No hay dos
sin tres , y ahora que estamos abocados al final de este reseco mes
de Agosto; sería del todo imperdonable , no rubricar esta pequeña
trilogía de discos iniciáticos con la que creo es mi banda de
cabecera. Por lo menos , la de mi minúsculo santuario de bandas
germinales.
Si el rock
de los 70 se convirtió en buena medida en la banda sonora de mi
infancia , y el Tecno-pop ochentero en el hilo conductor que encendió
mi llama musical. No fue hasta los doce años , cuando un compañero
pendenciero de 6º de EGB me pasó tres cassettes de su hermana
mayor; que recibí la eucaristía para que con los años encontrara
el disfrute por lo primitivo y primigenio en el mayor de mis motores.
Treinta años después sigo sin perder esa esencia ¡que sabias
fueron esas lecciones de la vida!
Gonzalo era
uno de aquellos repetidores con fama de insumiso: Con su cruzada de
cuero , sus pantalones de pitillo raídos , un flequillo a lo Joe
Dallesandro , y fumador: Fumar con 14 años eran un símbolo sin
igual de total contumacia , y el ejemplo más gráfico de lo que se
entendía por “una mala compañía” , para otros era nuestro más
obstinado héroe personal. Sus padres separados y su hermana con el
pelo teñido , a mechas y crepado , complementaban aquello que tus
padres definirían como una familia poco recomendable.
No es que
Gonzalo fuera l'enfant terrible de la barriada , al contrario , era
un cacho de pan; tan solo un poco indómito para tener 14 años. En
mi barrio o general , era perfectamente aceptable ser un cazurro
mientras te ajustaras a las cuatro reglas que permitía seguir el
curso de la aburrida vida de un barrio obrero: Viste sin llamar la
atención , no frecuentes descampados , juega en grupo y respeta a
los mayores.
The B52's
fue en ese momento , no un soplo; si no un vendaval de aire fresco y
purificado. Esa cinta magnética de aquel Messopotamia de 1982 , hizo
de puente entre aquellos ritmos secuenciados del Tecnopop y las
hilarantes composiciones del quinteto de Athens.
Con los años
, el significado de aquel disco fue cambiando progresivamente y si
bien es cierto que aquella colaboración con otro de mis excéntricos
favoritos , David Byrne; no pasaría a la historia como uno de sus
discos más importantes. Messopotamia condensa algo realmente
importante para mis inmaduros 12 años: La genialidad de combinar ese
extraño universo tan subterráneo de sus primeros dos discos , con
los endiablados ritmos de Disco Funk tan sintetizados como efectivos
de aquel longevo Ep.
Lo cierto es
que el formado en el que se incluían esas seis canciones disparaba
el minutaje de un Ep con creces. Loveland y Cake eran lo que se diría
en aquellos años , dos Singles por antonomasia. Messopotamia , Nip
in the bud y Deep Sleep , los que todavía conservaban las
reminiscencias de su marciano debut.
Prácticamente
la historia de B52's en su totalidad ha estado plagada por ese
indeterminado rumbo de sus composiciones , del que se puede extraer
multitud de reflexiones: Los hay que pensaran que jamás encontraron
su lugar dentro de una escena Americana en la que predominaba el rock
, el blues o el Folk. Otros , que perdieron su identidad en el
momento en el que se empeñaron en hacerse más populares. Y aquellos
alumnos aventajados de la primera New Wave Americana , echando mano
de una crueldad indomable , afirmaran que de ellos solo valen la pena
su dos primeros discos.
Posiblemente
, cada uno a su manera tenga una porción de razón , de echo no se
si aquellos clamores existieron o fui yo; que ya con 18 años , y
conocimiento suficiente sobre la música alternativa , me avergoncé
de aquellos discos. Seguramente hubo alguno que pensó exactamente lo
mismo de Vince Clarck cuando desertó de Depecho Mode y formó Yazoo:
Ese proyecto que él decía más experimental y que acabó por
convertirse en un éxito de las pistas de baile.
Obviando
todo ese tipo de conjeturas: Upstairs at Eric's , Messopotamia y
Motörhead , fueron parte del botín que Gonzalo sustrajo a
escondidas a su hermana esa mañana , y que a mi me marcaron
profundamente. Sobretodo los dos primeros; supongo que para Motörhead
y Ramones aun no estaba preparado mi tierno oído. Con los años esos
discos se tornaron determinantes, y milagrosamente con el tiempo , la
perspectiva me cambió asombrosamente.
Aquel
alumbramiento iniciativo de entonces hizo que pusiera manos a la obra
en la búsqueda de cualquier dato posible sobre aquella curiosa banda
de Athens. The B52's permanecieron bastantes años en un limbo
musical en el que: Ni eran lo suficientemente vanguardistas para
aglutinar a sus primeros seguidores , ni seguían los patrones
comerciales en las que degeneraron algunas bandas del Punk y la New
Wave de los 70.
Básicamente
se comieron los mocos durante un buen puñado de años , sin embargo
aquí que casi nada de ello llegaba con la suficiente fuerza como
para hacerse popular; me bastaba con saber de su existencia , y
descubrir que hasta un disco menor como WHAMMY! Se editaba en formato
cassette en España , e incluso llegaron a radiarse a propósito de
aquel refrito bailable de sus viejos éxitos con el nombre de PARTY
MIX.
Los pocos
ahorros de los que disponía mi paupérrima paga; en unos años en
los que mi padre cobraba 25.000 de las antiguas pesetas a la semana ,
y mis cuatro hermanas ayudaban en lo que podían. Mis primeros
ingresos sustraídos de una recaudación perdida de EL ZORRO , junto
a mi viejo amigo One (delegado de la otra clase de 8º) , fueron
destinados a WHAMMY!.
Nadie los
echó de menos y en realidad no fue lo que se dice un gran golpe
premeditado: La recaudación se perdió , y la campaña de
recaudación para el viaje de fin de curso fue tan exitosa que nadie
supo jamás de aquel dinero. Lo cierto es que aquello no era robo en
1982 , era supervivencia.
Sonó y sonó
hasta la saciedad , seguramente es el disco que más he escuchado en
mi vida junto a un cassette donde me grabé parte del Messopotamia y
un disco que descubrí por sorpresa en el cajón de mi cuñado ,
aquel PARTY MIX donde por fin descubrí sus caras y su estética.
Aquella
mezcla de sonido marciano en voz de Fred Schneider , los hilarantes
coros de Kate Pierson y Cindy Wilson con ese aire a medio camino
entre las Riot Grrrls más chic , y unos sonidos Easy Listening que
parecía surgidos de la Sci-fi más subterránea; hacían de ellos ,
independientemente de la corriente en la que se les encasillara; una
de las bandas más irrepetibles de la década de los 80. De echo creo
que hasta la presente nadie ha sido capaz de emularlos.
Cuanto más
desconcertantes eran sus melodías , más me enganchaban: “Trism”
, “Big Bird” , “Butterbean” , “Don't Worry” y “Work
That skirt” eran mis preferidas , y por ende acabé sin remedio
hipnotizado por: “52 Girls” , “Private Idaho” , “Dance This
mess Around” y “Give me Back me Man”.
Aunque aquel
invento de salpicar de efectos los hits más bailables de sus
primeros discos y remezclarlos , fue una verdadera escabechina en
aquel Party Mix de 1982. Consiguió que se convirtiera en una
auténtica obsesión hacerme de un tocadiscos y así poder comprarme
cinco años después LOVELAND 1979 y WILD PLANET 1980 , que
permanecieron muertos de asco en una de las tiendas de discos más
extrañas de mi barrio , a la espera de mi insistencia y que por
gracia divina me descubrieron algunas de mis dilectas composiciones:
“Rock Lobster” , “Quiche Lorraine”, “Planet Claire” ,
“Dirty back Road” o “Devil in my car”.
La historia
de B52's es curiosa y paradójica , no había amigo o conocido que no
arqueara las cejas y soltara una carcajada al escuchar cualquier tema
de B52. Siete años después y ya sin uno de sus mejores y más
carismáticos compositores , RICKY WILSON (fallecido a consecuencia
del SIDA en 1985); los Georgianos se auparían con uno de los discos
de mayor éxito de 1989.
COSMIC THING
era aquello en lo que jamás habría querido que se convirtieran mis
amados B52: Una especie de sucedáneo que conservaba el envoltorio
aparentemente , pero que en realidad solo eran la sombra de aquel
Rock Lobster de 1979. Me enorgullecía ver como aquellos amigos que
despreciaban años atrás el histrionismo de aquellas coristas tan a
lo Mars Attack , bailaran como posesos la petarda “Love Shack”,
y acabé de convencerme de que ellos , en cualquiera de sus formas ,
me gustaban de igual manera. Un amor que va más hallá del estilo ,
y que se refiere más a una actitud que a cualquier otra cosa.
Las
guitarras de Keith Strickland no eran ni la sombra de Ricky Wilson ,
y la producción corría a cargo al 50% por Nile Rogers , Aaaargh!!!
productor en esa misma época de Olé Olé!! Sin embargo y aunque
aquel triunfo tardío en 1989 fuera un justo premio a toda una
carrera , COSMIC THING se adaptaba a la perfección a las exigencias
de industria de entonces.
Sus
canciones tenían una estructura más predecible y festiva pero
sorprendentemente seguían manteniendo gran parte de la espontaneidad
de antaño. Habían conseguido mantener intacta su imagen desenfada ,
cambiando su filosofía New Wave marciana por un Pop descafeinado. En
una producción que cercenaba de raíz su osadía para hacerlos sonar
más Light , y pese a que Keith Strickland había tenido que aprender
a manejarse a la guitarra por la muerte de Ricky; Cosmic Thig mejoró
con creces el resultado de su anterior Bouncing of the Satellites:
“Channel Z” , “Jonebug” , “Topaz” o “Bushfire” eran
fantásticas y luminosas canciones que habían logrado sobrevivir a
la criba de aquellos arreglos desnaturalizados y faltos de músculo ,
pero es un gran mérito adaptarse al paso de los tiempos sin
despeinar sus estratoféricos tocados espaciales.
Como suele
pasar en algunas bandas , el inesperado éxito tras años de anodina
existencia , les acabaron por pasar factura. Y el protagonismo de una
voz bastante más dulcificada en el paso del tiempo de Kate Pierson:
Sus colaboraciones con Iggy Pop , REM , y Mathew Sweet , acabaron con
el abandono de Cindy Wilson de la banda.
Sacaron
discos como Stuff , compilaciones y el reciente Fumplex , intentando
alargar algo que les fue sustraído conforme aumentó su fama; la
frescura y aquella manera despreocupada de hacer lo que les venía en
gana. Y lo cierto es que B52's eran así , felices en esa locura
permanente en la que vivían , a lo mejor es que la edad te hace
perder esa proyección rebelde de tus actos de juventud , intentando
mantener las formas.
Pero lo
verdaderamente remarcable de esta última entrada del mes de Agosto ,
es que con 12 años me iniciaron de la mejor manera posible en el
placer de convivir toda mi adolescencia con los monstruos de feria
más entrañables (hablando estrictamente desde el punto de vista
musical). Desde entonces mi percepción por la música siempre ha ido
encaminada en disfrutarla , valorando ante todo la creatividad por
encima del virtuosismo; ese espíritu innato por transgredir de
manera espontanea y nada premeditada.
El New Wave
de aquellos años tenía ese ingrediente salvaje que a día de hoy
marca las consignas de la experimentación y que tanto cuesta
encontrar: El placer de tocar fondo para crear siguiendo el origen
tribal de la música y el ritmo.
Nosotros: Yo
, y las ciento de enfermizas personalidades que se dan citan en estos
vomitivos escritos , partiremos de viaje en 9 días. De los cuales ,
si el plan cabra de sale según lo previsto; dejaremos subida la
playlist de Septiembre ¿ya tocaba no? Dos meses sin dar un repaso a
lo que me ha limpiado de cera los oídos este Verano se han hecho
eternos. Si no contesto a vuestros comentarios , no os preocupéis ,
algún día volveré.
Un placer
compartir con vosotros aquellos discos que me hicieron compañía en
aquellos años inocentes , si no han colmado vuestras expectativas de
veras que lo siento.
UN SALUDO Y
FELIZ SUDOR!!