Ayer subí a
la azotea, a tender la última colada antes de cargar bártulos a
partir hacia tierras Trasalpinas. Me acosté anoche cegado por un
flash de memorias dominantes, y llené compulsivamente de sábanas
la lavadora: Metí una postura de jabón puro con flores blancas
secas, romero fresco, albahaca y espliego. Un mejunje que se me
antojó, macerado durante todo el día en agua de rocío. La que se
condensaba en la claraboya del patio de luces.
Fue una
mañana diáfana. Corría una estupenda brisa, y el gorgojeo de los
gorriones en celo era la mejor ofrenda posible al osario de Cuqui
Savigné: Allí, extendida en las losas teja del terrado, como
una santa y casta. Cerré los ojos por un instante e inspiré
controlando el caudal, el volumen y hasta rumor del torax. Era
diferente, la mañana olía diferente, el silencio sonaba diferente y
su presencia allí. Como esos pasos que desde entonces, me despiertan
por la noche deambulando piso arriba piso abajo. Inundando cada
rincón con el humo de su alma.
A cambio,
para inmortalizar su perpetuo hito -la devuelta de las canciones a
esa, mi azotea tórrida-, los rechonchos gorriones, habían
anidado en las cuencas de su calavera. Otros, aleteando con fuerza,
espantaron sus cenizas y las suplieron por el ondear de las sábanas
y el frescor de la pócima. Yo, en cambio, con el pasar de los días
y la consumación de la semana. Estoy ya a Martes y me cuesta
horrores escribir algo con sustancia. Siguen pasando los días. Solo
cuento cada día que pasa y casi que me importa un rábano en qué
invertirlo: Tareas de trabajo, me da igual si duras o maduras,
mosquitos que te despiertan de un mal sueño, más horas, sueño que
te oxida las pupilas y cuartea el ceño, madrugones con la ciudad ya
por fin desierta y deshabitada.
Repasar el
itinerario y poner al día el GPS, escribir un poco más... ah!!
alimentarme y beber (vino a poder ser). Así, puedo llegar sin estar,
al día de la partida: Cinco de la mañana, café cargado, maletas y
noche cerrada... mil y pico kilómetros por delante.
En casa
poco: Tres cactus que piden poco para subsistir y otra Playlist más
para poner música al viaje, y a quien quiera hincarle el diente. Ahí
va, entre tanta canción claro, se me olvidaba. También obras donde
depositar las horas muertas de este verano agónico. Curar
articulaciones y mis huesos que como los de Cuqui Savignè, se
resienten de las obligaciones. Esto no, esto es puro placer... placer
carnal.
El rastro
que dejan como el expolio de parajes, las canciones... Unas notas de
piano que gotean sobre la conciencia cuando ALEX BUREY lo
acaricia. Es todo ello como una invitación con forma de despedida;
así empieza esta compilación. Con la premeditación y la alevosía
de un joven Londinense, que a lo largo de este año nos ha ido
desangrando melancólicas monodosis de plasma. Gota a gota
cruelmente, hasta dar de bruces con “Come Over”: Una
invitación tentadora hasta el día que se decida a regalarnos un
manojo; un gran disco.
De mientras
me consuelo en mi trasiego diario hacia el trabajo, desmigajando lo
que para mi, y hasta el momento, es el disco más balsámico de este
año, el:
PRIMROSE
GREEN de RYLEY WALKER
Un conjunto
de canciones frondosas y ramificadas que ahora ya, al cabo de
sucesivas e interminables audiciones, parecen estar destinadas a
acompañarme por la sinuosas carreteras del Piamonte la próxima
semana. Las escucho y entornando los ojos puedo incluso confundir mi
trayecto laboral, en perdidas y sonámbulas escapadas nocturnas por
entre las viñas trepadoras de Monferrato.
De entre sus
tallos verdes brotan y florecen yemas nuevas que se confunden con lo
antiguo de su esencia: Folkrock de raíces profundas que quiebran las
losas lapidarias para que corra el aire fresco, y con mucha elegancia
se apareen con el Jazz, el Rock ácido y psicodélico, o incluso el
Soul más taciturno. Todo bien ensortijado como una madeja donde las
cuerdas de su guitarra llevan la batuta. Puede en un primer momento
dar la sensación de que solo es el Folk Barroco de Bert Jansch el
que marca el tempo del disco; el sonido acústico del trabajo así lo
sugiere. Pero allí en lo hondo, de dentro hacia fuera, poco a poco
se va deshilachando y a uno le pueden venir tranquilamente infinidad
de referencias: Los malogrados Days of the New al escuchar “Sweet
Satisfaction”. Tan lícito como volver la cabeza hacia el
pasado porque claro, es evidente que todo vino de mucho antes.
En cualquier
caso lo que Ryley Walker hace en este disco, es coger el soporte del
Folk y trabajarlo de infinidad de maneras y formas, sin complejos y
con una sensibilidad infinita brutal.
Por eso, ya
es fácil empezar con “Primrose Rose” a modo de aperitivo
para abrir boca, y alucinar con esa sensación de polvo, tejidos y
paja en suspensión. Pensar de inmediato en Nick Drake y a otra cosa
mariposa cuando le sucede “Summer Dress” y piensas en Ray
Mazarek o es “Same Minds” la que te lleva estados más
negros. Todo se conecta increíblemente por las cuerdas de nylon y
alambre, incluso cuando la instrumental “Griffih Buck's Blues”
nos lleva más hacia al folklore. O sencillamente flipar con el modo
con el que combina multitud de paisajes sonoros (jazz, oriental,
progresiva, folk...) y pare “Love Can be Cruel”; otra
genialidad más de este disco.
Pasada la
mitad del disco, todo fluye como el curso de un arroyo de montaña:
Caprichoso, entre juncos que se flexionan como los quiebros y
desniveles del terreno. Inmensa y tan grande como la naturalidad de
su ejecución “On the Banks of the Old Kishwaukee”; que
crece al unísono. Y que junto a “The High Road” y “All
Kinds of You”, son algunas de las piezas menos obvias y que más
detalles esconden tras su aparente normalidad. Un disco éste de
mimbres y bordados, para enredarse por sus entretelas y acariciar su
tacto rugoso. De esos que curiosamente habitan y sobrevivirán sin
duda, en estos inhóspitos y yermos tiempos en los que la abundancia,
no siempre es síntoma de riqueza.
Hay otros en
cambio, que hacen de su música, algo tan expansivo como los campos
de verde trigo. Como es el caso de nuestro amigo:
MIKAL
CRONIN y su MCIII
Una
continuación con tintes de historia, que avanza imparable sin el
remordimiento de quien debiera rendir cuentas a lo pasado. Datado en
2013, cuando con aquel primer tomo de sus muchas aventuras musicales;
incluida la de su compinche Ty Segall. Me agarró desde abajo con su
PowerPop colorido y radiante, para enmarcar y colocar en el pasillo
de los inmortales discos de aquel año.
Su disco,
este MCIII -segundo tomo y tercero en su carrera, de lo que por ley
debería ser el pop bien parido- es de aquellos para salir en cueros
vivos corriendo campo a través; sí, yo así lo siento. Darle cuerda
al viejo y betusto Garrard y sentir cuando suena “Turn Around”,
el cosquilleo de las espigas en tus nalgas: Esos violines que se han
incorporado a las inquietas guitarras de Mikal, le sientan mejor que
una cerveza a un sediento; cosquillas y algún picotazo necesario.
“Say”,
“Gold” o “Ready” beben mucho de sus andanzas en
el bajo con su amigo Ty; sobretodo para con el último trabajo del
rubio Californiano. Otras tantas explosiones carbónicas, que como
esas botellas agitadas hasta hacer de aspersor, no difieren en
absoluto de su anterior y menos conocido disco. En realidad no es que
los dos sean muy distintos en sonido ni en calidad. Pero si que es
verdad que MCIII tiene un nosequé que lo hace más delicioso. Luego
tiene esos temas intermedios que modulan la velocidad de crucero del
disco: “I've been Loved” o “Alone” saltan con
los ojos cerrados y el pecho abierto en canal al acantilado. Una
caída libre desde las alturas de Siurana, que le dan a este
imprescindible trabajo un preciosismo tan natural y Folky, como
eléctrico. Ahí van “Gold” que anuda como nadie lo
electrificado con distorsiones, que se cosen con las maderas nobles
de su acústica cuando despega “Control”, como un masaje
en las parietales. O “Different” con la que puedo ver en
la templanza de la noche y las luces difuminadas por la humedad, a
Cuqui Savigné vestida de blanco virginal hacia el altar. Un adiós
de tristeza placentera para escuchar “Circle” con su
pianola mítica y contemplar, ya está.
Y estas
cosas son las que ahora en presente con la ropa de trabajo apestando
a hierros y taladrinas en la lavadora, despojado del peso de las
responsabilidades. Hacen que quien escribe hasta cansar, tenga la
mente ya puesta en este tipo de discos. Que como los vinos cargados
de taninos fenólicos y metabolitos fotosintéticos, me nutran el
interior.
Me parece de
bárbaros hablar de algo que me gusta como de un expendedor de
barbitúricos en lata. Los sentimientos son algo más, diantres!! Son
como cosas vivas que te dan vida; aunque sea a plazos y sin
vencimiento. El otro día le contaba a un vecino sordo y ciego la
hermosura de THERE'S NO UNDERGROUND de PAPERNUT
UNDERGROUND. Un disco de finales del pasado año, que me
apareció sin esperarlo tras el fondo de un cajón. Se había colado
sí, por el fondo despegado del armario y una noche cantó a grito
pelado eso de: “When She Said What She Said”. Algo así
como un susurro de Cuqui al oído que te transporta a la suciedad
atractiva del garaje despechado de los 70. Ese Pop desordenado hecho
a pelo y por el caprichoso antojo de Iam Button (Death in Vegas) y
Robert Halcrow (Picturebox). Un disco para enterrarse en él hasta
que nos salgan setas de las orejas.
Mi vecino
solo me puso cara de Bacalao; entre estupefacción y embobamiento. Le
cogí las manos y se las metí entre mis orejas y los auriculares
cuando sonaba SOUND & COLOUR de ALABAMA SHAKES, entonces ya lo
entendió y sonrió: Brasas que cocinan sin quemar aquello que hace
unos años ya nos cebaba como a polluelos. Este año con más mano
izquierda, lo hacen igualmente pero con más sustancia.
Me lo llevé
cogido del brazo. Subimos donde la sala de máquinas ronronea a
ratos, y me puse a bailar en un anclaje como el de las bobadillas.
Creo que gimió algo y comenzó a balancearse con el Surf bacilón de
BABEWATCH; que bien lo llevan cuando tocan “Atlas Shroome”.
Con THE SUICIDE WESTERN CULTURE recuperó el oído y ya no paró de
bailar toda la noche. Se sujetó a la baranda de la terraza para
recuperar la vista con el POISON SEASON de DESTROYER, y se sentó a
traducir el majestuoso ejercicio de Pop quebradizo: Imposible no
entender la grandeza de la música al escuchar este disco, y ver como
un disco tan grande como Kaputt/2011, se queda chico al lado de este
Poison Season.
Aquí Dan
Bejar sabe como nadie separar sus colaboraciones con New
Pornographers y seguir construyendo como una hormigita, discos que se
presienten inmortales. Aterciopelados, confortables y llenos de
pequeñas e inesperadas simas que te llevan a otros tiempos: Aquellos
en los que la palabra Pop significaba algo más que un estribillo
resultón. Y que Blue Nile convirtieron en corriente artística, en
poesía musicada y en literatura bestida de glamuroso chaqué.
A mi vecino
Jacinto lo dejé allí, recostado y abrazado al esqueleto de Cuqui
Savigné. Besaba su cadáver reluciente cuando la Luna nueva se
puso sus gafas de sol, contemplando la tormenta de Perseidas. No solo
habla, sino canta. La banda sonora perpetua de este mes de Agosto,
deja pistas y salvas casi invisibles sobre un fondo celeste donde
rascar con las uñas, descubrir, encantarse... Joan Shelley, Wolf
Alice, Calvin Love, Amason, Menace Beach son solo algunos nombres.
El Lunes
parto más tranquilo. A mi vecino le he dejado las llaves de casa
para que me riegue la Albahaca; más indefensa y escuálida. Que se
atiborre de música, el tiempo no es perdido sino pospuesto.
Saludos y no
vemos a la vuelta, enjoy!
01 - ALEX BUREY_Come over
02_RYLEY WALKER_Love can be cruel
03_JOAN SHELLEY_First of august
04_PAPERNUT CAMBRIDGE_Rock'roll sunday afternoon city lights
05_JIM O'ROURKE_Half life crisis
06_BABEWATCH_Atlas shroomed
07_CALVIN LOVE_Automaton
08_THE SUICIDE WESTERN CULTURE_Still brething but already dead
09_KNOX HAMILTON_Work it out
10_THEE OH SEES_Turned out light
11_MENACE BEACH_Infinite donut
12_WOLF LIFE_Giant peach
13_AMASON_Algen
14_HOUNDMOUTH_Sedoma
15_FERNANDO ALFARO_La luna aplastada
16_ALABAMA SHAKES_Ginme all your love
17_DESTROYER_Times Squuare
18_MIKAL CRONIN_ii) Gold
19_SWERVEDRIVER_Lone star
20_CROCODILES_The boy is a tramp
21_SUNNY SWEENEY_Second guessing
02_RYLEY WALKER_Love can be cruel
03_JOAN SHELLEY_First of august
04_PAPERNUT CAMBRIDGE_Rock'roll sunday afternoon city lights
05_JIM O'ROURKE_Half life crisis
06_BABEWATCH_Atlas shroomed
07_CALVIN LOVE_Automaton
08_THE SUICIDE WESTERN CULTURE_Still brething but already dead
09_KNOX HAMILTON_Work it out
10_THEE OH SEES_Turned out light
11_MENACE BEACH_Infinite donut
12_WOLF LIFE_Giant peach
13_AMASON_Algen
14_HOUNDMOUTH_Sedoma
15_FERNANDO ALFARO_La luna aplastada
16_ALABAMA SHAKES_Ginme all your love
17_DESTROYER_Times Squuare
18_MIKAL CRONIN_ii) Gold
19_SWERVEDRIVER_Lone star
20_CROCODILES_The boy is a tramp
21_SUNNY SWEENEY_Second guessing