sábado, 21 de junio de 2014

FINCA RESALSO 2012 _ ¡NANO NINO, COMO ME GUSTA EL TANINO!





Bodegas Emilio Moro
Tipo: Vino tinto joven con crianza
D.O Ribera de Duero
Uva: Tinto Fino
Viñas jóvenes de 5 a 15 años, ligera crianza en Roble Francés
Graduación: 13'5%
Servicio 14 grados, precio aprox. 6 a 8 Euros.

En el año 2010 de la presente, encontraron a un comprador tenaz en una grieta espacio/tiempo descubierta entre el pasillo de licores y snacks del Alcampo de Sant Quirze del V.; o como se le conoce popularmente San Quirico. Lo hallaron exhausto agarrado a una botella de Paternina, como quien se agarra a la vida por un manojo de cabellera; atenazado, desencajado y sudoroso. Desde aquel estremecedor suceso que tuvo en jaque a reponedores, guardias jurados, y empleado/as de la limpieza durante más de 24 horas. Las autoridades competentes decidieron poner freno a semejante avalancha de aguerridos consumidores, y diseñar un hábitat mucho más plácido y agradable.
Fue tan terrorífico ver a ese sujeto parafrasear etiquetas de vino al revés, que decidieron crear un vínculo que consensuara a paladines de llamativos colores, aposentados condeduques, curiosones, y socorridos amantes de caldos: Sembraron estantes, vitrinas, y expositores de semillas jóvenes y llamativas, y acabaron florecieron pequeños tesoros que se confundían entre tanto abalorio y botella de dudosa calidad.

Allí donde todos reniegan y esconden su as bajo la manga, donde se confunde la elegancia, se mimetiza la burguesía más sofisticada del común de los comunes. Allí donde todos negamos haber ido, y si lo hemos hecho a sido arrastrados por alguna puntual oferta o por culpa de nuestra consuegra. Jurando y perjurando que siempre compramos nuestro amados y queridísimos líquidos espirituosos en nuestro selecto y pequeño comercio de confianza: Aquel en el que depositamos toda nuestra fe en su tino para seleccionar aquello que nos va a soliviantar el alma, hacer redoblar los tambores de nuestro corazón, y espolear o domesticar nuestro paladar según el caso. Sí ¿no?... ya.



El caso es que como sabemos que esas grietas de espacio/tiempo se abren y se cierran a la vuelta de cada esquina y donde menos te lo esperas; no vaya a ser que nos cogiera una en un renuncio, nos abdujese y fíjate tu que papelón. Mejor que nos encuentren agarrados a las nalgas de alguna señora mayor que a una botella de vino de dudosa procedencia. Así que pongámonos en situación: Imaginémonos en una gran superficie (y ya se que será un esfuerzo titánico para alguno); va, sin perder de vista nuestro pequeño comercio de confianza al que acudiremos siempre; aunque sea por una mera cuestión de principios. Nos conjuramos, nos santiguamos; mas líbranos del mal amén y pa'lante!!
Es cierto y evidente que aunque hagamos la compra mensual en una gran superficie, y la tentación sea grande. Yo siempre recomiendo comprar el vino en tiendas especializadas, donde encontraremos buenos consejos y una selección por lo menos más amplia y emocionante. Apoyamos el riesgo que conlleva montar un negocio de esta índole, encontraremos pequeños productores con bastante más identidad y terruño que los grandes latifundistas del vino, y sobre todo respeto por la materia prima y los pequeños distribuidores (esto ya lo digo muy en serio).

Lo cierto es que por suerte o desgracia; según se mire. Hay pequeños brotes que a veces pasan desapercibidos entre tanta botella clónica, con precios muy asequibles y con una muy buena calidad: Castell del Remei, Cap de Ruc, Condado de Haza, los blancos de Laus, Remelluri, Muga blanco, y alguno más que se me pasa por alto. Vinos de una RCP aceptable que se pueden encontrar en algunas grandes superficies (algunas, todas eh?), y que nos pueden sacar de un apuro en alguna ocasión.
FINCA RESALSO es uno de ellos, por lo menos en mi caso uno de los pocos en los que suelo confiar, y que destaca por una personalidad casi única dentro del segmento de vinos jóvenes con carácter. Finca Resalso es el por así llamarlo el “vino básico” de Emilio Moro; quien ya va por la tercera generación familiar, y que hizo de sus grandes reservas un buque insignia de los 90 en Ribera de Duero. Su vino elaborado con las viñas más jóvenes destaca sin embargo muy por encima de los vinos de su rango, y lo hace sobretodo porque tiene un nexo inconfundible entre la tradición más familiar y las nuevas generaciones que lo han creado.

De color intenso y fondo escuro, Resalso es un vino con una estupenda nariz confitada donde asoman discretamente los lácticos y la fruta crocante que le confiere la porosa barrica Francesa. Con una volatilidad alcohólica muy comedida donde se facilita la eclosión de las frutos silvestres (arándanos, moras, picotas), el regaliz, la piedra (basalto, grafito), un puntito de tinta china, y una voluptuosidad tan agradable como tentadora.
En boca tiene un ataque muy franco y acaramelado, la acidez realmente muy controlada y unos taninos bien integrados. Cálido y fresco al final, donde se dan la mano los mentolados con un toque final secante a regaliz. Es un vino muy agradable y fácil de beber, que lo hace mostrarse versátil para acompañar arroces, embutidos, un plato de pasta e incluso unas gambitas de Palamós a la plancha.

Uno de los pocos vinos en los que deposito mi confianza cuando pateo una mastodóntica superficie, y que desmitifica leyendas urbanas sobre los vinos y la siempre cierta creencia de que un elevado precio equivale a vino disfrutable.
Además aprovechando que estamos a las puertas de las Verbenas Sanjuaneras, no hay mejor ocasión para formar una buena triada, que con unas botellas de Craballas (Rueda), un Resalso, y un Cava de Mestres para rematar.

lunes, 16 de junio de 2014

13 TZAMETI by Géla Babluani_2005 #Así te quiero, sin perfumes, coloretes ni carmesí#




Nacionalidad: Franco/Georgiana
Director: Géla Babluani
Año:2005
Género: Suspense/Drama psicológico
Metraje: 95 minutos
Música: East Troublemakers
Reparto: George Babluani, Pascal Bongard, Aurélien Recoing, Fred Ulysse, Nicolas Pignon, Vania Villers. Didier Ferrari, Pierre Blérau... ínclito

Es por las pequeñas oberturas del calado de la persiana por donde se cuelan las primeras luminosidades de la mañana. Un aliento de frescor, el rumor de las cotorras... y su silueta. Esa estirpe, la que da forma a su cuerpo y lo contornea para el gusto de mi borrosa mirada desde la cama. Esa suerte de aroma natural de su cuerpo, la tersura de su piel sin potingues ni ungüentos, y la calidez de su estampa de la que gozo cada mañana cuando ella se levanta instantes antes que yo; excepcionalmente y como un pequeño triunfo sobre mis enterrados madrugones.
Y así con esa extraña y vaga similitud, intento equilibrar en la balanza de mis entretelas, amores carnales, espirituales y suculentos manjares que me vigorizan el alma: EL CINE, con la mayúscula grandiosidad con la que nos produce inéditas sensaciones, personificado en la mayestática naturalidad de la mujer con la que compartimos vida. Así es como lo quiero, sin perfumes, coloretes ni carmesí.

De la misma forma que nos enseñaron a amar los ínclitos A. Hitchcock, F. Fellini, F. Truffaut, o T. Richardson cuando el lenguaje del cine Low Cost dedicaba la inspiración al arte de filmar. A convertir la cámara en una extensión de la imaginación y del globo acular, y plasmarlo jugueteando con nuestro subconsciente.13 TZAMETI, cinta de debut del director Francés de origen Georgiano Géla Babluani. Es una de esas tan escasas joyas de director total, donde el arte de filmar cobra una de sus máximas expresiones. Un film que pasó de puntillas hace nueve años y que logra con un presupuesto esmirriado, lo que otros malgastan con tácticas disuasorias y cargan las tintas con malabarismos argumentales rebuscados.
Aquí sin embargo no hay trampa ni cartón, y mucho arte al manejar cámara, dominar el ritmo, y transmitir sensaciones angustiosas a base de capturar y domar nuestro subconsciente.


Sébastien es un joven albañil de familia humilde, que se gana la vida reparando cubiertas y tejados; en este caso la de una misteriosa pareja asfixiada por la adicción a la Morfina de su propietario, Jean-François. Que espera la llegada de una carta, para acometer una no menos misteriosa empresa con la que ganar mucho dinero. La llegada de la esperada carta y la muerte por sobredosis del turbio sujeto, en medio de un circunstancial caos fruto de la obras y de la asfixiante situación del joven. Hace que el documento caiga en manos del joven, y éste decida en una acción desesperada suplantar al tipo y aventurarse a recuperar el dinero invertido en la fracasada obra.

En ese instante Sébastien se verá inmerso en un misterioso y desconocido periplo, que lo llevará a debatirse en una de las situaciones más brutales y truculentas, jamás imaginada en su vida.


Pocos son los directores noveles que muestran en la actualidad el pulso y la firmeza a la hora de plasmar sus ideas, que demostró Géla Babluani en ésta, su ópera prima. Una historia actual a la que el sincero blanco y negro de sus fotogramas, nos transporta de lleno a los ambientes policiacos del cine Francés de los 50. Y donde el ritmo y la cadencia, junto a unos planos rebosantes de expresión, dotan de una tensión y una desolación sin igual los noventa minutos (que se hacen cortos), de esta conceptual y genial película. Además consigue hacerla hipnótica, inquietante y cruel sin hacer uso de los típicos recursos: ni violencia, ni sangre. Tan solo utilizar la cámara como se debe, buscar ese miedo velado a los designios y rodear todo ello, de la insensibilidad frívola de nuestros días.
Hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto con la absoluta honestidad de un director capaz de sintetizar tanto con tan poco. Toda una lección de cabalista ultrasensorial, para los que gozamos de la simpleza de ideas y de un buen manantial rebosante de sensaciones. Es más, podría asegurar que tratándose de lo que se trata, sobran en su mayoría las líneas descriptivas que me preceden. Al fin y al cabo, es una película para disfrutarla con las mismas dudas y enigmas que la hacen grande. Y sí, en esto le doy la razón VALE MÁS UNA IMAGEN QUE MIL PALABRAS.

PD.  En la red podréis encontrar versiones de mayor calidad subtituladas. Si no lográis dar con ellas me lo comentáis. 
 
 

lunes, 9 de junio de 2014

GOLD-BEARS_DALLIANCE/2014 #AQUELLOS AÑOS CUANDO ÉRAMOS BIEN JÓVENES *Aniversarios, pérdidas y reencuentros*




Tal día como hoy hora Zulú arriba, minutero asesino abajo, hace de esto ya cinco años, la picadura fue con nucturnidad y alevosía del todo letal. Fue una convulsión rítmica asintomática de aquellas que te dan cuando estás en la vigilia del sueño, y de los que uno parece como si estirara la pata cual agónico conejo. Y de la que hasta la presente no he podido encontrar antídoto alguno que me cure: Escribo luego existo, y existo para escribir.
 
FIRST IMAGE TO BLOG
Sin atender en absoluto a las primeras tres reglas que me impuse: No intimar con mis hipotéticos lectores; si los hubiese. No dejar que mi intimidad me traicionase y porsupuestísimo, no justificar mis escritos. Creo que la mayoría las he incumplido en su totalidad, mas alguna que por añadidura he ido descubriendo por el camino y que también he dilapidado #Arsa ese chiquillo bonico!!. Alto!! con orgullo y satisfacción, pues en ese forcejeo con tus emociones no hay mejor capitulación, que la que se hace a base de experimentar sensaciones inimaginables contigo mismo, y nuevos escenarios jamás imaginados. 
 
Esa criatura a la que dejé apagar las velas en su tercer aniversario y que corría descarriado como cabra al monte, pues no tengo fidelidad suficiente para celebrar ni descerebrar cada año, ya tiene cinco #Y rima con ahínco. No es que la ocasión merezca tal celebración por desenlaces traumáticos que no vienen al cuento, y que me reservo para mi intimidad. Ni tampoco por ser un número redondo, que va. Pero fíjate tú que con esta inyección orgásmica que me confiere esta joven banda de Atlanta (Georgia); allí donde Dominique Wilkins,Spud Webb y Cia. hicieran estragos aquel invierno del 86. Atizan las ascuas de los recuerdos alegóricos que confieren esas insignificantes minucias, dotando de sentido el caminar abrupto de la vida. Atizan, avivan y crepitan con el rugir de las guitarras la sonámbula celebración, que busca consuelo en el estruendo ensordecedor. Ahí donde no entran ni se oyen los sollozos, las penitencias o las mortificaciones. Y donde hacemos de la medio valentía/cobardía, un don infantil al que agarrarnos.



Los Ositos dorados vuelven a estar allí arriba en el techo de las aulas. Pegados junto a bolas de papel ya resecas, a los restos de guirnaldas cursos pasados con las siluetas de los borradores, junto a los pupitres con olor a goma de borrar. Aquellos diminutos ositos de gominola duros como los mismísimos diablos, que humedecíamos con saliva para ponerlos en órbita contra el techo de las clases, y que parecen regresar con ánimos de revancha. Los tengo aquí enganchados, ahí en el corazón chupando como posesos lo malo y podrido. Insuflando con carreras nocturnas por las calles y callejones de todo mi sistema sanguíneo, haciendo diabluras con su POP revolucionario y ácrata.
Hace tres años me inocularon esa emoción perdida por el PopPunk sin sigilo que valga. Un virus con forma de disco veloz y atroz que asalta a golpe seísmo, colapsando el sentido de la prudencia. En ellos encontré la droga perfecta con la que espantar los fantasmas de la perfección, de la excelencia y hasta de la comodidad por pulir los defectos cuando me susurraban al oído “Are you falling in Love”; ¿estás enamorado?. Con riffs nerviosos e hiperactivos que se salen de los márgenes de la plantilla. Y con rallotes como los de mi niño chico, que cambian el color y la forma de las cosas para buscar la belleza de las melodías Pop ahí detrás del estruendo. No como la mala broma de Pains of Being pure at Heart, que se acaban disipando en una especie de truco con el que captar fieles de oídos susceptibles.

Su regreso al cabo del tiempo en forma de Dalliance/2014 vía Slumberland Records, lo hace con el mismo ímpetu y celeridad; pero con las consecuencias +/- del enamoramiento como estandarte. Si bien sus bofetadas han conseguido precisar el K.O técnico o por puntos con temas como “I Hope They're Right”, “Fathers and Daughters” o “Hey Sophie”, el salvajismo pre-escolar sigue intacto. Y sí Sres. sabios, me gustan por eso, porque odio con toda mi alma la postura de lisoja y de adulación hacia los cánones que nos imponen las modas y los paripés que con tanto estilo usurpan nuestra natural rebeldía de juventud. Y claro está, porque GOLD-BEARS son la clara consecuencia de nuestro Pop antepasado más primario.
Siento la simpleza de The Thermals en “Chest” y en “Yeah, Tonight”. La inocencia de Talulah Gosh en “Punk Song nº15”, la sentencia a muerte de la Velvet en “From Tallahasse to Gainesville”. Los amores quebrados por la inocente juventud de Wedding Present con “Hers Fears”. Y también puedo sentir los ecos perdidos de Ballboy con “Death with Drums” y “For You”. Esa brutalidad hiriente y sangrante que esculpía a golpe de Punk el Pop ferviente que crecía en los márgenes y las grietas irregulares de las quebradas aceras de las barriadas.
Dalliance es un endiablado disco de Pop instantáneo, con ese porcentaje poco prudente de Punk efervescente. Uno de aquellos trabajos de una sola toma que tanto escasean en la actualidad, y que nos remiten a la sencillez del pasado para capturar el instante del momento: Sin artficios, sin posturas forzosas ni rotulaciones ostentosas con las que parecer lo que no se es. Esa misma sensación de regreso a las pequeñas historias del pasado con las que nos hemos dado fuerzas en dos días de duelo; con sensaciones encontradas, aterrizajes forzosos al lodazal de la realidad, y con esa espectacular transmisión verdadera que nos enseñan los más pequeños de la casa. Y que por aquella magia de la naturaleza humana, nos protege contra toda la dureza de una semana de pérdida; la soportabilidad del recuerdo vendrá a buen seguro después.
Pero él nos quería así, riendo y no llorando. Haciendo piña como la base de un gran castell, y más fuertes que nunca. Así que esta celebración de quinto aniversario transcrita en una la semana más dura de este año de autos 2014, va a ser así: sin aplazamientos y orgulloso de que sean estas mismas canciones, las que me acompañaron en los numeroso vía crucis hacia un sitio para olvidar. Las que nos den la bienvenida al calor del verano, y a la abrasadora desazón de un solo objetivo, la felicidad.