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domingo, 27 de marzo de 2016

CRUCES, CRUCIFICADOS y TESOROS ENTERRADOS




El pasado Miércoles (último y esperado día de trabajo antes de las vacaciones de la santa semana). Todo cuadró/aba, para aprovechar coyunturas y ganas #claro; escapada incluida a Barna. Darnos homenaje japogastronómico sin demasiados aspavientos. Y su respectiva vuelta de rigor por alguna tienda de discos, con el objetivo de comprar aquello -que por distancia- (es lo que tiene vivir en el quinto coño de la urbe; también lo bueno). Que uno no puede hacerlo, todo lo asiduamente que debiera.
Compras pendientes, que siempre las hay -Vinilos o cd's según presupuesto- de aquellos álbumes que definitivamente sabes que tienen/deben ocupar un sitio en tu estantería; los que te gustan de verdad entre tanta y tanta música.

Por estas casualidades de la vida, la comida nos llevó al MAJIDE: Un Japo que tiene su segundo local en la calle Tallers (la calle de la tiendas de discos por excelencia). Y por esas mismas casualidades, circunstancias, destino, porque tenia que pasar y punto, o vete tu a saber porqué...
Coincidimos con las liquidación de DISCOS CASTELLÓ: Mítica tienda de discos de Barcelona que echaba el cierre, como otras tantas que lo han hecho en esa zona de un tiempo aquí.
Una pena sí. Perder un espacio cultural (porque lo es), igual que lo fueron las librerías del centro, el videoclub Vergara es una auténtica lástima; para llorar. Parece que no nos damos cuenta que además de perder parte de nuestra historia y pasado, también dejamos atrás en un avance sin retorno, un modo de vida en el que se daba y recibía como moneda de cambio. Había una comunicación y un trabajo visible que daba vida al pequeño comercio de Barcelona y a sus calles (els botiguers).

La caída de Castelló no es más dramática que la de otras tiendas años atrás. Quizás más tangible porque ella ya se suma a 5 o 6 (Discos Jesus, kEBRA Discos, EDDISON, la que estaba enfrente de Kebra (que ya no recuerdo su nombre), CD DROME, 7 Pulgadas, Riff Raff... y alguna más que se me escapa.
Castelló no era la mejor ni mucho menos, y no quiere decir que les tuviera aversión o me dé menos pena su cierre. Pero era la más cara, poderosa y si me dejan decirlo, aburguesada.
En años no hizo ni el más mínimo esfuerzo por adaptar el negocio a los tiempos: Apostar por la especialización, la música de calidad o minoritaria, alguna oferta para mover stock, no sé. Puede que en mi desconocimiento esté diciendo una gilipollez. Pero muy pocas veces en los 45 años que tengo y los 800 referencias que poseo entre vinilos y cd's, compré en Castelló. Como digo, los más caros con diferencia. Incomodísimo para encontrar un artista (raro) a un precio tentador. Podían pasar años, y los precios permanecían inamovibles. Podías encontrar discos, con todo mi respeto, de una calidad patética abultando sus estanterías, y no encontrar artistas de obligada inclusión...
En fin, no es que me alegre, pero creo que su cierre es la consecuencia más clara de aferrarse a un negocio, desde el modelo cómodo, inmovilista, elitista, y algo caduco. Me apenó más el cierre de KEBRA, DISCOS JESUS, o CD DROME: luchadores contra corriente, que apostaban por algo que nadie hacía en su tiempo (música diferente). DISCOS REVOLVER, WAH WAH y algún EDDISON'S aguantan. Aun no siendo ni la sombra de lo que fueron, apuestan por la calidad del producto y la dedicación al cliente (el poco que queda)

Así que bueno. Me compré el vinilo de COURTNEY BARNETT (mi disco favorito del pasado año). Y aunque no albergaba ninguna esperanza después de que la semana pasada se hicieran largas colas ante Castelló; por aquello de la liquidación, ofertas y el ansia... sí, el ansia), me acerqué por chafardear.
Evidentemente quedaba un 5% de todo lo que había en la tienda: Ni rastro de vinilos y por supuesto, de grandes y clásicos discos... habían arrasado con todo. Mucho disco que uno no sabe ni a que mente perversa y descerebrada del almacén se le había ocurrido pedir... en fin. Que gustos hay para todo y muy respetable, quien soy yo para juzgar la música que escucha cada uno (gustos/colores). Lo que quedaba tenía pinta de no venderse en 30 vidas, y eso que estaba a un 70% de descuento.

Pero mira tú la ventaja que ha de tener ser raro de cojones. Que bueno, yo no pienso lo mismo. Yo lo que no entiendo, es como con toda la gente que somos en Barcelona y lo heterogénea en gustos musicales y sabiduría. No halla nadie que aprecie el valor de dos discos descatalogados de APPLIANCE, el mejor álbum del exMonochrome Set: SACARLET'S WELL, y el Machineries of Joys de BRITISH SEA HORSES (una de las mejores bandas “postpunk” que ha dado UK estos tres últimos lustros) por 17 euros. Esto ya de mi cosecha y tirando de pasión desatada y defensa por lo paria; musicalmente hablando.
Está claro que jamás en la vida habría entrado en Castelló a buscar esos discos; que su calidad lo vale con o sin descuento. Eso si, me parece una aberración encontrarlos 15 años después de su edición (los de Appliance en concreto), y sabiendo que eso ya no se va a vender ni a tiros. Marcados a 17euros y pico, y 15 respectivamente. El Gatekeeper de Scarlet Wells que tiene 8 años y también sabes que a estas altura nadie sabe que la inspiradora extensión de Monochrome Set, son esta interesante banda, solo valga 10 euros y no se venda. Y que uno de los mejores discos de British Sea Power se siga esperando vender tres años más tarde por 15 euros; seguramente el precio con el que salió a la venta en su día.
No sé, creo que es tener poca perspectiva. Y poca gana de vender cosas que merece la pena defender por raras que parezcan (que no lo son). Apostar sólo por lo ampuloso y llamativo, y hundirse aferrado a ello...
Los tiempos corren, y si no los sigues y te adaptas al entorno, te extingues. Sea culpa de la poca “cultura” cultural, y de la ignorancia por el esfuerzo que cuesta crear algo, que tenga la gente.

Lo que me lleva a una reflexión:
Tenemos Internet, par y mil de miles de festivales especializados, parece que ahora hay púbico (cuando hace 28 años éramos cuatro cabras descarriadas clamando en el desierto). Parece que la gente conoce, aunque sea por el nombre, ciertos grupos que en tu época no conocía ni el tato...
Y sin embargo, hay como un vacío existencial. Un limbo casi transparente, translúcido e invisible que no es que no se conozca, es que no existe en las hemerotecas. Creemos que internet lo cubre y escanea todo pero no (por suerte), solo lo verdaderamente multitudinario y masificado. Todavía hay cosas por conocer, descubrir y reivindicar. Y no va a venir nadie a llevarnos de la manita, ni hay un mesías sobre el que recae el poder sobre lo bueno, lo malo y lo aconsejable. 
Lo cual... me debería entristecer... pero me reconforta. Pues no hay mejor empresa en la vida que la de no conocer y buscar a la vez. Contra la cantidad: La calidad y la variedad. Muévete y busca tu propio camino zagal!!