- 13. THEE OH SEES / Floatin Coffin
El pasado
mes John Dwyer y sus secuaces anunciaron una temporada
sabática indeterminada antes de sacar a la calle un último disco,
natural; este cuarteto Californiano lleva seis años ininterrumpidos,
publicando andanadas de exquisiteces. Exquisiteces de aquellas que te
sacuden violentamente cualquier mínima señal de sopor,
acomodamiento, o conformismo; algo que te puede confirmar cualquier
sobreviviente de los sets en directo que dieron en España los
últimos dos años.
Y es fácil
para cualquier hype (palabra sucia, sucia, suc...), mencionar
en vano la etiqueta Garaje, Surf, Psicodelia etc etc etc. Pero para
este cuarteto de San Francisco, pecados a parte. No hay etiqueta ni
estantería que les sepa calificar o clasificar; limitando así en
estilo, o tomándose por el pito del sereno su actitud en un estudio,
o sobre las tablas de un escenario. A Thee Oh Sees todo eso les
sobra, y es tanto lo que les sobra, y la poca importancia que se dan;
que han tenido los santo cojines de publicar año tras año trabajos
soberbios.
Como se
pueden imaginar, este año no ha sido una excepción. Y sería capaz
de apostar mi cromo de Ayala, que incluso éste último es de
los mejores y más espontáneo de los que han visto la luz: Puro
Fuzz, nihilismo emocional, y Psicodelia apunkarrada (etiqueta
de nuevo cuño que me acabo de sacar de la manga ele!!)
- 12. ROY VALENTIN / Crónica
Si para los
que crecimos en los 80, los sonidos venidos del Reino Unido
principalmente fueron en esencia la loba que nos dio de mamar.
Crecer, hacerse mayor, y ampliar horizontes musicales para descubrir
que hay vida más allá del Punk, Indie, PostPunk, TecnoPop, y otras
hiervas; sería por así decirlo, como la excitante aventura del
Doctor Livingston que realmente llevamos dentro. Ya no gira todo
alrededor del ombligo del establishment Británico, y si uno
tiene la más mínima curiosidad por ampliar fronteras, descubrirá
la belleza sin límites de la música y como se desenvuelve en
diferentes contextos culturales.
Es el caso
de ROY VALENTIN y WILLIAM ONYEABOR: Dos músicos radicalmente
distintos, ubicados en puntos lejanos del planeta. Y tan solo
emparentados por ese pequeño detalle: ¿alguien cree de veras que la
música está todavía esclavizada y sujeta a los mercados
Occidentales? Por suerte no es así, y es una especie de suerte poder
descubrir propuestas tan reveladoras que nos llegan de puntos del
planeta tan inconexas.
Desde
Caracas (Venezuela) llega la aventura de Il Gimón aka Roy Valentín,
quien con ayuda de algunos amigos ha dado forma a todo un disco "Crónica". El cual ejemplariza con bastante acierto,
aquel espíritu emprendedor e imaginativo de la Nueva Ola; donde los
pocos recursos no eran impedimento para dar forma al talento y la
creatividad. Nueve cortes que se mueven entre la experimentación de
Derribos Arias o Beef, y el Pop emborronado de las bandas más
rugosas de Sarah Records (Boyracer) o las primeras referencias de
Creation, en aquel “Doing It for the Kids”. Un pequeño
bocado de Pop impresionista que redunda en la belleza de lo esencial,
y que publica el colectivo Entorno Doméstico.
12.
WILLIAM ONYEABOR / Who is William Onyeabor?
Siguiendo la
pista de los ritmos más soterrados por el inminente avance de la
jugosa novedad. He tenido el gusto de toparme con otro de los
misterios mejor escondidos del continente multicolor, aunque en
realidad es a David Byrne al que deberíamos dar el honor de tal
acierto.
Que el
Afrobeat y todos los ritmos que en los 60/70 confluyeron como un
claro exponente del colonialismo, y el mestizaje musical; es un echo
demostrable, si buscamos las conexiones invisibles de la música y la
cultura global. Lo verdaderamente sorprendente es descubrir a un
autor como William Onyeabor entre las leyendas urbanas; puesto
que todavía andan buscándole tras su deserción musical en aras del
Catolicismo. Y descubrir que el señor invirtió los papeles de la
cultura Africana y el Afobeat, cambiando lo que sería normal, por
una colección de sintetizadores analógicos. Todo ello en el año
77.
De ahí nace
un compendio de temas rescatados de su discografía, que va del 1977
a 1985. Y que nos desvela a un tipo que combinaba de manera brillante
el Afrobeat, el Dub, y unos rasgos más propios de la electrónica o
del Funk. Nueve cortes que superan en su mayoría los ocho minutos y
no bajan de los seis o siete, totalmente orientados a la pista de
baile: Crescendos y progresiones que flirtean con ritmos bastante más
actuales y separados en tiempo. Lo cual nos confirma que en tema de
música, todavía nos queda mucho mucho de dilucidar.
- 11. THE HAXAN CLOAK / Excavation
Hay tantas
formas de disfrutar de la música como estados de ánimo. Estados que
oscilan y se modulan al capricho de las circunstancias, y que a
menudo interfieren a la hora de caer en un estado de trance idóneo
para sumergirnos en ciertas cadencias. Allí, en esa parcela
concreta, podríamos situar a este joven de Yorkshire, junto
a: PHARMAKON, ONEOHTRIX POINT NEVER, o TIM HECKER.
Un universo que funciona de manera paralela a la electrónica más
convencional, pero donde las texturas cobran una relevancia más
trascendental si cabe.
Excavation
no es disco desde luego para escuchar alegremente mientras se
conduce, se hace footing, o se folla; Excavation absorbe,
abduce, y atrapa, además produce una sensación de inquietud,
desazón, y desasosiego realmente turbadora. Por lo tanto, lo mejor
es dejarse llevar y no intentar desvelar el desenlace, el porqué de
la trama, o el significado de las sensaciones.
Una trabajo
que cayó en mis manos los primeros días de la primavera, y que
escuché durante horas a solas en casa. Y que sin duda ha acentuado
esa obsesión tan mía por irme a los extremos: Buscar quietud,
visualizar y dar forma a determinadas músicas, y bajar las
revoluciones al mínimo para tomar las riendas de la perspectiva; y
éste desde luego es un Lp idóneo para eso, y para inspirarse
buscando fotogramas e incluso sensaciones hasta el momento
desconocidas. Después ya vendrá la sacudida.
- 10. MIKAL CRONIN – MCII
Si algo me
ha enseñado los años de búsqueda tenaz; ahora por la red, antes
por revistas, recortes, radios, y sesiones. Es no solo a quedarme con
el hallazgo propiamente dicho, si no a escarbar en los apéndices;
vamos, en los senderos que salen de aquel destino, y que nos llevan a
su vez a otros lugares aun puede que más excitantes.
Así
di con Mikal Cronin,
un joven impúber (y con eso además quiero expresar todo lo que
transmiten sus canciones), salido de entre los bastidores de TY
SEGALL y otras tantas bandas garajeras de la
zona. Con semejantes amigitos de viaje, cualquiera diría que el
destino inevitable de Mikal sería
perpetuar los ritmos guarretes y arrastrados de sus parientes. Pero
no, porque en esto de la vida no hay cosa más gratificante que hacer
migas las obviedades y tirar pa'l monte como las cabras.
Así
que el segundo trabajo de este joven nos vuelve a demostrar que ni la
música es una ciencia exacta ni los efectos que nos produce, un
patrón con el que clasificar por castas o razas. En este MCII
vuelve a ilustrar con una energía desconocida y necesaria las
virtudes del Pop colorido de guitarras. A veces con una mescolanza
arrulladora, otras con una arrolladora actitud a la hora de tejer
melodías vitales casi perfectas. Lo pueden llamar Power Pop de los
90, pero eso sería como decir que hay que ir en busca de ciertas
músicas a reservas espacio-temporales. Y va a ser que no.
- 09. LLOYD COLE / Standards
Cuando uno
acude a un concierto y se queda magníficamente embobado con los
espejitos de neón, con la luz que ilumina al artista, el murmullo
orgásmico del público, incluso ve que el cubata se convierte de
repente en una copa de Absenta; además de remate su ídolo le firma
el CD y se hace una foto junto a él. Está claro que no debería
poner nota a un disco, no sin perder de vista la imparcialidad o la
mesura.
Por suerte
siempre hay un tortazo a tiempo para ponerlo en su sitio y
desengañarse, y dar así fe de que al margen de la experiencia
inigualable de un concierto; hay sobretodo un disco que hace aun más
grande al propio personaje.
STANDARDS
no va a ser el disco que descubra a Lloyd Cole para
quienes la templanza y la justa medida sea la mejor virtud a
encontrar en un disco. Para los que conocemos a Lloyd desde su época
de Conmotions y su posterior carrera, Standards es cuanto
menos el disco que pone en equilibrio ambas carreras. Un trabajo que
cojea en el tema que abre el disco (una versión ajena), pero que
merece una justa escucha para descubrir alguna de las más bellas
composiciones del Escoces: “Period Piece”, “Myrthle
& Rose”, o “Diminished Ex”. Y que además como
dice su título; hace de la normalidad y la cotidianidad una virtud
de la que presumir cuando se la sabe apreciar.
- 08. GREGORY PORTER / Liquid Spirit
Que nadie se
piense que los que por aquí compartimos músicas, experiencias, y
placeres éstos nos llegan por inspiración divina. Si hay algo
“digno de admirar” en el placer de quien comparte , no es
otra que hacer del boca a boca el máximo exponente de la difusión.
Es por eso
que cada visita a casa de mi cuñado Jesus, con quien comparto el
placer por el Jazz, el Latin Jazz, el Blues, o cualquier ungüento de
oscuro color, es perfecto para pasar las horas masticando y
deglutiendo cultura en su más amplio espectro. De allí han salido
Afrocubism, A.C Jobim, Piazzola, Miles Davis,
Martirio, Bolita de Nieve, John Coltrane y una
infinidad de nombres más. Del mismo agujero donde apareció este
bonachón de San Diego.
Un Gregory
Porter al que es un placer escuchar como fluye y discurre tal y
como titula su segundo trabajo. Un trabajo donde no se echa mano de
un Soul amable y para todos los públicos, como algunos puedan
predecir a estas alturas de película. En Liquid Spirit cuesta
determinar un género concreto, y esa es la verdadera genialidad de
este hombre: Soul, Jazz, Funk, Blues y hasta grandes melodías que
pueden invocar al mismísimo Marvin Gaye, con un toque más Sinatra
si cabe.
- 07. OLA PODRIDA / Ghost go Blind
Puede ser
que para cierto sector, el regreso de David Wingo genere
ciertas discusiones o incluso parezca a ojos de los sesudos, una
pequeña traición al folk rupestre y ensoñador de sus primeros
trabajos. Es cierto!! Ghost go Blind es un disco abierto y si
se quiere comercial. Pero lo ha hecho y sí, ya puede volverse a su
choza de Texas; no hombre no!! Aunque sea solo porque ha regresado
por partida doble: Una como una ola, y otra junto a Explosions in the
Sky en forma de banda sonora (otra de sus grandes especialidades).
Bromas a
parte, puede que sea este uno de los discos que más han sonado en mi
coche este Verano. Es cierto como digo que la crítica no ha aceptado
de buen grado la accesibilidad de sus nuevas composiciones; fíjense
que lo comparan con Coldplay. En fin, me imagino que cuanto más
influyente es un medio más críptico y trascendental se vuelve.
Ghost go Blind es un disco ante todo digestivo, se pueden encontrar
canciones que nos evocan a nada desdeñable Folk de concepción más
Lo fi. Pero se nota que detrás hay una banda y en toda su amplitud
suena sobretodo más vigoroso y veraniego; manteniendo eso sí, esa
melancolía confortable que tanto lo caracterizan.
El de LLoyd Cole me gusta bastante pero no me entra todo el disco. El resto no controlo, brother, habrá que ver, volveré a escucharlos porque algunos me has sorprendido con tus textos. Abrazo.
ResponderEliminarJejeje bueno amigo JOHNNY en cualquier caso son percepciones personales. El de Lloyd Cole he de decir que lo vi en directo, y fue tan conciliador que hace que a uno le cambie mucho la forma de apreciar el disco. A mi personalemente no me gusta como empieza y hay alguna canción que al escucharla en acústico con toda su esencia cambia bastante en el disco, luego es casi como si escucharas otro disco distinto.
ResponderEliminarA eso me refiero, en general últimamente me cuesta encontrar discos que me aorten las mismas sensaciones que hace 20 años;tampoco lo busco. Pero cuando me pongo a valorara todo lo que he escuchado este año no es que lo que no sale en la lista me halla disgustado, solo que cuando valoro un disco. A parte de que me guste o no, también aprecio su capacidad para revivarme; no se si me explico... es como darse uno un chute de adrenalina o plantearse preguntas a las que uno solo puede responder instintivamente.
Claro que desde que pinchaba también he de admitir que nunca he entendido la música sin la magia de mezclar géneros incompatibles a primera vista, por eso lo dejé jejeje porque ponía cosas muy raras (es una deformación profesional que aun conservo).Ey!! pero MIKAL CRONIN y THEE OH SEES tienen un saque muy bueno, sobre todo para enderezar un mal dia.
SALUDOS!!
Te puedes creer que aún no había escuchado a The Oh Shees? mira que te he oído veces hablar bien de ellos, y a Viola también, pero nunca me había puesto con ellos. Suenan muy bien, buscaré algo más para profundizar en su propuesta, oiga. De esta parte de la lista me han gustado mucho los venezolanos (que sorpresa su procedencia) Roy Valentin, cuya canción que has puesto y francamente hipnótica, muy buenos, William Onyeabor, genial, sabes que me gustan los ritmos africanos y este además va más allá en la exploración, por cierto, sabes si es el tipo de la portada? jaja, es que es clavao a un actor de los 80's cuyo nombre no recuerdo pero que si no estoy en un error salía en 'El príncipe de Zamunda', The Haxan cloak, belleza que penetra bien adentro del alma, y Gregory Porter, sencillamente magno, excelente! se me van los pies...
ResponderEliminarAh! y dos piedras para los que no han sabido aceptar la evolución del gran David 'Ola Podrida' Wingo. Un genio.
Oye TXARLS, pues yo me perdí a los THEE OH SEES hace dos años en el Primavera el día que venía de ver con LAPOR a White Denim. Y la verdad es que el concierto de los WHITE DENIM fue tan progresivo y paranoico que me supo mal arrastrarla al de los Thee Oh Sees. Total que el año pasado no lo perdoné y allí que me planté con un colega mío amante de las guitarras y su hermano, y lo gocemos como no te puedes imaginar.
ResponderEliminarLa verdad es que es una de las pocas bandas de ahora que me remiten a los Pixies de antaño, a los Cramps y a esas bandas que tanto escuchaba con 20 años.
Por otro lado me alegra que te halla gustado el batiburrillo que hay en mi lista, ya sabes que siempre dudo que mis contrarstes gusten por igual a todo el mundo. Pero es una propuesta de enmienda que me llevo planteando desde hace un par de años; no seguir el camino de la lógica y dejarme llevar por mi curiosidad. Es la única manera de no caer en el aburrimiento y a mi edad es importante jajajajaja.
Por cierto TXARLS que me dejaba cosas.Creo que es el propio William Onyeabor el de la portada pero a mi sin embargo me recuerda a un boxeador de color que salía creo que en algún programa de tele 5, uno retirado de origen latino... no me acuerdo como leche se llamaba. La canción de Roy Valentin a mi me recuerda un montón en el compás de la percusión al Bela Lugosi is Dead de Bauhaus, vamos que incluso parece un sample. El disco lo puedes descargar desde la página de su sello de manera totalmente gratuita, y merece mucho la pena el proyecto.
ResponderEliminarPepe Legrá!!!! que sonao estaba pobre mozo, siempre salía descojonándose por cualquier cosa, que recuerdos tan casposos :D
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