Mostrando entradas con la etiqueta Everything but the Girl. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Everything but the Girl. Mostrar todas las entradas

viernes, 4 de marzo de 2011

REPOSICIONES

EVERYTHING BUT THE GIRL __ EDEN 1984

Erase una vez un hombre pegado a su piel , enclaustrado entre un puñado de paredes y con mucho tiempo para si mismo.
Un buen día , tirando de manual en la búsqueda entre sus viejos vinilos de esas historietas que a menudo decoraron su juventud. Empezó olisqueando el interior de cada uno de sus disco-recuerdos: Olores a cartón antiguo , sonidos del crepitar de la aguja y surcos que giran dándose la mano los unos a los otros.
Pale Saints me acercaron hasta la estantería olvidada , en busca de lo que fue de ellos hace unas semanas. Construyendo y atando los cabos de su coartada musical , una cosa me llevó a la otra , y caí en la cuenta del ostracismo tan cruel al que tengo sometidos mis tan queridos vinilos.
Quinientos y pico vinilos apretados entre si en una alta estantería , y relegados al olvido aunque solo sea por una mera cuestión de logística familiar.
Y lo paradójico del asunto , es que en una sociedad permanentemente obsesionada por reducir el tamaño de los dispositivos , el papel del tocadiscos y del vinilo no es que se halla convertido en un problema de calidad de sonido , es que se ha convertido en un problema de tamaño , de espacio vital y de sentimentalismo como si la gente gritara a tu paso: - Evoluciona , o muere!!! , en un ademán de reproche pancartista.
En ese preciso instante caí en la cuenta , de la cantidad de discos que he dejado de escuchar por el simple echo de no tener montado el “toca-discos”.
Un buen día , por necesidades paterno-conyugales tuve que cambiar la mesa de disecciones (ampli , plato , tabla de mezclas) por mesa para estudiar , y claro está , los lapiceros , gomas de borrar , carpesanos y saca-puntas se han atrincherado y se han echo fuertes , con lo que los años de armisticio parece que van para largo. Y mucho me temo que mis bástagos no estaran en el futuro por la labor de darle al rey lo que es del rey.
A todo esto y con la seria intención de no elucubrar sobre una segunda emancipación , pensé para mis adentros que lo más justo y placentero para mi persona sería recuperar los sonidos de mi juventud vía del Mp3 , menos cálido pero más almacenable , e intentar reconstruir los echos de lo que para mi , son los años a los que le debo toda mi cultural musical de base , el terreno de cultivo por decirlo de alguna forma de 1987 a 1996 , el año aproximado en el que empecé a comprar CD's.
Lo que hago ahora es abonarlo , y recuperar algunos de los discos a los que tengo mayor cariño. No por cuestiones sentimentales o por asociación de aventuras juveniles , si no por calidad o porque creo que pasados 20 o más años siguen siendo trabajos a los que hay que darles su turno de palabra.

Quiero empezar esta serie por uno de esos discos a los que normalmente no se les da la mayor importancia. Y es que si hablamos de EVERYTHING BUT THE GIRL , la amplia mayoría de gente más joven tan solo les vendrá a la cabeza su faceta electrónica. Como si tras contraer Ben Watt síndrome de Churg-Strauss se le hubiera dado carpetazo a una prometedora carrera de 8 discos , sin contar los filtreos en solitario de la pareja.
Tracey Thorn y Ben Watt se conocieron en la Universidad de Hull en 1982 , años en los que con sendos discos , en clave acústica de folk intimista por Tracey Thorn donde llama la atención una versión del “Femme Fatale” de Velvet & Nico.
Wen sin embargo prefirió explorar el lado más jazzístico o swin del folk , también en solitario y con la exquisita colaboración de dos monstruos como Ben Wyatt y el saxofonista Peter King. Posiblemente aquí y no en la Universidad es donde se fraguara su amistad y que acabó en matrimonio , bajo el tutelaje del exclusivo sello independiente CHERRY RED RECORDS: Monochrome set , Kevin Coyne , Felt , Eyeless in Gaza , Momus etc.
Su amistad musical y sentimental dio lugar a EVERYTHING BUT THE GIRL , donde se dan la mano sus dos facetas la folk-pop y jazzística , y en sus 2 o 3 primeros discos donde su fusión intimista cobra la máxima expresión.
Por lo poco conocidos que son sus trabajos y , aunque tuvieron un cierto éxito reseñable en ámbito alternativo , nunca llegaron a grandes cotas de popularidad , salvo con su disco “Love not money 1985” , hasta el punto que se hizo popular en Cataluña gracias a la difusión en programas como “PLEITEGUENSAM” presentado por Lulú Martorell con temas como “A when all's well” o “Shoot me down”.

Por eso vale la pena acentuar y reseñar con letras bien grandes su disco por antonomasia más personal , conceptual y diferente al resto de su extensa discografía , EDEN.
Un trabajo que rezuma sensualidad y calidez por cada uno de sus poros. Que lleva al pop a sendas riveteadas , onduladas y plagado de texturas , acomodándose en unos excelentes músicos que arropan a la pareja: Simon Booth , Bosco de Oliveira ,Charles Hayward , Chucho Merchan y una sección de metales liderado por el jazzista Pete King , previamente arreglado por Ben Watt.
Ritmos Bossanova que parecen por momentos trasladarte en volandas a Ipanema , y con unos arreglos extraordinarios para hablar de un debut que data de 1985. Veinticinco años , que se dice pronto , y por el que parecen no pasar los años.
Ben Watt dejó patente su virtuosismo a la hora de leer los tempos como ya hiciera en su magnífico debut como solista con “North marine drive” con un nº 1 en el chart indie de 1982 , y Tracey Thorn mostrándonos su expresiva y bella voz , posiblemente una de las mejores voces femeninas Inglesas de la época junto a Alison Moyet , bajo mi personal punto de vista.
Eden contiene 12 joyas de orfebrería Pop-jazz que en su edición americana se le suma algún tema alternativo donde se puede destacar “Native Land” , donde Johnny Marr (The Smiths) colabora con la harmónica y guitarra. Pero la obra original por así decirlo es Eden en toda la extensión de su descriptivo nombre. Con una portada confeccionada por la ex-Marine Girls Jane Fox , banda primaria de Tracey Thorn , y donde podemos encontrar temas de bella factura como: “frost and fire” con un serpenteante órgano hammond , “Fascination” donde el saxo de Pete King te traslada al infinito con una belleza indescriptible , o “I must confess” y su contagioso ritmo Bossanova cabalgando sobre unas guitarras , saxo , percusiones o que se yo exquisito y abrasador hasta puntos indescriptibles , posiblemente porque os hablo de tres de las composiciones que más me gustan.
Otras con tintes soleados caipirinha en mano sea el caso de “Bittersweet” o “Even so” , preciosidades pop de la talla de: “Each and every one” y “Another bridge”. O malabares de manual jazz como: “Tender Blue” con la aterciopelada voz de Ben Watt o la sinuosa instrumental “Crabwalk”.
Un disco estimulante que aguanta con estocidad el paso de los años , y que aunque contrasta con los derroteros que tomó la pareja tras la edición de “Baby the stars shine bright” hacía caminos más comerciales y descafeinados , coordenadas funky-soul siempre con su pizca pop , y más tarde hacia las pistas de baile. Sería un desperdicio no prestarle una escucha para comprobar de lo que os hablo , además teniendo en cuenta que Tracey Thorn a regresado a la actualidad coincidiendo con su nuevo trabajo en solitario , “Love and its opposite”.
Web de la banda: http://www.ebtg.com/