martes, 2 de abril de 2013

2ª PLAYLIST TRIDIMENSUAL 1+1??_ SEIS DISCOS Y ALGUNAS CANCIONES




Las ocho de la mañana del penúltimo Domingo del mes de Marzo. Las calles aún desiertas tras el jolgorio de la noche del Sábado. Se ve a algún deportista pasar corriendo calle abajo, borrachos rezagados, madrugadores alentados por los primeros cantos de apareo de los gorriones, y a un señor mayor pasear a un hermoso Pastor Alemán en la intimidad de la mañana: El can olisquea el árbol en busca de algún mensaje, lo rodea, lo vuelve a oler y por fin se agacha y se dispone a descargar un precioso y jugoso truño.
El amo comienza a buscarse en los bolsillos del pantalón, en los de atrás, en los de la chaqueta, y por fin en un acto de presunta desesperación se vuelve a abrir la chaqueta para rebuscar en los interiores. Es evidente que la bolsa no está ahí (olvidada, extraviada... quién sabe). Mira para un lado, mira para otro y pierde la mirada en el horizonte pareciendo buscar algo; unos metros más abajo, en medio de la calle parece distinguirse una solitaria bolsa, seguramente olvidada por algún que otro despistado.
La bolsa parece querer pedir el auxilio de quien a sido destinada a contener algo, pero el señor aun pensando que lo más adecuado es coger la bolsa y envolver el churro recién defecado, desestima la opción de coger algo que vete tu a saber que oscura historia tiene. Sigue caminando calle abajo con cierta celeridad, pasa junto a la bolsa, y se pierde calle abajo.

Es Primavera, con sus bondades y sus mierdas. Quizás nadie repare en el monumento cotidiano al pie del árbol, puede que incluso el árbol agradezca ese abono regalo del cielo, que algún despistado lo pise y tenga un día de suerte, que el recuadro que delimita el árbol sirva con disimulo de perfecto mimetismo... o incluso que un niño que como siempre pasea con su patinete por donde por lógica no debía pasar, lo chafe con las ruedas y lo escampe en todas direcciones mientras su padre reniega.
Es Primavera, con sus bondades y sus mierdas: Los cerezos y los almendros florecen, cantan los pajarillos, la sangre se altera, y el índice de mortandad en personas delicadas se dispara rompiendo las estadísticas de todo el año, es Primavera.

Es inevitable supongo, liberar la segunda Playlist del año a principios de Marzo y no mencionar la Primavera. Juro y maldigo por dios que no era mi intención. No sabia de que hablar para asociar canciones, discos y buenaventuras, pero desde luego no quería ser tan poco imaginativo como para recurrir a la Primavera (el tiempo y las estaciones, tema tan socorrido para viejos como yo), pero ahí está, ya lo he soltao.
De una forma u otra la vuelta de esta penitente Semana Santa, en la que en mi caso en particular no he encontrado mejor manera para expirar pecados que irme a trabajar estas fiestas a Francia. Me ha vuelto a tender la inevitable emboscada de todo lo concerniente al tiempo y a mi vano intento por domesticarlo cual perro servil.
Dicen que es de bien nacido ser agradecido, y que con los vientos que ahora soplan trabajar se ha convertido en una especie de lujo por el que debemos, los pobres de espíritu, dar gracias al altísimo por dejarnos seguir caminando por el alambre de espino en el que se ha convertido nuestra subsistencia. Debe ser cierto, pues no hay nada mejor para realizarse como persona de provecho que hacer el mono el día de la mona.


Penurias y lamentos a parte, debo de admitir que mis pequeños exilios personales son de lo poco que dispongo para dedicar el exiguo tiempo del que dispongo a lo que realmente me cura, escribir. Aunque sea a golpe de bombeo intermitente e incumpliendo cualquier plazo que haga de esta bitácora algo novedoso y atractivo para cualquier devorador de blogs. Durante estos tres perezosos meses ha ido madurando una alargada lista que ha acabado por dar a luz hasta treinta y pico canciones; por el camino se han quedado muchas de ellas, algunas obligadas si esta se tratase de una lista al uso o llamativa. Pero para lo bueno y lo malo estas de las que hablo, son listas de canciones, sesiones, caprichos, inventarios o como quiera que cada uno las llame; que me sirven para subrayar aquello que me ha llamado la atención, canciones que me acompañan a lo largo del año, en mis viajes en coche y sin un orden estricto de tiempo o de novedad.
Algunos descubrimientos del pasado año que dan sentido a aquello que hace de la música algo inmortal y siempre perenne. Puede que antagónico a las modas joviales, pero necesario para degustarla y no atragantarse. Jamás una canción o un disco suenan iguales, y con el paso de los días, los meses, los años y la vida, es la mejor enseñanza que nos mas libre del frenesí consumista que consume a víctimas y verdugos.


De este pasado trimestre son varios los discos que me gustaría recomendar, distintos y diferentes. Algunos inmediatos, otros complejos y retóricos para valientes hambrientos de explorar aquello que no acaba de tentar a los ojos de otros. He dejado al margen con premeditación y alevosía discos que me atraen por motivos muy distintos, pero que posiblemente por una crueldad intolerable los encuentro vacíos de algo muy indeterminado (llamese mojo: Elemento que compuesto por sustancias difíciles de determinar y describir, produce una extraña sensación de... vértigo?, esfuerzo?, de trayecto largo e infructuoso?)
No se, pero es algo que desde hace unos años me hace abrazar la música con la misma pasión extinta desde tiempos pasados. A algunos los añoro y los recibo como una droga que necesito para saciar mi sed de nostalgia, a otros les acabo por coger tanto cariño que les acabo perdonando hasta la repetición de patrones, aunque al cabo del año deje de escucharlos. Inquietante ¿no? Podría dar hasta nombres por feo que esté: Sr Chinarro, AIMX, Depeche Mode, Morrissey, My Bloody Valentine y otros tantos, donde se incluyen bandas de nuevo cuño que se me antojan tan vacías, como aquella casa desamueblada donde los sonidos rebotan contra la pared buscando el amor que se desvaneció, sin saber muy bien porqué.

     ROBYN HITCHCOCK_Love Fron London


Eso que no me pasa, cuando vuelvo a caer por enésima vez en la trampa que nos tiende el brillante ROBYN HITCHCOCK. Su último disco continúa situándolo en tierra de nadie, en aquella cara oculta de la luna donde se entrecruzan miles de satélites a la deriva: New Wave impreciso, Rock deforme, Pop con trampa, Psicodelia Kaleidoscópica... en fin. Seguramente su personalidad y su pasión por aventurarse, esté por encima de cualquier estilo, moda, época.
Por eso LOVE FROM LONDON suena como un viejo tractor Johnn Deere: Lento e impreciso en la primera escucha, e hipnótico y extrañamente atractivo conforme uno vuelve a intentarlo, una y otra vez. Lo que al principio parece un esfuerzo, se acaba por convertir en un acto reflejo y drogodependiente; parece que recupera la electricidad de The Egyptians, pero no. Robyn Hitchcock convencido del gusanillo vespertino que despertó su anterior y sosegado TRONSO, KAPTEIN/2011, parece con 60 años recién cumplidos haber conseguido el equilibrio de un sonido lóngevo y transformista.


Fix You”, “I Love you”, o “Devil on a string” se remontan con su Pop Psicodélico, a aquellos años en los que las Universidades Americanas y las tierras Niponas veneraban lo que en las islas despreciaban. Lo mismo exactamente que le pasa a otro veterano de obra dispar como DAVID BOWIE, que vuelve a retomar el hilo de la conversación de 30 años atrás y sigue sonando tan contemporáneo y excitante como entonces. Todo ello sin dar el más mínimo signo de revivalismo ni de nostalgia ajada, sencillamente muy por encima del nivel que otros esgriman como dignos sucesores.

Son estas dos obras de las que con una escucha es suficiente para convencerse, de que con el paso de los años aún agradeceremos tener su estampa a nuestro lado; velando por nuestro sustento de nutrientes de buena cosecha. No pasa solo con viejos veteranos pues esta no es una reflexión solo para viejos nostálgicos.


                                 EELS_ Wonderful Glorious


EELS es de los pocos que cambian periódicamente su discurso pero que sin embargo mantienen siempre en vilo a aquellos que tropiezan desinteresadamente con alguna de sus perlas: Pegajosas como ungüentos futuristas, siempre con un poso de austeridad y sin embargo evocadoras a sonidos antiguos.
Su trabajo más reciente cae a la vertiente más rockera y arenosa de su carrera, Vuelve a recordar a muchos que no es tan solo un bicho raro atormentado por su pasado y saca brillo a toda una travesía de caminos escarpados y campos de rubio trigo (una de cal y otra de arena), intenso sobre todo en: “Kinda Fuzzy” que es un aguijonazo, una invitación perversa a asomar la cabeza por los mundos oscuros y abrasivos de Marc Oliver Everett, dulcificados convenientemente con pequeños trazos de intimismo: “Accident Prone”, “On the Robes”, la bellísima “The turneround”, o una misteriosa “True Original”, que amansan una y otra vez a la fiera demoníaca que resurge en otras bastante más subterráneas y vertiginosas: “ Stick Together” o “Peach Blossom”.

Marc Oliver a vuelto a dictar sentencia con disco de aquellos que atrae a propios y a extraños, y en el que los malavarismos de Beck se quedan tan solo en fútiles juegos para niños, más bien como un “fast music food” cuando se enfrenta a una delicatessen.






JOHNN GRANT _ Pale Green Ghosts




Quien también nos tiene desde siempre comiendo en la mano de la placidez y la excelencia musical, desde que iniciase su viaje particular en busca de sus demonios por cocinas de bares de carretera y antros de Denver, y poco después como cabeza visible de mi banda fetiche THE CZARS, es el señor JOHNN GRANT. Quien va ya por su segundo trabajo en solitario.
Queen of Denmark/2011 fue ya una estupenda sorpresa seis años después de la disolución de la dupla Chris Pearson/Johnn Grant; al descubrir al en todos los sentidos rubio grandullón, dar un evolutivo paso en su sonido. Sin que por ello ninguno de nosotros echase en falta ni una pizca del sentido poético y maldito de las canciones de la banda de Denver. John Grant regresó más desnudo que nunca, acompañado con un piano, un puñado de Syntes analógicos, algún pequeño arreglo, y su profunda e intacta voz.
Una idea en la que progresivamente fue declinando el sonido cada vez más austero y comedido de la banda de Denver, y en la que sustenta prácticamente todo el lirismo en la voz ceremoniosa de su cantante. Años más tarde encontramos a Johnn cada vez más convencido de la vital importancia de su voz como instrumento exorcista; en la que la primera vez fueron unos pequeños flirteos con utensilios electrónicos de carácter básico, son ahora el hilo conductor de todo su PALE GREEN GHOSTS/2013.

Sin embargo y curiosamente es éste su disco el que más se acerca al sonido de su extinta banda. Puede que halla una gran parte de temas en los que la electrónica de corte primigenio bañe con un áurea sintética todo el album, “Pale green Ghosts” parece inspirada en aquellos ambientes del Trans Europe Express de Kraftwerk; acentuando esa sensación de decadencia fría y añeja, muy propia de los Roland de finales de los 70. También a aquellos donde la electrónica al contrario de ahora, transmite sentimientos más cercanos a la tristeza y al sinfonismo de baja frecuencia, que al carácter festivo por el que algunos entienden el término electrónica: “Blackbelt”, “Why don't you love me anyone” con la colaboración de Sinead O'Connor en las voces de acompañamiento, “Ernest Borgine”, o la colaboración de James Murphy (LCD Soundsystem) que hace suya la psicótica “Sensitive new age guy”.
Aún así, encontramos curiosidades como “You don't have to”, o “I hate dis town”, que bien podrían ser canciones de cualquier viejo disco de The Czars, y que ejercen una peculiar acción de enlace entre la parte más sintética del disco y el carácter distintivo de “Gmf” (iniciales de Great Mother Fucker) término que aparece en numerosos cortes del disco, “Vietnan”, “I doesn't matter to him”, o la excelsa y majestuosa “Glacier”. Canciones todas ellas inseparables a la personal idiosincrasia compositiva de Johnn Grant.
La producción de Birgir Thorárinsson (Gus Gus) y la grabación del disco en las oníricas tierras del productor, dan otra imagen de exilio tan presente en las letras de este disco. Tormentosas y cínicas en muchos momentos, en los que John vuelve a usar otra obra más como una especie de calvario natural para conciliar lo trágico de la vida, con lo natural de enfrentarse a ella con mucho humor negro.


Podría comprimir esta interminable entrada con la reseña de estos tres fabulosos discos, que son sin lugar a dudas tres referencias donde parece haber total unanimidad; ahora bien, sería un desacierto dejar en manos del carácter arbitrario aquello que acaba sepultado por la avalancha de deseables nuevos caramelos. El empacho y la perdida de interés es comprensible, ni yo mismo no sería capaz de prestarle la más mínima atención ni viviendo tres vidas más.
Pero aquello que por exceso sugiere pasar por un escaner un tanto caprichoso del tipo: Esto me recuerda a... Esto ya lo hicieron otros hace años... O ahora todo me suena igual...; resulta tan típico y rotundo como creer que nuestros ciclos musicales se limitan tan solo a nuestra edad dorada. La música está por encima de las modas y las tendencias, y los discos... los discos a su vez deberían estar también por encima de los escrupulosos análisis y por supuesto de sus artífices.


                                    SUUNS _ Images du Futur




Quizás por eso me llamó la atención el segundo disco de los Canadienses SUUNS “Images Du Futur”. No fue por aquello que hacían, su portada tan parecida a muchas, o su procedencia. SUUNS me atrajeron casi de casualidad por el magnetismo que desprenden sus composiciones. Paulatinamente me fui enganchando a la procesión de su sonido y fue en ese preciso instante cuando descubrí que son pocas las bandas de ahora las que escogen un camino lleno de trampas cuando deciden centrarse en el concepto un disco como un conjunto armonioso, sin ni tan siquiera pensar si aquello que les atrae ya lo intentaron otros.
Claro que la industria discográfica y todo lo que la rodea no piensa de la misma manera. Puede que por eso Pitchfork les pone un cinco pelao argumentando que son una copia de Clinic (sus razones tendrán). A mi me encantan Clinic y reconozco incluso la exactitud de las voces de ambos, y es cierto que la labor de crítico musical obliga en cierta manera a comparar, diseccionar, y a escoger aleatoriamente aquello que merece ser rescatado o hundido en la mierda ¿el juego de la ruleta anímica de quien lo escucha?
Por suerte el impulso cerebral no funciona de la misma manera, y las cosas nos gustan o las detestamos por miles de circunstancias.


IMAGES DU FUTUR me parece un disco distinto cuando no se rigen por ningún estilo concreto, sino por una idea; que tanto le da si echa mano del Rock atmosférico, de las guitarras saturadas, de las estructuras electrónicas, o de la Psicodelia Californiana para recrear un ambiente poco definido.
Puede que la música deba ser así y no un oficio con ciertas reglas atadas a prejuicios comerciales. Y eso sin hablar de la cantidad de grupos merecedores de las flores de la prensa pese a ser también “copias relativas”, ¿serán la cantidad de temazos las que decidan si el pulgar se alza o se baja?
Deberíamos aplicar ese mismo rasante a MARINA GALLARDO, PONY BRAVO, o a GUADALUPE PLATA??
Images du Futur es sobretodo un disco inquietante y reptante, en el que la atmósfera juega un papel dominante y decisivo. Es un disco incómodo si lo que uno busca es un resultado inmediato y en eso precisamente reside su genialidad, en esa sensación creciente de que sus canciones están a punto de despegar y que te acaban por atrapar en un bucle.
Hablar de alguna de sus canciones en concreto sería insustancial y evaporaría la mínima posibilidad de aventura, si lo que quiere uno es aventurarse.


THE MOUNTAIN GOATS _ Trascendental Youth & LITTLE GREEN CARS _ Absolute Zero



Que sería de nuestras vidas sin una dosis de aventura? Una gran mierda pestilente quizás?
Este año son dos discos en forma de descubrimiento tardío uno, y como debut apasionante otro. Con lo excitante que resulta descubrir algo con muchos años de retraso y sentir que te da un vuelco el corazón al escuchar los primeros compases.
THE MOUNTAIN GOATS son una banda con veintitrés años de carrera y 19 Lp's a sus espaldas. Yo sin embargo los he descubierto en mi inocente ignorancia hace escasos meses; un disco “Trascendental Youth/2012”, del que tan solo se necesitan escasos minutos para cerciorarse de que estamos ante una obra la cual lleva impresos dos tesoros muy auténticos: La facultad de John Damielle para crear canciones que levantan en vuelo y que remontan agarrándote por la solapa hacia territorios henchidos. Y letras que hablan sobre mundos emotivos y metafísicos, los que le ha proporcionado su relación íntima con un colectivo como el de los enfermos mentales. Esa porción de locura primaria que rechazamos como una anomalía y que todos tenemos escondida en nuestra cara oculta.

Trascendental Youth consigue captar ese mundo escondido haciendo de él, un disco optimista y de felicidad casi irrefrenable. La misma que uno siente al verse cegado por los primeros rayos de sol de la Primavera, y observar a trasluz como las partículas flotan en suspensión. Con sus canciones el mundo se ralentiza, “Cry Judas” que con su sección de viento te catapulta hacia aquellos destinos coloridos de BEULAH, “Harlem Roulette” con la sencillez de autor despojado que soportaron sobre sus espaldas Billy Bragg, Ballboy o Woody Guthrie; otros dementes en apariencia y espíritu.
Night Light” también consigue ese mismo efecto virginal que permanece inherente en todo este hermoso e infantil disco. Otras más rabiosas como “The Diaz Brothers” o “Amy aka Spent Gladiator 1” nos descubren una faceta más Rockera, aunque todo el disco está dominado por la acústica, el piano y los metales.
Lo realmente fascinante es descubrir que tras la estela de Trascendental Youth hay toda una carrera transformista que va desde el Lo fi más primigenio, hasta en lo que se han convertido a día de hoy The Mountain Goats, con John Danielle y Peter Hughes como cabezas visibles y todo un séquito de hasta 13 músicos con sus dos y más destacados discos hasta la fecha: “All Eternals Deck/2009 Merge” y “Trascendental Youth/2012 Merge”. Todo un mundo por descubrir de adelante hacia atrás.



Pasar de un proyecto largo y casi desconocido, a una banda debutante en la que algunos pueden encontrar muchos ingredientes explotados hasta el hartazgo en la actualidad, puede resultar en cierto modo agotador, intrascendente... más de lo mismo. Sus referentes asociados por la prensa a Macabees o Munford and Sons a mi se me antojan algo escasos, más cuando al escuchar se segundo single, antesala de su recién publicado album ABSOLUTE ZERO. Se pueden vislumbrar rasgos brillantes a la hora de crear una canción, “My Love Took me Down to the River” podría ser una canción de perfecto Pop ampuloso si despegase como aquellas memorables de Arcade Fire pero no. My Love took... consigue mantener la tensión durante sus casi cinco minutos, un minutaje largo para una canción de Pop, pero que nos transporta a otro tipo de referentes que entornaban la puerta al sonido Americano, sin caer estrepitosamente en el Folk: Fletwood Mac, Pretenders, 10.000 Maniacs, All About Eve, Fanfarlo, Rilo Kiley... Estas referencias puede parecer sobre dimensionadas, pero me refiero más al concepto que al estilo, no se si me explico: Ese arte por manejar a su antojo las referencias más plausibles, para después hacerse a su imagen un disco que brilla por la variedad de registros que atesora esta joven banda Dublinesa, con la veintena como media de edad.

ABSOLUTE ZERO es un disco lleno de matices. Desde aquel primer tema del pasado año “The John Wayne”, que ciertamente si que recordaban a muchas de las bandas de Folk Pastoral de la actualidad. Hasta en lo que ha llegado a convertirse su reciente Lp en el que sobresalen joyas como “The Kitchen Floor”, o “Please” donde se alza la voz de una joven Faye O'Rourke inmensa y brutal, sobre la fragilidad de la de Stevie Appleby. Uno de sus principales baluartes, que tiran más de alma que de virtuosismo.
Su pasmosa facilidad para crear canciones eternas y poliformes, su jugueteo con referencias que cuesta situarlos en un contexto temporal o estilístico, y en lo que en un futuro puede dar de si el haber parido un disco en el que cualquier canción podría ser single; eso sí, sin caer en el error de que sus hipotéticos singles sean aquello que la industria espera: Canciones que se diluyen con sus muchas escuchas.
Las suyas son todo lo contrario, parecen querer estar ahí por muchos, muchos años.




Y dirán: ¿hace falta tanta letra para animarnos a escuchar una ristra de canciones? Mi irrefrenable y compulsiva pasión por escribir todo aquello que pienso, me está llevando a convertirme en lo más parecido a aquel hermano de Robert Crumb que acabó suicidándose, quizás sea así. En cualquier caso, soy incapaz de escribir más a menudo y por partes, es lo que hay.

No pierdan la oportunidad de escuchar estos consejos musicales. Tanto si se animan por descubrir nuevos valores como: CHEATAHS, UGLY MOTORS, ICE AGE, o FEATURELESS GHOST tan cercanos a la electrónica como a Joy Division, SPLASH, BY THE SEA... O quieran buscar en KARL BARTOS aquello que hubieran compuesto unos KRAFTWERK en retiro. 
 
El regreso de OCEAN BLUE, quizás la única banda Americana de los 90 de POP melancólico. La vuelta a los estudios de un ex-CLIENTELE , con AMOR DE DÍAS como relevista de los sonidos de aquellos BLUE BOY perdidos en el tiempo. La calma flotante de BOY FRIEND y WILLIAM TYLER, la más crepuscular de THOMAS FEINER. Y otras muchas de las que podrán extraer sus propias y personales conclusiones. Seanmé felices y vigilen lo que piensan y lo que pisan, que la vida está llena de minas antipersona. 



 01_ MOLLY DRAKE_ I remember
02_FEATURELESS GHOST_Video enforcement
03_TORO Y MOI_Say that
04_KARL BARTOS_Musica ex machina
05_THE POSTAL SERVICE_A tattered line of string
06_DORIAN_Los amigos que perdí
07_AMOR DE DÍAS_Day
08_LITTLE GREEN CARS_My love took me down to the river
09_SUUNS_Mirror mirror
10_EELS_Open my present
11_UGLY MOTORS_Sexmother
12_GUADALUPE PLATA_Milana
13_ICEAGE_Ecstasy
14_JOHN GRANT_Gmf
15_CHEATAHS_Coared
16_SPLASHH_Feels like you
17_DAVID BOWIE_How does the grass grow
18_ROBYN HITCHCOCK_Fix you
19_DENGUE FEVER_One thousand tears of a tarantula
20_PONY BRAVO_Turista ven a Sevilla
21_UNKNOWN MORTAL ORCHESTRA_Swim and sleep
22_MARINA GALLARDO_Cold eye
23_OTHER LIVES_Take us alive
24_WILLIAM TYLER_Cadillac desert
25_THOMAS FEINER_Bested bones
26_BOY FRIEND_Labyrinth
27_LOTTE KESTNER_Wrestler
28_BELA INFANTA_Apenas cinco
29_THE OCEAN BLUE_Blow my mind
30_TIGER WAVES_Countryside
31_BY THE SEA_Waltz away
32_THE BITTER SPRINGS_My life as a dog in a pig sty
33_THE MOUNTAIN GOATS_Cry for judas
34_THE GRAPES OF THE WRATH_Good to see you

jueves, 21 de marzo de 2013

XAVI MOYANO_ MANUAL DE CONFECCIÓN PARA UNA CIUDAD COLLAGE / 2013.Produktiva Records





Adoro levantarme temprano los primeros días de Primavera: Ver que a las siete ya se cuela la luz del día por cualquier resquicio de las persianas, oler en el patio de luces el café recién hecho. Desperezarte y darte las primeras garfadas con agua fresca, y abrir la galería para observar como la gente se pone en marcha con la intermitencia de los minutos: Los laboriosos madrugadores, los servicios de limpieza, las madres, los niños...
Las canciones y el autor que nos ocupan, tienen un efecto catalizador parecido; con total certeza, el colchón musical idóneo para organizarse un día cualquiera.

Xavi Moyano se puso manos a la obra en este duro mundo de la música de supervivencia hace seis años, con su banda embrionaria POLISCOPIA; quizás porque la rutina de su labor docente como profesor de Historia en Institutos, necesitaba de otro tipo de historias más identitarias. Aquellas que nos forman desde dentro con  las vivencias, los desamores, y las cúspides existencialistas de nuestro día a día. Aquellas a las que se les pone música y acaban por recitarse mientras nos merendamos el tiempo en un acto de autodeterminación continuo y cotidiano.
Si su aventura en clave de banda llegó a un punto de inflexión trascendental, su reciente aventura en solitario no hace más que reafirmar la dirección de sus composiciones. Una decisión que surge desde las verdaderas tripas de la vida, de la lucha por ocupar un lugar digno y sobretodo de un camino que llevó Xavi a dejar su tierra, Gandía, y a establecerse en el Raval de Barcelona para compaginar la supervivencia en el maltratado mundo educativo con la de cantautor redentor. Todo eso se cita en los nueve cortes de este proyecto autofinanciado, donde brillan con una luz propia una producción e instrumentación exquisita a cargo de Albert Jordá.



En cualquier caso, son las letras las que acaban por empujarnos al universo de XAVI MOYANO, y a su particular forma de construir la dualidad que rige música, letras, y el juego de éstas últimas dan para confeccionarnos nuestro collage personal. Desde su single más directo y optimista, “Por mi parte me parece bien”, hasta la más oscura y reptante “Desmaquíllate”, una de mis preferidas. 

El disco mantiene un fulgor de road movie del que se pueden extrapolar viajes de largo recorrido, viajes a pie de calle, viajes mentales propios del “Pasley Underground” o del Nuevo Rock Americano; como refleja por ejemplo “Yo también pasaba por allí”, una pieza clave que refleja toda esa sensación de viaje continuo ya sea físico o imaginario.

Pero desde luego la virtud innata de este trabajo es principalmente su efecto desencadenante de infinitos contextos, para el que como yo ve creciendo el disco en cada escucha. Puede que por la ausencia de estructuras y estribillos predecibles, por su indisciplinada falsa apariencia de música de autor, o porque simplemente es un disco donde las canciones salen a flote con tanta naturalidad como rasgos propios atesoran: Las eléctricas “Las Narcopijas de Mestalla”, o “La mujer Vapuleada” que rompen con la equívoca idea de que es otro de tantos trabajos acústicos en solitario. 


¡Viva Portugal!” como una de las más preciosas y emotivas del disco, en la que se nos encomienda a la revolución pacífica y cultural. “Tu prefieres no saber” biográfica exposición de aquellos satélites que nos intentan moldear, y el impulso irracional por seguir nuestro camino. O “Este es mi grito”, que con la cadencia de una procesión ensalza todo aquello que mejor se plasma en la obra con pausado, pero determinante paso : Canciones medicinales y curativas para un día cualquiera de nuestra vida que desprenden ese perfume reflexivo de quien ordena su vida pasada a base de inconformidad y la pone a disposición del oyente.
 



Bajo el paraguas del Pop de orfebrería, transpirando lecciones Dylanianas. Adoptando para si la postura de otros cómplices coetáneos como Fernando Alfaro, Antonio Luque, Nacho Vegas, Refree o el mismo Joaquín Pascual, como una nueva especie de contadores de historias al margen del Mainstrean. O más lejanos en tiempo e influencias conceptuales, que de género como serían las de Rolling Stones, The Modern Lovers, Bob Dylan, Wilco, Eels, o el joven Neil Young. 

Xavi Moyano ha conseguido con su nimio sueldo recortado de profesor interino, la incontestable ayuda de buenos músicos y mejores amigos y sobretodo con un gran dosis de ilusión y pasión;un disco que se hace querer, convirtiéndose en inseparable compañero de viaje tal y como gana con cada escucha.


 ESCUCHA Y DESCARGA EL DISCO DE FORMA LIBRE:
  

 

lunes, 18 de marzo de 2013

No mires a los ojos de la gente... EL PAIS DEL MIEDO_ ISAAC ROSA Seix Barral_2008








Que la vida pasa como un vendaval sin tan siquiera dar tiempo a carraspear, es una conclusión ha la que he llegado yo solito y sin ayuda: Tan fugaz e impaciente que nunca da pie a la decisión meditada, tan cruel e injusta que te abandona sin dejarte hacer cuentas ni inventarios, tan infiel y ordinaria que se larga con el primer adolescente que se le insinúa. Puta vida!!, como suele decirse en arrebato de maldición.

Recuerdo con cierta añoranza aquellos años de adolescencia aislacionista en los que el que los minutos se consumían lenta y gradualmente sin que la soledad diera signos de aburrimiento, aquellos en los que libros y la música eran mi mejor compañía. Dos complementos a la relación humana casi indispensables, incluso me atrevería a decir de manera egoísta que casi vitales para masticar, saborear y deglutir la vida prolongando hasta altas horas la digestión plomiza del recogimiento.
Las imágenes solo alcanzaban su plenitud estáticas e impresas en papel, detenidas ahí junto a los textos de forma indefinida, sin que aquellas que se movían de manera fugaz en la pantalla tuvieran la más mínima relevancia. Supongo en la vagancia de los recuerdos, que la tecnología de entonces emulaba con maestría a la de Julio Verne; dejando que aquellos inventos del diablo precisaran de un piloto para ilustrar al curioso, y ajustar las manijas del engendro.

Con todo esto, son casi quince los años que han pasado sin que mis manos asieran un libro; los justos para descubrir que tengo un ojo vago y la vista cansada. Pensando incluso que los avances me querían tentar a descubrir las bondades de un Ebook en el aumento de las fuentes, pero no.
Después de tanto tiempo y aunque sea para enriquecer mi prosa oxidada, he vuelto a coger un libro de aquellos en los que puedes usar tu nariz de punto, y embriagarte con ese inconfundible olor a imprenta. Algo que reservaba para una época indeterminada de retiro, donde poder disponer de eso que tanto nos excusa, el tiempo; y que me despertó el señor Sulo Resmes con su incondicional oferta literaria, aludiendo a mi santa mujer y a su avidez por devorar letras.
Puras falacias sí, para que engañarnos si en el fondo siempre he regalado lo que verdaderamente yo deseaba leerme a toda costa. Solo puedo decir en mi favor misericordioso que lo hice con la sana idea de abrir nuevas rutas. Consiguiendo con ello recuperar no solo la afición por juntar letras, si no de leer las de otros bastante más lúcidos que el aprendiz aquí de cuerpo presente.


Un libro de edición de bolsillo (no soy muy manías en el arte del encuadernado, si no es que le faltan letras por la economía del formato), con una narrativa excitante y adictiva; perfecta para uno que como yo, le pierden los nervios y la concentración en disertaciones profundas.
Isaac Rosa es un autor de relativa juventud, sus 39 años le han dado para fraguarse en las columnas del diario PÚBLICO una trayectoria hasta el momento brillante e incisiva. Y la novela que nos ocupa es la quinta de seis que ha escrito desde que en 1999 se lanzara a la aventura de la narrativa. En el tiempo bien aprovechado por éste, colabora en tono reflexivo en la cadena Ser y colabora con numerosas publicaciones en internet. Auténtico suicida a la hora de escarbar más allá de la mera sintaxis gramatical de nuestra sociedad actual; Isaac siempre se ha caracterizado por dar un paso más y arañar en aspectos que por cotidianos, parecen estar exentos de un tratamiento literario de ficción realista. LA CIUDAD DEL MIEDO es sin lugar a dudas su ejemplo más audaz para convertir la situación más común, en un angustioso y apasionante relato de terror y suspense.





Una novela ligera de fácil y adictiva lectura que rebusca en nuestro interior, para extraer aquello que disimulamos celosamente, el miedo y la cobardía. Un miedo que poco tiene que ver con el terror ficticio a lo desconocido; el suyo, el miedo del que Isaac Rosa nos habla es un miedo mucho más cotidiano, y que cohabita a diario con nosotros: Un miedo que implica, crea desasosiego, y produce una reacción en el lector de odio y autodefensa tan curioso como todo lo que se extrapola en esta historia tan particular y a la vez familiar.
Una historia descrita desde los pensamientos obsesivos de un personaje protagonista que se va descubriendo progresivamente y que acaba desencadenando en una narrativa que por momentos roza con lo esquizoide, provoca compasión y angustia, de la misma manera que acaba ilustrando un reflejo cruel y despiadado de nuestra sociedad: El rechazo, los peligrosos Status Quos, las apariencias, el aislamiento , o el miedo a no cumplir las expectativas depositadas en nuestra posición social. En realidad son aquellos miedos que van surgiendo y que nos modelan a todos , por la naturaleza de nuestra propia personalidad.


En realidad la verdadera virtud que hace de esta novela un relato apasionante, es la manera del moldear que tiene Isaac algo tan abstracto como el miedo. Primero desde la desconfianza y progresivamente desde la fobia aislacionista del cobarde propiamente dicho; las sensaciones que nos va provocando reaccionarias en algunos casos, en otras compasivas, y en general autobiográficas por ser algo que todos hemos experimentado en alguna ocasión.
Además de rebote consigue abrir un debate interior en el que nos podemos cuestionar con facilidad la naturaleza de nuestros temores particulares, el contexto de los miedos sociales según la categoría de las castas existentes, el ataque legítimo como autodefensa, o los numerosos errores que existen en el modelo de convivencia de nuestra actual civilización moderna. Algo que puede parecer una chorrada, pero que Isaac Rosa va esquivando con mucho tiento sin que la novela pierda la velocidad y la tensión del relato o la historia que toma como ejemplo. Consigue meternos en el personaje, familiarizarnos con los actores secundarios y hacernos sentir una extraña sensación de compasión y de odio ciertamente curiosa. Y es fácil que incluso al leer esta excitante historia nos sobrevengan momentos de verdadera ansiedad, de incertidumbre, de ternura compasiva, de rabia o de impaciencia al no saber hacia donde nos lleva el suspense de esta historia.
En definitiva, EL PAIS DEL MIEDO es una novela muy recomendable. Primero porque te engancha en el segundo párrafo, segundo porque transmite verdadero pavor, tercero porque sabe modular ese miedo del lector creando toboganes de sensaciones bien diferenciadas, te invita a la reflexión y te coloca en múltiples puntos de vista. Tiene también una tierna alegoría al cobarde que todos llevamos dentro y que nos empeñamos en hacer desaparecer como autodefensa, pero que surge periódicamente a lo largo de nuestra vida.
Y como no, todo esto lo consigue con una lírica rica y digerible, tejiendo una historia con principio y final pero nunca dando carpetazo a un tema que nos es común y con el que conviviremos de por vida.


martes, 12 de marzo de 2013

PATRICK WATSON 10/03/2013 23 Guitar Festival BCN Sala Luz de Gas



Me he vuelto a levantar con otra mañana soleada: Descorrer las cortinas, subir la persiana, y abrir la ventana para que aire templado que empuja caprichosamente el anticiclón de las Azores, entre por ellas e inunde el cerrado de la habitación con olores de Primavera; es como poco, uno de los mejores exfoliantes para el espíritu entumecido por las húmedas y gélidas pasadas semanas.
El aire sopla, ventila, atempera y remonta erizando el bello. Se oye el borboteo del agua en la perola esperando que los spaguettis se lancen sin rubor alguno, la cebolla cortada del sofrito perfuma la cocina para que a uno se le salten las lágrimas por tal conjunción de elementos , y la cerveza hidrata los resecos labios cuando en el salón resuenan cavernosos los acordes del misterioso “Just another ordinary Day/2003”. Estos primeros meses de 2013 nos han agasajado con tantos eventos que he tenido que jugarme a los chinos lo verdaderamente merecedor, difícil tarea si uno tiene por bueno todo le que se pueda descubrir, como si el fin de todo estuviera a la vuelta de la esquina.

Me he decidido por Patrick Watson y no por unos Yo la Tengo, Sr Chinarro, Soft Moon, Eels, o Beach House, por la sencilla razón de escoger algo distinto con lo que me topé hace escasos meses. De no ser así , seguramente su último disco “Adventures in Your Own Backyard” hubiera aparecido en algún lugar de mi lista de confortables escuchas del 2012, pero no fue así. No obstante al llegar hasta este Canadiense con aires de personaje inquieto, en momentos histriónico, y en su mayoría virtuoso de las melodías visuales; hubo algo que me conectó de inmediato a ese sonido al que difícilmente podemos calificar como estilo, si no simplemente dejar que aquello que escuchamos se nos muestre como visión o como una presencia decorativa de nuestra galopante imaginación.
Músicas que sirven para que uno pueda proyectar imágenes y situaciones, a la vez que disfrutar del masaje en nuestros oídos. Seguramente son estas situaciones que se dan en el más común de los mortales, pero en esta ocasión sin saber bien porqué las veo más acentuadas: Todas o casi todas las músicas posibles nos transmiten imágenes, recuerdos, o situaciones; pero hay algunas que acentúan esa creciente sensación de estar ante una fábula musicada, de ser un personaje de Lewis Carroll, o sencillamente escuchando la banda sonora más cotidiana posible.



Hacia muchos años que no acudía a un concierto en un Domingo de sopor y relax, sobretodo cuando el tiempo acompaña a lo que cada uno entiende por un Domingo con todas sus consonantes, sílabas y connotaciones. También ha sido mi bautismo en una sala legendaria como LUZ DE GAS, una situación y un lugar que se aviene poco a un músico como PATRICK WATSON, si nos orientamos por las coordenadas del “indie” maniatado.
Pero todo está cambiado por suerte a pasos agigantados: Nuestra percepción de la música alternativa, la limitación de las etiquetas, y sobretodo nuestra cada vez más amplia perspectiva en lo que se refiere a músicas que ya no se avienen a ningún género en concreto. Todo esto hace que el público con carácter más aventurero se abrace a músicos como Andrew Bird, Rufus Wraintwright, Bon Iver, o el que nos ocupa, el Canadiense de Montreal Patrick Watson.

Los 18 grados de temperatura que inusualmente templan la ciudad, hacen que en las inmediaciones del escenario bulla el público más tempranero en un caldo caluroso y pegajoso. Los que como yo no daban crédito al horario del concierto, las ocho de la tarde, nos hemos tenido que conformar con ocupar la segunda línea de tiro: Aquella que delimita el foso de Luz de Gas con el control de sonido y el cacharreo de la barra, un verdadero inconveniente si se tiene en cuenta la absorción que ejerce la música de este personajillo de vivaces ojos y semblante cómico, que es Patrick.
Un escenario sorteado por dos grandes filtros circulares alineados de forma tridimensional, que juegan un papel caleidoscópico y multidimensional; donde la proyecciones atraen a los presentes como polillas embelesadas. Un piano de cola digno para las inquietas manos del loco de Patrick, y el resto de músicos acurrucados; formando como a él le gusta, un pequeño cónclave de armonía y confort. Así suceden las actuaciones que este desmitificador de la solemnidad ha paseado por medio mundo desde que se publicara su primer trabajo “Just Another Ordinary Day”; la mejor manera de definir la forma con que ataca la música este hombre.

Los que hemos tenido la suerte de echarnos un tiento con aquel directo en Washington del pasado año, grabado por la NPR. Sabíamos con más o menos certeza como sucedían las cosas cuando Patrick Watson, Simon Angell, Mishka Stein, Robbie Kuster, Melanie Bélair, y Benjamin Raymond se suben al escenario. Sinceramente nada comparado con tenerlos a unos metros y ser espectador directo de la puesta en escena de toda su obra, porque aunque los primeros compases de esta gira nos abran el apetito de forma ordenada, con cuatro de los primeros temas de su último disco: “Lighthouse”, “Blackwind”, “Step out for a While”, y “Quiet Crowd” . Estos son tan solo un pequeño apéndice de una obra musical que funciona como un exoesqueleto en constante evolución, pasando por cada una de las fases posibles de la evolución e involución: Unidad unicelular en las acapelas a pecho descubierto, en forma de crisálida cuando sus temas comienzan lenta y pausadamente, o estallando como mariposas Monarcas cuando sus canciones levantan el vuelo y se convierten en un acto colectivo total.
De echo toda su obra parece formar parte de un universo tan amplio y volátil como lo puedan ser sus interpretaciones; con lo cual, es indiferente el papel que quiera asumir su último disco porque todo pertenece a un mismo mundo. Da lo mismo que gran parte de su última entrega se halla ideado en un apartamento usando los objetos más cotidianos para construir melodías, y necesite de unos socios adecuados, como si se acude a los estudios más consagrados para plasmar una sonoridad. Porque la idea de la experimentación que revolotea por la cabeza de este director de orquesta, nace de la complicidad y del puro divertimento.

Tanto, que sobre el escenario Patrick Watson aparece y desaparece como un fantasma juguetón según lo demandan las circunstancias: Su magistral falsete funciona como un instrumento más, el piano cobra protagonismo puntualmente, y el resto de músicos hacen lo propio convirtiendo sus directos en un ser vivo cambiante e inquieto que se deja hacer. Es esta una de las ventajas más llamativas de su último disco: Quien da un protagonismo especial al Pop-Folk, en detrimento de la nocturnidad de sus primeros discos.
Su espectáculo sin embargo combina sin apenas disonancias su interés por la experimentación con sonidos caseros, la pasión por los Lumières, que aparecen en cortes nuevos como la fantasmagórica melodía de “The things you do”o “Where the Wild Things are”. Con destellos de su primera etapa en “Mary”, que sirven de nexo entre sus cuatro discos, a los que difícilmente se les puede atribuir un protagonismo clave; por mucho que halla sido con ADVENTURES IN YOUR OWN BACKYARD su disco más dulce, y con el que mejor se ha dado a conocer.

Parece asombroso ver como pueden combinar entre si cualquier tema de sus cuatro disco, aunque el concierto se apoyase principalmente en su último disco el que sonó casi al completo; y donde se alcanzaron momentos memorables cuando sonó la animada “Strange crocked Road”, o la que da título al disco en cuestión.
Puedes creer de igual forma que estas ante la banda sonora de un cuento de hadas. Pensar que aquello que escuchas es un Dub Balcánico de cámara como el cierre a cargo de un “Sleeping Beauty” (totalmente diferente a la del disco). O dejar pasar los días para que haga que tu subconsciente rememore todos y cada uno de los detalles que se esfumaron por la turbadora experiencia de oír pasajes, que van más allá del mero descubrimiento de su último disco. Sintiendo el irrefrenable deseo de zambullirte en la naturaleza onírica de sus composiciones: La poliédrica “Machinery of the heavens”, la íntima y delicada “Big Bird in a Small Cage” con el banjo y la voz de Maelanie como protagonistas. Sus canciones más directas y de índole Popera como “Luscious Life” que desataron la euforia de propios y extraños, o la vieja “Gealman” donde se mezcla cabaret y circo. Hasta la siempre desnuda “The Great Escape” en los bises finales.

La noche acabó con un público entregado, porque la mayoría de los allí presentes ya hacía tiempo que cayeron atrapados en la tela de araña de su música. Suponiendo la valentía que se necesita para aventurarse a un concierto para aquellos que todavía desconocen que en los silencios, pausas, y lentos desarrollos de la música de Patrick Watson se esconde la esencia de su encanto: Saber esperar con paciencia el momento por el que te dejas atrapar por la complicidad de su música.
Y ver que los principales encantos de este inquieto músico residen en gran medida, en el hierro que le quita a su magnífico virtuosismo a la hora de tejer atmósferas familiares. Siempre del lado del que quiere hacer a todos partícipes de la MÚSICA como motor que empuja, une, y confraterniza.

Sin duda uno de los conciertos, entre tantos que llevo a mis espaldas; que más he disfrutado en soledad, con un sonido más absorbente, y con un clímax más familiar. Para aquellos que quieran volver a revivir tan placenteros momentos, para quien quiera descubrirlo, o simplemente para los que quieran tener el concierto de Washington en su haber. Les dejo el enlace de Youtube para descargarlo con Jdownloader en HD.

Set List:

"Lighthouse"
"Blackwind"
"Step Out For A While"
"The Quiet Crowd"
"Words In The Fire"
"Into Giants"
"Strange Crooked Road"
"The Things You Do"
"Luscious Life"
"Big Bird In A Small Cage"
"Morning Sheets"
"Adventures In Your Own Backyard"
"Noisy Sunday"
"Beijing"
"Man Under The Sea"


miércoles, 6 de marzo de 2013

BEEF: LAS CATACUMBAS DE LA TIERRA PROMETIDA.





Escuchaba hace unas semanas el Telescopio: Programa radiofónico que cabalga en las ondas de la red: Inexistentes, invisibles y ocultas entre el entramado de las webs, redes, y bits por segundo que recorren este extraño invento que es internet.
En él que colabora eventualmente Fernando Alfaro (Sufin Bichos, Chucho...). Y en las atropelladas palabras de aquel en el que la dicción solo se desanuda cuando flota sobre una melodía, volví a paladear uno de aquellos nombres que te reactiva la memoria. No es ese tipo de activación que obedece a un quejido disgustado de la nostalgia. Me alegré de volver a escuchar BEEF en boca de otro, por pura necesidad interior.


Hay cosas que te empujan a ejecutar movimientos violentos, a sacudirte y a enclavijar la mandíbula  sin saber bien porqué. Quizás por una necesidad imperiosa por volver a sentir aquello que en muy pocas ocasiones me remueve ahora la música. No es un reproche tampoco, pero la banda extinta de Sant Feliu de Llobregat lo conseguían y sorprendentemente pasados los años aun me siguen produciendo esa misma reacción.
Un detalle un tanto preocupante que me ronda la cabeza en los momentos en los que percibo quizás demasiada quietud y monotonía. En una escena musical que por momentos parece haber establecido una velocidad de crucero dirigida por un piloto automático perezoso y falto relieves.
Siempre imaginé a Blas, David, Joanra, y Juanjo encaramados en los muros que delimitan los pequeñas y desordenadas viviendas de los polígonos industriales urbanos, en este pueblo de la periferia Barcelonesa. Apedreando tejados de Uralita , haciendo pequeñas fogatas en descampados, o sentados en un banco con una litrona y maquinando los designios de sus vidas.

Los entornos y los paisajes condicionan la emotividad de los cerebros aun por madurar, y los alrededores de la rivera del Llobregat dan para tener malas ideas y alguna cosa más: Gigantescas fundiciones con chatarra amontonada en inmensas pilas, químicas humeantes de fétidos perfumes, el puente del diablo, autopistas que parten como una sandía territorios decrépitos, la cordillera de Montserrat con sus protuberancias... y en el horizonte el litoral salpicado de contenedores. La revolución industrial acabó dibujando para bien y para mal un paisaje extrañamente desordenado en Barcelona, como en tantas otras ciudades de nuestro país: Vigo, Bilbao, Oviedo... Todas ellas con una desesperanza directamente proporcional en tiempos de crisis a la cantidad de industria pesada existente.
En la música de BEEF se perciben ese tipo de sensaciones , se pueden cerrar los ojos y tocar con la palma de nuestras manos una superficie fría y rugosa, polvorienta y llena de sedimentos metálicos que tiznan nuestros dedos. Sus guitarras circulares dibujan elipses repetitivas y cadenas de sonidos secuenciados que parecen abocarnos a una catarsis casi ritual.


Sus primeras grabaciones siguiendo la estela del Krautrock distorsionado de Velvet Underground, Sonic Youth, Yo la Tengo... quizás animados por unos Pavement exultantes en éxito y anarquía; nos conducían hasta otro tipo de territorios que daban carpetazo a la alegórica felicidad maquillada de un Brit Pop agotado por los propios defectos de su inmediatez. BEEF al contrario que otros congéneres surgidos en aquella misma época parecían buscar otra fuente de expresión.
Basta con escuchar pedazos de aquel “Sings and Tongues/1995-96” donde se amontonan sus primeras grabaciones en La Fábrica Magnética y en Acuarela: “Latino Man” por ejemplo , parece inspirarse en los pensamientos Dadaístas de POCH; “Mr Set” y “Ngnos Feeb” nos sugieren fantasmales mensajes satánicos con tintes industriales. La malévola adaptación de “Man of the Moon” de REM en “Malvas”, o la Velevetiana “6 Ft” que acaba descomponiéndose en un latigazo rabioso e hipnótico con tintes apocalípticos cargado de disonancias, una de la joyas ocultas de este albun perdido en el tiempo.


Mi primer encuentro con BEEF fue en la sala Bikini de Barcelona. Aparecieron como unos teloneros totalmente desconocidos, en uno de los conciertos que mayor expectativa levantaron PAVEMENT allá por 1997: Una minúscula sala a rebosar de “indies” tardíos que incluso se tuvieron que acomodar en el vestíbulo aquella noche. Se presentaba Brighteen the Corners, uno de los discos más introspectivos e interesantes de la banda de la Costa Oeste Californiana.
BEEF traían bajo el brazo su primer disco publicado en un sello más o menos de renombre nacional como Elefant, pero con unos recursos ínfimos y totalmente domésticos. Un hábitat donde se han desenvuelto como pez en el agua este cuarteto experimental. Bandas como MANTA RAY o DIABOLOGUM alcanzaron un éxito encomiable en la escena del Noise más experimental, sin embargo y pese a ser respetados y considerados como una de las bandas más inquietas de la renaciente escena alternativa nacional; BEEF siempre fueron un huésped bastante incómodo, para aquellos que buscaban algo más accesible que bailar.

FI QASR SHEIKH AL-DABANT/1996 fue aquel artefacto envuelto en un plateado diseño infantil, digno de una postal navideña pre-escolar el que emergió entre un tumulto de espectadores distraídos y bulliciosos. Supongo que de la misma forma que Michel Cloup tan solo consiguió hacer levantar la mirada de la cerveza a unos pocos de los allí convocados hace un mes. BEEF carecían por entonces de ese encanto personal y seductor para quien se atrevía a acercarse a su propuesta. No fueron ni por asomo aquella banda cómplice con la escena que algunos quisieron construir alrededor de bandas como: Los Planetas, La Buena Vida, Australian Blonde, La Habitación Roja, Automatics, The Privata Idaho y otros tantos.
Para ellos la “escena” era eso, la escena , en el sentido más literal de la palabra: Una especie de decorado que distorsiona y altera el criterio de quien crea y de quien escucha. Condiciona la creatividad, y predispone cuales son los patrones ideales para destacar sobre los demás, o para vivir en el ostracismo eternamente. Y decanta la balanza al juzgar qué y que no se espera del artista, porqué lo hace, y si está o no en un momento inspirado. Quizás todos estemos un poco involucrados en la manera tan cruel o desmedida que se ensalza, al igual que se lapida a quien crea; como si fuéramos lo suficientemente iluminados para introducirnos en la mente del que hace y deshace.
Algo por otro lado tan ambiguo y tan sujeto a debate según el punto de vista, que daría para otra entrada.
Aquel disco de nombre impronunciable confirmó aquello de “estar en el sitio, en el momento adecuado”. Pero es que BEFF por tener , tenían muy poco que ver con Pavement o el sonido que seguramente buscaban los allí presentes, ya me entendéis: Dinosaur Jr., Yo la Tengo etc etc. Melodía sobre un ingente de guitarras saturadas, pedales, acoples... pero melodías Pop al fin y al cabo.
BEEF no eran así, no. Podían llevar a equívocos al escuchar “Martinez”, con su aire Psicodélico. Pero al fin y al cabo la suya era una filosofía experimental con guitarras desde luego, pero sustentada en las bases conceptuales de la electrónica, donde se empleaban las guitarras como secuencias, y donde a partir de ahí jugaban creando ambientes y texturas en forma de Loops y progresiones. Muy cercanas a aquellos experimentos que en su día puso en práctica Martin Hannet, usando a Joy Division como Cobayas y que fueron determinantes en la forma de plasmar la desolación de los Mancunianos.
Suficiente cuando se escucha “Buxa Bargeld” pero insignificante si nos adentramos en piezas como “1001 N”, “Chasehunter”, “Mech” o “Country Jones”: Canciones que dejan como fundamentos pueriles la idea de pensar que BEEF eran unos meros alumnos de su mayores influencias.

Con la salida un año después de “ESPAÑA A LAS 8/1998” se volvieron más trágicos. Posiblemente algunos pensaron que su avance hacia un estatus de popularidad les iba hacer girar hacia la melodía amable , lo cual haría de su historia algo convencional y equivalente a las expectativas depositadas en ellos por los medios especializados. Puede que la dificultad por entender las directrices que movían a esta banda a dirigir sus pasos hacia terrenos pantanosos, sean lo que haga de su universo personal, algo magnético y misterioso.
España a las 8 contiene concentrado como un sirope de Taladrina, los ingredientes oleosos de la tristeza más absoluta. Una mirada de inquietante placidez que mantiene siempre un hilo de tensión, siempre latente en sus cortes. Quizás uno de sus discos más impenetrables por la densidad de sus melodías fantasmales, en las que siempre parecen flotar partículas que vician el aire: Las guitarras que se descomponen en “Lubrica” que parecen evocar a “Bela Lugosi is Dead” y que nos abren las puertas a estancias ruinosas, abandonadas... desaparecen los textos como el que omite cualquier apunte , dejando que las texturas hablen por si solas.
Ligher on my Balls” , “Basauri” , “King of Cha” son granos de maíz que se arrancan con las uñas de una mazorca bien reseca por el sol. O los desconchones de la abandonada pared de una vieja y ruinosa fábrica, que deja que el tiempo la vaya descomponiendo lentamente.
Se escapan los granos, se escapan los segundos, y desde el primer minuto hasta el último del disco; muestra a España a las 8 como a un moribundo que se arrastra y que transmite una imagen de total abandono: Sus notas son precisas y quirúrgicas, te atrapan; más por el placer de escuchar en sus canciones un retrato introspectivo de devastación, que por el carácter de sus melodías.


Para entonces BEEF parecían decididamente estar de espaldas a los cantos de sirena que se oían desde la otra orilla. Sin acabar de entender si la idiosincrasia autodestructiva de David Rodriguez y su carácter de solitario autista, parecían estar peleados con el sistema. O era una especie de idealista creativo que pasaba olímpicamente de los preceptos estrictamente comerciales. Elefant Records no parecía incomodarle, y a él le importaban un carajo las ventas , siempre y cuando tuviera libertad para crear.
MISERY LIES es una firme declaración de principios de aquel que está en desacuerdo con la creatividad como un sustento para alimentar su reconocimiento: “This is a Bussines of misery lies” repiten hasta la saciedad en “Misery”. Y no son pocos los que se han frustrado al topar con la incompatibilidad de la industria y la libre creatividad.
La fama es tan injusta, que cabría plantearse si es lícito para el oyente acometer la música como un bálsamo con el que hacernos un traje a la medida de nuestras exigencias. O que sea el libre albedrío del artista el quien empujado por su constante búsqueda se deje arrastrar por su inquietud; para que después entreabra la puerta y decidamos nosotros si entrar, o permanecer cómodamente estancados.
David Rodrígez define este disco como ¿situacionista? No sabemos si por pretexto o por capricho personal, pero aunque si es verdad que es un disco que se va tornando irascible conforme avanza y donde se nota en demasía las manos de Wharton Tiers, productor de algunos de los trabajos de SONIC YOUTH (Confusion in Sex, o A Thousad Leaves), basta con escuchar “My Bitch Friend” o “Poetics”.
Sigue teniendo sin embargo algunas joyas muy aprovechables como por ejemplo: “Backstreeta y los Bakalaeros Makis”, donde el Free Jazz nos da un respiro aunque tarde.

Antes de que David Rodrigez (principal impulsor de Beef) fuera consciente de la encrucijada que suponía haber colocado “España a las 8” como uno de las cúspides del Rock experimental patrio. Y la decisión de conducir la nave de BEEF hacia territorios inciertos, con la sola compañía de los más osados (Juanjo y Blas, tras el abandono de Joanra, y la entrada de Ramón Garcia al bajo).
Su incursión años antes en la electrónica minimalista y experimental de sus dos proyectos paralelos: TELEFILME y ANTI, junto a Tito Pintado de Penelope Trip que puso las voces y las letras. Debieron ser muy reveladores en cuanto al rumbo que acabó tomando LA BOHÉME/2002 dos años después. Un disco que retoma el carácter local de sus producciones y grabaciones, donde por experiencias anteriores, mejor se han aislado de posibles vicios e influencias exteriores.

Los estudios GRABACIONES DE MENTIRA (Vilanova i la Geltrú), donde también grabaron: El Niño Gusano, Alias Galore, Tea Servants, Onion, o Los Planetas con su ópera Egipcia. Consiguen que BEEF vuelvan a sonar tan frescos como sonó aquel “Eslanted and Enchanted” de Pavement. Ellos hablan de Krautrock , de Wire y de Fall, pero aquí los Californianos están más presentes que nunca por mucho que no se quiera admitir: Microcanciones de 2 min. Máximo que se van a la raíz de la melodía, malabares acertados que juegan con el Rock, el Pop, y el Punk y que acaban por ser aperitivos casi perfectos: “Fin de año” y esa mescolanza atribuible al “Here” de Pavement. “Platinum” que suena primorosamente inmediata y desgraciadamente corta para lo buena que es. O “Yo soy Cantante” patada en la boca a la difícil coexistencia entre Artista/oyente/industria donde rezan: “La arrogancia que nos hace diferentes nos convierte en iguales, y eso creo que es lo que nos distingue de los animales. Hoy todos queréis oír mi voz, todos queréis oír mi voz. Porque hoy soy yo el cantante” aquí tal vez sí podemos darle la razón en aquello del krautrock tan a lo Aviador Dro. 


Cuando cohabitan con Stereolab a la hora de jugar con progresiones adictivas, siempre desde la evocación en “Isabel”. O con los pequeños caprichos electrónicos que salpican todo el disco, “Sevilla”, “She likes Comet Gain”, o “Sizes”. Dejan a La Boheme como uno de sus trabajos más infravalorados, pese a la buena acogida por los medios especializados desgraciadamente BEEF jamás vendieron apenas discos. Y lo verdaderamente triste es que ahondar en una de las trayectorias más genuinas de nuestro país es una deuda todavía pendiente. Aún sabiendo que su obra se a de acometer con perspectiva por lo variada y experimental. Por estar plagada como está de alambres de espino, de trampas y de riesgos
 

En TELEFILME y posteriormente en ANTI como actor secundario, quizás emocionado por la idea de incluir esos elementos electrónicos posteriormente en aquel “España a las 8”, en forma de sampleados. Descubrimos una faceta , quizás inherente a la forma de diseñar el sonido de Beef. Una inversión de papeles en los que vuelve a la electrónica seminal de finales de los 70: Sintetizadores analógicos , cajas de ritmo , samplers , delays , Korgs... . Las herramientas que se utilizan son radicalmente distintas pero afines en el objetivo: Experimentación y recreación en paisajes aparentemente fríos pero emocionalmente palpitantes. En su mayoría pequeños bocetos totalmente imprescindibles para entender la relevancia de la melodía en la construcción de una canción , y que después serían puestos en práctica en La Boheme.
Podemos encontrar maravillas como “Pop-corn videodrome” incluida en su Ep de adelanto CATRASTOFE BABY/1997, que sobre un ritmo de Casiotone juguetón recrean uno de los divertimentos más simples a la vez que excitantes.
TITO PINTADO (PENELOPE TRIP)

Los dos únicos Lp's propiamente dichos son “FADE IN/FADE OUT/1995” y “POCKET HORROR SYMPHONY/1997”. Un proyecto que como el propio título define se trata de un mero ejercicio de supervivencia creativa, con el inconveniente de no existir Internet. Una metodología muy habitual actualmente pero que antaño necesitaba de una gran dosis de imaginación y tesón. Y más teniendo en cuenta que David y Tito solo se veían las caras en Gijón el día de la mezcla de las programaciones de uno y las voces del otro, al entrar a grabar.
De esa alianza nació años más tarde ANTI, un proyecto común de Tito que mantiene un parentesco intrínseco con las golosinas que manufacturó TELEFILME , de la talla de: “Electric Farm” , “Hi-fi Ghost” , “Da Haus” , “California Punch” , la maravillosa “I will follow the leader” o “Ride the Tiger” junto a “Copyright of the heart”. Canciones que se acercan mucho a discos como el debut de OMD, Soft Cell, Yazoo, o Cabaret Voltaire con un tono bastante más mínimal. Pero unidos por el Pop electrónico al fin y al cabo.




El regreso a los estudios como BEEF en 2002 , supuso una clara confirmación de que la banda de Sant Feliu de Llobregat operaba al margen de cualquier escena aparente. Una historia más o menos conocida hasta nuestros días, como si la intranet universal que nos lidera, estableciera el año 0 del inventario musical el mismo día que comenzó a existir.
El cambio de siglo dispuso de esta manera un vacío existencial hasta cierto punto inquietante. Y no son pocas las bandas que perdieron el tren de la gloria, permaneciendo en un limbo existencial del que solo saben las cuatro ovejas descarriadas que mataban su juventud bebiendo cerveza y fumando porros. Mientras contemplaban la lontananza de la playa, sonando en el coche esta y otras músicas de la misma índole. En vez de estar bailando en cualquier discoteca “indie” del momento.
Esta es una licencia jocosa que me he permitido, pero lo cierto es que BEEF pagaron el peaje de no ser una banda simpática por así decirlo. Siempre salpicaron su trayectoria con un extraño sentido del humor negro y subversivo, pero más como una forma de atacar lo establecido que como un intento de ser divertidos.


Por suerte o por desgracia lo mejor estaba por venir, y cuando tras diez años de carrera BEEF parecían haber desaparecido del mapa musical, apareció VICTORIA PRINCIPAL/2005. El disco póstumo de la banda Catalana, que descendió de los cielos como una revelación divina: Con un enorme culo de melón en primer plano, emulando a un brillante sol veraniego coronando la portada de su último disco.
Sin pararme a pensar ni un instante diría que uno de sus mejores discos. Si no el mejor, sí el más sorprendente, directo, y a la vez plagado de recovecos, el primer disco en el que deciden cantar en Castellano (más vale tarde que nunca).
Un disco que aunque parece romper con todo lo anterior, no viene a ser más que una evolución natural; tan natural como todo lo que emana de cada una de sus canciones. Algunos pensaran que es una traición a toda una carrera caracterizada por una fidelidad casi monacal a su sonido: Rocoso, industrial, esquivo, conceptual en cuanto al metraje, hasta cierto punto austero y primitivo. Una banda que adopto su idiosincrasia a golpe de martillo, forjando una relación con aquellos que se animan a seguirlos casi masoquista. Porque Beef jamás cedieron ni un milímetro a la complacencia de seducir con caramelos en forma de hits, quizás sí con caramelos envenenados pero nunca de manera predecible.


Sin embargo y aunque este último disco dé una primera impresión frívola y bonita de ese grupo arisco. Victoria Principal mantiene un estrecho vínculo con su pasado, aunque cambie los mensajes surrealistas por otros más dulces y directos, pero aún más sangrantes. En realidad más como una confesión antes de la retirada como... - Pudimos ser así, o incluso más amables si cabe. Pero BEEF somos como somos, así que aquí nos tenéis.


El contexto social y político en el que nació ese último disco de la banda parece tener un efecto determinante a la hora de atacar unas letras desde la honestidad. Y aunque David como artista siempre tuvo una visión cínica de la realidad; dejando que la música llevara la voz cantante, y sus mensajes entrecortados solo fueran arengas. Esta vez revierte los papeles y enfatiza sobre las letras con un mensaje claro, aunque juegue audazmente con la sugerencia, la poesía y lo explícito cuando encarta: “Songs that seems true” es la antesala del disco, una canción optimista que sin embargo juega irónicamente con el título y el estribillo, para definir el disco y los sucesos del año en el que Socialistas y Peperos mantenían un pulso por el poder. En “Bar Frankfurt” vuelven a ser ellos mismos con una letra que nos remite a la visión críptica que tenían Surfin Bichos o Chucho, quizás de las mejores del disco.
Y con “C'mon Rajoy” vuelven a la carga para ser lo más explícitos posibles, en una letra premonitoria que se podría extrapolar como una profecía a la actualidad de nuestros días. Además es curioso porque esta canción mantiene una consanguinidad premonitoria con otra que aparece en el último proyecto de David Rodrígez: “El más Romano del Mudo” incluida en su MARACAIBO/2011 , dos de los vistazos más lúcidos y contemporáneos de nuestra actualidad feroz.
Pero lo mejor es que sobre el disco planea de manera omnipresente la misma sensación de caos que conseguían transmitir Poch y Derribos Arias, con una acidez extraordinaria que roza el dulce esperpento: Asumiendo su papel de psicótico revanchista y descarnado con el que visten a quienes no se muerden la lengua cuando arremeten contra el sistema, la hipocresía o la demagogia. Un papel que con los años parece haber asumido David con total naturalidad y donde no se priva a la hora de lanzar dardos envenenados en “Nos plagian”, donde arremete sin pudor alguno supuestamente sobre algunas bandas coetáneas de la actualidad, si nos ceñimos a algunas perlas refiriéndose a la escena NoisePop: “Me dí cuenta que éramos el único grupo de ascensión humilde, los demás eran futuros jóvenes empresarios ultramillonarios jugando a hacer Pop, el único vínculo entre nosotros era tener un Inglés de juzgado de guardia”
En todo caso si dejamos de lado sus puñaladas más directas, podemos encontrar la verdadera belleza de este imprescindible disco póstumo, en canciones como “La transición” donde parece querer mirar atrás de manera reflexiva sin arrepentimiento ninguno: “sé canciones concepto , escucha si te atreves , y juzga si te atreves. Suerte que ya estoy a salvo... (estribillo)” donde afloran verdaderas preciosidades de agrio Pop doméstico como: “Mediterráneo”, o algunas donde sobran las palabras como “Gringoakparty” o “Fiesta”.
Hay quienes califican éste, como un disco eminentemente Pop y donde David parece querer preparar el terreno para su proyecto en solitario LA ESTRELLA DE DAVID. Sin embargo seguimos encontrando la presencia inquebrantable de BEEF, donde el resto de la banda juega un papel de cómplices tan esencial como el de su cabeza más visible. Los paisajes que se dibujan en canciones del simbolismo de “Sniffin' Eno”, “La resolución”, “Canción Wai”, y sobretodo la majestuosa “Mi camastro es fuerte”, siguen siendo los mismos talleres donde se deconstruyen géneros inventados como el Post Rock que acuñó Simon Reynolds para dilapidar el Rock clásico. Y donde ellos le dan el sentido libre que se merece, con sarcasmo, sin prejuicios, y en constante avance.


LA ESTRELLA DE DAVID continua con el camino emprendido hace 18 años. Un disco muy diferente a su primera incursión en solitario que a mi personalmente se me atascó soberanamente.
Una nueva imagen de David Rodrígez que nos lo presenta como un ermitaño mudado a una lejana montaña en el limbo existencial, desde donde parece contemplar la cacería de hienas en la que se está convirtiendo nuestra sociedad. Él sin embargo en la placidez de alguien al que parece importarle un bledo todo el ecosistema creado alrededor de la música alternativa; nos ofrece algunos de los textos más jodidamente lúcidos del Pop actual: Pequeñas minucias concebidas para tararearse , para silvarlas o escucharlas como aquel que está esperando que el mundo se vaya a la mierda.

"Escalofrío” donde invoca al líder de masas al que agarrarse cuando el mundo anda perdido simbolizado en un Michael Jackson celestial. Y “Un último esfuerzo” como una retirada donde aislarse y mirar con el rabillo del ojo a nuestro pasado. Entre estas dos joyas de canciones nos encontramos un repertorio producido con delicadeza y cariño, con letras cercanas y autobiográficas con las que sentirnos cómplices: Instrumentaciones cálidas, casi acústicas, voces que acompañan a la débil y desafinada de David dando un tono familiar a todo el disco; da cariño y puñaladas con la misma dulzura ceremonial que Jack el destripador mutilaba a sus víctimas.
Lo dicho, “El Romano más grande del Mundo” es de aquellas que uno puede oír hasta el final de los días. “Enrique VIII” la mejor manera de definir el amor como el pasajero que llevamos dentro, y surge tal que un alien, ¿y Decathlon? No creo que hallan declaraciones de amor jamás cantadas como la que nos recita David, salvo las del mejor maestro Kiko Veneno.
En la actualidad David Rodrígez continua su carrera en LA ESTRELLA DE DAVID, y LA BIEN QUERIDA ejerciendo de colaborador, músico, y productor. También ha producido Los Punsetes, se ha inventado junto Joe Crepúsculo Junco y Diamante, y ha puesto a prueba a toda la escena “indie” con numerosos escándalos. Aunque yo personalmente creo que como una especie de Andy Kaufman a la Catalana, se ríe de los prejuicios, las poses, la falsa actitud, y de la falsa moral ¿Punk? No se, pero va a su aire no le sigue el juego a absolutamente a nadie, y tampoco vende una imagen de falsa simpatía, con lo cual, para mi lo importante es la música. Eso de lo que deberíamos disfrutar sin enjuiciar a nuestros heroes de fantasía.


Si han sido capaces de llegar hasta aquí, en esta monumental travesía de datos, apuntes, y reseñas pasionales. Sepan que han demostrado un encomiable interés por una de las historias mejor escondidas de nuestra música, sí, de esa que tenemos ahí al lado y que a veces nos perdemos por la proximidad.
Si todo esto les ha despertado un mínimo interés por esta introvertida banda y no su menos polémico líder, tienen varias opciones puesto que no voy a hacer un dispendio de su extensa discografía: Las instrucciones en comentarios.... UN SALUDO!!

  1. Un sample donde me he tomado la molestia de incluir, los que para mi son los temas significativos de BEEF, TELEFILME, y LA ESTRELLA DE DAVID.
  2. Si alguien tiene un interés especial en alguno de los discos de los que yo recomendaría: Victoria Final_BEEF, Sing & Tongues_BEEF o Maracaibo_LA ESTRELLA DE DAVID puede seguir los rigurosos pasos:

Publicar un comentario con la petición sample o Lp junto a una dirección de email (que no se publicará)
Agradecimientos varios , saludos o cualquier otra cosa si que se publicarán siempre y cuando no figure email alguno 


 01- FIN DE AÑO (Beef/La Boheme)
02- EL MÁS ROMANO DEL MUNDO (La estrella de David/Maracaibo)
03- YO SOY EL CANTANTE (Beef/La Boheme)
04- PLATINUM (Beef/La Boheme)
05- 6 FT (Beef/Tongues)
06- COUNTRY JONES MUSIC PARK (Beef/Fi qasr Sheikh-al-dabant)
07- C'MON RAJOY (Beef/Victoria principial)
08- ELECTRIC FARM (Telefilme/Pocket horror symphony)
09- LA RESOLUCIÓN FINAL (Beef/Victoria principial)
10- MI CAMASTRO ES FUERTE (Beef/Victoria principial)
11- BASAURI (Beef/España a las 8)
12- MISERY (Beef/Misery and lies)
13- LUBRICA (Beef/España a las 8)
14- DECATHLON (La estrella de David/Maracaibo)
15- I WILL FOLLOW THE LEADER
16- LA TRANSICIÓN (Beef/Victoria principial)
17- ISABEL (Beef/La Boheme)
18- MECH (Beef/Fi qasr Sheikh-al-dabant)
19- PRISTEEN TAKE TWO
20- SONGS THAT SEEMS (Beef/Victoria principial)
21- REBELDE SIN CASPA
22- MARTINEZ (Beef/Fi qasr Sheikh-al-dabant)
23- MEDITERRÁNEO (Beef/Victoria principial)
24- ENRIQUE VIII (La estrella de David/Maracaibo)
25- ESCALOFRÍO (La estrella de David/Maracaibo)
26- COPYRIGHT OF THE HEART (Anti/Anti)