Año:2011
Drama existencial
Reparto: Willem Dafoe ,
Shanyn Leigh , Natasha Lyonne , Paul Hipp , Paz de la Huerta.
Música: Fats Domino
Fotografía: Ken Kelsch
Guión: Abel Ferrara
Desde que el
hombre es hombre y la injerencia de éste siempre ha sido sometida a
un juicio sumarísimo. La raza humana auspiciada por cada una de las
religiones , siempre ha debido rendir cuentas de sus actos; la
mayoría de las veces a un inevitable final en el que la humanidad
como tal , debía desaparecer de manera inexorable a ser posible
padeciendo un sufrimiento implacable.
En la
actualidad , con la crisis económica y moral ilustrando cualquier
debate del porqué de nuestra existencia. Ya no son nuestros dioses
los que nos barruntan un final inminente , si no que es la conciencia
de nuestros actos la que nos desprovee de la legitimidad de los
mismos.
Acaso era
este el final que nos deparaban los Mayas o Nostradamus?
En cualquier
caso y dejando de lado la manía de lo humano a recurrir a lo divino
para castigar nuestros despropósitos humanos. La elección de esta
película a 15 días vista del presunto final del mundo , no tiene
nada de oportunismo alarmista; de echo fueron días después de
visionarla , cuando llegaron a mis oídos tales profecías. Porque
¿acaso es el propio fin de nuestra existencia el problema en
cuestión? Apuesto a que no. Hay cosas mucho más determinantes en
la historia , para vernos donde nos vemos. Estoy seguro que ABEL
FERRARA también estará de acuerdo conmigo. Hablemos mejor pues de
aquello que nos importa: El lenguaje de los gestos y de la cámara.
El pasado
2011 volvimos a tener noticias del director Italo-Americano afincado
en Nueva York: “El Rey de Nueva York/1990” , “Bad
Liutenant/1992” o “The Addiction/1995” .
La
trayectoria de este oriundo de los bajos fondos ha estado marcada
constantemente por su referencia cultural en el barrio del Bronx ,
donde se crió: De su procedencia Italiana e Irlandesa , y de todo lo
que representan los suburbios de la capital Estadounidense.
Cuando uno
lo que quería era meterse en las tripas de la ciudad recurría a
Abel y a su mirada de matarife; solo así tenías la certeza de ver
la ciudad tal y como te la describirían Lou Reed o Andy Warhol en
aquellos sesenta , con la imagen menos amable y poéticamente
subterránea: Violencia , corrupción , drogas , demonios humanos ,
oscuridad; el averno y las calderas de la ciudad , en una simple
cinta de celuloide.
Pero en esta
ocasión Abel Ferrara deja de lado las sangrantes estampas de la
ciudad , para pausar su carrera en un profundo suspiro ¿de
desconsuelo quizás? Nos muestra a un artista observador en la
quietud del silencio , cuando su protagonismo polémico ha tocado
fondo; con menos recursos , editando en digital y focalizando su
historia entre cuatro paredes. Los olvidados del cine hiriente y
transgresor , ya se sabe.
4:44 LAST
DAY ON THE EARTH tal y como reza el título de su última cinta nos
sitúa en un escenario mil veces imaginado: La soledad del ser ante
un momento imaginado hasta la saciedad.
En su fin
del mundo no hay Bruce Willis salvador , Alienígenas ejerciendo de
jueces , ni monstruos creados por nuestra irresponsabilidad. No , en
su fin del mundo solo hay soledad y sosiego; una momento que no se
cuenta si no que se medita.
Para muchos
que han visionado la cinta , hablan de pedantería cuando lo que se
espera es que el cine sea un elemento visual que nos lleve de la mano
a terrenos apocalípticos y futuristas. Quizás sea esa la frontera
que divide al entretenimiento de hoy día cuando nos disponemos a ver
algo que nos entretenga , aburridos como estamos de detenernos a
discurrir con nuestra imaginación reflexiva.
Puede que
sea así , que el arte sea tan intuitivo como el software actual. Que
todo sea práctico y busque la comodidad , la evolución sin mirada
atrás , o la épica para ver con los sentidos lo que el ojo ya no es
capaz de ver.
Pero dejando
al margen los que nos hace a los espectadores diferentes en cuanto al
concepto y al gusto. Sí que sería conveniente no separar por castas
el echo de que lo subliminal y lo obvio sea tan distante entre si
como para tachar de mierda aquello que nos aburre. Yo soy el primero
que preciso de una predisposición para ver según que tipo de cine ,
al igual que la música , la comida y hasta el sexo necesita de un
climax.
Para mi 4:44
Last Day on the earth representa la desnudez del autor como máxima
expresión. Cansado quizás de bajar al infierno de la ciudad , aquí
lo encuentra en la superficie del palpitar cotidiano. Y Abel parece
querer vestirse de CISCO (el protagonista) para escupir a la sociedad
de nuestros días con un leve susurro; principalmente porque nos
dibuja tal y como somos ahora: Sedentarios , perezosos y resignados.
Las escenas de irracional pánico son sustituidas por comportamientos
sumisos ante un final implacable: Han desaparecido los debates de
nuestro destino , la solución a nuestros problemas o el aislamiento
espiritual de nuestra era de la comunicación.
Todo es tan
placidamente perturbador que incluso me parece una de las formas más
crueles de representar el final de todo tal y como lo conocemos: Se
ve a Al Gore en el televisor exponiendo sus teorías , a un moje
Budista alentándonos a la desaparición , y al presentador de las
noticias narrando , el como de repente la gente a tenido la necesidad
de abrazarse antes de poner fin a su existencia.
En el
apartamento de los protagonistas del film se sucede una ilustración
perfecta del momento: Por un lado toda la información bombardeando
el apartamento en el ático , y por otro los cuerpos vacíos de los
inquilinos: La espiritualidad de Shanyn Leigh encarnando a Sky: Una
artista vanguardista Budista totalmente abstraída del trascendente
momento; contrasta con su pareja Willem Dafoe (Cisco) , inconforme
con la situación. Su inconformidad sin embargo fustiga sin piedad ,
no a los culpables de la situación si no al ser como un frágil
elemento de decoración. En la interpretación de Willem se pueden
incluso entrever algunas pistas que nos pueden llevar a suponer que
Abel Ferrara está como persona , muy presente en la obra: El pasado
turbio , las drogas , las rupturas o la violencia explícita que
sustituye por una exposición poética , que parece reivindicar la
ruptura generacional que vive el arte en nuestros días.
De esta
manera transcurren las horas testimoniales de la cinta en cuestión.
Se suceden momentos contemplativos ante el rumor de las calles , en
una aparente e incómoda tranquilidad cotidiana. Podemos ver a un
Abel Ferrara filmar desnudo la realidad natural de la que huimos
constantemente: Caricias , gestos , el erotismo de dos cuerpos lenta
y pausadamente mientras los vecinos se suicidan . Y una tensión
latente ante un desenlace tan natural como la desdicha de nuestra
existencia y de nuestras relaciones; no es un final dramático ni
mucho menos , es un final real en el que la ciencia avanzada que
controlamos solo nos permite reafirmar nuestro nicho y nuestra
mortaja. En realidad , las sensaciones que me transmite esta película
van muy ligadas a la experiencia de la muerte y al trauma inequívoco
de asumir la misma como la desaparición de la persona. El tener
conciencia exacta de que todo lo que significan nuestros recuerdos
como un esqueleto que forma nuestra persona van a desaparecer. Y que
con ellos , amigos , familia , pensamientos y personas que hasta
entonces eran anónimas , recobran su protagonismo para perecer en
unos instantes.
Sin embargo
el director es capaz de plasmarnos todo eso y mucho más en un
exposición romántica de la naturaleza humana. Algo inédito en el
cineasta neoyorquino teniendo en cuenta que la carrera de Abel
Ferrara siempre nos ha trasladado a realidades tan oscuras y
subterráneas que fácilmente eran asociadas con un mundo irreal y
morbosamente atractivo.
Y yendo más
allá se podría afirmar que en la dejadez natural de filmar un
momento tan concreto como las últimas horas en la faz de la tierra ,
o el convertir a Willem Dafoe en su alter ego más reflexivo e
instintivo a la vez. Parecen oírse flotar en el ambiente los gritos
apagados de un cine ahogado por su inexistencia en las carteleras de
esos gigantescos y modernos multicines. Donde el 3D , las
producciones de ficción irreal , o aquellas donde las personas
interactúan con la tecnología , queriendo secuestrarnos a un sitio
donde las desgracias tienen siempre un final feliz , nos aleja
peligrosamente de nuestra naturaleza reflexiva. Seguramente no nos
cercioramos de que PHILIP K. DICK , ASIMOV , KATSUHIRO OTOMO ,
STANLEY KUBRICK o HAYAO MIYAZAKI en sus magníficas obras , ya nos
mostraban dramas existenciales , aunque fueran recubiertos por un
halo metalizado y de fábula. La decadencia tiene lecturas a menudo
directamente asociadas a la evolución de raza humana , solo hay que
saber discernirlas y contextualizarlas.
4:44 Last
Day on the earth es tanto o más transgresora que el resto de su
filmografía. Cuando lo que se pide al espectador es que asuma un día
apocalíptico , como una realidad romántica en la que lo
verdaderamente importante no es el echo de que se acabe el mundo , si
no que nos descubramos como frágiles seres que tan solo necesitan
amor; amor carnal , cálido y real.
Me la apunto a la lista de este invierno, más que nada por Dafoe que me parece un actor cojonudo, en Anticristo de Lars Von Trier está sublime...SaLu2
ResponderEliminarHola Xim , bueno este papel tiene poco o nada que ver con Antichrist (quizás si que puede tener algún paralelismo con Melancholia , pero no te lo puedo asegurar porque la tengo pendiente de ver). A mi Antichrist no me gustó nada la verdad , no niego que Willam Dafoe no estuviera bien pero la película no me gustó nada. Y mira que he visto casi todo lo que ha sacado Lars Von Trier y me ha gustado casi todo , pero Antichristo la verdad es que no me gustó.
ResponderEliminarQuien sabe si otra vez le encuentro el qué , el cine es tan de momentos...
SALUDOS Y ESPERO QUE TE GUSTE TANTO COMO A MI.
La acabo de ver y me ha parecido muy muy aburrida, no hay nada, ni una imagen, ni una frase, nada, que haya captado mi atención: el rollito hippy/hinduista/dalai lama, problemas de bragas, sensiblería mojigata en las escenas de despedidas, drogas y sexo, o sea, más de lo mismo y el pan nuestro de cada día, resumiendo: verdaderamente insignificante... SaLu2
EliminarBueno el cine cualquier otra representación artística tiene esas cosas , lo que le gusta a uno puede no gustarle a otro. En cualquier caso yo en este tipo de cine o en esta película en concreto no entro en valorar los diálogos , la acción o incluso la interpretación porque creo que el director intenta colocarnos en una situación hipotética en la cual lo básicamente importante son las reacciones ante una situación desoladora. El Dlai lama , la información que se va escuchando en los medios , Al Gore o las dos posiciones antagónicas que representan los dos actores y los familiares , amigos y conocidos que circunscriben la historia son meros figurantes que no intervienen directamente en lo que quiere mostrar el director: Que es la decadencia de nuestros días.
ResponderEliminarSi lo hiciera de otra manera , la película perdería totalmente el mensaje que quiere dar. En este aspecto creo que es una jugada de riesgo sin pretensiones directas ya que muchos puede no ver lo que yo he visto. Pero no es menos arriesgada que Antichrist , Take Shelter , Los Idiotas u otras muchas películas que buscan reacciones en el espectador sin usar muchos artificios.
Pero está claro que el echo de que sean películas que porque le puedan fascinar a unos y aburrir a otros , sean malas películas. Yo mismo hay películas que depende del momento escogido para verlas me han aburrido y sin embargo las he vuelto a ver y me han encantado. Lo importante es no cerrarse puertas y pensar que todo depende de la sugestión para verlas aunque al fin y al cabo lo que mande sea si te han gustado o no , sin esforzarse en querer disfrutar de algo que al fin y al cabo a uno no le gusta.
Los gustos de los blogeros son al fin y al cabo gustos muy personales. Eso es lo que cuenta y lo maravilloso de la blogsfera.
SALUDOS.
Creo que no es una gran película pero a mi parecer tiene grandes aciertos el trabajo de su director Abel Ferrara, a mí me llamó la atención las diferencias que hay entre la mujer pintora tranquila y serena, y por otro lado el hombre actor famoso y exitoso pero preocupado por el fin del mundo.
ResponderEliminarHola Daniela, estoy contigo con que no es una de las mejores películas de Abel. Pero me sorprendió gratamente por esa manera reflexiva y madura de encarar algo tan manido como el fin del mundo; la entrada es también algo así, independientemente de la aceptación de la película.
ResponderEliminarSALUDOS Y GRACIAS POR TU COMENTARIO Y APORTE. (Ah!! y perdona la tardanza de la publicación y respuesta ya que he estado hospitalizado)