domingo, 26 de julio de 2015

FERNANDO ALFARO, su SAINT_MALO, Y LAS PERIPECIAS EN CAN SUMARRO 2015: (FERNANDO ALFARO, LA BIEN QUERIDA Y AMATRIA)

De mi última peregrinación el pasado Viernes 10 a los Jardines de Can Sumarro, a raíz de la 13ª edición del Petit Format que organiza el mítico Depo Club de L'Hospitalet. Debería, #en condicional, pues como sabéis los que os pasáis por aquí, la premura y la puntualidad nos son ninguna de mis virtudes. Haber publicado hace ya unos días, algo parecido a una crónica ágil, detallada e incluso breve.
La propagación sin embargo, de eso que por aquí llaman xafogor y sus consecuencias #ese líquido untuoso y pegajoso que nos adhiere al sofá, como los mocos a los dedos. Ha hecho que aquí, el menda lerenda. Dedicase todo el fin de semana a ver pasar el minutero, como quien se encanta con esa mosca circundando alrededor de la lámpara. No me justifico no, si acaso me proclamo con orgullo y vehemencia, poco dado a las obligaciones. E incluso aplicado en eso de gestionar la energía; la que dicen provoca el sudor y el calentamiento global, esa.
En contrapartida os compensaré. Y aprovecharé para explayarme con uno de los discos que mejor ilustra y justifica mi tan constante decúbito supino: La vuelta a casa de Fernando Alfaro y su humeante SAINT-MALO.


Se que suena a excusa, de verdad. Pero sospecho que la dichosa crónica con tintes en un telegrama -stop- donde las inclemencias climatológicas, el gentío y mis manías -stop- acabarán llevándose un protagonismo que no se merecen -stop-.
Y no es que la distancia de mi casa al sarao sea el primer de los escollos; con tal de escaparme de este agujero que es mi pueblo, lo que sea: Tener que ponerme en manos de un artilugio para que me guíe, pues si me llevan de la mano jamás memorizo el camino. Comerme un tentempié mientras manejo para no caer en desmallo. Y llegar a las nueve tocadas, para comprobar que los horarios de la web se los han pasado por los webs. (Constatar que el motivo principal de mi peregrinación está empezado o casi concluso) #eso, lo dejo entre paréntesis para dar constancia de mi berrinche sin necesidad de montar un numerito. Y bueno qué, los momentos son por así decirlo: como trozos que de prestado nos da la vida, se comen o se dejan; como las lentejas. Así que sin más, sorteando con movimientos camaleónicos al personal y dando fe del popular dicho: “tienes más peligro que un escalón de Can Sumarro”. Me acerqué para devorar los cuatro últimos temas de Fernando.
Visto con los verdes focos que lo iluminaban mientras tocaba un tema de su último trabajo, guitarra al ristre. Pensé por un momento que se había aparecido allí, todo pintado de verde: cara, brazos, camisa... Sonó Fuerte y cualquier disgusto se disipó, así es, era el Increíble Hulk; más domado, pero igual de lúcido que siempre. Un bocado de esos que te dejan con la miel en los labios; que se le va a hacer.

La suerte es que salir y despejarse no solo vive de conciertos, también de ver, charlar y conocer gente; una cuenta pendiente que tengo desde chico y mi insufrible autismo infantil. Volver a ver a la autora perdida de Music Rules Our World, Marta, y saber de su vida. Cosas que uno hace cada vez más de tarde en tarde, que te conectan y desconectan, y que como pasajeros de un tren nos hace variar de itinerarios.
En cualquier caso la vida pasa a toda velocidad, y no es cuestión querer detener el tiempo por más que nos aferramos.
Nos hacemos grandes como Fernando Alfaro y sus canciones. Al fin y al cabo hemos envejecido con ellas, y eso mola. Sí mola. Justo el adjetivo que merece.

Empezaron al rato LA BIEN QUERIDA; otra artista que me tiene robado el corazón. Y yo, más pendiente de Fernando recogiendo sus bártulos, que de Ana Fernández (la Bilbaina) y David Rodrigez (el catalán) de Beef y La Estrella de David. Un set semiacústico por así decirlo, donde la voz Ana fue la dominante por encima de cualquier instrumentación posible. Va sobrada, y aunque sus canciones de despecho no nos dejen bien parados, nos atraen como la mantis al lecho conyugal: Un masoquismo visceral que nos atrapa en una tela de araña con aires de andamiaje funcional y práctico. Lo justo para armar una estructura musical por donde se filtran corrientes que beben del romancero más folklórico, como del pop sesentero a lo Jane Birkin o el de Jeanette. Un disco, el de “Premeditación, alevosía y Nocturnidad/2015” que aún perdiendo ese punto más bailable y arrabalero de “Ceremonia/2011”, parece haber sido confeccionado para escucharlo con más atención y profundidad.
En clave acústica la verdad es que funcionó bastante bien, pues la carcasa al desnudo de sus canciones en realidad son puro Pop de autor. Luego están las bases electrónicas tan bien gestionadas por David, que aunque en directo le jugasen alguna mala pasada, lo solventaron con bastante honor.
Son canciones que pueden enfocarse de mil maneras y eso pasa principalmente porque Ana domina su medio -la voz- de manera impecable; algo siesa, pero siempre con el tono adecuado. Muchos descarriados por allí que preguntaban de quien se trataba. Y es que canciones como “De momento Abril”. “9.6”, “Luna Nueva” o “Muero de Amor” son de aquellas que irradian un tono electropop naiff que bien podrían beber del folklore más tradicional de nuestro país.

Acabado el set de La Bien Querida, y con el manto casi bucólico de su tonadillas más acústicas flotando todavía en el atardecer.
Cuando la luz se echaba ya a dormir. Y las criaturas de la noche (mosquitos, moscones y moscardones) zumban que te zumban hasta adherirse a la peguntosa piel. Para qué maldecir el clima, si ahí están los saciantes mojitos del Depo -eso si les hizo ganar puntos- hay que reconocerlo. Tanto, que junto a las deliciosas viandas que preparaban en una rulotte próxima, vimos con más lucidez que el cambio de programación, tenía hasta su lógica.

Saltaron sobre el escenario AMATRIA, y pese a no ser santos de mi devoción en momentos puntuales. Cuando despliegan ese sonidero de ritmos Funk, Eurodisco y zangolotinos. A uno no le queda más remedio que bailar.
Tengo que admitir que una banda puede no gustarte desde la perspectiva estilística, prensada y editada. Pero pueden tener mucha actitud sobre el escenario, saber venderse, dar una vuelta más de tuerca a su sonido, y acabar rendido a sus pies; da igual si son las situaciones las que lo precisan.
Pues eso, que a mi plim. Si me hacen bailar y disfrutar, lo demás son neuras para guardar las formas, y que hablen...

SAINT-MALO de ALFARO FERNANDO





Quince días más tarde, ahí queda ya a lo lejos ese vano recuerdo de ahogarte en tu propio sudor. De ver a la chiquellería corretear y hacer el pino a medias mientras te ahogas en tu humo. De calarte los dientes con el hielo picado y la menta, y de ver a Fernando hacer la fila para cenar, como los demás.
Ese recuerdo brumoso y neblinoso como esa humedad que emerge junto a la costa cada mañana, es ahora hasta más intenso incluso. Fue esa misma sensación de la eyaculación precoz #sentir el subidón a la vez que la frustración.
Una rara disonancia entre el deseo y el guarda para mañana. Con la única esperanza de que en Octubre pasee con banda este esperado trabajo y yo tenga mejor suerte; no queda otra. De mientras... las escuchas se suceden. No he necesitado muchas la verdad. La primera fue vía streaming y fue un pálpito, aunque no suelo dejarme llevar demasiado por las primeras impresiones; prefiero echar pulsos con sucesivas audiciones.
Pero sería de tontos, no admitir que tras aquel último concierto/regreso de Chucho; ese mismo que hace más de año y medio me giró del revés, me rajó, me cosió, me pespunteó y me sumió en un largo sueño de 12 días. La idea de volver a ver entrar en el estudio a la banda, no se nos pasó a más de uno por la cabeza. Fue un poco de todo: El tema nuevo al cabo de nueve años “Motor de Perro Negro”, ver sobre un escenario a la banda al completo, el cincelado rudo y amable a la vez de todo el temario... Como un aliento de sepulcro casi fantasmal. Y verlos ahí, mejor incluso que las cuatro veces anteriores.
Son ese tipo de bendiciones a las que uno se agarra cuando nada te compensa. Egoísta puede... mejor así.
Digerir las distintas transfiguraciones de Fernando and Co. Como justas evoluciones naturales de la vida y de uno mismo, o las zanjas que vamos tapando por el camino. Quizás sea lo más justo, sin entrar por supuesto en detalles y análisis de forense musical.

La cosa es que después de aceptar “La Vida es Extraña y Rara/2011”, como un disco despellejado, desnudo y cuarteado #Un disco donde las metáforas empíricas que con Surfin' Bichos y Chucho nos alucinaron, parece que se van un poco al garete.
Aquí todo es realidad. De la que se toca, incluso diría más. De la que tal y como hemos madurado con la edad, nos hace más cómplices y hasta protagonistas - Que ya no semos unos niños!!Saint-Malo es como una necesaria resurrección tras unos años de autoenjuiciamiento. Algo así como someterse a un jurado; el de uno propio, que es el más chungo, y superar un mar de dudas a nado y sin bombona de oxígeno.
El caso es que Fernando Alfaro ha salido reforzado. Y me atrevería a decir sin excederme, que es uno de sus mejores trabajos en años; sin subestimar en absoluto el resto. Y en esto no me voy a andar por las ramas y voy a ser franco:
Me parecen por encima de estilos, sonido o texturas las suyas. Unas de las letras más ágiles, directas sin por ello andar escasas de poesía; y refrescantes sobretodo. No las voy a comparar con nada de lo anterior. Si acaso voy a pensar que coge lo mejor de cada época: Lo periférico y subterráneo de Surfin' Bichos, lo sugerente e imaginario de Chucho, y lo autobiográfico de su última etapa. Un disco rebosante de Pop inocentemente feliz, donde lo trágico, melancólico y contemplativo se entrelaza. Dando algo que sin saber bien que es, te acaba dejando un muy buen cuerpo.
Sin estridencias ni las aristas de otros trabajos. Aquí cada cosa suena en su sitio, y con una mesura que hasta diría yo que reconforta y estimula. Lo cual no significa que al escucharlo uno no intente buscar conexiones con el pasado; que las hay.
Pero lo cierto y más agradecido, es que tampoco lo necesita; si lo que queremos es disfrutar de él. No sé, es como el hermano mayor que se fue de casa bien joven, y regresa al cabo de los años con un semblante que se te antoja rejuvenecido pese haber envejecido; ¿me explico?


SAINT_MALO llega en un momento idóneo. Salvador de estos calores que te hunden hasta el fondo de la tierra, buscando humedad, como las raíces. Y nos muestra a un Fernando plácido, contemplativo y aliviado.
Son puede, esas instrumentaciones y voces que se mecen como una vela latina en las corrientes de la costa. Tiene ese aire mediterráneo en cada nota, en las sensaciones que transpira y en el lenguaje de Fernando, mucho más natural y palpable. Se escucha como una travesía cotidiana empujada por la brisa y la marejadilla en plácidos subeybaja. Y desde el primer segundo, cuando echa a rodar “Velero”, sale a flote un efecto liberador que nos acompaña en todo el trayecto.
Saariselká Stroll” con constantes viajes a la infancia palpitante de quien no arrastra demasiado equipaje, o “Tempus Fugit”: Trabalenguas de automatismos que no se explican ni se entienden, pero que a los seguidores de Fernando nos hacen ya de criptogramas que se resuelven al vuelo. La verdad es que con los años, los textos del Albaceteño son cada vez más translúcidos.
Esos tempos contemplativos a los que me refiero, cuando la escucha bien vale salivar, amasar y deglutir. Un arranque donde el balcón marino de Barcelona; su actual residencia. Parece haberle aportado un sentido más diáfano de la vida que se pasa. El Pop omnipresente en esas canciones o en otras como “Bonita fiesta”, se torna crepuscular cuando llega “Me hiere, no me hiere”. Y es verdad, tiene un ritmo parecido al de una historia o incluso al de una vida con sus fases lunares definidas y otras con degradados.
Las intersecciones se suceden, veloces. Suenan pequeños himnos de bolsillo como “Arrancando las vías” para que a nadie se nos olvide que la prosa de Surfin' Bichos sigue indemne. Con “El Ascensor de Herodes” los claros de pop juguetón se alternan con las sombras del arbolado. Aquí vuelve de nuevo esa métrica tan familiar a golpe de impulso ventricular. Letras de una agilidad y brillantez onomatopéyica tan musical, que en verdad, la música tan permeable a las últimas colaboraciones con Joe Crepúsculo, acaba sonando prácticamente testimonial. De echo, es una de los grandes aciertos de este disco.

Pijama de Fantasma” y “La Luna Aplastada” son dos de las gemas de este trabajo; mis preferidas sin duda. Ese tipo de canciones que definen un día cualquiera, y que nos rememoran épocas donde la música salvaba vidas a la deriva. “La Edad Media” apuntilla el oscurantismo que sin embargo a todos nos da luz; toda una autopsia confesional que asusta.
Y que bueno el susto, nos revive y sobrecarga. Un poco cruel, porque no decirlo. Saint-Malo asciende a los cielos lentamente con pequeñas monodosis, nos alza y nos lanza al vacío siempre con bastante delicadeza; como para no hacernos daño. Pero las despedidas ya se sabe, son crueles y por lentas no menos dolorosas. “La Eternidad” la define así: hasta que la muerte nos separe. De novios con actos y entreactos que dosifican esta relación que nos une por las tripas, pero también por el corazón.
Eso fue todo” suena a luces encendidas y a shock de despedida. Acaba la orquesta con un redoble, aplausos y el batiburrillo de público y camareros blandiendo retirada vasos, botellas y cigarrillos.
Y cuando te vas a casa, solo normalmente. Por el camino rememoras y ordenas, nunca lo suficientemente. Para eso está la certeza de que nunca será igual, y también la magia del asunto.

miércoles, 8 de julio de 2015

CONSPIRANDO EN LA PERIFERIA: ESPAI VAPOR 2015: THE WAVE PICTURES/THE SUICIDE WESTERN CULTURE/LUIS LE NUIT DJ SET

 
















Todavía quedan reductos al amparo de las fiestas populares. Trincheras soterradas donde la “plebe” hacemos nuestra la calle, de plazas sorteadas por chiringuitos, habaneras y pasacalles. Allí, los que cambiamos abonos de festivales de verano por tiquets de bebida de gerrilla: (cervezas en lata por 2 euros, o gintonics en baso de plástico), nos damos un chapuzón de frescor nocturno, parrandero y de comunidad.
Que sería de nosotros, pobres supervivientes de las fiestas de barrio, sin esa estrecha convivencia entre vecinos. Ese oteo privilegiado que da la barra metálica, desde donde se diseccionan especies de distinto pelaje, se sofocan incendios; o se provocan según la calentura de la noche.

Que echos como este se den a estas alturas en poblaciones periféricas a espaldas de la gran urbe Barcino, aun tiene más mérito. Y que queden aventureros para confeccionar carteles tan tentadores como el de Espai Vapor de Terrassa y otros que se han dado en Santa Coloma, Hospitalet, Sant Boi o la mismísima Vilanova a tan módico precio, debería de catalogarse como heróicos.
Cierto es que nos quedan aun pasos más arriesgados a la hora de horadar en la subterraniedad. Y sacar a flote aquello que asusta a las modas. Pero aun y así, basta con dar un repaso al cartel de este año y el de posteriores: Fira Fem, Punsetes, Mourn, Triángulo del Amor Bizarro, Capsula, Betunizer, Mee and the Bees... totalmente gratis. Para salivar no?


En estos casos, no es estrictamente necesario estar empadronado, contribuir en el programa de fiestas o conocer a algún lugareño. Las fiestas populares de verano irradian una especie de feromona todavía por determinar. Por la cual, los descarriados nos apareamos por consanguinidad, casualidad encontronazo y amor sonámbulo. O simplemente porque estos hábitats donde las castas modernas desaparecen, solo los buscadores del calor humano copulamos dando a luz amistad, risas y noches para recordar; o quien sabe si para olvidar diluyéndolas en alcohol.
La cosa debió suceder así, puede... El caso es que en vista de que nos perdimos a Wave Pictures en su última visita #hace cuatro meses aprox. Esta ocasión era un “todo o nada” para no dejarla escapar. Las piezas encajaban: Viernes, gratis, a 20 kms. escasos de mi ciudad, y mira tu por donde. Si The Wave Pictures intercedieron para que Johhny (Espacio Woody Jagger) y el que aquí firma, nos conociésemos en persona. La segunda, acabaría por rubricar otra igual de trascendente. La del menda y Xavi Nieto #el anfitrión. ¿Que quien es Xavi Nieto?, a veces amigos, no hacen falta títulos nobiliarios para determinar la grandeza de los individuos. Solo conversaciones bajo el estimulante influjo de la música, la noche y unas copas. Y tomarse la vida como una paleta de colores donde uno puede escoger los básicos, o buscar las tonalidades que se precisen según la creatividad que cada cual.


Noche de muchas muchas risas, de las que no se olvidan. Ya no por lo que allí sucedió, musicalmente hablando. Sino porque además, la situación privilegiada que nos da la edad nos coloca en una perspectiva de espectador única. Allí, en la lejanía, apartados de la melé juvenil para coger carrerilla y diseccionar al personal. Adoremos a la Virgen de los dolores, impartimos clases de socarronería; hasta nos dieron un premio oiga!! Y cuando llego el momento de la trascendencia, con un cubata en la mano y el brazo sobre el hombro; como el maestro EuGénio #ese si lo era. También nos dimos algún que otro garbeo por eso que se le llama: “una vida de padres poco ejemplares”, dicen.
En lo que respecta a la música: buena, variada y fibrada; como ha de ser. Empezaron sobre las 00:20 los Londinenses THE WAVE PICTURES. Banda a la que ya había tenido el gusto de disfrutar en la sala KGB con Johnny, y que también acabó en verborrea. Aquí esta vez, hubo un pequeño punto de inflexión. Y es que aunque es una banda a la que proceso una devoción absoluta, con una trayectoria impecable, sobretodo la de sus últimos cuatro últimos discos. Sobre el escenario y pese a ejecutar con frescura, elasticidad y perfección total todo el repertorio. He de admitir y compartir opinión de Xavi; les falta aquello que uno intuye al escucharlos: Más mala baba, filos, asideros para agarrarse, mugre, teatro... que se yo, actitud vamos. Que sí, que el entorno de unas fiestas beodas y populares, puede que no sea la más complaciente para desplegar todo su arsenal. Que si uno está con la tertulia, el sudor, la relajación, y el público seguramente mucho de él será circunstancial y pasajero. Pero leche!! había una muchachada de no más de 15 años (la mayoría de ellas féminas), que se rompían el alma en primera fila. Hay que estar a las duras y a las maduras y ves, al bueno de Chuck Prophet eso se la suda. Él lo da todo con 20, 40 o 50 espectadores; vamos, que es una química recíproca y ya está. Wave Pictures tiene muy buenas bases, se alimentan de sustratos con pedigrí. Pero como a muchas bandas de ahora, les falta esa escenificación y actitud que les sobraba a Lux Interior, Nick Cave o a Jonathan Richman.

El nivel de variedad y surtido que les dan estos últimos trabajos, tiene para dar y tomar. Más que nada porque su último disco “Great Big Flamingo Burning Moon/2015” les da un plus de R&B y contundencia, necesario para guarnir ese aire vacilón y feliz de su Poprock más saltarín. Así que como era de prever cayeron unas cuantas del mismo, incluyendo la que da nombre al mismo: “A Could Hear the Telephone”, “Frogs sing loudly in the Ditches”, “Sinister Porpose”, “Fake for Fur Pillowcase” o “The Goldfish”, incluso “Green River”; la cover que incluyen de la Creedence Clearwater, bastante apropiada al público que por allí campaba y que se suma a la de Daniel Johnston, “My Life is Starting Over”. “Long Black Cars” también, o “My Head gets Screwed on Tighter” junto a “The West Cauntry”. Canciones que desintoxican un poco lo que se puede entender por un concierto para presentar nuevo disco.
Inciden curiosamente bastante en “City Forgiveness/2013”. Un disco doble como el Beer on The Breakers del 2011, con el que los descubrí. Y que para mi gusto es de lo mejor que han publicado hasta la fecha; más complejo, intimista y poliforme. Tiene joyazas de la talla de “Better to be Loved”, “Chestnut”, o “Shell” y sonaron, además de alguna más. Johnny Helm se salió en esta última; el mejor de la banda con creces. David Tetersall o Grabancito, como lo llamaba mi colega, demasiado destensado él. Y Franic Rozycky el auténtico musculador de la banda, aunque insisto, demasiado estáticos para mi gusto.
Claro que... concierto gratis, que quieres pues. No me quejo lo juro, lo hago por deformación profesional y desde luego, disfruté como un enano.

Un pequeño receso al fondo, en las escaleras, echándonos el humo y una charradeta. Y sobre las dos tocadas los Barceloneses THE SUICIDE WESTERN CULTURE.
A esas alturas de la noche, uno que sale de higos a brevas como el cometa Halley, estaba en ese extraño punto en el que prefiere coger aire, no precipitarse, y ganar fuerzas. Ya sabéis: - Me bebo un cubata?, ¿doy otra calada?, ¿otra cerveza quizás? En fin todo un dilema para aguantar la compostura con estilazo y glamour. Bajamos a primera línea, aproveché para saludar a otro gran amigo – Luis Le Nuit- y su pareja recién llegados para preparar el cierre, y a las trincheras hermanos!! The SWC dieron un conciertazo de aquellos para perder el mundo de vista, toda una sorpresa para un servidor, y contra todo pronóstico.
Ni soy de aquellos que me suelo apuntar a un directo de electrónica; que me gusta, eso sí. Más todavía cuando como los SWC, hurgan el los Loops infinitos, en ese toque cinematográfico de sus montajes, su progresión tan Postrockera, y en esos beats crocantes que nos remontan a los 80/90. Ni tampoco de los que bailan cualquier cosa que me pongan; madurito, pero con dignidad. Ahora, sucede a veces que... o bien se alinean los astros o es que lo hacen bien los jodíos. Y mira que me parece realmente difícil irradiar pasión rockera sobre unos inertes artilugios electrónicos.

Ellos lo hacen: Juanjo Fernández y Miquel Martínez consiguen que sus canciones de carcasa onírica suenen sobre el escenario como un vendaval, muy por encima de su sonido en estudio. Saben mantener ese extraño equilibrio entre al épica de los 80, la elegancia y el oscurantismo. Para estallar cual bigbeat rompedor y rockero. Y ya nos ves ahí a dos estilosos rockergarajeros, dándolo todo como dos criaturicas emperifolladas. Creo incluso, que algún año se evaporó entre tanta muchachada y candor nocturno. Se nos apareció la virgen sí. Descubrimos que el mundo es un pañuelo donde enjugarse el sudor, donde a veces aparecen como la paloma inmaculada de ese mago, amigos por doquier. De los previsibles, o de los que se anuncian como apariciones cuando la noche lo necesita.
Arriba en el púlpito, pasando de rosca CZ-100's y los humeantes ALESIS SR-16, Suicide of Western Culture despiezaban su reciente “Hope Only Brings Pain/2012” y parte de su disco de debut. No pudo faltar “Still Breathing But Already Dead” para celebrar su último gran paso. Ese que nos congratula y emociona, al ver sobre un escenario una joven banda catalana haciendo temblar los cimientos. Y poniendo a la electrónica guerrillera a nivel internacional; algunos todavía no saben lo que se pierden.



Con la noche ya aullando. Y el poco personal que cambió pachangueo y habaneras por el hedonismo más exfoliante, en pie de guerra. Quedaba el difícil papel de cerrar la noche a buen nivel, y para que negarlo. Buena parte de la culpa de que aquí el menda, se dejara seducir por un Viernes/noche, abocado al trasnoche sin freno. Era por supuesto, la sesión de cierre de un gran amigo; LUIS LE NUIT.
Con él he compartido además de noches sin fin y una amistad que se fraguó hace 25 años, con una chapa extraviada y pisoteada del OCEAN RAIN. Algunas de las más incipientes, febriles, y prematuras sesiones, cuando se montaba cualquier fiesta fuere donde fuese. Programas de radio, muchas ferias de discos, conciertos a doquier y los primeros pasitos de FANTÁSTICO CLUB. Ya sabéis, esa pasión musical juvenil que te corre por las venas, y que te empuja a plasmar esas necesitadas compilaciones de cassette en una sesión.
En fin, sarna que no pica por gusto sino por simple pasión de hacer bailar al personal.
Así que para ser sincero, y con los distintos caminos a los que nos ha llevado la vida. No hay forma más grata con la que celebrar reencuentros, con el tiempo y la brevedad que se dan los mismos. Que con una sesión al otro lado del cercado alternativo, que es donde nos solemos mover.


Y es que amigos míos, uno puede tener sus principios inquebrantables. Ser el socio nº1 de la cofradía insufrible de los gourmets musicales más subterráneos y alternativos. Pero cuando la noche clarea y el susodicho decide que una salida espontánea  ha de acabar en efemérides, hay que cerrarla con honor.
Se amontonaron adeptos, eventuales, despistados, curiosos...y Luis Le Nuit cumplió con creces. Más que nada porque no hay mejor premisa a la hora de construir una sesión, que saber leer lo que el público desea después de unos contundentes y abrasivos Suicide of Western Culture. Básicamente bailar como condenados, tal y como reza el logo de la banda.
El vapor transpirado por una calurosa noche de Julio se tornó de repente en una curiosa boira llebrada, y la plaza llegó a imaginarse Vallée Blanche en pleno descenso. Pop estilizado, sintetizado y bailable al 100% que rompe con las sesiones más orfebres a las que nos tiene acostumbrados; por lo menos a mi, que lo veo muy de tarde en tarde. Podría renegar como el abuelo pachín? Pues no digo que no. Pero la edad me ha enseñado que aunque el gusto por la complacencia de escuchar una sesión a la carta siempre esté ahí. Mucho mejor dejarte llevar de la mano, y que te descubran otros escenarios posibles. Hubo petición de rigor, claro que sí!! más por apuestas y ganas de tocarle la pera que por exigencias del guión. Pero The Cramps acabaron sonando junto al Suedehead y a Once In a Lifetime del mítico Remain Lights de Talking Heads. Flotamos, levitamos y batimos las alas con Human Fly, poniendo el lacito a una sesión fresca a rabiar.
Del Pop electrónico errante, a remixes de pedrería que se engarzaban los unos con los otros sin dar respiro al personal. Fluido, dinámico, concentrado como un picapedrero de las mesas que es. Guitarras que planeaban y se deslizaban por beats calibrados al milímetro. Puntos de inflexión vacilones y tan tonificantes como las burbujas del Gin a pie de escenario, cuando Bob Marley y James se solapaban con la barita de Surda. Y echarnos a los tigres aquellos que con impaciencia, queríamos ver a los niños en la cama, o por lo menos dar cabezadas.
El Honbre Mosca zumbó con BZZZZZ... y los presentes, más felices que un chancho en un barrizal. Lo que se dice una noche mu tonta que sí, aunque suene ridículo, nos hace un poco más jóvenes, felices y amigos.................................SALUT!!

miércoles, 1 de julio de 2015

CONCIERTOS DE SOFÁ Y COPITA: KILLING JOKE AT HELLFEST 20/06/2015



Llega la calor, que no el verano, pues esto de los disparos térmicos a las parietales ya no es cuestión solo de estaciones. Y que mejor manera de recuperar una sección “remanguillé” de los inicios blogueros, que con Killing Joke; calentita como el asfalto candente de mi portal.
Los Conciertos de Sofá & Copita son lo máxime de la pereza y holgazanería. Sí amigos, hace mucho calor en la calle, y de rebote en casa. Si alguien ha de salir por obligación para ganarse la perras o hacer un recado, bien aventurado sea. Si tenéis la suerte de tener algún sistema paliativo contra el calor, mal rayo os parta. Y por el contrario, si sois como yo, de los que usáis la táctica de los mamíferos hibernantes para reducir el consumo de energía, y en este caso el consiguiente sudor. ¿para que jugársela habiendo un sofá, un ventilador, una pantalla y una copita, verdad?
Pues ahí están los Londinenses Killing Joke de: Requiem, Love like Blood, Eighties, Money is not our god, Chesboards... Para volver a poner en hora el reloj, y recordar a olvidadizos y desconocedores, lo mucho que deben algunas filigranas de ahora a bandas como Killing Joke, Chameleons, Comsat Angels, Sound, Echo & the Bunnymen, Teardrop Explodes, Psychedelic Furs y una larga lista. Y valga decir que ya no es cuestión de lo mucho que hayan podido inspirar bandas del pasado a bandas del presente. Sobretodo cuando algunos dirán la mucha distancia que los separan, lo que ha cambiado la vida, los contextos sociales y las personas; no los culpo. La esencia no, ni han cambiado los cuatro compases de Buddy Holly y Chuck Berry, ni el Punk emergió de la nada y desde luego, la música de ahora no ha dejado de inspirarse en la misma fórmula mágica del Rock&roll para continuar creciendo.
Por eso siguen habiendo canciones mágicas, sonidos por descubrir, y bandas como Killing Joke. Que sobre un escenario y 36 años más tarde, siguen tensando las cuerdas y musculando sus melodías. Porque eran eso, los hermanos chungos, cachas, broncas y políticamente incorrectos, encargados del trabajo sucio en la escena oscurilla de los 80. Vean vean...
 http://concert.arte.tv/fr/killing-joke-au-hellfest