Tengo
el final de estas fiestas a las puertas llamando y apunto de echarla abajo y
yo, yo todavía no he encontrado el almanaque extraviado. Lo de: “no saber ni
en el día que vives”, conmigo, se ajusta con precisión milimétrica.
Ni
miro calendarios, ni anoto fechas. Y ni mucho me planteo objetivos a corto,
medio o largo plazo.
Con
lo tedioso y laborioso que es levantarse echando a caminar como por impulso
mecánico. Al margen de respirar, miccionar, quitarse el hambre, y el resto… A
disposición de disfrutar del =PAUSE= que nos otorga el mando a distancia
de esto que llamamos existencia.
Con
él, todo se detiene. Te da tiempo de colocarte las gafas, ver los detalles, los
relieves y si no. Queda el oído y el olfato, que los conservo agudos y afinados
como un diapasón felino.
En
un año 2021 donde no hago más que oír a la gente quejarse por el fracaso de ese
plan mágico y sublime al que estaban predestinados. Yo, invito a deshacer
planes y zambullirse en el parque de bolas haciendo angelitos, con el único
hilo conductor de una buena melodía y una copa de vino como óptica
Ben&Howell.
Que
puede ser con cualquier otra cosa, pero eso sí. Siempre siempre, con una buena
melodía colgada de la oreja.
Mi
2021 ha sido muy simple y diáfano: Llegar a casa o nacer en ella. Buscar la luz
de la mañana tras los ojos entornados de la persiana, o cerrarlos con el ocaso
de la tarde. Abrir la nevera y buscar queso. Elegir al ritmo de los pasos que
me llevan del parking a casa, si toca vino tinto de alma negra o blanco calizo
castizo… Echar a rodar la rueda que mueven mis canciones compañeras.
Y
colocar los frascos sobre los estantes de la alacena. Que bien podrían ser
estos treinta discos de cenefas, mullidos rellenos, o brocados inverosímiles.
¿lo demás?
Lo
demás mejor dejarlo a la fortuna de lo aleatorio; a ser posible el de la
naturaleza muy aleatoria ella, y caprichosa.
Todo
podría empezar con…
34_TYPICAL SISTERS_Love Beam (OEO)
Un
disco donde la asimetría jazzística experimental, de texturas y capas iguales a
las de una cebolla, dispuestas de manera extraordinariamente desigual. Dan con
una especie de planeta imaginari* de fabulosa recreación onírica,
divertida, creativa y maravillosamente adictiva.
Al
mando: Gregory Uhlmann, Clark Sommers, y Matt Carroll. Que, cansados de
exprimir su virtuosismo académico. Se han lanzado a la más pura de las
improvisaciones.
Llorarás,
pero de gusto plástico y elástico.
33_MOAT_Poison
Stream (The roadmap to my Soul)
No
hace falta haber llorado la ausencia de The Church, ni pasado hambre con los
escarceos de Steve Kilvey. Para disfrutar de esta otra faceta del colega Martyn
Willson-Pipper; sí, el más discreto de los tres.
Poison
Stream es un homenaje a sus queridos padrinos musicales; sus influencias más
primigenias. Y un disco adorable que no quiere parecerse a The Church (ni
debe).
Y
repleta de canciones a las que se les va cogiendo cariño, cuanto más se las
escucha. Además del hecho de que, tras este proyecto ande el Weeping Willow
Niko Rohlcke; otra razón más para hincarle el diente.
32_SHANNON AND
THE CLAMS_Year of The Spider (Year of the Spider)
Por
más que maldiga los algoritmos, he de admitir que el cariño procesado a este
disco se debe en parte: Al puñetero modo aleatorio del reproductor de la nueva
furgoneta de mi trabajo.
Que
por más canciones que hubiera en mi pendrive de los viajes (3 gigas y pico).
Siempre acababa seleccionando de cada 10, 3 de este disco. Y lo que al
principio fuera una turra, acabara convirtiéndose en un disfrute absoluto de
esa mezcla de doo-woop a lo Buddy Holly, pop sesentero,surf-rock, motown… y
hasta alguna pincelada de psicodelia.
Un
crisol musical divinamente empastado tanto si canta Shannon, o lo hace Cody. Tiñendo
de fucsia/grease unas letras, que en realidad son bastante durillas y
autobiográficas. Y con la naturalidad que hace que el revival, acabe siendo
puro bálsamo.
31_SOURSOB_Soursob
(Neo-Lib Dreams)
A
falta de no haber digerido la segunda entrega de Amy & The Sniffers. Donde
todo lo natural y molón que me resultó su debut, aquí lo encuentro pelín
forzado.
Me
he entregado en cuerpo y alma a la rusticidad de este trío multicultural:
Glasgow, Lituania, y Australia; ahí es nada.
Punk
oscuro con el fuzz subido de vueltas, e himnos que desechan cualquier tipo de
adorno hardrock, o esa parte sobreactuada del british entertainment (Idles, Sleaford
Mods, Shame, Viagra Boys… etc etc) Eh!! Que igual son cosas mías. Pero que,
aunque no están mal, son como comer cada puto santo día gofres.
Lo
de estas jovencitas, es tan básico, funcional y multitarea como lo eran los
Stooges, UK Decay, o Red Aunts. Más como los huevos fritos con patatas de tu
madre; de eso sí que podría comer más veces, aunque no me lo recomendase mi endocrino.
30_ROOSEVELT_Polydans (Strangers)
Nunca
he acabado de entender lo poco que se ha mentado a este muchacho alemán (Marius
Lauber/31primaveras). Desde su magnífico debut en 2016, hasta nuestros días.
Teniendo
en cuenta la cantidad de refritos sintetizados bailables, que se llegan a
vitorear, jalear y celebrar. Y lo poco emocionantes que me parecen, por abordar
el mismo santo método del archiglorioso Pop electrodance de… ¿los 80? Para
entendernos.
Cuando
en realidad, si te perdías por la costa mediterránea más glamurosa y chic, lo
que escuchabas era algo bastante más parecido a lo que hace (o como lo hace)
Roosevelt.
Igual
por eso me pirre tanto, aunque no llegue al nivel de su debut y cada vez que
intentara entrar a esos garitos chic, me pidieran el carnet V.I.P.
O
me diréis que los que peináis canas; si aun os quedan. Crecisteis bailando
Sonic Youth, REM, y Depeche Mode ahí,
juntitos, en la disco de moda de vuestro pueblo con 15 años.
Va
a ser que no.
29_SUN
JUNE_Somewhere (Bad Girl)
De
bandas/proyectos con este corte: Sonidos oníricos y evocadores, de texturas
ambientales casi siempre miran de reojo a Cocteau Twins (aunque nadie suene
como ellos), y con voces féminas altamente virtuosas recreadas en registros
vocales de grabes, agudos, gorgoritos, tremendamente emocionales y desarmantes.
Salen
últimamente mogollón. Hasta demasiadas, diría yo. O por lo menos… demasiado
parecidas entre si. ¿no?
Pues
eso a mí, además de aburrirme, me desespera, y me da mucha rabia; porque es que
ese rollo siempre me ha encantado, y desespero.
Pues
con Sun June eso no pasa, pero ni de lejos.
Ahí lo dejo.
28_KITNER_Shake
the Spins (Junebug)
Creo
que todo el mundo conoce mi devoción por los bostonianos Hallelujah The Hills.
Pues
este cuarteto liderado por Conor Maier y después de las vicisitudes hasta su
esperanzador debut. No solo comparte ciudad con los antes mencionados.
Sino
que también conecta directamente con esa idea latente. Donde amargura, emoción
y júbilo, conforman un curioso universo de fragilidad potente. Con la
diferencia, que erróneamente se los ha asociado con el emocore, y en realidad
lo suyo es un indierock pausado que juega con la emoción de estar apunto de
estallar.
Una
maravilla sosegada, que rasca y araña haciendo mágicos equilibrios.
27_NIGHTWATCHERS_Common
Crusades (1905 & the Muslim Exception)
No
hay que irse demasiado lejos para encontrar uno de los discos más frescos de
punkrock; a Toulouse concretamente.
Y
lo verdaderamente meritorio de esta banda. Es que, aunque su sonido veloz mira
directamente al Reino Unido o al Mid-West americano. Sus letras atacan desde
dentro y sin tapujos, al colonialismo francés y toda la clase de mierdas que se
viven en la sociedad francesa (islamofobia, fascismos, y patriotismo rancio).
Que… ¿si solo fuera en la francesa?
Perdigonazos
con la directa puesta y mirando de frente a Moanies o The Hives. Pero con el
desparpajo juvenil que demandan los tiempos ahora. Una suerte, que ojalá se
prodigara más.
26_DEL AMITRI_ Fatal Mistakes (It's Feelings)
Fatal
Mistakes no es ese extraordinario Can’t Do you Me Good? Con el que se
despidieran hace casi veinte años; ni falta que hace, que joder, son 20 años.
Pero
es justo el disco que seguramente esperábamos los seguidores, que hemos
envejecido a su mismo paso.
Un
disco para volver la mirada, admirar nuestro presente, lugar, y destino. Desde
una vertiente más americana, llena de armonías maravillosas y comprometidas con
su edad.
Un
joyaza de disco que se disfruta soleado, y que digo más. Ahora que Jayhawks no
están demasiado inspirados. A mí me ha dado horas infinitas de placer.
25_ALAN VEGA_After Dark (River of no Shame)
Que
podías esperar de meter en un estudio de Nueva York a Alan Vega (Suicide), y
los miembros de Pink Slip Daddy (Ben Vaughn, Barb Dwyer, Palmyra Delran).
Bueno,
pues After Dark, bien podría ser ese viaje nocturno a ninguna parte. Donde
juntar a Flaming Stars y Tom Waits, sobre una elipse krautrockera blusera, tan
oscura como la boca de un lobo. Y ese ungüento pegajoso que te adhiere a la
barra de un bar de mala muerte, mientras tu mente viaja.
Adictivo
según se escucha de cabo a rabo.
Lo
que parece no llevarte a ninguna parte, cobra sentido.
24_ST.
LENOX_Ten Songs of Worship and Praise for our Tumultuous Times (Deliverance)
Andrew
Choi es Coreano, aunque bien podrían haberlo parido en Nueva Orleans o Chicago.
Y su voz tan poderosa como el narrar de la vida en las calles.
Un
disco sujeto tan solo por su piano, guitarra y bases programadas. Y capaz de
desarmarte por su enorme espiritualidad y honestidad.
Una
de las cosas más grandes, sencillas y maravillosas que he escuchado este año.
23_THE LIMIÑANAS_ De Película (Que Calor!!)
La
capacidad para sorprender, infectar y descolocarte de este dúo de Perpignan.
Tiene la virtud de adoración directamente proporcional a la cantidad de
referencias molonas de nuestro pasado musical.
Lo
mismo da que les de por homenajear al Postpunk, al krautrock, la electrónica,
la psicodelia, a Burgalat o a deu i sa mare. Porque lo hacen con tanto
estilo, gracia y poder de colaboraciones. Que acabas sucumbiendo a sus discos.
Lo
de su directo tiene además un plus de adoración y una maestría tal. Que me rio
yo de esa idea que uno puede tener a la hora de evaluar la calidad de la
música.
Esta
vez con la vista y empeño puesto en que… No pares de bailar como el tipo del
traje azul turquesa.
22_IAN M.
BAILEY_Songs To Dream ALong Dream (Everything will be Alright)
Me
sabe mal decir que el disco de este año de Daniel Wylie (Cosmic Rough Riders),
no me ha entrado ni con mustela.
Pero
su colaboración en armonías y guitarras, con su colegui Bailey. Es como ese
médico suplente de cabecera en el ambulatorio del barrio, que no digo que lo
mejore. Pero enriquece la falta de… por ejemplo… Una nueva entrega de Doug
Tuttle. O la falta de interés que me suscita el último disco de Teenage
Fanclub.
No
es que los quiera comparar ¿eh? Pero el disco que se ha marcado este escocés,
es cremita pura. Una colección hecha con mucho amor, y dulzura a paladas.
21_PARDONER_Came
Down Different (Spike)
Vía
Mike Grau (Mad Robot), me enganché a estos pavos de San Francisco. Cuando
te ves huérfano de Pavement, Beulah, o Sebadoh. Y sin poder concretar con
exactitud, a ese sonido de los 90 de indierock poco cocinado. Que hace que todo
lo sucio y áspero de aquella generación, guiñara de reojo esa mueca de pop
emocional.
No
os voy a engañar, lo agarro aunque sea con prudencia.
Aquí
hay una parte que todo lo que suena así, lo comparan con Sonic Youth. O con los
Parquet Courts. sic.
Pero
para mí es algo más endeble y a la vez razonablemente potente. Como para
considerarlos, una banda con entidad propia y con un disco que vas más allá que
la comparación recurrente asociada a una generación.
Potencial
emocional y desbocado, sobre canciones buenas de narices. Que cosen muchas más
cosas de las que aparentemente se ven a primera vista.
20_BILLY BRAGG
- The Million Things That Never Happened (The Buck Doesn't Stop Here No More)
No
creo que haya alguien mejor indicado hoy, para recordarnos en la mierda que
estamos. Desde un punto de vista poético, conciliador y lo suficiente
esperanzador, como para prestarle toda nuestra atención. Y caer rendidos a
cojonudo trabajo de estudio que se ha sacado de la manga este bendito
activista.
Mucho
dolor, amor, y optimismo en sus letras. Y puede que uno de los mejores y más
ambiciosos trabajos de su carrera.
19_BLOOD
CULTURES_Lumo (When the nights call...)
No
caigas en la trampa al pensar que la banda de Brooklyn, es otra de tantas que
habita en ese limbo donde los sonidos sintéticos y las texturas ambiguas de pop
sesentero, molón, y ya.
Porque
seguramente la brillantez de su sonido; además de centrarse exclusivamente en
el mensaje, y permanecer en el anonimato como colectivo cultural. Lo vuelca
absolutamente todo, en la magia contorsionista y bella de su forma de alcanzar
el equilibrio sonoro. Donde: experimentación, fragilidad, y excitante agilidad
cambiante. Se manejan con tal precisión y soltura, que su encanto y ferocidad
acaban siendo hipnóticos.
Difícilmente
podrás encontrar otros, que lo hagan con resultados tan bellos e interesantes.
18_SEAN
ROWE_The Darkness Dressed in colored Lights (Honey in the Morning)
Este
viejo conocido de estos lares, no volvía a encantarme desde aquel “The Saleman
and the Shark” del 2012.
Y
no es que la carrera de este cantautor neoyorkino de voz grabe y vibrato
cavernoso, no valga bien para profundizar, encantarse y disfrutar cada una de
sus entregas. Sólo que estas cosas del estado de ánimo, se modulan en atención
variable según el tiempo; por lo menos las mías.
Así
que, aunque tengáis la fortuna de escoger cualquiera de sus discos echándolo a
suerte. Os puedo asegurar, que seréis colmados tanto por sus pasajes más
arrabaleros, profundos, o de poliédrico folk; que también los tiene.
Una
joya de autor que no hace disco malo, y son ya cinco los que lleva.
17_HELVETIA_Essential
Aliens (Rocks on the Ramp)
Cualquiera
diría al escuchar a esta banda de Seattle. Que es una colla de zagales de nueva
hornada, o una banda de los 90 ensimismada en su universo de rock alternativo
de patronaje Lo fi.
Pues
ni una cosa ni otra.
Jason
Albertini lleva ya la friolera de 15 años (desde que dejara las baquetas de
Dust, su anterior banda) dándole cera, a algo de lo que muchos ya se han
olvidado. O lo dan por perdido, ahora que la muchachada está por otras cosas
más obvias.
Esa
especie de psicodelia extraña que emanó tras las guitarras de los 90. Y que
permanece con una comodidad perenne envidiable, en ese universo que está entre
los Pavement, Sparklehorse, Bedhead, Gorky’s Zygotic, o Chad VanGaalen. Pero
sin parecérsele a ninguno de ellos, puesto que es lo que tiene la psicodelia:
que no usa patrones para fliparse y confeccionar melodías inverosímiles.
Además,
y lo más cojonudo, es que ha publicado este año tres discos.
Este,
el… digamos… más para todos los públicos. Una puta maravilla.
16_DU
BLONDE_Homecoming (I'm glad that the Broke Up)
Beth
Jeans Hughton (aka Du Blonde), no se anda con florituras, inventos, poses o
experimentos, para vendernos un disco que entra directo en vena. A base de rodearse
de peña que le cae en bien, y no hacer otra cosa que echarle gasolina al
punkronk ramoniano, al powerpop más refrescante, el Glam rock, o esa fórmula
infalible del pop de guitarras cuando se hace BIEN.
A
partir de ahí, supongo que cada uno se buscará esa parte más trascendental para
catalogar la música de qualité. Pero para mí, sinceramente, esto es lo
que viene a ser un disco refrescante.
El
que me pone de buen humor, y el que me hace olvidar un día de mierda.
Por
lo menos el que lo ha hecho este año.
Esta vez con Ezra Furman, Farting Suffragettes,
Shirley Manson (Goodbye Mr. McKencie, Garbage), y Andy Bell (Ride). Eh!! Y todo
temazos efervescentes niños/as.
15_CATHAL
COUGHLAN_Song of Co-Aklan (The knockout Artist)
Con
este caballero lo siento, pero no puedo obedecer a medianías, sentido alguno
del decoro, o explicaciones más o menos razonables.
Para
mí, el regreso del ex MicroDisney, Fatima Mansions etc etc. Después de 11 años
de silencio. Es algo así, como la vuelta del mesías de la incorrección
política, la agudeza poética puñalera, y lengua dulcemente viperina.
Más
aún, cuando lo hace a mi entender. Con un disco donde cohesiona todo su bagaje
en proyectos de tan distinto pelaje y.. voalá!!
No
ha perdido para nuestra suerte, ni un ápice de su brillantez a la hora de
narrar cantando. Las miserias humanas y todo aquello de lo que nadie le apetece
hablar, sin por lo menos, la lucidez y elegancia de este señor.
Además,
con compañeros de viaje de lujo: Luke Haines (Auteurs), Sean O’Hagan
(Microdisney, High Lamas), Rhodri Marsden (Scritti Politti), Eileen
Gogan/Aindrais O’Gruama (Fatima Mansions). Haciendo que los nuevos arribistas del
neopostpunk, o mesías de las antípodas (y prefiero no dar nombres por respeto),
parezcan para mi gusto, un placebo para conformistas.
14_THE
SUEVES_Tears of Joy (Dance Dance Wathever)
¿Te
acuerdas cuando el colega mimao del barrio te dejaba para dar una
vuelta, su vespino?
Pues
los SUEVES son esa vespino trucada con doble carburador y un tavi. Y tú allí
subido con tu camiseta de tirantes de los Anthrax, pelasso al viento, flipando
con la velocidad.
Punkrockeo
de uñas negras y grasa garajera hasta las nacles ¡dale gas cariño! E incluso
glamour setentero para abrirse el mono de trabajo hasta el bello púbico.
No
inventan nada, pero lo hacen cuando y como toca. Y aunque te puedan recordar a
una infinidad de cosas, a mí, me limpian el paladar para seguir bebiendo. Como
ese vino de fruta roja escarchada y tanino goloso.
13_KIWI
JR._Cooler Returns (Waiting in the Line)
Tengo
un compañero de trabajo que en su omnipresente protagonismo medallista. Hace de
cada instalación por chorra que sea, un alegato a Platón mentando a dios en vano.
¿y yo? Yo me aburro y pierdo la atención.
Kiwi
Jr. no, mijos. Vienen, te dan dos tortas y te despabilan. Te desatascan los
desagües de la apatía, te alicatan el espíritu, te engrasan las bielas para
sacarte a bailar antes de pirarse. Son rápidos, limpios, simpáticos y además…
Además, te hacen olvidar la tontería esa de que cada vez que escuchas algo
digas:
- Joder!! Esto me recuerda a…………
12_YUNG_Ongoing
Dispute (Friends on Ice)
Arrancaba
el año que hemos dejado atrás con la primera reseña de estos Daneses; la
primera alegría del 2021 antes de perderme en este desierto de escritura.
Un
disco por cierto, que adoro por devolverme sonidos y sensaciones que ya casi
tenía olvidadas.
Álbumes
de sonidos clásicos y mil veces escuchados pero que te hacen caer en la cuenta,
que hacía más de una década que no escuchaba. No por su excepcionalidad, sino
por ser de los pocos discos trabajos disfrutables de principio a fin. Que te
recuerdan a un montón de cosas chulas. Pero de igual manera, que esas mismas
cosas familiares las podrías oír tantas veces como quisieras porque son,
sencillamente buenas: El debut de The Somatics, El Crocodiles de los Echo &
The Bunnymen, el Gentlemen de Afghan Whigs, o el Pablo’s Honey de Radiohead; por
poner cuatro ejemplos.
11_ARAB
STRAP_As Days Get Dark (Here Comes Comus!)
Una
de las portadas más preciosas del pasado año, pertenece al alegato en forma de
Lp de una de las bandas más ignoradas. Siempre respetados en cualquiera de sus
formas: La de Marcus Middleton en solitario o con Human Don´t be Ungry, o la de
Aidan Moffat mimetizándose en infinidad de proyectos. Pero mal que nos pese, ignorados
y probablemente condenados al anonimato según pase el año.
Dieciséis
años habían pasado desde su anterior trabajo. Y su vuelta ha sido como si
apenas se hubieran inmutado, o hubieran permanecido ahí, atentos, expectantes,
tomando notas sobre el devenir de la vida.
Y
lo han hecho con una obra tan sobria como intimidatoria. Una brazada de poesías
oscuras de belleza austera y dura. Pero con un poder de absorción y extraño
encanto, absoluto.
Un
disco para perderse en su lírica, igual que un niño en un bosque impenetrable.