viernes, 31 de enero de 2014

LAS LECTURAS A CONTRALUZ: #FREDERIK PEETERS, FERMÍN SOLÍS, Y EDITORIAL ASTIBERRI.





Salí al balcón y me senté en aquella diminuta silla de plástico que compremos para nuestro pequeño. Hacía un sol radiante y lo suficientemente cálido para contener al impetuoso invierno, pero no tanto como para que las ideas brotasen. Me había empapado la cabeza, y ni por esas era incapaz de construir dos frases completas con sentido. Así llevaba desde el ingreso; intentaba formular, inspirarme en los paisajes que veía desde los ventanales...
Una suerte de éxito si se comparaba con el cuarto cerrado de la UCI. Allí solo contaba la imaginación que espoleaban las drogas, y el ritmo de las constantes cada vez que saltaba una ventosa de su pecho o se quejaban las vías.

Pero lo cierto es que estaba casi seguro que al pasar de los días, en la soledad que dan las paredes de casa, y por fin abstraído del trajín de médicos, enfermeras, y auxiliares. Podría al final dar rienda suelta a su imaginación ¿debería a caso tener tantas cosas que explicar? No sobre lo sucedido; su suerte, o el trauma de estar en el filo del abismo. No, eso quería liquidarlo, licuarlo, y defecarlo como una intrascendente y accidental casualidad de la vida. Él lo que quería era volver a introducirse en esa paranoia vivida en los albores del despertar: Los universos paralelos, esa oscuridad latente con formas metálicas y modulares; llegó incluso a pasear a solas por una ciudad Italiana, para degustar un Salame Bianco con una copita de Amaro Siciliano, y fumar un cigarro. Las lógicas inexplicables e incluso aquello que alcanzaba a razonar.
Viajes al fin y al cabo fruto de los opiáceos, y que con el paso de los días, semanas, meses se sucedieron en una asepsia tan profunda y abrasiva. Y que lo lanzó inmediatamente ha buscar en el Sol, aquello que los antibióticos habían borrado sin dejar rastro; escribir tres líneas seguidas sobre algo, no se qué.

Por suerte no todo se perdió por el desagüe del olvido. Las horas interminables observando fijamente los detalles de la habitación también tuvieron su recompensa. Y de las muchas visitas de familiares y de soledad, aparecieron tres cuadernos ilustrados para matar las horas y aquello con lo que no pudo la enfermedad.
De eso se encargó mi cuñado, y de evitar la tentación de continuar leyendo “El Secreto” de Rhonda Byrne; mal que me pese el feo a las buenas intenciones de quien me lo trajo (un compañero de trabajo). A cambio si que sucumbí a los encantos minimalistas de aquellos tres cuadernos Cómic: Los tres de tamaño distinto, de color también, y tan solo concordantes en la encantadora sencillez del encuadernado que caracteriza a la editorial Astaberri.
Quizás debería ser el propietario quien escribiera estas lineas, pero mi insistencia cansina hizo aguas, y voy a ser yo el que se permita el lujo de rememorar mi afición por los cómics con estos estupendos cuadernos. 
 

En el fondo antes que hablar de meros cómics, (sin restar trascendencia al formato que yo leía con 12 años), podríamos referirnos mejor a historias ilustradas. Por lo menos en los dos relatos del joven Suizo Frederik Peeters y haciendo especial hincapié en una de sus primeras obras PÍLDORAS AZULES/2001.
Empecé sin embargo por EL AÑO QUE VIMOS NEVAR/2005 del Extremeño Fermín Solís. Un formato de historia muy distinto al de Frederik, y donde la narración, el tipo de dibujos, o la forma de ordenar las pautas flota sobretodo en un ambiente de total informalidad. Es ahí donde se sustenta el personal universo de este autor que por edad conecta directamente con mis mismos recuerdos; quizás por eso me lo leí casi de carrerilla. Bueno en realidad por eso y porque la historia que se halla entre sus páginas, tiene más de diario infantil que de relato al uso.
FERMÍN SOLÍS

La mayoría de recuerdos que tenemos aquellos que vivimos el fulgor de los 70's y 80's. Ese tipo de anécdotas que formaban el ritual de nuestra infancia, y que nos hacía vivir cada segundo como un nuevo evento o descubrimiento. Y en esencia, esa manera desenfadada y simple que se desprende alguien que pretende restar trascendencia y remarcar cotidianidad.
El Año que vimos Nevar además conecta directamente con “Los días más largos/2003”, formando así una especie de diario memorabílico de las olvidadas épocas, donde la calle formaba parte de la enseñanza habitual y de una colectividad tan natural como primigenia.



Hablar y soltar unas líneas sobre Píldoras Azules es sin embargo otra cosa bien distinta. Y no es que las páginas estén repletas de ese tipo de trascendencias que nos invitan a fruncir el ceño. No son las historias o el tipo de dibujo desaliñado de Frederik, donde casi se puede rozar con la imaginación un ligamen totalmente biográfico; si no la belleza de la naturalidad de la vida misma y de los seres que la poblamos: Sus pensamientos, sus métodos de autodefensa, las relaciones, y tantas otras cosas que hacen del género humano un torbellino de sentimientos que tambalean constantemente el sismógrafo que llevamos ahí dentro.
Pero sobre todo es una historia de amor tan desnuda, honesta, y sincera que lo acaba convirtiendo todo en algo verdaderamente más sencillo de lo que se empeñan nuestras fijaciones. En verdad es así como es el amor ¿no es cierto? Así nos relata en primera persona el autor una historia donde el SIDA intenta arrebatar el protagonismo, a él y a Cati. Los traumas existenciales que nos atormentan, las decisiones que marcan nuestros designios, el impulso libre que nos arrastra a romper con nuestros miedos, y lo más importante... Un canto despojado de compasiones y lamentos, que nos empuja a buscar la felicidad por encima de cualquier accidente u obstáculo.
Pero lo que más me ha gustado especialmente es la forma tan sana de conectar con quien la lee: Esos mismos trances que todos los adultos nos vamos encontrando sin ser exactamente los mismos, y que nos hacen partícipes de la historia. Las dudas que constantemente orbitan sobre nuestra cabeza, y la manera tan espontánea de resolverlas que tiene ese delicioso e imperfecto triángulo amoroso entre Frederik, Cati, y la criatura.

Hacía una eternidad que no me despachaba con un relato gráfico, y no creo que lamente más en la vida que haber dado mis tesoros más preciados de la juventud, mis cómics. Siempre infravalorados y subestimados tanto si hablamos de los hacedores de soñadores que fueron para mi Víboras, Makokis, Totems, o Cimocs. Y aunque se queden en meros ensayos al lado de Pildoras Azules, consiguen el mismo fantástico efecto: Introducirme entre los trazos imprecisos y sugerentes de los ilustradores, formar parte de esa misma aventura, o suponerme un talentoso dibujante de mundos paralelos y un tanto absurdos. Más incluso que cualquier libro de los que halla leído, que ya es decir mucho.
FREDERIK PEETERS
Acabado el libro más absorbente de los tres, termino con LUPUS/2005 del que ha caído uno de los cuatro volúmenes de que está compuesto. El cual me he leído de una tacada a pie de consulta, mientras me atrincheraba tras sus páginas y su formato más grande por el bien de la humanidad; y de tres niños ajenos que no paraban de tocar los cojines. Así, de la misma manera que lo hacía con doce años abandonado a la introspección más absoluta de la tinta y el olor del papel.

Lupus es una aventura de la que poco puedo contar, teniendo en cuenta la brevedad de mi aperitivo. Suficiente de todas formas para encauzarte en el hilo de la historia, dejarte con la miel en los labios y con ganas de completar la serie. En sus páginas podemos encontrar ficción, o por lo menos un mundo más hostil y deshumanizado; de quien se encargan de humanizar sus protagonistas: Dos amigos aficionados a la pesca interspacial y a las drogas de todo pelaje, a quienes cambia la vida por completo un súbito encontronazo con sus personales demonios personificado en una joven.
Es muy posible que el echo de que la aparición de la muchacha, sea una mera excusa para que la relación de Lupus y Tony choque frontalmente. O un simple ejercicio de aterrizaje fruto de la propia alucinación de las drogas, desventuras, y nihilismo convulso en el que vivían; en una realidad bastante más dura. La de las relaciones humanas, vínculos sentimentales, o al de la misma muerte.








Tres fabulosos relatos vestidos de historieta, que sin duda me ayudaron a vislumbrar ese final del anodino túnel en el que se sume contemplativo uno, en la rutina de un hospital. Y que desde aquí recomiendo por obligada su lectura, en la tarea evasiva de quien se ve obligado a huir de la realidad bruta de un hospital; por suerte también hay sonrisas solidarias que te ayudan a ser feliz.

viernes, 24 de enero de 2014

MERULA 2007 _ Y LAS FLORES DE INVIERNO





Bodega: DG Viticultors, Pontons (Alt Penedés)
Uva: Merlot 100%
Crianza: 6 meses en Inox y 6 meses en barrica 400l. Roble francés.
Graduación: 14%
Precio aprox. 13 Euros




Que hallan pasado más de tres meses desde la última entrada de un vino en este cubículo, no es fruto de la casualidad. Cuando me hice a mi mismo el firme propósito de aventurarme a escribir sobre una de mis tantas aficiones, supuso una especie de pequeño reto; pensando erróneamente en la incompatibilidad de ciertas músicas y su público, con el lastre que muchos puedan temer en los tecnicismos del mundo del vino. Sin embargo soy de los que piensa que no hay mejor forma para aprender, que plantearse constantemente “pequeños retos”. Sin miedo alguno a equivocarse, a ser corregido, o a su vez para aprender de otros intrépidos; así es la vida, un puro aprendizaje colectivo y fraternal o así lo imagino yo.
Tras un duro mes batallando con el apetito y con la reacción natural, de un cuerpo que se ha sentido agredido. Por fin mi paladar parece volver a responder a los estímulos del vino; por lo menos del vino tinto. Ya que los taninos parecían cortar mis papilas gustativas con una acidez hiriente, en mis primeras intentonas en recobrar la normalidad del día a día. Hubo experimentos con Cavas, algún tinto afrutado, y hasta con Riesling Alemanes de baja graduación como último recurso. Todos en vano, pues el inanimado estómago todavía andaba a la búsqueda de su reloj biológico; 15 días si comer sólido se han cobrado su tributo, vaya si se lo cobraron.






Un mes después de mi salida del hospital ha tenido que ser un vino tan particular como el MERULA; heredero singular de sus legados para con el oscuro Mirlo; el que ha despertado los sentidos que tenía adormecidos.
Como un glorioso reencuentro con algo que nos llega indirectamente y sin pretender buscarlo. Así llegó planeando, vivaraz y a la vez sensual ese intenso aroma; yo que tan descreído soy con eso que llaman aromaterapia. Pero de la misma forma con la que rechazo ciertas frivolidades y modas que desvirtúan la realidad. He de admitir que los sentidos (tacto, oído, vista, gusto, y olfato) se utilizan, es cierto; ¿pero acaso los estimulamos y los disfrutamos diariamente? Pueden estar seguros que cuando el cuerpo tiene que echar mano del starter, se echan mucho, mucho de menos. Se podrán imaginar la inmensa felicidad que supone ese despertar. Sobre todo cuando es con el único vino tinto de la joven bodega Catalana DG Viticultors, que por cierto, tantas sorpresas me ha deparado el pasado 2013.
Un vino imponente por sus credenciales, graduación y características; de aquellos a los que jamás cederíamos nuestra mano para un baile. Un monovaietal de Merlot, a la que por cierto no tengo entre mis preferencias, y que sin embargo corrobora con sorprendente exactitud toda una filosofía de creación y elaboración de caldos. especialmente si me atengo a mis primeras experiencias con esta bodega: Un CINCLUS'08 acaramelado donde dos uvas tan irracionales como el Chardonnay y el Albariño comparten cama en plena orgía sensaciones surrealistas. Y un CAVA ROSÉ de Pinot Noir y color tenue con personalidad de Champagne Francés.



DG Viticultors es un joven proyecto con apenas 6 0 7 años, donde dos núbiles enólogos se han propuesto elaborar vinos que rompen de alguna forma con lo previsible. Ofreciendo además una relación calidad/precio; al margen de su catálogo de Chardonnays Generosos y botrytizados, donde los precios se disparan.
Allí a 800 mts sobre el nivel del mar y en dos pequeñas fincas (Mas Fonoll y Sapera), cultivan diez variedades: Pinot Noir, Chardonnay, Albariño, Sauvignon Blanc, Incroccio Mazoni, Gewürztraminer, Merlot, y Laureiro. Es donde Pedro Domenéch Garay y Antonio García Blasco tienen montado su campamento base en el pequeño municipio de Pontons (Alt Penedés), una zona sin D.O y muy cerca de otro joven atrevido, el de COSMIC CELLERS. Unos terrenos pobres y con temperaturas extremas donde el principal objetivo es extraer con un bajo rendimiento, unas viñas muy concretas, y un trabajo minucioso, unos caldos tan personales como diametralmente opuestos a los de la prestigiosa y contigua D.O Penedés.
FINCA SAPERA

Ahora bien, ciñéndome estrictamente en mi último hallazgo sensitivo y secular. Abrir la botella de Merula días antes de mi regreso a las catas, ha sido lo más parecido a una inyección de vitalidad: Asir la elegante botella Borgoñesa, notar su peso y, precipitar su líquido interior en el decantador para dejarse embriagar por ese intenso y acaramelado perfume licoroso.

Porque Merula, tal y como uno puede suponer por su graduación y su crianza. Es un vino corpóreo y denso aunque su lágrima no lo corrobore así, puesto que contrariamente su lágrima es tenue y su robustez ligeramente sensible a la oxidación. En este caso la decantación solo es recomendable si se quieren evitar las precipitaciones y se va a consumir al momento, para en todo caso atenuar su grado alcohólico en nariz. Pero estoy seguro que ese alto grado de alcohol y el echo de no decantarlo tampoco supone problema alguno. Ya que la nariz de este vino es quizás lo más sorprendente del mismo: Rosas secas, caramelo, chocolate negro, un poco de caja de puros, mucha licorella... todo un gustazo que no defrauda en absoluto cuando lo atacamos en boca.
Merula es sobretodo un vino muy bien estructurado y expresivo, si valoramos el riesgo que conlleva usar solo Merlot; aunque estoy seguro que esa guarda en botella no es casual. Tiene una acidez totalmente integrada y refrescante, una entrada agradable a frutas confitadas, a torrefactos, a cacao y a pan tostado. Un final legeramente amargo que recuerda al regaliz y con una longitud media.

Además acepta de buen grado maridajes tan diversos como el Queso Azul, la carne roja, verduras o setas asadas, o incluso una ensalada tibia con queso de cabra. No es un vino exigente para aplacar sus taninos, pues como ya digo están muy bien integrados y madurados.
En fin, un vinazo perfecto para coger carrerilla, y recuperar el placer que supone disfrutar de las virtudes y maravillas de nuestro cuerpo, y de la tan preciada SALUD. Para recostarse sobre la ventana y quedar embelesado con el recio clima que nos maltrata en estos días, poner bajo la aguja de nuestro tocadiscos el Crescent de John Coltrane, y dejarnos llevar.

 

lunes, 20 de enero de 2014

EN 2013 HUBIERON CANCIONES... *SON SON!!, PARA QUE TU LAS BAILES!!




Así cantaban los Chungitos!!; máximo exponente de los ritmos que retumbaban aquellos años donde la memoria se convirtió en crisálida. Ahora que ya solo queremos vivir el pasado, el futuro nos aterroriza y el presente nos asfixia, es cuando eclosionan las mariposas en forma de añoranzas; como si echásemos en falta la autenticidad de las cosas.
Yo todavía estoy poniendo en orden mis trastos en la cabeza. Llevamos ya medio mes de Enero y sin embargo, no logro recomponerme del todo. Es como si los nubarrones y el vapor de invierno hubiesen ivernado mi imaginación también, y las largas horas que permanezco en el cautiverio de mi convalecencia parecen ir a toda velocidad; cuanto más avanza el reloj más alto es mi grado de contemplación: Miro al cielo, a la estela brumosa del sol velado, y al exterior como a un lobo que me causa demasiado respeto.


Mi querida viuda negra
Son dos largos meses desde mi hospitalización, los mismos en los que no vi una ventana en 15 días, 20 que no probé bocado, y 10 sin pisar la calle. Un mes en el hospital y casi un mes desde que regresé a casa. Quince días sucedieron como una nebulosa y donde desaparece todo signo de sufrimiento: Los focos del quirófano, los cirujanos con apariencia decidida deseando rajarte, el frío de la aséptica sala, y una emisora comercial sonando a toda máquina. De ese momento solo recuerdo la frase mientras una bocanada de anestesia entraba por mi boca, “piensa en algo agradable”... Reproché la vomitiva música, y que en mi mente resonó de repente el “Song of Siren” de This Mortal Coil; sin saber porqué mi subconsciente la eligió al azar.
De vuelta a casa al cabo del mes, el mismo desorden de mi cabeza apareció en mi casa como el decorado de una obra escénica. Y es que eso es lo que tienen las obras domésticas. Años posponiendo lo inevitable, intentando acomodar a tus hijos que crecen y a tus bártulos que adormecen en estanterías... Y al final cuando decides liarte la manta a la cabeza, todo se va al traste por una puñetera bacteria (pyogenes la llaman). Un bichito que se ha llevado de un bocado la fuerza de mis extremidades inferiores, eso que llamamos piernas y que hasta el día que no podemos contar con su soporte, no sabemos de lo importante de su función. Tanto que el simple echo de bailar, se ha convertido en una ridícula imitación del bueno de Ian Dury.


desorden

Pero no señor no todo son desastres, a menudo la secuencia de inconvenientes que van surgiendo a nuestro paso y que rompen nuestros planes, tienen una segunda lectura inesperada. Nunca pasa nada sin que halla otro mecanismo que se active en nuestro subconsciente de manera reveladora.
Es cierto como decía un buen amigo mio un mes antes de la noche de autos: - Mi segunda peor experiencia en la vida después del servicio militar, es haber cambiado el suelo en mi piso. - Tajante y definitivo. El hielo y del Daikiri se derritió de repente, y me matizo su angustia por su colección de discos, sus fetiches, y sus recuerdos; algo muy parecido a lo mio en definitiva. Solo que en mi caso, el conflicto de desmontar dos habitaciones, comedor, pintar y encajar más de 1000 discos y CD's me ha dado la oportunidad de volver a resucitar los mejores recuerdos de dos décadas pasadas. Es lo maravilloso de un largo letargo y del despertar; más o menos como el volver en si después del coma que me indujeron. Bueno eso, y que realmente me libré por causas de peso, a subsistir entre trastos y a cultivar mis dotes inexistentes de carpintero.


Estas largas e imperecederas mañanas sin mucho que hacer, me han proporcionado el sosiego para volver a descubrir infinidad de recuerdos fosilizados: Recortes de revistas, carteles para sesiones utilizando a mi familia de cover stars, flyers, los viejos cassettes con los programas de radio en “Canciones desde el Paraiso”, copias de aquel fanzine Pop-eye al que dedicábamos nuestros ahorros y tiempo. Vinilos amontonados, pilas interminables de CD's y... canciones, miles de canciones perdidas en el tiempo. Algunas de las que surtían mis extraños simulacros de sesiones de dj en Fantástico Club, otras mucho más antiguas. Discos que hacia diez años que no sonaban por falta de espacio volverán a sonar en breve, y a buen seguro se volverá a despertar en mi esa pasión dormida por rebuscar cubetas de plásticos; ahora que la moda ha vuelto a desenterrar viejas joyas inencontrables.
primera sesión
Algo así como poner el contador en cero y rehacer el objetivo de nuestra existencia: Disfrutar de quien nos rodea y de lo que nos rodea; objetos que creemos inanimados y que alimentan nuestra vida.


Son en realidad como estas treinta canciones que de algún modo ilustrarán un pequeño universo personal, mi universo. Y que formarán parte de esta inabarcable galaxia de la que forma parte la música y de la que nos retroalimentamos. Aquellas a las que la velocidad por absorber novedades probablemente nos haga olvidar en cualquier recoveco de nuestra difusa memoria. Porque yo tengo una teoría todavía no contrastada, que es la relación entre la velocidad con la que nos ametrallan de información, y la incapacidad de asimilar, contrastar, y dotar de importancia lo verdaderamente interesante y educativo.
segunda sesión
En ella hay algunos de los temas que han conformado las Playlist de este año, canciones algunas representativas y otras no tanto. Unas que se han sumado a última hora, y que de la forma más comprimida posible intentarán contener el recuerdo de un 2013 extraño, violento, decadente; pero esperanzador y revolucionario en cuanto a nuestros propósitos y deseos. Denle sentido.



00_ Intro a cargo de su excelentísimo Sr Coconut
01_ THE OLMS - Wanna feel it
02_ JOHN PAUL KEITH - Everything different now
03_ FANFARLO - Adistance
04_ LITTLE GREEN CARS - My love took me down to the river
05_ BILL CALLAHAN - Javelin unlanding
06_  KEEP SHELLY IN ATHENS - Room 14 (I'm fine)
07_ PSYCHIC ILLS - See you there
08_ CULTS - We've got it
09_ ARCADE FIRE - Afterlife
10_ DORIAN - Los amigos que perdí
11_  MIKAL CRONIN - Change
12_ THEE OH SEES - Toe cutter thumb buster
13_ SR. CHINARRO - El destino turístico
14_ CRIPPLED BLACK PHOENIX - Hold on (goodbye to all of that)
15_ THE BLACKWATER FEVER - Can't help yourself
16_ LEON BENAVENTE - Ser brigada
17_ THE HUNT - Fifteen minutes
18_ TV ON THE RADIO - Mercy
19_ THE AMPLIFETES - You want it
20_ REPUTANTE - Deep set eyes
21_ THE POSTAL SERVICE - A tattered line of string
22_ FOALS - My number
23_ THE BLACK WATCH - Meg
24_ ROY VALENTIN - Ya no importa
25_ OLA PODRIDA - Some sweet relief
26_ I WAS KING - Frozen disease
27_ FOXYGEN - San Francisco
28_ THE OCEAN BLUE - Blow my mind
29_ LOTTE KESTNER - Wrestler
30_ FIDLAR - Cocaine

viernes, 10 de enero de 2014

ESCÚCHALOS, O TE QUEDARÁS CIEGO!! _ DEL 06 AL NAMBERGÜAN!!




06. TRENTEMOLLER / Lost




Andaba ya necesitado de un álbum de este tipo, no sé, desde la publicación de aquel “Kingdon of Welcome Addiction” de IAMX que no me lo pasaba tan bien. Es cierto que emparentar ambos álbumes puede ser para algunos una majadería; la épica y el músculo de cada uno es distinto, es cierto. Pero consiguen de la misma manera congeniar Electrónica y Rock, sin que me acabe resultando un pastiche épico-petardo (lo cual me sucede con demasiada asiduidad)
El caso es que Lost consigue algo realmente meritorio, teniendo en cuenta en el terreno tan ambiguo en el que se mueve: Podríamos calificarlo como un disco puramente electrónico por su estructura, sin embargo tiene un latir tan Rockero, y a la vez esa delicadeza tan espiritual que lo hace un disco al que costaría para algunos puristas de la electrónica adoptarlo en la camada.

Estilismos al margen, sobre el nuevo trabajo de este Danés vale más argumentar el repertorio, sin desperdicio alguno, que engorda cada una de las pistas. Con colaboraciones vocales que se ciñen de manera magistral en lo musical y lo vocal a lo que quiere que reflejen: La excelsa apertura de “The Dream” donde Mimi Parker (Low) rinde un homenaje a si misma y a This Mortal Coil. La maravillosa voz de Jonny Pierce (The Drums) en una verdadera oda. Las del resto de colaboraciones vocales (hasta siete). O las instrumentales de cosecha propia que se van intercalando en el disco, dando un aspecto más musculoso en ocasiones e incluso esotérico; y esas tangibles referencias a David Holmes, a Dj Shadow o a Vitalic, con quienes comparte filosofía.
Vaya, un disco disfrutable desde el primer compás y que difícilmente cansa.



05.BILL CALLAHAN / Dream River




Incluir en una lista de lo mejor del año a Bill Callahan debe ser algo tan seguro como hacerlo con Bob Dylan, que se yo... Igual que iniciar un viaje y conectar el Gps, o caer en brazos de la belleza terrenal. Sin embargo y aunque quien se ocultara años atrás bajo el seudónimo de SMOG sea mayoritariamente respetado. Siempre he creído que es más una especie de cumplido que un hecho demostrable; en el cual yo podría incluirme hace unos años. Los mismos que llevo ensimismado en la voz de este barítono reflexivo y en sus discos ya como Bill Callahan.
Empecé con “Something i wish we were an eagle” pasando por “Apocalypse”, hasta llegar a su actual “Dream river”. Ese trayecto en el que uno es capaz de asimilar la dinámica de este mal llamado huraño cantautor y caer rendido ante tanta normalidad; más o menos como ver ilustrado en el semblante y en la figura de un artista, una etiqueta tan ambigua como el Lofi. Una etiqueta que a veces parece querer más separar del rebaño a las raras avis, que hacer de él un carácter más etimológico.

Lo cierto es que este señor ya ha hecho de tal modus operandi, toda una filosofía, un estatus donde nada ni nadie interfiere. Y sus discos lejos de querer reinventarse, se dedican a labrar nuevos surcos, a jugar con los matices, y a moldear los paisajes sonoros de sus canciones con ligeras pinceladas. Pese a esos cambios que hacen que cada nueva obra conste de un brillo distinto, Billl sigue preservando ese halo tan especial e inimitable.
Para esta ocasión violín, flauta travesera, y unas congas son el único acompañamiento a su guitarra y a su inconfundible voz. Logrando que su nuevo trabajo suene eminentemente primaveral y campestre, tan solo quebrado en cortes como “Summer Painter”; un brillante corte que conecta su Folk mundano con una curiosa psicodelia. De echo en parte es esa su grandeza, ya que pese hacer un Folk de raíz, básico y hasta cierto punto taciturno, logra engarzar infinidad de matices y leves influencias. El monstruo ya fue creado hace años, ¿para que cambiarlo demasiado?




04.THE BLACK WATCH / The End of When





En efecto muchachos, es un típico recopilado de temas. No se si en el manual secreto del buen confeccionador de listas, tops, y rankings existe una cláusula que permita incluir un “The Best of” Cha chán!! Pero sabe dios que eso a mi me la refanfinfla soberanamente y en efecto, nunca habremos saldado suficientemente la deuda con esta veterana banda Californiana.
En activo desde 1988 y con once trabajos a sus espaldas, los descubrí hace tres años prácticamente por casualidad a raíz de su “Led Zeppelin Five”; quien ya figuró en la lista de lo mejor de aquel año. Sin saber bien como una banda con semejantes canciones podía haber pasado tantos años en el ostracismo más absoluto, quedé de forma autamática prendado por sus canciones; de echo es bastante difícil encontrar algo de información de ellos, teniendo en cuenta el bagaje que llevan a sus espaldas.

En cualquier caso lo realmente importante es que a finales de este año han publicado tres excelentes nuevas canciones, con “Meg” a la cabeza: Una perfecta canción Pop sin fisuras que nos evoca a los mejores Teenage Fun Club y a ese don que tienen las bandas Californianas para crear joyas de inmortal PowerPop. Y para rematar el año, han reunido algunos de sus mejores temas otrora perdidos en el tiempo.
Creo que es suficiente excusa para husmear en la discografía y realzar sin tapujos, las virtudes de estos cuatros señores: John Andrew Fredrick, Rick Woodard, Chris Rackard, más el ex-The Chills Steven Schayer. Y no lo es solo por un acto de simple y altruista solidaridad, lo es sencillamente porque es un desperdicio no zambullirse allí donde se conjugan Pop, Psicodelia, guitarras, o Rock de los 70 con el espíritu que lo hace este cuarteto: Haciendo que todo suene tan inmediato como atemporal.






03. DEPECHE MODE / Delta Machine







Con el paso de los años y ante la más que inminente visita de Depeche Mode a nuestro país. Parece flotar sobre el ambiente de la crítica musical “alternativa” (por así llamarla); una tendencia general a restar trascendencia a aquellas bandas que marcaron años atrás un camino a seguir. Les pasó a REM, le ha sucedido a MORRISSEY, a THE CURE y a una infinidad más. Salvo cuando ha interesado usar la mitomanía o la simbología como sabiduría musical o como chismorreo. Tan solo se han referido a ellos y a sus nuevos trabajos, en una comparativa desleal respecto a lo que significaron o publicaron años atrás (sin tener en cuenta ese aspecto memorabílico que afecta a aquellos que añoran su juventud).
Yo que no me defino como un estudiado de la carrera de la banda de Essex; es más, todavía recuerdo lo mal que llevaba la admiración de algunos de mis amigos de juventud, y esa ferviente devoción desmedida con la publicación del 101 o del Violator. Pero he de admitir que la valentía de publicar un disco a estas renunciando a sus hits y bajando las revoluciones al mínimo, tiene cuanto menos un mérito del que pocos veteranos puedan presumir.

Hay quien se queja de un estancamiento, dejando la admiración para quienes imitan su sonido. Sin embargo creo sinceramente que han sabido emocionar con un puñado de canciones. Que pese a que nos remiten a algunos de sus mejores discos de la década de los 80, lo hacen retrocediendo a las técnicas de trabajo de sus inicios sin por ello renunciar a sonar contemporaneos: Melodías minimalistas, sintetizadores modulares, y la voz como eje de las instrumentaciones.
Delta Machine es un trabajo para escucharlo en espacios reducidos, prescindir de la impaciencia, y disfrutar de su pulso electro que conecta directamente con el alma del Blues. Un trabajo que merece un par de escuchas para descubrir sus virtudes, pero que tras esas pertinentes premisas, se acaba convirtiendo en una segunda piel que transpira a cada corte.


02. BLACKMAIL / Bones






Puede que a algunos les choque esta recta final de la lista de mis discos preferidos. Y la verdad es que no es casual esta pequeña obsesión de tono industrial; de echo creo que son las propuestas que mejor ilustran este año 2013: La decadencia de las instituciones, la descomposición del impulso cultural que nos debería mover, el conformismo, o incluso la imposición de estándares en todo lo que nos rodea (medios audiovisuales, hábitos, divulgación, entretenimiento... etc)
Pueden creer desde luego, que esta forma tan negativa de plasmar un pasado año no es el más indicado para afrontar otro más esperanzador. Quizás sea así, en cualquier caso son ese tipo de cosas que fluyen sin control, de forma natural; no es pesimismo, es realismo. Además si es así y está ahí, no hay más que aprovecharlo; todo en definitiva es fruto de un modo de expresión que nace de lo que nos rodea, y que en nuestras manos está aprovecharlo para proyectarnos.

De esta manera colocar en un segundo puesto a una banda como los Franceses BLACKMAIL, tiene cuanto menos un punto de inflexión y de revolución. Ellos han hecho un trabajo totalmente conceptual desde los preceptos del Krautrock, del electrobody music, y si me apuran desde la experimentación. Las herramientas básicas con las que han trabajado son casi las mismas trincheras donde The Kills o The Faint defendieron el electroPunk de su debut: Pura sinergia entre la electrónica y el espíritu Punk.
Canciones que mantienen una mecánica monologista y que se ayudan de la producción de sonidos, como si una cadena de montaje se tratase: Dominación, pleitesía, obediencia... y once canciones bárbaras que asumen su forma como el mejor pago al progreso, con su misma idiosincrasia y en forma de correctivas.




01. THE OLMS / The Olms



Y así llegamos al número uno, que normalmente es que más desconcertados deja. Estilos y gustos que nadie en su sano juicio sería capaz de maridar, ¿o si? Eso de echo no importa mucho porque la tonta idea de hacer una lista, a parte de inventariar y desfracmentar el disco duro que hierve bajo nuestro pelo (según el caso). Tan solo puede ser útil para algún alma desorientada con ganas de investigar.
Quien sabe hijos míos, yo por ejemplo no suelo renunciar a nada; ni a los ascos que les hice a según que cosa, ni al empacho de otras que me hicieron saltar lágrimas y esparcir legajos de babas. Si es que todo es tan relativo como la humedad del ambiente.

¿Con que argumentos voy a defender a THE OLMS? Tan normales ellos y con ese nombre tan tan tan normal. Tan arraigados y acomodados en la sonrisa absoluta y eterna de la felicidad, fruto quizás de una insolación Californiana o de exhumación colectiva ancestros fumetas: ¿fumaban acaso Beach Boys? Seguro que lo hacían a escondidas. Tambien puedo ver a mis adorados Cosmic Rough Riders sobretodo en “Someone else's girl”, a Beulah, a los Love... Pero eso poco importa cuando un disco suena tan tremendamente bien. Todo en su sitio, arpegios, guitarras, piano...
En fin una delicia este proyecto sin vistas en lontananza del cantautor Pete Yorn y el multi instrumentista J.D King. Un disco que se deja escuchar en modo bucle hasta altas horas de la noche, y donde no se dan inventos raros; básicamente porque no los necesitan cuando no hay ni una sola canción desechable. 

01 - THE OLMS (USA) - The Olms
02 - BLACKMAILS (Francia) - Bones
03 - DEPECHE MODE - (Uk) - Delta Machine
04 - THE BLACK WATCH (USA) - The Best of The Black Watch
05 - BILL CALLAHAN - (USA) - Dream River
06 - TRENTEMOLLER - (Denmk) - Lost
07 - OLA PODRIDA (USA) - Ghost go blind
08 - GEGORY PORTER (USA) - Liquid Spirit /Soul_Jazz
09 -  LLOYD COLE (Uk) - Standards
10 - MIKAL CRONIN - (USA) - MCII
11 -  THE HAXAN CLOAK - (Uk) - Excavation
12 - WILLIAM ONYEABOR - (Nig) - Who is William Onyeabor?
12 - ROY VALENTIN - (Venezuela) - Crónica
13 - THEE OH SEES - (USA) -  Floating Coffin
14 - TERRITOIRE (HispanoFrances) - Mandorle
15 - ELEONOR FRIEDBERGER (USA) - Personal Record
16 - AL BERKOWITZ (España) - a long hereafter, nothing beyond
17 - FOXYGEN - (USA) - We are the 21st century ambassadors of Peace and Magic
18 - CASS MCCOMBS (USA) - Big Wheel and Others
19 - LOWER PLENTY (New Zeland) - Hard Rubbish
20 - POPSTRANGERS (New Zeland) - Antipodes
21 - THE HUNT - (USA) - The Hunt Begins
22 - MAZZY STAR - season of your way
23 - PINKUNOIZU - (Denmk) - The Drop
24 - I AM KLOOT (Uk) - Let it all hin
25 - EELS - wenderful glorious
26 - DISAPPEARS - (USA) - Era
27 -WHITE DENIM - (USA) - Corsicana Lemonade
28 - BETUNIZER - (España) - Gran Veta
29 - ZONAEA - (USA) - As the Stars Collapse
30 - SEA DWELLER (Italia) - sings of a perfect disaster

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domingo, 5 de enero de 2014

CUIDADO CON LOS 4 KINGS WESTERN MAGICS!! _ DEL 13 AL 07

 
Billy el niño, Doc Holliday, Jesse James & Charlie Bowdre


  1. 13. THEE OH SEES / Floatin Coffin




El pasado mes John Dwyer y sus secuaces anunciaron una temporada sabática indeterminada antes de sacar a la calle un último disco, natural; este cuarteto Californiano lleva seis años ininterrumpidos, publicando andanadas de exquisiteces. Exquisiteces de aquellas que te sacuden violentamente cualquier mínima señal de sopor, acomodamiento, o conformismo; algo que te puede confirmar cualquier sobreviviente de los sets en directo que dieron en España los últimos dos años.
Y es fácil para cualquier hype (palabra sucia, sucia, suc...), mencionar en vano la etiqueta Garaje, Surf, Psicodelia etc etc etc. Pero para este cuarteto de San Francisco, pecados a parte. No hay etiqueta ni estantería que les sepa calificar o clasificar; limitando así en estilo, o tomándose por el pito del sereno su actitud en un estudio, o sobre las tablas de un escenario. A Thee Oh Sees todo eso les sobra, y es tanto lo que les sobra, y la poca importancia que se dan; que han tenido los santo cojines de publicar año tras año trabajos soberbios.
Como se pueden imaginar, este año no ha sido una excepción. Y sería capaz de apostar mi cromo de Ayala, que incluso éste último es de los mejores y más espontáneo de los que han visto la luz: Puro Fuzz, nihilismo emocional, y Psicodelia apunkarrada (etiqueta de nuevo cuño que me acabo de sacar de la manga ele!!)





  1. 12. ROY VALENTIN / Crónica





Si para los que crecimos en los 80, los sonidos venidos del Reino Unido principalmente fueron en esencia la loba que nos dio de mamar. Crecer, hacerse mayor, y ampliar horizontes musicales para descubrir que hay vida más allá del Punk, Indie, PostPunk, TecnoPop, y otras hiervas; sería por así decirlo, como la excitante aventura del Doctor Livingston que realmente llevamos dentro. Ya no gira todo alrededor del ombligo del establishment Británico, y si uno tiene la más mínima curiosidad por ampliar fronteras, descubrirá la belleza sin límites de la música y como se desenvuelve en diferentes contextos culturales.
Es el caso de ROY VALENTIN y WILLIAM ONYEABOR: Dos músicos radicalmente distintos, ubicados en puntos lejanos del planeta. Y tan solo emparentados por ese pequeño detalle: ¿alguien cree de veras que la música está todavía esclavizada y sujeta a los mercados Occidentales? Por suerte no es así, y es una especie de suerte poder descubrir propuestas tan reveladoras que nos llegan de puntos del planeta tan inconexas.


Desde Caracas (Venezuela) llega la aventura de Il Gimón aka Roy Valentín, quien con ayuda de algunos amigos ha dado forma a todo un disco "Crónica". El cual ejemplariza con bastante acierto, aquel espíritu emprendedor e imaginativo de la Nueva Ola; donde los pocos recursos no eran impedimento para dar forma al talento y la creatividad. Nueve cortes que se mueven entre la experimentación de Derribos Arias o Beef, y el Pop emborronado de las bandas más rugosas de Sarah Records (Boyracer) o las primeras referencias de Creation, en aquel “Doing It for the Kids”. Un pequeño bocado de Pop impresionista que redunda en la belleza de lo esencial, y que publica el colectivo Entorno Doméstico.




    12. WILLIAM ONYEABOR / Who is William Onyeabor?





Siguiendo la pista de los ritmos más soterrados por el inminente avance de la jugosa novedad. He tenido el gusto de toparme con otro de los misterios mejor escondidos del continente multicolor, aunque en realidad es a David Byrne al que deberíamos dar el honor de tal acierto.
Que el Afrobeat y todos los ritmos que en los 60/70 confluyeron como un claro exponente del colonialismo, y el mestizaje musical; es un echo demostrable, si buscamos las conexiones invisibles de la música y la cultura global. Lo verdaderamente sorprendente es descubrir a un autor como William Onyeabor entre las leyendas urbanas; puesto que todavía andan buscándole tras su deserción musical en aras del Catolicismo. Y descubrir que el señor invirtió los papeles de la cultura Africana y el Afobeat, cambiando lo que sería normal, por una colección de sintetizadores analógicos. Todo ello en el año 77.
De ahí nace un compendio de temas rescatados de su discografía, que va del 1977 a 1985. Y que nos desvela a un tipo que combinaba de manera brillante el Afrobeat, el Dub, y unos rasgos más propios de la electrónica o del Funk. Nueve cortes que superan en su mayoría los ocho minutos y no bajan de los seis o siete, totalmente orientados a la pista de baile: Crescendos y progresiones que flirtean con ritmos bastante más actuales y separados en tiempo. Lo cual nos confirma que en tema de música, todavía nos queda mucho mucho de dilucidar.





  1. 11. THE HAXAN CLOAK / Excavation




Hay tantas formas de disfrutar de la música como estados de ánimo. Estados que oscilan y se modulan al capricho de las circunstancias, y que a menudo interfieren a la hora de caer en un estado de trance idóneo para sumergirnos en ciertas cadencias. Allí, en esa parcela concreta, podríamos situar a este joven de Yorkshire, junto a: PHARMAKON, ONEOHTRIX POINT NEVER, o TIM HECKER. Un universo que funciona de manera paralela a la electrónica más convencional, pero donde las texturas cobran una relevancia más trascendental si cabe.
Excavation no es disco desde luego para escuchar alegremente mientras se conduce, se hace footing, o se folla; Excavation absorbe, abduce, y atrapa, además produce una sensación de inquietud, desazón, y desasosiego realmente turbadora. Por lo tanto, lo mejor es dejarse llevar y no intentar desvelar el desenlace, el porqué de la trama, o el significado de las sensaciones.

Una trabajo que cayó en mis manos los primeros días de la primavera, y que escuché durante horas a solas en casa. Y que sin duda ha acentuado esa obsesión tan mía por irme a los extremos: Buscar quietud, visualizar y dar forma a determinadas músicas, y bajar las revoluciones al mínimo para tomar las riendas de la perspectiva; y éste desde luego es un Lp idóneo para eso, y para inspirarse buscando fotogramas e incluso sensaciones hasta el momento desconocidas. Después ya vendrá la sacudida.







  1. 10. MIKAL CRONIN – MCII




Si algo me ha enseñado los años de búsqueda tenaz; ahora por la red, antes por revistas, recortes, radios, y sesiones. Es no solo a quedarme con el hallazgo propiamente dicho, si no a escarbar en los apéndices; vamos, en los senderos que salen de aquel destino, y que nos llevan a su vez a otros lugares aun puede que más excitantes.
Así di con Mikal Cronin, un joven impúber (y con eso además quiero expresar todo lo que transmiten sus canciones), salido de entre los bastidores de TY SEGALL y otras tantas bandas garajeras de la zona. Con semejantes amigitos de viaje, cualquiera diría que el destino inevitable de Mikal sería perpetuar los ritmos guarretes y arrastrados de sus parientes. Pero no, porque en esto de la vida no hay cosa más gratificante que hacer migas las obviedades y tirar pa'l monte como las cabras.
Así que el segundo trabajo de este joven nos vuelve a demostrar que ni la música es una ciencia exacta ni los efectos que nos produce, un patrón con el que clasificar por castas o razas. En este MCII vuelve a ilustrar con una energía desconocida y necesaria las virtudes del Pop colorido de guitarras. A veces con una mescolanza arrulladora, otras con una arrolladora actitud a la hora de tejer melodías vitales casi perfectas. Lo pueden llamar Power Pop de los 90, pero eso sería como decir que hay que ir en busca de ciertas músicas a reservas espacio-temporales. Y va a ser que no.





  1. 09. LLOYD COLE / Standards




Cuando uno acude a un concierto y se queda magníficamente embobado con los espejitos de neón, con la luz que ilumina al artista, el murmullo orgásmico del público, incluso ve que el cubata se convierte de repente en una copa de Absenta; además de remate su ídolo le firma el CD y se hace una foto junto a él. Está claro que no debería poner nota a un disco, no sin perder de vista la imparcialidad o la mesura.
Por suerte siempre hay un tortazo a tiempo para ponerlo en su sitio y desengañarse, y dar así fe de que al margen de la experiencia inigualable de un concierto; hay sobretodo un disco que hace aun más grande al propio personaje.

STANDARDS no va a ser el disco que descubra a Lloyd Cole para quienes la templanza y la justa medida sea la mejor virtud a encontrar en un disco. Para los que conocemos a Lloyd desde su época de Conmotions y su posterior carrera, Standards es cuanto menos el disco que pone en equilibrio ambas carreras. Un trabajo que cojea en el tema que abre el disco (una versión ajena), pero que merece una justa escucha para descubrir alguna de las más bellas composiciones del Escoces: “Period Piece”, “Myrthle & Rose”, o “Diminished Ex”. Y que además como dice su título; hace de la normalidad y la cotidianidad una virtud de la que presumir cuando se la sabe apreciar.







  1. 08. GREGORY PORTER / Liquid Spirit





Que nadie se piense que los que por aquí compartimos músicas, experiencias, y placeres éstos nos llegan por inspiración divina. Si hay algo “digno de admirar” en el placer de quien comparte , no es otra que hacer del boca a boca el máximo exponente de la difusión.
Es por eso que cada visita a casa de mi cuñado Jesus, con quien comparto el placer por el Jazz, el Latin Jazz, el Blues, o cualquier ungüento de oscuro color, es perfecto para pasar las horas masticando y deglutiendo cultura en su más amplio espectro. De allí han salido Afrocubism, A.C Jobim, Piazzola, Miles Davis, Martirio, Bolita de Nieve, John Coltrane y una infinidad de nombres más. Del mismo agujero donde apareció este bonachón de San Diego.

Un Gregory Porter al que es un placer escuchar como fluye y discurre tal y como titula su segundo trabajo. Un trabajo donde no se echa mano de un Soul amable y para todos los públicos, como algunos puedan predecir a estas alturas de película. En Liquid Spirit cuesta determinar un género concreto, y esa es la verdadera genialidad de este hombre: Soul, Jazz, Funk, Blues y hasta grandes melodías que pueden invocar al mismísimo Marvin Gaye, con un toque más Sinatra si cabe.





    1. 07. OLA PODRIDA / Ghost go Blind




Puede ser que para cierto sector, el regreso de David Wingo genere ciertas discusiones o incluso parezca a ojos de los sesudos, una pequeña traición al folk rupestre y ensoñador de sus primeros trabajos. Es cierto!! Ghost go Blind es un disco abierto y si se quiere comercial. Pero lo ha hecho y sí, ya puede volverse a su choza de Texas; no hombre no!! Aunque sea solo porque ha regresado por partida doble: Una como una ola, y otra junto a Explosions in the Sky en forma de banda sonora (otra de sus grandes especialidades).
Bromas a parte, puede que sea este uno de los discos que más han sonado en mi coche este Verano. Es cierto como digo que la crítica no ha aceptado de buen grado la accesibilidad de sus nuevas composiciones; fíjense que lo comparan con Coldplay. En fin, me imagino que cuanto más influyente es un medio más críptico y trascendental se vuelve. Ghost go Blind es un disco ante todo digestivo, se pueden encontrar canciones que nos evocan a nada desdeñable Folk de concepción más Lo fi. Pero se nota que detrás hay una banda y en toda su amplitud suena sobretodo más vigoroso y veraniego; manteniendo eso sí, esa melancolía confortable que tanto lo caracterizan.