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jueves, 22 de agosto de 2013

CANCIONES QUE NOS SALVARON LA VIDA #4: TRIÁNGULOS AMOROSOS_ Blue Flower





Eran noches de Verano, las mismas noches con sus mismos abrasadores días luminosos y despejados. En las que bien caída la noche el amparo de los mantos estelares y el perfil difuminado de la hermosa Luna llena por la calima, nos empujaba a salir como licántropos hambrientos de carne humana.
Era una enorme casona modernista a las afueras de la ciudad; de apariencia abandonada por las trepadoras que desdibujaban los detalles de la fachada, sus ventanales enormes, las viejas vidrieras con aguas que deformaban las figuras humanas como fantasmales espectros. Y un jardín trasero, donde cada noche de Agosto nos reuníamos las almas más desorientadas de la enorme ciudad. Desolada por la fuga migratoria de sus habitantes hacia playas prometidas.
La mayoría éramos asiduos, pero pese a eso no nos conocíamos: La relación aséptica con los camareros, la mano anónima que seleccionaba la suave música que sonaba cada noche, y las conversaciones apagadas como un susurro, mejor así; lo más parecido a un oasis de ficción. Abstracción y frescor vegetal como antídoto al tumulto que el resto del año reinaba en la urbe.


Ella tímida y discreta, en su discreción desprendía un encanto resplandeciente e hipnótico que me impedía dejar de observarla. Hacía como si mirara distraído a cualquier detalle del jardín, pero en realidad eran meras excusas para observarla con detalle.
No sabría determinar con exactitud cuando crucemos las primeras palabras, solo que a partir de entonces nació una relación tan intensa como enfermiza por las ondulaciones melodiosas de su torso: La recorría una y otra vez sin llegar a empacharme jamás disfrutando de sus montañas y valles profundos, por los que vagaba encantado con el paisaje de su orografía cambiante.
Al cabo del año estrechado más aun nuestro idilio conocí a su hermana. Más joven que ella aunque no mucho, eso sí, radicalmente opuesta en carácter y atractivo. Si una era dulce, discreta, y ritual en la ceremonia del cortejo. Su hermana pequeña era directa y terriblemente erógena en su aparente y despreocupada forma de actuar, desconcertante diría más. Tan desordenada en las apariencias que irradiaba sexualidad por doquier, era esa otra forma de reivindicar su belleza abrumadora la que hacía que no necesitase de insinuaciones inútiles para seducirte, directamente te intimidaba.


Por muchos años tuve el corazón dividido, amaba sin titubeos a la delicada Circe por su fragilidad abrumadora, pero me sentía terriblemente perturbado por la insinuadora Persífae. Era una bondad y una maldad tan contradictoria, por la que me pasé años preguntándome el porqué de esa misteriosa y perversa atracción.
Descubrirla se convirtió en una especie de obsesión esencial, para entender los sentimientos que despertaban ambas en mi. Y no fue hasta pasados muchos, años en los que nuestra atracción sufrió de caricias y envites, de provocaciones y rechazos. En definitiva, una relación que se parecía más a un juego de forcejeo, que a un idilio amoroso; hasta que por fin acabé por descubrir de donde venía tan morbosa reacción.

Su madre, la de aquellas dos almas tan distintas, me abrió una tarde la puerta. Y allí en el umbral de su casa se me clavaron las palabras; un hola balbuceado y entrecortado que dio paso a una sonrisa forzosa de timidez total. Una pequeña y frágil señora de ojos rasgados y melancólicos, con el arte y mirada de una Mantis religiosa.
Aquel día no solo descubrí donde recaía mi verdadera atracción por aquellos encantos femeninos, si no que además me encontré con una DAGMAR KRAUSE longeva tanto en sus inicios de parte del Avant Pop transhumante de la Germano Británica banda SLAPP HAPPY, como en sus posteriores y portentosos proyectos artísticos.


Lo cierto es que fueron dos canciones como pudieron ser las tres mujeres que se escondían tras ellas. Las dos primeras conocidas por los asiduos a cadencias brumosas, la tercera surgida de los estratos rocosos de la música fosilizada en el brusco cambio climático que sacudió los 70. SLAPP HAPPY fue una curiosa banda formada por un trío de dimensiones contrastadas: Un gigantón Anthony Moore (Pink Floyd, Henry Cow), de origen Inglés. El estadounidense Peter Blegvad (Henry Cow, The Lodge) y mi adorada Dagmar Krause Alemana de nacimiento
Su trayectoria giratoria que los llevó de Hamburgo, donde el mercado era prácticamente inexistente; hasta el Reino Unido. Donde se disolvieron tal y como nacieron, sin hacer prácticamente ruido.
En sus cortos tres años de carrera dejaron a su paso tres discos tan distintos y enigmáticos, como el encontronazo de su existencia en mi rocambolesca historia de amor y desamor. “Sort of Slapp Happy/1972” su trabajo de debut al frente de Polydor Alemania y grabado en compañía de dos de los principales miembros de FAUST (Banda de Krautrock Alemana 1971/2011), contenía esa hermosa BLUE FLOWER que trianguló con maestría en esa ondonada desconocida de mi corazón..
Un tema y un disco curioso por su apariencia de Folk caleidoscópico que se descomponía en cristales de Art Rock, Psicodelia, Glam, y sobretodo de un POP sencillamente germinal para aquellos años. Como suele pasar en esos casos, Sort Of.. no tuvo éxito; sin acabar de averiguar si su fórmula intentaba investigar en tan diferentes aspectos de la música que se desvanecía en efectividad, o si fue su negativa de actuar en directo la que les hizo fracasar en ese lúcido comienzo. El caso es que de sus doce cortes se pueden extraer, además de la atemporalidad de “Blue Flower”, un repertorio bien amplio de incómodas y magnéticas joyas.

Just a Conversation” podría haber corrido la misma suerte que “Blue Flower”, dos canciones que hacen grande la magia de la música en detrimento del tiempo. Los Wah wah de la guitarra que A. Moore colocó ahí como contrapunto a una todavía virginal voz de Dagmar, quien parecía querer cantar pulmón abierto a la libertad ideológica de la música. El Rock Glamuroso en homenaje decidido a Marc Bolan de “Paradise Express”; con el Saxofón de Gunter Wünsthoff dibujando abstracciones en ella misma, y así como de manera más balsámica en la preciosa “I all Alone”.
Sort Of... contiene pasajes que apuntan a un destino experimental, Avant-Rock o Pop futuro, como podrían ser los de “I got Evil”, “Tutankhamun” o “Mono Plane” en manos de las voces masculinas. Pero cuando Dagmar Krause entra a escena señores míos, el disco de debut de Slapp Happy es decididamente una tormenta cumulosa de auténtico POP sin caducidad posible.
Una obra que acabó sepultada como el recuerdo de tan infames bellezas. Hay noches que me solivianto y salto con convulsiones que me surgen del estómago y me rompen el espinazo, pero la mayoría cabalgo a lomos del recuerdo; es una sensación rara de excitación dolorosa que se muda de traje como las serpientes, pero que siempre siempre me recuerda lo ingrata que es la vida.

jueves, 25 de julio de 2013

CANCIONES QUE NOS SALVARON LA VIDA #2. Cause of Love _ ERNAN ROCH CON LAS VOCES FRESCAS (1971)





Se cuentan por decenas y centenas las victorias y los campeones; las estrellas, condecoraciones y corazones grabados en puertas de letrinas. Muchísimo más interesantes los corazones que hemos roto que los que nos rompieron a nosotros, donde va a parar!! Hasta mi hijo de once años recién cumplidos tiene ya una amiga especial: Derrotas convertidas en lecciones aprendidas, amores que eran solo amigas, y amigos voluntariosos de amigas distraídas.
Esta para no cambiar de temática, la de una persecución errática de uno que no fue tal. Una amor tan fuertemente imaginado que de lo real que pareció, hasta dejé de sentirme un tímido congénito para convertirme por unos días en un paladín momentáneo de versos despechados. Creo incluso que puedo datar ahí, el año cero en el que me aficioné a escribir idioteces.

Tanto lo perseguí, el amor, que al cabo de unos años me acabó hechizando; no se si por amor sincero y verdadero, por pasión, o por simple curiosidad. Jamás llegaré a entender como llegué a obsesionarme por esa compañera de clase, de echo si mal no recuerdo nunca en toda mi vida he sido tan explícito en mi muestra de sentimientos. Ni su pavoneo, ni esa seguridad en ella misma por sentirse atractiva hacia el resto de mortales se ajustaban o se ajustan a mis gustos actuales. Era una feminidad extraña, bien formada para su edad, alta, desafiante y peligrosamente atraída por los más fanfarrones y gamberrotes de ese 5º de EGB.

Pero no me importaba, a mi me fascinaba y no me dejé intimidar por mi inopia acusada. La perseguí sí lo admito, la perseguí furtivamente a una distancia prudencial hasta su casa y no contento por tal atrevimiento; entré en su portería para fisgar en los buzones y averiguar en que piso vivía.
Sabido ésto, me dediqué a escribirle cartas de amor; creo que una por semana. Suena irrisorio, lo admito, pero fue todo tan natural e inocente, que ahora con el paso de los años no me avergüenzo en absoluto de ese arrebato de romanticismo pasado de moda; al contrario, lo echo en falta: Ese sentimiento sincero desprovisto de inconvenientes o de complejos que se disipan de un plumazo cuando el amor te aguijonea; todos aquellos miedos que a uno lo muestran ante el espejo como un crío inseguro y falto de prestancia. Un éxtasis eufórico que te eleva hasta lo más alto y te legitima para llevar a cabo la locura más descabellada e inimaginable.
Lo cruel de estas acciones suicidas, es que a menudo acaban de la misma manera que se germinaron; de forma súbita y repentina.


Una mañana cualquiera dispuesto a formar las filas de entrada a clase, me salió al paso su hermana mayor: Una alumna de octavo, fornida y carente de las gráciles curvas que contorneaban la figura de mi amada distraída (su hermana!!).
Con aquella edad en la que desaparece la niñez, y eclosiona la adolescencia cruel y realista que todo lo calcula... Me amenazó:
- Deja de mandarle más cartas a mi hermana!! Porque mi padre se está empezando ya ha mosquear!!
La advertencia fue tan tajante y violenta que no se yo si fue miedo, prudencia, o directamente un corte de digestión sentimental. Tan inquisitoria su mirada e indigesta la recepción del mensaje, que en ese mismo instante mi pasión se contrajo para siempre como un músculo que se atrofia sin cura a corto plazo. Desde entonces no volví a mostrar mis sentimientos a mujer alguna, hasta pasada la veintena; mientras tanto me abracé a mis experimentos en la mezcla de sustancias, alcohol, y a la vehemencia por divertimentos poco instructivos.

El amor evidentemente volvió a llegar en pequeñas dosis, incluso pasada la treintena de años volví a reencontrarme con viejos alumnos de ese periodo escolar; ella no estaba por supuesto. Pero aunque no hubiera sido así, sería incapaz de verla con esa misma luminosidad incandescente; ni a ella ni a ninguna otra de mis compañeras.
Con los años, no son la vejez, las arrugas, o los cambios cíclicos del estado conyugal de cada uno; ni tan siquiera esa mutación del físico que te hace dudar si son ellas realmente, o un mero espejismo de aquel recuerdo de tu niñez. Es algo más etéreo e indescriptible, es el fulgor radiante de la inconsciencia infantil; aquella que ilumina las caras ruborizadas y desenmascara cualquier plan precocinado, para que las cosas se hagan solo por que sí, y ya está.

CAUSE OF LOVE
La misma causa del amor, como relata ERNAN ROCH en ese pedazo de aquel disco perdido en el tiempo, que se llamaba LA ONDA PESADA. Si se le pudieran incorporar, que no solo se puede si no que se debe adherir una banda sonora a éste y a cualquier otro recuerdo atormentado que se precie; “Cause of Love” sería para el mio, como un lamento despechado a las ocasiones perdidas. Muy lejos en tiempo a cualquiera de mis aflicciones amorosas. Si cabe y me apuran, como un cántico quizás en la pila bautismal que me vio nacer, y ya metido en una maleta de cartón que mi padre debió enviar junto a mi madre y mis hermanas hacia las tierras prometidas de la emigración, aquel mismo año.


Sin embargo y aunque el tiempo separe este precioso disco, de toda conexión aparente. Las diez canciones que escribió este Mejicano venido también a tierras extrañas, tienen ese ingrediente secreto que hace de las obras desechadas antaño; hallazgos salvadores que ayudan a cicatrizar nuestras heridas del modo más natural: Asumiendo con la edad, que todo aquello que nos hizo daño de forma tan inofensiva, son al fin y al cabo los rasguños que nos han acabado por forjar. 


Ernàn Rocha fue uno de tantos, no fue una excepción, no señor. El paso de sus melodías perezosas, el colchón de guitarras acústicas desvencijadas, el bajo grueso, y ese trote rockanrolero y psicodélico. Que definen la línea argumental, que da a todo el disco “La Onda Pesada/1971” un carácter atemporal, y que no hace para nada justicia a la total desinformación que existe sobre este Mejicano, en aquello que yo llamo: Los páramos abandonados por la precipitada huida hacia adelante.

Publicó este único trabajo y desapareció por siempre jamás. Esa historia mil veces contada, y que en la actualidad ejerce un morbo inusual sobre la juvenada hambrienta de descubrimientos clarividentes. Su historia quizás sin tanto contenido melodramático como la de Sixto Rodrigez o Bill Fay, pero igualmente reveladora. De la Onda Pesada se podrían extraer otras tantas; de echo puede que la historia sea una mera excusa para zambullirnos en otra igualmente escondida bajo el colchón melancólico.
Diez canciones como diez metales preciosos sin acabar de pulir, que resplandecen por su estructura a medio hacer:


El paso socarrón de “The Train” a lomos de guitarras bluseras. La placidez de dulce de psicodelia campechana que destellan en casi todas sus canciones; ese parece que... pero no, que impregna su autor de rasgos sureños y soleados a cada uno de sus quiebros vocales en “I can't”, “Cause of Love”, “Round round”, “A life of Love”... o incluso ese amago final de Soul negro en “Give a me Peace”. Hacen que este disco en toda su sencilla y oculta grandeza, vertebre el corazón de quien lo escucha, hacia territorios donde el amor eclosiona con todo su carácter juvenil.
La forma definitiva para morir de amor tanto si lo que desea tiene forma humana, como si los cánticos nos llevan hasta el lecho/nicho de un perdedor cantador de melodías eternas.

domingo, 19 de agosto de 2012

THE B-52's: EL SALVAJE UNIVERSO DE LOS NIÑOS BOMBA




No hay dos sin tres , y ahora que estamos abocados al final de este reseco mes de Agosto; sería del todo imperdonable , no rubricar esta pequeña trilogía de discos iniciáticos con la que creo es mi banda de cabecera. Por lo menos , la de mi minúsculo santuario de bandas germinales.
Si el rock de los 70 se convirtió en buena medida en la banda sonora de mi infancia , y el Tecno-pop ochentero en el hilo conductor que encendió mi llama musical. No fue hasta los doce años , cuando un compañero pendenciero de 6º de EGB me pasó tres cassettes de su hermana mayor; que recibí la eucaristía para que con los años encontrara el disfrute por lo primitivo y primigenio en el mayor de mis motores. Treinta años después sigo sin perder esa esencia ¡que sabias fueron esas lecciones de la vida!



Gonzalo era uno de aquellos repetidores con fama de insumiso: Con su cruzada de cuero , sus pantalones de pitillo raídos , un flequillo a lo Joe Dallesandro , y fumador: Fumar con 14 años eran un símbolo sin igual de total contumacia , y el ejemplo más gráfico de lo que se entendía por “una mala compañía” , para otros era nuestro más obstinado héroe personal. Sus padres separados y su hermana con el pelo teñido , a mechas y crepado , complementaban aquello que tus padres definirían como una familia poco recomendable.
No es que Gonzalo fuera l'enfant terrible de la barriada , al contrario , era un cacho de pan; tan solo un poco indómito para tener 14 años. En mi barrio o general , era perfectamente aceptable ser un cazurro mientras te ajustaras a las cuatro reglas que permitía seguir el curso de la aburrida vida de un barrio obrero: Viste sin llamar la atención , no frecuentes descampados , juega en grupo y respeta a los mayores.



The B52's fue en ese momento , no un soplo; si no un vendaval de aire fresco y purificado. Esa cinta magnética de aquel Messopotamia de 1982 , hizo de puente entre aquellos ritmos secuenciados del Tecnopop y las hilarantes composiciones del quinteto de Athens.
Con los años , el significado de aquel disco fue cambiando progresivamente y si bien es cierto que aquella colaboración con otro de mis excéntricos favoritos , David Byrne; no pasaría a la historia como uno de sus discos más importantes. Messopotamia condensa algo realmente importante para mis inmaduros 12 años: La genialidad de combinar ese extraño universo tan subterráneo de sus primeros dos discos , con los endiablados ritmos de Disco Funk tan sintetizados como efectivos de aquel longevo Ep.


Lo cierto es que el formado en el que se incluían esas seis canciones disparaba el minutaje de un Ep con creces. Loveland y Cake eran lo que se diría en aquellos años , dos Singles por antonomasia. Messopotamia , Nip in the bud y Deep Sleep , los que todavía conservaban las reminiscencias de su marciano debut.
Prácticamente la historia de B52's en su totalidad ha estado plagada por ese indeterminado rumbo de sus composiciones , del que se puede extraer multitud de reflexiones: Los hay que pensaran que jamás encontraron su lugar dentro de una escena Americana en la que predominaba el rock , el blues o el Folk. Otros , que perdieron su identidad en el momento en el que se empeñaron en hacerse más populares. Y aquellos alumnos aventajados de la primera New Wave Americana , echando mano de una crueldad indomable , afirmaran que de ellos solo valen la pena su dos primeros discos.
Posiblemente , cada uno a su manera tenga una porción de razón , de echo no se si aquellos clamores existieron o fui yo; que ya con 18 años , y conocimiento suficiente sobre la música alternativa , me avergoncé de aquellos discos. Seguramente hubo alguno que pensó exactamente lo mismo de Vince Clarck cuando desertó de Depecho Mode y formó Yazoo: Ese proyecto que él decía más experimental y que acabó por convertirse en un éxito de las pistas de baile.



Obviando todo ese tipo de conjeturas: Upstairs at Eric's , Messopotamia y Motörhead , fueron parte del botín que Gonzalo sustrajo a escondidas a su hermana esa mañana , y que a mi me marcaron profundamente. Sobretodo los dos primeros; supongo que para Motörhead y Ramones aun no estaba preparado mi tierno oído. Con los años esos discos se tornaron determinantes, y milagrosamente con el tiempo , la perspectiva me cambió asombrosamente.
Aquel alumbramiento iniciativo de entonces hizo que pusiera manos a la obra en la búsqueda de cualquier dato posible sobre aquella curiosa banda de Athens. The B52's permanecieron bastantes años en un limbo musical en el que: Ni eran lo suficientemente vanguardistas para aglutinar a sus primeros seguidores , ni seguían los patrones comerciales en las que degeneraron algunas bandas del Punk y la New Wave de los 70.
Básicamente se comieron los mocos durante un buen puñado de años , sin embargo aquí que casi nada de ello llegaba con la suficiente fuerza como para hacerse popular; me bastaba con saber de su existencia , y descubrir que hasta un disco menor como WHAMMY! Se editaba en formato cassette en España , e incluso llegaron a radiarse a propósito de aquel refrito bailable de sus viejos éxitos con el nombre de PARTY MIX.

Los pocos ahorros de los que disponía mi paupérrima paga; en unos años en los que mi padre cobraba 25.000 de las antiguas pesetas a la semana , y mis cuatro hermanas ayudaban en lo que podían. Mis primeros ingresos sustraídos de una recaudación perdida de EL ZORRO , junto a mi viejo amigo One (delegado de la otra clase de 8º) , fueron destinados a WHAMMY!.
Nadie los echó de menos y en realidad no fue lo que se dice un gran golpe premeditado: La recaudación se perdió , y la campaña de recaudación para el viaje de fin de curso fue tan exitosa que nadie supo jamás de aquel dinero. Lo cierto es que aquello no era robo en 1982 , era supervivencia.


Sonó y sonó hasta la saciedad , seguramente es el disco que más he escuchado en mi vida junto a un cassette donde me grabé parte del Messopotamia y un disco que descubrí por sorpresa en el cajón de mi cuñado , aquel PARTY MIX donde por fin descubrí sus caras y su estética.
Aquella mezcla de sonido marciano en voz de Fred Schneider , los hilarantes coros de Kate Pierson y Cindy Wilson con ese aire a medio camino entre las Riot Grrrls más chic , y unos sonidos Easy Listening que parecía surgidos de la Sci-fi más subterránea; hacían de ellos , independientemente de la corriente en la que se les encasillara; una de las bandas más irrepetibles de la década de los 80. De echo creo que hasta la presente nadie ha sido capaz de emularlos.



Cuanto más desconcertantes eran sus melodías , más me enganchaban: “Trism” , “Big Bird” , “Butterbean” , “Don't Worry” y “Work That skirt” eran mis preferidas , y por ende acabé sin remedio hipnotizado por: “52 Girls” , “Private Idaho” , “Dance This mess Around” y “Give me Back me Man”.
Aunque aquel invento de salpicar de efectos los hits más bailables de sus primeros discos y remezclarlos , fue una verdadera escabechina en aquel Party Mix de 1982. Consiguió que se convirtiera en una auténtica obsesión hacerme de un tocadiscos y así poder comprarme cinco años después LOVELAND 1979 y WILD PLANET 1980 , que permanecieron muertos de asco en una de las tiendas de discos más extrañas de mi barrio , a la espera de mi insistencia y que por gracia divina me descubrieron algunas de mis dilectas composiciones: “Rock Lobster” , “Quiche Lorraine”, “Planet Claire” , “Dirty back Road” o “Devil in my car”.

La historia de B52's es curiosa y paradójica , no había amigo o conocido que no arqueara las cejas y soltara una carcajada al escuchar cualquier tema de B52. Siete años después y ya sin uno de sus mejores y más carismáticos compositores , RICKY WILSON (fallecido a consecuencia del SIDA en 1985); los Georgianos se auparían con uno de los discos de mayor éxito de 1989.
COSMIC THING era aquello en lo que jamás habría querido que se convirtieran mis amados B52: Una especie de sucedáneo que conservaba el envoltorio aparentemente , pero que en realidad solo eran la sombra de aquel Rock Lobster de 1979. Me enorgullecía ver como aquellos amigos que despreciaban años atrás el histrionismo de aquellas coristas tan a lo Mars Attack , bailaran como posesos la petarda “Love Shack”, y acabé de convencerme de que ellos , en cualquiera de sus formas , me gustaban de igual manera. Un amor que va más hallá del estilo , y que se refiere más a una actitud que a cualquier otra cosa.
Las guitarras de Keith Strickland no eran ni la sombra de Ricky Wilson , y la producción corría a cargo al 50% por Nile Rogers , Aaaargh!!! productor en esa misma época de Olé Olé!! Sin embargo y aunque aquel triunfo tardío en 1989 fuera un justo premio a toda una carrera , COSMIC THING se adaptaba a la perfección a las exigencias de industria de entonces.
Sus canciones tenían una estructura más predecible y festiva pero sorprendentemente seguían manteniendo gran parte de la espontaneidad de antaño. Habían conseguido mantener intacta su imagen desenfada , cambiando su filosofía New Wave marciana por un Pop descafeinado. En una producción que cercenaba de raíz su osadía para hacerlos sonar más Light , y pese a que Keith Strickland había tenido que aprender a manejarse a la guitarra por la muerte de Ricky; Cosmic Thig mejoró con creces el resultado de su anterior Bouncing of the Satellites: “Channel Z” , “Jonebug” , “Topaz” o “Bushfire” eran fantásticas y luminosas canciones que habían logrado sobrevivir a la criba de aquellos arreglos desnaturalizados y faltos de músculo , pero es un gran mérito adaptarse al paso de los tiempos sin despeinar sus estratoféricos tocados espaciales.
Como suele pasar en algunas bandas , el inesperado éxito tras años de anodina existencia , les acabaron por pasar factura. Y el protagonismo de una voz bastante más dulcificada en el paso del tiempo de Kate Pierson: Sus colaboraciones con Iggy Pop , REM , y Mathew Sweet , acabaron con el abandono de Cindy Wilson de la banda.
Sacaron discos como Stuff , compilaciones y el reciente Fumplex , intentando alargar algo que les fue sustraído conforme aumentó su fama; la frescura y aquella manera despreocupada de hacer lo que les venía en gana. Y lo cierto es que B52's eran así , felices en esa locura permanente en la que vivían , a lo mejor es que la edad te hace perder esa proyección rebelde de tus actos de juventud , intentando mantener las formas.



Pero lo verdaderamente remarcable de esta última entrada del mes de Agosto , es que con 12 años me iniciaron de la mejor manera posible en el placer de convivir toda mi adolescencia con los monstruos de feria más entrañables (hablando estrictamente desde el punto de vista musical). Desde entonces mi percepción por la música siempre ha ido encaminada en disfrutarla , valorando ante todo la creatividad por encima del virtuosismo; ese espíritu innato por transgredir de manera espontanea y nada premeditada.
El New Wave de aquellos años tenía ese ingrediente salvaje que a día de hoy marca las consignas de la experimentación y que tanto cuesta encontrar: El placer de tocar fondo para crear siguiendo el origen tribal de la música y el ritmo.
Nosotros: Yo , y las ciento de enfermizas personalidades que se dan citan en estos vomitivos escritos , partiremos de viaje en 9 días. De los cuales , si el plan cabra de sale según lo previsto; dejaremos subida la playlist de Septiembre ¿ya tocaba no? Dos meses sin dar un repaso a lo que me ha limpiado de cera los oídos este Verano se han hecho eternos. Si no contesto a vuestros comentarios , no os preocupéis , algún día volveré.
Un placer compartir con vosotros aquellos discos que me hicieron compañía en aquellos años inocentes , si no han colmado vuestras expectativas de veras que lo siento.

UN SALUDO Y FELIZ SUDOR!!


 

sábado, 28 de julio de 2012

S.T.R.E.T.C.H _ You can't beat your brain for entertainment Anchor Records_1976




Ya son varias las ocasiones en las que esta pequeña bitácora ha ejercido un efecto catalizador sobre aquellos recuerdos que permanecían medio aletargados en mi sesera. Uno no sabe ya si todo depende de la edad (pretexto recurrente para medio excusarse del continuo goteo de batallitas). Aunque prefiero pensar que sea o no gracias a la edad; los recuerdos disfrazados de nostalgia son siempre para bien , un saludable ejercicio que nos ayuda a envejecer con perspectiva.
El pasado mes coincidiendo con el tercer aniversario del aquí presente , volviendo a construir otra de tantas compilaciones (aunque últimamente hallan cedido terreno a las actuales playlist de cada mes). Volví a sentir ese mismo fulgor candente que resurgía en mi con fuerza cada cierto tiempo; y que hacía que inesperadamente volviera desempolvar de manera compulsiva , todas aquellas canciones , grupos y discos que me han convertido en lo que soy.
Naces , creces , te instruyes y adoptas de manera intrínseca todos aquellos valores que tu familia transpira: Hermanas , Padres y aquellos que se van sumando a la manada te forman sin una clara intención premeditada. Todo es anecdótico pero a la vez imprescindible para acabar siendo quienes somos; en algún momento determinado creemos tomar las riendas de nuestro destino revelándonos contra todo lo establecido. Pero es tan solo un viaje a solas que todos tenemos la necesidad de recorrer , descubrir por si solos si es verdad que la autodeterminación nos va hacer únicos e inigualables.
Por suerte llegado el momento aminoramos la marcha y nos detenemos; miramos hacia atrás , y observamos que somos seres permeables. Digo por suerte , porque no es hasta entonces cuando asentimos con orgullo y damos las gracias de haber tenido a esas grandes personas a nuestro alrededor. Algunos ya hace tiempo que nos dejaron , otras se dejaron influir recíprocamente por nosotros y en su mayoría siguen pululando por nuestro universo personal.


Es por ello , que este Verano; aprovechando uno de esos momentos para echar el freno a tanta actualidad , tengo la necesidad de reivindicar aquellos que fueron mis primeros discos. Si no fueron discos literalmente hablando , si que fueron aquellos sonidos que me despertaron el interés por la música o por lo menos los que tuvieron el honor de marcarme el camino a seguir , (evidentemente fueron los primeros de la lista en el momento de adquirir mi propio giradiscos).
Algunos poco tienen que ver con todo lo que he ido descubriendo por mi mismo , pero sin embargo para que uno vea lo arbitraria que es la vida; aquellas señales indescifrables , con el paso del tiempo se revelaron como cruciales.

Si he de retroceder hasta el primer acorde que se clavó como un aguijonazo he hizo sacudir mis caderas , enarbolar raquetas , y mochos de fregona al más puro estilo roquero; fueron sin duda “Helter Skelter” de BEATLES y “If the cap  fits” de STRETCH. Este último , recuerdo verlo girar como la cara “b” de un Single en un pequeño giradiscos de maleta que amenizaba nuestro pequeño cubículo; formato pobre de familia numerosa de la periferia de Barcelona.


Cada vez que mi padre desaparecía en su interminable ronda de bares de fin de semana , y mis hermanas se quedaban a solas; el comedor de mi casa se convertía por unas horas en la pista de cualquier club de los bajos suburbios; eran tiempos en los que el Rock tenía su propio baile. Eran benditos salmos que retumbaban y que se acabarían propagando como la pólvora , conforme mis cuatro hermanas se fueron emancipando.
Pero hubo pocos discos discos que me marcaron tan visualmente como lo hizo aquella portada del “Loves got a hold on me” de STRETCH. Sus riffs , sus endiablado bajo , y la ácida voz de Elmer Gantry eran de aquellas que pertenecían inequívocamente a un universo satanizado por nuestros padres. Para ellas , eran una vía de escape perfecta a la potestad paterna tan machista de mi padre , para mi aunque encarnara la desagradable tarea del infiltrado en las filas enemigas , acabó siendo un periodo de prácticas de lo más educativo.

Con los años he aprendido a reconciliarme con el pasado más turbio y con el hambre de descubrir; y que tanto en lo negativo como en lo positivo , todo , nos forma de una manera u otra. Con las tardes tormentosas de mi padre de carácter osco e intransigente , con su analfabetismo , con su caída en el alcohol y también con su amor por la naturaleza en aquellos campos de Jaén.
Con mis hermanas y mis cuñados a la fuga de todo lo anterior mencionado; en tardes ejerciendo de vigilante sobornado , mientras el humo de hachís relajaba la escucha de Led Zeppelin , Pink Floyd o Lou Reed , o devorando Víboras y Makokis a hurtadillas mientras ponía la oreja a esas historias incendiarias que se contaban como leyendas.

Sin embargo no fue hasta pasados los años cuando tuve la necesidad de regresar sobre mis pasos y buscar aquel maldito disco. Pasaba las tardes del Sábado olisqueando entre los cajones de Kebra Records y Discos Revolver pidiendo consejo al iluminado Fermín; sin caer en la cuenta de una vieja tienda de vinilos de coleccionismo.
Aquellos años la música alternativa se había convertido en el alimento jóvenes hambrientos que como yo , se deshacían a la busca de aquel 7” perdido de The Smiths , James , Felt o Monochrome Set. No existían los apartados de música “indie” en aquel entonces; si acaso empezaban a dar sus primeros coletazos bandas como Inspiral Carpets , The Auteurs , Sundays o Pixies , hasta que en en 1994 estallara la fiebre “indie” con Suede , Radiohead y Oasis.
Para entonces , aquellas bandas alternativas de los 80 ya vendrían a formar parte del pasado; había que volver más hacia atrás para buscar el porqué de todo junto. Porque , todo tuvo que explotar en algún momento del pasado ¿no? En aquella calle Tallers permanecía aquella vieja tienda de vinilos , justo en frente del harén “indie” en el que se había convertido Discos Revolver. Permanecía imperturbable al paso del tiempo y aquel viejo que todas las tardes se apoyaba en la entrada de su tienda Rock & Blues Records , ya parecía haber vivido las mismas vorágines años atrás.

Realmente daba verdadero pánico adentrarse en aquel pequeño templo de la música. Pero un día decidí entrar , al fin y al cabo era posiblemente el único sitio donde podía dar con el rastro de aquel disco del 76; sus cajones atestados de aquellas fundas bien cuidadas , con el olor característico del cartón envejecido y de esos vinilos de 180 gr. daban para pasar tardes interminables acariciándolos. Pero fui directo a la S de STRECHT y allí estaba , incluso su primer trabajo  Elastique del 75; me imagino que sobrará detallar la serie de sensaciones que recorrieron mi cuerpo , todos habréis vivido esos mismos placeres al reencontrarse con un viejo amigo.
Me costó un buen pico pero valió la pena por volver a recuperar aquellas dos alumbradoras canciones y sumergirme en aquella desdichada banda Británica de los 70 que nació a la sombra de Fleetwood Mac.

Aquel cuarteto fue como el hijo bastardo de Mick Fleetwood , que los repudió aludiendo su completo desconocimiento de aquella banda , para finalmente eludir la gira en conjunto de aquellos tempestivos años. STRETCH aunque pudo desaparecer sin dejar rastro tuvo tiempo de grabar un segundo albun bajo el largo título de “You can't beat your brain for entertainment” , no se si fue el mejor disco de aquel proyecto del ex-Elmer Gantry's Velvet Opera”. Pera fueron ellos los que indicaron el camino a seguir; y me es indiferente si no fueron Joy Division o Velvet Underground , de veras que lo siento. Hay quién se empeña en plantar la bandera de su emancipación musical en lo más granado del santuario alternativo , pero el mio no fue así y lo orgulloso que me siento por ello.


La historia de STRETCH fue tan fugaz como la de aquellas estrellas que cazas al vuelo en un oscura noche: Que se pierden en el infinito sin saber muy bien el porqué de su fugacidad.
Su estilo a la hora de ejecutar el Rock más tradicional pudo parecer un paso atrás en unos años Psicodélicos y emergentes; por aventurarnos por enésima vez en descifrar las eternas claves de la insignificancia de algunas bandas , en aquel cielo plagado de estrellas rutilantes y vanguardistas excéntricos. Su perdición acaso pudo ser su alejamiento hacia el sonido Americano cuando todo el mundo quería ser Británico?¿ No fueron seguramente el parangón de la originalidad , ¿pero acaso la necesitaban? Lo curioso es que volviendo a escuchar aquel disco pasados 20 años , su excitante propuesta me sigue pareciendo totalmente contemporánea; justo lo que uno necesita en ese preciso instante al escucharlo de nuevo.


La verdad es que “You can't beat your brain for entertainment” , es uno de aquellos trabajos clásicos en el que lo más granado de la música cabalga a lomos del Rock: Blues , Folk , Rock duro , Psicodelia , glam como otros tantos , que se entretejen por las costuras de esa camiseta apretada tan abrasiva de tipo duro.
Las dos canciones que entraron a formar parte de mi ADN en esos años de imberbe , fueron tan solo pequeños orgánulos en medio de un entramado de cadenas genéticas. Los diez cortes o tajos , como se les quiera llamar , tenían tantas o más opciones de captar la máxima atención de cualquier pérfido como las de aquel Single: La glamurosa “Can't get enought” con esos primeros riffs tan a lo T Rex o primeros Rollings.
Los slides acústicos de “Fixin' to die” que abren el disco y que nos remiten al Nueva Orleans más rasposo , son un aperitivo premonitorio para captar la idea de lo que se cuece entre esos gruesos surcos: Todo un compendio de artilugios sonoros que se apoyan sobre cuatro patas de lo más convincentes.
Tanto cuando empuñan el hacha del Hard Rock más directo en “If the cap fits” , “Hold up the lights” o , “Puts your hands up” como cuando quiebran hacia Rock&Rolls bestiales como el de aquel single; “Love's got hold on me” , por citar el caso.Su sonido es de aquellos a los que se suelen atribuir tantos padrinos como mestizaje tiene la música actual. 

 
 
A lo mejor fue su osadía por bajar a los hornos crematorios para hacer música desde el estomago; restando importancia a su falta de originalidad. El caso es que STRETCH tenían poco que perder , por eso poco les importaba marcarse un blues tan clásico como el de “Feelin' sad” en el cierre del disco , o empañarse de Progresivo con “The way life is”. Porque en el fondo , lo ciertamente lo preocupante es su radiante vigencia pasados ya 36 años de su edición.

Pero en definitiva y dejando de marear más la perdiz , la música en general y de cualquier añada tiene tantos ciclos y frecuentes cambios de dirección. Que al final solo queda asumir su auténtica VERDAD: El secreto no está tanto en querer ser actual como en parecer original , si no en el alma que esta lleve impresa.
Y es básicamente lo que atesora este pedazo de historia: Alma sin ataduras y algún pedazo de mi mismo.

SALUDOS.

sábado, 24 de marzo de 2012

BEYOND THE WIZARD'S SLEEVE: PROFANANDO TUMBAS DE ALIENÍGENAS. ARK_1 / 2008 3rd Mynd Records.






Se encerraron en el cuarto , una de aquellas tardes soleadas de Verano; levantando entre gruesos cortinajes de terciopelo , un muro que separaba el brillo del sol de la ceremonia más íntima. Tan solo con la luz de unas velas que parpadeaban como minúsculas enanas. Por la corriente que se colaba por entre los goznes de la puerta solo se adivinaban las siluetas de los dos intrépidos.
Richard Norris llevaba de la mano a Erol Alkan: Un tipo grande de mirada y actitud convincente; el enjuto de Erol , con tez tostada , era sin embargo un menudo e inquieto niño. Pese a que los dos se conocieron en los Suburbios de Londres , tan pronto como cruzaron sus miradas y se abalanzaron sobre el mismo vinilo mustio , desorejado , y polvoriento: Se miraron con cara retórica mientras tiraban el uno y el otro de aquella pieza circular , y allí mismo chisporretearon las motas de polvo en lo alto de la tienda , fue así como de golpe surgió el AMOR.

Un amor reciproco y de oscuro deseo que se fue fraguando y orientando casi siempre hacia cosas “mu negras , tétricas , y psicodélicas también”. Desde ese día fueron inseparables: Compartían Pales Ales , se intercambiaban las novias , los discos , hasta la felpilla para limpiar los discos compartían ellos.
Comenzaron a acudir a cementerios abandonados , a polígonos negros negrísimos , y decadentes también. Con el paso de los años tanto Erol como Richard comenzaron a frecuentar pequeños y oscuros antros que se ocultaban en los sótanos de Candem Town , haciendo de ésta su segunda residencia. En sus atestados y apretados cajones repletos de viejos vinilos encontraron una pasión animalística , principalmente por aquellas piezas jurásicas donde las canciones escondían una interconexión esotérica entre décadas.
Música al fin al cabo que pese a su diferencia temporal se aparecía como fantasmas de difuntos cada cierto tiempo , casi siempre invocados en una especie de rito esotérico. Pese a que el camino de ambos se bifurcó tomando distintas direcciones: Erol Akan ante la tabla de mezclas ejerciendo de gurú de clubs tan emblemáticos como Plastic People o Trash; y por otro lado Richard Norris fundando THE GRID junto a la media naranja de Soft Cell Andrew Bell , todos ellos bajo el influjo de la electrónica y la pista de baile.



Pasados los años: Con más canas , la piel arrugada y las carnes bien amasadas; como guiados por aquellos cánticos de sirena que sedujeron a Ulises en la Odisea. Erol y Richard regresaron a la misma casa de su infancia , se encerraron en aquella misma habitación y desplegaron la tabla Ouija , dispuestos a volver a invocar aquellos muertos que en su día les descubrieron las verdaderas fauces de la Psicodelia más abrupta de los 60.
De echo lo que allí se apareció no adopta el nombre de ARK (arca) por casualidad. En aquella arca de madera de Roble estaban muchos de aquellos discos que habían permanecido soterrados como cuerpos inertes , abandonados tras una cruda batalla.

ARK I 2008 es un interesantísimo catálogo de 14 temas que nos iluminan un pasado tan experimental como el de la década de los 60 y 70; quizás solo merecerían un pequeño correctivo al presentarlo solo en apariencia , como un disco revisionista de clásicos que parecen querer hacer suyos estos dos tipos. No exactamente como en múltiples ocasiones ha hecho David Holmes ; recreando para si sonidos y grooves de los 60 , en discos como “Bow down to the exit sign” o en las bandas sonoras de la trilogía de Oceans Eleven. Pero si con un cierto aire de autocomplacencia que a uno lo hace dudar al escuchar los primeros sermones de “Before we start , if?” , sin duda lo que allí se escucha es imposible que provenga del mundo de los vivos.
A lo largo del disco se van revelando las incógnitas , puesto que su segundo tema “Get ready to fly” , es en realidad un tema de la banda de Alburquerque HOOTERVILLE TROLLEY titulada “No Silver bird” de 1968: Un tema galáctico y espacial que pese a su añada bien podría haberse editado en la actualidad.
Ciertamente todo el repertorio que se reparte por este marciano disco respira por cada uno de sus poros ese extraño aroma a: Sótano , a subterráneo y a exotismo , digno de aquellos años en los que el LSD se convirtió en la principal herramienta para alcanzar el Nirvana más absoluto. Con él se transitó hacia el krautrock del que bebieron en sus inicios Kraftwerk; un sonido geométrico y espiral por el que vendieron su alma personajes como George Harrison , Jin Morrison , o The Kinks. Sonidos que son la antítesis del Pop más cristalino y que nos llevan a pasar de la lucidez del mismo , a terrenos de ensoñación y trance sonoro , que tan bien acogió la electrónica que estaba por venir o el Post-rock .
Todo el disco cabalga por la llanura de la Psicodelia como en el caso de la falsa “Electric Banana” que no es otra que la “Great Banana Hoax” de los Californianos ELECTRIC PRUNES , grabada en 1968; un tema imperecedero donde los aires de Western se funden con unas percusiones salidas de las mismísimas catacumbas.
En esa sesión de espiritismo Erol y Richard parecieron viajar bien lejos , y aunque esté feo decirlo , sus artes empleadas rozaron la apropiación indebida; no creáis que me ha sido fácil encontrar el rastro de sangre de tan sibilina exhumación. De todas formas seamos realistas , los chicos tampoco fueron tan gamberretes; si no fuera por esta y otras profanaciones , seguramente jamás hubiéramos llegado al quiz de la cuestión; si no que se lo pregunten a The Cramps.
Entiendo por supuesto que en la actualidad a nadie le preocupe el verdadero Big Bang de mucho de lo que ahora suena. Pero con los años , es un ejercicio la mar de aséptico y saludable darse un pequeño paseo por el pasado; aunque sea desolador observar la poca información que hay de determinadas rarezas , y descubrir con estupor la deuda que tenemos con las décadas de los 60 y 70.

Ahí no se quedó todo , puesto que tras escuchar el disco de cavo a rabo y comprobar que cada una de la canciones están ordenadas estrategicamente , dándole a éste una apariencia de obra pensada como un disco conceptual y de autor. Lo que allí se contiene puede ser por así decirlo , como un auténtico homenaje a todas esas bandas que se adelantaron en tiempo y obra a su época: Incomprendidos , subestimados inclusive en el caso de músicos como Jimmy Hendrix o la Velvet Underground , a los que se les ha dado su porción de influencia en la música muchos años más tarde.
Aún todavía su música se sigue viendo como un experimento y búsqueda de sonidos y texturas con los que casi nadie se atrevía. Todos los temas incluidos en este disco deben así , verse como rarezas en la carrera de sus autores , que en muchos casos acabaron por ser un desastre comercial en sus carreras. Como lo es el corte once: Una composición de ROLLING STONES fechada en 1967 e incluida en su criticado “Their Satanic Magesties Request.


También lo fue de la misma manera el “Don't burst my Bubble” quién formó parte del periodo más revolucionario y menos entendido de SMALL FACES. Aunque este tema no acabó por figurar en disco póstumo de la banda Mod Londinense , si que se recuperó años más tarde como rareza; en esta ocasión si que meten mano Erol y Richard al cadáver de finales de los 70: Diseccionando y analizando cada uno de sus compases , y construyendo por así decirlo; una remezcla de la que no se observa ningún tipo de intrusismo y que refrenda su teoría de que muchas de las canciones que se hicieron en esa época tienen la fantástica virtud de poder deconstruirse y leerse de adelante para atrás o de manera inversa , como si de un mensaje satánico se tratase. Si no se escuchan ambas versiones resulta casi imposible discernir que ha sido manipulada.
 
Pesa sobre si en casi todas las canciones , una especie de maldición o satanismo que hizo de ellas fracasos mal entendidos; “King midas in Reverse 1967” de THE HOLLIES no fue una excepción. La banda de Manchester que ya tuvo que soportar durante su carrera el ostracismo tras la sombra de THE BEATLES , se diluyó en el año 1967 siendo editada en el Reino Unido como single y en EEUU como apertura de su último gran disco Butterfly antes de la partida de su líder Grahan Nash.

Para seros sincero mi incursión en este fantasmagórico disco fue desde el más absoluto de los desconocimientos. Inmediatamente me dejaron perplejo cuatro de sus canciones más hipnóticas.
Por un lado un corte fechado en 1973 y que aquí se rebautiza como “Don't cry girl” , extraído en realidad de la discografía de la banda Húngara ILLÉS que años más tarde pasarían a ser FONOGRÁF y que en realidad se titula “A Bolond Lany”; un tema que puede automáticamente emparentarse con aquel “Indian Vibes” del señor P.Weller , pero que ellos trasladan a un terreno más Psicodélico si cabe con esos mismos instrumentos: Sitares , Sintetizadores , y percusiones dignas del funk más bailable; vale la pena remarcar que hablamos de los años del Comunismo en aquel país Centro Europeo.


Tirando de las raíces de Erol Alkan hay otro corte que es imposible pasar por alto. “Anglarsa Aran Aglar 1973” pertenece a otra extrañeza dentro de la música en latitudes lejanas; sus creadores los Turcos UÇ HUREL formaron parte de un desconocido movimiento al que de manera bien distinta a la nuestra , también se vieron influenciados por el movimiento Psicodélico.
Su música es un extraño brebaje donde se dan cita: El Folklore Turco y el virtuosismo de uno de los tres hermanos Hurel , el guitarrista Feridun quien con su guitarra de doble mástil hacía verdaderos trapecismos. Además a diferencia del resto de músicos Turcos , su obra está compuesta por letras y música propias llegando incluso a continuar activos hasta nuestros días.



Para terminar quiero remarcar dos de aquellos cortes que contrastan radicalmente con los exotismos de ILLES y 3 HUREL. Por ello quizás pensar que el ingenio de esta obra esta tan solo en aquellas canciones que nos desconciertan por su tropicalismo espacial; de todo el conjunto si hay algo tan valorable como disfrutar de él , son sus originales inclusiones.
BILL HOLT y FACTORY cierran de esta manera mi personal análisis de un disco del que la mayoría de han obviado su verdadero encanto. BILL HOLT originario de Philadelphia y trabajador sumiso de la compañía Fortune 500 , decidió un buen día mandar a la porra su seguro trabajo; y empujado por la guerra de Vietnán , se encerró en el trastero para grabar con tan solo: Una guitarra , un Moog y un 4 pistas Teac , uno de los discos más conceptuales del 73. DREAMIES es una de aquellas joyas escondidas que aterroriza en ocasiones por un sonido tan contemporáneo y futurista para la época; dividido en 13 partes como extractos de pequeños bocetos de la televisión y la radio de aquellos turbulentos años , y que aquí se bautiza como "Sunday Morning sun"



La última historia tenebrosa que presenciaron Erol y Richard en aquella destartalada habitación: Viendo como uno a uno se les iban apareciendo los difuntos; sencillamente para que entre sollozos nosotros los mortales dispongamos del conocimiento de este valiosísimo legado; que sin duda , se construye con 14 cortes y sus respectivas obras imprescindibles por narices.
Otra triada maldita y efímera fue FACTORY; sobre la que pesa una extraña leyenda en la que se atribuía la autoría de este disco a JETHRO TULL bajo el seudónimo de Jethro Toe. Sin embargo tras “Path through the forest”; que da el título al disco y al tema de apertura , estaban Jack Brand , Ian Oates y Jack MacLeod Británicos de origen.
Su trayectoria fue tan sutil como productiva , no por lo excelso de su obra ya que su carrera fue exigua; si no por la manera de usar los instrumentos y los arreglos de estudio: Virtuosos de los efectos espaciales y reververaciones sin que estas afectaran a la inmediatez de sus ritmos más bailables.


RESUMIENDO:
ARK 1 se debe de tomar ante todo como una útil carta de navegación sin sextantes ni octantes; para todos aquellos a los que no os deje de sorprender la capacidad de la música , para trasladarnos en el tiempo. Lo hermoso del asunto es que no se trata de un mero viaje para contrastar lo mucho que ha evolucionado la música a lo largo de este medio siglo , que se dice rápido. Si no para demostrar una vez más que las nuevas rutas que se abrieron en la música experimental , no son solo atribuibles a los que todos ya conocemos.
Sus creadores formaron parte de aquellos colonos y exploradores que se atrevieron a sacrificar su éxito comercial en pos de reinventar el Rock. En su mayoría fueron maldecidos por el éxito comercial que no supo entender su filosofía , diríamos que incluso ahora pueden resultar demasiado avanzados; pero al escucharlos veréis que hay infinidad de música actual deudora con ellos.
Lo verdaderamente determinante es que el éxito jamás mide la calidad , y que en muchos casos algunas de las piezas que se colocan en lo más alto de los podios son tan solo sucedáneos que no hacen más que adaptar la experimentación a los paladares del populacho. Fascinante por partida doble es en el entorno cultural , la época , y el momento de sus carreras en las que se crearon; como bien dice el corte de inicio del disco en cuestión: BEFORE WE START , IF? LISTOS PARA EMPEZAR ¿SI?

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