¿Ves como no pasa nada? Ven, venga, va, dame la mano
y da el paso.
Si solo es cruzar el umbral joder.
Una mañana te levantas de un año, y antes de que te
vayas a acostar ya estás de otro.
Todo sigue igual: la misma humedad que cala los
huesos, el puto anticiclón que nos ahoga con la polución, los rastros mañaneros
del Plutón verbenero con la lata de cerveza vacía sobre el quicio de tu
ventana; esa de la farra de todos los días y, eso sí, igual. Con la boca
pastosa y la cabeza como si te la hubieran rellenado de porexpán.
Que le dicen resaca, pero yo estoy convencido que es
el peso del paso de los años.
Y había pensado yo; mientras veo pasar bajo mi piso
el maquiavélico trenecito navideño atestado de gente, tocando la jodida
campana.
Que si las franquicias decidieron hace mil,
adelantar los fastos de lumínica navidad. ¿Quién iba a decirme a mí algo, por
alargar eso de poner lo mí#mejor# del año? ¿Eh? Quien, quien.
¡Vamos hombre!
Así que ahora que he cogido carrerilla después de no
escribir una línea desde San Juan; que se dice rápido; joder, seis meses.
Pues nada, que he decidido hacer de mis… ay, que me
da vergüenza… De mis TOP TEN; ¡hala!
Una entrada por cada… yo que sé. Cada uno, va. Así pues,
con un vinito de compañero la letra densa y torpe pasa mejor. Y de paso y
merecidamente, me explayaré en explicar qué de bueno podéis encontrar en cada
pack de dos: Disco y vino. Que se lo merecen joder.
Que no digo que no sea una gilipollez ¿eh?
Pero para pasar el mes de enero de mierda y lo mismo
el de febrero, tampoco es mal plan, es gratis, no cobro, podéis hacer la cobra.
Vosotros/as mismos/as.
Ahí van los primeros yieeeep!!
10: TEEN MORTGAGE_TEEN MORTGAGEVs. Terme de Laureano 2021
Hace unos días
escuchando el podcast del colegui Txarls
(Pa 4gatos); el cual aprovecho para
recomendar encarecidamente. Me enteré que los incombustibles METZ, se daban un descanso indefinido
dejando un discarral enorme. Todo y sea dicho, muy lejos de aquel hardcore
ácido que los hermanaba con los Nitzer Ebb
pero en plan guitarrero, de su segundo disco II.
Los canadienses han pausado su camino con un
magnífico disco más próximo al shoegaze,
que a aquel artefacto que les valió la
reputación de demoledores allá cuando nos visitaron en el BAM.
Pero como no hay mal que por bien no venga. Mira tú,
que este año nos ha regalado la eclosión de este par de perlas de Whasintong
D.C para paliar esta falta: James Guile
y Ed Barakauskas.
Un disco de debut vestido de largo tras cinco años
de carrera a salta mata de singles y Ep’s. Para sentar cátedra en esto de hacer
música de combustión espontánea. Y dar a luz un disco con 17 cortes que arranca
como una bestia desbocada con “Doctor”,
y donde cazaréis al vuelo su relación con la furia de Metz que os comentaba al
principio.
Pero no. No todo es meterse entre pecho y espalda un
símil de otra banda, porque Teen Mortgage le dan con soltura al garaje con
guiños a The Cramps, al punkrock psicodélico y desquiciado de los primeros Thee
Oh Sees y ante todo, dignos herederos del movimiento “do it yourself” de su ciudad natal.
Y lo más importante y esencial. Es que el material
que recoge su disco homónimo. Es una apisonadora de principio a fin, sin bajar
pistonada, y con una entidad y coherencia incontestable; pese a ser un compendio
de todas sus perlas desde el 2019 hasta la fecha.
Evidentemente, tratándose de una banda con tan solo
guitarra y batería. Los argumentos para defender su mensaje de ira y hartazgo,
son pura energía de trazo grueso e inmediatez; el disco se te va pasar tan
rápido como el cabreo por el día de mierda que demande semejante paliativo.
Aunque también es verdad, que si te lo quieres
merendar acompañado con una botella de este Macabeu despelotado de la Terra
Alta. El asunto del disfrute alcanzará cotas bastante más óptimas y alegres.
Laureano Serres es ese tipo de pillao (en el buen
sentido, o no). Que tiene los santos bemoles de plantar su bodega garaje ante
la Catedral del Vi en Pinell del Brai: Monumento del cooperativismo modernista
de principios del siglo XX, y claro ejemplo de la elaboración tradicional.
Para elaborar vinos sin sulfuroso ni maquillajes,
con métodos que se basan en sus ancestros (recipientes abiertos, fermentaciones
espontáneas) y a ritmo de reggea; o
sea, justo lo contrario a lo que se hacía en la cooperativa.
Y cuando nadie se atrevía a defender esa idea
primaria de hacer vino en tierra de Garnatxas. Resulta que hace unos Macabeus
para flipar en colores, que ya quisieran bodegas tradicionales con mil
artilugios.
Si tienes la suerte de pillarlas con un par de años;
sus botellas digo. Verás cómo sus Macabeus evolucionan con nobleza y elegancia.
Nada de reducciones, sápidos, de acidez crocante, y
con una gama de expresión olfativa, de éxtasis y telele por miedo a beberte
semejante elixir quepaqué.
Los mejores Macabeu (Viura en la Rioja) de España,
los de Laureano. Y punto.