sábado, 15 de diciembre de 2018

VIAJES , ENCUENTROS, Y CARTOGRAFÍA CARDINAL by Johnny aka Juanjo





Me imaginé una sola vez acompañado en el inmenso espacio, ese que por grande superpoblado y megainformado, hace solitarios a navegantes fuera de ruta.

La misma que en los 80’s, con las manos en el bolsillo y el cuello acurrucado sobre el pasamontañas que te compró tu madre, te hacía salir a la calle con la certeza de no encontrarte nadie con quien hablar de música.

Te zambullías en las cubetas, cajas de cartón de los encantes y mercadillos llenos de burrisoles, y te ennegrecías de polvo las yemas de tus dedos buscando una portada atractiva.

Sin apenas dinero para poder comprarte un escuálido Popular 1 o alguna otra revista con bandas escritas en clave. Solo quedaba la intuición, el vuelo sin motor, o la caída libre.



Había sabios, de amigos muchos que te contaban sus viajes a ferias de Barcelona o Girona como los de Marco Polo. Descubridores como Colón que siempre eran los primeros en escuchar sus cánticos de sirena. Los que adquirían un Melody Maker y hasta lo entendían e interpretaban.

Cajetas y carretas de cassettes repletas, con compilaciones regrabadas miles de veces, y si con suerte te ensartaban, indultadas y condecoradas con una hermosa portada casera.

Todavía conservo un cajón lleno y pese a que llevo poco equipaje en mi viaje. De los cassettes, sin mal nicho donde hacerlos sonar, no puedo desprenderme aunque lo pretendiera.





Han pasado los años; treinta desde aquellos tiempos.

La rareza de nuestros amores han fluctuado en modas, en celebraciones indies e incluso en multitudes que emprendieron tu mismo viaje.

Pero en realidad y pese a la llegada de internet, el consenso de lo alternativo como moneda de cambio, y el comercio masivo de TODO lo que se pueda vender y te haga distinto o exclusivo. La soledad sigue siendo más o menos la misma; si nos referimos a la pasión por lo indefendible o la ilusión casi infantil de acometer el disfrute como un juego entre muchos amigos y de lema: Cuantos más, más risas y múltiplos de historias son.

Me embarqué en un viaje sin retorno dentro de una pequeña cápsula y una miserable bitácora de manual. Y no fue hasta pasado un año, en Octubre del 2010, cuando me crucé extraviado con Txarls. Y un año más tarde (en las navidades del 2011), cuando tomé tierra en el Espacio WoodyJaggeriano de Johnny, saltando de liana en liana y de blog en blog.



Desde entonces, o por lo menos desde donde puedo más o menos señalar, no he vuelto a viajar solo por la blogsfera: Esa galaxia casi invisible donde se narran las historias más auténticas del subsuelo y el fondo marino en forma de noche cobalto.

Sin pretender que fuera una consecuencia con intención o ni tan siquiera un plan previamente urdido. He descubierto que la soledad esa de la que he hablando, cuando costaba encontrar interlocutores que hablaran tu misma lengua en décadas (y sin referirme a gustos, por supuesto), no es tal. En realidad no se trata ni de buscar.

Hay señales en el basto espacio que trascienden al inaudible murmullo, incluso al escándalo. Algunas que ni siquiera entiende la mayoría y que con una mirada o gesto otros sí.



Y Juanjo probablemente, es esa especie de navegante galáctico digno de aventura gráfica, sin rumbo fijo; que no a la deriva. Y como otros. No se si por el destino, que no creo en él, o por los designios de quienes se sienten solos y buscan. Nos ha agrupado en una nebulosa donde el gas y el polvo, son en realidad ideas, letras y notas musicales.

Un pequeño ecosistema que inevitablemente se alimenta de la vida del narrador. De la segunda persona, o de esa voz en off que acaba saliendo al centro del escenario de una patada, la que te dan tus pasiones y escritos. Y que te demuestra que en realidad, cuando escribes sobre estas cosas, hablas de tu vida sin quererlo.

Y no es cuestión de encadenarse ni al pasado ni al presente, no. Sólo consiste en cogerse de la mano y viajar en compañía. Por más solitario que parezca y por años luz que aparentemente separen nuestras coordenadas.



1050 DISCOS CARDINALES es ese cardiograma a base de pulsos vivenciales y melodías en forma de discos.

Un viaje con 1050 paradas únicas, pero también 1050 motivos para abandonar la comodidad de nuestros gustos y explorar nuevas rutas necesarias si uno no quiere ser esclavo de su zona de confort.

En definitiva, una invitación a explorar territorios excitantes donde no hay mejor enigma que el compartido a viva voz. Dejarse derretir entre las rejas del tiempo y colarse entre sus grietas.

Manual para algunos. Atalaya para otros, que sabiendo de gustos propios quieren encantarse con ajenos y que para su sorpresa acaban siendo comunes. Un quitarse el cerumen de las orejeras y los blinkers del mortífero exclusivismo actual . Para zambullirse a pulmón en un libro de oxigenantes branquias por hojas, con el que recorrer una particular y singular travesía musical histórica y a la vez autobiográfica.





El 29 del presente mes de Diciembre del 2018 a las 18:30. En la mítica DISCO100 de Barcelona, en pleno Barri de Gràcia. Tendremos a Juanjo surcando vinilos de aquellos que ilustran toda una vida: la suya, la nuestra y la de quien se quiera acercar a compartir carne y hueso, y un mucho de emoción narrativa en forma de libro.

Allí estaremos como bien dice él: los suficientes. Ni uno más, ni uno menos.

Viajeros como es mi caso y la de muchos otros. Que dejamos de hacer esta travesía por un mar y espacio de música inabarcable y felizmente todavía por descubrir, en soledad. Y donde las millas de distancia y la oscuridad, no impide encontrarnos como polillas en la noche. Para compartir y disfrutar de aquello que nos une: pasión, amistad y generosa complicidad.
Os esperamos!!



sábado, 8 de diciembre de 2018

NIÑOS Y NIÑAS!! LA ÚLTIMA PLAY DEL 2018, JUGÁIS?




Se acerca y viene decidido. Otra Navidad, otro final, otra historia que se repite y de la que te han contado ya el final infinidad de veces.

No es el desastre, es otro año y sinceramente importa una mierda tu cumpleaños porque sabes que la decadencia, menos cuando se es un niño, se mide en el año y no en el cumpleaños; cierto?




Cuando llegan estas fechas tienes pocas opciones.

O te dejas arrastrar por la corriente y pones los ojos en blanco; lo cual no es muy saludable. O te vuelves de golpe un niño chico; en mi caso un poco más chico si cabe.

Recuerdo que antes de crecer y se me llenase la cara de acné purulento. Cada noche que desplegaba esa cama adosada a la pared para irme a dormir, la que tanto furor causó en los 80’s. Soñaba despierto en la vigilia mientras escuchaba la radio a oscuras, que bajo ella tenía una trampilla con un pasadizo subterráneo que me llevaba hasta los almacenes Ferràn que estaban a 200mts de casa:

Ya sabéis, ese primer comercio tipo “hiper” de los 80, con un porrón de metros cuadrados dedicados a la electrónica, juguetes... Y cualquier cachivache que hiciese que una familia humilde de barrio viera allí como una instantánea: EL PARAÍSO; o lo más parecido. En otro escalafón estaba el Carrefour del Prat del Llobregat (donde mi madre sisó mi primera anorak; por ignorancia e inocencia claro está). La primera gran superficie abierta en España hace 45 años.



Sencillamente la abundancia; para que adornarlo tanto. O tener lo que no tienes.

Al final, y de tanto desearlo y no tenerlo, la verdad es que agradezco no saber lo que es tener lo que deseas, y conformarte. Y sinceramente, para jugar lo que es jugar, como criaturicas que todavía somos, nos cabe todo en un bote de Colón como el que tenía de chico repleto de soldaditos de plástico.






Una treintena de canciones que te las puedes llevar a cualquier lado. Las puedes incluso memorizar y canturrear.

Da para jugar en grupo sin acusar la multitud y en cualquier caso hacer cuentas sin trifulcas ni demasiadas discusiones. Y además, la música y las canciones en concreto, tienen ese poderoso influjo que ejerce de coordenadas para agrupar almas perdidas entre el tumulto; compañeros de juego en definitiva.

Entre ellas no encontrarás seguramente ritmos de moda. Hace poco un amigo me dedicó el piropo de: “eres un romántico”. Y yo lo cogí al vuelo como quien no está de moda. Todo un cumplido, pues no hay mayor satisfacción que no hacer las cosas siguiendo a la mayoría. Quien si no iba a arar el campo en busca de oxígeno, lombrices y sustrato? Lo decía Fernando Alfaro: “Acaso te crees que son los exitosos los que remueven la comodidad de los butacones de la cultura?”



De todo este montón de canciones (juguetes) con los que estimular los sentidos. Yo he escogido unos cuantos que resaltar. Básicamente, porque creo sin dudarlo que son joyas preciosas que harán las delicias de los jugones de ésto, que es la ludoteca de la vida:





THE RALLIES_AN INTRO



Originarios de Tacoma, y con un fabuloso Lp a sus espaldas de hace un año. Y que pasó sin más pena que gloria sino, intuyo, fuese por este Ep en forma de anzuelo.

Nos han traído un cuento de aquellos con desplegables, para oler entre sus páginas y hasta acariciar como el bellú de fucsia con las mejillas, en las cuatro preciosidades de Powerpop melódico que incluye.

All of Us” es rendición absoluta. Una de esas canciones sucesoras de otras tantas que te vendrán a la memoria. Y que quiebran corazones de frágil enamoramiento, porque sencillamente, evocan esos momentos pasados de tu vida que son los que te enterrnecen como el dátil que se funde en tu boca. O el alto en el camino de “I you Do”; más californiana, que de la costa este.

Con estas dos ya es más que suficiente para hacer constar su talento para tejer melodías pluscuamperfectas. Y la espera que se hará larga no lo dudo hasta que nos entreguen más material en forma de largo. El resto, ya os lo digo, le sigue a la zaga. Repostería de la buena.




THE DEVONNS_THINK I’M FALLING IN LOVE



Su ubicación en Chicago no podría ser más acertada; cuna de la música negra.

Solo disponemos de dos pedazo de canciones que son más o menos, como esa tortura maldita de la cita postergada por nuestro amor de la vida. Mezcla de sufrimiento y placer al recordar esa noche infinita en la que nos conocimos, nos besamos, bailamos y nos derretimos.

Un Soul de satén tan bien ejecutado y de una fidelidad tan maravillosa, que nadie diría que se ha escrito en el 2018. Y un maná regalo de los dioses, que solo sucede cada mucho tiempo.

Tras él, está Mathew Ajjarapu más Khalyle Hagood (bajo), Khori Wilson (batería) y Cam Cunninghan a la guitarra. Han grabado este single con el respaldo nada más y nada menos de Paul Von Merteens (Paul McCartney, Marvis Staples, Elton John) y Ken Stringfellow, guitarrista de The Posies, Minus 5 y REM; entre otros. Quien ha producido los arreglos de cuerda de los dos temas en cuestión.

A tener en cuenta, aunque solo sea una anécdota si la comparamos con el talento innato de este chaval para construir exquisiteces como las que nos ocupan. Y que sea una simple afición mientras se preparaba la carrera de medicina en la facultad todavía le da más mérito.







MIKE KROL_POWER CHORDS (adelanto 2019)



Apostamos porque este joven angelino dará que hablar el año que viene. Que es cuando publicará su cuarto álbum de estudio, y segundo en Merge Records.

De la escuela garajera californiana. Sus efervescentes vitaminas Made in garajepunk 70’s están más emparentadas con Mike Cronin que con la escena psicodélica de la zona, donde los proyectos crecen como las setas en otoño. Y no siempre pasan la criba de calidad/personalidad tolerable por un casi cincuentón como yo.

Sin embargo Mike Krol tiene algo que lo hace distinto al resto. Y seguro que en gran medida es su facilidad tan ramoniana para para hacer microcanciones directas en vena. Y que parezca haber encontrado la fórmula para que las mismas, acaben siendo canciones con más entidad y minutaje. Acercándolo a la impronta Pop que con tanto acierto nos legaron bandas como los Undertones.






Creo de verdad que estos últimos latigazos de este convulso 2018, nos ha traído verdaderas joyas. Que bien sea por el calentón y la emoción, o sencillamente porque el desangre nos empuja a agarrarnos con desesperación a lo que será recuerdo. Han variado el pronóstico tan magistralmente, que va a costar asociarlos a la añada.

En realidad pienso que el tiempo con sus vallas y delimitaciones, en realidad es poco más que una etiqueta; igual que estilos, décadas o corrientes. Cada vez tengo menos necesidad de asociar los hechos a efemérides y sí a consecuencias.

Somos como la hoja que se lleva el viento, flota en el aire, y está a merced de las corrientes invisibles y variables. Somos accidentes de paso, intrascendentes pero necesariamente seres vivos con la urgencia que da tener que alimentar; el espíritu a ser posible.

Lo demás son ritos impuestos por las costumbres del más alto estamento. Y nosotros? Nosotros estamos para romperlas. No es cierto?


01_DEAD COMBO_In a Melltron
02_DOG POWER_Love Potion
03_RICHARD SWIFT_Nancy
04_THE MEN_Wasted
05_LIONS OF DISSENT_Honey from hell
06_JOHNNY MARR_The tracers
07_WE WERE PROMISED JATPACKS_Hanging in
08_THE LOW ANTHEM_Cy twombly by Campfire
09_THE GOOD, THE BAD & THE QUEEN_Lady Boston
10_BILL RYDER-JONES_Mither
11_ALL INDIA RADIO_Monsters
12_CALVIN LOVE_Wildflower
13_GEISTFORM_Panorama
14_LA ESTRELLA DE DAVID_La canción protesta
15_TROPICAL FUCK STORM_Two afternoons
16_DR DOG_Virginia please
17_THE OCEAN PARTY_Back on
18_J MASCIS_Cut stranger
19_THE RALLIES_All of us
20_MIKE PACE & THE CHILD ACTORS_Escape the noise
21_ANDY KETCH_I wish that morning sun was rising
22_MIKE KROL_Little drama
23_DOT DASH_Unfair weather
24_SEA PINKS_Bioluminiscence
25_THE BLACK WATCH_Georgette georgette
26_THE CHILLS_Complex
27_MORRISSEY_Back on the chain gang
28_KAELAN MIKLA_Nornalagio
29_TALKING BUSH_I cannot dance
30_THE DEVONNS_Think i'm falling in love

jueves, 22 de noviembre de 2018

CREPES_IN CAHOOTS_2018: VERDES PASTOS Y RETOZOS EN LAS ANTÍPODAS





Salimos de madrugada con la fresca; ahora que imaginamos en sueños la humedad y el sopor veraniego.
Oigo un grillo y hasta puedo imaginar el trajín de los entoldados ribereños por la noche a orillas del Yarra. El chocar de las cervezas y las carcajadas cacofónicas resonar en la oquedad de la noche. También las sudorosas noches sinfín con melancolía.

Odio el frío, es un hecho. En cuanto el tiempo cambia, mis destrofiadas rodillas gritan como cabronas, se endurecen como cantos rodados, y me arrodillaría pidiendo sol, si no fuese porque cada menisco parece un clavo que se me hunde hasta las entrañas.
Tiempos de felpa intentando remedar la toalla en la playa de tórridos soles y deshidrataciones gaseosas. De vermutes densos y negros como la madre contenedora tina de la bodega del barrio que la cobija. Y de sopores que demandan ayuno, y solo embriagez preciosa.
De esas que solo piden mirar al sol de frente y cara a cara, para que el deslumbre y lagrimeo te noquee. Siendo el sofá el que te amortaje juntando la sobremesa con la noche ¿tan rápido es el impás verdad? Que para qué poner una película, si solo será la anestesia definitiva.


No hay mayor placer en la vida, que no hacer nada… por el simple hecho del deber y la omisión concienzuda. Dejarse arrastrar por la corriente igual que las fiestas de Lizarra, río Ega abajo con los brazos en cruz y de cara a las estrellas de la Virgen del Puy. O las tempestades que se empeñan en teñir el cielo de plomizos y los torrentes de sangriento rojo lodazal. Que sean las arbitrariedades las que modulen tu paso, lo cambien y rompan filas porque sí, y no porque te lo propongas. Que lindo!!
Cuando echa a rodar un disco y te atropella en pleno paso de cebra. Cuando las canciones francotiran sin piedad, modales, ni alfombras rojas por las que desfilar moviendo las caderas. Es casi mejor alzar los brazos y cerrar los ojos; que sea lo que dios quiera.




Estos últimos meses del ya bendito decapitado 2018, parecen querer rompernos el pronóstico igual que un cambio climático musical. Y me ha salido al paso un primor de disco, que igual por mi ahogada añoranza a base de chubascos aquí, en mi exilio barbastrino. Agradezco su aparente ligereza, igual que un vejestorio su ungüento para el reuma.
Son CREPES, un quinteto mozo de Melbourne. Los que con un segundo disco empeñado en resucitar los viejos clamores de la pista de baile, han proclamado en mi casa el jolgorio sin más armas que el sentido práctico de sus composiciones. Uno de esos conjuntos de tonadillas escapistas y atinadas, que no pretenden más que hacerte disfrutar sin álgebra ni parábolas sesudas que valgan. El mismo arte de unos primerizos The Charlatans o Stones Roses, pero con un poso de santo y seña Australiano que hace que su segunda entrega sepa beber de tantos manantiales como oficio pongan para difuminarlos.

Sus atributos? Hacer que el excedente y exceso de bandas como Tame Impala o Pond, sea para ellos un lastre inútil cuando hay mejores lecciones en el sentido práctico de Devo, Gary Numan o el sixtyPop Beatlemano o de los Kinks más melódicos. Para que al final solo parezca un SynthPop de pedigrí y con una riqueza la mar de interesante.
Y probablemente es que tenga que ser solo eso: Canciones que brillen, capaces de hacerte olvidar del sinfín de referencias y a la vez congratularte de que por fin sea así. Chaveas con un enfoque a la altura de eso tan feo y sobrevalorado como “el buen gusto”y sin embargo tan natural.

As you Go” arranca con cuatro acordes tan y tan típicos y malditos… Sí sí, son los Doors. Mismo caminar, tics y sensaciones de softpop o funky de polipiel. Guiños sin rubor que seguramente porque la mayoría se empeña disimular tornándolos modernos, la cagan. Ellos, no, Crepes no suenan modernos en absoluto, pero tampoco un revival tan simplista como para repetir la enésima cagada de hacer un clon, pero en versión mala.
Van a tiro fijo, y posiblemente se queden con lo infalible de “High Time”, de una orgánica que declina en el arreglo útil como un pulltap’s. La línea de guitarras magistral de “Dark Demos” y la sensualidad con la que manejan teclados, coros, línea de martilleante rítmica. Que sorprende porque no es que hayan inventado la bicoca, pero es que lo hacen tan bien los jodidos.
Como aquel “Give Me Back My Man” de los B52, irrisorio antaño, ahora una pequeña joya del New Wave más bailable y hedonista.
The Drag” pellizca como la misma chicha de los tintos jóvenes con crocante acidez final. Coqueteando con con la elasticidad reververada, y rozando el larguero del hit ·INDIE” mayúsculo.
Con la única diferencia que les otorga la deferencia con el pasado. Cuando entrecomillan con un separador de plástico coloreando antológico, y se marcan este “I Was a Kid”. Que para mi, es su mejor y más nutritiva baza. Lo que los diferencia en definitiva, de otras muchas cosas que hacen que la escena actual se me antoje anodina, lineal; que me aburra soberanamente, vamos.
Se pueden hasta permitir la frivolidad de “Bycicle Men” y caer de pie como el gato de tu vecina. Y es que no solo se guardan para los postres los pastelillos de almendra, borrachos y garrapiñados. Como la flipada “Life is Past”, que te cala los dientes con esos slides enfermidos. Sino que remata con vinos dulces viejos, criaderas sin fecha actual y hermosuras del calibre de “On My Down” y “The World Ain’t Too Far Away”.
Dos canciones que por si solas, ya obvían la horrible portada y un nombre que posiblemente pasarías por alto por simplista. Si no fuese porque estamos ante uno de los álbumes de POP poliédrico más balsámicos, masajeadores y entretenidos del presente año.
Se me ocurre, y se os ocurrirán infinidad de adjetivos más, seguro. Pero yo me quedo con lo oportuno del ungüento. Y el acierto de este tan distinto segundo disco que ilustra a la perfección el término “a granel” o excepcional en la música de nuestros días.