viernes, 3 de marzo de 2017

SHADOW BAND_WILDERNESS OF LOVE_2017: DE SUS VIAJES Y NUESTROS DESTINOS





A veces, basta con que el loco Febrero nos tienda una emboscada a punto de agonizar. Y nos cambie una tostada soleada de Melocotón, por un rocío helador de tizne. Para que discos como el debut del combo SHADOW BAND, den sentido y peso al íntimo universo de Wilderness Of Love/Kemado Records/2017, dentro de la tumultuosa vorágine de ruidosos adelantos.
No solo por meras cuestiones de estados anímicos, de desear con fuerza la llegada de la luz solar y el verdor de los campos, o el revertir los tonos grisáceos con rabiosa energía. En otras ocasiones basta con capturar la instantánea del momento de paz residual después de un largo día de trajín, para tumbarnos mirando al techo y viajar sin pasaje.

Las recaídas accidentales en este tipo de paisajes sonoros, tienen la misma vaga explicación que el encanto por las películas de cine mudo: Despreciar el envoltorio o la instantánea, para quedarte con el plano, la fotografía, incluso con la tonalidad. Y a día de hoy, donde cotiza al alza el impacto súbito, decidir adentrarse machete en mano en la espesura de esta colectiva banda residente en Filadelfia quien sabe si podría convertirse en un ejercicio hedonista de alto riesgo.
Cuando desde New Jersey Mike Bruno decidió coger los bártulos y trasladarse a Filadelfia en busca de nuevos escenarios. Igual no se imaginaba la cantidad de socios que se le acabarían uniendo al proyecto. Primero como mero entretenimiento, y progresivamente por simple asociación melómana. Hasta conformar los siete jinetes del apocalipsis: Sean Yenchick, Megan Biscieglia, James Christy, Morgan Morel, Matt Marchesano, Jules Nehring y él.

Todos ellos más alguno más, hacen sonar más de una veintena de instrumentos. Los que dan forma a un álbum donde la multitud y diversidad no da lugar ni al caos, ni al sinsentido.
Doce canciones que se mastican como la tierra y el polvo que levantan los carruajes, en una travesía con destino incierto, pero igualmente definida. Wilderness Of Love arriba con una exactitud ligeramente marchita al oasis deseado. Donde no es el agua el elemento saciador, sino un espacio abierto casi espiritual y litúrgico que tiñe de folky gótico la psicodelía que otros pintan de colores y sol. Aquí el astro dorado da más sombras que deliciosos bronceados. Y aunque los bocados californianos intentan abrirse paso, es una oscuridad tórrida de Western Blusero, la que persevera en el caminar agonizante y redentor de toda la obra.

Se pueden olisquear guiños al Barafudle de Gorkys Zygotic Minci con “Indian Summer”. A Radical Free en esa artesanía que aflora en cada acorde, y un poso de sedimentos bárbaros que nos remite a un pasado tan ambiguo como omnipresente.
Pero lo verdaderamente maravilloso y seductor de estas doce canciones, es la tremenda aura que envuelve todo el disco. Ya no por un sonido inconcreto, que lo es en su sinuosidad. También porque logran trascender entre tanto intento fallido por excesos. El amanecer de “Green Riverside” con esa timidez que lo caracteriza, levitando entre el Low fi y las quebradizas guitarras en deuda con Bert Jansch. Y el cambiante sino entre lo que podría ser un simple ejercicio moderno de Surf pachuli bajo la influencia de The Zombies, cuando es la joya de “Endless Night” la que suena. Entre otras cosas, porque lo que otros muchos se han empeñado en afinar y contemporizar, ellos lo han convertido en simple genialidad.

Sería fácil escoger ese camino recto y cómodo, donde el trote vacilón inunda las pistas. Pero Shadow Band es otra cosa mucho más íntima y crepuscular, sin cargar las tintas del: - Oh dios mío, cuan desgraciado pero bello romántico soy!!
Y creo que en esta tesitura, ellos son los amos y señores de la sugerencia; que no de las atmósferas. Digamos que hacen de sus canciones por hermandad y juramento, dignas herederas de un Ennio Morricone veinteañero cuando “Morning Star” o su single “Eagle Unseen” dan con el contrapunto a su primera y apreciable languidez.
Su anunciamiento de debutantes no es esa cosa de parecer algo y perder en el camino la credibilidad. Dan sentido verdadero y sincero a lo importante en un disco: Que todo suene con fundamento, credenciales, y con un mensaje concreto. Sin tener nada que ver si se martillea en un sonido de culto, si te pierdes en el mensaje final o te mantienes fiel a un mito de factura heróica.
Para que te crean debes desterrar ese empeño latente en querer trascender. Porque al final, solo las canciones y la sensación final de profundidad, son las que el tiempo premia.

WILDERNESS OF LOVE entra lentamente por los poros deteniendo la velocidad de la vida. Te pone la zancadilla tan tontamente como el trastabilleo de recién levantado.
Parece que van a despegar con esa canción memorabílica y de repente, te meten la cabeza en plegarias dignas de santería con “Shadowland”. Camina infructuoso, pero todo va cobrando sentido por como las canciones se abren como brotes y floridos de no más de dos minutos y poco. Las flautas, los coros, las percusiones y guitarras suenan a duelo al alba con su tema bandera “Eagle Unseen”. Y vuelven a dormitar con tal dulzura penitente en “In The Shade”. Para luego voltearte las tripas y la bilis de madrugada a la hora de “Mad Man” con un blues araposo.
Y cuando crees estar tocando el cielo extasiado, lo que haces es flotar en una nube/pradera de filamentos finos cosquilleándote la pelvis en el más largo de los viajes de seis minutos a la hora de “Darksider's Blues”. Su cierre con “Daylight”, posiblemente una de las canciones más bellas del año.


Titubeantes de primeras, y enfermizos a medida que van tejiendo eso que quieren. Porque lo que a otros les reluce como un corte y pega, a ellos les sale del alma; pura sincronía. Con tanto encanto por lo evidente como lo sugerente. Suponiendo como supongo, que todos somos animales queridos de que nos arranquen eso que ni nosotros conocemos.
Por eso, supongo, que cosas tan extrañas, feas por fuera y bonitas por dentro nos encantan. Llámalo morbo.

miércoles, 22 de febrero de 2017

MIND MELD_MIND MELD_2017: SALVAJISMO PREESCOLAR



Es un echo más que contrastado en estos últimos seis años, el ingente bombardeo que nos llega de la Costa Oeste (Los Ángeles y alrededores) de bandas deudoras de los 70. Sobretodo ese obsesivo empeño por resucitar una escena, estilo y espíritu tan concreto como tentador a la hora de dar juego.
Ahora que para suerte o desgracia, todo involuciona hacia el pasado. Y que EEUU parece haberse tomado la revancha con el Reino Unido en lo que se refiere a bandas alternativas de distinto pelaje. Todos aquellos que olisqueábamos en los cuartos de hermanos mayores, primos, tíos o gurús de barrio para alucinar con lo que se cocinaba en 60's y 70's, estamos de suerte. Ya fuera el Glam, el Punk, el HardRock, Garaje o Psicodelia varia desde el progresivo, hasta el Krautrock de Can & Co. o el sinfónico. Creo que no hay estilo o banda que no se haya resucitado, mancillado en algunos casos u homenajeado en forma de grupo o tic.

Supongo que en el contexto cíclico de la música ya es natural. Sobretodo si tenemos en cuenta que muchos de nosotros peinamos canas y las hemos visto de muchos colores. Y que cuanto más viejuno es uno, más tiene con qué comparar lo que ahora se cuece.
Yo dicho sea de paso, lo llevo bien. Juzgo lo justo, y finalmente me quedo con las canciones que son las que mandan. Me da un poco lo mismo si me recuerdan a esta u otra banda, pues acepto que la música y modas van y vienen. Es más, hasta me congratula que algunos rincones oscuros de la música se vuelvan a retomar y actualizar; sobretodo si son de mi gusto.
Cuando les da por algo (Noise, Shoegaze, Folk, Pop, electrónica o experimentación carbonatada) pueden llegar al hartazgo, no lo niego. Pero cohabitar con la industria, perfiles y estándares ya es trigo de otro costal y un mal vicio de nuestros días, que no tiene porque impedirnos mirar el dental o ejercitar la intuición más primaria.

En este caso el trío Californiano que nos ocupa, MID MELD, pueden pagar el peaje de lo anteriormente dicho. Tener en mente el MANIPULATOR del puñetero y omnipresente Ty Segall, y creer que es un calco a lo éste hizo. Por más que el muchacho se empeñe en dar cada vez un salto más mortal y dejarnos el regusto de... ¿le falta la sal, la pimienta o el majao?
Pasar de largo, y obviar un notable debut con más concreción que pose. Y olvidarnos que pese tener la manía de juzgar por comparar, los discos son buenos o malos sin más.

Avalados por el apoyo en directo con FIDLAR, supondrán que aunque los asocien sin más con la escena angelina sin matizar, su propuesta se acerca más a Mikal Cronin por sonoridad, y a Black Sabath o a los Cream por deje. Y huelga decir que su puesta en escena y actitud bebe más de la escena underground californiana, que de la más mediática.
Arrancando desde el minuto cero con “The Blizzard”; siendo este el corte que más recuerda al rubio querubín de mil diabluras. Ha de ser a fuerza de engranar con el caminar de su disco de debut, cuando descubriremos un auténtico pepinazo sin tregua alguna. Ese trotar de cuerdas estiradas, amagos y ramalazo rockero transformista. Esas guitarras que solo Bernard Butler fue capaz de abrillantar con el debut de Suede y que tanto echamos de menos. Y un camino medio entre el HardRock, el Glam más sucio y muchas más cosas que se van aunando en un puñado de pegajosos perdigonazos de sal.

The Viper”, su primer single, me parece una auténtica diablura. Pero no es hasta la tercera escucha, cuando entran en alza el resto de temas, que alejándose más de sus referencias más cercanas y claras, le dan el auténtico mérito a este debut.
Brain” o “Lonely” son dos joyas de salvaje inercia, sin maquillajes y en pelota picada. “Hole”, “The Ego”, “You're Not Free” o “Mouthbreather” modulan el disco como algo más que un mero revival. Convirtiéndolo en un sano ejercicio de concepción clara y directa. Canciones hechas y pensadas para sonar en vivo, a pelo y con digestión inmediata.
No hay inventos ni ambages, que vivan más del querer parecer o el empeño en pretender recrear algo decididamente original. Y sí dar aquello que en definitiva se quiere.
Ese tipo de bandas que van al grano sin rodeos y se quedan con la esencia ¿se ha hecho miles de veces? Y se seguirá haciendo amigos.
El problema a veces es querer convertir lo clásico en algo moderno cuando no existe ni una cosa ni otra. Tan solo pensar, actuar y hacer que las canciones hablen por si solas inmortalizándolas.

domingo, 19 de febrero de 2017

BEAST SONGS 2016_ POR UN PUÑADO DE CANCIONES...





Se han arrancado por Soleas en manada y bravías. Creía que era el chiquillo zangolotino con gusa de guiso, pero el leve murmullo no era llanto sino canto. Ese echar mano del radio despertador jugueteando con los dedos entre botoneras y a manotazos, y percibir que los dedos -paso adelante y atrás- entraban en baile compulso a ritmo de “Sweets for my Sweet”.
Me tiraban de los pies mientras dormitaba, y mordisqueaban las comisuras de mis uñas, padrastros y pulpejos. Encogí las piernas como el resorte de un viejo plegatín; igual que el cosquilleo que te recorre desde el pulgar hasta el erizado vello de la nuca y el aletear las paletillas. Y hallelujah hermanos!!;que me gritaba como desde lo adentro de mis entrañas Sam Cooke: - “It Won't Be Long yeah, yeah, yeah!!

Anduve de puntillas de charco en charco por mis sueños húmedos de año nuevo, y bueno?. Las galaxias contemplativas que desde el filo de baranda se ven, en perfecta perpendicularidad. Hormigueando calle abajo y arriba:
Un anciano corriendo a las siete de la mañana piolet en mano, sin camisa y en pantalones cortos. El tren que se escapa y que no espera ni al viajero o al pausado. La abuela que gana el rebote en la cola del pan y el taxista repenchado en su supermiriafiori apurando el rosly abre pulmones como la ventana del dormitorio por la mañana... Quiero ser siempre chico mama!!

Que no sea por el miedo a que las condenadas melodías nos devoren, sino por el arrojo de saltar de la cama y servir de comida a eso mismo que nos fusila.
Me bajé remangado hasta las pantorrillas, noté el frío helador del loco febrero y el primer mordisco en el talón. Casi doblo las rodillas, y aun así solo fue un leve temblequeo de mis desentrenadas nalgas. El 2017 nos llama a gritos como la loca del cuarto cuando azuzaba a Cristobalín defendiendo sus maldades a pedradas como el General Custer. Pero son todavía algunos moribundos del pasado año los que llaman a la puerta.
Estas treinta deshijadas pueden no ser las mejores: Ni me sacan al sol cuando hace buen día, ni siquiera me aguantan la puerta al entrar. Eso sí, me sacan a bailar de la mano por miedo a que me coman las tripas. Ni lo bueno o lo no tan malo, fluctúa como la noche al día. Y lo realmente grande de la música y sus discípulas, las canciones, es que tienen tanto de caprichosas como el humor al tiempo.

Una treintena de canciones para resumir este 2016 como un momento cualquiera. Porque al fin y al cabo, no es el tiempo o sus casillas las que me dictan las pautas de la vida; o no debieran. Sino las pequeñas y diminutas bestias, las que muerden allí donde hace un rato no había vida y solo la necrosis de la realidad más putrefacta.
Es una gozada liarse a resumir un año en 40 discos, pero al final, son las canciones las que me vitaminan. Las que modulan las constantes o a la inversa, para que algo suene en ese preciso instante tan especial y glorioso. Agrupar, anotar, ordenar como quien siente la necesidad de asociar imborrables vivencias a una banda sonora. Medicarse melodías para curar el mal de espanto, los sumideros de tragaderas anchas y pocas manías, y las tormentas que estrangulan la felicidad y libertad para serlo.
No solo para olvidar el solivianto sino para combatirlo. La música evade, pero nos debe empujar a no claudicar ante la ANTICULTURA. A mi me remueve ¿a ti no?
Así pues... LAS BESTIAS DEL 2016

01_COMO VIVIR EN EL CAMPO_el grande
02_REDSPENCER_talk
03_BILL PRITCHARD_heaven
04_TROUBLE IN THE WIND_the good stuff
05_HALLELUJAH THE HILLS_the dangers are doubled
06_EZ BASIC_bruise boy
07_KEVIN MORBY_dorothy
08_PITY SEX_a satisfactory world for reasonable people
09_THE MONKEES_me & magdalena version 2
10_GREGORY PORTER_in fashion
11_HOPE SANDOVAL & THE WARM INVENTIONS_let me get there (feat Kurt Vile)
12_HISS GOLDEN MESSENGER_biloxi
13_VARRY BRAVA_flow
14_DR DOG_survive
15_THEMONOCHROME SET_fêlè
16_OF MONTREAL_different for girls
17_THE DRONES_boredom
18_SCOTT & CHARLENE'S WEDDING_end of the story
19_CFM_habit creeps
20_UNIVERS_mecànica moderna
21_DIIV_under the sun
22_COSMONAUTS_be-bop a loser
23_ELI PAPERBOY REED_cut ya down
24_DINOSAUR JR_love is...
25_CAR SEAT HEADREST_(joe gets kicked out of school for using) drugs with friends
26_MERCHANDISE_crystal cage
27_THE KVB_never enough
28_WOLF PEOPLE_ninth night
29_GOGGS_falling down
30_THE PARSON RED HEAD'S_it's hard for me to say


sábado, 11 de febrero de 2017

CASS McCOMBS en C.A.T (Centre Artesà Tradicionarius) 5/02/2017_ TERNURAS Y ENCANTAMIENTOS



Fue este pasado domingo en un coqueto auditorio del atrincherado barrio Gracia, en el marco del MiniFestival Ronda, organizado por la incombustible Heliogàbal: (Fajardo, Melange, Matagalls). Y como colofón, nuestro Personal Jesus patrón de las causas encontradas; Cass McCombs.
A este paso, y vista la condición de semi adoración que le debemos por estos lares a fuerza de retranque, pa que sufrir; que todo quede en familia. Que me está mal decirlo, pero en vista del efecto Vicente de la muchachada (pero a donde coño va la gente?!), hay cosas que mejor disfrutarlas en deliciosa minoría. Una pena según se mire. Pero mejor cuando las causas por perdidas que parezcan, se comparten con tan extraordinario placer y sabor de boca.


Empaquetamos arriba en las golfas un jugoso 2016 plagado de conciertos. De esos que sacan lustre a las adversidades, al montón de festivales ansiosos de abarcar más que apretar, y a un panorama cultural infectado de impuestos con pernada incluida.
Contra eso: imaginación, supervivencia e inventiva. Y de eso, el colectivo Heliogábal tiene armarios repletos de manuales sin letra; ya sabéis que nos hemos hecho eco infinidad de veces por estas lindes.
Que fueran Depósito Legal los primeros en acercárnoslo y ahora la gente del Helio, los honra. Y que sea el de Concord el que nos ponga en camino este 2017 pues... no sé. Pero viendo tal como se me presenta el año que recién acabo de caminar en cuanto a obligaciones y trabajo se refiere. Que queréis que os diga, sin creer en la fortuna, me parece un regalo del destino si tengo en cuenta que por estas fechas hace tres años me perdía su primer visita por mi convalecencia.


Desde entonces, son tres veces con esta las que he tenido la suerte de verlo en directo. Y tres maneras distintas de descubrir a un artista, que con cada paso nos abduce a un mismo mundo con distintas vistas.
Explicar la magia de su particular universo, sin la oportunidad de escucharlo en las distancias cortas es posible, pero ni de lejos asumible. Y a la prueba de su discreta repercusión me remito. Es cierto que no hay disco que no coseche buenas críticas, pero aquí, en nuestras tierras y por más asequible que sea su oferta, los mismos cuatro gatos de siempre.

La del pasado Domingo fue una cita celebrable, con lleno y aforo discreto en el C.A.T de Gracia. Pero sigo pensando que siempre somos los cuatro que van a la busca y captura de pequeños formatos; los mismos 50, 80 o ciento y pocas personas. Mientras tanto, allí afuera hay mucho ruido, pero siempre más o menos el mismo y al mismo tono narcótico.
La propuesta de una tarde de domingo borrascosa con la que enfriar un sábado de gélidos aires, fue como el temple a fuego y frío que las tijeras de un sastre fino precisan. La puesta en escena de un palpitante MANGY LOVE sobre la mesa de disección, como quien se dispone a recrear algo tan arbitrario y variable como las indómitas ráfagas de Portbou: Vientos de virulencia imprevisible que se cuelan entre grietas montañosas y buscan dementes, la salida.
Sus discos vagan por la armonía deliciosa, se acomodan en tu estado juguetón y se esconden igual que la gallinita ciega tras la cómoda inamovible de la abuela Facunda. Esa donde perdiste el juego de cartas que nunca apareció. Fiel a esa posibilidad de que las cosas ocurran porque sí, y no porque así lo deseas. La discografía inquieta de este señor de ancestros de los Highlands, no discurre repanchingada en el butacón del tío Frasco, que se empeñaba en descabezar cigarros con la firme idea de perpetuar los Celtas Cortos sin boquilla.

Caladas ondas a pulmón que elevan la presión arterial hasta sentir el latido de tu corazón en los oídos, “Bum Bum Bum”, cristalizaron de golpe la noche. Público entrado en años y de pulcro respeto, que solo quebró la noche con sus aplausos.
Cass McCombs venía como de costumbre, acompañado con lo justo: Bajo, batería, Él y un teclista que desplegó el tapiz por donde discurrieron como gatos de angora, cada nota, brillo y perfume. Con la dulzura de caramelo tostado que envuelve su último disco; a salvo de esas precisas descargas de oscuro pasado que flota en sus ambientes. “Opposite House” rizaba las caricias de su guitarra, y como quien camina desnudo sobre la pradera montándose a pelo y a la carrera sobre un corcel salvaje; “Big Wheel”: Esa oscuridad de la que hablo. Sí, Cass juega a lo más dulce y también a lo más malo. Camina por las noches de luz deslumbrante, te ciega y después te guía; excitación sin más. Con una facilidad y naturalidad que acojona, pero te sientes seguro.

El Centre Artesà Tradicionarius sonó y abrazó con la misma fidelidad que Cass da a sus canciones. Melodías que se retuercen trepadoras y se alargan hasta la eternidad por simple inercia. Desde la psicodelia al elegante rock, solemne y dócil, tropical y sofisticado, afable y seductor... Cuando menos te lo esperas, pasa de las suaves formas del Soul, a una crudeza salvaje pero llena de agradables contrastes.
Robin Egg Blue” reformula el dietario de Go Betweens y nos acuna con “Medusa's Outhouse”; descomponiéndonos con esos inéditos falsetes. Las enormes manos del estilizado y multidisciplinar Dan Horne, los tambores del viejo conocido Jesse Lee, y un enorme Lee Pardini que entre el Piano Yamaha, el Rhodes y un Roland, nos elevaron a un estado de puro bautismo mántrico; tremendos los cuatro.

Apresurado sería decir así, de sopetón, y con el año recién nacido, que este puede ser uno de los conciertos más hermosos del 2017. Pero es que la pena es que uno tenga que postrarse ante este hombre, cada vez que nos abre otra nueva estancia. Por más que lo escuchemos en sus obras y no cejemos en dudar si es la devoción, la equidad, o intentar recapacitar para no dejarnos llevar por el desenfreno sin criterio alguno.
Cinco temas cogidos con la delicadeza de la prudencia, y llegar “Brighter” para desmontar tu teorema: Un de esas debilidades en forma de canción en su día cantada por la desaparecida Karen Black; quien se nos apareció también en la transformada oda/jazz del precioso “Dreams Come True Girl” del Catacombs/2009. Y admitir que ahí, ya no atiendo a razones. Hubo también tiempo para resucitar pasados prácticamente desterrados como “That's That” y tener la sensación del tiempo perdido, estando como están enterrados sus cuatro primeros discos desde el 2003, hasta el día que más o menos se dio a conocer con Humor Risk/2011, aun estamos a tiempo.

Mangy Love fue omnipresente y ciertamente, el disco que por fin ha atraído a público más variado y redondeado su extensa discografía. Empezando por la sensual “In A Chinese Alley”, y acabando con “Cry”: Uno de los temas que mejor proyecta ese sutil toque de Soul acolchado que reina en su último disco, y que alcanzó dentro de sus reinterpretaciones un grado mágico increíble.
En el terreno del directo, Cass McCombs vuela rasante y crece magníficamente a lomos de ese talento innato de recomponer su temario. Lo mismo da si retrocede y toca canciones premeditadamente crudas y ásperas, o somete su sonido a una sofisticación más renovadora que pretenciosa. Es creativo sin más, y desde luego sabe lo que quiere dar en cada momento. Solo ver la transición de “Cry” hacia el clásico “Witchi Tai To” de Harpers Bizarre, es suficiente. Remató esa “Run Sister Run” de ritmos caribeños con la fabulosa “County Line” del aterciopelado Wit's End a ritmo Dub; porque yo lo valgo. Vacilón, versátil y transformista como quien sabe que sus canciones, en realidad, nunca acaban de ser definitivas.
Con los créditos de final de noche y en penumbras, “I'm a Shoe”. Un autor, hacedor de diminutos microcosmos en constante procreación

domingo, 5 de febrero de 2017

40 del 2016... MIS CUARENTA y DIEZ DISCOS/VINOS DEL 2016







05_GREGORY PORTER_TAKE ME TO THE ALLEY VS. BRANDY XIMENEZ SPINOLA 10.000 BOTELLAS (Jerez de la Frontera)


Sin cambiar el registro de sensaciones y este estado grisáceo de los días. Que para que os voy a contar... parece que los dados de la vida nos lo hayan puesto a huevo.
Entrar de puntillas descalzo y moviéndonos como un mimo es casi obligado. Con éste, dos discos de este oso amoroso del Jazz contemporáneo; el primero me pilló ingresado hace tres años en el hospital y me noqueó. Y no sé si es por ese recuerdo tierno y sin apenas energía para tararear una canción; de las muchas que me hacían compañía en la UCI (The Smiths, Chucho, Gregory Porter, Neko Case o Cass). Por entonces era Liquid Spirit el que me introdujo con mi excuñado de la mano hacia territorios de Jazz menos heterodoxos y más expansivos.
Nunca he sido un firme adepto al Jazz, pero si hago balance, ciertamente nunca he acabado por ser un adepto a nada concreto. Llamadme culo de mal asiento o inconstante; que según para quien puede ser un defecto. Pues yo, superado el trauma, he preferido convertirlo en una inquietud. No me preguntes por discografías enteras, por títulos exactos de canciones ni por onomásticas.

Escribir por fin en un Top de preferencias anuales de Gregory Porter a estas alturas ya; cuando he escuchado cosas tan distintas entre si. Es por así decirlo, un idóneo homenaje a por ejemplo Antonio Fernández: Conductor de “Área Reservada de Radio3” que nos dejó huérfanos; hace de esto ya más de tres años, de su desaparición.
Ese programa que se emitía normalmente de 2 a 3 del mediodía. Y que me daba oportunidad de aprovechar el tiempo libre de mis comidas, alimentando también mi alma. Si no fuera por aquel programa, yo ahora seguramente sería incapaz de entender a Miles Davis, John Nemeth, The Delines o a Gregory Porter, desde luego. Ese otro Jazz que algunos definen como Bebop y bien podría asociarse con el Rythmblues, el funk, el jazzfusion latino de origen Puertoriqueño de los 70, o incluso el Soul. Yo prefiero llamarlo Jazz Blanco o SmothJazz, pero creo que eso da igual. Para cualquiera que haya asomado sus marices a olisquear la música que se ponía en Área Reservada, entenderá de que hablo cuando escuche a Gregory Porter.



TAKE ME TO THE ALLEY a diferencia de LIQUID SPIRIT/2013, expande más su onda. No hay tantos tics de FreeJazz o de experimentación. Se pierden en gran parte esas estructuras mucho más Jazzísticas con respecto a éste, porque es un disco mucho más fluido, amable y sedoso.
Habrá quien eche de menos aquellos puntos de inflexión que aquí se dan en contadas ocasiones: “Don't Lose Your Steam”, “Day Dream” o en “Fan the Flames”; son algunas de las más claras. Sin embargo se acerca a puntos más de crooner, de solista puro o incluso de un Jazz casi licuado que se desparrama hacia estilos mucho menos férreos.
No es ese sin embargo, el punto positivo o negativo del álbum. Su segundo disco con Blue Note, y cuarto de su carrera. Escoge una posición posiblemente más arriesgada y ambigua, pero sobresale su talento vocal y melódico como nunca. Su último trabajo es pura seda al nivel de una buena copa del XIMENEZ SPINOLA que proponemos.

Dos líquidos preciosos salidos de la sabia madre que... maridan? No hombre!! digamos que se entienden a la perfección. Pues igual que tener la oportunidad de probar, ni que sea una vez en la vida, este preciado Brandy de Pedro Ximenez . Un Brandy de 12 años mínimo de crianza en esas originarias barricas de Castaño previas a la deforestación de la guerra civil.
De allí y con la vinificación pansificada de su Pedro Ximenez, nace un Brandy extraordinario de nariz melosa, perfumada y embriagante. Que igual no te gusta el brandy? Es posible, yo no soy un amante en absoluto. Pero igual que Gregory Parker con su aterciopelada voz, Ximenez Spinola hace malabares con la uva Pedro Ximenez.

Entrada profunda y cálida como el transformismo de “Holding On”: esa canción que compuso a medias con Disclosure, y que convirtieron en un Hit del verano. Gregory Porter la devuelve a su estado de origen, a su territorio.
Allí prácticamente todo es envolvente. Las fragancias a madera noble, a almíbares, a ese emanar de alcoholes curativos y descongestivos que sanan males y desmayos. Ese ver como poco a poco y como una crisálida, se convierten en delicias olfativas, matices y mil sugerencias. “Take Me to the Alley” se desnuda precisamente y con “Consequence of Love” o “Insanity” todo alcanza un grado de paz superlativo. TAKE ME TO THE ALLEY goza de muy buena salud. Es capaz de cambiar constantemente de registros sin apenas soliviantarte. De sacarte a bailar con el swim de “In Heaven” o “In Fashion”, y seguir moldeando cada segundo, en perfecta armonía. Musicalmente y técnicamente preciso y armónico. Vocalmente como un masaje Kobe tras un día duro de horror cotidiano. Y los dos juntos, puro caramelo que acerca a temerosos y medrosos, a estados por ahora desconocidos y muy dulces.



04_RODRIGO LEAO & SCOTT MATHEW_LIFE IS LONG VS. PÍCARO DEL ÁGUILA (D.O Ribera de Duero) Clarete


Posiblemente uno de mis discos preferidos del presente año más complicado de defender. Un trabajo colectivo: Del exfundador de los primeros Madredeus, Rodrigo Leao, y el cantautor Australiano Scott Mathew (Elba Snow, banda que fundó con el exbataca de Morrissey, Spencer Cobrin). Que casualmente cruzaron sus caminos por pequeñas colaboraciones. Algo que tanto el fundador de Sétima Legiao y Madredeus, como el solista afincado en Nueva York ya venían haciendo a lo largo de su inquieta trayectoria.

Este disco denso en tempos y profundidad. Que se escucha como aquel que coge un libro entre sus manos sin esperar un desenlace, sino el de disfrutar con la historia y su prosa.
LIFE IS LONG se autodefine y describe tal como se presenta su título. ¿concordancias? Tan fácil de asociarlo con las mismas pautas melodramáticas que nos daban Scott Walker, los Pulp de This is Hardcore, Perry Blacke, o prácticamente cualquier proyecto de Thomas Fainer, con Anywhen sobretodo, o en solitario.
De todas maneras, a mi que no me gusta describir los discos por asociación. Tan solo diría que es un disco bello a rabiar, y con una sensibilidad tan solo apta para aquellos que como yo: no saben escuchar un disco sin llevarlos a un contexto sentimental (Ey!! no hablo solo de sufrir o de estar triste). Cada uno proyecta la música según le pide el cuerpo, y la tristeza o melancolía no ha de ser por fuerza un estado de malestar o condena perpetua.

Fijaos que cuando pensé en este trabajo, inmediatamente me vino a la punta de la lengua un vino rompedor y extremo, como lo es el Pícaro del Águila.
Rosado o Clarete según la zona, pero que se ajusta más al segundo término por su espíritu de vino tinto. Es un rosado de precio elevado, eso es cierto, pero con un tremendo trabajo detrás. En ecológico y rompiendo conceptualmente con la idea de un Rosado de perfil indeterminado. Jorge Monzón (Vega Sicilia, Romanée-Conti, Arzuaga) ha querido buscar en la tierra y el origen de las viñas de Tempranillo, un perfil goloso de piruleta sin por ello tener que renunciar a la corpulencia de la Tinta País, a la complejidad de las viñas viejas, y al desparpajo de las uvas blancas (bobal, blanca país, garnacha, tempranillo gris) más jóvenes, con las que completa este extraordinario coupage. Así que el Pícaro del Aguila es un vino juguetón que da muy buenas sensaciones a granadina, melocotón, peras conference, o mandarina. Su entrada en boca es compleja con una mineralidad y acidez tremendamente sabrosa y apetecible.

Pensar que LIFE IS LONG nos debería llevar a un tinto o a un estado de introspección, es erróneo totalmente. Porque si bien es un trabajo al que no hay que darle urgencia o sensaciones instantáneas. Puedo aseguraros la amplitud de su conjunto, es muy similar al volumen o postgusto final que te puede dejar un gran vino; ambos lo son.
Desde la pesadumbre de “The Fallen” y sus preciosas y delicadas orquestaciones. Hasta “Enemies”, que cierto es que nos podría trasladar a tiempos del Promenade o Casanova de Divine Comedy: Trabajos que destacaban por ese envoltorio tan victoriano y espectacularmente maldito. En cualquier caso, la obra de R. Leao y S. Matthew va más lejos, creo yo. En grado de sensibilidad, porque tira por el camino de lo emocional y simplemente porque canciones de la talla de “Nothings Wrongs” o “That's Life” me parecen simplemente sublimes. Todas ellas canciones que se iluminan a si mismas pudiendo casi verlas; o imaginarlas. Las mismas atmósferas que lograron Madredeus, haciendo de su inventiva y tacto algo prácticamente cinematográfico, visual e inequívocamente sensual. Y que esta vez han llevado los dos junto a los músicos de acompañamiento, a un grado superior de plasticidad; porque no, entre lo teatral y poético.




03_KEVIN MORBY_SIGNING SAW VS. S'ALOU_2011 (D.O L'Empordà) Negre de Vinyes dels Aspres


Parecía que tras el descubrimiento tardío de Kevin Morby en su magnífico debut de HARLEM RIVER/2013, y su posterior silencio. Todos estuviésemos esperando la confirmación por derecho propio de quien es.
Al margen del talento y agudeza felina para captar los tempos e instantánea precisa de los ritmos. Hay que admirar la destreza de este muchacho para serpentear sin tan siquiera notar el más mínimo renqueo en su cancionero. Y mira que los tres son diferentes, y con éste último parece habernos dado un curso de refuerzo. No?: la sensación de que hay parte del primero y del segundo, pero ya estamos mucho más preparados para viajar con él; a lo que salga.


Su Signing Saw insisto, tiene mucho de historia. Y hablo de este aspecto, porque si hay algo que hecho mucho en falta en la actualidad, es esa percepción de que lo que estás escuchando tiene sentido, estructura, hay un conjunto global que mola y que entiendes como tal. Independientemente de si el disco es más lento, más rápido, más comercial o experimental.
Vivimos en una época de canciones y de hits momentáneos, y nos olvidamos en parte del tiempo que todo precisa; hasta nosotros. Un déficit de atención general preocupante que nos arrolla, y no solo ni nos enteramos, es que sonreímos complacidos.
SIGNING SAW baja las revoluciones e incide en los pequeños detalles tanto, que a veces recuerda a Bill Callahan. Juegos de cámara y planos que obligan a recrearnos con: Un hilo de cuerda, las escobillas, cacofónica su voz, paso adelante y atrás... Y un imaginario colectivo que va creando sin apenas forzar.
La naturalidad de “Cut Me Down”, “Signing Saw”, “Water” o “Destroyer” cuando hace que el Folk adopte gestos de mecánicas más urbanas y hasta industriales. Y a uno solo le queda rendirse al ingenio humano, releyendo los pergaminos de otros genios del pragmatismo musical.

Que la cosa podría ser tan retorcida como lo que aquí se plantea. Pero al final, queda la impresión directa, el flechazo. Las ganas de algo, y el algo que aparece. Kevin Morby es una bendita anunciación y tan majo él... Como ese mismo cara a cara con ese tinto de impenetrable picota que nos da serenidad y perturba al mismo tiempo.
La noche que nos conocimos fue algo así. Estar rodeado de muchas, y no ser tú el que la escoge sino ella. Notar en el primer beso que los nervios y la tensión se deshacen en elegancia.
La fama que precedía a los vinos de L'Empordà de indómitos, llevados de Tramuntana a la pura locura y de taninos agresivos a quedado en cuestión de cobardes. Me gusta que me hagan tragar mis palabras y me empujen a las lindes de lo desconocido. Disfrutar ahora como lo hago de los tres discos de este muchacho de dorados bucles, y a la vez de un trago. No dudaría en abrir una botella de S'ALOU, obligarme al ritual de la intriga. Y que siempre haya algo que manda a la mierda tus prejuicios.
Las de éste: Un tinto de coupage complejo (Garnatxa, Syrah, Cariñena, Merlot y Cabernet Sauvignon) que debería perder su identidad. Y que sin embargo es uno de los tintos más elegantes que han pasado ante mi. Se que igual puede parecer una inconsciencia con tanto como he probado este año; muy rico, es cierto. Pero solo hablo de música, y de con qué la compartiría; con quien me lo reservo.
Sinergias que se dan sin saber bien porqué. S'ALOU me da longitud, me da cuerpo, complejidad sin acabar en galimatías. Una complejidad cómoda; y no por ello pierde ese carácter inquieto. El nervio impulsivo que brota sin control de su boca, la deliciosa locura mediterránea, su orografía imprecisa, y caprichosa con todo lo que conlleva.


02_ANGEL OLSEN_MY WOMAN VS. FINO PERDIDO SACA MAYO/2014/8 años(D.O Jerez Sherry) Sánchez Romate


El ángel de Olsen me llegó prácticamente a gatas finalizando ya el año. Un disco de esos que te miras de lejos y das con un palo; no vaya ser que acaben con ese precioso recuerdo que tenías del anterior.
Burn Your Fire For No Witness/2014 por chulo que fuese, que lo fue. No llegó ni a aparecer en esa lustrosa lista de los 40 discos elegidos. De echo no apareció ni uno solo con fémina al frente o como titular; raro raro raro... Tan raro como que aquel 2014 el Are We There de mi amadísima Sharon Van Etten tampoco entrara, pese a que ahora lo tengo entre mis favoritos del 2914. Ese, o el de mi otra Sharon, la Jones; que tengo en un pedestal.
Por eso insisto, que esto de hacer inventario del año como de la compra, tiene lo mismo de divertimento, juego o chuminada. No porque no tenga su cosica, que la tiene, sino porque lo mágico e inexplicable del ser humano, es que por más que teoricemos y se intente buscar a todo explicación, está el puto libre albedrío; maravilloso que es él!!

Ahora bien, también tengo que reconocer, que por una vez en mi vida he seguido el sabio consejo de alguien (como Jesús Castillo). Y vista la pasión de su descripción, no tuve más opción que tirar el palo y comprobar el pulso.
ANGEL OLSEN está bien viva. Su segundo trabajo pese no haber levantado tanto revuelo como el anterior; será eso de que ya estamos familiarizados con su talento. Tiene todo aquello que se le pide o que le pido, a un disco: Cuerpo y alma. Escucha de principio a fin, disfrute con los sobresaltos justos de una historia por capítulos (10 concretamente), ver que ha habido cambios en su estilo que enriquecen y pese a buscar infinidad de guiños a otras artistas, quedarte con la calidad global del disco y el tiento para configurar un pequeño universo envasado, con entidad propia.
Y hey! Admito que su modulación vocal se ha acercado peligrosamente a Sharon Van Etten. Pero también tengo que decir a su favor que ha conseguido que un trabajo como el suyo, lo pueda escuchar una y otra vez sin el más mínimo síntoma de fatiga.

Diez canciones chulas que dan la mano a Slapp Happy, Lou Reed, Hope Sandoval y esta treintañera de Missouri, hasta el punto de acogerla como una digna sucesora. Su disco es capaz no solo de brillar por esos desaires de rebeldía cuando nos canta “Never be Mine”, “Shut Up Kiss Me” o “Give It Up”. Porque aun sacando las uñas, no pierde la dulzura aparente del disco.
Nivela la balanza con algunas composiciones de mucho peso. “Sister”, “Those Were The Days” y la enorme “Woman”, le acaban de dar definitivamente esa maravillosa áurea que lo envuelve. La que hacen que MY WOMAN sea ese disco de imponencia que se espera de toda artista, por arreglos, calidad y tratamiento. Tiene las misma lujuria extasiante del FINO PERDIDO de Romate. Algo que no se explica. Pues son los mismos sentidos que otorgan esas microconexiones invisibles: entre las elásticas guitarras finales de My Woman y el envolvente final de este Jerez milagroso. Que se acaben juntando ambas. Y hagan de los dos en su grácil soltura y sencillez a primera vista, auténticos tesoros donde ahondar una y otra vez sin cansarnos de sus rinconcitos y sorpresas diarias.

No se halla tampoco entre los más legendarios y viejos Jereces de pedigrí. Pero Sánchez Romate es de los contados maestros de andar por casa y accesibles, que elaboran verdaderas maravillas a precios irrisorios.
Este Fino jugoso y salivante podría valer mucho más, aunque como reza en Er Guerrita: “Solo un necio confunde el valor con el precio”. Sus aromas son tan volubles como lo es el día, la hora o la humedad relativa. Es bien disfrutarlo en sus cambiantes hechuras porque te obliga a ser ágil con la intuición.

Su ataque es fresco, aunque pellizque los lados de la lengua y en un momento rodee la boca, alargándose hasta que se acomoda permaneciendo allí por horas.
Toques salinos a mañaneo en la lonja, a frutos secos, ahumados y ligeramente herbáceo con mucha persistencia en boca. Busca salazón y melosidad alimenticia, gusta de comer y de éste, hace un placer tan goloso como peligroso.
De esos finos de casta y personalidad arrolladores, pero que se hacen dóciles y sabrosos con los temerosos.


01_TROUBLE IN THE WIND_LEFTY VS. VILLA DE CORULLÓN_2001(D.O Bierzo) Descendientes de J. Palacios

Y pasito a pasito hemos llegado al final. Casi renqueando, es cierto. Un poco más, y junto el final del 16 con el verano del 17 plegando universos.
Eh! Alto! Pero visto así, después de las míseras 27 entradas de este año. Publicar cinco en prácticamente 31 días aplicando la proporcionalidad, me parece proézico; si la palabra existiera.
Llegados a este punto y después de la brasa que os he dado con cada disco, de los 40 que más me gustaron del 2016; vamos, mis prefes. La verdad es que tampoco me voy calentar mucho la cabeza explicándoos porqué es este disco y el vino que lo acompaña, lo mejor que caté el año que se fue.
Que es lo que tiene perder el sentío; así, sin D, que da más empaque. Que uno cuando pone los ojos en blanco, babea (o saliva si se prefiere) de placer, y se eleva un dedico del suelo de lo bien y mucho que lo está disfrutando. Que razonamiento, teoría o tecnicismo va a soltar?
Además cuando se habla de gusto personal; que como culo y colores cada uno el suyo...

También os digo una cosa, que si algún alma descarriada se fía de mi criterio y la cosa se propaga, pues bendito sea el amor!!

Le di muchas vueltas a mi disco preferido, lo prometo. Pero no vueltas por dudas, sino por no saber como me las apaño siempre para escoger el disco más raro del mundo mundial sin parecer un puto pretencioso. Lo cierto es que desde que me topé con él en Mayo, casi presentía que difícil iba a ser que cambiase de idea.
El cuarto álbum de esta poco conocida banda (quinteto concretamente), de la pequeña y turística ciudad de Carlsbad (California), ha sido un refrescante efecto sorpresa.
Sorpresa doble por no ser yo afín al Country; o igual de ser un maldito estereotipado. O por ser ellos capaces con su particular manera de aproximarse al Pop, de desmentir aquello del miedo a según que géneros; en este caso clásicos o estigmatizados por el moderneo en auge.

Supongo que desde mi devoción por Roy Orbison desde tiempos tempranos, el ir progresivamente acercándote a otros sonidos es eso ¿cuestión de tiempo? O simplemente la magia de descubrir otras sonoridades que tu parco oído veinteañero no captaba. Desde entonces... los Travelling Wilburys, algo de Dylan y desde no hace mucho Old Crown Medicine o el legendario Gene Clark entre otros. Me han empujado a adorar a esta banda y su particular forma de acercar el Pop hacia el Country, o a la inversa.

LEFTY es un disco distinto a sus anteriores según se mire; o no. Porque desde distintos puntos de vista, TROUBLE IN THE WIND llevan cinco años haciendo más o menos la misma música. En ocasiones más Folk, Alt Country, Surf Rock, o todo eso bajo un regusto popero; que es le que más me llamó la atención al escuchar “Fire Away”. Es cierto que la banda de Robby Gira no se ajusta estrictamente a los cánones de una banda Country al uso. Empezaron así, actuando en pequeños locales, en parques y básicamente de manera local entre San Diego y a dos pasos de Tijuana.
De este último trabajo me quedo sencillamente con la frescura a raudales que desprenden sus composiciones. Con ese va y viene del Country al Rock que incita su nuevo miembro y steelguitar Keith Haman. Con ese proclamar en sus cantos a la feroz emoción primitiva, al colorido incluso de sus arreglos entre lo simple e inmediato.
Las canciones de Lefty suenan con la misma inocencia y sencillez con la que se cocina de amor y pasión. No hay florituras, excesos y excelsos. Todo suena como si se hubiese grabado en una sesión y con eso que se percibe sin apenas poder definir: Franqueza y naturalidad? Es posible.

Hay una relación implícita con este Corullón con 15 años ya de botella; esa sapiencia que da la espera y su transformación. Años de una meticulosa selección entre microparcelas. Cuando todavía no había un pago Corullón y sus mil madres dieron con ese terruño excepcional reflejo de una zona Atlántica semiagreste.
Lefty tiene también esa impronta silvestre al sonar “Pumpkin Pie” al grito rockero; la misma de “Good Stuff”. La inyección cortada de un motor de guitarras que grita desgañitando a Robby, y que rompe el alma con esa apariencia del simple titular en las pelis de los hermanos Cohen. Esa misma que no ridiculiza sino que los hace entrañables y auténticos. La profundidad y longitud fondista de bayas, de humus y musgo cuando te desarma con “No Good” o “Pen and Page”. Los mismos exactamente cuando la fruta negra y pedregosa se te clava en el fondo de los sentidos, al acercarte a una copa de sabio Corullón.
La banda cambia el registro y aparecen los slides amortiguando la insensatez de un vino que pide reposo y paciencia. Las travesías largas de labranza y doma cuando el romanticismo sin igual se lanza en “Holding on to Chance”; sí, aquí se nos aparece más claramente The Big “O”. “Roy” sin lugar a dudas, es el homenaje más bello posible. Adoración la mía, que a crecido a lo largo de los años por su inigualable arte de cantar a la pena, a la aflicción y al placentero sabor de la melancolía. Y que cuando escucho una y otra vez “Holding on to Chance”, no sabría decir si es llanto o su vaivén hawaiano el que me teletransporta.




No sé, pero es ese mismo placer infinito con una y otra escucha, su trote cuando se despiden con “Fresh Snow”, y vuelta a empezar. Podría estar así siempre, o intentar detener el tiempo como lo ha hecho el VILLA DE CORULLÓN del 2001. Tres botellas de llorar desconsoladamente con esa primera añada todavía virginal y franca, con su territorio y la longevidad de sus viñas (50 y 90 años).
Su impresión olfativa es fantásticamente evolutiva, mostrando al principio su mineralidad y rasgos de cuero con volátiles todavía presentes. Conforme se acomoda empieza a variar en toques especiados, fruta negra madura, madera antigua y cómoda de la yaya. Después es un festival de sensaciones maduras afrutadas. Exotismo en su especias más marcado todavía, la fruta roja madura despega y se amalgama con cacao, monte y campo umbrío.
Su ataque en boca refinado y equilibrado sin igual, mantiene sus impresiones olfativas: Delicioso, con muy buena acidez y abrazo partido con la fruta, la crianza sin excesos y la elegancia. Todo, sin perder su origen y ese carácter Atlántico de puro terruño histórico.
Después de esto que? Bueno, no sé. No sabemos lo que nos deparará la vida. Pero lo indiscutible y cierto, es que hay recuerdos que no se borran y que nos encargamos de inmortalizar en forma de sueños eróticos. El placer dicen...

 01-TROUBLE IN THE WIND - LEFTY/CORULLÓN 2001 (D.O Bierzo) Descendientes de J. Palacios
02-ANGEL OLSEN - MY WOMAN/FINO PERDIDO (D.O Jerez Sherry) Saca Mayo/14 8 años Sanchez Romate (Blanco)
03-KEVIN MORBY - SIGNING SAW/S'ALOU_2012 (D.O L'Empordà) Vinyes dels Aspres
04-RODRIGO LEAO & SCOTT MATTHEW - LIFE IS LONG/PÍCARO DEL ÁGUILA_2014 (D.O Ribera de Duero) Dominio del Águila (Clarete)
05-GREGORY PORTER - TAKE ME TO THE ALLEY/BRANDY XIMENEZ-SPINOLA 10.000 BOTELLAS (Jerez Sherry Pedro Ximenez) Ximenez Spinola
06-M. WARD - MORE RAIN/CLOS LENTISCUS BLANC DE NOIRS SUMOLL (Penedés)
07-DINOSAUR JR - GIVE A GLIMPSE OF WHAT YER NOT/MÁIS ALÁ_2015 (Falcoeira, O bolo, sin D.O) Xose Lois Sebio (Blanco)
08-THE MONKEES - GOOD TIMES!/LA CONDENADA_2013 (D.O Rioja) Artuke
09-CAR SEAT HEADREST - TEENS OF DENIAL/THE FLOWER AND THE BEE_2015 (D.O Ribeiro) Coto Gormariz (Blanco)
10-THE MONOCHROME SET - COSMONAUT/FORLONG TINTILLA_2014 (Sin D.O, Tintilla de Rota) Bodegas Forlong
11-HALLELUJAH THE HILLS - COLLECTIVE PSYCHOSIS BEGONE
12-DR DOG - ABANDONED MANSION
13-CASS MCCOMBS - MANGY LOVE
14-NADA SURF - YOU KNOW WHO YOU ARE
15-WILD NOTHING - LIFE OF PAUSE
16-BEN WATT - FEVER DREAM
17-HISS GOLDEN MESENGER - HEART LIKE A LEVEE
18-SCOTT AND CHARLENE'S WEDDINGS - MID THIRTIES SINGLE SCENE
19-RYLEY WALKER - GOLDEN SINGS THAT HAVE BEEN SUNG
20-THE WEDDING PRESENT - GOING GOING...
21-M ROSS PERKINS - M ROSS PERKINS THE KVB - OF DESIRE
22-NAP EYES - THOUGHT ROCK FISH SCALE
23-PAPERNUT CAMBRIDGE - LOVE THE THINGS YOUR LOVER LOVES
24-LAISH - PENDULUM SWING
25-EMMA POLLOCK - IN SEARCH OG HARPERFIELD
26-THE WYTCHES - ALL YOUR HAPPY LIFE
27-JONATHAN RICHMAN - ISHKODE ISHCODE!
28-JEFF PARKER - THE NEW BREED
29-WOODS - CITY SUN EATER IN THE RIVER OF LIGHT
30-THE CORAL - DISTANCE INBETWEEN

31-SHEARWATER - JET PLANE AND OXBOW
32-ANDREW BIRD - ARE YOU SERIOUS
33-TERRY MALTS - LOST AT THE PARTY
34-TEENAGE FANCLUB - HERE
35-LVL UP - RETURN TO LOVE
36-SEÑOR CHINARRO - EL PROGRESO
37-THE HOLIDAY CROWD - THE HOLIDAY CROWD
38-XAVI MOYANO - EL DISCO DEL BUEN AMOR
39-WINTERSLEEP - THE GREAT DETACHAMENT
40-WHYTE HORSES - POP OR NOT

REDSPENCER - PERKS
HOPE SANDOVAL AND THE WARM INVENTIONS - UNTIL THE HUNTER
JUNIOR ROCKET SCIENCIST - MU
MARCHING CHURCH - TELLING IT LIKE IT IS
NEW MODEL ARMY - WINTER
KYLE CRAFT - DOLLS OF HIGHLAND
SAVAGES - ADORE LIFE
UNIVERS - LÍMIT CONSTANT
THE TEMPER TRAP - THICK AS THIEVES