lunes, 29 de diciembre de 2014

FINAL!! DEL 05 AL 01 (PART_2) *: LOS 40 DISCOS INMORTALES DEL 2014, Y SUS INMORTALES VINOS




05#REIGNING SOUND / SHATTERED Vs. ARTADI VIÑAS DE GAIN 2011 (RIOJA ALAVESA) Tempranillo


Se puede uno teletransportar al pasado sin tener la certeza si la máquina viajera se ha vuelto loca y ha barajado a discreción citas, décadas con sus calles sus clubs, y aquellas sombras de pasados personajes que dejaron la huella de su copa sobre la carcomida barra#??  
Reigning Sound, banda con buena mano como sus paisanos los Grizzlies de Menphis. Se nos aparecieron con el Otoño a las puertas, de la mano de uno de nuestros confidentes de lujo; Mr. Johnny WoodyJagger vía Jesus Cierzo. Allí se relataban las proezas de esta grupo de GarajeRock afectados por la melancolía. Y es que 12+1 años de carrera con sus consiguientes discos (doce en total), dan para mutar, moldearse y acomodarse a los tiempos que corren.
 Como estos nuevos Riojas de corte actual y esencia ancestral. Reigning Sound mantienen viva la llama del pasado, con una frescura que los ha llevado a pulir las aristas cavernosas de sus primeros trabajos. Y a despertar de un ensoñador Break Up Brak Down/2001, con un estallido de perfume silvestre a frutillos, a pedernal y a flores que se abren y cierran como una planta carnívora que te da caza. Si lo comparo con Viñas del Gain; una de mis bodegas preferidas de la Rioja en todos los rangos posibles: Desde su básico hasta sus Pagos Viejos, es por algo. Éstos mantienen el respeto por aquellos centenarios Riojas que los Franceses les enseñaron a afinar y envejecer. Y a la vez crean vinos angulares que se flexionan como los juncos de un río; mecidos por el viento, resistentes y transpirables de mineral lujurioso. Esos mismos que hacen enterrar esa equívoca fragilidad de los Riojas cargados de madera y avainillados que plagan las estanterías de las grandes superficies, de marquesados y condeduques.

El Shatered/2013 de Raigning Sound y Artadi, comparten esa misma forma de entender ese equilibrio de extraordinarias sensaciones. Notar que un soplo fresco de brisa te acaricia y el poder melancólico que te inunda; degustando, sintetizando y transpirando en miles de detalles.
Su entrada triunfal con la resurrección de Dr. Johnn en “North Cackalacky Girl” de la mestiza rivera del Missisipi. El Soul blanco de áspero y aterciopelado Van Morison en “In My Dreams” o“Never Coming Home”. El más negro funkero de “Baby it's too Late”, “My My”, “Starting New”. Puntadas de garaje rock steady en “You Did Wrong” o “Falling Rain”, y una placidez que te agasaja en recuerdos y referencias supinas tan amplias como fragantes. “If You Gotta Leave” es la expresión máxima de dulzor con sedimento jugoso y crepuscular, junto a la bajada de telón “I'm Trying (to be the manyou need)”; Otis Redding masajeándote las sienes y las cervicales.
El sortear Urkiola para caer en las llanuras Riojanas de gélidos inviernos y soleados veranos. Descubrir el tesoro que se esconde entre sus viñas de espacios abiertos. La rugosa voz de Greg Cartwright que bien podría ser la entrada en boca de este vino: Complejo, con mineralidad y taninos vigorosos, regaliz hacia el final, especias, o cómoda de la abuela (maderas antiguas, nobles). Y el sedoso hammond de Dave Amels que dan los estupendos aromas que desprende tras un tiempo de reposo (este vino y los de Artadi en concreto expresan más con oxígeno y paciencia). Tiene un perfume de Rioja Alavesa frontal, sin disimulos. Con mucha fruta negra, hojas de tabaco, azúcar quemado, torrefactos y un áurea de hiervas aromáticas y mentoladas que contrasta con ese pellizco de amargor final. Los dos gravitan por todo el disco como satélites circunspectos, o los tres; órgano, voz y vino. Se podrían fundir con claridad en un amalgama de dulzura, perfume y gravedad, pero gravedad amable y lúcida.
Uno sin duda, de los discos más reconfortantes de este año y un vino/bodega a la que le tengo verdadera devoción.




04#THE TWILIGHT SAD / NOBODY WANTS TO BE HERE AND NOBODY WANTS TO LEAVE Vs. PASANAU EL VELL COSTER 2004 (PRIORAT) Cariñena (Samsó) 100%

Llegaron demasiado tarde, la mesa recogida, el café humeando sobre la mesa, los cercos de las tazas... tazas de contenidos pasados. A estos Escoceses los descubrí con el impacto súbito de “I Became a Prostitute” del 2010. Un disco áspero con demasiadas cartas para archivarlos como otra de tantas bandas de Post punk arrastrado, abrasivo y oscuro: La voz de James Alexander Graham al que le va la vida cuando recita sus textos. Masticando sílabas y vocales con su acento escocés de North Lanarkshire; un pueblo perdido de la mano de dios más cerca de los lagos del norte que de la civilización). Y aunque aquellos primeros dos discos adolecían de cierta linealidad, apuntaban en su hecho diferencial algo que prometía bueno.
Han necesitado otros dos discos con este; el anterior ya ostentó en una decisión no exenta de riesgo, el puesto más alto. Y con este último, me da la sensación de que si no hubiese sido porque se publicó el pasado mes, habría acabado rozando el podium.

Una banda que como los vinos del Priorat hay que situarse en su contexto geográfico para entenderlos. Parajes duros de contrastes climatológicos extremos pese a la cercanía de la costa, que han moldeado a sus gentes, y con ellos a sus viñas, a sus habitantes; y este caso a su música. Los vinos del Priorat pertenecen a unas viñas supervivientes de elixires concentrados, vivo reflejo de composición geológica pizarrosa, escasa de sustratos, con insolaciones brutales y noches en las que desciende el termómetro hasta 8 grados. Pese a todos estos inconvenientes lo que han hecho, son vinos austeros, concentrados y musculosos, que guardan su tesoro más preciado en la paciencia y la fuerza de su naturaleza titánica. Y que cuando se abren, nos descubren bellezas inverosímiles, muy cercanas a la esencia de la naturaleza; dominante, doblegadora. Nos ponen en su sitio y nos hacen una mera circunstancia en el tiempo, diminutos e indefensos.
He de admitir que con una primera escucha no me acabó de convencer. Y creí por error, que su vuelta a las atmósferas densas de sus primeros discos nos daría ese mismo error de monotonía; aun siendo dos discos que no están nada mal. Pero como este Pasanau del Vell Coster; vivo reflejo de los Priorat clásicos y muy lejos de las inmediatez explosiva de los Priorat modernos. La nueva obra de Twilight Sad es por así decirlo, un conjunto que solo al escucharlo en toda su amplitud, se puede descubrir su inigualable magia.
Por un momento parece cerrado, tremendamente volátil y alcohólico. Rezuma resinas, epoxys pegamentosos. Asusta por ese recuerdo a las bandas de culto más ortodoxas de los 80. Los Escoceses hacen variaciones milimétricas en su estilo, casi inapreciables. A vista de pájaro diríamos que todos sus discos suenan igual. Pero cuando uno consigue darle el tiempo para saborearlos de principio a fin, apreciar el grado de solidez y armónicos que a conseguido últimamente J.A Grahan. NOBODY WANTS TO BE HERE AND NOBODY WANTS TO LEAVE se descubre como una obra de belleza majestuosa. Ahí hay parte de la esencia de su último disco; en la sensibilidad de las voces, esa manera útil de utilizar los sintetizadores para expandir sus armonías y la misma e intacta personalidad de la banda. Posiblemente haya que darle dos o tres oportunidades como al Pasanau para que se oxigene. Pero una vez esto sucede, explotan los caramelos de cocacola, las rosas rojas, los eucaliptos, los licores, el tomillo, muchas moras y notas silvestres... Ahí ya empiezan a sonar las sinfonías, apuntan alto, ascendentes y con buena altura como han de vivir las viejas viñas de Samsó: “There's a Girl in a Corner” como prolegómeno a lo que ha de venir arranca lenta y sucinta. Cuando empieza a levantar el vuelo engarza casi sin apreciar cambios con “Last January”; un tema sin estridencias que no llama la atención, el más bello con diferencia. Se abraza y lo coge de las manos rodeando su espalda “Drown So I Can Watch”, tremenda. Aquí nos recuerdan al Desintegration de The Cure por su melancólicos claroscuros. Evocan tierras lejanas, sonidos que vienen de los glaciares Islandeses, volcánicos y fogosos cuando arremeten con fuerza “In Nowhweres” o “I Could Give you all That you Don't want”.
Y se desdoblan ahí casi al final con un tono espiritual y ceremonioso con otra canción 10; la que da título a su disco: Brumosa, atonal en sus bases rítmicas y creciente en boca como el Pasanau. Él yace ya sobre el lecho, desnudo casi prostituido haciendo una especie de desnudo en el que por cada prenda de la que se deshace, es un nuevo y exquisito detalle indescriptible: Boca potente y acaramelada, glicérica, de cogñac de armagnac, se siente la licorella. Brotan como flujos orgásmicos de longitud tántrica los taninos maduros, el retronasal de aquellos que curan resfriados, las bayas, las trufas. Y con una acidez que se disuelve en su exquisitez. Se agita y vuelven de nuevo poniendo el colofón una botella vacía con los restos del sedimento tiñendo sus paredes, la esencia.
Vino y disco montan tanto, puedo pecar al dejarme llevar por la pasión. Pero bandas de este tipo con cierta épica, al igual que el Pasanau en su austeridad e inflexión. Nos dan ese pedazo necesario de estoicidad al creer en aquellas cosas que generalmente no gustan a todo el mundo, y avergüenzan a quienes creen que forman parte del pasado. Es cierto, no están de moda, dios no lo quiera.


03#VIETCONG / CASSETTE EP. Vs. LA BATALLA DE LA COLIFLOR 2010 (BIERZO) 100% Mencía
Debería hacer una reseña discreta y breve para no justificar un cambio de diseño del blog; aunque solo sea por esconder bajo el felpudo tanta letra y pesadez. Igual que colar en estas alturas un trabajo de siete temas ¿un Ep se dice? Resulta tan injusto y poco equitativo!! Todo eso pasaría si no pensase con las manos en el fuego, que estos cuatro tipos de Calgary con excedentes de otra banda llamada Women. Han obrado mi milagro personal este año, que no es otro que gozar con un enano con esta especie de concentrado de New Wave trampolinero y desgarbado. Ese punto de locura esquizoide que te devuelve a la más indisciplinada adolescencia. Si hijos míos la cosa es así, sin remedio aparente, y es que si las listas que uno hace sirven para algo, es para darle una alegría al cuerpo sin rendir cuentas a naide.
Continental Shelf” fue la canción que me puso sobre la pista de esta banda hace un par de meses. Se quedaron ahí, arrinconados. Y no ha sido hasta la reedición de este puñado de canciones grabadas el pasado año en un cassette, que he sucumbido a sus malas artes y encantorios. Aquel tema adelanto del siguiente Ep: Otros siete temas que deberían haberse publicado el 2015 si no fuera porque se han filtrado; y ya puestos propongo colgar por los huevos en la plaza mayor, a aquellos que se dedican a joder uno de los pocos encantos que aun perduraban (esperar con emoción la publicación de un nuevo disco). Un tema y un disco, que poco tienen que ver con este cassette donde la banda parece haber sido extraída de un pozo cenagoso de muy a principios de los 80.
Ya no es la década o el año al que nos remiten, si no a lo que suenan y como suenan. Decir que incluyen una versión del “Dark Entries” de Bauhaus, ya es decir mucho de por donde van los tiros de sus referentes. Escuchar “Oxygen Feed” o “Throw it Away” sin tener que pellizcase para despertar del bendito sueño de creerse en Witworth St West haciendo cola para entrar en el mítico Hacienda, ya es mucho decir. Viet Cong ya no es que suenen a un tiempo remoto menos lustroso y goloso, de todo aquello que en la actualidad más se ha rentabilizado. Es que son la viva imagen de ese sonido destartalado, directo, intestinal, de base rítmica (bajo/batería) marcial y dictatorial, y de guitarras circunstanciales (Magazine, Southern Death Cult, The Damned, Television...). Como aquellos actores secundarios que ganaban cuanto más naturales eran sus defectos de interpretación; pura naturalidad, inspiración sin pulir y deslucir.
Esa misma Demencia indisciplinar de (Nacho León, Jorge y Javier). Eso tres jóvenes que se establecieron en el Bierzo para elaborar Mencía ancestral basada en las viñas centenarias y en los métodos de sus abuelos. Y que con el trabajo de sus manos han colocado con una producción casi testimonial, la mejor de las Mecías. Por lo menos la más libre y contorsionista en añadas, que se pueda probar si se tiene la suerte de cazar al vuelo. Su producción es tan limitada como extenuante el cariño y el mimo que le dan a cada grano, a cada baya. De allí salen tres vinos: El Demencia de autor (Mencías centenarias seleccionadas), El Cachicán (Vino de la Vila o vino de pueblo, aquel que nos enseña sus orígenes humildes), y por fin LA BATALLA DE LA COLIFLOR: Un vino clandestino que no se comercializa propiamente, pero que se puede adquirir vía contacto, y que se elabora con aquellas uvas que no se pueden aprovechar para el Demencia de Autor por incompatibilidad o distinto carácter.
Un vino de fruta roja fresca radiante en explosión, mutante en evolución pero con pegada más directa que la de su hermano mayor. La etiqueta relata una batalla descrita por el hijo de uno de los socios; esa hipotética batalla contra la odiada verdura. La nariz es directa con mucha fruta roja (cerezas, frambuesas, fresas todo muy representativo de los Mencías, pero aquí con un grado más vivaz y centelleante). Al principio un poco cerrado, le cuesta abrirse pero al cabo de cinco minutos en copa explota. Salen las hierbas aromáticas el verdor, orégano, maríaluisa, algunos mentolados. En boca es rugoso casi granular, deja un rastro de tanino crujiente pero muy fresco y goloso, mucho monte en su recorrido de las horas. Es un vino potente y vivaz, donde el frescor y la frutalidad no interceden en su carácter, ni éste en su identidad rústica y a la vez moderna.
Su nombre lo dice todo Demencia de Autor el de sus idealistas, y las sensaciones al beberlo las mismas. Mucha locura juvenil, mucha emoción y mucho Rock & Roll. Casi idénticas a las que demandan Viet Cong, con esas descargas veloces y directas que obedecen al puro instinto e inquietud. Siete canciones trepanadoras, de aquellas que perforan en el subconsciente reanimando con descargas, tiempos verdaderos.


02#WILD BEASTS / PRESENT TENSE Vs. JUVÉ CAMPS MILESSIMÉ BRUT RESERVA 2010 (PENEDÉS) Cava Chardonnay
Nos acercamos ya sigilosos y de puntillas, seguro de que en los altares son solo dos los que pueden subir, que se podían alternar cual bolitas del trilero; pues también!!. Seguro que tal elección será probablemente centro de comidillas y controversia, ay!! Mucho me ha costado eh? Odio enumerar y ordenar mis gustos, pero por distintos, poco equitativos y tan personales que necesitaría una tesis para razonar y convencer de mis curiosos motivos ¿pa qué? Me los voy a ahorrar, quien sabe, a lo mejor os preguntáis... ¿serán tan cojonudos e incomparables con los 38 restantes?
Hete aquí que allá por el 2009 junto a We Were Promised Jetpacks, descubrí a Wild Beasts. Dos bandas con el denominador común de su cercanía geográfica: Kendal al Norte de Inglaterra y Edimburgo (Escocia), y una trayectoria semejante. Un punto de vista distinto, hechizante y paralelo a lo que por entonces se hacía en el Reino Unido. Sus dos actuaciones en Baeblemusic me obligaron a seguir a hurtadillas su camino. Tras siete años de carrera y cinco discos ya publicados. Creo que estoy ya en disposición de afirmar, que la suya, es una de las trayectorias más heterogéneas, retóricas e interesantes de entre toda la cantidad de bandas que surgen en las Islas. A menudo devorados por los tabloides y el éxito, Wild Beasts vienen trabajando un estilo entre el barroquismo de sus notas, el lirismo vocal y extraño de Hayden Thorpe, y una forma de manejar sus inquietudes musicales de lo más curioso. Al principio se puede caer en una especie de catarsis desquiciante e insoportable, por la dominante voz de castrati de su cantante. No lo niego.
Sus discos suponen una predisposición a sonidos abstractos, esperpénticos y disonantes, nada fácil. A mi me recuerdan curiosamente a Echo & The Bunnymen; teniendo en cuenta como sonaban éstos a principio de los 80. Su último de cinco discos, el “Past Tense”, debería ser su trabajo ideal para poco iniciados. Y no es porque sea el más comercial o accesible, sino porque Hayden Thorpe parece haber encontrado el secreto de la proporcionalidad de su voz: Más modulada, armoniosa, variable, protagonista, y sin embargo menos caprichosa para con el designio de su música. Al escuchar este último disco y recorrer su discografía hacia atrás se acaba por encontrar el sentido de su carrera: Crítico, comprometido, activista y esquivo con los mecanismos de la industria. En él se nota que han pasado por las manos de un súbdito de Brian Eno; posiblemente el productor que mejor sabe buscar la armonía a las bandas, sin distorsionar ni alterar su sonido.
Aquí se prescinde de todo lo exageradamente innecesario y se sintetiza el laberíntico universo de la banda. La antítesis de War On Drugs. Si los Americanos guarnen cada rincón de sus canciones con multitud de arreglos, instrumentos y detallistas velados. Wild Beasts los eluden, y dejan en manos del instrumento vocal y de una esencia casi tribal todo su sonido; las guitarras desaparecen por completo.
Me parece sin duda una apuesta sumamente arriesgada porque salvo en “Wanderlust”; que es la única canción con estética de single. Muchas de las canciones del disco adoptan una cadencia que recuerdan al “Remain Lights” de los Talking H. (Nature Boy, Daughters, New Life). En otras ocasiones es una especie de Pop híbrido y androginoso de belleza frágil y concisa. Donde son las piezas como “Meca”, “Sweet Spot”, “Past Perfect” o “Palace” quienes acaban dando ese punto de belleza marchita, relajada, y una construcción tan simple como sugerente.
Esa misma mezcla de elegancia y sencillez que me otorga el Cava Milesimé de Juvé & Camps; porque por estas fechas no nos podía faltar un espumoso de consenso. El primer cava más o menos inalcanzable que me compré hace ya un montón de años. Y el que me hizo descubrir la verdad de los grandes cavas; a mi que no soy fan en absoluto de los espumosos. Dirán claro, con ese precio ya puede estar bueno. Y me gustaría remarcar que espumosos recurrentes para celebraciones y temperaturas gélidas con las que matar su incontrolada acidez hay un porrón. Cavas para disfrutarlos de verdad y a cualquier hora, no tantos. Parecen caros, pero realmente solo los separan seis asquerosos euros.
Vaya que no bebo muchos lo reconozco, pero los que bebo aunque sea de higos a brevas prefiero que me hagan salivar y disfrutar. Solo hay dos cavas de Juve Camps que me quiten el sentido, los demás no puedo con ellos, y uno es el Blanc de Noirs y otro este. Con este tengo un idilio casi iniciático; fue con el que aprendí a apreciarlos. Con un color pajizo casi dorado y una burbuja fina y aterciopelada, el Milesimé nunca falla. Nariz a cereales tostados, a almendra garrapiñada, y flores blancas que lo hace un cava sutil y tremendamente goloso. Paso por boca sedoso como este Present Tense/2014 que le va como anillo al dedo. Muy franco y representativo de la uva monovarietal que lo forma, con volumen, largo y cremoso, tiene toques de tostados, mantequilla y flores pero todos ellos muy delicados. Más rico cuanto más se templa con la temperatura y con una estructura tan perfecta y en su sitio, que lo hacen un cava imbatible por su precio y personalidad. Hay muchos superiores, mejores y distintos, pero Juve Camps Milesimé siempre está ahí, imperturbable con el paso del tiempo y dándolo todo sin exageraciones.
Este disco me recuerda a él y sus inequívocas sensaciones, da esa sensación de típico y manido. Pero no hay amante con suficiente criterio que niegue su personalidad zalamera para pequeños, sabios, grandes y bisoños. Son muchos los que este año han intentado suavizar su sonido, ponerlo a un nivel sintético, amable y agradable para jóvenes oídos: New Pornographers, Tv on The Radio, James, Kasabian... pocos los que consiguen el propósito de resultan tan innovadores como osados, y salir airosos.
WILD BEASTS - PRESENT TENSE by bboyz1970 on Grooveshark

01#CHAD VANGAALEN / SHRINK DUST Vs. SALVAXE 2010 (RIBEIRO) Treixadura, Godello, Albariño, Caiño blanco.
Hacemos cima y plantamos estandarte, largo el camino hasta llegar a mis disco preferido de este 2014. Sin concesiones, posibles postulados de entre lo raro lo más raro, y una querencia que se sustenta en progresivo apego que se ha ido labrando a lo largo de este año.
Este disco se publicaba el mes de Marzo de este concluso año. Desde unas primeras escuchas primaverales a las que admito, pude entrar con prudencia. La segunda, días después, fue ya con los ojos cerrados y dejándonos llevar por unos senderos, en los que lo bello, pastoral, inquietante y terrorífico se alternan; siempre con placer dulcificado, por cierto. Defender lo indefendible es seguramente a lo que me enfrento, cuando digo que los 365 días de este año han sido los que le han otorgado el título de niña de mis ojos. Y con ello quiero decir que seguramente ni la mente más perturbada se atrevería a justificar a pecho descubierto las bondades de este disco; el anticristo de la comercialidad, la lisonja o la zalamería. Quizás porque este Canadiense que siempre ha trabajado en el patio trasero de la abundancia musical o del lucimiento. Ha sacado después de diez años en el cuarto oscuro, uno de sus trabajos más delicadamente bellos; y eso que su temática surrealista se las trae.
Un disco confeccionado con retales, cachivaches y lo que otros desechan por puro formalismo. Las canciones son como pequeños Frankesteins hechos de pedazos. Al principio parecen disonancias sin un objetivo demasiado claro. Desconcertantes por sus formas o porque sencillamente para entrar en esa espiral melódica y aparentemente abstracta, hay que hacerlo relajadamente y sin crearse expectativas. Al cabo de los minutos, cuando vas por el corte cinco y suenan los acordes quebradizos y resecos de “Weighted Sin”, descubres que ha brotado así de repente la primavera y lo que has dejado atrás es pura ambrosía. Que asistes estupefacto a un delicado ceremonial que se teje destartalado, torpemente pero decidido, que nace la grandeza de sus fantasiosas canciones como los tempos de la naturaleza: Lentos, inapreciables ante la velocidad de los seres humanos, milimésicos. Solo los percibes con claridad cuando te detienes, respiras hondo y captas es volumen de la obra. “Monster” es uno de los pocos momentos inmediatos, pero es que el rotar de “Where are You” es tan determinante e hipnótico, que cuando lo percibes es demasiado tarde. Un Folk de tintes psicotrópicos que con “Evil”, “Weird Love”, “Hangman's Son” o “Cosmic Destroyer” alcanza su máximo esplendor, sin alzar la voz con discreción y una rara emotividad.
SHRINK DUST tiene ese tono titánico de hacer con poco, mucho más de lo que otros hacen de excesos. Es la austeridad hecha belleza excelsa. Un disco que se asemeja por ese inesperado encuentro, al día que probé el SALVAXE. Un blanco gallego tan lastrado por esa fama de mariscada barata+ribeiro, que lo convierte en el proyecto más hercúleo posible. Xosé Lois Sebio es el otro huraño alquimista, como Chad, artífice de estas extraordinarias anomalías, que no lo son tanto. Son quizás y por desgracia, de las pocas cosas que captan la esencia de la tipicidad más extinta: Vinos que se construyen igual que las canciones de Chad pedazos hechos de instrumentos inventados, igual que la peculariedad de los microparcelajes de Coto de Gormariz. Una forma de ensamblar vinos o diferenciarlos por la composición de la tierra, la orientación, el drenaje o su particular microcosmos.
Esa impronta convertible que caracteriza a este vino, me produce la misma sensación agradable que el Shrink Dust. Imprevisible a cada instante, evolutivo pero muy directo. El verdor que ataca en la nariz de anís estrellado o hinojos se funde con una calidez parecida a la de la vainilla, un tanto desmesurada. Continúas y conforme vas agitando la copa nacen por sorpresa unos fondos tostados, pastelería y mantequillas. Atacas en boca y resulta delicioso, glicérico pero con una acidez contundente que lo equilibra y lo hace muy muy fresco. Notas el mineral y curioso toque de trigo fermentado que te deja un recuerdo a esos Whiskys ahumados como el Caol Ila. De echo el ahumado surge en el retronasal al cabo del rato, cuando el vino esta mucho más abierto.
Artista, vino y disco se complementan a la perfección. Tienen ese mismo carácter extremo, delicado y expansivo en su fórmula inimitable de generar sensaciones encontradas e increíblemente didácticas.


  CHAD VANGAALEN - SHRINK DUST by bboyz1970 on Grooveshark 
 01-CHAD VANGAALEN - SHRINK DUST Vs. Salvaxe 2010 (Ribeiro)
02-WILD BEASTS - PRESENT TENSE Vs Cosmic Cabernet Franc 2006 (Empordà sin D.O)
03-VIET CONG - CASSETTE Ep Vs. La Batalla de la Coliflor 2010 (Bierzo)
04-THE TWILIGHT SAD - NOBODY WANTS TO BE HERE AND NOBODY WANTS TO LEAVE Vs. Pasanau El Vell Coster 2004 (Priorat)
05-REIGNING SOUND - SHATTERED Vs. Artadi Viñas de Gain 2011 (Rioja)
06-ROKU MUSIC - COLLIDER  Borsao Tres Picos 2012 (Campo de Borja)
07-THE WOODENTOPS - GRANULAR TALES Vs. Hiriart  Rosado 2012 (Cigalés)
08-ANDY STOTT - FAITH IN STRANGERS Vs. Dosterras 2011 (Monsant)
09-HATCHAM SOCIAL - CUTTING UP THE PRESENT LEAKS OUT THE FUTURE Vs. Sassó Parera 2012 (Penedés)
10-BENJAMIN BOOKER - BENJAMIN BOOKER Vs.  A Coroa Ladeira Vella 2009 (Valdeorras)11-CURTIS HARDING - SOUL POWER
12-GOLD BEARS - DALLIANCE
13-THE WAR ON DRUGS - LOST IN THE DREAM
14-BRYAN FERRY - AVONMORE
15-HAUSCHKA - ABANDONED CITY
16-THURSTON MOORE - THE BEST DAY
17-VIC GODARD & SUBWAY SECT. - 1979NOW!
18-DANNY & THE DARLEANS - DANNY & THE DARLEANS
19-FUTURE ISLANDS - SINGLES
20-HALLELUJAH THE HILLS - HAVE YOU EVER DONE SOMETHING EVIL21-WITHERED HAND -  NEW GODS
22-THE ORWELLS - DISGRACELAND
23-HAPPYNESS - WEIRD LITTLE BIRTHDAY
24-SONDRE LERCHE - PLEASE
25-GALLON DRUNK - THE SOUL OF THE HOUR
26-TY SEGALL - MANIPULATOR
27-MERCHANDISE - AFTER THE END
28-STEPHEN MALKMUS & THE JICKS - WIG OUT AT JAGBAGS
29-CIRCASSIAN - HANTSE GUASCHE
30-CHRIS FORSYTH & THE SOLAR MOTEL BAND - INTENSITY GHOST31-JERRY DAVID DECICCA - UNDERSTANDING LAND
32-THE NEW PORNOGRAPHERS - BRILL BRUISERS
33-CHERRY GHOST - HERD RUNNERS
34-OUTRAGEOUS CHERRY - DIGITAL AGE
35-ROBYN HITCHCOCK - THE MAN UPSTAIRS
36-SPAIN - SARGENT PLACE
37-COMET GAIN - PAPERBACK GHOSTS
38-TIMBRE TIMBRE - HOT DREAMS
39-WVWHITE - WEST VIRGINIA WHITE
40-THE MEN - TOMORROW'S HITS

viernes, 26 de diciembre de 2014

DEL 10 AL 01 EN CÓMODOS PLAZOS (Part_1) *LOS 40 DISCOS INMORTALES DEL 2014, Y SUS INMORTALES VINOS # DEL 10 AL 06





Llegó por fin la hora de resolver el enigma de mis diez discos favoritos del 2014, y que nadie se asuste. Si me vienen siguiendo desde mis inicios de bloguero duditativo y novel, ya sabréis que mis preferencias desconciertan a la par que extrañan. Ahí se deberían plasmar nuestras filias más oscuras y debilidades más personales; que para eso no debemos rendir más cuentas que las de ratificarnos como entes autónomos, digo yo. Y de aquí a embalar, etiquetar y colocar en el estante de la memoria este 2014, pues eso, intentar argumentar sin justificar, los detalles de tal decisión; o no.
La llegada a meta o por lo menos al final de la primera etapa tiene tanto de titánico como de agotador. En un 2014 marcado por una obsesión casi enfermiza por recuperar la total movilidad de mis piernas. Por una fatal enfermedad que por estas fechas me sacaba el pasado año del hospital tras un coma de 12 días y un mes de ingreso. Así que aunque continúo todavía en dique seco y de baja laboral, por lo menos puedo hacer bastantes más cosas *básicas que hace 4 meses.
Sé que soy un poco cansino y tampoco pretendo dar penica. Pero es que por más que este rincón de desconexión me libera del estrés que me genera la contrareloj, y mi rutina obsesiva por recuperarme. Si miro hacia atrás, siento que en cada línea que escrito no está ese verdadero yo que exprimía la inventiva. Sino un tío agobiado por las intensas jornadas diarias de 3h. y ½ de rehabilitación/gimnasia y piscina. Lo siento pero es así, si os he aburrido con el tema pido disculpas, pero este simple detalle es el que ha manejado los designios del blog durante este 2014. Satisfecho porque no soy de arrepentirme de nada y de mirar siempre hacia adelante. Contento por haber superado las entradas del pasado año, y feliz por haber logrado casi todos mis objetivos. En fin, son ese tipo de tareas que uno se impone para oxigenar y dar sentido a un año de MIERRDA!!. Pero no les rallo más, aquí mis diez discos favoritos, acompañados por la diez vinos posibles con los que emparentar, asociar o porqué no, maridar. Porque en estas fechas con música, vinos y personas que nos transmitan sus vibraciones positivas se entienden mejor. Una fantástica idea que nuestro oteador de inspiradoras melodías, Jesús del Cierzo City, me lanzó en unos de los tomos de esta enciclopédica entrada Larousse. Y como no hay mejor forma que acabar el año con nuevos objetivos, retos y aventuras ahí van. Diez discos con sus diez vinos, son los que me bebería mientras los disfruto. Todos distintos, particulares , de aquí y de diferentes zonas.
Al final las reseñas se ha ido de madre, pero leche, las cosas o se hacen bien o no se hacen. En casi una semana me los he cargado todos, si es que estoy hecho un campeón!! Ya saben, disfruten de las compañías, las conversaciones y las reflexiones que inmortalizan los buenos momentos. Y traten de disfrutar de la vida por las pequeñeces y aquellos que nos las proporcionan. Que el 2015 les depare lo mejor!!

10#BENJAMIN BOOKER / BENJAMIN BOOKER Vs. A COROA LADEIRA VELLA 2009 Tinto (Valdeorras) Garnacha Tintorera al 100%


Como el basalto, la pizarra o el grafito, pétreo pero con cincuenta y más distintas formas. Chocan entre si, saltan chispas, entran en combustión. Benjamin Booker tiene ese mismo desconocido y misterioso halo que una de las Garnachas más insólitas que haya probado este año. Venida de tierra de meigas A COROA, hecha sin trampas ni cartón, en esas pendientes acantiladas que se abalanzan sobre el valle donde brota esta Garnacha de corazón negro, oscuro y agitador. Donde explota el ferviente Rock&roll como una baya en plena madurez de viñas centenarias y prefiloxéricas. Aquellas supervivientes de la extinción simbológica del pasado, aquella que ahora da la esencia del vino verdadero que viene a romper la hegemonía de los blancos de interior.
Los dos comparten el mismo reto de sacudir con heterodoxia los dominantes Godellos o de las tendencias menos fieles con su pasado: El contraste de la profundidad y el frescor que equilibran su perfume de cacao y hoja de tabaco del Rythm&blues salvaje y espontaneo. Y el escalofrío que transmiten el eucalipto o el anís estrellado cuando es el Folk Soulero de cuerda floja, de voz rota e instinto de trovador, el que entra en escena.
Desaparece esa intención amable de entrar zalamero como Curtis Harding, y Benjamin al contrario, da esa sensación de honestidad al sentirse siempre al borde del precipicio: Rock acelerado, Soul que podría ser punk, y folk transformista que explota como el yogur de fresas o el caramelo en medio de un mullido bosque de musgo. Ahí, sentado sobre una piedra con la guitarra a cuestas, y llenando el estómago del frescor matinal y el abrigo de sus simas.

A COROA LADEIRA VELLA 2009 tiene ese primer envite fiero, pero después en boca dulcifica con su tanino pulido y sus virutas de cacao y café. Igual que los trazos nerviosos sin filtrar y clarificar de Benjamin cuando aporrea su guitarra. Te pueden aturdir con los arañazos, terrosidad que deja en boca el hollejo de “Violent Shiver” puro rock&roll, “Have you seen my Son?” trotando de alegría promontorio abajo por entre las lindes de las viñas. O mecerte al atardecer con ese Soul seductor de suave elixir acunado, que por la garganta deslizan aquellas evocaciones de nariz en forma de lácteos, balsámicos y ligero amargor a palo dul. De manera suave y larga: “Slow Coming” o “Happy Homes” dan esa otra visión más compleja de este nervioso chico criado musicalmente en Nueva Orleans. Ese choque de trenes entre lo explosivo y fresco, que abrillanta sus ecos ancestrales.
Este esperanzador debut de músico y vino, son de aquellas cosas que se muestran tal y como son; con sus imperfecciones francas y clarividentes. Rock oscuro y luminoso a la vez, lleno de aristas y complejidad adolescente, lo que parece fácil y previsible tiene mucho de secretos detonantes y explosivos. La magia del momento quizás, fuegos artificiales en la boca y en el alma que mantienen una cierta familiaridad con el frenético debut de Ezra Furman & The Harpoons del 2008.





09#HATCHAM SOCIAL / CUTTING UP THE PRESENT LEAKS OUT THE FUTURE Vs. SASSÓ PARERA 2012 Blanco (Penedés) 100% Xarel.lo


Hay una serie de cosas que no necesitan una escala de medir, un patrón, casi casi ni siquiera un criterio. Dicen que es el impulso, el presentimiento incluso que el amor es ciego y sordo. Pero es que desde que hicieran su aparición hace 8 años. HATCHAM SOCIAL tiene esa virtud de hacer sonar sus discos a algo conocido y ya escuchado, pero único. Será esa la autenticidad perdida como el santo grial?? Ellos hace ya unos 2 años que decidieron usar los caminos en desuso; las autopistas para los demás.
En su curiosa manera de labrarse un camino alejados de aquel incipiente postrock de estética arty, en la que podían haber escogido el camino fácil cuando fueron apadrinados por el líder de Charlatans. Estos dos hermanos de New Cross siempre han girado hacia lo imprevisible. Más afines al New Wave o al ArtPop de Monochrome Set, The Feelies, de los Teardrop Explodes o incluso de los primeros Blue Aeroplanes con toques velvetianos. Su último disco vuelve a retrotraerse hacia sus inicios, se enclaustran tras un decidido About Girls/2012 de Glam macarra muy roquero. Y nos entregan un disco grabado a pelo sin adornos, disfraces ni artificios.
Ahí se pueden encontrar doce canciones íntimas y crepusculares que suenan desnudas y tan crudas como esas primeras tomas catalogadas de demos. No por eso y aunque desechan cualquier gancho de hitazo, dejan de aportar otro tremendo disco complejo y exigente para el oyente. Despuntan como genialidades de inmediata impronta la excelsa “Lion from a Lazer Gun”; para mi la mejor canción del año. “Confessions of an English Opiun Smoker”, “Spirit of 45” o “Stay True to your Family” que se columpian entre el sonido Beat de Lou Reed y un Pop quebradizo más cercano al simbolismo artístico, que al de un objetivo musical claro.

En esa apariencia de disco grabado a pelo y sin arreglos intrusivos, tiene un perfecto símil en el Sassó de Parera. Un Xarel.lo monovarietal autodefinido como “radicalmente ecológico”. Un vino blanco que nace del cultivo biodinámico sin intervenciones, sin apenas clarificaciones, con un aspecto turbio de las lías en suspensión; un blanco en definitiva 100% natural. Perfecto reflejo de una zona que relega el protagonismo del antaño Chardonnay, para dar un justo protagonismo a la uva por antonomasia del Penedés.
Con una evolución asombrosa y muy susceptible a las frías temperaturas con las que solemos maltratar a los vinos Blancos. Si se le da el mismo trato que su elaboración: Tiempo para que oxigene en copa, temperatura fresca que no fría 12/14 grados y disfrute sin prisas. Tendremos ante nosotros a unos de los mejores Xarel.lo del país, con aromas a Manzanas al horno, cáscara de mandarina, frutos secos y un fondo herbáceo a hinojo. En boca es amplio y glicérico, pero solo hasta cierto punto pues su acidez y ese toque de la Acacia le da una acidez exquisita y adictiva. Pierde ese toque oxidativo y ajerezado de su anterior añada, pero gana en franqueza a la hora de demostrar que con la uva más exigente del cava. Se pueden elaborar vinos complejos y golosos a la vez. Inmediatos y con largo recorrido para envejecer. Y todo eso sin artificios que nos despisten a la hora de valorar un sonido, una esencia y un paisaje.
Igual que el último trabajo de Hatcham Social.


08#ANDY STOTT / FAITH IN STRANGERS Vs. DOSTERRAS 2011 Tinto (Montsant) Garnacha 100%

Me he de remontar a principios de Marzo en una de mis primeras catas, tras recobrar las papilas gustativas después de superar una primera anemia de nivel 8 de hierro. Por entonces paladeaba mis primeros vinos y por fin desaparecía esa impresión astringente, notaba las frutas rojas y las podía separar de los taninos, la acidez, disfrutar de ellos en definitiva. Como una sensación nueva de texturas, capas que se suceden se mezclan, se catalogan y se archivan como evocadores recuerdos.
Era una cata de esplendorosas Garnachas como hilo conductor (la uva más utilizada en nuestro país). Un Escondite del Ardacho de la Rioja 2012, un Fagus de Coto de Hayas 10º aniversario 2009 de Campo de Borja, y este Dosterras singular de Montsant. Todo un juego para apreciar lo diferente que se comporta en cada lugar esta delicada y oxidativa uva, que antaño se arrancaba en la Rioja por su debilidad en las reservas. Ahora sin embargo es el tótem por el que giran los frutales, profundos y maravillosos vinos del amurallado Monsant.

Con esas mismas texturas y elaboraciones que nos llevan a alucinar con los asequibles Monsants. Andy Stott factura un disco de electrónica sensorial y hasta podíamos decir que tántrico. Aquí no se emplean las vías habituales para ejercer la sugestión sonora, sino que ante una primera imagen experimental, se construyen verdaderos cuadros impresionistas sonoros.
Beats duros en apariencia, que se amoldan a la melodía de forma armoniosa y aterciopelada. Esos perfumes hondos que despliega DOSTERRAS a cassis, a compotas de frutas del bosque, a piedra humedecida por la mañana, al frescor de la menta aftereight, y a pimientas de Malabar con las que podríamos asociar las melodías de “Violence”; sinuosa e hipnótica. La oscura y susurrante “On Oath” que se sube a lomos de “Science and Industry” para cabalgar por los parajes inhóspitos e invernales de Montsant. Y que explota con la longitud rotunda que este vino tiene en boca, y los taninos crocantes que crujen al compás de los beats de “Damage” o “Faith in Strangers”. Disco y vino comparten una mezcla de suntuosidad ensoñadora y tacto aterciopelado. Con una tipicidad única y mineral, que se debate entre lo futurista y ancestral: Boca licorosa, longeva de especies dulces, fruta madura que crecen como la música de este Mancuniano, a caballo del tanino nervioso e incisivo para descubrirnos un disco/vino con mucha vida por delante. Un tratamiento que requiere de sugestión paisajística, de imágenes en forma de líquido y de sonidos. Pero que una vez dentro de ese torbellino de detalles, se transforma en todo un conjunto armonioso, imaginativo y sugerente.
El mejor disco de electrónica de este año, el mejor Monsant auténtico de esta vida.



07#THE WOODENTOPS / GRANULAR TALES Vs. HIRIART 2012 Rosado (Cigalés) Tempranillo, Garnacha y Verdejo.


El regreso de esta veterana banda de Londres tiene tanto de frescor matinal, como de caramelo de fresa. Su sonido así lo era a mediados de los 80, y así se ha mantenido a lo largo de los años. Escucharlos casi 30 años más tarde y comprobar que su exótico sonido se muestra intacto e incluso más vigente que aquellos inconclusa década. Es lo más parecido a un sorbo de un delicioso rosado de Cigalés; zona casi olvidada del norte de Valladolid. Como estos vinos a la sombra de diluidos Ruedas y estancados Ribera de Duero, dan otra visión distinta de lo establecido y con personalidad propia.
Así sonaban en la década de los 80 Woodentops, extrañamente psicodélicos y tropicalistas pero con un fondo Pop frenético. Debieron ser más apreciados por su inestimable influencia en posteriores tendencias scalidélicas. Sin embargo acabaron pereciendo en el cajón de sastre de las bandas por descubrir y diseccionar.
Herederos de otros marcianos como Devo o Teardrop Explodes. The Woodentops crearon su universo personal donde cabía el Pop, el Rockabilly, el New Wave más heterodoxo y el sonido directo encaminado a la pista de baile con el pogo más desjuiciado.

Este nuevo Granular Tales acoge aquella época más Popera, realza un cariño sin igual por el exotísmo de melodías deliciosas, latinismos e incluso por ese puntito de Dub Jamaicano menos tangible en sus primeros discos. Recuperan una tremenda “Stay out of the Light” rescatada del pasado, con un toque de funk/soul psicodélico que dejaría a Happy Mondays a la altura del betún. Y además nos regala uno de los discos más variados, complejos y balsámicos de este finiquitado año.
Foto de V&V Blog
Mantienen ese mismo frescor acaramelado de este rosado que te llena la boca de fresones maduros, yogur griego, fruta, y hierbas escarchadas por el rocío con además, un punto final cítrico chispeante que aplaca el empalague. El mismo que embriaga al hundir las nariz en la copa o embelesarse con su brillante y sugerente color de grosellas confitadas. “A little more Time”, “Smokin'”, “I'm Delighted” o “What was taken I don't want black” otorgan ese mismo equilibrio plácido al disco. El dulzor y el bálsamo de su versión más serena y comedida que da a la obra la perspectiva más madura de su carrera. Y que tan solo se solivianta con el frescor herbáceo y exótico de “A pact”; digna representante de aquel maravilloso Giant del 86. O con el dub de “Conversations” o “Every Step of the way” que tanto los emparentara con Monochrome Set.
Granural Tales es uno de aquellos discos que recogen la esencia de la banda, la redondean y marca la diferencia entre lo que parece, y lo que verdaderamente es. Igual que este económico rosado, habrá quien los meta en el saco de los subestimados, pero indudablemente no lo son; son algo más complejo y orgánico.



06#ROKU MUSIC / COLLIDER Vs. BORSAO TRES PICOS 2012 (CAMPO DE BORJA) Garnacha

He acabado hastiado con la infinidad de bandas deudoras del shoegazing de finales de los 80. Pese a haber sido un movimiento menor en la explosión indie de los 90. Fueron tantas las bandas que como setas se acogieron a una forma de trabajar machacando sobre unos patrones efectivistas. Y tan pocas las que nos ofrecieron buenas canciones que estuvieran por encima de un estilo. Que volver a escuchar una banda novel con tantas cosas que decir al respecto, me emociona y me esperanza.
Estos Autralianos de Brisbane han tenido el honor este año, de hacerme volver a creer en aquella música que tan buenos ratos me hicieron pasar en infinidad de horas de encierro veinteañero. Con las atmósferas y el paisaje brumoso que otorgaba el Shoegaze de guante blanco. Pero al fin y al cabo, con un puñado de canciones que recurren a la Velvet o a Mazzy Star para liberar andanadas de Pop luminiscente; “Primitive”, “Collider”, o “You”. Desencadenando conforme avanza el disco en un torbellino de placer oscuro “Gold” o “Come on True”. O con otras que pese a recordar descaradamente a My Bloody Valentine; “Ended” o “No one Else”. Ya hubiesen querido para si mismos los Irlandeses, en aquel pretencioso regreso del pasado 2013.

Si me tuviesen que dar a elegir un líquido sinuoso y licoroso para igualar en sensaciones a este gran disco. Sería sin duda con este tinto de tierras Aragonesas, Borsao Tres Picos. Un vino joven de corte económico que se asoma como el poderoso Cierzo en Borja bajo la tutela de Borsao; una bodega de origen cooperativista impulsora de algunos de los mejores vinos de la zona.

Tres Picos tiene ese carácter joven de corta crianza, y sin embargo la esencia ancestral de las tierras que le otorgan ese carácter propio. Arcillo-calizos en gran medida y pedregosos, con lluvias escasas, ventiladas por ese viento de nordeste y un contraste térmico ideal. Al igual que las armoniosas odas de pop rugoso y ambiental de Roku Music. Tres Picos tiene también ese contraste entre lo goloso de esas frutas rojas maduras que apunta su nariz. Las ciruelas pasas, con unos efluvios lejanos a tinta china, violetas o geranios, y el toque licoroso y pedregoso que invita a beber. En boca equilibra con maestría y golosería, un paso de trazo denso a sirope, en el que acidez, taninos y frugalidad se unen en perfecta armonía. Sí, diría que así suenan Roku Music, con la franqueza de su juventud y la exquisitez, mezcla de numerosas influencias pero perfectamente ensambladas para hacer de su escucha un viaje fiero, dulce y ensoñador. De ahí la no casualidad de sus 92 y 93 puntos otorgados por Peñín y Parker respectivamente, pese a sus 14 euros de coste.
 

viernes, 19 de diciembre de 2014

LOS 40 DISCOS INMORTALES DEL 2014 # DEL 20 AL 11



 20#HALLELUJAH THE HILLS / HAVE YOU EVER DONE SOMETHIG EVIL


Cinco discos a sus espaldas en nueve años de carrera y pese a la buena acogida de su último trabajo en su tierra, Hallelujah The Hills siguen siendo unos auténticos desconocidos en Europa. Es evidente que aquí donde por el camino de la fama se perdieron las raíces, la quinta salva en pos de la acción no abre brechas. Y no será porque no puse mi granito de arena en una detallada crónica.
Bandas como la de estos Bostinianos de sangre irlandesa que no se muerden la lengua, no abundan demasiado. Que además usen el grunge como lenguaje universal, menos todavía. Como si en ese empeño por parecer impíos y tremendamente avanzados, renegásemos de aquellos términos generalistas que aglutinan a la manada en una danza colectiva.

El caso es que tras esa engañosa fachada de combo colectivo, de las trompetas y los casiotones, o de esa fanfarria guitarrera que domina en su último disco. Hallelujah The Hills esconde algunos de los textos más brillantes de este año, y una manera de trabajar tan rica y variada como firme de convicciones. Una forma curiosa la suya de esculpir Rock directo y emocional, a base de picar piedra y no intentar disimular los filos, asperezas y defectos del sacrosanto mineral. En su último trabajo dan un portazo a la disyuntiva de las texturas folk y se lanzan de pleno a la acción militante tanto en lo musical como en lo lírico.
Incendiario y con tintes de pogo colectivo arranca “We are What we say we are” (somos lo que decimos que somos). Ryan Walsh habla claro y además con un toque poético que delega en su revolucionaria música esa estética de banda política (que no lo es). Son algo más (comprometidos quizás), con su estilo inconfundible y con el riesgo de lanzarse al vacío en cada disco. “Destroy this Poem”, “I Stand Corrected” o “Pick Up an Old Phone” son tres de las cumbres de este magnífico disco.
Entrar por la puerta trasera al resto de canciones: Escucharlas mientras se transcriben los textos bien detallados en su página. Y aceptar el camino repleto de riscos, desniveles y la maleza que acompaña el trayecto. Es tan solo una opción libre, como libres son las sensaciones que transmiten sus pistas y ese aspecto de himno manifestante que desbordan sus canciones.


19#FUTURE ISLANDS / SINGLES


Es muy posible que al oír citar Baltimore, la ciudad natal de Future Islands. Nos vengan de inmediato la imagen de Omar recortada en mano de la serie The Wire. O pensemos en el querubín encanto de Victoria Legrand de Beach House. Cualquier cosa menos el sonido de TecnoPop ochentero que despliega este trío, y mucho menos las dotes escenográficas que hace gala su líder Samuel T. Herring. Algo así como la plasticidad exorcizante de nuestras canciones preferidas. Esas que nos hacía sentir como estrellas de la música ante un espejo, raqueta o mocho de la fregona en mano cual Carlton Banks emulando a Tom Jones.
Su líder es así, entre lo bizarro, lo natural y extremo. Siente lo que significa interpretar una canción como si no hubiese mañana. Algo que choca con la en teórica idea que se pueda tener de su minimalista sonido (un teclado, una caja de ritmos y un bajo). Pese a esos insignificantes inconvenientes, ellos saben transmitir el significado de sus letras de desamores pasionales, sus despechos y su romanticismo como nadie. Y tras ocho años de travesía por el desierto sin apenas merecer una simple crónica, van y publican Singles/2014.

Un disco que no viene a ser el mejor de su carrera para aquellos que los seguimos desde su inicio (para mi, “On the Water/2011” es mucho mejor). Pero que sin lugar a dudas los convierte en dignos hacedores, de canciones de aquellas que se te enganchan en el subconsciente de por vida. Ni más o menos comerciales que las de sus anteriores discos, pero sí más eficientes en cuanto a éxito popular.
Es difícil no caer a los encantos de “Seasons (waiting on you)”, sobretodo si fuisteis de los que vieron su actuación en el Show de Letterman. En cualquier caso, y para los que penséis que Future Islands no hacen nada que no hiciesen Yazzo, Human League o OMD hace años de manera despectiva. Creo que en la fidelidad de su sonido y en la constancia al no variar su estilo, ya me merecen un respeto además de que por desgracia me gustan; vaya por dios!!
Singles me parece un disco cojonudo aun siendo el más accesible de ellos. Ahí están “A Song for our Godfathers”, “Doves”, “A Dream for you and me” para demostrar que no han cambiado su modus operandi a cambio de cierto éxito. Que defienden un género vilipendiado y en ocasiones tachado de falto de méritos artísticos con orgullo. Y que pese a que por su música puedan parecer un pastiche ochentero, son posiblemente una de las bandas más sinceras, fieles y honestas, de eso que algunos llaman a desgana “Indie Pop”.



18#DANNY & THE DARLEANS / DANNY & THE DARLEANS

De esta banda de Detroit poco podemos decir que ya no se dijera en la crónica que relatamos de este disco. Uno de los que más me han hecho practicar el air guitar en los solitarios días de enclaustramiento de este penoso año. Medicina vital y antídoto ideal para los peores días, Danny Croha nos ha transportado a los mejores años del Garaje Rock, de los nuggets más salvajes y el yeyismo más zarapastroso.
Kinks, Sonics, Dr Explosion, Sparkles, The Hives y todo aquello que se os pueda pasar por la mente, hasta los Rolling Stones fíjate tú!! Pero lo mejor no es a todo lo que recuerda, sino la eficacia del diabólico repertorio. Todo un viaje temporal tan auténtico por sonido, producción y por calidad de los temas, que bien podría ser una joya perdida de la época. “Boo-da-Iye”, “Don't ask the Question” o “How many Times” así lo certifican.



17#VIC GODARD & SUBWAY SECT. / 1979NOW!

Vic Godard sexagenario e irreductible frontman del Punk Británico más amplio de miras. Nos tenía preparado el mejor regalo posible para estos últimos días del año. La profanación y reanimación desfibrilador Soulero en mano, de aquellos temas que se escribió en el 78. Cuando un inquieto Punk con alma negra, dio su primer y clarividente paso para grabar en cassette. Y con cierto acojone, enseñarlas en aquella breve gira con una joven Siouxsie Siux; promiscua y desgarradora punk.
Esos temas nunca acabaron de ver la luz pese a que Vic Godard dirigiera más tarde su carrera en solitario hacia los ritmos del Northern Soul y su nueva faceta de crooner. Durante ese trayecto también descubrirían las posibilidades del Northern Soul The Style Council y Orange Juice. Y justo en las manos de uno de sus súbditos más aventajados, Edwyn Collins. Es donde ha recaído la producción y parte de la idea de grabar por fin estos reveladores temas.
Y la verdad, tras escuchar este descomunal disco, solo puedo pensar en la solemne desgracia que hubiera sido que se perdieran en el olvido.

El disco suena de principio a fin tan tremendamente vitalizante y regenerador. Que nadie diría que Vic Godard es ese señor mayor que se subió con los pipiolos Mates Mates en un escenario de les festes de Gracia el pasado 2012. Allí ante la mirada de jovenzuelos que seguramente jamás habían oído hablar de Vic Godard, y que parecían creer estar viendo a su vecino jubilado sobre las tablas guitarra en mano, y dando caña a unos chicuelines de veinte años. Que es mismo, grabaría dos años después semejante puñado de joyas del mejor Northern Soul popero de este milenio.
Un disco del que se pueden escoger al azar cualquier pista: La optimista “Born To be a Rebel”, el excelente groove con humeante hammond en “1979 now intro”, o esa incendiaria “Holiday Himn”. Tremenda como uno de los mejores temas del disco “Caught in Midstream” o gloriosa “You bring out the Demon in Me”. Donde se nota que la cabeza de Edwyn como sabio consejero de su amigo, está intacta.
Lo que son las cosas. Tiene que venir un damnificado de dos terribles derrames cerebrales, y un músico jubilado que dedica su tiempo a repartir cartas. Y poner las cosas en sus sitio, benditos sean!!



16#THURSTON MOORE / THE BEST DAY

Con la última entrega de Thurston Moore me ha pasado algo parecido a lo de Stephen Malkmus. Me gustaría saber de veras, si nuestro traicionero subconsciente nos remite al pasado,sin control alguno sobre nuestros actos. O si simplemente es la alargada sombra de bandas como Sonic Youth, que tienen un recorrido mucho más longevo del que pensábamos; al margen de su separación.
Su sonido rocoso, levitador y chirriante vuelve cinco años después a generar la misma clase de sentimientos sensacionales. Y aunque yo nunca me he definido como un seguidor fiel de toda su trayectoria. Aquí y ahora, Thurston a pulsado la tecla que más me gustaba de ellos: La del Rock directo y sin excesivos ambages experimentales. Aquella que me conectó por medio de “Sister/1987” a toda su inicial carrera.
Abandonando el tono de excelsa melancolía y melodías relucientes de “Demolished Thoughts/2011”. He de confesar que la remembranza de “Speak to the Wild”, que me sugirió la amarga voz de Adrian Borland (The Sound), fue la que me atrapó al momento. Junto a ese tono familiar entre lo luminoso, lo amargo y lo espiral que caracterizó a su antigua banda en los periodos más inspiradores. No siendo un disco que exactamente siga los preceptos de los Sonic, comparte ciertos aspectos: “Forevermore” y sus once minutos hipnóticos de metal pesado que alcanza en su grandeza un áurea casi ceremonial. El Rock&roll duro galáctico y sureño en el que convierte “The Best Day”. O “Grace Lake”, donde la guitarra y esas ascensiones de montaña rusa nos despeñan hacia descensos sin arnés. Uno de los temas más bellos y resplandecientes del disco.
Todo un abanico de claros y oscuros, ascensos y descensos, férrea tensión que se mantiene en todo el trayecto y que intercambia escenarios a placer: A veces urbanos y angostos, otros arenosos donde casi notas el polvo del camino en los ojos y las fosas nasales. Abrasivos, pero solo llevados hasta el punto en el que el dolor y el placer se confunden. Un disco para animarse a repasar de nuevo su trayectoria al completo.



15#HAUSCHKA / ABANDONED CITY


A veces para escuchar depende que discos, hay que entrar en un estado de semi Vipassana. No digo con esto que tengamos que poner un empeño forzado para entenderlos, al fin y al cabo dicen que la música responde a aspectos puramente sensoriales y personales de cada individuo. Influye quizás el contexto en el que se oye: Según nuestro estado de ánimo, si es en un espacio abierto, cerrado, o en la amplitud de un salón mientras uno hace sus menesteres. En la más pura soledad, o rodeado de gente que habla distraídamente.
Según sea éste, el cerebro la interpreta de una manera u otra. El gusto... no sé, yo soy de los que piensa que no hay gustos, sino pasión o simple entretenimiento musical.

Y diréis, ¿que tienen que ver estas memeces trascendentales con un disco?. Puesto que la mayoría los escuchamos y no nos comemos la cabeza más allá del: Me gusta, o no nos gusta.
Yo quiero imaginar que Volker Beltermann después de llevar publicados once discos en diez años, y seguir siendo un perfecto desconocido para la amplia masa. Cuando va un paso más adelante y decide diseccionar el instrumento que aprendió con 8 años, y descomponer sus notas para volver a reformularlas. No pensó en el como ni en el porqué. Tan solo quiso ir un paso más allá de la simple expresión del instrumento en cuestión, EL PIANO. Quizás por puro inconformismo y curiosidad.

Dicho esto sería fácil compararlo con Andrew Bird o Owen Pallet. Pero este alemán sin embargo está en una escala superior en cuanto a la amplitud de sonoridades que es capaz de extraer del piano. Y el riesgo que conlleva limitarse a temas instrumentales, teniendo en cuenta el alcance de sus texturas sonoras: Capas una sobre otra como una sabrosa musaka, latidos disonantes que se entretejen los unos con los otros y el resultado: Un disco bello hasta no poder más, que una vez dentro te atrapa como la tela de una araña con sus sinfonías de siniestra seducción.
Tangos imposibles como “Thames Town”, requiems melancólicos que invitan a sollozar en “Who Lived Where”. Melodías saltarinas que imitan a la naturaleza en el caso de “Agdan”, con ese extraño aspecto de construcción electrónica. Bellezas incalculables que nos transportan a ciudades japonesas, a lugares recónditos, y que se contraen y expanden en cortes de la delicadeza de “Sanzhi Pod City” o “Craco”. Abandoned City así, se puede calificar de un disco que esta a medio camino de las composiciones clásicas, de Michael Nyman, y de una experimentación tan arriesgada como reconfortante al comprobar sus resultados. Una banda sonora otoñal perfecta, radiante de vida y de autonomía. Basta con entrar sin miedo en ella y dejarse llevar.



14#BRYAN FERRY / AVONMORE


Las modas van y vienen como las vidas de quienes las crearon y las vivieron. Hubo un Glam travestido y barriobajero, y otro glamurosamente marciano como el de los primeros Roxy Music. Un palmo por encima de la amnesia colectiva que a menudo pretende maquillar e reinventar, están los creadores de las mismas. Bryan Ferry es uno de esos creadores: Tipos que acabaron haciendo suya esa elegancia como un estilo tan propio, que ni los géneros musicales que manejaba le hicieron mella.
Por suerte para los mortales de a pie, hay todavía cierta inmortalidad que intenta recordarnos que quien tuvo retuvo, y Avonmore es una de ellas.
No se si por simpática o telepática concordancia, pero el señor Ferry parece haberse contagiado de la audacia de su colega David Bowie. Y tras intentar en vano actualizar su cancionero con Olympia: Un disco reivindicativo en el que se diluye un poco su carisma, quizás por querer parecer lo que no es. Regresa con este nuevo trabajo en el que desde la portada hasta el último acorde, nos devuelve su versión más clásica y eficiente. Teniendo en cuenta edad y el tiempo que ha pasado desde sus años dorados

Podría tacharse de conservador, cómodo o incluso oportunista. Pero que quieren que les diga, si Avalon/1982 fue el disco que más éxito le reportó. Y aunque yo fuera más de los que flipó con For the Pleasure/1973. Tampoco voy a ser yo ahora el que le cuestione haber sacado a estas alturas un disco que está entre los Roxy Music más populares y la cúspide de Bryan Ferry en solitario. Entre otras cosas porque me gusta un montón, y ese rollo de seductor farfollero me encanta. Creo que Avonmore (por cierto, vaya tela de título), da muchas lecciones todas aquellas bandas noveles que intentan explicarnos que es el Pop sensual vestido de bailable Funk refinado. Y que por mucha voluntad que le pongan, acaban sonando a eso, a una marca blanca para ir tirando.
Aquí se pueden encontrar entre los ocho temas nuevos (más dos versiones, para variar), un puñado de canciones que están a un nivel tan alto como sus discos más significativos. Esa directa puesta con “Loop De Li”, “One Night Stand”, “Midnight Train” o “Driving Me Wild”, tres temas certeros predestinados a sonar a piñón en nuestro dial. Y luego esas otras, quizás las mejores y menos vistosas. “Soldier of Fortune” co-escrita con Johnny Marr; con una temblorosa voz que merece un punto y aparte. O esa versión que apareció en el disco de Tod Terje donde resucitaba a Robert Palmer y su “Johnny & Mary”, y que aquí nos la mete doblada (pa eso es más suyo el mérito, que del Dj Noruego; de buen rollo).
Vaya por delante que nunca he sido un admirador confeso de Bryan Ferry. Y quizás sea por eso por lo que obvio un irregular trayectoria en solitario, e incluso su esa pose forzada de dandy sobón hasta cierto punto ridículo. Pero resulta que esa desfachatez es la que me gusta, justo ahora, ¿o se van a pensar que la pose solo es patrimonio de los hypsters? Digoo!!




13#THE WAR ON DRUGS / LOST IN THE DREAM


Está claro que el disco por antonomasia más laureado, vitoreado y agasajado de este 2014. Es mirar cualquier lista sea de la tendencia que sea (más al sur de las raíces, o al norte del demodé), y está en todas como Le Petit Nicolás. Como es de suponer, cuando un disco acaba poniendo de acuerdo a tribus tan dispares y distintas, basta con esperar un instante y empezar a escuchar algún valiente que se atreve a criticarla. A la hoguera con él!!
Claro, y es lo que pasa cuando un disco entra como la seda, apetece follando, durmiendo o charlando. Y viene a ilustrar los aspectos más melancólicos, sugerentes y amables de la música; siempre sin caer en la radiofórmula y manteniendo ese milímetro de distancia en esa delgada frontera, claro. ¿Quien no cayó rendido a los cantos del Infidels de Bob Dylan, el Tunnel of Love de Springsteen, o al Tango in the Night de Fleetwood Mac; guardando las distancias.
Sí vale, que ahora queda muy mal admitirlo y reniegas. Pero empiezas a hacerte viejo amigo!! y la llamada de la melancolía te reclama!! Ah!!

Ya sea por la necesidad que tienen las más dispares de las generaciones, de escuchar cosas que parezcan 100% ochenteras; con pedigrí y certificado. El caso es que “Lost in the Dream” nos da todo eso y mucho más. Un disco que pese a no ser esa obra maestra que algunos dicen, sigue siendo con bastantes yardas de ventaja el disco que más consensúa a chicos y grandes.
Tiene tantas ventajas como inconvenientes es ese aspecto de temas ascendentes que despegan lentamente. Con ese puntito de Soft Rock ambiental cómodo de oír. Y esa voz tan y tan familiar de Adan Granduciel, después de la deserción de Kurt Vile. Se entra fácil con “Under de Pressure”, y después de sus ocho minutos se le pueden ir a uno las ganas de escuchar el resto del disco. Si no es así y superas “Red Eyes” o “Suffering”; totalmente acertadas con el título y las más cansinas del disco para mi gusto. Puede que ya sea demasiado tarde para escapar. “An Ocean in Between the Waves” ( y entra en escena Mike Scott), “Eyes To the Wind”, o “Disappearing” te acabarán abduciendo. Y seguramente estarás inmerso de pleno, en ese sonido espiral del disco que tan contrastadas opiniones produce. Yo para mojarme diré que me gusta. Es cierto que no inventan nada y que según el momento harta por esas sensación de suspense que nunca acaba de despegar.
Pero al margen de cualquier punto de vista, me parece un trabajo valiente y muy meditado de la banda. Pocos discos de la escena “alternativa” abordan estos aspectos tan aparentemente domesticados de la música, y salen tan airosos de ellos.




12#CURTIS HARDING / SOUL POWER


Todos querían Soul, rebregarse como la hiedra que se contorsiona en busca de la luz. Y el joven Curtis Harding sabe como nadie llevar a cabo esa magia inmortalizada en canciones como “Next Time” o “Castaway”. Que tanto me recuerda a aquella deconstrucción que hizo Mark Ronson con el “You keep me hagin' On” de The Supremes y el “Stop me if you thing you've heard this one before” de los Smiths en la voz de Daniel Merriweather. Fórmula perfecta entre el sonido de Phil Spector, el Pop y el Soul más amable. Y que el muy puñetero de Curtis se sabe ahí caballo ganador.
Lo que pudiera ser un disco de Soul facilón de manual, no lo es tanto cuando nos vamos internando en los doce cortes que conforma su inteligente debut. Doce pellizcos precisos sin formulaciones extrañas, que nos llevan hacia un Soul digestivo y reconstituyente salpimentado con Funk, R & B, Rock&roll. Y porqué no, con esa tenue fragancia que hace de él, un trabajo que bebe también de los sonidos actuales, aunque siempre deudores del pasado.
Pedazos de Blues vacilón como “Drive my Car”, esos guiños de metales jamaicanos en “I need a Friend” o esa postura garajera de “I Don't wanna go home”. Hacen de complemento perfecto con “Beautiful People”; más acorde a sus colaboraciones con Cee-Lo Green. O esa pequeña joya de orfebrería guitarrística que es “Freedon”. Consiguen en conjunto un disco de elaboración exquisita que deambula infinidad de referentes de hoy y de siempre. Y que sin embargo y pese a estar jugueteando con la comercialidad, acaba por ser un disco tan exquisito como consensuado a la hora de atraer a cualquier oyente posible.
Y aprovecho de paso al poliédrico Guzz por conocernos en persona en aquel concierto de Chuck Prophet. Y conectar así gustos y sugerencias musicales. Esta es una de ellas.




11#GOLD-BEARS / DALLIANCE


Discos, hay discos del más variado pelaje: Puras razas, cruces, clones y mutaciones. De buenos, de pasables y de golosos para endulzar tragos amargos. Y cuando nos acercamos a la primera decena de discos que han marcado mi año; probablemente aquellos que lo han moldeado de verdad . Allí están relucientes y salvadores.
En este artefacto ruidoso de Pop enérgico y de vital medicina curativa, está el disco que me ha ayudado a superar uno de los años más aciagos de mi vida; enfermedad propia y pérdida de familiares muy cercanos incluida. Con él liberé presiones y amargura en mis constantes viajes al hospital. Como si fuese el precio que ha de pagar uno por haber salido de allí mismo cinco meses antes. Y en Gold Bears tuve el disco de Pop antonomásico con el que evitar caer en el come come de la cabeza.
Pop de esos de antes. De los que cada canción se debate entre la efervescencia y la melancolía de años pasados. Aquellos en los que este menospreciado género hizo de farolillo de juventud. En las canciones de Gold Bears no hay demasiada pretensión por parecer algo que no son, tampoco frivolidades. Sin embargo tienen ese algo que los diferencian de ese otro Pop más insustancial. Dan el carpetazo al Tweepop sobrecargado de ñoñería autocompasiva, y amasan Powerpop y Punk de melodías incandescentes. De fogonazos al fondo de las tripas y del alma, que tan bien supieron transmitir los primeros Wedding Present, Talulah Gosh o Another Sunny Day. Un disco que no baja ni un milímetro su intensidad, que corre veloz como si volviera a salir el sol. Canciones dibujadas con cuatro líneas, en un croquis de puro instinto: “Memo”, “From Talahassee to Gainesville”, “Her Fears” o “Chest” son toda una patada en la entrepierna. Once canciones de salvaje y ferviente POP.