrir, historia musical australiana. Y lo hacen, porque es toda una injusticia no saber antes que de Go Betweens, de The Clean, The Bats o del sonido Dunedin.
Territorios que se vuelven ahora otra vez a explorar, aunque solo sea porque la cultura musical o fuente seca de britanismos, lo precisa.
Pop que se canta como cuentos y pequeñas historias de la barriada. Tristes o alegres, con la misma métrica trotona de charranca y churromiamanga. El Pop de Twerps a conseguido a lo de estos años, sonar preciso, reluciente, infalible y hasta quirúrgicos, pero con hilo de trama grueso.

Es ese mismo Lofi de sus principios, pero aquí esta cada nota está en su sitio. Dando de Velvets en “Shoulders”, villancicos cumbayás. O poniéndole una capillita a Grant McLennan, en la calle más oscura y angosta de esta sobreiluminada city. “Fern Murderers”, “Empty Roads”, “Back to You” son suficientes los motivos para hincarle el diente.


27:UNLIKELY FRIENDS_SOLID GOLD CAWBOYS

La ilusión de disfrutar de las cosas como un niño de ocho años, es la misma que verte en la feria del pueblo ante el puesto de las fichas.
Suenan los primeros compases de “Ride Off the Sunset” y te ves ahí: cabalgando a lomos de atracciones giratorias. SOLID GOLD COWBOYS tiene ese mismo enfermizo efecto de retrotraerse hacia al pasado infantil que todos llevamos dentro, y nos poseyó una noche cualquiera de compostura. Perdimos los papeles, la novia y el trabajo. Pero da igual “Soft Reputation” hace gala con orgullo de las desgracias propias y ajenas. SOLID GOLD COWBOYS en manos de este cuarteto de Seattle es un canto a la felicidad absoluta, al “da lo mismo” y al PowerPop luminiscente. Singles como “Satellite Station” podrían cantarse en el lecho de muerte o en una sala de partos. Un cruce entre los Weezer adolescentes y los REM de It's The End Of The World o de Radio Free Europe.


26:RINGO DEATHSTARR_PURE MOOD Vs. TINY FINGERS_THE FALL

Una de dos, o me llevo a esa mujer, o nos organizamos si puede ser” como diría Luis E. Aute. Es lo que tiene lo bueno, el saber que no hay que dejar comida en el plato y el romper con los protocolos. Lo mismo que el alegrón de recibir de nuevo en los brazos a RINGO DEATHSTARR.
Hace cuatro años me emperré con ellos igual que con Yuck; cosas del shoegaze noiseado, que me puede. Se decía por entonces que era en quincuagésimo bluff de la escena indie, que si más de lo mismo, que si Bloody Valentine sí pero sus cachorros no, en fin. La historia que se repite una y otra vez.

Yo que no soy muy de seguir como penitente, discografías completas; ni las de mis parientes. No es que salte de año por asco, inconstancia o culillo inquieto; si no que me aburro. Pero escuchar “Heavy Metal Suicide” y oigan, hasta el número de cuenta les doy.
Su sonido más estructurado y menos previsible, no machacan quizás tanto en esas disonancias sonoras medio desafinadas a lo Bloody. Que está muy bien sí, ¿pero todo el día sopa?.

Pure Mood ataca con rabia las guitarras con músculo rítmico. Se van a lo práctico como lo hacía aquel Automatic del 89, solo que lo hacen sin renunciar a sus orígenes Americanos muy Smashingqueros (como pisoteo el diccionario oyes). Pure Mood tiene mucho gancho, y lo hace al rebufo y con nocturnidad como no queriendo y sí.
Justo en el momento que toca. Se agradece recibir con los brazos chicos un trabajo como este y en este justo momento; muy disfrutable si señor.


No por eso íbamos a darles la patada a TINY FINGERS. Un experimento sonoro instrumental, deudor de Mogway, Appliance, Jean Michel Jarre y lo progresivo llevado al terreno del krautrock cósmico.
Un trabajo que se engancha a la chepa sin piedad. Usa armas atípicas, porque hay que tenerlos muy bien puestos al hacer un disco 100% instrumental. Y conseguir que en el aire flote un tufo hit, sin serlo. Disco que se valora en toda su medida, desde la primera a la última; como un pequeño viaje por la vía láctea. Cuanto más lo escucho, más me pesa no haber tenido el arrojo de subirlo a lo más alto. Esa filosofía transgresora de atreverse con lo que no toca, como lo eran Tycho: Medusas en forma de canción que evolucionan, se enredan y juegan con las luces y lo siniestro. Psicodelia ambiental que se mezcla con jazz, con electrónica, y también incluso con un Drum & Bass monolítico y conceptual.
Cuando uno se entera además, de que está hecho en Israel, la sorpresa y la intriga se magnifica.


25:MC MCCAUGHAN_NON BELIEVERS

Debía estar y lo sabíamos. Por más que nos pesen las cajas de ritmos y los sintetizadores, tirando de la guitarra más Pop del exSuperchunk. NON BELIEVERS es una huida frontal y salvadora de parte de la esencia de la banda de North Carolina. Como un desarraigo con el pasado, regeneradora y con puesta a cero.
Si os fijáis, las canciones no han cambiado demasiado respecto a los últimos discos de la banda. Sí lo ha hecho el concepto a la hora de componer con lo elemental, enfatizar la melodía y dotar de una apariencia de Pop Lofi de laboratorio, su repertorio.
Por encima de la estética soleada e inocente de las canciones, brilla un tono que eso sí, se aleja del punk rock urgente. Y nos da una cara más dulce, juvenil, menos atada a su trayectoria. Por encima relumbra un álbum inmediato, directo que se deja acompañar en los directos por una banda adolescente que cautiva por su sencillez. Las canciones así lo piden. Y en ocasiones recuerdan al Magesty Shrending/2010 aunque el verdadero logro de este disco, sea sintetizar la esencia que quizás se perdió por el camino.
Come Upstairs” sobre escenario suena soberbia. Su despegue con “Your Hologram” sublime, de lo mejor del disco. Se le acaba cogiendo cariño porque las canciones se sienten desde el desnudo matinal, el de las arrugas al pasar la esponja. Tanto, que en ocasiones hasta se puede vislumbrar tras el vaho, la sonrisa maliciosa del Robert Smith de Fire en Cairo, o ese beso perfecto de los New Order. Entre lo salvaje, rabioso y romántico; tan fácil como sentarse a escribir canciones para tu querida.


24:DOMINIQUE A_ELÉOR

A Dominique A me une algo mucho más íntimo que la mera empatía músico/oyente. Lo vi por primera vez muy joven, todavía sin formar, tímido con miedo a meter la pata. Fue en el verano del 95 en la Plaça del Rei, en el BAM. Desde entonces me ha acompañado, casi siempre; por lo que me inspira su música.
En momentos descorazonados. Cuando iba a morir mi padre no podía parar de escuchar una y otra vez Auguri/2002. O cuando la nostalgia me ataca por la retaguardia.
Nunca me cansaré de racalcar lo injusta que me parece su mención en los círculos críticos, más por respeto que por admiración.
Y sobretodo me extraña lo desapercibido que ha pasado este trabajo; el mejor de cuantos tiene. Si nos atenemos a lo natural de sus arreglos, letras y la apariencia de sus canciones.

Canciones que nos hablan de amor y son tratadas musicalmente como tal. De viajes inciertos y lugares con personajes familiares, tempos literarios que van más allá del significado de una melodía; para canturrear o para mecerse.
Como gran parte de su carrera, en sus canciones no hay exigencia tal por dejarse oír. Nos canta como lo haría Aute, B. Callahan o Nick Drake; con franqueza. La fiereza de Vers Les Lueurs ha quedado atrás, y ahora son las cuerdas como brisas que acompañan, las que guarnen los 12 cortes que completan Éleor. Un disco que aprende a amarse desde el horizonte, desde la paz que da el dolor de amores y una especie de nudo que se aprieta a cada corte. Porque cada canción lleva impresa una astilla en alguna parte de nuestro recuerdo. Pocos discos este año con tanta desnudez y sinceridad.

23:HATCHAM SOCIAL_THE BIRTHDAY OF THE WORLD

Confieso padre, que muchas esperanzas vanas me han hecho desconfiado, poco constante. La presbicia que cada vez va en aumento, me hace ver las cosas de lejos. Parafraseos que nos recuerdan de un pescozón lo glorioso del pasado, agarrarnos a la conga de jalisco para no perder el hilo de la actualidad y el contar batallitas: - Te acuerdas de....?
Con Hatcham Social esto no me sucede. Y no crean que a veces no me he parado a pensar si mi devoción se debe a eso de acoger lo que otros desprecian. Más por cabezón que por criterio sensato o para no morir del asco como el señor Scrooge. Pero definitivamente, he de admitir que son en actualidad la única banda que me sorprende en cada entrega. Nunca previsibles ni atados a las exigencias del guión que marcan las modas. Son como el salmón que va contra corriente y que hace justo lo que jamás creerías que debe hacer; como el pez elefante.

Huyeron despavoridos en cuanto la etiqueta del Postpunk los cercó en su debut “You Dig the Tunnel, I'll Hide the Soil/2009”. Han pasado en siete años por cinco sellos. Los apadrinó Tim Burgess y no se ataron en absoluto a sus bendiciones. Siete años después y tras un disco grabado a pelo y sin filtros que hicieran bonito con el respetable. Se marcan un álbum que los acerca a esa idea de hacer justo lo creen que deben hacer; como el vilipendiado e inmortal This is Hardcore de PULP.
De echo comparten muchas cosas en común en lo que respecta a la amargura de sus melodías. De esa forma real, cruel y gris de ver la Inglaterra que les rodea. Desconcertantes y brillantes como los Monochrome Set más lúcidos. Y buscadores incansables de nuevas texturas como lo más granado de la New Wave. Un disco que nace desde la desconfianza, tiñe de grises sus escuchas, y crece de manera arrebatadora cuando uno se sumerge en su particular universo de ecos, rincones y pasajes secretos. Su mejor disco desde “About Girls/2012


22:PINKSHINYULTRABLAST_EVERYTHING ELSE MATTERS

Deberías saber que el Shoegaze no está muerto. Lo enterraron hace dos años por imposición más que por prescripción; como a mediados de los 90. Pero florece disfrazado en ocasiones de Pop, de reverberación o de Psicodelia; para que veáis la chuminada que son las etiquetas. Deberíamos estar ya por encima de eso, con tanta cultura, posibilidades investigadoras y mestizos como somos. Pero la vida es así, te conocen en el pueblo como el hijo de la meona, más que como Pedrito Sugrañes.
Seis años han tenido que pasar desde su debut con el Ep “Happy Songs for Happy Zombies”. Más que suficiente para por fin certificar que el tiempo, casi siempre, es el mejor elemento para trabajar melodías. Que por encima del ingente de bandas que machacan una y otra vez sobre un punto muy limitado de un estilo, o que se centran en agotarlo. Hay maneras diferentes de tejer enjambres de avispas zumbadoras y chinches suicidas: Basicamente consiguiendo que cada canción tenga una vida, y la de todas sea un disco para degustar como una pequeña excursión. Todo lo demás es hacer gala de conceptualidades para no moverse y girar en círculos.
Aquel ep pasaba del pop, al hardrock y dreampop más caústico de un plumazo. Lo hacía sin apenas inmutarse, porque sus canciones ya eran como un muro sónico; igual que las construcciones soviéticas. Tenían esa parte muy pop tras esa especie de bruma stalker ligeramente abrasiva, pero siempre resurgía esa sensación general tan popera.

En “Everything Else Matters” han conseguido poner el deampop en el escalón más alto. Momentos ceremoniales que nos trasladan a Berlin “Wish We Were”. Y que de repente estallan en un pop que bebe tanto del postrock, como de la pista de baile menos ortodoxa “Metamorphosis” o “Holy Forest”.
Concretan mejor aquello que intentaron Lush hace años, cuando intentaban equilibrar noise y pop; “Glitter” o “Lands End”. O desencallar el shoegaze de Pale Saints en su disco póstumo, sin perder el carácter fuerte de sus composiciones, “Umi”. Todo ello lo hacen manteniendo su condición de banda que bebe mucho del lado más oscuro del dreampop: Mahogany, State of Grace, Asobi Seksu, Depreciation Guild, ... y tantas tantas bandas que me descubrió la desaparecida revista Losing Today.


21:SHINIES_NOTHING LIKE SOMETHING HAPPENS ANYWHERE

Tan cerca pero tan lejos. Esta pequeña banda de Manchester puede, si uno solo se fija en el envoltorio, bastante que ver en idea, conceptos y fórmula con los Rusos de Pinkshinyultrablast. Los único que le une, es que tanto unos como otros han sabido dos discazos de entre la saturación que ofrece el mercado.
Un inconveniente, es cierto. Su fórmula se ha repetido hasta la saciedad, seguramente no pasarán a la historia y lo que es más, no se coscará ni el tato. Esto que digo ya hace mucho que pasa, con el pop de guitarras como con todo lo que huele a 90's. Pero al margen de ese hartazgo por tener que elegir e incluso analizar la complejidad de la música, el público en general tira por lo fácil; lo entiendo. Vivimos en una sociedad donde prima el concepto Lego en todo lo que consumimos a diario: Fácil, sin esfuerzos, cómodo y bonito y....yastá.

Si tuviera que vender a SHINIES lo haría diciendo de primeras, que pocas bandas se complican tan poco la vida y son tan disfrutables. Esa idea que practicaron los mejores RIDE, cuando fundieron el Pop, lo oscuro, y el noise y lo pusieron al servicio de su inspiración.

Nothing Like Something Happens Anywhere es un estupendo disco de debut. Tanto, que no tiene nada que envidiar a bandas que nos han vendido como santos griales. No los culpo no, solo que todo es bastante más sencillo. No creo en las campañas mediáticas; más dañinas que útiles.
Shinies practican un Pop harmonioso que se rige por algunos mandamientos del Shoegaze. Pero básicamente prima el POP con mayúsculas, flotante, medio sinfónico y en equilibrio con lo rudo y adornado. Transmiten la melancolía de años básicos y aventureros, cuando nos hacíamos a base de explorar y soñar. Como se dice de los vinos: Con volumen, estructurado y con final largo.