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viernes, 10 de noviembre de 2023

BALLBOY_CLUB ANTHENS 2001/2023: ATENTOS A LA PISTA DE SALIDA (ANIVERSARIO)

 


Atentos a la pista de salida azuzaban con la pertinente colleja y: ¡niño al aguaaaaaa!
Desde aquel preciso y tierno instante, no volví a acercarme al agua sin hacer pie ni por activa ni pasiva. Verán si no, si es manera de adoptar el nado, el tufo al cloro y el arte del sirenito lanzándote a la piscina de un empujón. Ejerciendo del desespero por no ahogarte, el talento natural michaelphelpsiano de una criatura de 5 años.

 

Pero no penséis que toda la culpa de mi apego a tierra firme fue solamente de ese cenutrio monitor.
Hay un recuerdo como el vaho del baño. Donde me veo agarrado de pies y manos a los bordes de la bañera evitando el agua con una flexión magistral de mi tierna columna. Y no digamos si me echabas de improviso agua en la cara; entraba en colapso respiratorio.

 

Ya luego, y por propia voluntad; cuando dejé de ser un niño gilipollas (es imprescindible en la madurez, aceptarte como un impertinente contemplado por eso de mejorar). Fui capaz de cortarme las uñas de los pies, calzar una chancleta y hasta ducharme echándome el agua por la cara con tal de meterme en el baño con mi radiocassette sanyo de 12kgr y perder la conciencia escuchando música.
¡Ahí fue cuando conocí el amor! ¡Justo ahí!
Escuchando el Whammy Kiss! con trece años; imaginaos lo largo que se les hizo a hermanas y cuñados aguantarme. Ese tipo de cosas capaces de trazar un guiñolazo cobalto entre el presente y el pasado, son el mismo teletipo disuelto en el tiempo por el cual agradezco enormemente la visita de Gordon McIntyre.

 

21 años, los mismos que mi hijo mayor con el carnet de conducción recién adquirido; el mismo que me enseñó a nadar hace diez.
La vida misma como una sucesión de cimas y ensenadas, de resbalar, hacer pie y agarrarse con uñas y dientes. Y siempre o casi, acompañada de una melodía vestida de canción.

 

Es entonces, justamente entonces, cuando aquellas colecciones de canciones con poco más de dos décadas. Definen por si mismas un momento histórico de tu vida.
Y claro, al rememorarlas por trascendentales y celebrables, adquieren ese halo de ¿melancolía?
Pues no, una época en la que con la incipiente llegada de internet. Las canciones de Ballboy en sus primeros Ep’s, recogidas en este álbum, marcaron un punto de inflexión a la hora de rediseñar el universo anónimo del panorama alternativo.

 



Años del primer fanzine Pop-Eye, de nuestro primer programa de radio Canciones desde el Paraíso con la sintonía de Derribos Arias y aquel: -“me va a echar de la discoteca, por apoyar el codo sobre el disco”. De la heroicidad de Fantástico Club y The Sound con sesiones revitalizantes de contracultura alternativa. Entrevistas a Mark Burgess, Sidonie, Chucho, Mishima y Raül Refree…
La emoción y vigor del “hazlo tú mismo o con amigos”, de flyers y carteles. De pasión y creatividad.
La misma que ahora años más tarde, me tiene ante el teclado relatando historias que fueron bonitas y hacen que merezca la pena ensalzar a estos cuatro escoceses de Edimburgo.

 

 

 
 
CLUB ANTHENS eran por así decirlo, el punto en el cual podías volver a ilustrar la verdadera idiosincrasia de lo alternativo justo cuando el britpop a la par que el grunge sucumbían al éxito mayoritario inmediato.
Darle sentido a la desnudez de Billy Bragg y a sus mensajes, a la poética austeridad de Arab Strap, a los rocosos crescendos arpegiados de Wedding Present, y al minimalismo de Field Mice, Sarah Records, y la pureza de las grabaciones de John Peel en forma de canciones que hablan de cosas que te pasan a ti y a mí.
Era como volver a deshacer el camino, no por esquivo y antisocial, sino porque mucho antes de que Pixies los conociera hasta el tato justo cuando se disolvieron e incluso después. En 1993 por ejemplo, apenas si los conocían los 4 gatos de siempre, Suede presentaba su disco en la diminuta sala Estándar de Barcelona, Breeders hacía lo propio meses después, y años antes Radiohead teloneaba a James ante apenas 300 personas en Zeleste (ahora razzmatazz). Y justo era esa aventura de buscarte la vida, lo que hicieron excitantes los 80 finales y primeros 90, hasta que internet entró en escena.

 

Con la entrada del nuevo milenio el contador se puso a cero, y fuimos unos cuantos los que volvimos al invisible mundo de lo alternativo.
Lo cual es una prueba más que fehaciente, de que el éxito masivo, la popularidad o el acceso a la información no suele ser siempre síntoma de calidad o excelencia.

 

 

Ballboy podría circunscribirse al indie primario, antes de que ese término acabara siendo algo tan amplio, que perdió el sentido. Junto a ellos podría enumeraros un puñado de proyectos que me embelesaron de la misma forma y no precisamente por parecidos razonables: The Mendoza Line, The Prayet Boat, The Delgados, The Clientele, Appliance, Cosmic Rough Riders…En fin, todo aquello imposible de pinchar en un local, inexistente en las emisoras e invisible a la prensa.
Ballboy por definición; la mía propia claro está. Podría sintetizarse en “Nobody Really Knows Anything”; la primera canción que escuché de ellos y me noqueó al instante.
Llegaron “Meet me and the shooting Range”, “A Europewide Search for Love”, “Something’s Going to Happen Soon” y el paso atrás para descubrir la inmensidad de sus primeros Ep’s recogidos en Club Anthens.

 

Escribir este extenso tochamen para realmente no hablar una mierda sobre algo que no se explica sino que se escucha. Era una obligación para esta bitácora que solo se anima si la cosa va sobre anonimatos, invisibilidad, ostracismo, olvido y un poco sobre encerrarse en la habitación de uno mismo y creer que vuelas y escapas.

De cómo el bajo de Nick Reynolds me provocaba erecciones imposibles de dominar. La columna se me estiraba produciendo calambres de placer en mis gemelos. Y cómo creía deslizarme sobre “Building for the Future” como si lo hicieran en una ladera de Holyrood park flotando apenas unos milímetros sobre la sección de cuerdas.

 

 
Del como las notas crudas de “A Day in Space” relatan hablando lo que se supone es observar desde el espacio el mundo a la deriva: “A veces me pregunto qué le pasa a la gente, se han vuelto débiles y estúpidos. O están viviendo con miedo”.
Y la sincera rotundidad de “Dumper Truck Racing” que va bajando el volumen hasta el mínimo inapreciable. De los invencibles textos de Gordon tan lícitos veinte años después. De los miedos, las dudas, los deseos y las mareas que se suceden año tras año sin apenas diferenciar protagonistas y secundarios.

 

 
Ballboy supo concretar como pocos, la genialidad de procrear lírica y música con la misma velocidad que los sucesos empujan a componer. Por lo tanto, creo que esa creatividad ahogada por los sucesos y resiliente en canciones inmortales, son la mejor de las suertes posibles.
I Hate Scotland” nos cuenta lo que supone formarte año tras año, día a día, buscar objetivos, crear metas… Desmoronarte, erosionarte, desdibujarte… Y como dejarlo a un lado y lanzarte desde un trampolín. Como mandarlo todo al garete, renovarte y reconstruirte.
La vida misma con sus constantes dudas existenciales.
Ballboy fueron únicos en narrar todos los vacíos que cada uno pueda imaginar desde la adolescencia hasta la edad adulta. Y hacerlo con un pop tan sincero, y honesto.

 

Paradójicamente se podría pensar que la música de este cuarteto estimula el desaliento y la depresión.

Pero muy al contrario, sus canciones invitan han expandirse y a enfrentase a las dudas, que son el sino mismo de la vida. Cantándolas a pulmón abierto como lo harías al subir el volumen de “One Sailor Was Waving” o “I’ve Got Pictures of You in Your Underwer”: Usando nuestra fragilidad como fortaleza.

 

Disfrutarlas os hará bien, lo prometo.

BALLBOY son: Gordon McIntyre (voces, letras, guitarras), Nick Reynolds (bajo), Alexis Beattie (batería), y Katie Griffiths (teclados)  


domingo, 28 de julio de 2019

CUMPLIMOS AÑOS!! 10º ANY_VERSARIO, Y LOS RODADORES BELGAS

 

Number naiinna,
number naiinna,
number naiinna,
number naiinna…
Pedaleo, riñones.
Y el plato grande en elipse estroboscópica, girando sobre tu cabeza gacha camino de la Roca del Vallés. Mientras (por ejemplo), suena el Tour de France en el derretido salón.

Todo, dando vueltas como un mantra en el tocata Bettor de maleta de tu infancia. Como una llamada/alarma a la psicodélia/lisérgia, con la que uno suele caer en el remolino colorido del recuerdo:
El carnero que envistió en sueños el portón del corral y que jamás supe si fue real.
Las grandes tetas de mis hermanas que espiaba por la rendija de la puerta a hurtadillas. El Cola Cao. Y el niño consentido!!

El matón de mi calle, Manolito (no es irrisorio para ser un matón, más por calibre que por prestancia?), los taquigoles y la invisibilidad hasta los 14 años.
El pollo que me mató mi padre en una de sus borracheras, y que jamás perdoné; (y ahora sí). El humo del tabaco y mis ojos llorosos escoltándolo a decenas de peñas flamencas: seguirillas, tangos, fandangos de huelva y martinetes… y sus poesías de analfabeto acuñadas por manos como lijas hartas de fondar barricas en Ramoneda Hnos.
Pegando con cola blanca de manualidades, todos aquellos recuerdos que te van viniendo:
Pues si los 49 ahí, mirando desde el filo del precipicio la entrada a los 50, son dados a hacer retrospectivas.
Que van a ser los diez de blogeo y escrituras? Si como mucho son un punto de lectura de cartulina fucsia como tantas e inconstantes aventuras.

La última que celebré, la cabra tiró al monte: Medio bestia/medio criatura.
Y ahora, años después. No se si salir a buscarla o quedarme observándola corretear esporádicamente. Cuando parece ya un mastín perezoso, que solo ataca/defiende, cuando la presa está a una distancia no más grande que la de un palmo.

Se ha asomado ahora desde la ladera a la playa. Y allí. Desde arriba.
Donde se contempla el festín de los dioses con cierta desgana y más pereza que empatía.
Solo queda tomar apuntes y editar el bestiario: Cada día uno distinto y aún más grotesco.

Eso en cierto modo, lo he adquirido últimamente de mi nonagenaria madre (y uno+).
A quien solo despierta una sonrisa increíble de su resignada y anciana demencia, una burrada de las mías o de mis hermanas.
Sus empequeñecidos ojillos y el crisol de color que desemboca su cuerpo en dichos, manías del pasado, y cada uno de los nombres de los vecinos de mi barrio; incluso saber que Rocío Jurado nació en Chipiona, y no lo que comió horas antes.
Todo es así de mágico y exquisito!!

El último año de EGB y los preparativos y recaudación como delegado de 8º, para el viaje de fin de curso que nunca llegué a hacer; así, por que sí.
Mi observatorio desde el balcón, donde dos muchachas con hullaop medían mi estándar de belleza. Las cronometradas con mi Orbea Furia y un amigo, a una de las manzanas de mi barrio; muy a lo escalada de Montjuic. O el juego de mesa que inventamos los dos con fichas, emulando las grandes clásicas de ciclismo y nuestro propio equipo extraído de revistas.
Las horas interminables y sudorosas en mi habitación con mi madre gritando: - Salir a que os de el aire!!
Mi vecino marrano del primero con su Atari, el pajillero del segundo, el alelao del cuarto o los “cabezas cuadradas” del quinto; como los llamaba mi padre.
Los bocadillos voladores a las cinco de la tarde a grito pelao. Los paitobis de San Roque que venían a mangarnos nuestras miserias y temores.
El cazador furtivo de arañas y moscas para el tritón del Miguelín. Y nuestros primeros tocamientos con nuestras vecinas; las emancipás: A médicos, a novios y al cuarto oscuro. Toda una revolución sexual!!

Todas, microscópicas fábulas que como una serie de Granada Television. Ocurrían por un breve periodo, aunque con el tiempo parezcan extraordinarias aventuras mucho mejores que las de los Goonies. Y que en un barrio raro de la periferia, nos hizo y hace a sus nativos, gente rara de cojones en un universo lleno de situaciones inverosímiles dignas de cualquier guion de cine underground.

Ahora. Esto de cumplir una decena de años narrando lo que bien creo merece la pena compartir. En realidad es un diario experimental para liberar todo lo que supuestamente no debería perderse en mi recuerdo.
Ese que ya ni acertamos a balbucear o describir con exactitud matemática sino emocional.
Una terapia vamos!! que me sale infinitamente más barata que la de un psicólogo o logopeda. Y que hasta amigos me ha hecho encontrar (no veas lo sufrido que es sentirse solo).

En realidad y seguramente. Todo este microcosmos de confesos empedernidos y frustrados, sea como un cotolengo donde mirarse y reconocerse, en vez de esconderse entre la multitud.
Pero siempre preferiré estar entre locos libres, que rodeado de cuerdos temerosos de enseñar sus debilidades más perversas.
Disfruten así de esta retahila de tonterías y con ellas, de cada una de su/mi banda sonora personal. Para huir un poco del posicionamiento firme y convencido que pretende reunirnos entorno a un ideal, estilo o pensamiento aborregado. No sean ni así ni asá, sino solo páginas en blanco.
BONE ESTIU y DISFRUTEN DE ESTAS INCONFESABLES RAREZAS!!

01_SHIRLEY ANNE FIELD_Its legal
02_THEE MORE SHADOWS_Pre-present
03_A.A BONDY_When the devil's loose
04_THE GENTLE WAVES_Falling from grace
05_ERNAN ROCH CON LAS VOCES FRESCAS_Cause of love
06_THE SMITHS_Reel around the fountain (Troy Tate version)
07_PERE UBU_Breath
08_THE CONNELLS_Get a gun
09_B52's_Hero worship
10_ALTERED IMAGES_Dead pop stars
11_HATCHAM SOCIAL_My opinion
12_THE MONOCHROME SET_He's frank
13_KRISTIN HERSCH_A cleaner light
14_STEREOLAB_French disco
15_BEASTS OF BOURBON_Something to lean on
16_BARE WIRES_If its over
17_THE JAM_A town called malice (Live)
18_THE LEGENDARY JIM RUIZ GROUP_My bloody yugo
19_BOB MARLEY & THE WAILERS_Johnny Was
20_THE FLAMING STARS_Too late to turn back, too early to say goodbye
21_PAVEMENT_Grounded
22_GET CAPE WEAR CAPE, FLY_An oak tree
23_THE LUCY SHOW_Resistance
24_NEW MODEL ARMY_The price
25_SR CHINARRO_La cruz verde
26_DENT MAY &MAGNIFICENT UKELELE_Howard
27_DAVID BOWIE_I dig everything
28_THE BLUE NILE_Tinseltown in the rain
29_MY BLOODY VALENTINE_No place to go
30_THE GREEN PAJAMAS_The secret of her smile
31_THE RAYNYARD_Wasted rain

domingo, 26 de noviembre de 2017

GEORGE BEST Y LA IMPORTANCIA DE SER KEVIN_30th




No os lo vais a creer como corrían, saltaban y resoplaban entre el sudor de un Otoño más que inminente. Porque si hay todavía alguien que discrepe en la capacidad de embeber de tiempo y edad que tiene la música, a los leones con él!!

La mirada atónita de los virtuosos del jazz que decoran la Nova Jazz Cava de Terrassa, fueron testigos del extraño suceso:
Las luces confluyendo sobre el skatalítico escenario del coqueto auditorio de artesonados, apantallados, la forma de la platea; que bien podía ser la de una ermita en lo alto de un promontorio. Y un puñado de acólitos donde ya por tiempo, ni jerarquías o galones hay que valgan. Si no es la palabra y el acorde a golpe de “Oh Why do you catch my eye, them Turn Away?” los que prácticamente resumen el secreto del elixir de la eterna juventud.


GEORGE BEST se publicaba hace una treintena de años bajo el techo de Reception; prácticamente autoeditado. Y allí, en su flamante 1987 de puente colgante, entre la herencia punk de finales de los 70 y lo que sería el rebrote del indie como un alka-seltzer a punto de ebullición. Treinta años después, sigue siendo uno de los más frescos testimonios del Pop ganzúa. Con el que forzar ese cofre que explica de que va el indie de la era verdadera.
Ese mismo que el pasado 5 de Noviembre, a base de melodías. Acabo convirtiéndonos a los allí presentes, en niños de ojos brillosos con su juguete favorito entre las manos.
Hubo incluso algún que otro relevo generacional de padres a hijos: De padres que se vuelven criaturas momentáneas, y de abuelos que invierten su reinado en timbas de tengui y falti; que si no fueron todas, sí los amuleto.

The Wedding Present, ya tan solo con el bueno de David Gedge al frente. Ha sabido rodearse de discípulos aplicados, en eso de dar a su temario más clásico el tono adecuado. Y a sus nuevas composiciones la entidad acorde con su evolución.
El cuarteto de Leeds, no es que haya cambiado o se mantenga tenaz en un sonido de culto estático. Sino que ha sabido como pocos, contextualizar la idea del Pop de guitarras en su tránsito hacia la actualidad: Mezclando y equilibrando la sonoridad de su primera época, la de Seamonsters, la reflexiva de Take a Fountain, e incluso la de Cinerama. Dando con ello, a un sonido flexible y maleable como pocos podrían imaginar en una banda como los Wedding Present, con fama de tener recursos limitados y un sonido pretoriano. Sin embargo, su frenética actividad desde hace ya quince años los ha hecho justos merecedores de por lo menos: la justicia de debatir sobre la equidad entre su pasado/presente.

Y lo cierto, y esto es una opinión totalmente personal, creo que no hay tal discusión; descartando la mera cuestión de gustos.
Porque una cosa es el deseo que tenga uno de poner los ojos en blanco y alcanzar el mantra con las canciones de su juventud. Y otra bien distinta, el recorrido fondista que tiene su temario; y sobre todo el menos agradecido para la crítica.
Arrancar en frío con un “Once More” a pico y pala por ejemplo, es de ser un padre muy cabrón. Ver que tus pies quieren elevarse del suelo, para volver a un “Yeah Yeah Yeah” Watusi. Y forzar su lado más simbiótico Cinerama/Wedding con “Girl in DDR” de una pobre y abandonada Valentina. Si es que los hay todavía empeñados en mezclar churras con merinas.

Y es que además, meterlo en un contexto de chip George Best ochentero, que es lo que todos esperábamos. Es de tener las pantecontepantes muy bien puestas; y me encanta!!:
Ahora que un “Corduroy” del Bizarro. Y ahí, cuando más apuntito estás... la preciosa “Perfect Blue”. Pareciendo todo ello y ante mi creciente impaciencia, un curso intensivo de la vida de los de Leeds en seis actos.
Porque amigos. Aun y apurando el suspense. A estas alturas de función, Wedding Present siguen guardando caramelos en el forro de su roto bolsillo al estilo de sus mejores caras B sorprendiéndote con un “England” instrumental, descomunal. Que nos preparó con modularidad y suspense Hitchcockiano lo que vendría a ser: -Y de repente Felicidad?

Ya lo decían hace 35 años Edwyn Collins con los Orange Juice, y lo repetían los Wedding cuatro años después: Now I'm in a stupor
Behind the scenes which say
This was is OK
The clarity of my eyes
Shines both in memories of past victories
Fine scenes shining while, shining white
FELICITY a fin de cuentas. Que aunque no sonó, basto con ese brillo de ojos, los aullidos y las sonrisas, que parecían ser un mismo reflejo de la de David; porque su sonrisa lo delataba.

Sonaba “Everyone Thinks He Looks Daft” trotando rocinante como los cascabeles. Afinando y modulando las guitarras en un ejercicio más Pop que Punk y luego... “What Did Your Last Servant Die Off?” pareciendo brillar el sol por encima de unas montañas en plena noche del Domingo: igual que ese preciso whiskey después del café que te quita veinte años de un bofetón. Sabes que hay canciones del George Best, y hay muescas todavía recientes en tu piel de cuando la vitamina joven todavía relucía. “Don't Be So Affraid” flojeando las piernas y así hasta trece, entonándose in crescendo ascendente, de quien bebere y mamare guitarras de las que arañan en plenos 90 veinteañeros.
A Million Milles”, “All This and More”, “My Favourite Dress”, “Shatner”, “Something and Nothing”, “It's What You Want the Matters”, “Give me Love to Kevin”, “Anyone Can Make a Mistake”, “You Can't Moan can You?” y un “Bewitched” incorporado a la fiesta; como la guinda del pastel.





No sabría decir si fue Kevin quien me partió en dos el corazón. Si fue el abrigo de buenos, grandes y viejos amigos con hijos que pueden ver a sus espaldas. De padres/hermanos que suben por el helio vaporoso que despidió ese último pacto diabólico de D. Gedge con su pasado. O porque si las cosas cuando se hacen por que sí, y porque apetecen a fuerza de darle kilómetros y betún a una Capitone Mercedes; tienen eso: QÍMICA.
Huesudas y formidables odas al fin y al cabo, que se levantaron como benditos resucitados; y con ellas nosotros de la mano.
Siento que nos elevaron, que cerramos los ojos pero que todo transcurría como las moviolas: de adelante hacia atrás, al unísono. Que hay discos y muchos esenciales o míticos, pero pocos que deberían pertenecer a la escuela de primaria, caligrafía y ABC de la música esencial, donde el Pop es (la verdad absoluta y más inocente de mi vida).
Y que aunque uno pueda creer que su criterio es débil en nostalgia . Tanto que a uno ya a estas alturas se le hace una duda discernir la legitimidad de andar siempre hacia adelante, morderse la lengua a la hora del: - En mi época si que!!...O dejar que todo pertenezca a una simple mirada cómplice. George Best forma y formará parte de ese pequeño universo Pop rudimentario de barrio, que ahora nadie se atreve a emular. Igual porque hay cosas que pertenecen a décadas y sus habitantes. Secretos bien guardados. O demasiado querer parecer lo que no se es.
Pop desnudo, sincero, ingenuo y salvaje en la simpleza de sus acordes... Y pese a todo, inigualable en tiempo y actitud. De revisión obligada si se quiere entender de que sin pequeños no hay grandes que valgan, y lo más importante:
Que treinta años sigan ahí, indelebles y tocadas como los ángeles. Con más pasión si cabe y sin el desgaste de los años. Con un autor fiel a su idea de concebir el romanticismo Pop, a base de enriquecerlo sin la más mínima intención de cambiar. A golpe de furgoneta, con un perrito y unos chavales que insuflan más vida que la que nos quitó la edad.

PRIVILEGIO

domingo, 14 de junio de 2015

ANY_BESTIARIO: 6 AÑICOS PERDIDO EN EL MONTE...

Cualquiera diría que son ya seis los años que han pasado desde aquel 3 de Junio del 2009. Un miércoles de Junio a la noche, cuando a trompicones, tímida y torpemente el que aquí firma, asomó la cabeza y echó a nadar allende los mares: Dos desde la última conmemoración, ya sabéis, no soy muy fiel con las celebraciones; más cuando hay poco que celebrar. Y con el almanaque con una alopecia galopante, a punto de darme la extremaunción.
Siento el aliento de las mortajas tras mi cogote resoplando una anunciación; no se cual. Si es la vista cansada que hace mella con los binóculos al retortero, teniendo en cuenta que ya nací cansado. Ni tampoco si esta desgana que se apropia de mi, es por distracción o simple vagancia congénita.
El caso es que este año toca. Y no preguntéis porqué. Digo yo que será por coger carrerilla o por salir al monte en busca de esa criatura, que cual cabra debe estar pastoreando allá en las cumbres.



Recuerdo vagamente entre brumas y divagaciones que hace dos años #Jó, dos años en barbecho que no es poco. Prosigo...
Dos años cuando de repente me agarré a los mofletes rechonchos de mi retoño y dije: - Míralo que hermoso!! y yo que cuando eché a rodar este invento, pretendía separar intimidades de lecciones musicales y que se yo, adecentar un espacio por el que campar como un fantasma bajo su haraposa sábana. Y perdonen por la insistencia, pero eso fue poco menos que un trauma para un servidor.
Así que esta pasada mañana , salí con los pantalones del pijama en la goma floja: Allí donde tórax y extremidades se desentienden por una cordillera montañosa y gelatinosa; llamémosle lorza. Esa que en tiempos a, lucía erótico pubis y que ahora asoman simas tan profundas como agujeros negros o glaciares en caída libre.
Descalzo y a tientas. Con las calles todavía desiertas en busca y captura del indolente rorro. Trepé a las copas para otear el horizonte con más lucidez, perspectiva, y caminé hasta la madrugada: Salí de la ciudad, dejé a mis espaldas las luces y así en larga travesía remontando riscos hacia zonas despobladas, altas y purificadas de ruido, polución y calores de entrepierna que no se pasan con la edad; como diría M.A Costas. Caminé hasta partirme el alma en pedazos desportillados, de los que se pueden llevar en los bolsillos y me perdí.

Cuando ya dejaron de seguirme serenos y acreedores, al despuntar del alba, en una explanada verde y diáfana. Allí di con él, tumbado boca arriba mirando al cielo exhausto de saltar de piedra en piedra, entre líquenes y arroyos: Llenaba los pulmones hasta simular apneas, y exhalaba lenta e infinitamente. Bestia indómita que brega entre otras alimañas sin catalogar: Pájaros con cresta y plumas de cuero, ciervos con cornamentas de alambre, insectos voladores de fuzzers preamplificados, incluso creo que algún ser humano en cueros...
Ese otro yo parecía despojado de alguna pesada carga. El lastre, la responsabilidad y la tensión por cumplir con los plazos había desaparecido; así, como los ciclos que dan fin sin motivo alguno, porque sí y punto.
Ahora me preocupa bastante menos dar la talla, estar a la altura de las circunstancias o hacerme el héroe. Y el cumplir seis, al lado de los 87 que cumplió mi señora madre hace una semana, hace que el celebrar este se me antoje un chiste. Así que esta efeméride de aniversario me llega por puro tropezón. Con los pies arrastras y las suelas de los zapatos desgastadas. Cuando me canso paro, me siento, dejo la mente en blanco y abrazo lo que llega sin apenas buscarlo. Es una sensación nueva y necesaria, que digo necesaria, vitaminal!!
Llevo meses desempolvando un montón de vinilos arrumbados en las estanterías por falta de espacio/tiempo. Le he cambiado aguja y cápsula al viejo giradiscos y como si jugara a piedra/papel/tijera o al de las sillas. Voy sacando al fresco viejos discos, que ahora con el paso de los años, lucen tan y tan contemporáneos, trascendentes y vigentes, que casi he extraviado en la desmemoria las novedades: Mi capacidad de almacenamiento es breve, limitado, y hace saltar constantemente el final de carrera entrando en hard/reset a modo bucle #no retengo chicos!!


Huelga decir que a veces por la soledad dedicada a buscar a tientas la inspiración. Los compañeros que uno va encontrando en el camino: con los que comenta el tiempo, cuenta los pájaros o cataloga nubes por formas, volumen o color. E incluso esa rara sensación al acariciarme la nalga y comprobar estupefacto como voy perdiendo la sensibilidad a lo largo y ancho de mi hermosa cicatriz. Que dicho sea de paso, estoy valorando la posibilidad de bien instalarme una cremallera o tatuarme el The Great Canyon of Colorao. Hace por así decirlo, que los meses parezcan semanas de puente y pasen como un rewind: Entre la moviola, las imágenes congeladas y el minutero gira que te gira.
No sé si me explico, como esa rara sensación de que todo sucede a cámara lenta, pero que en realidad se escapa a tu control.
Y así, como el que no quiere la cosa. Cuando uno va tomando conciencia de la cantidad de viejas y anónimas canciones que acaban quedándose en el trastero. Y se te queda esa cara de desangelao melancólico. Ese volver a reordenar tu mente y ver que sucumbes al tiempo. Y que te da por anotar en la libretucha de bolsillo (ideas, frases inconexas, reflexiones sobre sonidos o paisajes... etc etc) A uno, no le queda más remedio que dar constancia del echo; por si se olvida.
Una retahíla de canciones que forman una idea del tiempo, la vejez y el paso de ambos. Y entre las que se encuentran según mi criterio personal, algunas de las mayores joyazas anónimas musicales, por ejemplo: Mrs Green (una banda del desaparecido catálogo de Beserkley con un disco único, irrepetible y desaparecido total de la red, del que conservo el vinilo como preciado oro). Algunas de las bandas de pop australianas más injustamente ignoradas (The Clean, The Bats, The Chills, Sunnyboys...). Clásicos y eternos desconocidos que siguen ocupando mi altar musical (The New Dylans masajeantes, los eternos y fervecentes Rubinoos, o algunos signos claros del Poprock alternativo americano de los 90) Weird Summer, Trever Keith, Old Pike, The Wipers, o The Orange Rouguies .

Una celebración sí, aunque sea por proclamar a los cuatro vientos que nos hacemos grandes y embebemos por tal magnitud. SÍ, nos hacemos pequeños para menguar, a ver si el tiempo se olvida de nosotros y volvemos a despertar niños chicos.
#Denle cuerda y que suene alto, en las antípodas, en las cavidades de Jaua-Sarisariñama o en Kalimantan. Allí, posiblemente encuentren a otros yos. No traten de cazarlos.


 01_BOB LIND_the times they are a changin'
02_PARKAY QUARTS_these boots
03_THE CHILLS_we blanket
04_THE BATS_daddy's highway

05_OLD PIKE_surface
06_TREVER KEITH_incomunicado
07_MAGNETIC FIELDS_the desperate things you made
08_STARFLYER 59_i drive a lot
09_THE NEW DYLANS_desmond
10_THE CLEAN_anything could happen
11_RUBINOOS_i want to be your boyfriend
12_SUNNYBOYS_i can't talk to you
13_ORANGE ROUGHIES_knuckle sandwich
14_THE HEAVY_how you like me now
15_MALAKAI_ladydown stay down
16_OLD CROW MEDICINE_tear it down
17_THE NEW PORNOGRAPHERS_don't destroy this night...
18_HOLM_last summer
19_THE KORGIS_if it's alright with you baby
20_NORMA TANEGA_a street that rhymes at 6am
21_MRS GREEN_hurry
22_THE WIPERS_yi came
23_WEIRD SUMMER_willow weeps

lunes, 9 de junio de 2014

GOLD-BEARS_DALLIANCE/2014 #AQUELLOS AÑOS CUANDO ÉRAMOS BIEN JÓVENES *Aniversarios, pérdidas y reencuentros*




Tal día como hoy hora Zulú arriba, minutero asesino abajo, hace de esto ya cinco años, la picadura fue con nucturnidad y alevosía del todo letal. Fue una convulsión rítmica asintomática de aquellas que te dan cuando estás en la vigilia del sueño, y de los que uno parece como si estirara la pata cual agónico conejo. Y de la que hasta la presente no he podido encontrar antídoto alguno que me cure: Escribo luego existo, y existo para escribir.
 
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Sin atender en absoluto a las primeras tres reglas que me impuse: No intimar con mis hipotéticos lectores; si los hubiese. No dejar que mi intimidad me traicionase y porsupuestísimo, no justificar mis escritos. Creo que la mayoría las he incumplido en su totalidad, mas alguna que por añadidura he ido descubriendo por el camino y que también he dilapidado #Arsa ese chiquillo bonico!!. Alto!! con orgullo y satisfacción, pues en ese forcejeo con tus emociones no hay mejor capitulación, que la que se hace a base de experimentar sensaciones inimaginables contigo mismo, y nuevos escenarios jamás imaginados. 
 
Esa criatura a la que dejé apagar las velas en su tercer aniversario y que corría descarriado como cabra al monte, pues no tengo fidelidad suficiente para celebrar ni descerebrar cada año, ya tiene cinco #Y rima con ahínco. No es que la ocasión merezca tal celebración por desenlaces traumáticos que no vienen al cuento, y que me reservo para mi intimidad. Ni tampoco por ser un número redondo, que va. Pero fíjate tú que con esta inyección orgásmica que me confiere esta joven banda de Atlanta (Georgia); allí donde Dominique Wilkins,Spud Webb y Cia. hicieran estragos aquel invierno del 86. Atizan las ascuas de los recuerdos alegóricos que confieren esas insignificantes minucias, dotando de sentido el caminar abrupto de la vida. Atizan, avivan y crepitan con el rugir de las guitarras la sonámbula celebración, que busca consuelo en el estruendo ensordecedor. Ahí donde no entran ni se oyen los sollozos, las penitencias o las mortificaciones. Y donde hacemos de la medio valentía/cobardía, un don infantil al que agarrarnos.



Los Ositos dorados vuelven a estar allí arriba en el techo de las aulas. Pegados junto a bolas de papel ya resecas, a los restos de guirnaldas cursos pasados con las siluetas de los borradores, junto a los pupitres con olor a goma de borrar. Aquellos diminutos ositos de gominola duros como los mismísimos diablos, que humedecíamos con saliva para ponerlos en órbita contra el techo de las clases, y que parecen regresar con ánimos de revancha. Los tengo aquí enganchados, ahí en el corazón chupando como posesos lo malo y podrido. Insuflando con carreras nocturnas por las calles y callejones de todo mi sistema sanguíneo, haciendo diabluras con su POP revolucionario y ácrata.
Hace tres años me inocularon esa emoción perdida por el PopPunk sin sigilo que valga. Un virus con forma de disco veloz y atroz que asalta a golpe seísmo, colapsando el sentido de la prudencia. En ellos encontré la droga perfecta con la que espantar los fantasmas de la perfección, de la excelencia y hasta de la comodidad por pulir los defectos cuando me susurraban al oído “Are you falling in Love”; ¿estás enamorado?. Con riffs nerviosos e hiperactivos que se salen de los márgenes de la plantilla. Y con rallotes como los de mi niño chico, que cambian el color y la forma de las cosas para buscar la belleza de las melodías Pop ahí detrás del estruendo. No como la mala broma de Pains of Being pure at Heart, que se acaban disipando en una especie de truco con el que captar fieles de oídos susceptibles.

Su regreso al cabo del tiempo en forma de Dalliance/2014 vía Slumberland Records, lo hace con el mismo ímpetu y celeridad; pero con las consecuencias +/- del enamoramiento como estandarte. Si bien sus bofetadas han conseguido precisar el K.O técnico o por puntos con temas como “I Hope They're Right”, “Fathers and Daughters” o “Hey Sophie”, el salvajismo pre-escolar sigue intacto. Y sí Sres. sabios, me gustan por eso, porque odio con toda mi alma la postura de lisoja y de adulación hacia los cánones que nos imponen las modas y los paripés que con tanto estilo usurpan nuestra natural rebeldía de juventud. Y claro está, porque GOLD-BEARS son la clara consecuencia de nuestro Pop antepasado más primario.
Siento la simpleza de The Thermals en “Chest” y en “Yeah, Tonight”. La inocencia de Talulah Gosh en “Punk Song nº15”, la sentencia a muerte de la Velvet en “From Tallahasse to Gainesville”. Los amores quebrados por la inocente juventud de Wedding Present con “Hers Fears”. Y también puedo sentir los ecos perdidos de Ballboy con “Death with Drums” y “For You”. Esa brutalidad hiriente y sangrante que esculpía a golpe de Punk el Pop ferviente que crecía en los márgenes y las grietas irregulares de las quebradas aceras de las barriadas.
Dalliance es un endiablado disco de Pop instantáneo, con ese porcentaje poco prudente de Punk efervescente. Uno de aquellos trabajos de una sola toma que tanto escasean en la actualidad, y que nos remiten a la sencillez del pasado para capturar el instante del momento: Sin artficios, sin posturas forzosas ni rotulaciones ostentosas con las que parecer lo que no se es. Esa misma sensación de regreso a las pequeñas historias del pasado con las que nos hemos dado fuerzas en dos días de duelo; con sensaciones encontradas, aterrizajes forzosos al lodazal de la realidad, y con esa espectacular transmisión verdadera que nos enseñan los más pequeños de la casa. Y que por aquella magia de la naturaleza humana, nos protege contra toda la dureza de una semana de pérdida; la soportabilidad del recuerdo vendrá a buen seguro después.
Pero él nos quería así, riendo y no llorando. Haciendo piña como la base de un gran castell, y más fuertes que nunca. Así que esta celebración de quinto aniversario transcrita en una la semana más dura de este año de autos 2014, va a ser así: sin aplazamientos y orgulloso de que sean estas mismas canciones, las que me acompañaron en los numeroso vía crucis hacia un sitio para olvidar. Las que nos den la bienvenida al calor del verano, y a la abrasadora desazón de un solo objetivo, la felicidad.