lunes, 28 de mayo de 2018

TERENCE TRENT D’ARBY_INTRODUCING THE HARDLINE ACCORDING TO… 30 AÑOS SON OTRA JUVENTUD





Cumplí los 17, y pese a que mi padre tan solo ingresaba 25.000 ptas a la semana fondando envases (lo que se dice cerrar el tonel a fuego): Barricas de grandes dimensiones para Torres principalmente, en una empresa de la Avda Icaria en el Poblenou, ya desaparecida.
Me regalaron una ansiada minicadena Sanyo, con su giradiscos y todo; principal anhelo de adolescencia. Después de que cinco años antes se precipitara desde el Romi del lavabo: Otro radiocassette familiar Sanyo, también, que pesaba media tonelada. Y que acompañaba nuestros baños con música sinfín.

Mi abuela Rosario por parte paterna “La Meona”, era una excelente cantante. Así que mi padre heredó esa virtud/talento por igual y supongo, por eso, antes de que se encendiera el día en casa, sonaban a todas horas: El Cabrero, Porrinas de Badajoz, Juanito Valderrama y el Niño de la Huerta, entre muchos otros; como una banda sonora non stop. Al igual que la radio, o un tocadiscos Dual de maleta con S.T.R.E.T.C.H, los Beatles, Boston o Rod Steward como un contrapunto rebelde juvenil de mis cuatro hermanas.

El canto como expresión era a una, nuestro altavoz emocional melómano. Sin llegar a dedicarnos como nuestro padre al flamenco de manera aficionada, pero sí en la intimidad de cuatro paredes o celebraciones comunes.
Hemos crecido con música, y exteriorizado sin pudor la euforia de cantar lo que nos emociona. Que es la música sino cantarla y celebrarla bailando? Nada. Así que tras la dramática pérdida del tronío de nuestro viejo radiocassette, y la resignación de adquirir otro de bajo coste y peso pluma. No llegaba el día en el que por fin pudiera tener un tocadiscos y poder comprarme aquellos vinilos que impacientemente se enmohecían en los cubos del Disc Center; una tienda de barrio que había repecho arriba de mi calle.



El primer vinilo que me compré con 17 años, además de los ansiados primeros dos discos de mi banda fetiche The B-52’s, fue el INTRODUCING THE HARDLINE ACCORDING TO.
Datado en el 1987 bajo el auspicio de la multinacional Sony, no fue hasta 1987 cuando alcanzó el número UNO con Wishing Well. Y de ahí para adelante creo que la historia de este talentoso artista de Manhattan es por todos conocida; o no. Porque realmente pasada la treintena de años toda una juventud, de él ya se sabe poco, e incluso de este tremendo disco enterrado por un fracaso comercial posterior.
Pero aquí no vamos a hablar sobre el efímero éxito, el fracaso, la expectativas cumplidas, objetivos u olimpos musicales, no. Lo vamos a hacer de algo que está muy por encima de esa escala de medir popular; la sentimental. O la que relata la vida propia de quien ilustra épocas, con canciones; mucho más bella, donde va a parar.


Sonaba el otro día en el salón de casa: Porque son estos discos los que no se prodigan en escuchas, que así lo requiera la melancolía oportuna y traicionera. Cuando de golpe crees (y sabes), que toca recordar y amasar el corazón, con no solo canciones. Sino con conjuntos como atadillos o manojos, que como nadie ni nada son capaces de definir la grandeza de lo irrepetible.
Un disco con su protagonista. Fagotizado por esa industria a la que dicen que la ilegalidad a crucificado. Y que se merendó a un joven y prometedor artista de tan solo 25 años.
Pero todo flota, que no solo la mierda. Y es lo irrepetible de algunos acetatos lo que acaba sublimando en el tiempo. Por encima de la comercialidad que se le atribuía o la simplicidad de reducir a un artista a sus canciones más populares: Wishing Well (quien cumple su número uno 30 años ahora), Sing Your Name o el If You Let Me Stay de Michael H. Bauer.

Un Soulfunk de raíces gospel, que por herencia materna impregna gran parte de su modo cantar. A la par de un swing digno de Nelson Pickett, James Brown o Little Richard flotando sobre todo el disco, sin caer en la obviedad de un temario tributo, y sí en un debut con verdadera esencia.
Además de aparecer en un año en el que los sonidos de raíz no se creían con gancho comercial. Y la escena andaba algo huérfana de iconos negros auténticos que no cayeran en el Pop fácil; salvando a Prince y su Sing ‘O’ The Times.
Introducing To Heardline Acording emergió para más inri, en una de las añadas con más discos esenciales de la década de los 80. Y sobre todo eso, y para mi en particular. Fue aquel disco que ejerció de puente entre lo que supuestamente crees comercial, tus gustos más alternativos, y la indiscutible grandeza de aquello que no cae en el producto estándar. Por eso igual, cuando Terence intentó seguir su camino, sucumbió a la bulimia del sistema.



Pocos discos de los cientos que pueblan mi atestadas estanterías, que tengan un repertorio tan impecable e imprescindible. Ni una sola canción imprescindible.
La espiritual apertura del telón con “If you All Get to Heaven” que roza lo épico. Hasta el tremendo “Who’s Loving You”; una de mis preferidas. Allí parecía tomar a un William "smokey" Robinson como suyo y a otros tantos del Soul melódico sempiterno.
Sus canciones hicieron tomarme a chirigota, tantos que sonaron por aquellos años y que querían que creyeses que la verdad del éxito consistía en anular el bombeo salvaje de la sangre para caer en el bucle espiral y machacón. “Ill Never Turn My Back on You” con la soltura del pantalón de pata ancha y esa facilidad para desplegar ese híbrido de Funk & Soul inmediato.
El tu tu, tu tuuu podría haber sido otro single más; de echo todos lo son sin excepción. Lo que sería Dance Little Sister”, un bombazo sin más: infeccioso, adictivo, estertorizante.
Seven More Days” gira la esquina de la cara; cuando escuchar un álbum requería de la atención y al igual que con los libros: pasar la página y marcar con el punto el surco grueso de la canción. Una canción radicalmente distinta al resto, con slides, paisajes propios del Blues. Hechizante.
Y emprende con “Let’s Go Forward”, un paseo por Inwood, el Soho o Bowery. Es una canción que igual que “Sign Your Name”, impregnándolo de contemplación y registros angelicales. Dando a este disco una personalidad distinta y poco predecible dentro de su estilo. Incluso esa pincelada jamming de “Rain”, y que desemboca en un acapella como es “As Yet Untitled

INTRODUCING THE HARDLINE ACCORDING TO es un disco atípico que entró como un rayo de luz, en tiempos de abalorios, hombreras y decoraciones brillantes un tanto impostadas. Su brillo sin embargo, estaba impreso en una voz inusual: la de Terence Trent D’Arby. En una ejecución y puesta en escena prensada sobre un maravilloso disco, que sin embargo, quedo eclipsado por algo tan de nuestros días como la estética, la moda y el hit.
Pero que treinta años más tarde, si os envalentonáis en su escucha. Veréis que contiene muchos de los atributos que ahora se ensalzan. El carisma, la belleza; no solo estética, el alma, y la inmortalidad que cede el tiempo a los estereotipos que tanto suelen esclavizarnos y distorsionar al instinto más humano



 

sábado, 19 de mayo de 2018

DIS_PLAYLIST EMOCIONAL #1_NO QUERÁIS TANTO, QUERER MEJOR





Debería ser ésta, una primera playlist cronológica: Con sus rutilantes novedades, sus reseñas propias de los discos que han colgado de mi mente difusa, la banda sonora 2018.
Debería incluso, haber sido estricto en mis escritos y en el hábito higiénico de relatar tal o cual disco recomendado de cada mes. Haber cumplido con el propósito anual de escribir tres entradas mínimo y así, concentrarme en esa rutina propia de quien con la misma, pretende seguir una vida ordenada, complaciente y rigurosa. No sea que en el caos uno se pierda, se deje, y al final peine moho en vez de melena.

Pero ya puestos a ser arrastrados y o empujados de boca sobre la arena por la bravura del oleaje. Definitivamente quiero que sea un disgusto en voz alta; a grito pelado. A verdugos, pladiñeras, y las escasas grietas que al otro lado nos salvaguardan con AMOR, mucho AMOR.
Un HOMENAJE a la poesía de amigos/as & ambiguos que tienden cabos para auxiliarnos del cenagal que nos ahoga. Y quienes no distorsionan su mirada con prejuicios y estigmas de conducta fácilmente basada en educaciones sectarias. A quien critica sin convivir, sin conocer, y en la lejanía horizontal exprés que tanto alimenta el tópico típico.
Esperando que estas mismas canciones repletas de mujeres y trobadores, sean las que fulminen al suceso con sus víctimas. No por el echo de lo odioso del suceso, sino por la cotidianidad y aceptación del mismo. Un homenaje no, mejor un altavoz para quienes comen cárcel por cantar, para quienes tienen que dar explicaciones y justificaciones por su libertad, para las miles de mujeres que sufren abusos y juicios populares por su condición. A las que los sufren en el silencio del barullo y a mis cuatro hermanas que también los sufrieron en los 70’s mudos por la propina de la transición.
También a los invisibles, a los que por ser anomalías y no formar parte del patrón para etiquetarlos, solo existen para acusarlos. A quien calla para no ofender a la ignorancia, y a quien abre la boca bien grande para reír la gracia a los “payasos” y comerse a los sensatos.
Y que de paso, sirvan para que cada golpe de acorde, bajo y percusión haga de gran pala para enterrar de una vez por todas. A quienes se creen poseedores de la verdad absoluta, a quienes convierten el drama de la injusticia en un circo mediático o llenan de colorantes, conservantes y sabores artificiales la información y la ¿cultura? fast food. Y sobretodo, para los que hacen de la desconfianza el miedo, y del miedo el odio; no solo ellos, tú también.
Besos y más besos de terciopelo y labios húmedos para los que pese al que dirán, pisan la raya y tiran contra tablero el tiro LIBRE. Los que no tienen miedo a hablar de lo que no toca y están cansados de que todo siga igual, o dan sin esperar a cambio. Y los que de igual manera se avergüenzan de hechos que para la mayoría son ¿normales? -Habituales. El ombligismo que solo se indigna cuando la sangre le salpica a él, ficha con hashtag, y limpia su conciencia con vinagre.

Me avergüenzo del ser humano sí, en general. Y no aprovecho las circunstancias pues es algo que arrastro desde siempre y ahora es tan evidente e implantado. Que hasta resulte raro y antisocial revelarse abiertamente sin temor a ser señalado y anillado como un pollo de criadero; que es lo realmente bochornoso amigos.
Recomendaría encarecidamente visualizar THE SQUARE. Una cinta del sueco Ruben Östlund, donde sube a la red y juega de tú a tú con nuestra hilarante aunque dogmática vida pública: La que queremos que los demás vean y acepten, bien envuelta con lazo y papel cuché bonito. Se ríe y nos divierte con nuestra misma mierda con tal elegancia, que nos planta nuestras miserias en las narices, y encima jugamos a hacer muñecos con ella.
Pero en el fondo, lo que flota es el desprecio y la miseria humana que se derrumba como una falsa fachada ante nuestras narices.

Tengo la certeza, que su visionado resumirá más o menos la parrafada con la que intento ilustrar mi malestar. Aun sabiendo, que es inútil confesar y definir el hastío que soporto, cuando el objetivo es distraer.
Pero no me hagáis mucho caso. No quisiera con esto incomodar, dar pie a corrillos o encender las luces en momento álgido a la fiesta. Llevo muy bien ese dicho tan nuestro de: “a las penas puñalás”. Pero, que tal si rompemos el silencio?
Con música, por supuesto.
O NO


Track_a_Track:

00_DTSQ_montgomery
01_PAPAYA_amor o sexo
02_CAROLINE ROSE_talk
03_SLOWCOACHES_complex
04_LUKE HAINES_oh michael
05_SR CHINARRO_de piedra
06_ANDY KETCH_oH, summer
07_THE BREEDERS_spacewoman
08_PJ HARVEY & HARRY ESCOTT_ace acre of land
09_COURTNEY BARNETT_need a little time
10_LOMA_white glass
11_MGMT_when you die
12_AIR FORMATION_a.m
13_JADED JUICE RIDERS_ready to go
14_FINE CHINA_feel not
15_THE ASTEROID Nº4_explore
16_KEVIN MORBY & WAXAHATCHEE_the dark don't hide it
17_JONATHAN WILSON_theres a light
18_THE WELL WISHERS_gravity waits
19_GUIDED BY VOICES_i love kangaroos
20_TRACEY THORN_face
21_SUNFLOWER BEAN_i was a fool
22_WYE OAK_i know its real
23_JACKSON REED_cathedral groove
24_PETE ASTOR_golden boy
25_UNLIKELY FRIENDS_all the cameras in japan
26_THE NINTH WAVE_new kind of ego
27_THE DECEMBERISTS_everything is awful
28_WHYTE HORSES_ectasy song
29_TROPICAL FUCK STRORM_ruber bullies
30_ELEANOR FRIEDBERGER_in between stars
31_THE MEN_so high

sábado, 12 de mayo de 2018

THE CHAMELEONS_VOX_Sala Bikini/Barcelona_04/05/2018: FÓRMULAS MAGISTRALES





Hemos llegado y estamos aquí.
Ese fue el furibundo y único mensaje capaz de hilvanar así, al vuelo. Cuando la noche del Viernes 4, alcanzaba su punto más álgido al sonar “Looking Inwardly”.
Probablemente nadie entienda la idea de tener la certeza, cuando algo sucede ahí abajo, en las tripas. Ni tan siquiera así, en plano general, que una canción del denostado WHAT DOES ANYTHING MEAN? BASICALLY sea esa canción más esperada por alguien, o para el caso: La que ilustre una época, un recuerdo, o una idea a grandes rasgos sobre una de tus bandas de juventud y la noche del reencuentro. Para mi sí.
Más aún cuando le sigue “Perfume Garden”. En ese momento hubiese firmado por poner fin al suspense del desenlace.
En general no es el disco más representativo, para una banda poco o nada reconocida, en tanto a la influencia general del PostPunk mirando de reojo, y con la perspectiva que nos dan los más de treinta años que tienen sus canciones. Pero fue mi primer disco. El más espacial y menos rocoso de la banda de Manchester, pero solo por eso, mi favorito; sin entrar en debate si es el mejor. La memorabilia tiene eso amigo, en la mayoría de ocasiones no atiende a razones. Porque la música y su memoria SIEMPRE va unida a una huella única y egoístamente personal.
Tampoco hubieron apenas góticos o por lo menos con sus galas ya; igual la edad. Aunque yo jamás oí a Chameleons, Echo & the Bunnymen, Comsat Angels o a los Sad Lovers and Giants en ningún garito gótico de la noche Barcelonesa; por lo menos si era más importante la estética que el militarismo. Nunca lo fueron, también es verdad.

Y eso. Además de honrarles. Les da un plus de importancia creo, vital. Si intentamos conectar algunas de esas bandas casi siempre incluidas en movimientos de culto, y sin embargo alejadas de una intención realmente musical.
Principalmente porque creo que son las que mejor capacitadas están, para envejecer y ejercer de conexión entre el pasado y el presente. Si hay bandas recientes que beban de algo del PostPunk ochentero, dudo que sea de Joy Division, sino de The Chameleons: Seguramente la banda menos referida en cuanto a influencia por la prensa, en bandas como Interpol, Editors, White Lies, The Horrors, o Protomartyr. Probablemente porque la mayoría pasó del BritPop a la actualidad, sin tener ni puta idea de lo que se cocía en años anteriores que no fueran Joy Division, The Cure, The Smiths y poco más.

Pero dejando de un lado rencillas y duelos en el callejón más sórdido, propias de un arrugao canoso de 48 tacos.
Lo importante del viernes pasado además de volver a ver a amigos/as de nuestra quinta, correrías y fábulas nocturnas propias de un biopic mítico. Y también esa curiosidad de comprobar si había que pasar lista, si conoces la evolución (o involución según el caso) de algunos de los colegas a los que apuesto, no reconocerías. O incluso averiguar a que quinta o época perteneces tú; que 30 años son muchos. ¿serás de la primera y más viejuna del 86/87? ¿los descubrirías con eso del Britpop y el afán de reafirmarte como raro, pintoresco o marginal? ¿O fuiste ya de los tardíos con muchísima más información, datos y variedad?

En cualquier caso, lo importante es que habíamos muchos; más de los que yo pensaba. Teniendo en cuenta la secuela que me dejó el pésimo sonido de la primera vez que los vi en esa misma sala cuando se reunieron los miembros originales. Dieciocho años que han pasado aproximadamente, y con la edad del pavo ya superada, yo iba con miedo. Sin saber a ciencia cierta lo que me iba a encontrar.
Los vi con esta formación bajo un sol del carallo en un Primavera Sound hace seis años, pero eso no cuenta. Y no sabría decir con certeza el efecto: Hacer tocar una banda oscura a las seis de la tarde debería estar penado.


THE CHAMELEONS VOX, como ahora se hacen llamar por eso de no contar Mark Burgess con la autoría 100% del repertorio, y ser el único miembro en activo. Suenan infinitamente mejor y más fieles al repertorio que la formación original de la gira del 2000; por más que les duela a los puristas. O por lo menos son más profesionales a la hora de modularse a una sala, y que todo suene en su sitio.
Chris Owen (Midge Ure, Ultravox), Neil Dwerryhouse (the Man with the Stereo Hands), y Yves Atlana (Black Swan Lane) a los tambores, suenan no solo como un tiro, sino con la intensidad y empaque justo que necesitan estas canciones.
Justo ahora que la imperativa actualidad relega las referencias, a meras citas. Es bien comprobar por activa, que el pasado es circunstancial, caprichoso y porque no admitirlo: Revelador para quienes creemos que mirar atrás lo justo. Pues va ser que no.

Si bien es cierto que “Don’t Fall” despegó irregular y con la voz de Mark Burgess engarrotada. A medida que el temario avanzaba; igual que los motores clásicos. Los responsables de volver a engrasar la maquinaria de los mancunianos al rebufo de su incombustible líder, han cogido por fin el tono de un repertorio inigualable en atemporalidad, y básico para entender la esencia del PostPunk.
Fue después el turno de “A Person Isn’t Safe Anywhere”: Densa e invernal si la comparamos con el sonido crudo de aquel primer disco del 83. Sonó la preciosidad de “Monkeylad” y Mark perdió de vista martilleando el bajo, cualquier sospecha de exceso de responsabilidad.
De esas canciones que 35 años más tarde, siguen sonando inmensas por convierte en parodia algunos de los himnos de actualidad. A manos de un vocalista que en momentos de lucidez hacen un uno solo: interpretación, música y voces por pura alma.
Es lo que diferencia a The Chameleons, o a New Model Army, de otras bandas de la época que sublimaban las intenciones y el éxito, sobre la autenticidad y el carisma bruto.
Looking Inwardly” y “Perfume Garden” rompieron con la maldición de ese disco intermedio en ocasiones repudiado. Y que creo que vital, por como vertebra una inflexión de estilo mucho más contemporáneo en la actualidad, y totalmente complementario en su reducida discografía.
THE CHAMELEONS solo publicaron tres discos en aquellos años. Pero vistos ahora con perspectiva y sin entrar en la grandiosidad imperecedera de sus canciones. Parieron tres obras totalmente distintas entre si, y parece ser que ahora es cuando de verdad son conscientes de esa suerte. La de despejar algunas incógnitas a seguidores a los que la edad les ha otorgado su misma visión, mucho más equitativa sin la presión de ser veinteañero.
En el fondo, esa es la maravilla de verte arrastrado a revisar la discografía de una de tus bandas de cabecera. Por más abandonada u olvidada que la tengas.
Less Than Human” como un réquiem o salmo para ya devotos. Era esa canción en el momento oportuno y estratégicamente seleccionada. Para que el acorde más mágico de su carrera nos arrebatara de un plumazo la más mínima duda: “Swamp Thing” debería ser un himno de la época incluido en cualquier revisión que se precie. Y pese a todo, todavía sigue siendo una reliquia semidesconocida para el gran público.
Paradiso” fue una de las rarezas de la noche; bella. La tremenda “Mad Jack” conectora tanto con los Echo como The Cult. Santos y seña de una época ya irrepetible, aun perfectamente revivida por una tropa de cuarentones y cincuentones cual niños chapoteando sobre un charco. Caras de felicidad y piel de bellú que desempolvaba airguitars. Justo cuando “Soul in Isolation” abrió un paréntesis de puro sentimiento , diría que hasta épico.
Second Skin”, la tremenda“Singing Rule Britannia” (se nota que soy fan de mi primer disco de ellos), cerrando con “View for Hill” a modo de tobogán.
Foto: Xavi Bartolomé

Todavía quedarían cuatro temas más, y por supuesto, los más emotivos de la noche. Que invirtieron la perplejidad estática del impávido público, en un temerario pogo que para que engañarnos; hizo a todos un poco más jóvenes e infinítamente felices:
In Shreds” y la bendita ocurrencia de por fin explotar el filón del WHAT DOES ANYTHING MEAN? BASICALLY. La puta locura de “The Fan and the Bellows” como os imagináis, fue ritual. “Nostalgia” como su propio nombre define e ilustra, apoteósica. Y de regalo a punto de recoger bártulos “Up the Down Ecuador”; la noche y el entregado público se lo merecía.
Ese tipo de vueltas que viene a abofetearte para decirte alto y fuerte: Ves? Eres tu el que te haces viejo, no la música. La bendita música celestial (aquella que te vuelve melancólico), fluctúa, late y bombea sólo si tú te empeñas en dar la medida justa a cada momento; pasado, presente y futuro. Y además, que sepáis que cuando todo parece haber sucumbido al vórtice de la moda, llega la antimoda para hacer del brillo excesivo, un satinado lleno de escondites o fundidos según la luz, edad o momento.
Que además todo esto ocurra empujado por Albert Y Sturm Promnotions; amigo además de épocas. Pues que queréis que os diga, es orgullo propio de quien como la banda, deposita en la tenacidad y el empeño, toda su irreductible valía.
FELICIDADES