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viernes, 14 de junio de 2019

DUELO EN EL PÁRAMO: THE INTELLIGENCE EN LA SALA UPLOAD 5/06/2019

 


Con el hallazgo a día de hoy, de algunas víctimas desfarriadas por el Fórum; tras la resaca del mastodóntico Primavera Sound.
Barcelona amaneció igual que en el Mecanóscrit del Segon Origen, vacía de pasión y riesgo.
Y es lo que tiene darlo todo como si no hubiese un amanecer, cuando insaciables festivales como el Primavera pasan por una ciudad como Barcelona, achacada ya de por si, por los males del postmodernismo: Que engullen como en un remolino, a todo aquel que precisa de la comodidad del pack para darse en tres días. Un atracón con lo que se supone “es todo aquello que uno necesita para estar al día”.

Pero claro. Hay una especie de suerte con todo esto de la música:
Que por muchos medios donde hacer escala para descubrir, ¿informarse? O imaginar que estás al día, que haya. Siempre y digo suerte hay infinidad de interesantísimas propuestas, que ya por estar al margen del barullo, dan una garantía de emociones muy por encima de la media.



Es el caso por ejemplo, de THE INTELLIGENCE:
Una banda con campo base en Seattle desde 1999 y nueve álbumes + su reciente vuelta, de nombre “Un-Psychedelic in Peoveycity/2019) Juno Records. Es parecido y medio hermano de los todavía en boca de todos (Ty Segall, Thee Oh Sees o Mike Cronin), y sin embargo increíblemente desconocidos para las masas enfervorecidas.
Bandas que todo el mundo de intachable modernidad conoce. Pero que en realidad pocos son capaces de seguirles la pista, o por lo menos el ritmo de pedalada y mensaje sin condicionantes que reparten de manera compulsiva cada añada (el último fenómeno son los King Gizzard & The Lizard Wizard).
Digamos que dentro de la escena alternativa psicogarajerapunk americana, son en realidad, los que avanzan sin frenos ni contrapartidas para con el business entertainment. Y por lo tanto, de los pocos que realmente transmiten lo más parecido a lo que se cocía a finales de los 70/primeros 80 en el mal llamando indie Británico.

Experimentación con sonidos, regresos al principio de la New Wave Americana, Punk pasado por la batidora del Garaje y los Nuggets más ácidos. Pocas manías para de un salto embarrarse con el Pop, el Glan o el Krautrock lisérgico o mecánico…
Eso podría decirse que son THE INTELLIGUENCE: Un todo o nada de diversos sonidos, pero una reconocible manera de construir su música. Que los hace únicos en su especie, pese a emparentarlos con cosas como: Magazine, Clinic, Monochrome Set o vete tu a saber, así,de oídas.
Y por excusar a la marabunta. El inconveniente para quien quiere acomodar su sesera y oídos, en algo más afable, predecible o popular; nada nuevo en el horizonte.

Así pues, cuando Lars Fingerg subió al escenario y se encontró con 30 escasas personas de público, entre risas no pudo más que saludar con un “good morning”. Como si la banda se presentara a dar un set en una terraza mañanera a modo de aperitivo.
No tuvimos las cuatro cabras descarriadas, la suerte de ver a las guitarras y voces acompañándolo, ese guitarra de The Shins Dave Hernández; quien sí a vuelto a tocar en su nuevo álbum. Aunque quien lo suplió, dio la talla sobradamente.

El enésimo desaguisado de otro de tantos festivales; en este caso el SON GALICIA: Quien se ha apropiado del concierto cambiado su ubicación inicial del céntrico Rocksound, al inóspito Upload en el anacrónico Pueblo Español de las afueras de la ciudad.
No logró que la profesionalidad de la banda, y un público dispuesto a levantar la noche a base vítores. Nos regalara una especie de live dedicado y a medida, la mar de chulo, entretenido e igualmente revelador.

En el fondo, los que venimos de épocas heroicas donde lo alternativo: ni era tan mediático, ni movía a miles de personas. Acabamos satisfechos incluso, de confirmar que las modas y las masas, en realidad siempre han ido tarde cuando de lo que se trata es de mojarse para pescar.
 


El sonido cacofónico de la sala se suplió con la contundencia de un Kaanan Tupper a la batería, y el onduloso bajo de Drew Church. Quienes ejercieron su capacidad de metrónomos, para acompañar los salmos de Finberg a lomos de esas guitarras taaaan!! trepanadoras.
Destriparon parte de su último disco, quien camina bajo una atmósfera menos cáustica que su anteriores entregas. Pero que en cambio contiene una parte lisérgica tan hipnótica la de aquellos “Going Up” o Porcupine de los Echo & The Bunnymen, insolados de surf matropolitano.
Más como una sensación o ambiente, que como un estilo que se asemeje estrictamente.
Pero realmente, el chipotle de la noche lo pusieron el basto ingente de agujetas que como canciones tienen: Empezando con “I’m Closed”; que arrancó la velada. Siguiendo con “Janitors”, “Thank you God for Fixing the Tape Machine”, “We Refuse”, “The Galaxy”, “The Entertainer” y la psicótica “Like x7” . Y acabando con un vacilón “Dim Limelighs, dentro de otro de los discos que más protagonizaron la noche: Su demoledor “Everybody’s Got it Easy But Me/2012”.
Tanto, que incluso demandó de un bis por la locura desatada en la platea, y el alumnado desbocado.
Nos señalaron y enumeraron en fila de a uno, con la licencia incluso de pedirles canciones dedicadas; que es lo que tiene no poder mimetizarse con el gentío. Y pensar incluso que esa canción, ¡esa canción! Te la estaban cantando a ti!!
No había sentido jamás nada parecido lo juro.
Pude hacer amigos y todo (que es lo que tiene llegar una hora antes por el porsiaca). Amigos desconocidos, pero todos de la familia de las treinta criaturas con más luces que la feria de Abril, a la redonda.
Que no harán estos ajustadores y alicatadores del alma con más gente que en una boda gitana. Y no digo con cien más, pero con el doble?
Igual nos dejaban por dentro mejor dispuestos que un parque acuático, para que las neuronas, células, ocurrencias y glóbulos se tiraran desde oídos y cerebro, como en un tobogán.
Por lo menos.

lunes, 29 de enero de 2018

BLACK ISLANDS_DISCO NUEVO_2018: EL LATIR DE LOS TIEMPOS




Los tiempos cambian y nosotros con ellos. O somos nosotros los que nos empeñamos en cambiar el curso del tiempo?
Notaste que ya no te despierta por la mañana el cantar de los gorriones y sí el berrido de las cotorras? Que las gastroenteritis se solapan con la gripe, o el moquillo mañanero. Y que no es resaca sino achaque. Tu madre no te daba Quina San Clemente con una yema de huevo?
A mi la mía me llevaba a ver a la Virgen Cochita en busca del remedio contra la querencia de mil males y recaídas. Era un niño enfermizo; todo un hecho. Y pese a nacer rechoncho y con cinco quilos ochocientos, era asiduo al practicante y sus inyecciones: Catarros, bronquitis, ataques de crecimiento y hasta unas fiebres tifoideas; que lo no me mate, me haga inmortal digo yo.
Y que pena que en vez de someterme a las ventosas de yogures, mientras veía inválidas caminar mientras lloraban y se orinaban, madres en llanto, y vivas!! en forma de oda gospel. No existieran por entonces semejante medicina de Popunk centrifugado, como el que BLACK ISLANDS me sacude estos días de propósito mental de 2018.

Miro al cielo con los ojos en blanco, la mente negra y el corazón podrido. No me pongo en manos de la providencia, aunque según tomo conciencia de lo que me acorrala la vida y sus esbirros, igual es la única posibilidad; el sentido de la coherencia no, desde luego. Y estos, los retumbes y redobles que sacuden conciencias a base de dejarse caer cuerda abajo a las catacumbas y caminar por las grietas:
Canciones que piden volumen alto, acompañan el grito a la salida del trabajo; si lo tienes. Y que por pura inercia son y deben, su naturaleza al tiempo que les toca vivir.


Black Islands han vuelto tras casi cuatro años de su increíble debut con Burguer Records. Y lo han hecho con la determinación intacta e incluso reforzada, de quien convierte las trampas, zanjas y obstáculos, en pura energía. Un regreso musculoso y fibrado que lee el presente sin renunciar al cáustico Rock de los 80 “Made in”. Para que de ahí salga algo que conecta de manera inherente nuestro pasado rockero con más solera, la travesía hereditaria de los noventa y... lo más importante: La feroz personalidad de quien lo toca, cuando lo toca y cómo lo hace sonar. Haciendo que esa indeterminada frontera entre el pasado, el presente y el futuro sea tan solo una mera interpretación, con el único objetivo de ser uno mismo.
Diez canciones imparables donde la inocencia juvenil da tantos hachazos como besos. Y que no desfallecen, y deslumbran por la intención de no andarse por las ramas cuando la inmediatez es su mejor valor.

En la escena actual nacional hay dos maneras de hacer las cosas o de bregar con el momento, que también podría valer para la internacional supongo. De echo creo incluso que es válido para todo en la vida:
Seguir el curso y la inercia de las tendencias, mayoritariamente puestas en manos de los lumbreras: Tipos que dedican su vida a convertir la nuestra en una interfaz cómoda o en una smart live no táctil, sino tan integrada en nuestros hábitos como la repetición de las cosas. Y nuestro clientelismo claro: Gente que con tal de no calentarse la cabeza y hacer de su vida un sino lúdico, se ponen en manos de los primeros.
Es cómodo, es una inercia e incluso un viaje de no retorno. Cuanta más gente hay así, y es un hecho no confirmado pero real, más raros somos los que pensamos distinto. Te llamarán vejestorio y no adaptado al futuro; estás caduco. Vives anclado en el pasado, cuando el pasado ahora, solo es un icono para molar y poco más.

Bueno, pues tras este sermón reflexivo, ya que cuando escucho un disco, no solo lo disfruto, sino lo interpreto e intento buscarle una causa/efecto a lo que me genera.

DISCO NUEVO de BLACK ISLANDS contiene esos efectos secundarios de toda medicina que no solo pretende que bailes como un cabrón. Sino que además es una piel nueva que sigue la marcha de bandas como Las Ruinas, Tigres Leones, Pablo under Destruktion, Cuello, y bueno... Un montón más que al margen de conexiones estilísticas, creo que se caracterizan y complementan por una actitud común a la hora de proyectar influencias, pasado, e identidad propia.
No solo hay una novedad más que evidente, grabando el disco íntegramente en castellano. También tenemos un empuje rotor que mueve todos los engranajes, aprieta ajustando cada clavija o resorte, y engrasa cada nota a una sola. Black Islands es una banda que funciona sincronizada como pocas y que en este disco ha dejado constancia. Sus canciones claro está, lo transmiten. Y si bien es cierto que lo principal, en un disco, es que entre por las orejas directo al corazón. También hay un latido invisible, que a ciertos especímenes nos lo facilita. ¿se acuerdan de Ramones, Motorhead o los Pixies también, por ejemplo?
Pues supongo que sabrán de que les hablo cuando escuchen “Juventud Perdida”, “Reino Animal” o “Transfobia”: Tres canciones que nos levantan un palmo del suelo tras la hedonista “Playa Interior”. Y que hacen que una curiosa especie de belleza optimista manchada de oscuridad y agitación, se revuelva entre la ambivalencia y la contradicción.
La métrica exquisita de “Exilio de Amor”, que convierte la amargura en un pequeño himno de bolsillo. Su Pop de tonos grises con reflejos soleados que juega con el paso cambiado, la parada en seco o los textos que se cantan sin seguir ese estribillo predecible en “King Kong, el último abrazo”; cuando cierran el disco y se declaran inmortales por propia decisión, en un surf caústico sobre olas de afiladas rocas. Dan vida a un disco que rezuma la frescura de una banda que ha hecho de cada canción, un grito puro y libre. El homenaje a Wedding Preset de “Chaqueta de entre tiempo”, ya no por influencia, sino por la paleta de colores que se utiliza en este disco (Parálisis Permanente, Lagartija Nick, Surfin' Bichos, Jesus & Mary Chain, The Cure e incluso los Burning).
Creo sinceramente que una de las cosas más chulas que transpira todo el disco en cada una de sus canciones; por la forma, la intensidad, sinceridad y poesía juvenil. Es ese nexo entre toda una generación de bandas que nos quedan muy lejos, pero que son parte innegable de nuestra cultura musical; sobretodo la de aquí. Y que hacen que la música pueda ser única e inmortal.
El compromiso con los textos y la rítmica de “Reino Animal”, que perforan las tripas. La belleza magnífica de “Hospital” que catapulta al cielo, con la perspectiva que da la altura sobre lo que hemos sido o lo que queremos ser. O el “Ora Pro Nobis” que clama al cielo los problemas de la conciencia, la fe y signo de la vida.
DISCO NUEVO tiene bastante más mensaje y mala baba del que se aprecia a primera vista. Y sin lugar a dudas, uno de los trabajos más fieros, directos y prometedores del panorama nacional, en el presente año. Con una manera tan fácil y a la vez efectiva, de conjugar tantas señales que nos proporcionado numerosas décadas. Como de convertirlas en canciones imperecederas y tonificantes.
Una cita ineludible, obligada e ilustradora de nuestra música. En la CAPSA del Prat, donde su magnífica acústica dará cuenta de dos bandas imprescindibles para entender la escena alternativa con pasado, presente y futuro.

LAGARTIJA NICK & BLACK ISLNADS, el 3 de Marzo.

domingo, 26 de noviembre de 2017

GEORGE BEST Y LA IMPORTANCIA DE SER KEVIN_30th




No os lo vais a creer como corrían, saltaban y resoplaban entre el sudor de un Otoño más que inminente. Porque si hay todavía alguien que discrepe en la capacidad de embeber de tiempo y edad que tiene la música, a los leones con él!!

La mirada atónita de los virtuosos del jazz que decoran la Nova Jazz Cava de Terrassa, fueron testigos del extraño suceso:
Las luces confluyendo sobre el skatalítico escenario del coqueto auditorio de artesonados, apantallados, la forma de la platea; que bien podía ser la de una ermita en lo alto de un promontorio. Y un puñado de acólitos donde ya por tiempo, ni jerarquías o galones hay que valgan. Si no es la palabra y el acorde a golpe de “Oh Why do you catch my eye, them Turn Away?” los que prácticamente resumen el secreto del elixir de la eterna juventud.


GEORGE BEST se publicaba hace una treintena de años bajo el techo de Reception; prácticamente autoeditado. Y allí, en su flamante 1987 de puente colgante, entre la herencia punk de finales de los 70 y lo que sería el rebrote del indie como un alka-seltzer a punto de ebullición. Treinta años después, sigue siendo uno de los más frescos testimonios del Pop ganzúa. Con el que forzar ese cofre que explica de que va el indie de la era verdadera.
Ese mismo que el pasado 5 de Noviembre, a base de melodías. Acabo convirtiéndonos a los allí presentes, en niños de ojos brillosos con su juguete favorito entre las manos.
Hubo incluso algún que otro relevo generacional de padres a hijos: De padres que se vuelven criaturas momentáneas, y de abuelos que invierten su reinado en timbas de tengui y falti; que si no fueron todas, sí los amuleto.

The Wedding Present, ya tan solo con el bueno de David Gedge al frente. Ha sabido rodearse de discípulos aplicados, en eso de dar a su temario más clásico el tono adecuado. Y a sus nuevas composiciones la entidad acorde con su evolución.
El cuarteto de Leeds, no es que haya cambiado o se mantenga tenaz en un sonido de culto estático. Sino que ha sabido como pocos, contextualizar la idea del Pop de guitarras en su tránsito hacia la actualidad: Mezclando y equilibrando la sonoridad de su primera época, la de Seamonsters, la reflexiva de Take a Fountain, e incluso la de Cinerama. Dando con ello, a un sonido flexible y maleable como pocos podrían imaginar en una banda como los Wedding Present, con fama de tener recursos limitados y un sonido pretoriano. Sin embargo, su frenética actividad desde hace ya quince años los ha hecho justos merecedores de por lo menos: la justicia de debatir sobre la equidad entre su pasado/presente.

Y lo cierto, y esto es una opinión totalmente personal, creo que no hay tal discusión; descartando la mera cuestión de gustos.
Porque una cosa es el deseo que tenga uno de poner los ojos en blanco y alcanzar el mantra con las canciones de su juventud. Y otra bien distinta, el recorrido fondista que tiene su temario; y sobre todo el menos agradecido para la crítica.
Arrancar en frío con un “Once More” a pico y pala por ejemplo, es de ser un padre muy cabrón. Ver que tus pies quieren elevarse del suelo, para volver a un “Yeah Yeah Yeah” Watusi. Y forzar su lado más simbiótico Cinerama/Wedding con “Girl in DDR” de una pobre y abandonada Valentina. Si es que los hay todavía empeñados en mezclar churras con merinas.

Y es que además, meterlo en un contexto de chip George Best ochentero, que es lo que todos esperábamos. Es de tener las pantecontepantes muy bien puestas; y me encanta!!:
Ahora que un “Corduroy” del Bizarro. Y ahí, cuando más apuntito estás... la preciosa “Perfect Blue”. Pareciendo todo ello y ante mi creciente impaciencia, un curso intensivo de la vida de los de Leeds en seis actos.
Porque amigos. Aun y apurando el suspense. A estas alturas de función, Wedding Present siguen guardando caramelos en el forro de su roto bolsillo al estilo de sus mejores caras B sorprendiéndote con un “England” instrumental, descomunal. Que nos preparó con modularidad y suspense Hitchcockiano lo que vendría a ser: -Y de repente Felicidad?

Ya lo decían hace 35 años Edwyn Collins con los Orange Juice, y lo repetían los Wedding cuatro años después: Now I'm in a stupor
Behind the scenes which say
This was is OK
The clarity of my eyes
Shines both in memories of past victories
Fine scenes shining while, shining white
FELICITY a fin de cuentas. Que aunque no sonó, basto con ese brillo de ojos, los aullidos y las sonrisas, que parecían ser un mismo reflejo de la de David; porque su sonrisa lo delataba.

Sonaba “Everyone Thinks He Looks Daft” trotando rocinante como los cascabeles. Afinando y modulando las guitarras en un ejercicio más Pop que Punk y luego... “What Did Your Last Servant Die Off?” pareciendo brillar el sol por encima de unas montañas en plena noche del Domingo: igual que ese preciso whiskey después del café que te quita veinte años de un bofetón. Sabes que hay canciones del George Best, y hay muescas todavía recientes en tu piel de cuando la vitamina joven todavía relucía. “Don't Be So Affraid” flojeando las piernas y así hasta trece, entonándose in crescendo ascendente, de quien bebere y mamare guitarras de las que arañan en plenos 90 veinteañeros.
A Million Milles”, “All This and More”, “My Favourite Dress”, “Shatner”, “Something and Nothing”, “It's What You Want the Matters”, “Give me Love to Kevin”, “Anyone Can Make a Mistake”, “You Can't Moan can You?” y un “Bewitched” incorporado a la fiesta; como la guinda del pastel.





No sabría decir si fue Kevin quien me partió en dos el corazón. Si fue el abrigo de buenos, grandes y viejos amigos con hijos que pueden ver a sus espaldas. De padres/hermanos que suben por el helio vaporoso que despidió ese último pacto diabólico de D. Gedge con su pasado. O porque si las cosas cuando se hacen por que sí, y porque apetecen a fuerza de darle kilómetros y betún a una Capitone Mercedes; tienen eso: QÍMICA.
Huesudas y formidables odas al fin y al cabo, que se levantaron como benditos resucitados; y con ellas nosotros de la mano.
Siento que nos elevaron, que cerramos los ojos pero que todo transcurría como las moviolas: de adelante hacia atrás, al unísono. Que hay discos y muchos esenciales o míticos, pero pocos que deberían pertenecer a la escuela de primaria, caligrafía y ABC de la música esencial, donde el Pop es (la verdad absoluta y más inocente de mi vida).
Y que aunque uno pueda creer que su criterio es débil en nostalgia . Tanto que a uno ya a estas alturas se le hace una duda discernir la legitimidad de andar siempre hacia adelante, morderse la lengua a la hora del: - En mi época si que!!...O dejar que todo pertenezca a una simple mirada cómplice. George Best forma y formará parte de ese pequeño universo Pop rudimentario de barrio, que ahora nadie se atreve a emular. Igual porque hay cosas que pertenecen a décadas y sus habitantes. Secretos bien guardados. O demasiado querer parecer lo que no se es.
Pop desnudo, sincero, ingenuo y salvaje en la simpleza de sus acordes... Y pese a todo, inigualable en tiempo y actitud. De revisión obligada si se quiere entender de que sin pequeños no hay grandes que valgan, y lo más importante:
Que treinta años sigan ahí, indelebles y tocadas como los ángeles. Con más pasión si cabe y sin el desgaste de los años. Con un autor fiel a su idea de concebir el romanticismo Pop, a base de enriquecerlo sin la más mínima intención de cambiar. A golpe de furgoneta, con un perrito y unos chavales que insuflan más vida que la que nos quitó la edad.

PRIVILEGIO

viernes, 21 de julio de 2017

SLOWCOACHES_NOTHING GIVES_2016: TODO LO QUE ESCUECE CURA



Que los planos se tuerzan justo cuando queremos trazar líneas nítidas y rectas en este laberinto veraniego, es un hecho contrastado. Más si cabe cuando con los brazos al cielo el lerenda (en este caso quien firma), ve como en cuestión de cinco días cancelan dos de esos conciertos salvadores a los que uno se aferra a las puertas del infierno.

No son los protagonistas, los motivos circunstanciales ni aquel abuelo que te tangó la última botella de 3 lustros en un acto de humanidad lleno de pedantería; que eso también pasó, pero es de otra fanega.
Que caigan llamas del guardarropía de Sidecar y el repeinado líder de Orwells ponga pies en polvorosa a la cuarta de canción, puede ser un accidente; sí eso, un accidente. Que se nos venda como la reencarnación de Daniel el travieso con la melena cardada, y se presente con el look de Brett Anderson y se nos raje, eso... Yo a eso lo llamo vendernos praliné tres colores por nocilla. Sí sí, mmedá lo mismo que me digan inconsciente y rencoroso.

O se es punky, o un domador de pulgas del circo cric. Ahora eso sí, los que triunfaron fueron los organizadores y la sala Sidecar, de los que aun estoy esperando una disculpa formal pública o por email.
Y que te agarres como ángel salvador al bolo de Ron Gallo tres días después, para que venga y diga que el zagal cancela por imposibilidad de cuadrar fechas a un día de tocar el el FIB. Eso... yo a eso lo llamo ser cenizo diplomado.

Menos mal que mi socio Xavi, y quien aquí caza el mal de ojo al vuelo , nos emperramos en dar el sentido real a las soluciones por encima de los problemas. Y de lo que pudo ser un viernes desconsolado se hizo tornasol:

Son la gente, los líquidos por los que nos deslizamos, o el optimismo por encima de la penumbra; que es relativa. La gente sobre los motivos: Jackie, Georgia, Xavi, la amiga o la vedette. Pues no acostumbro a maldecir el nivel de desgracia que debería hacer que me compadeciese. Y prefiero pensar que hasta la vida es un accidente en si misma, y nosotros la guerrilla que busca la contraofensiva; si es con el estómago lleno mejor.
Porque tampoco vamos a negar la complicidad del CELLER CAL MARINO con sus platillos, vinos y jereces. Y la compañía y la oratoria que ayudó. O la hierva camino de Singapur rematando de cabeza en fuegos artificiales, con THE MEETUP y LOS BENGALAS untando de brillantina y vainilla la noche.

De vuelta a casa en virajes ortopédicos y luces que se traducían como mensajería morse, atronaban SLAVES. Ese tipo de latigazos que rubrican y ensalzan una noche como tal; singular.
Esos mismos aguijonazos que suenan igual que las trompetas del apocalipsis, pero más al estilo de Radio Prague. Confirmando de forma apoteósica el objetivo, sea cual sea: El final de la jornada, el nuevo día o el regate con grácil soltura de la enésima trampa del dios Xólotl.
Por eso, cuando arrancó por primera vez “Living Out” al rebufo del 2016, algo prendió la mecha. Algunos dirán que como tantas veces a pasado, hay una generación en descomposición sin marcha atrás que siempre se aferra al pasado: Fueron los 60, los 70 u ochentas, no se si los 90 van camino de convertirse en un mito para infectados. Pero igual es el tiempo necesario para concluir con certeza lo grande que fue algo. Hablamos de añadas, que igual son décadas.
Los muchachos de Leeds, SLOWCOACHES así pues, podrían ser ese eslabón perdido capaz de aunar la rabia inocente de RAMONES y el vigor prematuro de ASH: Punk con el miedo que da por pura actitud y esencia por encima de la canción.
Un conjunto de dentelladas con el revés de Serena Williams y el natural atrevimiento de Kilian Jornet; magia y mala hostia.


NOTHING GIVES le dio la extremaunción al 2016, como si las rebajas de navidad nos obligaran a soltar lastre. Sólo que a veces, los que como yo, saldan su deuda con las manillas del reloj a golpe de timón, sucede. Y necesitamos el pescozón de los doce demoledores cortes que dan cuerpo a este vigorizante disco.
Un debut de largo el de este trío, que no da tregua de principio a fin. Con el mérito incluido de defender como gato panza arriba lo que muchos ya reniegan como Punk, Popunk o el fuzz que ahora prefieren etiquetar. Sin saber del todo, si es que ya nadie esta preparado para el sentido etimológico de la música o prefiere echar a correr cuando oye hablar de las esencias más puras y virginales.

El caso es que entrando a desbrozar. Nothing Gives tiene la ventaja sobre otros elixires que brotan bajo la espesura. Que carece totalmente de pretensión o de impostura con ánimos de caer en gracia. Suenan tal y como lo haría cualquier banda lejos de la City, amamantados entre Pubs, bancos de parque y depresión laboral. Música como arma arrojadiza tal y como se escupe la creatividad por simple supervivencia.
Quizás esa sea la razón más evidente de la complexión de sus canciones: La rabia, pero sin renunciar en absoluto a un sonido que hace especial hincapié en el armazón y una sección rítmica martilleante. Esa descarga que te destensa y afloja cada uno de los pernos que nos atan a las obligaciones y esa maestría de driblar aguafiestas, compañeros de trabajo impertinentes y obligaciones penitentes. Y que concluye a la salida con refregón con sangre y todo de “Ex Head”, impetuoso y hardcoriano. O “We're so Heavy”, como bien dice su nombre le debe al inicio la oscuridad más propia del black metal pero acaba inclinándose hacia al sonido americano.
No es un simple disco confeccionado a golpe de guitarrazo y saturaciones; sería lo fácil y predecible. Nothing Gives tiene la intención clara de jugar con tics muy variados pero sin el más mínimo titubeo. De la dureza a la melodía, y de la velocidad a una esencia muy rockera, pero tan fresca como un chapoteo en aguas alpinas. Se la juegan a una carta, y se nota cuando suenan temazos del calibre de “Raw Dealings” o “Drag”; un torbellino oigan.
Esa manera de atacar las canciones por la vía directa incluye el kit de supervivencia y un botiquín para lamernos las heridas. Gusta el escozor y la obligación de subir el volumen, porque este disco lo precisa. No valen tentaciones al desconsuelo ni lloriqueos.
Sus canciones brotan con ímpetu bestial, y atornillan donde ya nadie quiere apretar: Gimnásticas de pectorales y bíceps poderosos sin aparentar más de lo que empuja la juventud de suburbio.
Thinkers” es ramoniana pata negra al más puro estilo Dee Dee. “Norms & Values” se precipita igual que Mark E. Smith bañado en espuma malteada, y salpica como su guitarra final; bestia, muy bestia. Es una gozada para liberar tensiones, gritar y berrear, golpear como baquetas el cambio de marchas y darle gas. Emociona ver como la huida hacia sonidos placenteros solo tiene de cobardía y comodidad lo que no de atrevimiento a la hora de enriquecer himnos míticos. Basta con echarse a cuestas “54” con ese golpe Made in Ramone puro e inmortal.
Tirarse cuesta abajo con las cajas de plástico del pollero y hacerse mistos los pantalones que tu madre te compró en “el barato” anteayer cuando retumba “Levity”. Y sucumbir al desenlace Punk fuera de toda norma, más que nada porque odio que no se llame por su nombre a las cosas que en verdad no tienen nombre, pues son parte de la semilla originaria. Hace falta envolver para regalo unos tejanos raídos y una camiseta carcomida? No. Pues con la música pasa igual.

Necesitamos sangre, perder el pudor de parecer humanos defectuosos y maravillosamente reales. Porque todo lo demás son inventos nos hacen parecer productos prefabricados, en lo fiero, y en lo dulce.

lunes, 9 de junio de 2014

GOLD-BEARS_DALLIANCE/2014 #AQUELLOS AÑOS CUANDO ÉRAMOS BIEN JÓVENES *Aniversarios, pérdidas y reencuentros*




Tal día como hoy hora Zulú arriba, minutero asesino abajo, hace de esto ya cinco años, la picadura fue con nucturnidad y alevosía del todo letal. Fue una convulsión rítmica asintomática de aquellas que te dan cuando estás en la vigilia del sueño, y de los que uno parece como si estirara la pata cual agónico conejo. Y de la que hasta la presente no he podido encontrar antídoto alguno que me cure: Escribo luego existo, y existo para escribir.
 
FIRST IMAGE TO BLOG
Sin atender en absoluto a las primeras tres reglas que me impuse: No intimar con mis hipotéticos lectores; si los hubiese. No dejar que mi intimidad me traicionase y porsupuestísimo, no justificar mis escritos. Creo que la mayoría las he incumplido en su totalidad, mas alguna que por añadidura he ido descubriendo por el camino y que también he dilapidado #Arsa ese chiquillo bonico!!. Alto!! con orgullo y satisfacción, pues en ese forcejeo con tus emociones no hay mejor capitulación, que la que se hace a base de experimentar sensaciones inimaginables contigo mismo, y nuevos escenarios jamás imaginados. 
 
Esa criatura a la que dejé apagar las velas en su tercer aniversario y que corría descarriado como cabra al monte, pues no tengo fidelidad suficiente para celebrar ni descerebrar cada año, ya tiene cinco #Y rima con ahínco. No es que la ocasión merezca tal celebración por desenlaces traumáticos que no vienen al cuento, y que me reservo para mi intimidad. Ni tampoco por ser un número redondo, que va. Pero fíjate tú que con esta inyección orgásmica que me confiere esta joven banda de Atlanta (Georgia); allí donde Dominique Wilkins,Spud Webb y Cia. hicieran estragos aquel invierno del 86. Atizan las ascuas de los recuerdos alegóricos que confieren esas insignificantes minucias, dotando de sentido el caminar abrupto de la vida. Atizan, avivan y crepitan con el rugir de las guitarras la sonámbula celebración, que busca consuelo en el estruendo ensordecedor. Ahí donde no entran ni se oyen los sollozos, las penitencias o las mortificaciones. Y donde hacemos de la medio valentía/cobardía, un don infantil al que agarrarnos.



Los Ositos dorados vuelven a estar allí arriba en el techo de las aulas. Pegados junto a bolas de papel ya resecas, a los restos de guirnaldas cursos pasados con las siluetas de los borradores, junto a los pupitres con olor a goma de borrar. Aquellos diminutos ositos de gominola duros como los mismísimos diablos, que humedecíamos con saliva para ponerlos en órbita contra el techo de las clases, y que parecen regresar con ánimos de revancha. Los tengo aquí enganchados, ahí en el corazón chupando como posesos lo malo y podrido. Insuflando con carreras nocturnas por las calles y callejones de todo mi sistema sanguíneo, haciendo diabluras con su POP revolucionario y ácrata.
Hace tres años me inocularon esa emoción perdida por el PopPunk sin sigilo que valga. Un virus con forma de disco veloz y atroz que asalta a golpe seísmo, colapsando el sentido de la prudencia. En ellos encontré la droga perfecta con la que espantar los fantasmas de la perfección, de la excelencia y hasta de la comodidad por pulir los defectos cuando me susurraban al oído “Are you falling in Love”; ¿estás enamorado?. Con riffs nerviosos e hiperactivos que se salen de los márgenes de la plantilla. Y con rallotes como los de mi niño chico, que cambian el color y la forma de las cosas para buscar la belleza de las melodías Pop ahí detrás del estruendo. No como la mala broma de Pains of Being pure at Heart, que se acaban disipando en una especie de truco con el que captar fieles de oídos susceptibles.

Su regreso al cabo del tiempo en forma de Dalliance/2014 vía Slumberland Records, lo hace con el mismo ímpetu y celeridad; pero con las consecuencias +/- del enamoramiento como estandarte. Si bien sus bofetadas han conseguido precisar el K.O técnico o por puntos con temas como “I Hope They're Right”, “Fathers and Daughters” o “Hey Sophie”, el salvajismo pre-escolar sigue intacto. Y sí Sres. sabios, me gustan por eso, porque odio con toda mi alma la postura de lisoja y de adulación hacia los cánones que nos imponen las modas y los paripés que con tanto estilo usurpan nuestra natural rebeldía de juventud. Y claro está, porque GOLD-BEARS son la clara consecuencia de nuestro Pop antepasado más primario.
Siento la simpleza de The Thermals en “Chest” y en “Yeah, Tonight”. La inocencia de Talulah Gosh en “Punk Song nº15”, la sentencia a muerte de la Velvet en “From Tallahasse to Gainesville”. Los amores quebrados por la inocente juventud de Wedding Present con “Hers Fears”. Y también puedo sentir los ecos perdidos de Ballboy con “Death with Drums” y “For You”. Esa brutalidad hiriente y sangrante que esculpía a golpe de Punk el Pop ferviente que crecía en los márgenes y las grietas irregulares de las quebradas aceras de las barriadas.
Dalliance es un endiablado disco de Pop instantáneo, con ese porcentaje poco prudente de Punk efervescente. Uno de aquellos trabajos de una sola toma que tanto escasean en la actualidad, y que nos remiten a la sencillez del pasado para capturar el instante del momento: Sin artficios, sin posturas forzosas ni rotulaciones ostentosas con las que parecer lo que no se es. Esa misma sensación de regreso a las pequeñas historias del pasado con las que nos hemos dado fuerzas en dos días de duelo; con sensaciones encontradas, aterrizajes forzosos al lodazal de la realidad, y con esa espectacular transmisión verdadera que nos enseñan los más pequeños de la casa. Y que por aquella magia de la naturaleza humana, nos protege contra toda la dureza de una semana de pérdida; la soportabilidad del recuerdo vendrá a buen seguro después.
Pero él nos quería así, riendo y no llorando. Haciendo piña como la base de un gran castell, y más fuertes que nunca. Así que esta celebración de quinto aniversario transcrita en una la semana más dura de este año de autos 2014, va a ser así: sin aplazamientos y orgulloso de que sean estas mismas canciones, las que me acompañaron en los numeroso vía crucis hacia un sitio para olvidar. Las que nos den la bienvenida al calor del verano, y a la abrasadora desazón de un solo objetivo, la felicidad.

jueves, 18 de octubre de 2012

DAVID GEDGE y WEDDING PRESENT: LA SOLEDAD DEL CORREDOR DE FONDO. Sala Sidecar Factoy (Barcelona) 16/X/2012




David Lewis Gedge , natural de Bramley (Leeds) , pero criado y amamantado en Manchester. Promoción del 23 de Abril de 1960 y corredor nato y solitario en la era del Pop confitado.
Perfecto arquetipo “athléticomusical” en el “indie” nuestro de cada día , que ejemplifica con clarividencia la constancia en su carrera musical como fondista experimentado. De la misma manera que la athleta Etíope Tirunesh Dibaba , en un ejemplo de tenacidad y empeño; ilustró en la final de los 10.000 de estas últimas Olimpiadas , como gestionar con paciencia , sufrimiento y perseverancia la soledad del fondista.



Van ya por 30 , los años que lleva David pegado a un micro a lomos de su guitarra. Desde que decidió ser un obrero peón de esto que llaman Indie Music; con la germinal banda THE LOST PANDAS , y hasta la presente con THE WEDDING PRESENT como eje principal de su longeva carrera.
Su estatus de abanderado de aquella incipiente oleada de bandas que dieron un nombre propio a la escena independiente de mediados de los 80 , e influyente en otras tantas de los 90 (Pavement y su versión de Box Elder y Ash con los que formalizó su primera producción); a ido cambiando progresivamente , desde aquellos inicios de GEORGE BEST y BIZARRO. Pero David , quizás ha sido de los pocos que han evolucionado su sonido a los devenires del movimiento alternativo: Avanzando en los matices de su discurso , sin perder la esencia de su sonido; algo que para algunos es inexistente , pero que sin lugar a dudas nos presenta a un David Gedge del que asumimos su revisión de todo un inventario de canciones de amor ásperas y despechadas. Y que además revaloriza con los años aquellas melodías poco entendidas por el grueso de las modas.



Es inevitable así , comprobar como discos de la crudeza de SEA MONSTERS , SATURNALIA , MINI o WATUSI nos retornan sus canciones tras un impasse silencioso de casi diez años; con un carácter más contemporáneo y atemporal si cabe.
Es ahora pasados 16 años , cuando tanto los que empecemos escuchando a unos Wedding Present acelerados y poéticamente Punks , los que los descubrieron en su faceta sesentera de Cinerama. O incluso los que solo saben de ellos por el aclamado Take Fountain , el rendirnos sin tapujos a un consenso general.
Digo yo que entonces aquel experimento a lo Dusty Springfield depositado en el debut de Cinerama “Va Va Voom/1998” , y su posterior mutación en “Torino/2002” hacia la verdadera bestia que es Wedding Present; tenía un sentido realmente didáctico y docente , en la difícil tarea de mostrarnos a David Gedge: Como un crooner surgido de las catacumbas del Punk , pero con un radiante y atemperado poso directamente ligado al Pop de los 60 e incluso a la contracultura Beat de la Velvet.


También es lícito pensar en la microscópica repercusión que siempre ha tenido la insistencia de su discurso: Prefiriendo él enriquecer su caldo , a cambiarlo (evolución vs. revolución). O que la mayor parte del joven público solo sea capaz de asumir los conciertos como un gran evento festivalero con muchos watios de sonido (latifundios mercantiles).
En cualquier caso buscar los motivos por los que un sonido , grupo o carrera son cubiertos o no al milímetro por el séquito de periodistas con más o menos perspectiva y acordes con la longevidad del afectado; en la mayoría de los casos solo obedece a la imperiosa necesidad de ofrecer algo nuevo al consumidor. Algo así como la táctica de Danone al cambiarle el nombre a los Petit Suisse o a las Natillas sin en realidad cambiar nada en absoluto , o contar solo los últimos años de tu vida laboral como hace la SS. Puro marketing interesado señores.
Pero para que esto no parezca “la revancha de los nostálgicos”. He de decir en mi favor; que el aprecio que me merece el señor David , esta muy por encima del trauma que me pueda suponer como acérrimo seguidor que soy , el echo de que pocos sean los que le aúpen en el altar; o incluso que para el elenco , se halla convertido en el vecino “cansino” que siempre canta lo mismo.


Algunos pensamos por error , que sus últimas visitas a nuestro país tan solo querían celebrar socorridos aniversarios de sus viejos y más laureados trabajos (Bizarro primero y Sea Monsters después) , nada más lejos. Su último trabajo VALENTINA dependiente al 100% de su sello propio SCOPITONES , tiene los suficientes argumentos para servir de nexo entre todas y cada una de las caras de Wedding Present: Su lado más regateador y nervioso , su amable cara POP , y sus densas espirales de guitarras.



Así y todo , sus conciertos siguen utilizando un eje transmisor para unificar con lógica su extenso repertorio de ocho Lp's , Mini Lp's y multitud de compilados de rarezas y versiones (Hit Parade 1 y 2). Seamonsters sigue siendo ese eje que parece poner paz a los diferentes aspectos de su carrera , sonando como sonó anoche al completo. “Dalliance” y “Lovenest” : Dos densas e hipnóticas arquitecturas de más de cuatro minutos , pusieron el punto álgido en el ecuador del concierto. Dando paso al resto del disco y enfatizando en la martilleante “Corduroy” (una de mis preferidas); lo ciertamente interesante es ver que canciones como “Carolyn” o “Rotterdam” han dado un interesante giro a lo largo de sus 20 años de vida: Tornándolas dos deliciosas canciones Pop , y mostrando sin pudor sus influencias de Velvet Underground y Nico.
Dare” podría ser perfectamente otra de aquellas canciones perdidas de Bizarre , y “Octopussy” se destapó asombrosamente como una despechada canción de amor abigarrado , exactamente como dicta su letra.




Quizás debieron sonar más canciones de su flamante VALENTINA; interpretando estas palabras como demanda , o como exigencia. Algo por otro lado a lo que acostumbran a dar elegantemente esquinazo , la mayoría de bandas que tienen en el pasado la mayor parte de su legado compositivo (James , Echo & the Bunnymen , Throwing Muses). Lo cierto es que no creo que desentonaran en absoluto , de echo la apertura con “End Credits” ya hizo crepitar los viejos adobes de la minúscula sala SIDECAR , con la batería a cuatro manos de Charles Layton y Patrick Alexander , junto a la imponente Pepe Le Moko.
Sin embargo la cosa se quedó en tan solo un amago. No es un reproche , pero creo que es uno de esos riesgos que ha de asumir y superar el espectador y el músico: El echo de no encerrarse en sus himnos triunfales y dar la misma oportunidad a las nuevas composiciones.
Con James ya pasó en la gira de Hey Ma , y las canciones ganaron muchísimo en directo. Con Valentina sin embargo nos hemos quedado con la miel en los labios: “Deer Caught in the headlights” , “The girl from DDR” , “You Jane” y “Back a Bit Stop..” sonaron en la primera parte del concierto intercaladas inteligentemente y fuera del guión de la setlist. Por eso a algún cronista de Mondo Sonoro se le escapó ese buen puñado de canciones: ¿no ha escuchado el disco? ¿estuvo en el bar hablando? Qui sa..

En cualquier caso , no es por tocar las narices , pero al igual que me pasó con The Cure en el 2000. Cuando no tocaron mi querida “The Last day of summer..” tras 3 horas de concierto. Ayer me hubiera encantado escuchar “524 Fidelio” y “Mystery Date” , dos de las grandes gemas poperas de Valentina; lo confieso , soy un popero irreductible.
Igual fue eso lo que le pasó al cronista de Mondo Sonoro?? A cambio si que sonaron otras que no estuvieron en las dos últimas visitas de Boy Gedge: “Sports Car” de aquel maravilloso mini Lp MINI PLUS de 1996 , “Click Click” del por entonces maltrecho Watusi 1994 , el siempre agradecido “My Favourite Dress” o un cierre digno de la ocasión como “What have I said now” del Bizarre. ¿Pudieron sonar otras? - Evidentemente!! ¿Acaso piensa alguien? ¿Que una banda con 11 discos a sus espaldas , y un bagaje que tan solo los trajo aquel debutante FIB de 1995 en el Velodromo; puede , debe o está por preservar su mito?
The Wedding Present han pasado ya por tres generaciones: Los primeros y más avezados “indies” que ojeaban las páginas del Melody Maker y NME para descubrir lo que se cocía en UK hallá por el 1987. Los que vivieron la eclosión del Brit Pop , o renunciaron a él abrazando a Pj Harvey , Yo la Tengo , Sonic Youth y otras bandas de guitarras como los Wedding P. . O los que finalmente los descubrieron por Cinerama y su última refundación.



Wedding Present volvieron a sonar demoledores. Primero encajonados en un escenario de dimensiones Liliputienses , donde se podía tocar con las manos la bóveda de la histórica sala Sidecar , después atrincherándose en el pequeño tamaño del Club , y pese a que la batería tuvo su dosis de solista. Las otrora sangrantes guitarras de la banda de Leeds , se desplegaron con una dulzura inusitada al tamaño menguado por los escasos fieles que allí nos dimos cita. Sonaron por así decirlo , perfectos si se tiene en cuenta la energía desplegada en su última visita a la sala Apolo 1 , cuando venían a homenajear las guitarras aceleradas de BIZARRE.
De eso ya hace cuatro años en los que vimos una vez más que con 50 años David Gedge sigue siendo la guitarra más veloz del Pop Británico. Si en aquel año ya tenía una estupenda banda secundándolo , anoche pudimos comprobar que para ser 16 los músicos que han acompañado a David en su carrera: Charles Layton , Pepe Le Moko y Patrick Alexander se complementan a la perfección en un maravilloso viaje por los casi 30 años de la banda de Leeds.


Posiblemente el cronista de Mondo Sonoro siga pensando que se ha roto uno de sus mitos; aunque yo personalmente pienso que mitificar solo puede llevarte en una dirección errónea: Bien sea para no tener el suficiente criterio y olerle los pedos a tu mito sin asumir el más mínimo desacierto; o mitificarlo para después juzgarlo. Seguramente hay un término medio , en el cual uno debería disfrutar de la evolución del músico como persona y como creativo independientemente de la dirección que tome. Al fin y al cabo , ni él como creativo y persona está exento de cambios , ni nosotros como seguidores.
Para mi desde luego y para la fiel concurrencia que se dio cita un intempestivo Martes en el casco viejo de Barcelona: Por las caras de satisfacción que se veían y por el ambiente familiar , de aquellos en los que sabes que allí tal día como ese y sin apenas publicidad , solo van los fieles amantes del riesgo. No es que no se rompiera un mito , si es que alguna vez halla pretendido el bueno de David serlo. Es que se reafirmó el músico como tal , de aquellos músicos que se forjaron en pequeños clubs como Sidecar , y que además como bien decía él en una entrevista de hace un par de años , asume su estatus a las escenas cambiantes:
La gira conmemora los 20 años de la publicación de Bizarro (1989) ¿Cómo ha cambiado la escena musical desde entonces? ¿Qué echas de menos de aquella época y qué ventajas hay ahora respecto a entonces?
Bueno, el cambio más grande en la escena musical de los últimos veinte años ha sido tecnológico, por supuesto. Poco después de que The Wedding Present comenzase vimos el nacimiento del compacto... ¡y ahora parece que estamos siendo testigos de su muerte! Los ordenadores han hecho la grabación más barata y fácil... por ejemplo yo no podría haber grabado con mi otra banda –Cinerama- como quería a mediados de la década de los 80 ¡porque hubiese sido demasiado costoso! Y Internet es una herramienta maravillosa para permitir que la gente descubra la música, pero al mismo tiempo ha significado que se reduzcan los ingresos de los músicos. Los artistas tienen que buscar ahora otras formas para sobrevivir. Así que estos son tiempos muy interesantes y es emocionante estar involucrado en una industria que está cambiando continuamente.



Lo verdaderamente remarcable , es que aquel Martes de Noviembre volvimos a revivir los escenarios primigenios de la inexistente escena independiente de finales de los 80. Donde las bandas podían sentir el aliento del público , el músico se mezclaba con sus fieles , se intercambiaban pareceres y se tenía al grupo a tu mismo nivel , tan solo un palmo por encima del espectador ¿Acaso importa lo que ha decidido tocar? Pura cercanía , eso , permitanme la osadía , no se vive en un Festival ni de lejos.


PD. Como habréis acertado a comprobar , esto , pretendía ser un amago de monográfico , que a acabado en crónica extensa. Para acabar de rizar el rizo , e inmerso todavía en la emoción del acto. Me he impuesto el difícil reto de condensar su inventario musical en un pupurrí; donde desde luego , tan solo están algunas de mis canciones preferidas.
Sirva esto para aquellos que no conocen los derroteros de WEDDING PRESENT , aprovechen para descubrirlos , si no lo han hecho ya.



LIVE IN JOHNNY BIKES SHOP (SEATLE) 2012
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martes, 9 de junio de 2009

ROCK CITY SIXTEEN


ROCK CITY SIXTEEN - LUNETTES NOIRES POUR NUITS BLANCHES - 2009 ITALIA/UK cigarrette music

Prometedor debut el de esta banda formada por.... italianos y londinenses???, en fin ,todo un misterio.
Lo que si es cierto es que hace dos años editaban un 7 pulgadas " N.Y.C.S" con el nombre de HAVANA GUNS ( http://www.myspace.com/havanaguns ) con patrones parecidos; desenfado , brillantez y una buena dosis de imediatez , adjetivos muy poperos al fin y al cabo pero totalmente dignos para cinco malechores que juegan al desconcierto con el mismo arte que usan para componer sus últimas cinco joyas.

Philippe di Nero , Menad "killer" Santiago , Cloe Durante , Linda Holliwood y Greg Gallo son los perpetradores de tal acto de vandalismo , secuestro con sindrome de estocolmo incluido , capaces de sacudirte en la cara y abrasarte con dos tremendas versiones. El "Vision Thing" de los SISTERS OF MERCY a ritmo de surf garajero o adaptar un "Der Mussolini" de D.A.F en clave de pop apocalíptico con el título de "World Domination Baby". Cuando a punto estes de pedir misericordia te regalarán un lametón con la dulce y sensual voz de Cloe y Linda en "Antartida"; frio polar para bajar la fiebre y la hipersensibilidad de tú piel.
"Want to die" es otro trayazo pop cruel , ¿realmente quien quiere morir? ¿ellas o tú? ,si has de morir muere escuchando "Snake".
Quizás mi euforía sea fruto del sÍndrome, pero, ¿acaso me equivoco?. Perdonadme, pero ando ocupado dejando que acaben de despellejarme, despues hablamos...



my space: http://www.myspace.com/rockcitysixteen

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