jueves, 27 de diciembre de 2018

#2 NO LOS OLVIDES CUANDO TE TIRES POR EL TOBOGÁN DEL 2018_ (DEL 30 AL 11)



30: SAY SUE ME_Where we were Toguether


El Pop tal como lo entiendo yo; o como lo viví. Apenas asoma por mi puerta, no saluda, ni me canta serenatas en la ventana.
Las portadas de color filtrado de The Smiths. Las bandas de aquellos compilados de la desaparecida revista Losing Today. CDDROME descanse en paz. Sarah Records, Cherry Red o Shinkansen rcd parecen ser ya parte de un recuerdo.
Si algunos habéis pillado al vuelo alguna de estas pistas, ya entenderéis a que me refiero. Así pues, este cuarteto Coreano de frágil tesitura a las voces y un guitarra que le saca más provecho a los pedales que un chacinero a un gorrino. Hacen _fuera poesía!! que Say Sue Me sea un pequeño oasis donde el Pop retozador entre shoegaze, dreampop y actitud teedyPunkRocker en ocasiones, sea de los escasos que delimitan la grandeza del Pop, y las excusas del Pop.
Un segundo disco tremendo en calidad e intenciones, que debería ponernos en camino al anterior o incluso, a su más reciente Ep; homenaje a Ramones. Simplemente porque no hay ni una sola banda, que transmita las atmósferas y la melancolía ensoñadora desde hace ya… muuuuucho tiempo.




29:CAROLINA OTERO & MIKE 
 GRAU_Superfruit


Pocos discos este año desde nuestro territorio, han sabido capturar y confitar las guitarras sangrantes vuelta y vuelta de los 90’s; algo por cierto, que jamás pensé podría ocurrir hace 25 años atrás.
Pero es así amigos. Uno se planta en pleno 2018 y debe dar gracias al cielo porque las guitarras suenen de una jodida vez bien. Una sensación de extinción, y una alegría de que estas cosas ocurran aquí al ladito, estén grabadas tan maravillosamente bien, y sean los sonidos verdaderos los que nos liberen de las etiquetas generacionales.
Que conviertan esta especie de mundo surrealista y virtual, en sonidos que se pueden tocar y huelan a cuero de verdad. A Thermals, a Liz Phair, a la Polly Jean explícita y tierna a la vez. Y en definitiva, a una era donde las cosas chulas de la vida te las creías y tenían texturas irregulares. Remedios para la idiotez, de PopRock bien engrasado y funcional que suena como una puta maravilla.

 


28:THE CHILLS_Snow Bound


A The Chills les debo uno mis más gratos recuerdos de mi último Primavera Sound, como uno de los nostálgicos regresos más solventes sobre un gran escenario.
Y pese a que tras 20 años de silencio y superadas las adicciones de su líder, Martin Phillips. Y aunque “Silver Bullets” no fuera, aun digno, un disco a la altura de su carrera. Lo fue en valentía por no perder ni un ápice de fidelidad con su carrera.
Snow Bound sin embargo; tres años más tarde. No solo no se esclaviza erráticamente en un intento por seguir lo que dejaron colgado en el 96. Sino que valientemente le dan un lavado de cara a su sonido, y siendo totalmente distinto a cualquier disco que hubieran publicado. Han conseguido publicar un álbum tan compacto, creíble y maduro, como potenciales singles puedan ser cada una de sus diez canciones.
Un disco tan excesivamente suavizado que roza por momentos el eurodisco, es cierto. Pero con una riqueza de lirismo y estribillos infalibles dignos de una joven banda.
Además, lo mejor es que su estilo e impronta del Dunedin Sound queda intacta. Manteniendo ese poliformismo estructural de las canciones tan característico de aquellas magníficas bandas como The Bats, The Clean y una infinidad más. Y ampliando un registro que suena como lo mejor, más granado, y glamuroso de los imperecederos 80.
Un homenaje adictivo a una época.




27: THE WELL WISHERS_A View from Above


No hay mejor premio para esta banda Californiana bregada en años de anonimato. Que el haber confeccionado un álbum con un sonido tan demoledor, engrasado y optimizado tras 15 años de carrera y nueve discos publicados.
Nada nuevo, pues ya era algo a lo que nos tenían acostumbrados desde aquel fabuloso “Dreaming of the West Coast” del 2012 con el que los descubrí.
Pero es que esta ocasión, refinada esa potencia predecesora, han rubricado con unas armonías dignas de los mejores Teenage Fanclub. Y un cancionero en el que su single de adelanto “Gravity Waits” se queda en mera anécdota, si se le compara con un acierto cercano a los himnos luminosos de REM y el desparpajo efervescente de otros que tal bailaban como Frank and Walters o Cosmic Rogh Riders.
Un disco que no necesita demasiadas artimañas, cuando ves que entra como un chute en vena revitalizador. A base de pop de guitarras elevadoras y emocionantes.
Toda una joya de disco salvador para las horas más oscuras.






26: THE JAYHAWKS_Back Roads and Abandoned Hotels


Ya deberíamos saber que ya nunca volverán discos como “Sound of Lies”, “Smile” o “Rainy Day Music”. Pero sería de inconscientes no admitir que tras el paso en falso de “Pigning Mr Proust”. Este es el disco que recoge con más fidelidad el tiempo que les toca vivir, sin tener necesidad de rendir cuentas a su pasado.
Back Roads and Abandoned Hotels a mi por lo menos me suena a eso, a otro paso más sin tener que pedir cuentas a esas tres obras maestras. Valiente aún pese a no acertar a veces y pecar de autocomplacencia. Pero brillante como casi siempre, cuando Gary Lauris saca a pasear le melancolía de su voz y un falsete que te deshace el corazón. Solo ahí te rindes a la grandeza de esta banda, en ocho ocasiones, claro. Pero en qué ocho ocasiones.
A veces tibias, claro, pero cuando no, son enormes.







25: BILL RYDER-JONES_ Yawn


La quietud y susurros de sus tres primeros discos, han dejado paso a una tormenta suspendida en el aire. Con un control sobre el desenlace, los actos y los tiempos que tensionan el suspense, casi inaudible. Y eso precisamente es lo que hace de este tímido muchacho, un prodigio de sensibilidad a corazón abierto prácticamente desierta de voluntarios últimamente.
A alguien le extraña que abandonara The Coral, viendo como cada paso, cada disco y cada canción no hacen más que engrandecer una idea que va tomando forma y ya se ha hecho enorme?
Este seguramente sea su disco más conceptual, pero también el mejor argumentado en paisajes sonoros. Que bien podrían ser de Shoegaze, Slowcore o de Post-Rock. Pero al final son como sinfonías tímidas y escapistas; que no tiernas y blandas. Sino abrasivas y demoledoras cuando los sentimientos están en esa hora de carne viva y suspiro grande.
Un trabajo tejido con puntadas finas y precisas, que se apoya en puro sentimiento, sensorial y sugestivo. Todo un cuadro de Monet.







24: NAP EYES_I’m Bad Now

El caso de estos Canadienses de Nueva Escocia es un caso atípico en si mismo, sobretodo si echamos una vista planeadora sobre la escena alternativa en general. Aunque su ciudad natal ya nos proveyera de buenos socios (Wintersleep, Sloan o April Wine).

Un cuarteto más próximo a esa escena paralela al indie mediático o al de género enraizado. Que es como esa burbuja de oxígeno en medio del basto océano, a la que amorrarse para salvarse e inspirar aires de otros años, casi disecados ahora.
Si todavía no has superado el vacío dejado por el poemario de Papá Lou Reed, aquí podrás disfrutar de un viaje plácido por aquel espíritu. Con Television haciendo palmas o incluso a Johnny Cash, cuando caes en la cuenta que las canciones de Nigel Chapman en esta ocasión y reuniendo lo mejor de sus dos anteriores discos. Nos cuenta historias mundanas al ritmo que éstas suceden: a pie, paseando, y sin perder la ocasión de saludar al vecino para retomar de nuevo la conversación. Su música se mastica con parsimonia, se degusta y se digiere recostado en el porche de la vida, donde se puede observar todo lo que pasa; por pequeño e inadvertido que sea.






23: SR. CHINARRO_Asunción


El Sevillano oriundo, ahora afincado en Cornellá desde Málaga y afectado por ese mismo mal de amores que inunda sus canciones. Ha publicado en estos últimos tres años, no solo sus dos mejores y más completos discos de su carrera. Sino que algunos de los pasajes más ricos y reflexivos del Pop en nuestro país; y siento ser así de rotundo.
Pero justo ahora, que la mayoría cree que la prolificidad y repetición de Antonio Luque es ese mismo discurso repetido una y otra vez. Quizás se estén perdiendo a uno de los mejores letristas de Pop ligero en detrimento de salvas adolescentes bonitas y de autoayuda como las de Ivan Ferreiro, Izal o Viva Suecia. Más bonicas, pero mucho menos consecuentes.
En Asunción la nueva banda granadina que lo acompaña, PÁJARO. Ha alcanzado un grado tan alto de comunión con el autor, que afila y corta en forma de Pop loncheador, a veces descorazonador pero siempre poético.
Sencillo y aparentemente inocente, pero con una intención tan certera y brillante que diría, nadie hasta la fecha había investigado por nuestros lares.
Tanto lo es, que su repertorio anterior en directo reluce como nuevo y con más puntería; como que la banda toca con la felicidad de quien disfruta, y eso se nota y mucho.
Efluvios de ocres y grises brillantes reflexivos, a veces pesimistas pero casi siempre con su jocoso sarcasmo. Que navegan esta vez sobre sugerentes recuerdos a Microdisney, Blue Nile o Go Betweens.







22: CLEARANCE_At Your Leasure


Hay que ver lo mucho que me recuerda esta banda semidebutante de Chicago a los Feelies, salvando las distancias claro.
Ese caminar de las guitarras arpegiadas, ese rollito Jangle pero no del todo… Sobretodo cuando arranca el disco, es arrebatador.
Luego vemos que Clearance no exactamente nada de eso,ni siquiera de Pavement con los que los comparan algunos, válgame dios. Por suerte no siempre es necesario que una banda suene para bien a algunas de tus preferencias; siendo un putadón para quien intenta describirlos.
Sencillamente a estos muchachos les ha salido un disco cojonudo sin más, por más que piense lo contrario un tal Steven Arroyo, de Pichfork. Y a lo mejor es que no hay que buscar demasiados referentes cuando, a toda costa, queremos colocar los discos en nuestras estanterías mentales. No vaya a ser que nos perdamos en el arrozal de las influencias, hiperventilemos y sepamos explicárselo a nuestros colegas; que drama, verdad?
Clearance molan sin más, porque sus canciones ya lo hacen sin ceñirse estrictamente a nada, aunque a mi me recuerda horrores a música de los 70 (más dócil ésta, si se quiere). Pero con ese rollito que escapaba del garaje, del pop psicodélico e incluso no pretendía ser New Wave ni nada de eso. Simplemente libre, porque AT YOUR LEASURE me parece ante todo,un trabajo libre. Sobre todo si se tiene en cuenta como sonaban en su anterior disco “Rapid Rewards”; que aquí no digo yo que a alguien no le haya puesto de mala ostia la reordenación musical.






21: GUIDED BY VOICES_SPACE GUN


Para los más acérrimos fans de la banda de Dayton, el regreso de Guided by Voices podría haber sido prescindible, teniendo en cuenta lo estable e incontestable que es la trayectoria de Robert Pollard en solitario. Y teniendo en cuenta algunos erráticos y compulsivos álbumes publicados últimamente; aunque esto no acabo de entenderlo…
No ha sido esta la característica y gracia innata de los Guided? Una especie de Ed Woods que ni se les pasaba por la cabeza el descarte o el error como tal; con la diferencia claro, que entre las miles de canciones de no más de dos minutos, su porcentaje de acierto era brillante evidentemente.
Cincuenta Lp’s sumando los de Robert y la banda, y sin contar rareza e inventos varios; miles de canciones vamos,
Pues bien, aunque algunos crean lo contrario. Space Gun como se diría en política: Es una coyuntura brillante entre la carrera de Robert y la mejores dianas de los de Ohio.
Un ramillete de 15 más que razonables canciones, donde se disfrazan de REM, The Cure, J. Mascis, o incluso de la parte más tierna de su ex-miembro Tobin Sprout, y donde sospecho, Doug Gillard ha tenido que ver más que otras veces.
15 canciones y quince temazos de Pop guitarrero, que si bien no son comparables con los de sus fructíferos 90. Son los más necesarios ahora mismo, por lo menos para mi; creo.






20_SHAME_Song of Praise


Que en UK así en general, están más por buscar un antídoto a bandas del otro lado del charco como IDLES, o postergar hasta el infinito y más allá ese afán por buscar símiles de sus bandas más gloriosas del pasado, es un hecho.
Tanto que diría que hace tela de tiempo que no encuentro una banda concreta a la altura de las circunstancias. Y las que hay, tienen más éxito en EEUU que en casa propia o no se les da tanto chance.
SHAME (vergüenza); que adecuado no? Es la excepción que confirma la regla. Con un disco tocado y grabado como los ángeles: con músculo, energía y maestría; si se tiene en cuenta su juventud. Mala leche bien gestionada y con una línea de bajos y guitarras demoledora, que recuerda en presencia al Crocodiles de Echo & the Bunnymen. Y que encima se permiten el lujo de guiñarles un ojo a Happy Mondays y hacer que el pastpunk no suene tan carpetovetónico.
Un latigazo de buena intensidad y uno de los debuts más ilusionantes.






19_THE ESSEX GREEN_Hardly Electronic


Doce años sin saber de ellos, y ahora que el TweePop no está de moda, van y nos vienen con esta maravilla.
Un disco donde quitan todo el excedente de azúcar y caramelo para que les quede un Pop sápido, delicioso y sobretodo, permeable a otros palos. Más próximo al Georgeharrisonismo, a Would Be Goods o The Orchids. Y ampliando de manera exponencial ese tino compositivo que ostentaban, para que todo suene como una seda.
Un disco apetecible y el mejor de su género en bastantes años. Que pone a prueba a un estilo musical que pocos saben sacarle jugo sin pervertir su inocencia, o abusar. Y que demuestra que la grandeza de la música siempre residirá en la importancia de la canción como tal, por encima de efectos especiales, estribillos pegadizos, o etiquetas musicales. Algo que parece de sentido común, pero que escasea muchísimo últimamente.





18: CAR SEAT HEADREST_Twin Fantasy


Cuando escribimos por primera vez aquí de Willy Toledo hace tres años con su primordial Teens of Style; ese primer boceto de lo que sería su actual banda. Ya llevaba unos cuantos trabajos caseros con ese mismo brillante instinto a la hora de generar melodías.
Con lo cual, era de rigor visto el éxito y su curiosidad, recuperar este disco de hace siete años para darle la presencia que se merecía.
Yo siempre me quedaré con el Teens of Style como su verdadera obra maestra de tapado; por gusto propio claro. Pero hay que reconocer que sabe hacer crecer las canciones sin pecar de pajilleo psicotrópico (como les está pasando a Parquet Courts), y que nos ofrezcan otras texturas sin por ello perder el origen de su espíritu del Seattle carrasposo.
Así que este disco la verdad es que dota de personalidad y profesionalidad el inspirador talento natural que tiene el chaval. Haciendo que su música tenga esa evolución natural que todo músico experimenta, sin por ello perder su magia natural.
Imaginaos vosotros que el chaval con 18 añicos no hacía más que perpetrar temazos en vez de maldades. Que las reedite y publique todas coño!!





17: TROPICAL FUCK STORM_A Laughing Death in Meatspace


Creo sin el menor género de dudas. Que la música además de proporcionarte placer sensorial y auditivo, debe empujar y arrastrar la piel muerta; cambiarla como las serpientes. Debe herir tu sentimiento y si está en sus manos, generar acción/reacción, hablar de las cosas por su nombre.
Pues Gareth Liddiard, el que fuera líder de los Australianos The Drones; junto a la bajista Fiona Kitschin. Tras partir peras por problemas logísticos, proyectos varios y ese montón de mierdas que acaban con una de las bandas más apocalípticas de las antípodas. Vuelve junto a dos muchachas, en una especie de continuidad; pues no ha perdido ni un ápice de su biliosa y activista lírica. Pero aun más marciana si cabe, o por lo menos menos oscura y sí mucho más directa o explícita.
Punk Blues post apocalíptico; como bien definiera el quinto beatle en su reseña. Un disco angosto pero a la vez con una amargura que denota melancolía a veces, y su particular rabia violenta incontrolada. Guitarras despedazadoras en mil y una contorsión, que entretejen verdaderos caos con un sentido melódico encomiable. Únicos en su especie y necesarios como resortes contra lo anodino.





16: CAROLINE ROSE_Loner


Si tuviera que premiar la espontaneidad, la originalidad y las horas de divertimento que me ha proporcionado al volante de mi coche, la campeona sería Caroline por goleada.
Y es que considero que entre tanto disco original y si quieres, parecido en idea a lo que ha hecho Caroline. Lo que ha hecho esta muchacha de 28 años, debería estar al nivel mediático de Courney Barnett o Kurt Vile; sí sí, ni os echéis las manos a la cabeza ni rompáis a reír.
Canciones con forma, profundidad y desparpajo que parecen juguetes por su funcionalidad. Pero que poseen la clave o el mojo/meollo del acierto. Es por eso que entran como un vial de pies a cabeza, se extienden por tu sistema nervioso y generan ese movimiento que se llama: BAILE, FELICIDAD, TONTERÍA… tengo más.
Un pop sintetizado con ramalazos de New Wave DEVOcionales, en concepto. Pero sin ningún tipo de ascos al Punk como estructura de canción o simplemente como fondo al R&B, sin que no afecte al fin. Que básicamente es hacer que las canciones exploten, despreciando las mierdas innecesarias.





15:DEAD MEADOW_The Nothing 
They Need


Dieciocho años en el más absoluto anonimato no mellan la capacidad de este trío de Washington para entregar el mejor álbum de postrock psicodélico; o si se prefiere a la inversa.
Ocho canciones que no relegan el protagonismo de la melodía en detrimento de las atmósferas y el progresivo. Algo que merece hacer hincapié porque sucede en demasiadas ocasiones, justo lo contrario. Y creo de verdad que si hay algo que haga perdurar en el tiempo y en trascendencia los discos, son las canciones más que el impacto visual y mediático.
Otra razón por la que esta banda continúa en esa división más militante y efectiva, y no en le de las pasajeras tendencias. Y seguramente también porque hay una parte de sinfonismo pesado y rockoso que mira sin pudor al Hard Rock, más que a cualquier ligereza mucho más atractiva para el público en general.
En demasiadas ocasiones nos escudamos en el temor del etiquetaje o aquellos estilos que creemos, no son de nuestro gusto. Si fuera por eso, seguiría estancado escuchando mi música de los 18 años. Y eso, creo que nadie lo deseamos.
Hay valientes?





14: ESTRELLA DE DAVID_Consagración

El que fuera líder de los mastodónticos BEEF, vuelve tras siete años de himpás y total dedicación a LA BIEN QUERIDA. Para recuperar con un sorprendente tercer disco, su particular microuniverso musical en LA ESTRELLA DE DAVID.
De lo que fue la síntesis más exhaustiva en sus primeros discos sobre los últimos coletazos de Beef en “España a las 8”. Pero conservando numerosos guiños a ese colofón en castellano de los de Sant Feliu. La parada en todo este tiempo nos ha devuelto a un David Rodrígez cambiado; como era de esperar. No solo porque el fondo sintetizado y digital este mucho más presente y las guitarras hagan ahora solo palmas. También porque las incisiones en forma de canción son mucho más certeras y resolutivas; se dan pocos rodeos para llegar al fondo.
Sus letras entre lo inocente y mordaz no han cambiado en absoluto; faltaría. Pero vemos que igual que su música donde el Pop electrónico marca el ritmo cardíaco. Los parafraseos se acomodan como pequeños eslóganes.
Despecho, reflexiones taciturnas desde la azotea; como si una especie de antihéroe auscultara la ciudad y su misma vida de noche. Un ritmo que simplifica los recursos caseros de su proceso de elaboración y donde hace verdaderas diabluras en base a su experiencia digital con Ana Fernández-Villaverde. Demostrando que tiene un oído infalible para construir melodías sencillas recordatorio de los primeros The Cure.
Así consagración es eso mismo, pero una consagración mínima que ofrece una inmensidad, en un mundo donde los despliegues son bárbaros a veces y casi siempre desmesurados.
David Rodríguez sigue siendo junto a Joe Crepúsculo, un gienecillo que siempre va un paso más adelante. Perdido en un segundo plano como un Bill Callahan infantil. Pero con una acidez y lucidez para no morderse la lengua inigualables.




13: OVLOV_Tru


Así, de entrada, beso pies del exiliado consorte Sulo por estas encomiendas y santos a los que rezar.
Si bien algunos abandonaron ya la ciudad en busca de un esperanzador horizonte, donde las melodías rascasen de una maldita vez para quitarnos esos picores de urticaria y eccema carmín. Cada tantos kilómetros y gasolineras vacías, aparece algún cactus al que hincarle el diente.
OVLOV es uno de esos hieráticos xerófilos que podrían salvarte la vida sí. Incluso y como mínimo saciarte la sed que si bien Dinosaur Jr y algún otro lo medio remedia. Un necesita esa juventud básica y raída que se aprecia desde la primera nota, y no deberle en exceso al “indie” de polipiel.
Así que esta banda de Connecticut como poco, invocan y muy bien: A los Smashing Pumpkins de Gish aunque algo más brumosos. También les podría oler un poco el aliento a los Mudhoney de los inicios y… en fin. A una música que más que igualarla en estilo, si que transfieren las sensaciones y esa manera de que todo suene más rocoso y poco social.
Sin embargo también hay que resaltar que esta maravilla de disco, también viene a desdecir los tópicos del Shoegaze, el Slowcore o el Grunge postrockero. Creando un híbrido que suena a las mil maravillas y de una manera la mar de práctica. Y que se apoya en un puñado de canciones con tal entidad que podría hacer de TRU, el puto disco revelación del 2018.





12: THE BLACK WATCH_Witches!


Quien nos iba a decir que esta veteranísima banda de Santa Barbara, después de 30 largos años de carrera. No solo no iban a caer en la desazón, sino que iban a acabar publicando algunos de sus discos más sólidos y sustanciosos.
Pues si todavía no habéis tenido la paciencia para dedicar unos minutos a: A Gospel According to Johnn o al Led Zeppelin Five; aun tenéis un recopilatorio por ahí en medio. O ir directamente a Witches!
Un disco muy distinto al anterior y que regresa a la esencia menos eléctrica que ha caracterizado al proyecto de John Andrew Frederick; que además de escribir música, también hace lo propio en ensayos literarios. Y que para bien o por lo menos mis preferencias, concreta en la canción y su acierto para seguir la senda que nos dejaron bandas como The Church, Lloyd Cole y los Commotions o incluso unos New Model Army a la Americana de su época Impurity. En un cancionero que deshecha parte de la épica y oscurismo de su anterior disco, y se centra de pleno en la esencia.
De ahí sale otra colección de canciones, más íntimas, tiernas y cristalinas. Y tras solo un año de distancia, algunas de sus canciones más sobresalientes: “From Hampstead Heath”, “Legerdemain”, “Georgette, Georgette” o la megalítica “Dances for Sad Footsteps Slow”





11: DOT DASH_Proto Retro


El craso error de asociar del PowerPop a simpleza y falta de recursos, viene aquí desmentida a base de mayúsculas canciones. Esa misma virtud que yo si que aprecio en algo que carece de ínfulas, papeles de regalo brillantes, o existencialismos pecados de más trascendencia de la necesaria: Lo simple y efectivo, es dos veces brillante.
Y es que el poder de las canciones. Y del Pop como mínima expresión de la melodía en esos dos minutos escasos que lo caracterizan. Cuando funcionan a la primera de cambio me parecen sublimes, entre tanto invento y tecnología.
Dicho esto, la banda de Washington con base discográfica en Toronto, es el ejemplo más claro de lo antes expuesto: Powerpop que mira de cara al Pukpop de finales de los 70 y más concreto a UK, y de recursos tan elásticos como el Jangle popi más zalamero y refrescante. Un disco mentolado en definitiva, que recupera el espíritu e inspiración de algunas de las bandas más inmediatas de varias décadas y que ahora tanto escasean (Green on Red, The Pastels, Spearmint o The Saturday People). Y que sabe jugar con destreza a tres bandas con el Powerpop, garaje y Jangle pop.
Prevaleciendo un temario delicioso, directo y tan pegadizo, como inspiración a la hora de conjuntar sin perder un sello propio muy chulo. Que es de lo que se trata AUTENTICIDAD.

sábado, 22 de diciembre de 2018

#1: SON NUESTROS DISCOS, Y SON LOS ESENCIALES DEL 2018 (DEL 50 al 31)






50: SOLEDAD VÉLEZ_NUEVAS ÉPOCAS

El disco de Pop sintetizado en habla hispana más eficiente de este 2018 sin ningún tipo de duda.
Que las letras bucle/loop son simples y machaconas en el tema del despecho, el desamor y quebranto juvenil? Pues sí, es cierto. Tanto como que la Chilena ha dado con la tecla de las melodías infecciosas y adictivas casi al 100%.
Un disco breve, en el que no hay ni un tema de relleno y es un bailar melancólico non stop. Y que no tiene nada que envidiarle a ninguno de los últimos bombazos anglosajones de TecnoPop ochentero.
Su aterciopelada voz y flow tan bacano tienen mucha de la culpa de este discazo.
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49:LINUS OF HOLLYWOOD_CABIN LIFE

Es un hecho, que este tipo de Nebraska establecido en California (que se nota y mucho), con más de 20 años de carrera y un buen puñado de álbumes a sus espaldas, merecería mucha más justicia.
Y es que su disco por más deslumbrante luz a lo Boo Radleys que desprenda. Es un soplo de aire fresco para ese Pop desprejuiciado heredero de la ELO más Harrisonniana o del Nick Lowe más poppy. Un trabajo inmenso, de melodías de las que ya nadie se atreve a hacer salvo cuatro creyentes de la era pretérita del Pop por miedo a que les llamen ñoños. Olvidándose de que ahí es donde están las enseñanzas que muchas de las grandes bandas de todos los tiempos nos impartieron.
Un disco que no baja pistonada en toda su extensión. Con unas voces y arreglos mayúsculas. Que bien podrían invertir su posición, si no fuera por la equidad de esta añada.
                                                                 
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48: POSTER CHILDREN_GRAND BARGAIN


La veterana banda de Illinois ha vuelto tras 14 de silencio y plena gloria en los 90’s, por la puerta grande y de una patada.
Con un Matt Fiscia (alma matter de la banda), dispuesto a explicarnos nuestras oportunidades perdidas, y las infinitas subcapas todavía por descubrir del indierock noventero.
Ahora que todo parece perdido y que ya nadie quiere coger un martillo, una herramienta o sus mismas manos para hacer cosas. Y todo son estrategias de marketing y app’s. Ya va bien abrazarse a cosas que estimulen el tacto o los sentidos. Canciones que rascan, empujan y sacuden el alma como lo hacía Hüsker Du o Per Ubu.
Un disco pétreo cincelado con maestría y que verdaderamente parece sacado de otro tiempo. Eficiente en temario y manifiesto coherente que descaradamente parece importarle una mierda lo que ahora vende. ¿no es maravilloso?
                                                                 
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47: FINE CHINA_NOT THRILLED


Siguiendo al pie de la letra los abuelismos salvadores; que digo yo que es una pena (o una realidad). Que sean tantas las bandas y artistas veteranos los que tengan que venir a trazar los cuatro croquis de como coño se hacen bien las cosas…
Y no digo que no haya cosas chulas ahora.
Pero que se atrevan a emular atmósferas de esta índole? Pocos, muy pocos o con poca credibilidad.
Esta banda de Phoenix dejó de grabar hace 13 años. Y la verdad es que es una verdadera gozada abrazarse a uno de los discos de Pop más refinado de la presente añada.
Un trabajo que mira directamente a esa manera escrupulosa de ejecutar que tenían las bandas nórdicas con pedigrí. Y una rara avis que han parido quizá, el único disco capaz de teletransportarte a los gloriosos años de House of Love, Sad Lovers and Giants o Easterhouse.
Canela en rama.

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46: M. WARD_WHAT A WONDERFUL INDUSTRY

Si hay un músico capacitado para generar melodías tan sugestivas como ambidiestras, ese es este Californiano.
Su anterior disco “More Rain” fue una garfada de agua fresca mañanera.
Este “What a Wonderful Industry” sin embargo, es un equilibrio quasi levitante de Folk bien amasado y moldeable de formas imposibles donde se recoge la mayoría de sus facetas. Desconcertante por momentos, es curioso como siempre consigue generar un hilo conductor.
Sus canciones no son reales del todo, y como un estado (dentro de esa escena indefinida de Folk moderno, Pop y canción). Hace que si bien sus discos no suelan seguir la métrica habitual, conocido ya es por todos su capacidad por conseguir SIEMPRE envolverte en su particular y frágil universo.
Pura rara avis único en su género y siempre injustamente en la retaguardia.

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45: ASTEROID Nº4_COLLIDE


Llevan un porrón de años haciendo música (y de la buena). Pero este Collide después de veinte años de carrera, parece ser ya la enésima oportunidad perdida para zambullirse en el sonido de una de las bandas más versátiles de estos últimos años.
Quizás por eso, o porque su ilustrada propuesta. Este quinteto digno deudor de The Church, House House of Love o esas bandas que jamás quisieron cruzar la frontera entre el Altrock americano, y la escena alternativa más British. Parecen estar predestinados a arrastrar a modo de maldición, el ostracismo y existencia en el limbo más cruel pese a publicar una verdadera joya de disco. Y rozar niveles de bandas más agasajadas y mimadas a nivel de Jayhawks o War on Drugs.

                                                         *********

44: THE LOW ANTHEM_THE SALT DOLL WENT TO MEASURE THE DEPH OF THE SEA


Si hablamos de baja fidelidad e indietrónica, que no lo fue siempre, cogida con pinzas reverenciadora para con la sensibilidad. Esa es la de este cuarteto de Providece, que ya me deslumbrara con aquel emotivo “Smart Flesh”.
Siete años más tarde, su vuelta en formato comprimido y minimalista. Sigue produciendo ese mismo efecto fílmico y emocional.
Con doce miniaturas que se me antojan como corazones deshidratados o salmos criogenizados. Recobrando un sonido parejo y hermanado con, por ejemplo: Notwist.
Y su efecto de notas deconstruidas es parecida:
Son pequeños puzzles que solo alcanzan su sentido global, cuando por fin los montas en tu mente. Y resulta que aquello que parecía tan pequeño y escuálido, acaba siendo una enorme y paisajística ventana con espléndidas vistas.
                 
                                                             ********

43: NEIL STURGEON & THE INFOMANIACS_GEOGRAPHY & LUCK


De tapado, Neil Sturgeon: un tipo normal de Glasgow y guitarra de acompañamiento en ocasiones, del Cosmic Rough Riders Daniel Wylie. Se ha sacado de la manga junto a una nueva banda y la producción del Teenage Fanclub Raymon McGinley, una colección de doce canciones hermosas sin más.
De aquellos discos que engarzan como en un mosaico. Una banda sonora optimista de Altamericana y Pop luminoso de tal franqueza, que te desmonta por completo mandando al carajo muchos de tus mandamientos musicales.
Y por supuesto. Cuando estas cosas ocurren así y de esta manera. Lo mejor. Es saber, que en realidad la música esté por encima de las modas y esa escafandra que quieren que nos pongamos. Es una bendición que recircula el aire viciado de corsés y posado, para que uno acabe encontrando el sentido verdadero de la melodía y el bienestar auditivo.
Se escucha de una tacada y recupera ese don especial de los músicos escoceses para conectar con el otro lado del charco. Genética debe ser…

                                                             ********

42: KAELAN MIKLA_NÓTT ÉFTIR NÓTT


Me llegaron hace un año como paloma mensajera, desde tierras levantinas de la mano de mi compi Sulo Resmes. Y desde entonces y como buenos bichejos amantes de la rara fauna. No hemos podido dejar de seguir la pista a este trío Islandés.
Nótt Éftir Nótt usurpan el espacio vacío (que no creo que llenen con su regreso Ladytron), de Darkpop sintetizado al más puro estilo de la vieja escuela; y que dios las bendiga. Pues por muchas bandas a casco porro que irrumpan hoy en día es esto del añorado Tecnopop. Pocas que capturen ese temple efectivo satinado, y no acaben siendo un quiero y no puedo.
Otra cosa que también os digo. No se yo si me quedo con este último coletazo, o el perturbador Manadas que también publicaron este año y que fielmente continúa con sus inicios espiritistas y exorcistas deudores de los primeros Sugarcubes vs Diamanda Galas.
Yo la verdad que los hubiera combinado. Pues si bien este disco es mucho más orgánico, el mal rollismo de Manadans me pone muy burro.

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41: THE LIMIÑANAS_SHADOW PEOPLE


He estado pensando mucho si la dirección de las composiciones de Lionel y Marie hacia atmósferas más oscuras y su más que descarado homenaje a New Order. Decantan la balanza de mi enamoramiento por su garaje krautrockero tan kisch de sus primeros discos.
Pero sinceramente después de verlos en directo y encajar su directo reverso, me quedan pocas dudas al respecto.
La banda de Perpiñán escudada por los cómplices que les acompañan. No solo son capaces de acometer con todo, sino que tienen los argumentos suficientes en forma de canciones y actitud para ser el secreto mejor guardado en tierras galas.
Una apisonadora renovadora que con cada disco, se aprovisiona ampliando un repertorio incontestable. Que es capaz de beber de tantos frentes como quieran y deseen.

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40: KELLEY STOLTZ_NATURAL CAUSES


Hablan diabluras de este poco agraciado compadre de generación en los círculos más prestigiosos de la línea baja de flotación. Tras casi dos décadas en la brecha y ser todavía un desconocido.
Sus canciones, sin tributar directamente a esa parte jugosita de los 80 más esquivos y minoritarios. No es ni mucho menos, el enésimo homenaje a los Bunnymen, The Sound, Comsat Angels, Eyeless in Gaza o The Lucy Show; por poner algún ejemplo.
Pero no hay disco tras mi reciente descubrimiento, que no tenga ese espiritual, indefinible y vaporoso halo que te conecta directamente a ese tiempo.
A veces no se trata de estilo, sino de carisma, personalidad y actitud. Esa flor en el culo que tantos desean pero que pocos atesoran con esos rasgos que recuerdan a tus abuelos. Y que asoman con la edad y no hay teoría que los explique ni escuela que los imparta:
Canciones con entidad que hacen que sus discos también la tengan, sin tener por ello que recurrir a las típicas artimañas para llegar al gran público. Y ser así, artefactos de obligada escucha si se quiere entender de que va la escena paralela al montón, seguramente más mediático, pero menos nutritivo.


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39: JONATHAN WILSON_RARE BIRDS


Fijaos bien que desde que lo descubrí con aquella versión de la Isla Bonita, antes de que publicara cualquier disco. Le perdí de tal manera la pista; y el interés seguramente. Que no ha sido hasta este disco; el más alejado seguramente del global de toda su amplia y recomendada discografía. Cuando he caído de boca y sin más opción que el ahogarme en su océano privado.
Comparable a Cass McCombs, es de los pocos músicos capaces de hacer a su medida un montón de buenos guiños, influencias o si se le quiere llamar, evocaciones. Y sin embargo tener la disposición para que suenen moldeables, contorsionistas y permeables a cualquier tratamiento sonoro. Su talento y creatividad son inigualables después de verlo improvisar su temario con una sección de cuerda, un piano y un guitarrista clásico en su última visita a Barcelona. Y las canciones de este disco de medios tiempos psicodélios, progresivos y pequeñas sinfonías de bolsillo, cabalgan incluso por el Funk, el Soul o el Folk sin apenas poder identificarlas en un claro homenaje a Dylan y los Pink Floyd más vaporosos.

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38: SEA PINKS_ROCKPOOL BLUE


No creo que queden muchas bandas como los Irlandeses Sea Pinks. Que puedan presumir de la facilidad de los mismos para hacer POP grande y mayúsculo sin caer en los tipicismos, pero ser únicos a la hora de emular aquella escena ahora extinta.
Además no solo lo hacen compulsivamente, sino que aunque creas que volverá a ser más de lo mismo. Resulta que no hay ni un pero ni coma que ponerles, pues su nivel y equidad entre canciones hace que sus discos sean un hit en si mismo.
Más imprescindibles que una 12/13 y un puntero para montar conductos. Ya nos abríamos perdido en las añoranzas si no fuera por sus discos/manuales/contenedores.
Que suerte!!

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37: NATHANIEL RATELIFF & THE NIGHT SWEATS_TARING AT THE SEAMS


Inversamente proporcional a su exitoso debut con los Sweats hace dos años. No hay fórmula precisa que explique el reinado y caída de estos fenómenos retro en la actualidad. Condena más que llevadera del Soul, que igual que se devora se fagotiza.
Pero no se equivoquen, Taring at the Beams no es, aunque lo parezca, una repetición de su primer disco.
Es otro punto de vista, esta vez, con muchas más enriquecedoras conclusiones para ver que aparte de sus ganchos habituales. Nathaniel tiene otros atributos igual o más efectivos que su ramalazo James Brown rockero soulero, que a mi incluso me gustan más. O por lo menos les veo mucho más recorrido a largo plazo.
Por eso este disco necesita unas cuantas escuchas para empaparse bien de su variedad; con sus cimas y vaguadas. Pero aun y así, para mi, un disco infinitamente más completo y de raíces más profundas que su debut. Más disfrutable

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36: PETE ASTOR_ONE FOR THE GHOST


El mejor disco hasta la fecha del líder de Weather Prophets sin apelativos. O por lo menos el que más me encomienda a su antigua banda en cosquilleo y lucimiento.
Parecido a la vuelta de Lloyd Cole, donde rescata sus tiempos pasados, y los reactualiza en presente consciente. Y supongo, es la magia de la continuidad de autores que fueron claves en los 80’s/90’s. Cuando no perpetúan su trascendencia generacional, sino que aportan el equilibrio a la hora de avanzar, evolucionar sin dejar de echar la mirada atrás. Es algo que incluso es esencial para entender la música en toda su amplitud.
Este trabajo por ejemplo, en clave acústica, está dotado con una preciosa medianía entre el Rock y el Folk. Y un cancionero enorme de aquellos que se pronostican atemporales. Un disco imprescindible vamos.

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35: CREPES_IN CAHOOTS


Os hablaba de ellos hace cuatro días, y poco más puedo aportar sobre este refrescante segundo trabajo de los Australianos.
Un conjunto de canciones tocado por la fortuna del acierto, a la vez que del gancho que la juventud otorga cuando sus influencias tienen chicha.
Un Lp que como agua de mayo apetece a todas horas y te crea un dilema en el momento de quedarte con una canción o con todo su conjunto.
Completo, variado, bailable y con la raíz suficiente como para no dudar de que no es pose ese toque psicho ambiental y sensual. Que le da esa impronta de New Wave contemporáneo y accesible, sin dejar de ser un disco con bastante sustancia.
  
                                                               
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34: TONY MOLINA_KILL THE LIGHTS

Habrá pocos discos este año cocinados con tanto cariño como el de este Californiano.
Un músico que nos llegó de brazos de Johnny y su WoodyJagger planet, dispuesto a quedarse en casa a dormir.
¿acaso podrías negarle cama y plato caliente, a canciones de guitarras tan hermosas y corazón tan henchido?
Ellas son como las monedas chicas que se llevan en el bolsillo, ocupan poco espacio y tintinean a tu paso. Golosinas que ofrendan a los Teenage Fanclub, al pastoral de los 60’s y a la canción en si misma como creación, sin apenas guarnición ni abrigo. Esa cosa que representa a la música como el núcleo de la célula, y que años más tarde dios dirá que será en edad adulta. Hijos, amigos. Hijos!!


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33: JOHNNY MARR_CALL THE COMET


No podríamos (ni deberíamos) negarle a este excepcional y primordial músico. La autoría y secreto de la confección del sonido de Manchester que pocos ya poseen.
Por fin desacomplejado de su anterior y crítica banda (The Smiths). Johnny se ha sacado de la chistera casi cualquier atisbo de la más grande época musical de nuestras vidas.
Canciones que funcionan a la perfección en el contexto del directo, y que solo así se cae en la cuenta de que solo él, es capaz de resucitar una esencia ya extinguida. Y no hablo por supuesto de The Smiths: Si a día de hoy todavía creéis que Johnny Marr debería estar publicando canciones como las The Smiths, es que no tenéis ni puta idea de la trascendencia de su último trabajo.
Contundencia guitarrística, espiritualidad épica con mimbre a lo The Mission, NMA o Fields of Nephilm. Y un espectro tan grande como todo lo que comporta hablar del Manchester Sound en forma de temazo atemporal.
Es cierto, ya nadie se atreve a hacer discos como el que él a sacado. Los viejos del lugar ya casi no lo recuerdan. Así que solo lo puedes saber si tuviste la valentía de ir a verlo en su última gira. Lo demás son sucedáneos.

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32: THE GOON SAX_WE’RE NOT TALKING


Es cierto. Por más vueltas que se le quiera dar. El vástago de Robert Forster por más que lo quiera maquillar (que igual es que no lo pretende), suena acojonantemente a The Go Betweens; la banda de su padre. O por lo menos a esa parte que era de la autoría de su padre; bastante más enrevesada y cruda que la del malogrado Grant McLennan.
Eso sería un aspecto negativo en cuanto al mérito y originalidad. Si no fuera porque los muchachos se han marcado un álbum delicioso a la par de cuco. Que al margen del estilo. Siendo la que fue la mayor virtud de The Go Betweens: El raquitismo de sus canciones y sin embargo, la poderosa personalidad de sus canciones.
Ellos lo clavan en cada canción con ese aire amateur que respira su primer gran disco. Y que os voy a decir. No hay mayor placer que escuchar de boca de su hijo, la perpetuidad de una de mis bandas favoritas.

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31: SCOTT HIRSCH_LOST TIME BEHIND THE MOON


Ha sido el último hallazgo en incorporarse a la lista, y mira que no soy muy dado ha dejarme llevar por la emoción tardía. Pero Jesus, el de Tolosa, tiene; aunque nos haya dejado huérfanos de escritos. Un ojo de halcón para capturar al vuelo las melodías imperecederas infalible.
En voz de este señor de San Francisco con virtud de amasar lenta y cariñosamente sus canciones. Está uno de los discos más confortables y otoñales de esta temporada. Es como un Panettone Piamontés de folk y americana trashumeante, con una masa madre de buena cuna y una esponjosidad taaan agradable.
Allí dentro te puedes perder retozando entre sus oquedades, el perfume de su margarina y de repente, llevarte un sobresalto orgásmico cunado encuentras la fruta a tropezones de “Nothing but Time” o de “No no”, con pinceladas vacilonas neoyorkinas o de funky aterciopelado.