Abrí la
portezuela de la correspondencia, y entre tanto papelajo, folleto y
cartas del banco apreció allí; esperada postal en satinado
semblante: Noticias de viejos y perdidos en el tiempo amigos.
Con la mesa
recién puesta y el plato de Dean Wareham todavía humeante en el
presente año. Los recuerdos afloran como el paisaje otoñal que nos
envuelve estos días, las hojas crocantes y resecas de los
plataneros, las brumas matinales, y frescor ya por fin reinante que
nos eriza el bello, como esas mismas noticias envueltas de
encomiendas.
Luna vuelven
a reunirse tras nueve años desde la disolución, en una gira que nos
los traerá de vuelta el próximo año. Ocho citas, ocho ciudades;
eso sí, sin el ex Chills Justin Harwood.
Desde que
Damon Krukowsky y Naomi Yang junto Dean tejiesen entre apuntes y
libros universitarios, el patrón frágil pero identitario de GALAXIE
500: Cuatro cordeles, tres nudos corredizos, y un puñado de
Cúrcuma y Caledonia para darles color. Dean Wareham se ha hecho
acompañar en ese largo camino por numerosos compañeros de viaje
hasta nuestros días. Tanto en el trío neoyorkino con el que
desmigajaban los apuntes de la Velvet y el bueno de Lou. Hasta las
últimas noticias que tuvimos en el 2010 de DEAN & BRITTA;
ese proyecto conyugal mullido y balsámico, al que ha dedicado los
últimos años junto a su nueva pareja B. Phillips.
En medio de
esas dos épocas, inicial y final, Luna. Banda que Dean Wareham
lideró la mayor parte de su productiva carrera. Diez discos, si
contamos un directo y un par de compilaciones. Y diecisiete años,
que son exactamente los que me separan, desde que por primera vez los
viera en directo el 14 de Noviembre del 97 en la sala Bikini.
Tan solo
olisqueando la pasta de papel de la postal y acariciando con los
dedos el tramado microscópico del brailei de la caligrafía, se
amontonan los recuerdos de aquel otoño en forma de fotogramas:
El primer
concierto al que asistí con mi hermana mayor; la de en medio de
cinco, y a falta de unos New Model Army con los que contentar su
iniciación a bandas raras. Con ella, mi pareja, y mi excuñado
perdido años más tarde en la espiral de las drogas; ya no están
juntos desde hace un puñado de años.
Y los años
nos cambian, cambiamos con ellos, y todo parece tan distinto. El
tiempo tiene esa cualidad cruel y a la vez dictatorial, por la cual
todo cambia y nosotros en nuestra caprichosa memoria lo transformamos
a nuestro antojo como ilusionistas. El recuerdo es distinto, mucho
más generoso. Vela lo sucio y corrompido, y nos deja para nuestro
disfrute lo más memorable; y si no, la nostalgia se encarga
impregnar los recuerdos con ese perfume estimulante a café recién
hecho. Sí, es así, mis recuerdos me huelen a café crudo y sábanas
limpias.
El bajo
desgastado del uso por el ángulo superior derecho, de Justin
Harwood. Sus acordes distorsionados cuando “I Hop” se
detiene para volver a coger carrerilla. La voz de barítono de Dean
con el pito de caña chirigotero, con el que nos acunaba a ritmo de
“Everybody's Talkin'” de Harry Nilsson. O los punteos
sostenidos de Sean Eden emulando a Will Sergeat o Robby Krieger.
Todo está
ahí, comprimido en un rincón trasero del hipocampo. Tan fuerte y
determinante en analogía, que nunca más volví a interpretar los
mensajes del cuerpo celeste en sus influyentes modulaciones orgánicas
como antes. El subir de mi marea interna de la euforia al desazón,
la atmósfera flotante de la apertura con “Sideshow
by the Seashore”, hasta el cierre con la
cover de Beat Happening “Indian Summer”.
Estados de flotación al llorar con “Tracy I
love You”; Tracy es solo mía y su amor me
pertenece!! Desarmado de rodillas, postrado ante “Moon
Palace”:
well
we're travelin' light
gonna
speed through the night
only
now you recall
it
means nothing at all
you
were stuck in a dream
and
you wanted to scream
but
it's nothing at all
no
it's nothin'
Al ascender
las escaleras que llevan de la cárcava del auditorio de Bikini,
hasta la calle. Nos salieron al paso las cámaras de BTV (Barcelona
televisión); que responsabilidad la mía, dar testimonio ante unas
cámaras de tan trascendente momento: - Que os
ha parecido el concierto de Luna? - Muy
buenos uhmm...duda, respuesta intrascendente
total, ¿muy buenos?. Como si en una sola respuesta se pudiese
resumir la gráfica del cardiograma de aquella noche.
Al día
siguiente quien por entonces fuese mi oficial en la sufrida tarea de
construir de naves, cerramientos varios y cubiertas de sol a sol, me
dijo: - Saliste en la Tele anoche y te vimos,
hostia!! si es él. Puede que el tipo más
cualificado para dotar de significancia el atributo de “Grandísimo
hijo de la gran put.”; despreciable,
bebedor, ludópata, egoísta y cualquier exabrupto que se te pueda
pasar por la cabeza. Tan cordial y amigable nuestra relación laboral
a lo largo de 4 años, que llegué a amenazarlo con tirarlo desde el
tejado de una nave.
Pero no
creáis que me alteró, fue como si resonara en mis sienes “Beautiful
View” y de repente me dominase una total
apatía y serenidad. El perdón y la absolución ante un imaginado
rayo desintegrador saliendo de mis ojos, que lo hiciera desaparecer
por siempre. Hacer una mueca de aceptación. Y dejar que “Lost
in Space” con su cadencia tan de un L. Reed
misericordioso, lo devolviese a la más absoluta ignorancia. Ese tipo
de actos mil veces imaginados que hacen a veces, que tu deseo más
oscuro sea solo eso, otra vida que solo ocurre en tu imaginación. La
realidad siempre es mucho más discreta, simple y escueta: Haces un
gesto por no extenderte en explicaciones ininteligibles, y la cabeza
debajo del ala.
No se donde
estaré ni estaremos dentro de cinco meses; en vista de lo impreciso
de los planes a largo plazo. ¿Acaso muertos, indispuestos? ¿Habré
comenzado a trabajar por fin tras mi dolencia? nosotros, o ellos.
Quien sabe lo que nos deparará el mañana, a veces ni el presente.
Todo sucede o se intenta, como una sucesión natural de
acontecimientos. Y lo que es seguro es el pasado, aunque no siempre.
Ya sabéis que la nostalgia lo moldea a su caprichoso antojo; todo
depende de la necesidad de recordar cosas bonitas, o trágicas.
Ahora eso
sí, de lo que estoy totalmente seguro o por lo menos dispuesto. Es
que mientras transcurren los días esperando que el tambor del
revolver nos disponga un desenlace; cómico, trágico o terrorífico.
Lo voy a esperar susurrándote al oído... Todos los hechos y actos
de cualquier día, serán almacenados y liberados como esporas en un
hipotético mañana. Como un sinfín de fantasías, realidades
detalladas... o como una mezcla de ambas. Siempre balsámicas por
supuesto, como una cataplasma de hiervas con las que abrir nuestros
alvéolos.
- Sideshow By The Seashore
- Pup Tent
- California (All The Way)
- Tracy I Love You
- Moon Palace
- Beautiful View
- IHOP
- Lost In Space
- Beggar's Bliss
- Time to Quit
- Tiger Lily
- Bobby Peru
- 23 Minutes In Brussels
- Goodbye
- Fuzzy Wuzzy
- Everybody's Talkin'
- Chinatown
- Indian Summer
Nadie sabe donde estaremos pero nos ilusiona mucho ver a Luna. Joer, no me acordaba de ese tema "Bobby Peru", qué temazo. Un abrazo, crack.
ResponderEliminarDesde luego Johnny, nadie lo sabe donde estaremos pero de estar aquí seguro que esos días estaremos alunizando jejeje Bobby Peru es de mis preferidas de aquel disco y casi de su discogragía junto a la versión de Bonnie & Clyde.
ResponderEliminarSalut!!