domingo, 19 de junio de 2022

EL PLANTARIO: GOOD LOOKS_BLUMMER YEAR_2022, Y UN SORBO DE MATAPALOS MARENAS

 


 

No es casualidad que el verde sea mi color preferido con diferencia:

Me asomo a mi ventana, y los verdes luminosos bajo los rayos del sol primaveral, invitan a recoger y guardar esas semillitas que la pasada playlist nos trajo como vientos de abril. Esperando que echen raíces en nuestro interior de manera espontánea los próximos años.

 

 

Variedades raras y familiares a la vez, que brotan en los márgenes. Y que vienen de un universo sacudido de pasados amasando estiércol; ahora devorados por las petroquímicas en Austin/Texas.
Y donde la banda de Tyler Jordan, solo ha necesitado siete pedazos musicados. Para que la melancolía acuda salvadora como arma arrojadiza, contra el devenir de nuestro planeta y sus malhechores.
Allí, Jake Arnes teje con el tremolo bigsby de su Gibson un manto de armónicos y volutas, como si de una hibridación de Felt y Drive-by Truckers ocasional se tratase; con Robert Cherry y Phillip Dune marcando el paso rítmico.

 

BLUMMER YEAR es un observatorio doméstico y extremadamente cotidiano. Donde los textos de Tyler Jordan intentan buscar respuesta a la debacle social de las polarizaciones, con una militancia melómana maravillosamente cercana:
Siete canciones tan sólo, para dejar una fuerte impronta. De esas que te hacen llegar al mes de Abril, ondeando la bandera de los 52 con fuerza y vigor.

 


 

Pero mucho antes de que todo despegase el día que “Vision Boards” sacudió el tapizado de mi coche, en un caluroso viernes de primavera.

Tuvimos que esperar pacientemente la publicación de la colección. Y arrancar el paseo, como se ha de hacer: Con temple, soltura y predisposición al amor.
Almost Automatic” no empequeñece la inmediatez de su adelanto; es cierto. Pero si que lo convierte en algo tibiamente anecdótico. Porque esa cotidiana historia de amor/encuentro/dilema/lugar; engarzando con la preciosa “Balmoreha”. Es lo que hace de este puñado de canciones, algo realmente grande por su alto grado de sinceridad y naturalidad.
Hasta llegar a “Bummer Year”, claro.
Ahí Taylor Jordan aparta de un plumazo toda sensiblería y nostalgia, y arremete sin pudor sobre el Trumpismo tejano, en clave de reprimenda: Todos mis amigos de secundaria, todos compraron motocicletas. Se apuntaron a un club de bicicletas, en apoyo a Donald Trump.
No creo que sean malvados, incluso cuando son horribles.
Porque son el tipo de personas que te gustaría tener contigo en una pelea de bar.

 

Puntillitas que te recorren como un calambre los brazos, buscando asir un mástil y chasquido de cuerdas.

Esas canciones que se devoran en un banco, igual que una bolsa de pipas francaris: “First Crossing”, “21”, “Walker Lake”… Es fácil hablar de ellas, son siete. Ni hace falta recurrir al índice de personajes, ni mentar a fulano para que te las recuerde. De la misma manera que el mismísmo 12; día de la capitulación primaveral. Me han cambiado los verdes por el dorado, y los vientos de abril por la calima manchega de 41 grados a la sombra.

 


 

Lo que no ha cambiado desde luego, en este mes de fermentación y crianza del texto.

Es el resorte musical, y la compañía de baile líquida para tan festejada secuencia armoniosa de distintos sonidos en ordenada (o no) combinación: Música vamos!!

 

Música que retumba abovedada dentro de una copa, a la que dándole vueltas y vueltas hasta enloquecer. Ahora, en este preciso instante y tras subir a las 20:30 hora zulú de buscar el pendrive de la furgoneta. Donde conviven música y textos viajeros con 12% de humedad relativa y 37 grados de una tarde nublada.
Creo.
Que tengo ya decidido el vino de compañía con el que hacer un trío bajo la esquiva luna llena caramelo, y salvador aire acondicionado.

 

Bajaré un poquito más si es menester, hasta llegar a la sierra cordobesa; para eso de contrastar calores infernales.
Pero también para salvarme en el recuerdo de una rareza (como el que suscribe). De Pedro Ximenez indómito y salvaje con cicatrices de clones antiguos.
Entre el Guadalquivir y las montañas subbéticas (Montilla), José Miguel Márquez y su hermano, llevan 25 años auscultando tierra y paisaje. Para recuperar la memoria perdida de los vinos de antaño.

 



 

Matapalos es un Pedro Ximenez de viñas jóvenes de 15 años, injertadas de clones antiguos de esta uva; usada tradicionalmente para vinos dulces y fortificados.
Lo cual y extrañamente comparado con las viñas actuales de Pedro Ximenez. Conservan al final de la fermentación una parte considerable del azúcar residual (+- 10g/L) y lo convierten en un híbrido entre: Vino dulce/seco, con atributos aromáticos tan complejos como francos.
Un blanco sabroso que de ninguna manera hace de su dulzor algo voluptuoso y condicionante. Perfumes de retama, flor blanca y fruta de hueso (melocotón, ciruelas claudias). Alto grado de volátil con restos de resinas y balsámicos que se recuestan sobre ese toque de dulzor delicado. Y un final con demoledora acidez para resetearte la expresión de: Ein!?
Y volver a beber para deshacer el criptograma.


 

 

El hecho de que no haya rastro de los prejuicios que guardas en la memoria sobre los vinos dulces de Pedro Ximenez, es uno de esos puntos fuertes que hace que sea un vino donde se muestra a la Pedro Ximenez como la uva que es y sus posibilidades. No en lo que la hemos convertido (mismo caso que la moscatel).
Admito que eso desconcierta, porque no sabrías definir si es un vino dulce, o un blanco generoso de corazón graaaande.
Y yo…
Yo creo que es un vino que captura paisaje y sensaciones de puro campo.
Entre su nariz y su final:
Sol en boca, matojos de hierba de monte, licor de resina, flores y fruta jugosa reconstituyente en un día de canícula mortífera.
Me recuerda, me acerca, me sugiere… Las mismas sensaciones del Grans-Fasian Apotheke Auslese 98 que me dejó grogui aquel noviembre del 2004.
Amor puro de uvas licuadas siendo elixir, pero sin querer pretenderlo. Igual que el glamour de la ordeñadora y el encanto protocolario del pastor(sic*).
Todo olores y sabores de verdad, de los que ya ni extrañamos por la pérdida de nuestra esencia primigenia. Y que siempre hay que acoger como tu cerebro estragado tras días de ayuno.
Mi hijo de 20 dice: - Es un vino para emborracharte; y eso que él no lo ha hecho jamás.
Hay que fomentar la autopedagogía y estimular la ajena. Para volverte niño hueco y permeable, a ser posible, y por siempre.

 https://goodlooksband.com/

https://bodegamarenas.com/ 

jueves, 28 de abril de 2022

PLEASURE PLAYS. LA PRIMERA


 

Creo definitivamente, que me he graduado en la desgana.

Y si existiera algún tipo de doctorado o titulación cualesquiera, sobre el arte de permanecer inerte y contemplativo durante horas sin fin. Ahí, sería yo el alumno más aplicado y concienzudo de clase.
Si hubiera algún tipo de escuela o universidad donde se impartiera tal habilidad. La mía, sería la única oportunidad de la vida para sacar buenas notas e incluso matrícula de honor. Y dejar de ser un zoquete en algo sin utilidad práctica ¿lo creen de veras? Yo, sí.

 

Permanecer en la habitación del hotel sin encender ni un solo día la televisión. Desmenuzar cada lejano sonido de las habitaciones colindantes, el eco en los pasillos de noche y al amanecer. Contar incluso las gotas de la ducha, o el rumor del agua de las cañerías, intentando deducir por donde pasan y a donde van.
Oír hablar, verborrear y rebuznar como quien oye el agua caer y que te pregunten: - ¿estás bien?, y yo... – Pues bien!!
Lo mismo que el insecto palo inmóvil, pero inmune en este caso a la plaga pandémica del imbécil.
¿Porque es una plaga, no es cierto?

 

Me he perdido por las calles de Ripoll, intentando descifrar un lejano viaje de fin de semana de lo menos 25 años atrás.
Evidentemente, no hallo rastro alguno del difuminado recuerdo ni de aquello que quedó residual en mi memori(rí)a.
Ni de la pensión de mala muerte en la que dormimos y follamos sin tregua. Ni de aquel chocolate negro y profundo como esas aguas movedizas ideales para morir de empacho. Ni de la belleza; que como un diapasón. Va, de su pasado esplendoroso tatuado en sus arrogantes fachadas, a la decadencia preciosista y precipitada de sus humildes casas. Tic, tac, tic, tac, tic, tac.
Me quedo con lo segundo, de largo.
O por lo menos con ese contraste perturbador, de lo que hablan las calles cuando están desiertas, mudas, observadoras.

 

Hago un esfuerzo sobrehumano por intentar ordenar las razones que nos llevaron a patear ese sinfín de pueblos en hospedajes cutres, con nuestro Golf CL al que ella bautizó como “gordito culón” y la veintena por bandera. Y ni rastro.

Así que…

 

 

Me he enfundado mi pellejo de primavera y me he sacado a pasear. Pese a que llevo recluido cuatro días entre esta mortaja de paredes, sin tabaco, sin vino. Antes de volver a Ripoll.

De la correa me llevan mis auriculares, recién mudado a los 52. Me voy y me lleva (la música)
En volandas, como a una novia de blanco.
La primera y clara prescripción para este 2022, justo a tiempo para curar de espantos la vejez y un trancazo que me ha agarrado por sorpresa.
Y sin tiempo para que igual que Danny Kaye, pusiese en práctica el infalible juego de pies a ritmo del Danubio Azul.

 

Me he hecho pequeño. Y de las juntas dilatadas del entarimado de robledal lituano, he tejido autopistas, cartografías, y pequeños microcosmos; he bajado al suelo desde las alturas.
Sin soberbia ni arrogancia.
He tejido un colchón de borrissols y me he acomodado justo en la esquina tras la puerta que comunica el pasillo con el salón. Y allí, paso la noche y miro las estrellas de mi cielo raso imaginario.
He de descansar con mi espino blanco pegado al pecho, que mañana salgo de romería.

 

 

Tomando prestadas las melodías para guitarra de Berlioz, Albéniz o Francisco Tárrega.  He subido el volumen a nivel  altar/romancero, el You Belong There del ex Grizzly Bear Daniel Rossen. Y en una aparición estelar, desde el cielo estrellado de mi techo. Ha descendido Anna Bon di Venezia (aunque es boloñesa); resucitada por la californiana Sarah Cahill y su homenaje a las más mayestáticas y anónimas compositoras clásicas.
Esta pareja; junto a la bioluminiscente hada Silvana Estrada. Hacen de falla sima, el vacío hondo que divide los 43 remedios de este vetusto tratamiento contra el mal de la soledad.

 

 

 

No la curan, no. La soledad no se debe curar jamás, sino que se ha de aceptar, querer, y convivir en la comodidad de la invisibilidad.

Solo así, ves lo que otros no.
Aquí solo se cura (o se intenta), la mediocridad y el miedo a ahogarte. En serio!! Yo no sabía nadar hasta hace 8 años ¿y ahora? Ahora tampoco. Pero ya no me ahogo.
¿y la mediocridad? 
Adivino que tampoco.

 

Súbele el volumen a Les Jaguars, y surfea.
Habrá risas, habrá drama, habrá música.
Los tejanos Good Looks se han subido a la mesa y nos han tocado uno tras otro los temazos que bajo el brazo llevan.

-¡Sirve vino!

-¡Qué barbaridad de disco, Ep, o lo que te salga!

 

Todo es cuesta abajo.

Balancea los brazos y déjate llevar, que la primavera está de verdad ya aquí.

 

Verás valles y ondulaciones igual que la vida, y semejantes a ti, y a mí.
Zonas boscosas oscuras y misteriosas.

 

Las canciones como ya sabrás, no son meras melodías ni actitudes con etiquetas. También son estados de ánimo y personas.
Un resumen en su conjunto de este 2022, y de quien soy.
Hijas de discos y músicos maravillosos. Y cinco gemas atemporales que se han colado para desmenuzar la tiranía del tiempo y la caducidad.
Para escucharlas de una tacada y reunirlas aunque estén divididas en varios archivos; que no se sientan solas.

 

Música de subir y bajar. De flotar y precipitarse. De balancearse y retorcerse.
Canciones que no se explican con palabras cansadas.
Se sienten.
 
 
  00_LES JAGUARS_guitarre jet
01_GOOD LOOKS_vision boards
02_JUSTIN GOLDEN_why the sun goes down
03_THE BOBBY LEES_hollywood junkyard
04_KOMODOR_give up
05_RECOIL_electr blues for bukka white(2000rmx feat PK)
06_PICTISH TRAIL_melody something
07_METRONOMY_things will be fine (bratty remix)
08_MOTORCADE_standard passage
09_PRIESTGATE_bedtime story
10_BODEGA_stattuette on the console
11_GONE_control
12_BAMBARA_mythic love
13_DANIEL ROSSEN_shadow in the frame
14_SILVANA ESTRADA_sabré olvidar
15_SARAH CHILL_4 lieder for piano, op.8, No1 allegro moder...
16_RICHARD SWIFT_ladyluck
17_DOG UNIT_turn right and right again
18_PLOSIVIS_never likely
19_WET LEG_chaise longue
20_MADRUGADA_slowly turns the wheel
21_LO MOON_carried away
22_MILD ORANGE_this kinda day
23_AMOR PROPIO_sabes, sebas
24_GREAT LAKES_baby's breath
25_THE HOLIDAY CROWD_party favours
26_LOVE, BURNS_something good
27_THE NAIVES_no one but you
28_THE BLUE CARPET BAND_the slow death of camden
29_CROWS_closer still
30_50 FOOT WAVE_staring into the sun
31_TOCOTRONIC_ein monster kam am morgen
32_HATCHAM SOCIAL_lion with a lazer gun
33_NIGHT CRICKETS_candlestick park
34_THE REDS, PINKS AND PURPLES_let's pretend we're not in love
35_THE JAZZ BUTCHER_goodnight sweetheart
36_ELEANOR MOSS_soundings
37_FRONTPERSON_parade
38_TOMATO FLOWER_lover's arc
39_HOTLINE TNT_had 2 try
40_BLUSHING_sour punch
41_JON SPENCER & THE HITMAKERS_the worst facts
42_BUÑUEL_when god used a rope