domingo, 28 de julio de 2019

CUMPLIMOS AÑOS!! 10º ANY_VERSARIO, Y LOS RODADORES BELGAS

 

Number naiinna,
number naiinna,
number naiinna,
number naiinna…
Pedaleo, riñones.
Y el plato grande en elipse estroboscópica, girando sobre tu cabeza gacha camino de la Roca del Vallés. Mientras (por ejemplo), suena el Tour de France en el derretido salón.

Todo, dando vueltas como un mantra en el tocata Bettor de maleta de tu infancia. Como una llamada/alarma a la psicodélia/lisérgia, con la que uno suele caer en el remolino colorido del recuerdo:
El carnero que envistió en sueños el portón del corral y que jamás supe si fue real.
Las grandes tetas de mis hermanas que espiaba por la rendija de la puerta a hurtadillas. El Cola Cao. Y el niño consentido!!

El matón de mi calle, Manolito (no es irrisorio para ser un matón, más por calibre que por prestancia?), los taquigoles y la invisibilidad hasta los 14 años.
El pollo que me mató mi padre en una de sus borracheras, y que jamás perdoné; (y ahora sí). El humo del tabaco y mis ojos llorosos escoltándolo a decenas de peñas flamencas: seguirillas, tangos, fandangos de huelva y martinetes… y sus poesías de analfabeto acuñadas por manos como lijas hartas de fondar barricas en Ramoneda Hnos.
Pegando con cola blanca de manualidades, todos aquellos recuerdos que te van viniendo:
Pues si los 49 ahí, mirando desde el filo del precipicio la entrada a los 50, son dados a hacer retrospectivas.
Que van a ser los diez de blogeo y escrituras? Si como mucho son un punto de lectura de cartulina fucsia como tantas e inconstantes aventuras.

La última que celebré, la cabra tiró al monte: Medio bestia/medio criatura.
Y ahora, años después. No se si salir a buscarla o quedarme observándola corretear esporádicamente. Cuando parece ya un mastín perezoso, que solo ataca/defiende, cuando la presa está a una distancia no más grande que la de un palmo.

Se ha asomado ahora desde la ladera a la playa. Y allí. Desde arriba.
Donde se contempla el festín de los dioses con cierta desgana y más pereza que empatía.
Solo queda tomar apuntes y editar el bestiario: Cada día uno distinto y aún más grotesco.

Eso en cierto modo, lo he adquirido últimamente de mi nonagenaria madre (y uno+).
A quien solo despierta una sonrisa increíble de su resignada y anciana demencia, una burrada de las mías o de mis hermanas.
Sus empequeñecidos ojillos y el crisol de color que desemboca su cuerpo en dichos, manías del pasado, y cada uno de los nombres de los vecinos de mi barrio; incluso saber que Rocío Jurado nació en Chipiona, y no lo que comió horas antes.
Todo es así de mágico y exquisito!!

El último año de EGB y los preparativos y recaudación como delegado de 8º, para el viaje de fin de curso que nunca llegué a hacer; así, por que sí.
Mi observatorio desde el balcón, donde dos muchachas con hullaop medían mi estándar de belleza. Las cronometradas con mi Orbea Furia y un amigo, a una de las manzanas de mi barrio; muy a lo escalada de Montjuic. O el juego de mesa que inventamos los dos con fichas, emulando las grandes clásicas de ciclismo y nuestro propio equipo extraído de revistas.
Las horas interminables y sudorosas en mi habitación con mi madre gritando: - Salir a que os de el aire!!
Mi vecino marrano del primero con su Atari, el pajillero del segundo, el alelao del cuarto o los “cabezas cuadradas” del quinto; como los llamaba mi padre.
Los bocadillos voladores a las cinco de la tarde a grito pelao. Los paitobis de San Roque que venían a mangarnos nuestras miserias y temores.
El cazador furtivo de arañas y moscas para el tritón del Miguelín. Y nuestros primeros tocamientos con nuestras vecinas; las emancipás: A médicos, a novios y al cuarto oscuro. Toda una revolución sexual!!

Todas, microscópicas fábulas que como una serie de Granada Television. Ocurrían por un breve periodo, aunque con el tiempo parezcan extraordinarias aventuras mucho mejores que las de los Goonies. Y que en un barrio raro de la periferia, nos hizo y hace a sus nativos, gente rara de cojones en un universo lleno de situaciones inverosímiles dignas de cualquier guion de cine underground.

Ahora. Esto de cumplir una decena de años narrando lo que bien creo merece la pena compartir. En realidad es un diario experimental para liberar todo lo que supuestamente no debería perderse en mi recuerdo.
Ese que ya ni acertamos a balbucear o describir con exactitud matemática sino emocional.
Una terapia vamos!! que me sale infinitamente más barata que la de un psicólogo o logopeda. Y que hasta amigos me ha hecho encontrar (no veas lo sufrido que es sentirse solo).

En realidad y seguramente. Todo este microcosmos de confesos empedernidos y frustrados, sea como un cotolengo donde mirarse y reconocerse, en vez de esconderse entre la multitud.
Pero siempre preferiré estar entre locos libres, que rodeado de cuerdos temerosos de enseñar sus debilidades más perversas.
Disfruten así de esta retahila de tonterías y con ellas, de cada una de su/mi banda sonora personal. Para huir un poco del posicionamiento firme y convencido que pretende reunirnos entorno a un ideal, estilo o pensamiento aborregado. No sean ni así ni asá, sino solo páginas en blanco.
BONE ESTIU y DISFRUTEN DE ESTAS INCONFESABLES RAREZAS!!

01_SHIRLEY ANNE FIELD_Its legal
02_THEE MORE SHADOWS_Pre-present
03_A.A BONDY_When the devil's loose
04_THE GENTLE WAVES_Falling from grace
05_ERNAN ROCH CON LAS VOCES FRESCAS_Cause of love
06_THE SMITHS_Reel around the fountain (Troy Tate version)
07_PERE UBU_Breath
08_THE CONNELLS_Get a gun
09_B52's_Hero worship
10_ALTERED IMAGES_Dead pop stars
11_HATCHAM SOCIAL_My opinion
12_THE MONOCHROME SET_He's frank
13_KRISTIN HERSCH_A cleaner light
14_STEREOLAB_French disco
15_BEASTS OF BOURBON_Something to lean on
16_BARE WIRES_If its over
17_THE JAM_A town called malice (Live)
18_THE LEGENDARY JIM RUIZ GROUP_My bloody yugo
19_BOB MARLEY & THE WAILERS_Johnny Was
20_THE FLAMING STARS_Too late to turn back, too early to say goodbye
21_PAVEMENT_Grounded
22_GET CAPE WEAR CAPE, FLY_An oak tree
23_THE LUCY SHOW_Resistance
24_NEW MODEL ARMY_The price
25_SR CHINARRO_La cruz verde
26_DENT MAY &MAGNIFICENT UKELELE_Howard
27_DAVID BOWIE_I dig everything
28_THE BLUE NILE_Tinseltown in the rain
29_MY BLOODY VALENTINE_No place to go
30_THE GREEN PAJAMAS_The secret of her smile
31_THE RAYNYARD_Wasted rain

sábado, 22 de junio de 2019

LA TORTUGA ROJA & CASTAWAY ON THE MOON: SOLOS, EN SILENCIO Y LA FELICIDAD



Hay penículas para reír con contagiosa e hilarante melodía, para desangrarse llorando e incluso para poner el piloto automático y desconectar en pos de abrumadores efectos visuales e imágenes a toda velocidad.
Hay gustos, tantos como colores y tonalidades en la paleta; gustos para todo y tutti.
Y de eso, la industria del entretenimiento sabe un montón y nos tiene desde hace un montón, un plan preparado para alabar el: “una imagen vale más que mil palabras”; cierto?…. O no…

También hay placeres solitarios -además de la masturbación- para construir nuestro propio imaginario a capricho personal: Sin entrometidos, influencias externas o condiciones.
Para quienes matamos el tiempo juntando letras y soltando lastre; nuestra mejor aliada. LA SOLEDAD
La misma que te empuja en una hipotética hipérbole. Y adentrarte remo en mano al infinito mar, con una caña de sedal laaargo laaargo. Buscando en el lecho marino, todo aquello que otros extraviaron, ignoraron o no quisieron por desprecio.

Estas dos cintas en efecto, no son en absoluto de rutilante actualidad.
La primera: la Francesa LA TORTUGA ROJA.
Ya cuenta con tres años, y sinceramente. Me extraña una barbaridad que no se le haya hecho apenas mención en éste, nuestro mundo blogeril de formato casero; por lo menos que yo sepa.
Y la segunda: Coreana CASTAWAY IN THE MOON. Incluso con unos cuantos años más; diez, en concreto.



La primera la vi hace dos años y sinceramente ya sea por pereza. O porque cada vez me cuesta más ponerme a escribir sobre cine sin caer en las típicas exposiciones, tecnicismos o coletillas. Para acabar convirtiendo esto del placer cinéfago, en una materia con prospecto y bondades paliativas; que en serio, me aburre soberanamente.
Pero fue recuperar este último filme del Coreano Lee Hey-jun en una tarde modorrosa de invierno, alabada como comedia y mis ganas por poner el piloto automático… Que mi sorpresa por su inflexión a la hora de tratar la opresora debacle actual (esa que ya nos metieron con vaselina hace años y a la que ya estamos sojuzgadamente acostumbrados). Y ese punto de bizarrismo Coreano, tan omnipresente en sus maravillosas películas. Para exponer en clave de “comedia”, la desesperación humana, la soledad y una poesía de júbilo final.
Me ha hecho reconsiderar la conexión – aunque aparentemente antagónica en cuanto a estilos – perfectamente compatibles en alegatos humanistas, liberadores y reflexivos. De dos de las películas, que más me han emocionado últimamente.

Así que digo yo… Sería una injusticia que entre tanta serie y falta de chicha cinéfila; por lo menos a grandes rasgos. Que el avance del tiempo pierda en el olvido a semejantes joyas.

LA TORTUGA ROJA: Es para quienes crecimos enterrados entre pilas de cómics, tebeos e imaginativas ilustraciones. Lo más cercano a imaginar o visualizar en la gran pantalla, una historia de Frederik Peeters o Jean Giraud.
No solo porque sus ilustraciones en movimiento se apoyan en las texturas del lápiz y la tinta coloreada. O porque las mismas exploten la sensibilidad y la extraordinaria belleza de su paisajística y desoladora fotografía. Sino porque todo ese minimalismo gráfico, conecta con intrínseca naturalidad la tradición ilustradora francesa con los estudios Ghibili. Quienes la auspician, cuando se temía por su continuidad tras la muerte de su fundador Hayao Miyazaki.
Pero al margen de ese invisible tapiz visual que entreteje a clásicos como: La Tumba de las Luciérnagas, Mi Vecino Totoro o el Viaje de Chihiro. En el respeto originario de la animación hacia el papel. Es, la historia:
Que emerge como la verdadera y más mágica de las narrativas, donde la desolación, la fábula mágica, la naturaleza, el amor, y los ciclos de la vida. Se despliegan con una armonía casi Zen sobre una preciosa banda sonora y sin ni un solo diálogo.
Como una alegoría entre la ausencia de textos y las imágenes, y donde sin embargo. Esa misma historia es capaz de dar la plenitud que otras producciones animadas han sido incapaces de lograr sin un aparatoso despliegue de medios. Y que la historia gráfica tampoco es capaz de conseguir sin la complicidad del lector.
Aquí pues, es un todo. Un regalo para grandes y pequeños por su mensaje poético, por la libertad sin condiciones a la hora de que el espectador construya su propia moraleja o lección de vida. E ilimitada a la hora generar sensaciones, sí, sin un solo diálogo.
¿no es mágico?
Y en la que un náufrago a su suerte en una remota isla desierta. Descubre en el abandono más absoluto, su insignificancia y el abrumador susurro de la naturaleza. De su instinto superviviente, a la desesperación. De sus miedos, la resignación, la rabia, el consuelo… Y la exuberante poesía del silencio, cuando solo la música y las imágenes son capaces de transmitir tanto como la danza y la expresión de dos cuerpos.
En realidad esta película animada es como un viaje por la vida. Un alegato a la existencia, y la poca trascendencia del ser humano en el universo si se es engranaje y no conductor.

Las dos cintas se dan la mano cuando nos presentan a dos seres humanos desprovistos, desesperados y solitarios. El siguiente sin la sensibilidad y aflicción del protagonista de La Tortuga Roja desde luego.
Pero con la misma ternura y piadosa empatía para con el espectador, lo juro.

CASTAWAY IN THE MOON nos presenta al típico inútil milenial, ahogado en la propia mierda del sistema: Endeudado, arruinado y dependiente de la tecnología al borde del suicidio (tan inútil que ni suicidarse sabe) . De una manera grotesca y esperpéntica, según los cánones culturales del cine coreano y asiático, así a lo bruto.
Pero no tan lejos del náufrago de La Tortuga Roja, por inverosímil que nos parezca. No amigos, no.
Uno podrá ser todo lo melodramático y poético que se quiera. Pero Kin Seong-Geun también tiene su drama personal, por muy materialista que nos parezca y carente de misericordia. Y poca broma con el suicidio en Corea, donde las tasas de suicidio de estudiantes y ejecutivos por las exigencias sociales son alarmantes.
Que la alegoría a la madre naturaleza de la gran tortuga es infinitamente más emotiva, que el anhelado sobre de Fideos Instantáneos con salsa de Judías de Kin; puede ser, no lo dudo.
Pero a la práctica, el ejercicio de crítica existencialista a la sociedad actual donde se dota al individuo de un poder infinito; siempre y cuando le sigas el rollo al sistema. Y la verdadera insignificancia del mismo ante la madre naturaleza y nuestro origen primitivo. Es exactamente igual, y nos lleva más o menos a las mismas conclusiones.

Pero al lío que me desvío.
Kin Seong-Geun no logra suicidarse y va a parar a un islote colindante a Seúl y sobre el río Han, a escasos metros de la ciudad. Pero ah problema!! el personaje en cuestión no tiene ni pajolera idea de nadar. Igual que yo hace escasos seis años; con lo que supondréis mi empatía y comprensión con el susodicho.
Así que el largometraje narra las peripecias de dicho lerdo en su afán por por escapar y/o sobrevivir rodeado de inmundicias y mierda varia que la corriente arrastra al islote desde la gran urbe. A lomos de un ritmo narrativo y odisea algo ridícula muy cercana a los Hnos Coen. Lo que de principio parece una chorrada de dimensiones simplonas, se acaba convirtiendo en una oda a la soledad y a nuestra propia realidad, por absurda que parezca.



Por el camino da tiempo a sentirnos identificados; tan poderosos y capaces como nos creemos. Pero a reconocernos ya, como víctimas reales de los prácticos interfaces amigables y apps que tan fácil nos hacen la vida. Donde es visible a diario, como la gente se va olvidando ya de hacer cosas con las manos y a usar su instinto para sobrevivir al día a día.
Aquí a risas a costa del inútil, condescendencia y al final cariño. Hay espejos en los que mirarnos y también un idilio amoroso invisible y en la distancia, con una Hikikomori. Que acaba siendo un alegato a la libertad y una reflexión al fin y al cabo, sobre la levedad del ser. O si se quiere, el verdadero origen de la felicidad lejos de muchos bienes materiales.
Suena utópico y superidealista, pero en el fondo es la única culminación hacia lo más parecido a la tan manoseada felicidad.
Que supongo que cada uno a lo suyo con SU felicidad; dios me libre. Pero que queréis que os diga.
Yo que crecí sin apenas lujos ni caprichos, de familia de campesinos y pastores. Cuando mi padre dejó las ovejas y se vino a Barcelona con sus 5 hijos sin saber leer ni escribir, para acabar dedicándose a hacer Barricas y criar Canarios. Lo poco y escaso es lo que más nos ha unido como hermanos. Buscar nuestra armonía con curiosidad infantil y sin ningún tipo de complejo ni vergüenza por ser ignorantes luego, curiosos.
Lo que más me place en la vida es darle la vuelta a las piedras que pisamos para ver que sucede ahí debajo. A aprovechar los sentidos de la naturaleza: Oler e interpretar, observar lo insignificante más que lo deslumbrante, escuchar el murmullo y no los gritos, tocar y herirte un poco si hace falta porque en la cura está la superación. Y absorber cual esponja marina para liberar y oxigenar.
No se si es la felicidad, pero si el vivir.

viernes, 14 de junio de 2019

DUELO EN EL PÁRAMO: THE INTELLIGENCE EN LA SALA UPLOAD 5/06/2019

 


Con el hallazgo a día de hoy, de algunas víctimas desfarriadas por el Fórum; tras la resaca del mastodóntico Primavera Sound.
Barcelona amaneció igual que en el Mecanóscrit del Segon Origen, vacía de pasión y riesgo.
Y es lo que tiene darlo todo como si no hubiese un amanecer, cuando insaciables festivales como el Primavera pasan por una ciudad como Barcelona, achacada ya de por si, por los males del postmodernismo: Que engullen como en un remolino, a todo aquel que precisa de la comodidad del pack para darse en tres días. Un atracón con lo que se supone “es todo aquello que uno necesita para estar al día”.

Pero claro. Hay una especie de suerte con todo esto de la música:
Que por muchos medios donde hacer escala para descubrir, ¿informarse? O imaginar que estás al día, que haya. Siempre y digo suerte hay infinidad de interesantísimas propuestas, que ya por estar al margen del barullo, dan una garantía de emociones muy por encima de la media.



Es el caso por ejemplo, de THE INTELLIGENCE:
Una banda con campo base en Seattle desde 1999 y nueve álbumes + su reciente vuelta, de nombre “Un-Psychedelic in Peoveycity/2019) Juno Records. Es parecido y medio hermano de los todavía en boca de todos (Ty Segall, Thee Oh Sees o Mike Cronin), y sin embargo increíblemente desconocidos para las masas enfervorecidas.
Bandas que todo el mundo de intachable modernidad conoce. Pero que en realidad pocos son capaces de seguirles la pista, o por lo menos el ritmo de pedalada y mensaje sin condicionantes que reparten de manera compulsiva cada añada (el último fenómeno son los King Gizzard & The Lizard Wizard).
Digamos que dentro de la escena alternativa psicogarajerapunk americana, son en realidad, los que avanzan sin frenos ni contrapartidas para con el business entertainment. Y por lo tanto, de los pocos que realmente transmiten lo más parecido a lo que se cocía a finales de los 70/primeros 80 en el mal llamando indie Británico.

Experimentación con sonidos, regresos al principio de la New Wave Americana, Punk pasado por la batidora del Garaje y los Nuggets más ácidos. Pocas manías para de un salto embarrarse con el Pop, el Glan o el Krautrock lisérgico o mecánico…
Eso podría decirse que son THE INTELLIGUENCE: Un todo o nada de diversos sonidos, pero una reconocible manera de construir su música. Que los hace únicos en su especie, pese a emparentarlos con cosas como: Magazine, Clinic, Monochrome Set o vete tu a saber, así,de oídas.
Y por excusar a la marabunta. El inconveniente para quien quiere acomodar su sesera y oídos, en algo más afable, predecible o popular; nada nuevo en el horizonte.

Así pues, cuando Lars Fingerg subió al escenario y se encontró con 30 escasas personas de público, entre risas no pudo más que saludar con un “good morning”. Como si la banda se presentara a dar un set en una terraza mañanera a modo de aperitivo.
No tuvimos las cuatro cabras descarriadas, la suerte de ver a las guitarras y voces acompañándolo, ese guitarra de The Shins Dave Hernández; quien sí a vuelto a tocar en su nuevo álbum. Aunque quien lo suplió, dio la talla sobradamente.

El enésimo desaguisado de otro de tantos festivales; en este caso el SON GALICIA: Quien se ha apropiado del concierto cambiado su ubicación inicial del céntrico Rocksound, al inóspito Upload en el anacrónico Pueblo Español de las afueras de la ciudad.
No logró que la profesionalidad de la banda, y un público dispuesto a levantar la noche a base vítores. Nos regalara una especie de live dedicado y a medida, la mar de chulo, entretenido e igualmente revelador.

En el fondo, los que venimos de épocas heroicas donde lo alternativo: ni era tan mediático, ni movía a miles de personas. Acabamos satisfechos incluso, de confirmar que las modas y las masas, en realidad siempre han ido tarde cuando de lo que se trata es de mojarse para pescar.
 


El sonido cacofónico de la sala se suplió con la contundencia de un Kaanan Tupper a la batería, y el onduloso bajo de Drew Church. Quienes ejercieron su capacidad de metrónomos, para acompañar los salmos de Finberg a lomos de esas guitarras taaaan!! trepanadoras.
Destriparon parte de su último disco, quien camina bajo una atmósfera menos cáustica que su anteriores entregas. Pero que en cambio contiene una parte lisérgica tan hipnótica la de aquellos “Going Up” o Porcupine de los Echo & The Bunnymen, insolados de surf matropolitano.
Más como una sensación o ambiente, que como un estilo que se asemeje estrictamente.
Pero realmente, el chipotle de la noche lo pusieron el basto ingente de agujetas que como canciones tienen: Empezando con “I’m Closed”; que arrancó la velada. Siguiendo con “Janitors”, “Thank you God for Fixing the Tape Machine”, “We Refuse”, “The Galaxy”, “The Entertainer” y la psicótica “Like x7” . Y acabando con un vacilón “Dim Limelighs, dentro de otro de los discos que más protagonizaron la noche: Su demoledor “Everybody’s Got it Easy But Me/2012”.
Tanto, que incluso demandó de un bis por la locura desatada en la platea, y el alumnado desbocado.
Nos señalaron y enumeraron en fila de a uno, con la licencia incluso de pedirles canciones dedicadas; que es lo que tiene no poder mimetizarse con el gentío. Y pensar incluso que esa canción, ¡esa canción! Te la estaban cantando a ti!!
No había sentido jamás nada parecido lo juro.
Pude hacer amigos y todo (que es lo que tiene llegar una hora antes por el porsiaca). Amigos desconocidos, pero todos de la familia de las treinta criaturas con más luces que la feria de Abril, a la redonda.
Que no harán estos ajustadores y alicatadores del alma con más gente que en una boda gitana. Y no digo con cien más, pero con el doble?
Igual nos dejaban por dentro mejor dispuestos que un parque acuático, para que las neuronas, células, ocurrencias y glóbulos se tiraran desde oídos y cerebro, como en un tobogán.
Por lo menos.