sábado, 8 de agosto de 2020

SERIES SERIAS: UNDONE, BENDITA LOCURA.

 

Que bien, pasar el tedio hacia mi liberador permiso vacacional entre semejante disfrute visual, plástico y lírico, amig@s!!
Mirar p’allá, pal fondo. Admirando el ocaso de fritura térmica amordazados todo el día como andamos. Y esperar la noche de virtual inversión térmica para merendarte entre pecho espalda, esta estimulante serie de animación. Con más chicha que un potaje, y refrescante como un baso de gazpacho.

Es casi lo mismo que cuando con 14 o 15 años me subía al terrado cada noche de verano, allí, en el pueblo. Y devoraba capítulos del Totem, libros de bolsillo de Marvel, Cimocs, o el 1984 a la fresca; cualquier cómic que caía en mis manos era bueno.
O los Víboras completos que guardaba mi cuñado en una bolsa de basura, correlativos. Y que junto con sus discos, eran la trampilla para asomar las narices a otros mundos, los míos.
Lo que pasara de puertas para fuera, o un metro a mi alrededor. Sinceramente, me importaba un carajo.

Pues el lenguaje visual e intuitivo que usan Raphael Bob-Waksberg (BoJack Horseman), Kate Purdy y Hisko Hulsing; sin olvidarnos de todo el equipo de animadores y algún guionista más que se suma a este precioso proyecto polimulticultural. Y la forma que el receptor lo recibe y traduce en estímulos: placer, inspiradoras reflexiones, y esas cosas que te cosquillean el cuerpo y te recuerdan a aquello que impulsaba tu juventud como un carburante.
Es sin duda muy parecido al de las historias gráficas, y a como percibiamos los lectores de cómics sobre el papel, sin posibilidad alguna que se igualase en la pantalla.
Salvando contadas excepciones como esta, claro. Que suerte!!


Es una apreciación personal, claro está. Pero ocurre a veces, que uno está cansado de ver las historias contadas sieeeeeempre con los mismos códigos y clichés. Esperando desenlaces y resultados con el manual en el regazo y consultándolo de reojo (para no perdernos).
Aquí, ALMA (la protagonista): Con un carácter ya de por si quebrantador o rebelde, en el seno de una familia huérfana de origen latino de San Diego, y fuertes convicciones religiosas. Se encarga de poner un poco patas arriba la forma de contarnos su vida, como la percibe, y hacia donde va la arrastra.
Pues es el ama (o alma) y dueña en todo momento, de como va a suceder todo desde el primer capítulo, hasta el octavo que es el último. De apenas media horita y sin excusas esclavas que valgan: - Que si las manijas del reloj me echan una carrera. - Que el niño sale de clase, o esa vigilia hipnótica del sueño que te canta…
- Mírame fijamente!! y dueeeeeerme.

De narrativa contorsionista pero deliciosamente digerible mientras juega entre el drama, la comedia o lo fantástico. La técnica visual rotoscópica y su hipnótica belleza visual, acaba por hechizarte prácticamente a los dos capítulos.
Pero sobretodo, su encanto para mi gusto, más llamativo. Es su curiosa manera de jugar con lo fantástico a veces, otra con lo extraordinariamente terrenal, los dilemas morales y los traumas que acaso pudieran condenar nuestra vida. E incluso someterte a un examen intrigante donde siempre pende la duda: Se balancea. Te ríes, te extrañas y desconciertas… Pero te encuentras tremendamente a gusto en su angustiosa psicodelia.
Y mientras tanto, siempre te quedas con ese esbozo de sonrisa. Que es un síntoma indiscutible de que estás disfrutando. No?

Ante ese veredicto (el mío propio y personal) el de la sonrisa digo. Voy a obviar muchos más datos de qué ocurre en la serie, el porqué deberías verla. O a chafártela con el tenedor y echarle un chorreón de aceite explicándote lo que vas a ver.
Faltaría más!!
Solo voy a ponerte una canción, y un vinito porque… Ya sabes.
Yo, no hay placer que no asocie a una canción; aunque no haya manera de ver, y escuchar una canción a la vez. Estamos?
Pero tras verla, poner un disco para musicarla. Y beberte una copita mientras la ves?
Si no le ves a eso la utilidad. Apaga y vámonos!!
Que disfruten y salud!! Mucha salud






El Mentider 100% Trepat de D.O Conca Barberà:
Un vino ligerito y de poca extracción, tremendamente frutal, que se puede beber ligeramente fresco, y que acompaña a cualquier comida o aperitivo de manera jugetona y adictiva.
Un gusto para no dejar de beber tinto en tiempos de calor, y además muscular las papilas gustativas con complejidad, sapidez y sin la necesidad de comer si así se da el caso. Recordando un poco al Pinot Noir o a la Bobal, en sensaciones refrescantes. 14/15 Euretes

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