sábado, 20 de febrero de 2021

VINOMIOS#1: LA CIMA 2013 & MR. WRIGHT_HELLO IS ANYONE OUT THERE 2001 "MORIR DE AMOR BIEN VALE UNA VIDA"

 

"El próximo mes de julio se cumplirán 20 años de esta maravillosa anomalía artisticodiscográfica. Publicada desde Michigan, y elaborada en Londres bajo el paraguas del ya desaparecido sello Le Grand Magistery (ahora en Darla).

Toda una casualidad, pues el anticipo a la efeméride obedece más a una necesidad propia de emparejamiento vino/música. Que a cualquier otra obligación de recordar los grandes momentos que nos brinda la vida, solo con la ceremoniosidad de los aniversarios de etiqueta, y efemérides de chaqué o levita."

 

Es posible y hasta me aventure a datar el instante de la asociación, en ese momento por el cual. El disfrute y el placer reduce el ritmo cardiaco y las constantes, hasta quedar una instantánea que se asemeja muy mucho:
Al haz de luz que cuela por la puerta del balcón e incide justo en la mesita de mi salón, las motas de polvo y micropartículas flotando en el aire, y la contra luz tras de la copa. EL ÉXTASIS

 

El éxtasis melancólico del invierno y los grises con claros de sol, es una de esas enfermedades que todavía no figuran en ningún listado de la OMS. Pero que los llamados “vinos tranquilos”: Aquellos que necesitan de postrarse a los tempos que ellos mismos dictan, para reflexionar, observar su fantástica evolución en la copa, e intentar en vano descifrarlos.
Son los mejores compañeros para sumergirse en el deleite de unificar los elementos y las evocadoras conexiones invisibles, qué mejor estimulan nuestros sentidos.

 

 

HELLO IS ANYONE OUT THERE es esa minúscula cima, que Kevin Wright publicó en 2001, tras FANCY MAN/97 y STAR MAN/98; dos preciosos discos de pop frágil, despojado y sin el más mínimo rastro de opulencia.

Hello is anyone es otra cosa distinta. Y no hablo de cambiar esa parte más juvenil, básica y simple del pop, por algo más imponente y trascendental; aunque sí más majestuoso y evocador.
Su paso por Always en 1990 y siguientes dos discos en solitario siete años después. Obedecían a esos patrones, que hacían de muelle entre el dunedin sound y la new wave más popera del reino unido. Sin embargo, su última referencia en Le Grand Magistary. Ilustraba a la perfección esa manera en que la música de espaciadores Lo fi, deja en los silencios y planos largos, tiempo suficiente para imaginar algo más visual y evocador que lo que transmite la propia melodía.
 
 

 

“Ocean Boulevard” sintetiza en delicadeza y armonía. Los doscientos kilómetros que separan Dominio do Bebei de la costa gallega. Y muchos más, si seguimos el curso del rio Bebey hasta la desembocadura del Miño en el Atlántico.

El primer y sápido sorbo de LALUME 2017; un blanco de Teixadura salido de las viñas del Valle de Avia, Arnoia y Miño. Deja un inequívoco rastro de su proximidad al mar:
Cristales minúsculos de sal que acentúan su estupenda acidez, y un frondoso ramillete de hierbas de montaña para acompañar un rico desayuno de fruta blanca escarchada.
El primer vino de este proyecto del hermano de Adolfo Domínguez al que metí mano. Concluyó en lo que viene a ser un esperanzador sábado soleado en medio de un invierno extraño.
Puso luz sobre la “foscor”, vamos.
Y a partir de ahí. No encontraba momento para que la llegada del siguiente finde semana, coronase a otro gran vino; como vengo haciendo igual que en un rito de liturgia puramente pagana, para suplir mis carencias del calor humano que provoca compartir vinos en compañía.

 

 

LA CIMA 2013 no fue premeditada, aunque las coincidencias te lleven a pensar que en realidad todo es un plan perfectamente urdido por el destino.
Yo no creo en el destino, la verdad. Pero sí que creo que las cosas suceden porque el instinto te lleva por impulso, a sitios o situaciones que de alguna manera están intrínsecamente ligados al subconsciente. Otra cosa es el partido que cada uno le saque a estas pajas mentales, claro. Y yo, por pasión… que queréis que os diga a estas alturas. Lo doy todo.
De DOMINIO DO BEBEI, lo que puedo destacar de primera impresión es: El excelente trabajo de viña y paisajístico, y la precisión con la que elaboran.
Puede que no sea una bodega que delegue en la tipicidad y ese punto silvestre que podamos tener del carácter atlántico de Ribeira Sacra, como marca de la casa. Pero hay que admitir que el equilibrio, la esencia del territorio, y el encanto dispuesto a engatusar al más reacio, es innegable.
Así que no voy ahora a comparar SILICE VITICULTORES o XOSÉ SEBIO, con BEBEI; pues sinceramente no le veo sentido a comparar cosas realmente diferentes.

 

LA CIMA 2013 es una Mencía con una pizca de otras variedades (brancellao, sousón, garnacha). Una Mencía aprovecho a destacar, que no tiene nada que ver con cualquier idea preconcebida tengáis con las Mencías del Bierzo.
Y es cuando los compases de “Sailor on the Sea”, parece como si me empujasen a otear desde lo alto de las gargantas de la Ribeira Sacra. Buscando sin éxito el mar tan presente, en todo el temario de Kevin Wright.

 


 

Canciones que, azuzadas por la temblorosa voz de Mr. Wright, echan a andar torpemente como un potro recién nacido. Y acaban galopando in crescendo, igual que La Cima se abre lentamente… mutando, desvistiéndose y volviéndose a vestir. De caricias frutales, licorosas y rojo apasionado. Para luego aventar la hierba del monte para que nos llegue de sopetón, mezclada con el bosque húmedo y las rosas marchitas.
Uno, sube el volumen de la tremenda “Darling Honey”, empujado por esa oleada de violines tocada por la magia de The Gemso Orchestra y Yann Faurie. Esperando despertar del encanto a la bella hada, con la perezosa “The Night Watchman”.

 


 

“Coming Home” podría ser la perfecta compañera en un paseo por sus viñedos centenarios de altura, y trotando a ritmo de Divine Comedy.
Las canciones del señor Wright saben cómo nadie ralentizar el tiempo igual que un beso largo y eterno. Y La Cima, es esa pareja perfecta que se deshace en generosidad placentera.
Me atrevería a predecir que es uno de los vinos grandes del presente año. Que más placer e inquietud por descifrar su misteriosa aunque amable complejidad, me ha suscitado.

 

Un vino que pese a pertenecer a esas zonas frías y atlánticas, donde se presienten vinos cargados de ese floral de violetas o profundos recuerdos de tierra húmeda, lóbrega y ahumada, o la de la piel curtida. Aquí la parte floral, aunque está muy presente, recuerda más a la de las flores marchitas que guardamos entre las páginas nuestros libros. Y su fresco paso por boca lo hace tremendamente apetecible.
Después tiene esa fabulosa capacidad de mutar hacia una complejidad siempre cariñosa, y sin exigencias de prestidigitadores licenciados. Acabando por ser sumamente elegante en nariz, y dándonos señales de balsámicos, mentolados y eucaliptos. Que se enredan con una parte mineral muy bien domada junto a los taninos firmes, y un crisol de recuerdos marcados por la levedad:
Pan tostado, fruta muy madura, el fino mineral de pizarras, arcilla y arena que marca su rastro en su paso por boca. Vuelve la parte herbácea medicinal, más flores secas ligeramente lácticas o lo que pudieran ser polvos de tocador…

 

Todo es tan sutil y tan bien integrado con su frescura y postgusto realmente gastronómico (comiendo es una gozada con cualquier cosa por ligera que parezca). Que vale la pena -aun siendo realmente difícil por lo adictivo de sus atributos- darle tiempo e intentar afinar nuestras capacidades detectivescas e imaginativas.
La mano de Sara Pérez (Clos Martinet, Venus), y la de René Barbier (Clos Mogador) como padrinos y consejeros en el nacimiento de DOMINIO DO BEBEI en el 2000. Es en estas primeras añadas de La Cima, inequívoca y primordial.
Puedes cerrar los ojos, y sentir esa misma idea de entender el territorio y como debería hablar de él, un vino.
Agitas, hundes la nariz buscando recuerdos, sospechas, estampas de niñez; lo que da el olfato, que lo quite la demencia. Y te empapas de la melancólica “Missing you Still”, en la más legítima de las abdicaciones al amor incondicional; como si ambos estuvieran hechos el uno para el otro.
Danzas en círculos y elipses con la ensoñadora “Winter on Harrow Road”: Esa canción ideal, de arreglos exquisitos, rememorando en poesía a nuestro Lou Reed más tierno.

hello is anyone out there streaming 

 

HELLO IS ANYONE OUT THERE tiene esa escasa virtud de detener el tiempo. De alargar los orgasmos con una linealidad de capas crecientes. “I Saw the Light” lo clava en una instantánea sublime, salida seguramente de la simbiosis de la naturaleza, y su creación. Pura metamorfósis.
Con “New Day” y “Voyage”, Kevin Wright pone el broche a una obra para escuchar como quien escucha narrar una preciosa historia.
Uno de esos trabajos que rebosan en belleza absoluta, sin apenas alzar la voz y susurrándote al oído.
Deudora de oradores musicales de la talla de Leonard Cohen, Scott Walker, Nick Drake. Hijo putativo de Louis Philippe y Momus.  Y dejando el leve rastro de otros recomendables álbumes:
“Metropolitan/Siesta Records_2004”, un fabuloso dúo con Anna Nyberg de *Scarlet’s Well en “The Dreamers/Day for Night_2007” y finalmente “Diary of a Fool/Series Two Records_2009”.
Desde entonces no se ha vuelto a saber de él; desaparecido como el misterioso Lee Mavers de The La’s.

Pero no tengo la menor duda, de que éste, sería uno de mis diez discos imprescindibles, para entender el POP mínimo de máxima sensibilidad. Con La Cima, si el presupuesto y los autohomenajes os lo permiten. Aunque sea una vez en la vida, que son dos días.

 

*Scartet`s Well: Banda paralela de Bid (Monochrome Set)

lunes, 25 de enero de 2021

YUNG – ONGOING DISPUTE_2021: ANTES DE QUE…

 

Antes de que la sensación de ser y estar en… Por ejemplo, el 2021. Sea tan real y verdadera como para que todo nos llegue hasta las rodillas. Y sobre todo, antes de hacer las maletas sin ordenador, ni más tecnología y logística que la de un móvil y dos mudas.

Antes de partir para el extremo más lejano de la península, donde el Guadiana suelta y lava sus melenas en el Atlántico. Y desenchufarme durante tres semanas.

 

Antes, voy dejar constancia de mi primer vial del año. Mi primer cojín donde descansar mi esqueleto crujiente y dejar los pensamientos en punto muerto; ¿lo habéis probado alguna vez? Es tan… reconfortante, y de encefalograma plano.

 


 
No creáis que tengo prisa alguna por pasar lista a las nuevas incorporaciones del curso: -  Hola Mikkel!! – Hola Tobias!! – Hola Emil, majo!!  - Que tal las vacaciones Frederik, ¿como van los callos de tus manos? Que hermosas criaturas.
Cuando lo cierto, es que ni me sé de memoria los nombres de algunos del pasado año. Y todavía me sale alguno de debajo de algún pupitre, para mi sorpresa y mirando por encima de las gafas. Que no sabía de su presencia, ni de su existencia, o vibrato vocal.

 

Pero, aunque sea cada vez más, la pereza que me provoca la exclusiva, titular y velocismo en que se ha convertido esto de las redes,  y los medios por así decirlo ¿alternativos? (espera que me da la risa y se me escapan los puntos).
Creo estar en la certeza a la primera de cambio desde hace mucho tiempo. En la prometedora grandeza del regreso de este joven cuarteto de la costera Aarhus (Dinamarca).
Y me ha dado mira tú, el requetequeté de escribir en caliente y con apenas tres escuchas en bucle de este genial:

ONGOING DISPUTE

Es su segunda puesta de largo en cinco años: Un trabajo que dista… eso: pues cinco años para hablar claro estilísticamente hablando. Y un crecimiento a base de pasar penurias económicas, entrar en crisis creativa, y estar a punto de disolverse. Digno del tópico más manoseado y sudado del universo: - “se hicieron a si mismos”.
Pues sí familia, está claro que el pasarlas canutas o toparse con la cruda realidad, hablando así en clave de “chunguez”. Es lo que te encuentra contigo mismo -debe ser de calentarte la cabeza- y…. una de dos:
O te acabas sumiendo en la miseria más profunda y negra de la vida. O te impulsas como un barquito de papel, corriente abajo y sorteando con agilidad patuscos, rápidos, y simas; aplíquese también al día a día de cada uno y una.

 


 

 

A YUNG les ha pasado lo segundo. Y tras conseguir proyectar la curiosa variedad de estilos musicales que aman cada uno de sus miembros; a cuál más distinto e incompatible. Les ha quedado el disco más empastado y fibrado que os podáis imaginar. Una puta locura oyes.

 

Un disco que mira directamente, sin miedo ni vergüenza, al otro lado del Atlántico; Yung no suenan como una banda británica, y mucho menos nórdica.
La banda de Mikkel Holm Silkjær; su vocalista y principal letrista.  Te pueden recordar en sus inicios a los primeros Splashh, Wavves…(totalmente recomendables también)
Pero es una evidencia que los cinco años de inactividad y el replantearse como gestionar las influencias de cada miembro. Junto a la duda existencial de continuar o mandarlo todo al carajo al borde de la ruina, tiene su magia; bendita sea entre todas las casualidades.
Y en ONGOING DISPUTE podemos encontrar así de primeras a: The Twilight Singers, Cloud Nothings (porqué no), AC Acustics, The Somatics, Buffalo Ton e incluso con cierta similitud a la carcasa de las canciones de los Killing Yoke.
Y ya sé que es un agravio elogiar un disco por sus, entiéndase, parecidos razonables. Pero en fin, no puedo evitarlo cuando en el fondo, no intento compararlos. Sino agradecer que las nieves, el deshielo tras el sol y las ventiscas, nos devuelvan bandas de las que estamos ciertamente necesitados.
Y que sean en clave de indie-rock con pulso y flexibilidad, tanto mejor.

 

Un álbum donde ciertamente, se pueden palpar los momentos de hecatombe emocional. En forma de textos cargados de melancolía, dolor, y desdicha. Y pasados disimuladamente por ese filtro del desamor y la juventud perdida, más idealizados con el Pop de The Smiths, Joy Division, o The Wedding Present, que la primera impresión que nos pueda transmitir su sonido.
Aunque me perdonaran, pero seguramente sea esa la magia a la que me refería. Cuando Pop y Rock se diluyen tamizados y con grano fino, como los magníficos híbridos que fueron The Replacements.

 

“Autobiography” abre el disco disponiendo los tres acordes mágicos, en una oda a la redención que se contorsiona y juega al despiste. Pero que a mi me recuerda una barbaridad a mis añorados DESERT HEARTS, y en fin… Fue lo primero que me hipnotizó. 
Llega luego “Lust and Learning”, como aquellas muecas de Black Francis en solitario: Redobles de pop de guitarras hermoso, invitaciones a balancearse como en un vals angelical... Buscas con los brazos y a tientas, pareja de baile. Es una gozada, donde cuentan una historia pequeña de su pueblo, y donde Yung descubrieron la química como banda, pese a sus diferencias.

 

Quizás de inicio puede que no entiendan esa conexión con el emogrunge del que les hablaba al principio.
“Progress” seguro que despejará cualquier duda, apareciendo en escena Overseas, y aquella rara avis de The New Year/Pedro the Lion/Centro-matic. Aunque su exuberante lírica narrada contenga muchísimas cosas que ya se entretendrán ustedes en descifrar; me cuentan si eso.
Momentos errantes como “Dismantled” puede que hasta invoquen a Seventeen Seconds; no se asusten, en esencia tan solo.

 

Pero es un poco todo eso que consiguen aunar sin pretenderlo; pues ya digo que sus orientaciones musicales no pueden ser más dispares. Y el maravilloso conjunto que han conseguido es el mismo que pasar un sábado en un parque de tirolinas: Puro disfrute, y vértigo sin parangón.

 

“Above Water” viene a ser la primera y más evidente cima del disco: Dicen, porqué aquí que la esencia de los Killing Joke tomó forma de aparición mariana, siendo el único punto de no-discordia entre los miembros de la banda. Aunque tampoco tienen demasiados apuros en dejar que el lado más Popero y luminoso, los salpique de purpurina en “Such a Man” con un magnífico resultado.
Yung se salen un poco de cualquier parecido razonable con lo que ahora se viene publicado. Y precisamente sea eso lo que nos emociona a los veteranos; veteranos con patucos, pero veteranos al fin y al cabo jajajajaja
“Hose it Off” cura de un hostión cualquier duda; la intensidad está servida.
Con esos golpes de mar en toda la cara y la arena de Poniente picándonos en la espalda. Es como si Afghan Whigs emergieran de la era de Gentlemen, para hacernos trepar a golpe de vergajazo.
Y desde allí arriba, oteas con las nalgas ruborizadas: Hacia atrás la enorme colección gritando – Say, what`s on your Mind!!. Y hacia el final, saltado sobre las notas de “Unresolver”: Un pequeño subidón para que el desenlace sea lo suficientemente duro, como para reponerse de “Friends On Ice”; Una de mis debilidades de este precioso y emotivo disco: Díscola, poética, melancólica…
Una tremenda canción para cerrar un gran disco para este inicio del incógnito 2021.Y que seguramente estará a finales del mismo como uno de mis grandes. De hecho, ya lo es.

 

ONGOING DISPUTE fue grabado en dos sesiones en el Dreamland Studio de Hovvej, con Neil Robert Young a los mandos de la producción y mezclado por Mathias Bang.
YUNG son: Mikkel Holm Silkjær a las voces, guitarra y letras. Tobias Gulborg Tarb al bajo, Emil Zethsen a las guitarras, Frederik Nybo Veile a la batería.