Es
posible, digo posible? Seguro. Que ahora mismo, a quien le mienten
Ucrania (así, en general y sin concretar). No acierten en situar la
República exsoviética más occidental (junto a Lituania y
Bielorrusia) mucho más allá de sus conflictos geopolíticos en la
última década, sus exitosos deportistas. O como mucho, el desastre
nuclear de Chernobyl de hace 8 años que ha vuelto a poner a HBO en
boca de todos. Y que es posible que más de uno ni pajolera idea
tenga, que fue en Ucrania y no en Rusia, así como lo de que todos
los que tienen los ojos rasgados no tienen porque ser Chinos.
La
superficie, en definitiva, y como mucho el poco interés que se
proclama a diestro y siniestro. Si lo de mear y cagar andando, se
compara con los titulares, carteles luminosos o logotipos; que es lo
que poquito a poco va imperando según avanza la vida y los pesaos
nos vamos haciendo mayores.
Cuan
más mayores, más pesaos; es asín.
Yo
ya tengo mi plan para jubilarme (si llego). Y colocarme frente un
paso de cebra, a ceder el paso con aspavientos a todo coche que se
detenga para que cruce.
Pero
no es eso no, lo que venía a contar mientras comienza la
interminable cuenta atrás hacia las vacaciones. Ahora que… mira
tú, tengo un poco más de tiempo sin más gimnasio municipal donde
bajar la lorza, que echarme a mi apretada agenda.
Múnsica,
múnsica!! para dejar un poco en automático, la neurona
revolucionaria que de tan mala leche me pone últimamente.
Pegarle
un puncherón al complejo estético y mandar fuera del campo, a tanto
estereotipo placebo con el que masturbar la autoestima.
No
le deis con un palo desgraciaos!! abrazarla contra el pecho y cerrar
los ojos.
Si
no es así, ni os vais a arrimar a esta horripilante portada; como lo
cuento amigos.
Yo
el primero, lo admito.
Los
escuché hará ya un par de meses. Y la verdad es que esa imagen
entre lo místico y los dibujos de mis hijos en prescolar, me dio
repelús. Y aunque “Come About” arrancó de mi alma
un gemido lastimero con melodía psicodélica noventera; que es como
se venden.
Esa
imagen perturbadora no hacía más que torturarme con:
-
Que si esa producción tan perfecta, que si es todo tan carente de
alma como esos colores violáceos, taaaan obvio y pertrechado en
su conjunto…
Pero
sin ser todo lo contrario ni justificar mi vicio malsano por cosas
del estilo: Lightneen Seeds, The Dylans, Kula Shaker, Dodgy y ese
boniquismo post Madchester Britpoperil.
También
digo que es como esa reconstrucción que hizo Will Sergeant de Echo &
The Bunnymen sin Ian Culloch en 1990 con Reverberation.
¿son
los Echo? Pues no.
Pero
ese puto discazo me parece infinitamente más interesante y
disfrutable que algunos mierdacos publicados entre su ahora y 1997;
donde solo se salva Siberia y poco más.
Pues
LOVE’N’JOY es más o menos eso:
No
se si su intento por rememorar esa psicodélia entre el Pop de
siempre y su colorida concreción Escalidélica Brit es premeditada.
Pero el caso es que les ha quedado un álbum cortito de 8 temas. Con
al menos cinco temazos rotundos, infalibles, y tan digestibles como
un sorbete de limón tras un acopio de grasas colesterólicas, en una
calurosa tarde de verano.
“Blitz”
tiene un nosequé de fuegos artificiales, cohetes y espuma de
cerveza, que parece que a Anton Pushkar (su cantante) se le haya
metido dentro Crispian Mills.
Un
soniquete mil veces machacado, pero tan necesario como la gaseosa o
lo carbonatado cuando abunda tanto garrafón.
Échale
unos polvitos mágicos de bicarbonato y lo que sea, que “Raving
Referee” ya se encargará del resto.
Sin
complicaciones ni reflexiones sesudas buscando autorías o méritos,
solo música eficiente.
Y
es que muchas veces nos vamos tanto por los cerros de úbeda, o
pedimos silencio/vítores a cosas tan mundanas. Que el huevo frito
con chorizo más esencial de nuestra alma primitiva, sale como un
eructo pidiendo solo comida y placer; joder ya!!
Si
es que a eso que llaman instinto animal, para los humanos es la
virginidad libre de campañas medáticas.
Tira
con “Animals” fiera!! Que bien podría ser una
rumba psicotrópica de los Amaya, harto ya como estoy de tanto
mejunje. El “Starry Night” en constelación choni
con Ian Brown; que mira como saquedao la criaturica!! Y un
ejercicio de manual tirando la mirada más atrás y chimpún: “Stolen
Pearl” y “Cosmo”.
Y
se queda uno más a gusto que en brazos sin más pretensiones que
echar un rato.
Y
el plato grande en elipse estroboscópica, girando sobre tu cabeza
gacha camino de la Roca del Vallés. Mientras (por ejemplo), suena el
Tour de France en el derretido salón.
Todo,
dando vueltas como un mantra en el tocata Bettor de maleta de tu
infancia. Como una llamada/alarma a la psicodélia/lisérgia, con la
que uno suele caer en el remolino colorido del recuerdo:
El
carnero que envistió en sueños el portón del corral y que jamás
supe si fue real.
Las
grandes tetas de mis hermanas que espiaba por la rendija de la puerta
a hurtadillas. El Cola Cao. Y el niño consentido!!
El
matón de mi calle, Manolito (no es irrisorio para ser un matón, más
por calibre que por prestancia?), los taquigoles y la invisibilidad
hasta los 14 años.
El
pollo que me mató mi padre en una de sus borracheras, y que jamás
perdoné; (y ahora sí). El humo del tabaco y mis ojos llorosos
escoltándolo a decenas de peñas flamencas: seguirillas, tangos,
fandangos de huelva y martinetes… y sus poesías de analfabeto
acuñadas por manos como lijas hartas de fondar barricas en Ramoneda
Hnos.
Pegando
con cola blanca de manualidades, todos aquellos recuerdos que te van
viniendo:
Pues
si los 49 ahí, mirando desde el filo del precipicio la entrada a los
50, son dados a hacer retrospectivas.
Que
van a ser los diez de blogeo y escrituras? Si como mucho son un punto
de lectura de cartulina fucsia como tantas e inconstantes aventuras.
La
última que celebré, la cabra tiró al monte: Medio bestia/medio
criatura.
Y
ahora, años después. No se si salir a buscarla o quedarme
observándola corretear esporádicamente. Cuando parece ya un mastín
perezoso, que solo ataca/defiende, cuando la presa está a una
distancia no más grande que la de un palmo.
Se
ha asomado ahora desde la ladera a la playa. Y allí. Desde arriba.
Donde
se contempla el festín de los dioses con cierta desgana y más
pereza que empatía.
Solo
queda tomar apuntes y editar el bestiario: Cada día uno distinto y
aún más grotesco.
Eso
en cierto modo, lo he adquirido últimamente de mi nonagenaria madre
(y uno+).
A
quien solo despierta una sonrisa increíble de su resignada y anciana
demencia, una burrada de las mías o de mis hermanas.
Sus
empequeñecidos ojillos y el crisol de color que desemboca su cuerpo
en dichos, manías del pasado, y cada uno de los nombres de los
vecinos de mi barrio; incluso saber que Rocío Jurado nació en
Chipiona, y no lo que comió horas antes.
Todo
es así de mágico y exquisito!!
El
último año de EGB y los preparativos y recaudación como delegado
de 8º, para el viaje de fin de curso que nunca llegué a hacer; así,
por que sí.
Mi
observatorio desde el balcón, donde dos muchachas con hullaop medían
mi estándar de belleza. Las cronometradas con mi Orbea Furia y un
amigo, a una de las manzanas de mi barrio; muy a lo escalada de
Montjuic. O el juego de mesa que inventamos los dos con fichas,
emulando las grandes clásicas de ciclismo y nuestro propio equipo
extraído de revistas.
Las
horas interminables y sudorosas en mi habitación con mi madre
gritando: - Salir a que os de el aire!!
Mi
vecino marrano del primero con su Atari, el pajillero del segundo,
el alelao del cuarto o los “cabezas cuadradas” del quinto; como
los llamaba mi padre.
Los
bocadillos voladores a las cinco de la tarde a grito pelao. Los
paitobis de San Roque que venían a mangarnos nuestras
miserias y temores.
El
cazador furtivo de arañas y moscas para el tritón del Miguelín. Y
nuestros primeros tocamientos con nuestras vecinas; las emancipás:
A médicos, a novios y al cuarto oscuro. Toda una revolución
sexual!!
Todas,
microscópicas fábulas que como una serie de Granada Television.
Ocurrían por un breve periodo, aunque con el tiempo parezcan
extraordinarias aventuras mucho mejores que las de los Goonies. Y que
en un barrio raro de la periferia, nos hizo y hace a sus nativos,
gente rara de cojones en un universo lleno de situaciones
inverosímiles dignas de cualquier guion de cine underground.
Ahora.
Esto de cumplir una decena de años narrando lo que bien creo merece
la pena compartir. En realidad es un diario experimental para liberar
todo lo que supuestamente no debería perderse en mi recuerdo.
Ese
que ya ni acertamos a balbucear o describir con exactitud matemática
sino emocional.
Una
terapia vamos!! que me sale infinitamente más barata que la de un
psicólogo o logopeda. Y que hasta amigos me ha hecho encontrar (no
veas lo sufrido que es sentirse solo).
En
realidad y seguramente. Todo este microcosmos de confesos
empedernidos y frustrados, sea como un cotolengo donde mirarse y
reconocerse, en vez de esconderse entre la multitud.
Pero
siempre preferiré estar entre locos libres, que rodeado de cuerdos
temerosos de enseñar sus debilidades más perversas.
Disfruten
así de esta retahila de tonterías y con ellas, de cada una de su/mi
banda sonora personal. Para huir un poco del posicionamiento firme y
convencido que pretende reunirnos entorno a un ideal, estilo o
pensamiento aborregado. No sean ni así ni asá, sino solo páginas
en blanco.
BONE
ESTIU y DISFRUTEN DE ESTAS INCONFESABLES RAREZAS!!
01_SHIRLEY ANNE FIELD_Its legal 02_THEE MORE SHADOWS_Pre-present 03_A.A BONDY_When the devil's loose 04_THE GENTLE WAVES_Falling from grace 05_ERNAN ROCH CON LAS VOCES FRESCAS_Cause of love 06_THE SMITHS_Reel around the fountain (Troy Tate version) 07_PERE UBU_Breath 08_THE CONNELLS_Get a gun 09_B52's_Hero worship 10_ALTERED IMAGES_Dead pop stars 11_HATCHAM SOCIAL_My opinion 12_THE MONOCHROME SET_He's frank 13_KRISTIN HERSCH_A cleaner light 14_STEREOLAB_French disco 15_BEASTS OF BOURBON_Something to lean on 16_BARE WIRES_If its over 17_THE JAM_A town called malice (Live) 18_THE LEGENDARY JIM RUIZ GROUP_My bloody yugo 19_BOB MARLEY & THE WAILERS_Johnny Was 20_THE FLAMING STARS_Too late to turn back, too early to say goodbye 21_PAVEMENT_Grounded 22_GET CAPE WEAR CAPE, FLY_An oak tree 23_THE LUCY SHOW_Resistance 24_NEW MODEL ARMY_The price 25_SR CHINARRO_La cruz verde 26_DENT MAY &MAGNIFICENT UKELELE_Howard 27_DAVID BOWIE_I dig everything 28_THE BLUE NILE_Tinseltown in the rain 29_MY BLOODY VALENTINE_No place to go 30_THE GREEN PAJAMAS_The secret of her smile 31_THE RAYNYARD_Wasted rain
Hay
penículas
para reír con
contagiosa e hilarante melodía,
para desangrarse llorando e incluso para poner el piloto automático
y desconectar en pos de abrumadores efectos visuales e imágenes a
toda velocidad.
Hay
gustos, tantos como colores y tonalidades en la paleta; gustos para
todo y tutti.
Y
de eso, la industria del entretenimiento sabe
un montón y nos tiene
desde hace un montón,
un plan preparado para
alabar el: “una
imagen vale más que mil palabras”;
cierto?…. O no…
También
hay placeres solitarios -además de la masturbación-
para construir nuestro propio imaginario a capricho personal: Sin
entrometidos, influencias externas o condiciones.
Para
quienes matamos el tiempo juntando letras y soltando lastre; nuestra
mejor aliada. LA SOLEDAD
La
misma que te empuja en una hipotética hipérbole. Y adentrarte remo
en mano al infinito mar, con una caña de sedal laaargo laaargo.
Buscando en el lecho marino, todo aquello que otros extraviaron,
ignoraron o no quisieron por desprecio.
Estas
dos cintas en efecto, no son en absoluto de rutilante actualidad.
La
primera: la Francesa LA TORTUGA
ROJA.
Ya
cuenta con tres años, y sinceramente. Me
extraña una barbaridad que no se le haya hecho apenas mención en
éste, nuestro mundo blogeril de formato casero; por lo menos que yo
sepa.
Y
la segunda: Coreana CASTAWAY IN THE MOON. Incluso
con unos cuantos años más; diez, en concreto.
La
primera la vi hace dos años y sinceramente ya sea por pereza. O
porque cada vez me cuesta más ponerme a escribir sobre cine sin caer
en las típicas exposiciones, tecnicismos o coletillas. Para acabar
convirtiendo esto del placer cinéfago, en una materia con prospecto
y bondades paliativas; que en serio, me aburre soberanamente.
Pero
fue recuperar este último filme del Coreano Lee Hey-jun en una tarde
modorrosa de invierno, alabada como comedia y mis ganas por poner el
piloto automático… Que mi sorpresa por su inflexión a la hora de
tratar la opresora
debacle actual (esa que ya nos metieron con vaselina hace años y
a la que ya estamos sojuzgadamente acostumbrados).
Y ese punto de bizarrismo Coreano, tan omnipresente
en sus maravillosas
películas. Para
exponer en clave de “comedia”, la desesperación humana, la
soledad y una
poesía de júbilo
final.
Me
ha hecho reconsiderar la conexión – aunque aparentemente
antagónica en cuanto a estilos – perfectamente
compatibles en alegatos humanistas, liberadores y reflexivos. De dos
de las películas, que más me han emocionado últimamente.
Así
que digo yo… Sería una injusticia que entre tanta serie y falta de
chicha cinéfila; por lo menos a grandes rasgos. Que el avance del
tiempo pierda en el olvido a semejantes joyas.
LA
TORTUGA ROJA: Es para quienes
crecimos enterrados entre pilas de cómics, tebeos e imaginativas
ilustraciones. Lo más cercano
a imaginar o visualizar en la gran pantalla, una historia de Frederik
Peeters o Jean Giraud.
No
solo porque sus ilustraciones en movimiento se apoyan en las
texturas del lápiz y la tinta coloreada. O porque las mismas
exploten la sensibilidad y la extraordinaria belleza de su
paisajística y desoladora fotografía. Sino porque todo ese
minimalismo gráfico, conecta
con intrínseca naturalidad la tradición ilustradora francesa con
los estudios Ghibili. Quienes
la auspician, cuando se temía por su continuidad tras la muerte de
su fundador Hayao Miyazaki.
Pero
al margen de ese invisible tapiz visual que entreteje a clásicos
como: La Tumba de las Luciérnagas, Mi Vecino Totoro o el Viaje de
Chihiro. En el respeto originario de la animación hacia el papel.
Es, la historia:
Que
emerge como la verdadera y más mágica de las narrativas, donde la
desolación, la fábula mágica, la
naturaleza, el amor, y
los ciclos de la vida. Se
despliegan
con una armonía casi Zen sobre una preciosa banda sonora y sin ni un
solo diálogo.
Como
una alegoría entre la ausencia de textos y las imágenes, y donde
sin embargo. Esa misma historia es capaz de dar la plenitud que otras
producciones animadas han sido incapaces de lograr sin un aparatoso
despliegue de medios. Y que la historia gráfica tampoco es capaz de
conseguir sin la complicidad del lector.
Aquí
pues, es un todo. Un regalo para grandes y pequeños por su mensaje
poético, por la
libertad sin condiciones a la hora de que el espectador construya su
propia moraleja o lección de vida. E ilimitada a la hora generar
sensaciones, sí, sin un solo diálogo.
¿no
es mágico?
Y
en la que un náufrago a su suerte en una remota isla desierta.
Descubre en el abandono más absoluto, su insignificancia y el
abrumador susurro de la naturaleza. De su instinto superviviente, a
la desesperación. De sus miedos, la resignación, la rabia, el
consuelo… Y la exuberante poesía del silencio, cuando solo la
música y las imágenes son capaces de transmitir tanto como la
danza y la expresión de dos cuerpos.
En
realidad esta película animada es como un viaje por la vida. Un
alegato a la existencia, y la poca trascendencia del ser humano en el
universo si se es engranaje y no conductor.
Las
dos cintas se dan la mano cuando nos presentan a dos seres humanos
desprovistos, desesperados y solitarios. El siguiente sin la
sensibilidad y aflicción del protagonista de La Tortuga Roja desde
luego.
Pero
con la misma ternura y piadosa empatía para con el espectador, lo
juro.
CASTAWAY
IN THE MOON nos presenta al
típico inútil milenial, ahogado en la propia mierda del sistema:
Endeudado, arruinado y dependiente de la tecnología al borde del
suicidio (tan
inútil que ni suicidarse sabe)
. De una manera grotesca y esperpéntica, según los cánones
culturales del cine coreano y asiático, así a lo bruto.
Pero
no tan lejos del náufrago de La Tortuga Roja, por inverosímil que
nos parezca. No amigos, no.
Uno
podrá ser todo lo melodramático y poético que se quiera. Pero Kin
Seong-Geun también tiene su drama personal, por muy materialista que
nos parezca y carente
de misericordia. Y
poca broma con el suicidio en Corea, donde las tasas de suicidio de
estudiantes y ejecutivos por las exigencias sociales son alarmantes.
Que
la alegoría a la madre naturaleza de la gran tortuga es
infinitamente más emotiva, que el anhelado
sobre de Fideos
Instantáneos con salsa de Judías de Kin; puede ser, no lo dudo.
Pero
a la práctica, el ejercicio de crítica existencialista a la
sociedad actual donde se dota al individuo de un poder infinito;
siempre y cuando le sigas el rollo al sistema. Y la verdadera
insignificancia del mismo ante la madre naturaleza y nuestro origen
primitivo. Es exactamente igual, y nos lleva más o menos a las
mismas conclusiones.
Pero
al lío que me desvío.
Kin
Seong-Geun no logra
suicidarse y va a parar a un islote colindante a Seúl y sobre el río
Han, a escasos metros de la ciudad. Pero ah problema!! el personaje
en cuestión no tiene ni pajolera idea de nadar. Igual que yo hace
escasos seis años; con lo que supondréis mi empatía y comprensión
con el susodicho.
Así
que el largometraje narra las peripecias de dicho lerdo en su afán
por por escapar y/o sobrevivir rodeado de inmundicias y mierda varia
que la corriente arrastra al islote desde la gran urbe. A
lomos de un ritmo narrativo y odisea algo ridícula muy cercana a los
Hnos Coen. Lo que de principio parece una chorrada de dimensiones
simplonas, se acaba convirtiendo en una oda a la soledad y a nuestra
propia realidad, por absurda
que parezca.
Por
el camino da tiempo a sentirnos identificados; tan poderosos y
capaces como nos creemos. Pero a reconocernos
ya, como víctimas reales de los prácticos interfaces amigables y
apps que tan fácil nos hacen la vida. Donde es visible a diario,
como la gente se va olvidando ya de hacer cosas con las manos y a
usar su instinto para sobrevivir al día a día.
Aquí
a risas a costa del inútil, condescendencia y al final cariño. Hay
espejos en los que mirarnos y también un idilio amoroso invisible y
en la distancia, con una Hikikomori.
Que acaba siendo un alegato a la libertad y una reflexión al fin y
al cabo, sobre la levedad del ser. O si se quiere, el verdadero
origen de la felicidad lejos de muchos bienes materiales.
Suena
utópico y superidealista, pero en el fondo es la única culminación
hacia lo más parecido a la tan manoseada felicidad.
Que
supongo que cada uno a lo suyo con SU felicidad; dios me libre. Pero
que queréis que os diga.
Yo
que crecí sin apenas lujos ni caprichos, de
familia de campesinos y pastores. Cuando mi padre dejó las ovejas y
se vino a Barcelona con sus 5 hijos sin saber leer ni escribir, para
acabar dedicándose a hacer Barricas y criar Canarios. Lo poco y
escaso es lo que más nos ha unido como hermanos. Buscar nuestra
armonía con curiosidad infantil y sin ningún tipo de complejo ni
vergüenza por ser ignorantes luego, curiosos.
Lo
que más me place en la vida es darle la vuelta a las piedras que
pisamos para ver que sucede ahí debajo. A aprovechar los sentidos de
la naturaleza: Oler e interpretar, observar lo insignificante más
que lo deslumbrante, escuchar el
murmullo y no los gritos, tocar y herirte un poco si hace falta
porque en la cura está la superación. Y absorber cual esponja
marina para liberar y oxigenar.
Con
el hallazgo a día de hoy, de algunas víctimas desfarriadas por el
Fórum; tras la resaca del mastodóntico Primavera Sound.
Barcelona
amaneció igual que en el Mecanóscrit del Segon Origen, vacía
de pasión y riesgo.
Y
es lo que tiene darlo todo como si no hubiese un amanecer, cuando
insaciables festivales como el Primavera pasan por una ciudad como
Barcelona, achacada ya de por si, por los males del postmodernismo:
Que engullen como en un remolino, a todo aquel que precisa de la
comodidad del pack para darse en tres días. Un atracón con lo que
se supone “es todo aquello que uno necesita para estar al
día”.
Pero
claro. Hay una especie de suerte con todo esto de la música:
Que
por muchos medios donde hacer escala para descubrir, ¿informarse? O
imaginar que estás al día, que haya. Siempre y digo suerte
hay infinidad de interesantísimas propuestas, que ya por estar al
margen del barullo, dan una garantía de emociones muy por encima de
la media.
Es
el caso por ejemplo, de THE INTELLIGENCE:
Una
banda con campo base en Seattle
desde 1999 y nueve álbumes + su reciente vuelta, de nombre
“Un-Psychedelic in
Peoveycity/2019) Juno
Records. Es parecido y
medio hermano de los todavía en boca de todos (Ty Segall, Thee Oh
Sees o Mike Cronin), y sin embargo increíblemente desconocidos para
las masas enfervorecidas.
Bandas
que todo el mundo de intachable modernidad conoce. Pero que en
realidad pocos son capaces de seguirles la pista, o por lo menos el
ritmo de pedalada y mensaje sin condicionantes que reparten de manera
compulsiva cada añada (el último fenómeno son los King
Gizzard & The Lizard Wizard).
Digamos
que dentro de la escena alternativa psicogarajerapunk americana, son
en realidad, los que avanzan sin frenos ni contrapartidas para con el
business entertainment. Y por lo tanto, de los pocos que realmente
transmiten lo más parecido a lo que se cocía a finales de los
70/primeros 80 en el mal llamando indie Británico.
Experimentación
con sonidos, regresos al principio de la New Wave Americana, Punk
pasado por la batidora del Garaje y los Nuggets más ácidos. Pocas
manías para de un salto embarrarse con el Pop, el Glan o el
Krautrock lisérgico o mecánico…
Eso
podría decirse que son THE INTELLIGUENCE: Un todo o nada de diversos
sonidos, pero una reconocible manera de construir su música. Que los
hace únicos en su especie, pese a emparentarlos con cosas como:
Magazine, Clinic, Monochrome Set o vete tu a saber, así,de oídas.
Y
por excusar a la marabunta. El inconveniente para quien quiere
acomodar su sesera y oídos, en algo más afable, predecible o
popular; nada nuevo en el horizonte.
Así
pues, cuando Lars Fingerg
subió al escenario y se encontró con 30 escasas personas de
público, entre risas no pudo más que saludar con un “good
morning”. Como si la
banda se presentara a dar un set en una terraza mañanera a modo de
aperitivo.
No
tuvimos las cuatro cabras descarriadas, la
suerte de ver a las
guitarras y voces acompañándolo, ese
guitarra de The Shins Dave
Hernández; quien sí a vuelto a tocar en su nuevo álbum. Aunque
quien lo suplió, dio la talla sobradamente.
El
enésimo desaguisado de otro de tantos festivales; en este caso el
SON GALICIA: Quien se ha apropiado del concierto cambiado su
ubicación inicial del céntrico Rocksound, al inóspito Upload en el
anacrónico Pueblo Español de las afueras de la ciudad.
No
logró que la profesionalidad de la banda, y un público dispuesto a
levantar la noche a base vítores. Nos regalara una especie de live
dedicado y a medida, la mar de chulo, entretenido e igualmente
revelador.
En
el fondo, los que venimos de épocas heroicas
donde lo alternativo: ni era
tan mediático, ni movía
a miles de personas. Acabamos satisfechos incluso, de confirmar que
las modas y las masas, en realidad siempre han ido tarde cuando de lo
que se trata es de mojarse para pescar.
El
sonido cacofónico de la sala se suplió con la contundencia de un
Kaanan Tupper a la batería, y el onduloso bajo de Drew Church.
Quienes ejercieron su capacidad de metrónomos, para acompañar los
salmos de Finberg a lomos
de esas guitarras taaaan!! trepanadoras.
Destriparon
parte de su último disco, quien camina bajo una atmósfera menos
cáustica que su anteriores entregas. Pero que en cambio contiene una
parte lisérgica tan hipnótica la de aquellos “Going Up” o
Porcupine de los Echo & The Bunnymen, insolados de surf
matropolitano.
Más
como una sensación o ambiente, que como un estilo que se asemeje
estrictamente.
Pero
realmente, el chipotle de la noche lo pusieron el basto ingente de
agujetas que como canciones tienen: Empezando con “I’m
Closed”; que arrancó la velada. Siguiendo con “Janitors”,
“Thank you God for Fixing the Tape Machine”, “We
Refuse”, “The Galaxy”, “The
Entertainer” y la psicótica “Like x7” .
Y acabando con un vacilón “Dim Limelighs, dentro de
otro de los discos que más protagonizaron la noche: Su demoledor
“Everybody’s Got it Easy But Me/2012”.
Tanto,
que incluso demandó de un bis por la locura desatada en la platea, y
el alumnado desbocado.
Nos
señalaron y enumeraron en fila de a uno, con la licencia incluso de
pedirles canciones dedicadas; que es lo que tiene no poder
mimetizarse con el gentío. Y pensar incluso que esa canción, ¡esa
canción! Te la estaban cantando a ti!!
No
había sentido jamás nada parecido lo juro.
Pude
hacer amigos y todo (que es lo que tiene llegar una hora antes por el
porsiaca). Amigos desconocidos, pero todos de la familia de
las treinta criaturas con más luces que la feria de Abril, a la
redonda.
Que
no harán estos ajustadores y alicatadores del alma con más gente
que en una boda gitana. Y no digo con cien más, pero con el doble?
Igual
nos dejaban por dentro mejor dispuestos que un parque acuático, para
que las neuronas, células, ocurrencias y glóbulos se tiraran desde
oídos y cerebro, como en un tobogán.
En
busca de lo anómalo, del salirse de los márgenes y huir del fast
pleasure. Tengo un vicio incorregible de buhonero reciclado por
investigar, no solo en el pasado propio, sino en el ajeno.
Y
es curioso desde luego, como al hacernos mayores tenemos una
indecente obsesión por rehacer el camino andado.
Por
allí y por aquí nos dejamos un montón de cosas perdidas en nuestra
desmemoriada capacidad por retener solo recuerdos. Sin llegar a
cerciorarnos del como ha afectado el paso del tiempo, a nosotros
mismos y como la erosionada química del paso del tiempo cambia
radicalmente nuestro criterio.
Cambiamos
y evolucionamos. Lo cual no quiere decir que seamos más sabios, ni
el resultado de la fórmula sea de matemática exactitud.
Pasa
con la música: Esos ritmos que te contorsionaban bajo la luz
ultravioleta y espasmódicos flashes que ralentizaban nuestras noches
sin fin a ritmo del House ochentero ahora mal reciclado, o el
Chicagosound discotequero embadurnado de Soul Neoyorkino made in
Mancuso.
Todo
emerge como modas de éxtasis juvenil, aleluya!! rebeldes con
baberos, rodilleras y chichoneras. Y nuevos e irracionales fascistas
que autodenominan liberadores; aunque aquí sea lo rancio, igual que
quien te vende un made in China por vintage.
En
el trabajo de campo hay que estar bien atento para que no te la den
con queso. Ya sabes que en esto de ser exclusivo, diferente y molón
hay más trampa que cartón. Y que la auténtica modernidad está en
descender a la sima de nuestro pasado/origen, sin arneses, líneas de
vida ni que el iluminao nos lleve de la mano. Joder!! que sin riesgo
no aventura que valga!!
En
los vinos por ejemplo. Cuando la tendencia de querer bebernos a toda
costa un Vega Sicília, nos olvidamos de un básico con identidad y
tiro porque me toca. Nos quedamos ojipláticos con los precios de los
Priorat sin tener idea del proceso, la dificultad ni que hace que ese
vino valga un pastizal y a coro: Oooooh!! que maravilloso, complejo y
mineral; sí eso, mineral y balsámico!!
El…
me mola más la etiqueta que el líquido elemento, un poquito de Paco
Rabanne en este floral blanco, vainillazo al tinto… Y a tragar!!
Hazme una foto corre!! Con la copa de vino, que viste mazo.
Sería
un no acabar con la tontería humana animada por el barullo, oigan.
Al final lo que no busque uno, tropezón y los dientes al aire, no
hay quien lo cure salvo el alpargatazo de una madre. Que que razón
tenía, pero por lo bajini.
Yo
ya he optado por fin por guiarme por la intuición/instinto. Que hay
que cultivar y entrenar muchachos, siiiiiii ¿que no saben que el ser
humano es el único bicho viviente que nace con el único instinto
que te dan las hostias?
Pues
eso, no esperen a que se lo cuenten o sigan a la manada por la
inercia.
Investiguen,
no teman a la cagada que de allí nacieron los inventos. No
desconfíen de los viejos; o sí…? Y sobretodo, ensúciense. Y
hagan su propio ensayo y error, no para encontrar la solución sino
estimular su perdida inconsciencia.
La
mía por ejemplo. Al abalanzarme como un poseso, como la lerda de
Remedios Cervantes en Atrapa un millón. Y jugármela con una botella
de vino de 9 euretes rebajaos, que se moría de pena en mi tienda de confianza del barrio;
El Solanet. Desde hacía seis años mínimo.
Un
blanco de horripilante etiqueta que ya compré en su día y, o no
entendí o no me sorprendió en absoluto.
Celler
Massís es una bodega en la costera zona del Garraf, que Benjamín
Romero (Bodegas Contador, La Rioja). Adquirió para elaborar blancos
en esta curiosa e incipiente microterritorio, donde dentro de
Penedés, se dan unos blancos mediterráneos con singulares
propiedades minerales, salinas y complejidades; siempre que estén en
buenas manos claro.
En
este caso dudo que fuera una intención, pues este es uno de sus
vinos básicos que desgraciadamente fracasó; seguramente por la
desacertada etiqueta y el poco interés a la hora de
comercializarlos.
Pero
hete aquí, que por cosas de la fortuna, este blanco de Garnatxa y
Xarel.lo de ocho meses de crianza en barricas de Roble Francés:
mitad nuevas y de un solo vino la otra mitad. Ha evolucionado en
estos siete años aprox. fabulosamente en vez de irse a pique; pese a
su tapón de silicona que presentía una vida juvenil y corta.
Con
un precioso color ámbar parecido al de los Amontillados o a los
jereces de viejas soleras, este heroico resistente haría las
delicias de todos aquellos amantes de las bondades oxidativas de
Xerez, Còtes de Jura, Vins Rancis o Fondillones de Alicante.
Con
el fresco justo, en nariz todas aquellas flores blancas se han
marchitado, y aparecen secas pero increíblemente envolventes cuanto
más se atempera y se acomoda a la copa.
Hay
un toque a caramelo de miel y hierbas, que predomina sobre lo que era
en su día la fruta; ahora madura o en compota: Orejones, manzanas al
horno, algo de frutos secos, salinidad persistente, o será el toque
mineral que da esta zona a merced del mar?
En
boca es suave y licoroso, pero de final contundente y largo. Con una
acidez todavía vivaz, perfecta para no hacerlo pesado e ideal para
maridar; muy gastronómico. Largo, con toque amargo final. Tiene una
retirada amontillada pero desde luego muy particular y distinta, más
agreste. Y la verdad es que cuanto menos frío y menos prisa se
tiene, más adictivo y disfrutable es.
Maravilloso!!
una lujuria de complejidad, texturas y recuerdos que te dislocan, y
de las que agradezco tener a mano la virtuosidad de unas Zalto para
capturar todos esos aromas; aquí es donde disipa cualquier duda pese
a su precio.
Sino,
hagan la prueba con un simple cava con larga crianza; otro mundo.
Solo
por este tipo de sorpresas vale la pena huir de donde todo el mundo va.