Creíais acaso que me iba
a largar alegremente de este florido 2017 sin dejar constancia por
escrito y audiotado un último paquete de tonadillas? Yo desde
luego que no; y mi vecino tampoco:
Toc toc!! tocaban
sin saber si era puerta, martillo o carcoma la que golpeaba y me
despertaba al Tum tum!! del sonsonete. Un ritmo percutivo, que
esta vez llevaba un ritmo sostenido de afrobeat casi hipnótico y
relajante.
Los cabrones
de los hijos de la vecina de mi madre (los superiores cuando la hago
compañía), esos no: Esos diría a veces que calzan un 46, o que
bailan sobre mi cada mañana, algún tipo de danza africana
desconocida. Quien cierra el ascensor del rellano sea cual sea la
hora, tampoco:
A veces creo
que toma a la desdichada puerta que carece de cualquier sistema
cierrapuertas, y él, amablemente, la empuja como si estuviese
saludando a aquel amigo al que no ve en décadas: -Hoooombre!!
Manuel!! Y le atiza una palmada en la espalda con dos besos
plantaos.
Maquineros
que deciden instalar en los medios días salas de telares al otro
lado del tabique: (onomatopeyas varias a ritmo y traqueteo). Puede
incluso que sea tres plantas más arriba o el bloque de enfrente; no
se sabe.
Maridos
abnegados y aburridos que tienen al bricolaje como su único fin en
la vida: Construyen y deconstruyen, pulen y pintan, agujerean y tapan
al unísono; y las boradas son sus únicos momentos de meditación.
Contenedores
que se sacuden en el aire frío y gélido de la madrugada. Llenos de
vidrio que crepitan con mil sonidos diferentes la muerte y
fenecimiento de botellas, botes y tarros. Con máquinas de limpieza
que dan por comenzado el día a horas intempestivas, siempre
inoportunas, y que scratchean sobre el pavimento sin el más mínimo
sentido del ritmo.
Si te quedas
dormido, ya habrá un butanero que si bien ya no aporrea las bombonas
entre si desde el camión. Las usa como una Guacharca on Sincerro en
un carrito.
Tembló la
cama y bajo ella, de un cabezazo la levantó un palmo y apareció la
cabeza de mi vecino: - Disculpe? Había abierto el muy cabrón
un butrón.
Decía que
había empezado a abrir una regata y que animado. Por el misterio de
las melodías que sonaban al otro lado de la pared. Dio con más
ímpetu del debido los golpes, y que se animó.
Su pasado
como timbalero del grupo en una orquesta llamada, La del Tumbuctú;
de fama local en la zona del Levante. Le inspiró en el frenesí del
regate y toque del escoplo y así... apareció. Su historia me
conmovió tanto: de como su madre le cortaba las uñas al Ras!! para
que se olvidara de esa obsesión por tocarlo todo, de su afición por
Peret, de la batería que se hizo de chiquitín con las latas de les
neules y de lo bien que se le daba tocarse la carrillera con ayuda de
la lengua y los dedos.
Tal fue la
llorera al escucharla, que desayunamos juntos con un café con leche
y churros.
Brotó una
amistad profunda y sincera tal, que ahora cuando oigo un redoble de
martillo, le contesto con un zapateao; como las tribu africanas
oyes!!
Esta noche
aquí en mi tierra celebramos el Caga Tió y claro, habiendo golpes
de por medio, lo he invitado. No solo eso, sino que esta última
Playlist del año; porque las cosas se hacen y se acaban (más tarde
que pronto), o no se hacen. Se la he dedicado por entero. Va por mis
vecinos!! artistas frustrados de público anónimo!!
Así que
antes de ponerme por la labor de relataros mis recomendaciones
discográficas del 2017. Que no sea por falta de música.
00_BIG THIEF_Shark Smile
01_MICHAEL HEAD & THE RED ELASTIC BAND_Wild Mountain Time
Tengo a un
lanzador de hachas subido a la azotea. Le he pagado su precio en oro;
con canciones. Y cada mañana las lanza al horizonte, donde asoma
Collserola, partiendo nublos y espesas mañanas grises en busca del
sol candescente.
He montado
un altar junto a él lleno de hojas de sabia, tomillo en flor y
restos del abordaje Itálico. Donde cada día en una ceremonia de
bendición, rezo y brindo con una sápida copa de Rosso de Montalcino
de Uccelliera.
Daniel
Wylie; quien fuera fundador de los oclusos Cosmic Rough Riders, y
Alasdair MacLean. Pespuntean con guitarras la ceremonia del amanecer:
un día más, otras campanadas, y el jolgorio de los escolares llueva
o nieve.
Esos mismos
que tiñen de añiles tonos y otoñales mañanas los gritos del
borracho moribundo nocturno. Quien usa ese nimio porcentaje de
energía. No en caminar medianamente recto. Sino en despotricar por
decreto, todo aquello que la normalidad natural de la vida nos
ofrece.
Tan puta
como quien le paga favores a costa de mantenernos vivos. Lo mismo da
que en pleno orgasmo sexual, Hallelujah!! Que en un desenlace de
barbarie testosterónica . Al final, todo da un poco igual. Es más o
menos lo mismo que quien se deja llevar por la inercia del desnivel
hacia el precipicio. Un poco como dejar muertos los brazos y cuesta a
bajo cabizbajos, esperar que todo se solucione por gravedad.
Nosotros en
cambio; si sois de los míos: De los que aun creéis que el
pensamiento taciturno copa en mano y salmo en llanto; eso que la
naturaleza nos regaló para buen uso. Y ese mismo carácter natural y
salvaje, que en equilibrio nos hace inigualables para por lo menos
aprender de nuestras fabulosas diferencias.
Nos hemos
puesto en mano de las canciones y esos frascos contenedores que son
los discos. Porque sí amigos, las canciones son como esa cana que
destaca sobre el negro tizón del acetato: llámese disco, archivo o
cedese.
Aquí
presentes no solo un desfile marcial de tonadillas, serenatas y
alegramañanas para bailar, gritar y sudar; también para pensar. Ni
que sea en la penuria que ya de por si supone, cantar al mal tiempo o
pretender hacer de la farándula un honroso sustento. Todo un mérito
con los tiempos que corren o eyaculan. Sí sí sí....
Por ejemplo:
Y sin ir más lejos que al cambio de milenio; año 2000 en curso. La
banda Escocesa Cosmic Rough Riders publicaba su obra definitiva:
Enjoy the Melodic Sunshine y fichaba por el sello de Alan McGee;
Creation.
DANIEL
WYLIE'S COSMIC ROUGH RIDERS_SCENERY FOR DREAMERS
Dos años
más tarde su fundador abandonaba la banda, fruto de la codicia y
protagonismo a raíz de su espontáneo éxito. Y la ambición del
resto de músicos que le acompañaba; por eso es evidente el cambio
visible de estilo y sonoridad de Cosmic Rough Rides pre_2003, y
posterior hasta ese año.
Y si a la ya
poca popularidad de la banda se le unen los malos rollos, tenemos a
una banda esencial en calidad y significativa del Scotish Sound de
los 90 al traste.
Por suerte y
aun a costa del anonimato, Daniel Wylie siguió componiendo y
grabando: The High Cost of Happiness/2007, Chrome Cassettes/2015. Y
su más flamante regreso SCENERY FOR DREAMERS, arropado por un grupo
de músicos a la altura y dispuesto a por lo menos, dejar constancia
de la grandeza de su talento. Ese testimonio que por suerte nos
vuelve como un boomerang, para recordarnos quienes somos y de donde
venimos.
Neil
Sturgeon (Goldenhour), Johnny Smillie (Thrum) y Jim McCulloch (BMX
Bandits, Soup Dragons), junto al menudo Daniel Wylie se han sacado de
la manga; ahora que ya nadie se acordaba de él. Un puñado de
canciones dignas de los momentos más álgidos de aquel fantabulósico
Enjoy the Melodic Sunshine, con un pequeño y significativo matiz: Si
aquel maravilloso disco apelaba al amor incondicional por la
psicodelia y algo de hippismo. Este Scenery for Dreamers saca de cada
nota, un arco iris powerpopero tan luminiscente, que con cada escucha
podría prorrogar el final del verano hasta las campanadas.
Si creíste
algún día que llorarías por los arpegios vocales de los añorados
primeros Rough Riders. Verás que las guitarras que guarnen este
esperadísimo disco, encajan con la voz de Daniel como una abeja a su
flor.
Canciones
que emulan a “Revolution (in the Summertime?)”, como “Jingle
Jangle Morning”. Y otras que se van de la mano con los
Teenage Fanclub, Big Star o el Neil Youg más vigoroso. En una
polisintonía de Pop de alma rockera que exfolia cualquier signo de
caducidad de géneros madre. “I Hear you Call my Name”,
“Rope (Everybody Lies)” y “Lucky Find”
lo certifican.
“A
Dream About you”, “Full Moon on the River”
o la preciosa “(Won't you) Just Smile”, ponen el
contrapunto a posiblemente, uno de los mejores discos de Pop a la
Americana en bastantes años. Y que por derecho nos gana a otro
músico más; de los esenciales para comprender donde nos hallamos.
THE
CLIENTELE_MUSIC FOR THE AGE OF MIRACLES
De Alastair
podríamos decir algo parecido. Sobretodo ahora que tanto ha aflorado
ese mismo Pop quebradizo de aires bossa con bandas como: Real State,
Beach Fossils, Horsebeach e incluso Destroyer. No es que en estilo se
parezcan estrictamente, pero sí en sensaciones o emanaciones
melódicas.
La vuelta
del lánguido Pop, es ese equilibrio necesario que todo hijo de madre
necesita; si no es que queremos convertirnos en el típico y
conformista amante de sonidos neutros. Y es justo en ese momento
cuando THE CLIENTELE entran en escena: Paliativo de felicidades sin
timón y tristezas lacrimógenas, sin por lo menos el mínimo
objetivo terapéutico. Que sí, que en la variedad esta el placer
regenerativo.
Sobretodo
cuando al prestarle una escucha, llegas a la conclusión de que hoy
por hoy. No hay banda que logre el clímax tan auténticamente
emotivo como Alastair con su voz y su guitarra.
La inclusión
de una sección de cuerdas casi orquestada. Que eleva el vuelo de las
doce canciones que componen este regreso, tras 7 años sin publicar
un largo; (sin contar su proyecto de Amor de Días de hace cuatro
años). Lo hace ya no solo más interesante, puesto que el valor de
las composiciones recuperan la inspiración de God Save The
Clientele/2007. Sino que nos devuelve a una banda que legitima ese
tipo de pop con referencias sesenteras, domésticas y confortables.
No por actitud, sino por inspiración a la hora de componer y
construir un disco que se escucha desde el placer y la melancolía
más imperecedera.
LAND
OF TALK_LIFE AFTER YOUTH
Otro disco
que nos recupera sonidos que por aquí ya deambularon hace cuatro
años de forma tardía; cuando debutó con su Applause Cheer Boo Hiss
del 2006, es la Canadiense Elizabeth Powell.
Desde
entonces ha publicado un álbum más, donde contaba con la
colaboración de Patrick Watson, Wintersleep, Stars, Arcade Fire o
Besnard Lakes en base a varios de sus miembros. Y este nos ha
reclamado la atención por ser uno de los pocos signos de vida que ha
dado Sharon Van Etten en un dúo vocal con ella en “This
Time”; el segundo corte del disco entre otras.
Un disco de
pura intensidad, que la reafirma como una de las voces más
interesantes, veraces y sinceras de nuevo cuño. Y no es de rigor
pensar que son sus múltiples colaboraciones o la de Sharon en este
caso, las que deberían acrecentar nuestro interés.
LAND OF TALK
tiene como gran virtud, esa facilidad para hacernos despreciar esa
mala fama que siempre ha arrastrado el IndieRock Americano en manos
de féminas. Cuando muchos creen que si no se va a los extremos, todo
queda en una repetición de esquemas que se acaba agotando. Porque
Life After Youth nos da de nuevo una nueva lectura sobre la hoja de
ruta de Elizabeth.
Alejado del
rudimentario tobogán lleno de aristas que suponía su anterior
disco, mucho más abrupto y en consonancia con la faceta más rockera
de Heather Nova; por ejemplo. Life After Youth nos arroja una
luminosidad de esas que realza Indie Rock hacia lindes poperas; o si
se quiere sugerentes.
Hermoso
conforme las escuchas se repiten, “This Time”
explota como un hit enfermizo. “Yes you Were” lo
recalca, y “Spiritual Intimidation” se erige con la
altivez de las canciones que presienten eternas. Después viene
cuando flirtea con otro tipo de atmósferas donde su preciosa voz
cobra el protagonismo que se merece. Y consigue que música y voz se
equilibren en consenso ecuánime: “Heartcore”, la
sigilosa “Inner Love” o “Macabre”.
LIFE OF
YOUTH es un álbum completo, de esos que sin estridencias ni hervores
desbordantes consigue el punto exacto de sabor, aroma, texturas y
deliciosidad que se necesita. Saciante!!
Y para
acabar. Antes de dar por concluso este pica pica de canciones y
verborrea. Con el único objetivo de curarnos arañazos e ilustrar el
escaparate de buenas propuestas, preparados para el desenlace final
de este 2017. No me quería despedir sin hablar de este señor, entre
la infinidad de cebos que contiene esta tumultuosa Playlist
trimestral.
Hay tiempo
suficiente para atemorizarse con la juvenil remezcla de ORIELLES.
Dejarse llevar por esa misma jovialidad pero en clave de guitarras de
CENDE; el otro proyecto del batería de LVL UP. Y hasta volverse un
poco superficial y pretender rellenar nuestro MP4 con el simple ánimo
de acompañar nuestros viajes al trabajo. No Judgenemt Please...
JOHN
MURRY_A SHORT HISTORY OF DECAY
Pero caray,
no me iba a marchar sin más. Teniendo a buenas en estas ya pasadas y
añoradas vacaciones, uno de mis más lucrativos bálsamos. Que no
solo de paisajes en silencio y cánticos de grillos barítonos vive
el hombre.
Luego están
los salmos. Esas canciones con sus autores, que nos bajan a los
infiernos de nuestra introspección. John Murry, este hombre hecho y
derecho con semblante de pocos amigos pero más bueno que el pan de
trigo. Tiene esa barita mágica para llevarnos allí donde nuestros
sueños se perdieron, entre desvanes, habitaciones a cal y canto, y
algún que otro desamor.
Y también
como quien partió de viaje sin billete de vuelta, que regresa cinco
años más tarde con un disco para amar.
El de Tupelo
(Missisipi), esta vez establecido desde hace años en Kilkenny
(Irlanda). Y con la ayuda de un ExCowboy Junkyes (Michael Timmins)
más la de Josh Finlayson (Skydiggers) y la inconmensurable Cait
O'Riordian (The Pogues) al bajo y las voces. Nos trae un disco entre
lo lúgubre, lo intimista y porque no, ese halo flotante místico que
tan bien se le da a Mark Lanegan; pero en clave de Folk.
Diez temas
con algún destello altisonante como gancho: “Under a Draker
Moon” o “Defacing Sunday Bulletines”.
Pero que en general, brilla más por los pasajes introspectivos.
Pese a ser
un disco de esos que detiene el tiempo, y lo difícil que eso puede
ser ahora. Contiene esa magia entre Bill Callahan y Mark Lanegan,
para dotar a todas sus composiciones de una amargura sostenida que
invade y traspone a la vez. Canciones como siempre me empeño en
resaltar: que modulan los estados de ánimo entre la tensión y la
calma, siempre necesaria. Un ejercicio de ambivalencias y contrastes
sin el cual yo no podría subsistir.
“Wrong
Man” y su descenso hasta lo más primario del Blues. O la
terapia de romanticismo infinito que trae consigo “When God
Walks In”, si tenemos en cuenta el crudo relato de hechos
pasados que arrastra cada una de las canciones: Un autismo no
diagnosticado, el abandono, la adopción y la muerte. Y un desenlace
entre las drogas y la cárcel, que fue lo que dio lugar a este
autobiográfico trabajo, cinco años más tarde.
Quizás así
se entiende mejor la mecánica de este disco y el heroísmo de sus
textos.
La magnífica
“One Day (You'll Die)” puede ser la mejor
ilustración del carácter oblicuo de las canciones de este disco.
Que absorben de verás cuando es el zoom, quien enfoca el grano
grueso de su impresionismo primitivo. La áspera “Countess
Lola's Blues” y el concluyente cierre y apertura de esta
cinemátográfica colección de canciones con: “What Jail is
Like” o “Silver or Lead”. Que capturan
con una rotundez absoluta, el carácter crudo, verdadero y
explícitamente esencial que domina el disco de principio a fin.
Imposible
inundarse de esa sensación sin atreverse a navegar por él sin
brújula ni salvavidas.
Y si ves que
discos como éste: de penitencia absoluta. O los otros de melancolía
autoinflingida no son suficientes, o se exceden en calma, cuando es
la agitación la que grita desde dentro.
No hay mejor
remedio que ponerse los patines de
CENDE_#
HIT SINGLE
Y tirarse
cuesta abajo con los ojos vendados, como quien quiere llenar los
pulmones de aire hasta caer en desmayo.
Porque sí
amigos. De discos energizantes hay muchos para desconectar el
sistema, de la inmundicia que desfila ante nosotros. Pero además,
los hay que rentabilizan y cotizan al alza la ferviente y olvidada
eléctrica. Y tiran de la funcionalidad más nativa en su talento
para soliviantarnos el alma.
Es escuchar
“Bed”, “What I Want” o “Good
Crime”, y caer en la cuenta de que a veces solo basta con
dar con el punto de cocción exacto. Ese punto entre lo crocante y
sabroso que le da equilibrio a la melodía fácil con chicha.
Canciones de apariencia simple que dan en el clavo como lo hicieran
Pixies, los primeros New Pornographers u otras tantas minúsculas
bandas, por alejadas que parezcan en su discurso.
Música
hecha con la tripa y el terciopelo de nuestros brazos: A veces
erizado, y otras hipesensible buscando la caricia.
CENDE ha
hecho de un puñado de temas; pues solo tienen dos discos cortos o
Ep's en curso. Un temario que regula la intensidad con furia y
sensibilidad a partes iguales. Pero que es imposible desecharlos como
uno de los mejores aciertos del presente año, junto a Rozwell Kid.
Vitaminas para la mente que levanta la impotencia reinante en el
mundo de la comodidad. Y que además, como gran mérito: Saben como
nadie unir lo extremadamente Pop, con la gasolina guitarrera que
algunos necesitamos como el pan nuestro de cada día.
BESOS,
AMORES, Y ABRAZOS COARRUGADOS!!
00-THE ORINELLES_Sugar tastes like salt (radioactive man rmx)
Me ha caído
un sol, si señora. La cabeza aplanada como una meseta de bordes
graníticos precipitados, y los ojos fundidos igual que un deslumbre.
Ha
visto a mi niño? Salio temprano a cazar moscas para la Salamandra y
aun no ha vuelto. Y mira que le dije: - Cuando huyas siempre hazlo
hacia arriba, nunca hacia abajo. Alza la cabeza con el mentón como
ariete. Y cuando te rompas la crisma, que sea con conciencia y
ganas. Mejor intentando tocar la luz con los dedos que cerrándolos
de impotencia.
Se enamoró
y perdimos de vista a aquel pequeñajo de pies grandes; creció. Sus
pies dejaron de parecer grandes y el envase se hizo al alma como el
pepino al orujo: Esa botella que se guardaba como elixir curativo en
el mueble bar de mi madre, y que decían que curaban los siete males;
menos el séptimo: El mal de amores mordientes.
Enorme
cucurbitácea que a si misma se hizo presa buceando en brisa. Y que
al paso de los años solo asomaba el hocico pidiendo tan solo un
beso, un beso nada más.
Los ocho
años que relatan esta bitácora marina de timones rotos y capitán
tarumba. Son los del diario de abordo que resume el sinvivir
aleatorio y caprichoso de mareas y vientos. Nos sirve -me sirve- para
recordar qué fue ese día, y porque lo relaté así. Reitero y
machaco que con el pasar de los años y la memoria no es que se
pierda, es que selecciona como el tirador a su presa. Lo que hace un
tiempo urgía, ahora se aplaza por simple antojo de dejar que el tren
pase hipnotizado con el chisporroteo de las catenarias.
Ocho años
que no he celebrado en más que menos ocasiones, y que este 2017
toca.
No porque
haya algo celebrable. Sino porque en ocasiones hay que enfatizar, y
poner el lazo al momento para certificar que existimos; aunque solo
sea como meros espectadores.
En este
acopio de canciones habría mucho de que hablar, trillar y manosear.
Pero mira tu por donde, nos vamos a callar, bajaremos el volumen de
la luz y la jauría, para subirnos la del reproductor.
Se hará el
vacío y escucharemos. Tan solo escucharemos; en silencio.
De la música
y su efecto en el fondo no hay mucho que decir. La verdad es que te
pueden explicar lo dura que va a ser tu vida, o que la tuya no va a
ser ni de lejos tan dura como lo fue la de tus padres. Tu horario de
entrada, el de salida y tus tareas. Las lecciones inútiles de las
cuatro reglas y lo importante que es la actitud. Pero de la música?
De la música no se habla, se escucha.
Sin prisas
ni condiciones. Sin ascos ni el mal vicio de apartar la verdura y
comerte solo la carne.
Esos dos
receptores que se alojan a cada lado de la cabeza tienen... lo que
carece el resto de sentidos; ninguna condición para utilizarlos: Ni
hace falta enfocar y dirigir la mirada para contemplar con estupor la
elegancia de la naturaleza, ni alargar el brazo para acariciar tus
senos o echarse a la boca un helado de carmín. Ellos cazan al vuelo
y transforman en reacciones químicas y físicas lo que por allí
pasa.
No hay
filtros, reglas, miedos ni posturas sino instinto cazador y
depredador. La educación mata la creatividad, y los hábitos
esclavizan el más mínimo atisbo de riesgo.
Date una
oportunidad ¿o acaso te dolió la primera vez?
No hay azar cuando
“Daylight” es la que descorre las cortinas del
dormitorio cual anaranjado amanecer. Y la caja de caudales cerrada a cal y canto durante meses, se desparrama para nuestro gozo.
El canto de
las guitarras con olor a café recién hecho, el crujir del pan
dorado bajo los primeros rayos, y a Robert Scott cantándonos al oído
“No Trace”. Ese empujón que las canciones mágicas te dan
despuntando la mañana, y nada ya puede ser malo en adelante.
El dulce
chocolate humeante y negro que los aeroplanos azules predican en voz
de Gerard Langley, datan los grises meses en malos sueños pasados. Y
ahora no, ya es tarde, mis feligreses y yo ya hemos descolgado del
nubarral un largo cabo de lazada imposible con una gran yema de
huevo solar. Sí, de esas de mojar pan y lamerse los dedos. No sea
que algún negacionista se nos cuelgue del Ficus más alto de la
bahía de Cádiz.
Intento
contener la euforia mordiéndome los padrastros hasta desollarme.
Pero ni por esas hay manera de deshacer la fecundación de los campos
de verde metalizado. Si ya no es Primavera, hay una natural sincronía
que se ha tomado la justicia por su mano amigos.
El resucitar
del muerto andante tiene constantes de cumbia. Se ha armado de unos
volantes frenesí de color, y medio en pelotas; porque estas cosas
ocurren así: Casi siempre como dios nos trajo al mundo, y corriendo
monte arriba. Con las ortigas rozándonos las partes más nobles y
pudorosas. Y a nosotros qué. Seguimos corriendo huyendo o en busca
del color de la vida esta que nos fustiga la muy cabrona.
No hay mejor
forma que despertar a fuerza de hostias, premiando a los opresores
con cucamonas y un corte de mangas. Porque las canciones son nuestras
aliadas y la danza esa estrategia natural de rebeldía.
Sería por
ley hablar y tapizar a su paso de flores las calles, cuando son la
vuelta a casa de GRANDADDY, THE BATS, THE SADIES, FEELIES o BLUE
AEROPLANES los que nos han dado la bienvenida al 2017. Lo sería, y
además no por ese ataque repentino de nostalgia que nos da a los
mustios volver a oír hablar de nuestros mentores. Sino porque sin
misericordia ni clemencia estos señores que aran arrugas y peinan
ya de plateada su cabeza, han publicado cinco discos touché.
Cada uno
según formas y versiones contrastadas para quienes buscan
continuidad fiel y pretoriana de su pasado. O para los que buscan
como yo, otros escenarios de distintas perspectivas pero con la misma
chicha de antaño.
El caso es
que sin entrar en detalles de si las expectativas de cada uno nos han
sido colmadas. O si realmente son estos -por raro que parezca- los
que están enriqueciendo la cada vez más estandarizada escena
alternativa actual. Que narices!! me parece no solo necesario sino
obligado, salir de las lindes para buscarnos campo a través nuestros
propios destinos. Pero... No va a ser de ellos de los que vamos a
hablar; sin acritud.
Hay mil
formas posibles de congratularse con el amor a la música. Y uno (o
el mío por lo menos), tirar por los zarzales y cañaverales por muy
magullados que salgamos.
KISO
ISLAND_3 MORE SINGLE
Este trío
de Vancouver tiene apenas un puñado de demos y este single de tres
temas de adelanto. Apenas si superan los veinte años. No comen ni
beben en los mismos abrevaderos finolis de quienes huyen del
guitarrazo pedregoso como quien cree que el tufo a sobaco solo es de
los probes de espíritu.
Y aun y así,
por muy poco encauzados que estén, bendito descarriamiento!!
Saben de eso
que han perdido The Orwells en este último disco, que parece más
acercarse a los Rooney más acicalados?; salvo alguna genialidad.
Pues a estos dos chicos+chica a las voces, les urge más el
tremendismo Powerpopero que a un yonki una papela.
Tres temas y
tres bofetadas con la mano plana. Pican, es cierto, pero gustan tanto
como el vértigo más primitivo de los Pixies de Surfer Rosa, el Punk
enfermizo de Ramones y algún ramalazo Mötorheatero.
Sinceramente,
para que buscar odas megalíticas gravadas en piedra a golpe de
escoplo. Si son esos tres temas que recuerdan a los Singles de
antaño, cuando eran monodósis por vena gloriosos y valían su
compra cual tesoro. Los que dan el sentido urgente a tu vida a la
deriva. Me van a decir que no!!
ACID
BARRETTS
De esta
banda Griega todavía estamos a la espera que nos despedacen con un
catálogo largo de canciones. Mientras tanto, solo nos podemos
devanar la sesera buscando datos por la red, siguiendo sus huellas en
el escaso Ep que tienen y hacia donde dirigen sus pasos.
Rock de paso
paquidérmico con querencia a ¿la psicodelia? O a ese vicio confeso
por cortar el cable de los frenos y tirarse cerro abajo sin objetivo.
Solo por el puro recreamiento por los sonidos de cantos rodados,
descalzos y guitarras incisivas. Con signos de interrogación porque
más que nada, esto del término psicodélico, cuanto más escarbo
menos sujeto a definición exacta lo encuentro.
Por un lado
podría ser aquello que todos quisiéramos oír en el último regreso
de los Jesus & Mary Chain, y a una reencarnación de los Black
Rebel Motorcycle pero con bastante más mala baba.
En el fondo,
de ellos solo necesitamos un tema tan noise y martilleante como
“Jesus Ashtray” para morirnos a gusto. Y del pasado
año para darnos una y otra vez con un canto en los dientes, su DK en
descarga gratuita: Un petardazo que flirtea con los primeros
Telescopes, y eso que a todo el mundo parece quemarle las manos
“guitarras de verdad, no de mentirijilla” ¿vale?
POWERSOLO_THE
REAL SOUND
Son
otro cantar de los cantares amigos. Bichos de esos que hay que
echarles de comer a parte y de lejos con un palo.
Llevan
lo menos veinte años en activo esta estrafalaria pareja de Daneses
Siameses. Que igual crecieron como almorranas al rebufo del rey
Chuck Berry, Lux Interior o algún apartado del catacumbélico
rock&roll de los 50. O su padre los abandonó en algún antro de
carretera entre Las Vegas y Sacramento; quien sabe.
Fácil sería
decir que este par se dedican a sacar brillo a viejas ondas de los
60: R&B, Garaje, Rockabilly o sonidos del submundo como lo
hicieran Cramps, Fuzztones, Sonics o ese montón de bandas anónimas
que emergieron de los Nuggets. Ese catálogo imperecedero de
trallazos que muchas bandas de ahora intentan emular, por lo menos en
decorado y sensaciones, y menos en verdadero y sucio espíritu. Se
murió Lux Interior y se perdió el único portador del verdadero
mojo del Rock & roll más subterráneo, marciano y psicótico; lo
demás, cataplasmas para ir tirando.
Pues puede
que POWERSOLO sea la única banda de hacedores de aquel ungüento en
la actualidad; sí, así de rotundo.
Los únicos
o pocos, que teniendo estas 14 descomunales descargas no están
todavía en boca de todos, coronados por el propio Ty Segall, o
anunciados a bombo y platillo por cualquier festival; de los chulos,
de los que molan. Que claro, que son Daneses y van por libre y eso
pues como que no.
Tenemos
además la suerte de tener reeditado en nuestro país su último Lp
datado en 2014 por el sello de aquí FOLC RECORDS. En formato físico
(Vinilo o CD), y de gira este próximo mes de Abril.
Esto ya es
suficiente, para tomarnos su REAL SOUND como un artefacto a
reivindicar. Tarde si por el camino nos hemos dejado a “Got
No Fear” o “ Ashole”. Pero suficiente si
nos conformamos con un curso acelerados por capítulos y sin paradas.
Más que nada porque en REAL SOUND se da la síntesis más o menos
concentrada y por milímetro cúbico de su largo historial.
Sin margen
para el receso desde la tremebunda “Sascuatch” que
inyectamos en esta Play. Hasta su parte más sugerente de “Des
Filles”, “Salty Lick” o “The
Leather Suit” donde podrían pasar por unos Black Lips
entonados, por la DO de Godfathers o el Easy Listening más refinado.
No pierden
el tono. Y convierte este cocktel sonoro en un tratado de buen gusto,
porque ellos sí son capaces de pasar de un estado de pura locura,
posar y quedar bien con las damas, para empujarnos a la orgía; pura
autenticidad oigan. “New Fashioned Girl” y
“Jurassic Sexy Party” son solo un detalle de su
pasado y presente. Y “Sloppy Bird Boogie” o “Sonic
Sauce”, el tributo a día de hoy más honesto y fantástico
a Lux, Ivy & Co. Que sea por ellos!!
ASTARI
NITE_CIRCA TAPES
Vamos
a cerrar y dejar que suene la música con esta banda de Miami. Una
anomalía que no voy a negar, me sedujo, porque no me puedo imaginar
estos sonidos dignos de Chameleons o Clan Of Xymox en las cálidas
latitudes de Florida.
Tampoco
digamos eso. He de admitir que escuchar ciertos revivalismos a veces
tan fieles, y la mayoría tan insustanciosos y faltos de alma, ya no
solo me irritan sino que además los suelo ignorar. Una cuestión que
no obedece a ese dar carpetazo a ciertos sonidos de culto de décadas
pasadas, porque no creo en eso de datar los sonidos/estilos en años
concretos. Y sí más en eternizarlos por calidad, no por cantidad o
simple moda.
Me
pone incluso de más mala hostia quien reniega del pasado, como el
que lo enaltece tirando mierda al presente. Y no soporto que
envejezcamos peor nosotros, que esa música que decimos a los cuatro
vientos lo mal que ha envejecido. Cuando igual es el avance, nuestra
lucha interna o falta de medida lo que nos agota perdiendo el
criterio y el contexto intermedio de las cosas.
Después
de esta chapa que igual ni habéis entendido. Me dispongo a resaltar
a este cuarteto; ya con varios discos. Simple y llanamente porque
escuchar “Lovesick”; adelanto de un hipotético
próximo disco. Me produce una emoción como pocas, igual que cuando
vuelvo a escuchar esas mismas y eternas canciones de Killing Joke,
Sad Lovers & Giants, The Mission, Chameleons o los sempiternos
The Sound.
No
por nostalgia aunque lo crean, sino porque solo el paso del tiempo es
capaz de colocar a cada cosa en su lugar. Y demostrar que somos
nosotros los que nos desactualizamos. O en ese interno por no
hacerlo, nos empeñamos en ser tan modernos que nos acabamos
convirtiendo en simples bultos sectarios.
“Until
the End of the Moon” ya pasó el pasado año sin pena ni gloria por
eso. Porque ¿quien se iba a fijar en una banda que recuerda al
Gótico sobrecargado y gutural de los 80?
Cuando
es un disco de Pop oscuro exquisito por melodía y por perfectamente
poder pertenecer a cualquier discografía de lujo de aquellos años.
En
cualquier caso, la inclusión de esta banda
(como
podría ser CIRCA TAPES), en esta primera
compilación del año. no viene a cuento por su recomendable y tan
desconocida discografía. Sino por esta canción concretamente
(Lovesick), lo que promete venir en un futuro, y a eso de poner luz
sobre aquello que se aparta por no caer en el absolutismo de “la
actualidad”.
Me
encanta por eso, que me refresquen la memoria. Y que me demuestren
que las tendencias son solo eso: estrategias de distracción. Y que
realmente, el mérito está en hablar cuando no toca, de aquello que
pertenece a nuestra historia. Ellos, además lo hacen bien. Con un
discurso elegante, sin excesos ni aquello de pasar las roscas a base
de pertenecer a la cadena de montaje.
01_SHADOW BAND_Daylight 02_THE BATS_No trace 03_THE BLUE AEROPLANES_Sweet, like chocolate 04_THE MOLOCHS_Charlie's Lips 05_HORSEBEACH_The highest place 06_THE SADIES_The good years 07_METHYL ETHEL_Femme maison, one man house 08_JENS LEKMAN_How we met, the long version 09_CIRCA TAPES_Sleepers short edit 10_ASTARI NITE_Lovesick 11_HEAT_Rose de lima 12_ROGUE WAVE_Rescue (Echo & the Bunnymen cover) 13_FUFANU_Gone for more 14_THE ORWELLS_Buddy 15_ANDROMAKERS_Everest 16_KISO ISLAND_Ice box 17_POWERSOLO_Sasquatch (reedición) 18_ACID BARRETS_3d Jesus ashtray 19_AUSTRA_Future politics 20_CLOUD NOTHINGS_Enter entirely 21_LAS ROSAS_Mr Wrong 22_GRANDADDY_I don't wanna live her anymore 23_ELBOW_Magnificient (she says) 24_THE STRAY TROLLEYS_A Bluebeat kid (reedición) 25_EXQUIRLA_Un hombre