viernes, 19 de agosto de 2022

OLA DE COLOR: OTRO BÁLSAMO DE AGUA, VINAGRE Y LIMÓN (OTRA PLAYLIST).


 

Otra mañana más, y otro madrugón menos.

Alguien debería explicarme cuando comienzan exactamente las cuentas atrás: ¿una semana antes?, ¿dos?
Yo, por si acaso. Ya la he comenzado con el mes de agosto bien entrado y a veinte días vista.

 

Son las cinco de la mañana y el display de mi auto marca ya 44 tracks centígrados de color. Pese a que es de esos de los de antes, donde ni táctil ni cromática forman parte de su vetusta tecnología.

Bajo la ventana, y una suave y cálida brisa de grooves desciende desde mi cogote hasta la rabadilla.
Se me eriza.
Y transpiro sin control la esencia musical por poros, ojos y cabello.


 

Es como el rímel corrido de negro colorido a churretones, quien llora cuerpo abajo, pintados como putas en un verano muerto. Para que los amaneceres suban de color hasta los 40 tracks centígrados de coloridos, reanimados, y vibrantes tonadillas al ritmo del aleteo.

 

 

Así llevo más de dos meses: Cosechando y acopiando en mi rincón más umbrío del hormiguero.

Porque habrá otro viaje; como los muchos que recorro con mi reproductor cardiaco a cuestas por las calles donde la sombra aquí sombra allá da, y yo tomo:
El rincón de la dama diseccionada y tapiada por una puerta en Reus. La fauna de la terraza del exHotel Homn comprando y alquilando hermosura y savoir faire con moho endógeno. Los ruinosos y destartalados recuerdos. O la terraza plegada; ahora que no hay ya mosquitos con los que batirse en duelo espadachín, ni pedir tanda.
Son como esa desertización callejera que alienta el silencio nocturno. Donde el aleteo de mis dos murcielaguillos centinelas, es el único susurro ante mi balcón.
Y yo.
Tan pancho.
Así, mucho mejor.

 


 

Me pongo ante la pantalla y veo fotos. Paisajes, pies y bronceador. Y a mí. Y a mí ni un mal rayo de sol me ha dado en las pantorrillas llenas de la memoria epidérmica. Que hablan de chispas de radiales y fuegos de artificio de soladura, metal. De carreras cuesta abajo con las plastificadas cajas de los pollos vacías del mercado; que eran las que mejor se deslizaban por un asfaltado de grano grueso. De esos que dejaban serigrafiadas las perneras de los tejanos falsos Wrangler. Y un jeroglífico braille bajo ellos. De cancerbero sin rodilleras, y restaurador de hormigueros con mi amigo Miguelín.

En una risión bárbara de puro goce goliárdico infantil, que todavía me eriza el bello, del vértigo.
Goliardo o cófrade de Orff y su “In Taberna Quando Sumus” desde el tiempo en el que la sequedad y el sol eran las mismas illíadas que cuando Sant Antonio de Llefía desembocaba frente a mi portal, creando una balsa por la falta de colectores acondicionadas a los diluvios espontáneos.
Nos quejábamos poco o lo justo, mientras observábamos a los curritos de a pie, huir a toda velocidad de la Tusa* cual Basiliscus despavoridos. En un sprint sobreacuático meteórico.
Unas risas (que son gratis)
*(las tusas, ahora mal llamadas tusgsal, era la primera compañía local de autobuses de Badalona. De un color turquesa preciososo, y ahora amarillas)

 


Ahora, cuarenta años después. Sigo observando; que es lo que mejor se me da.

Tanto, que a veces se me pasa relatar por aquello de que el recuerdo va y viene sin mal dietario ni cazamariposas que echarse al bolsillo; sentarme ante una pantalla en blanco, ni te cuento.

 

Por eso, lo de las canciones, es un buen cebo para pescar pensamientos; o por lo menos engatusarlos para que salgan en mi soledad a pasear.
No es que diga mucho. Porque hilvanar historias sin que sucumba a la diáspora mental es arduo y difícil; recordad que soy disperso e intermitente.
Pero para que lo sepáis, lo que os quería decir:
Es que estas canciones. Son la cataplasma de vinagre y limón con la que mi madre nos pintaba la espalda después de un fuerte día de sol, cuando no teníamos dinero para aftersuns (que eran muchos).
No curan, pero alivian.

Y convierten el calor en color, y los grados, en tracks centígrados. El sudor en esencia espiritual. En el alma líquida que huele a tragedia y comedia. Los sofocos, a éxtasis orgásmicos y a euforia adhesiva.

Pero no malgastes el tiempo en quejarte. Que la jungla sea un parque de atracciones.
 

 
00_PYROLATOR_Yellow springs (ex DAF)
01_ANGEL OLSEN_Go home
02_ARCADE FIRE_End of the empire I_III
03_SPOON_Wild
04_POPSTRANGERS_No I.D
05_MERCVRIAL_Look inside
06_DUSTSTAR_Work it out
07_WEIRD NIGHTMARE_Sunday Driver
08_PRIESTGATE_Eyes closed for the winter
09_THE STROPPIES_Figure eights
10_TOGETHER PANGEA_Rapture
11_DANIEL WEST_Sleeping head
12_ISLANDIA NUNCA QUEMA_Seremos imperfectos
13_SIGMUD WILDER_Angeles
14_THE MARY ONETTES_Mind on fire
15_THE BLEEDING IDAHOS_Tony danza goodbye
16_DAY OF NOVA_Sun is coming
17_TACOTO GATE_Goner
18_SCANNER_Beginning of an unknown century
19_GET WELL SOON_My home is my heart
20_SHEARWATER_Empty orchestra
21_GWENNO_An stevel nowydh
22_ETELLA_Another Nation
23_LOS YOLOS_Carita de luna
24_BALL PARK MUSIC_Manny
25_KURT BAKER & BEBE BUELL_Blood & roses (the smithereens cover)
26_THE BETHS_A real thing
27_COLATURA_The met
28_DUST STAR_Can't stop thinkin' of you (ex LVL-UP/Cende)
29_MICHEAL HEAD & THE RED ELASTIC BAND_Broken beauty (ex pale fountains/shack)
30_PETE YORN_Ransom (ex THE OLMS)
31_SHARON VAN ETTEN_Headspace
32_CASS MCCOMBS_Unproud warrior
33_THE GARBAGE & THE FLOWERS_Eye know who you are
34_STARS_Back to the end
35_ELF POWER_Metal house
36_DELILUH_Credence(ash in the winds of reason)
37_CROWS_Slowly separate
38_MAD ROBOT_Watched someone die
39_COLLIDER_Shiver
40_SPRINTS_Delia Smith (ex SAVAGES)
41_MAUSOLEO_Un testigo
42_BOBBY LEES_Dig your hips
43_BLACK MIDI_Eat men eat

miércoles, 20 de julio de 2022

ISLANDIA NUNCA QUEMA_ 2022: LA AUDAZ CONQUISTA POP, SERÁ LA FUTURA HEGEMONÍA DE LOS TÍMIDOS

 

Érase una noche de una vez de mediados de enero, todavía resacosos nosotros de la brillantor del 2015 y cegados por el resplandeciente 2016.

Nos acompañó de la mano Robert Forster desde la Koska, con un plato de boquerones en vinagre en la mano y en la otra rematado con un Palo Cortado.
Y con una reverencia a lo Joe Turkel en el resplandor. Nos dio paso:
Sonaba como un salmo antiguo de pana, franela y forro de licra, “Reach You”.
Y en la vieja 2 del Apolo se formó de repente, una cúpula capilla con Bid y Lawrence cantándonos al unísono.
Mágico.
Así de fácil.

 

De eso ya hace (echo cuentas)… Seis años y.
Aunque suene como un sueño tenue, vago, y lacrimógeno. “Elgin Baylor” me recorre como un escalofrío de sudor forzado, que por el espinazo intenta disipar los 37 grados bajo el tostadero. Mientras Salva estira las notas de su Telemaster casera hasta el ocaso, como en el juego del elástico de las amigas de mi hermana.
 
 
Me reconcompongo, cierro los ojos, y me atraviesa Max Décharné con sus Flaming Stars; en un suma y sigue de nostalgia.
Esa cosa extraña que siempre siempre te rumorea como una condena a cuestas, mientras caminas y lanzas un vistazo atrás.
Aclaro:
(Si hay algo verdaderamente emocionante de hacerse viejo. Esa es la de rememorar los tiempos míticos con una simple cadencia, hechura, o gesto).

 

A veces aparecen sin tan siquiera buscarlas; es lo bonito.
Te asaltan como una corriente de aire fresco en plena canícula.
Y por su brevedad.
Son idóneas, precisas, y preciosas.
Por eso Carles Ribas nos dice rasgando su Gretsch: “Seremos Imperfectos
-      
quiero pasar los días contigo, sentado al sol. Y hacer de nuestras vidas, algo más soportable”
-      - Seremos, imperfectos, esclavos de los deseos, que nunca pedimos, nunca fueron nuestros
 
Llamándonos a la revolución de la contemplación, con una mueca entre lo glamuroso y lo demodé. En ese mundo ideal, donde los tímidos dictarán las pautas del éxito.
 

 

 

En el nuevo y esperado regreso de ISLANDIA NUNCA QUEMA vociferando cánticos de art pop. Hay, sin ser evitable ni quiera uno. Esa esencia que tanto cuesta encontrar en las bandas de ahora, que como si fuera una reestructuración de plantilla. 
Parecen estar empeñadas en no dejar rastro de ese pop que deambulaba entre la New Wave, los sonidos dunedin, el de los clubs de los suburbios, o esa imprecisión de sonidos que huyen del código de barras o la estantería estipulada para bobos. Para ajustarlo todo, al estándar del refrito; ahora que ya no hay escena que enderece el panorama.
Pero ¡hey amigos! Siempre hay un esperanzador asidero donde agarrarse ante el zarandeo de la vida, que acelera a toda velocidad, sin avisar a los que no nos queremos subir a bordo.
-        Espera.
Que todavía estoy olisqueando el perfume a rosas de la copa y descifrando mi destino en el rastro que deja la silueta de la cafeína en mi taza.

 

Subo el volumen de la rueda hasta que hace “clic” el final de carrera, y suena “La Por” ¿el miedo? Creo haber hallado mi evangelio; de veras. Con esas guitarras elásticas que saben a sol y huida, y una estrofa final demoledora.
 
 
UTC” me da la puntilla y el descabello, desangrando pop del que ya hace lustros se le olvidó a Jarvis ¡cha cha chá! ¡Dale Carles!
 
 
Yo también prefiero bailar a los libros de autoayuda.
Y si estamos tan bien, para que vamos a cambiar.

 

Camisa de cuello Mao” alcanza una velocidad de crucero de vértigo pop en plena garbinada.
¿Qué puede salir mal entonces?
En este caso concreto, nada.
 
 
Elgin Baylor” es el mejor ejemplo de la enseñanza de los errores y las derrotas en forma de canción de amor. La templanza del vigía sin más premio que la gloria del esfuerzo y la clase, en pleno tiro suspendido e infalible.
Como Elgin Baylor yo te amé, te perdí una y otra vez, y hoy me vuelvo a levantar
El paradigma de un jugador que lo ganó todo a título personal, y que cayó derrotado una y otra vez con los Boston Celtics. Retirándose de manera trágica, y ganando Lakers su primer título por fin, con él sentado en la grada.

 

La mala suerte, la desdicha, y la frustración. Pero con el pundonor del elegante luchador/perdedor más tenaz que ha dado la NBA.

 

La elegancia como mantra de bajo y percusión. Que “Pornografía Amateur” rabiosamente hipnótica y adictiva, nos asalta en vuelo rasante: “con tu indiferencia mátalos sin más” - Písale fuerte Jordi & Marc!!
Es otra de esas joyas que puebla la vuelta de ISLANDIA NUNCA QUEMA, en pleno clear CMOS post pandémico.
 
 
Un regreso necesario para florar ese paisaje yermo solo en apariencia.
Lo clama “Vanitas Vanitatis
No es tan fácil recorrer el mundo, que separa la cama y el mueble bar, intentando mantener la vertical”
“el secreto está en aparentar

 

Como si su elegancia arrogante e irónica como adn de actitud a la hora de firmar canciones. Nos encomendara esa excursión planificada hace meses por nuestra ilustre historiadora reusense Anna, para visitar el Museu del Vermut en su Reus natal.
 
 
Que digo yo que deben ser cosas de los astros, de esa aproximación superlunar, o de su lírica y guarnición musical. Que, a buen seguro, busca que saciemos de notas frugales y nutrientes este verano secante de agitador el avispero. A golpe de vinos macerados en hiervas, de copiosas comidas en el Pil Pil, y de conexiones invisibles hacia Porrera y Torroja del Priorat.

 

O es la alineación de los astros. O de esa llamada muda e inaudible que como cantos de sirena. Nos buscó, nos encontró.
Y veinte años después de mi entrevista con David Carabén en un bar de Vía Laietana.
Los sube este mismo sábado sobre un escenario de Tarragona, a Mishima y a Islandia Nunca Quema. Para cantarnos la buena nueva, mientras recorremos el mundo que separa la cama del mueble bar.

 

En serio, no es por aparentar.
Pero a veces, creo en el libre albedrío.
O el magnetismo que hace que cuerpo y alma, se atraigan sin remisión.