Llamaron a
la evacuación, gritos a ranchi y megáfono en mano. Como aquel
lotero de las ferias de la bóbila, que proclamaba sus muñecas
chochonas con fervor.
Corrías a
paso ligero mirando sobre tu hombro y a espaldas, cada minuto, hora y
día que se iban desgranando como terrones de tierra seca uno a uno.
Un 2016 que se va por el sumidero como un vórtice de cabello,
espumarajos oscuros y sedimentos. Dejando un cerco en la bañera al
que cada uno dé su sentido.
Mierda sí,
atrás se queda mucha mierda. Acantilados a tus espaldas por los que
el pasado y las mierdas caen, llevando solo lo bueno de equipaje.
Cuando pase otra década más, esas pústulas en tu recuerdo ya ni
existirán, y las que lo hagan que sean para darte fuerzas.
Tuvieron que
entrar los antidisturbios para desalojar y todo. Siempre o casi, hay
alguno que se aferra al pasado como el niño a su chupete; normal. El
futuro puede o no, dar más miedo que el hombre de saco, pero los hay
que estarían quietos en la vida; como una estatua de cera. Ahí,
viéndolas venir: -tranquilo que todo pasa cariño. El
inmovilismo y que todo siga igual, no vaya a ser... Esos mismos que se
aferran a sus poltronas fusta en mano. Que hacen de la costra,
abalorios y frisos en el techo.
**********
El oso ha
estado hibernando todo el 2016 ¿excusas? Pues pocas la verdad; para
que andar con cuentos del tío pachín. Eso sí,
aunque no voy a negar que la desidia me hizo mella en algún momento.
Y llegué a plantearme el sentido de continuar imponiéndome la
obligación de publicar -cuando siempre lo he hecho por puro placer-
Será mi carácter de superviviente el que me ha resucitado a
última hora con los albores desfibrilantes de la Navidad.
Que iba a
ser pobre de mi sin una miserable lista. Ya sabemos que a la vuelta
del zaguán dará ya todo un poco lo mismo. El orden de las cosas cambia
igual que la intensidad de nuestras arrugas; un día aquí y otro
allá. Que nada es eterno y nuestros gustos y miras fluctúan; como
si no. El orden de
estos cuarenta compañeros variará como la química de nuestro ser.
Sin ser yo de entrada nadie, capacitado ni autorizado para determinar
lo bueno y lo malo.
Solo una cosa más: rasquen donde pica la
curiosidad, y no se priven de ser golismeros; aunque solo sea para
fracasar. Benditos fracasos que por el intento llegan.
Hete aquí, 40 discos que le han dado de comer a mi probe corasson. Podían haber sido más (he escuchado más, no creáis que no); suficientes 40. Otros han quedado fuera -muy chulos también- New Raemon con su tenista, Hope Sandoval y su troupe, New Model Army, Kyle Craft, Univers, Marching Church, Savages, The Drones, Junior Rocket Sciencist, Temper Trap, Como Vivir en el Campo, Book Group... más, y otros que simplemente no he escuchado; que también vivo.
Muchos conciertos eso sí este año. Cantidad de vinos, cine, comer para sobrevivir y para conocer gente. Muchos momentos para tatuarnos en el cortex, de malos a la mierda!! y por el sumidero. Sean felices y ya!!
FELIZ ENTRADA al 2017
40_
WHYTE HORSES_ POP OR NOT
Los venía
escuchando la pasada mañana de navidad según traía a mi madre de
88 años.Esos momentos de luz solar que nos traen del más allá, al
más acá.
Y no os voy
a engañar. Esta banda Mancuniana encabezada por fémina, no es que
hayan descubierto el santo grial de la música pop. Pero a su favor
tienen, y es mucho, 17 canciones que no bajan del aprobado alto. No
solo no aburren, ni suenan al enésimo refrito pop de influencias
sixties. Sino que además hacen del frenchsound de aquella época muy
a lo Nico, de las pinceladas psicodélicas y los sonidos soleados.
Algo tan fresco, entretenido, destensante y poco pretencioso. Que se
escucha solo de cabo a rabo como un caída libre.
Un disco sin
parábolas alucinógenas, genialmente arreglado, y con un groove que
se engancha como los chicles a la suela de las zapatillas y.... A mi,
me gustan. Porque no todo tiene porque ser tan complicado.
39_WINTERSLEEP_THE
GREAT DETACHMENT
He de
admitir que hace un par de años, había perdido toda esperanza de
volver a recuperar las sensaciones de “Welcome to night
Sky/2007” y “New Inheritors/2010”. También es
cierto que con aquellos discos de sonidos más hondos y pesados no se
comieron un colín, y que su gira con Editors tampoco ayudó.
Wintersleep,
esta banda Canadiense con 13 años de vida, ya no son los mismos, es
cierto. Pero ha sido con The Great Detachment con el que han
conseguido plasmar la misma intensidad que lograron en aquel temazo
llamado “Archaelogist/2007”.
Todo eso y más, sin caer en la pérdida de integridad de “Hello
Hum/2012”.
Su nuevo
álbum no baja el acelerador desde el minuto cero. “Amerika”
aprieta las tuercas de la crítica social americana. Y con “Santa
Fe”, “Lifting Cure” o “More Than”
consiguen abrirse a nuevos públicos sin caer en la banalidad. Es
cierto que inicios me siguen pareciendo inigualables, pero su último
disco resucita a un muerto. Seguramente si no fuera por lo mucho que
lo he machacado en mis instantes más efusivos de este 2016. Y por
juzgarlo injustamente por su glorioso pasado. Ahora sería un disco
que apuntaría puestos mucho más altos.
38_XAVI
MOYANO_EL DISCO DEL BUEN AMOR
Han sido
cuatro años los que hemos esperado con intriga, la nueva entrada en
estudios de este Valenciano afincado en Barcelona. Largo tiempo sin
saber si las dificultades de autoedición y el alargado tiempo nos
iba a privar de nuevos textos cantados.
La
funambulista forma de escribir ya la conocíamos: directa, afable y
común en nuestra existencia. Pero los deliciosos y expresivos
arreglos sobre los que se han recostado sus nuevas letras de amor
contorsonista, nos han pillado placenteramente desprovisto de
defensa. Que en su conjunto con el precioso diseño de su envoltorio
de Chini, y la colaboración de Yves Roussel, Marco Morgione, Mario
Vélez y Dani Andrés, lo completa en redondez.
Ante
semejante aguijonazo que les voy a decir yo: Me encantan esos pianos
decapitantes, los arrumacos de su lírica en ocasiones dolorosa y en
otras renacedora, ese lienzo de pop electrónico donde se dibujas mil
formas de amar y desaRmar. Y una sensación que no épica sino
creciente, como las posibilidad que dan estas 9 canciones para
sobrevolar momentos muy álgidos e íntimos sin caer en la
insustancia: “Cuatro horas”, “Canción para despedir
a Bibi”, “La camiseta de Morrisssey” o “Guerra
fría”.
Un sinmiedo
de canciones que nos presenta a un Xavi Moyano que nos acompaña de
la mano, en este supuesto viaje de cuatro años. Con ganas de hacer
con las mellas y cascotes de la vida., un collage lleno de pasadizos,
luz y escondites, y que se escucha como un tiro. De verdad,
felicidades
37_HOLIDAY
CROWD_THE HOLIDAY CROWD
Otros que
nos han tenido en ascuas durante cuatro años. Los que han necesitado
este cuarteto Canadiense para por fin, ver publicado su debut en
largo; con shelfifle claro.
Aquel
fogonazo para teletransportarnos al pop más saltarín de mis años
mozos con “Never Speak of it Again”, parecía perdernos la
fe según pasaba el tiempo. Un frankestein hecho de tonos
morrissianos, tics a Gene, de Blueboy y hasta de halo a Sarah
Records reconfortante. La cosa prometía, para que mentir. Porque
puedo parecer a veces un muerdechapas, pero mi corazoncito popero
adolescente me puede y la sangre tira, rediez.
Su debut me
encanta, entre otras cosas porque huye un poco de lo obvio y dista
bastante de aquel Ep.; sin perder la esencia claro. Es más oscuro
incluso más directo. A veces retorcido cuando las guitarras se
balancean entre lo básico de ritmos bossanova, los recuerdos a Pale
Fountains y esa remembranza más victoriana sin llegar a ser
asquerosamente inocentes: Que hacer pop frágil no tiene porque
empalagar y hasta dar arcadas de tanto tufo a oso amoroso; digo yo,
vamos.
Diría
incluso que “Cheer Up”, su single de adelanto, es hasta el
más flojo de los diez. Tampoco se han matado vamos, pero creo
sinceramente que apenas ha habido este año discos Pop de esta
índole, que hayan estado a la altura. Y los diez temas se defiende
alegremente sin caer en la repetición; bien por ser un debut. Su
parecido a Devon Williams es lo único que me desconcierta.
Pero vamos a darles una oportunidad como a platanito a la espera de
su evolución.
36_SEÑOR
CHINARRO_EL PROGRESO
Hay artistas
que formando parte de la familia, y siendo por esto culpables de ser
lo que somos a día de hoy; musicalmente hablando, obviamente.
Podríamos perdonarles todo o casi todo: Pasarles por alto algún que
otro desliz, cantar por peteneras y en el camino hacia su búsqueda
empujarnos despeñadero abajo y todo.
Lo de
Antonio Luque no ha sido como para eso, aunque sus tres anteriores
discos me hayan dejado un poco la sensación de... ah, pues vale!! El
efecto sorpresa de Presidente/2011 estuvo chulo, aun siendo yo más
de Ronroneando o El Mundo según. No reniego ni del pasado ni me
asusta el futuro, pero a mis artistas preferidos les pido riesgo y
letras que nos aventuren a nuevos escenarios; cosa que he encontrado
con cuentagotas en sus últimos discos.
EL PROGRESO
sin embargo -que igual es por capricho mío, no digo que no- me ha
devuelto sensaciones pasadas. No solo por nostalgia como podrán
pensar. Sino porque las canciones suenan a rabiar, su nuevo
acompañamiento musical las dota de un brillo inusitado; en directo
sobre todo. Y nos lleva a parajes familiares pero distintos y nuevos.
El echo de
haberlo visto en la estupenda Jazz Cava de Terrassa supongo que
tendrá que ver, y a lo mejor este detalle no sea lo suficientemente
imparcial. Pero opino que tanto en formato físico como en vivo, la
cosa suma o resta según momento. El caso es que aparte de la
producción de J de Planetas y ese brío nuevo nuevo y más
estructurado que le ha dado. Letras, los arreglos musicales de Pájaro
Jack (la banda que le acompaña ahora), y por supuesto las canciones
con bastante más lírica que pasados discos.
Al final
supongo que las razones son lo de menos, pues los discos gustan o no.
Pero El Regreso tiene más chicha, hilo argumental y vida que ganar
con sucesivas escuchas. Uno de sus discos más ambiciosos y con
mejores letras desde Progreso.
35_LVL
UP_RETURN TO LOVE
Si alguno de
vosotros oísteis el anterior disco de esta joven banda de Neoyorkina
(el tercero desde el 2011). Apuesto a que tendríais la misma
impaciencia por saber hacia donde iría su evolución: Más de lo
mismo?, desastre?, cambio radical de estilo? (que eso ahora se lleva
tanto como los formatos de Danone)
Aquel disco
a mi ya me pareció de lo mejor de las nuevas hornadas. La esperanza
guitarrera con aires frescos que no nos recordasen a bandas pasadas.
Y efectivamente Return to Love, no vuelve a machacar el mismo clavo
del Lofi resultón, ni han mandado al carajo su frescura.
Un disco más
maduro si se puede decir así, sin apenas hits destacables, pero con
muchas capas donde rascar. Desde luego no es de aquellos trabajos que
te arrastran a la primera; quizás porque las canciones de peso
plomizo requieren ponerse a ello; con lo vagos que nos hemos vuelto.
Pero lo que de verdad es admirable, es escuchar un sonido tan
puramente 90 y en cada escucha tener un buen motivo para volverlo a
poner.
No solo no
agota, sino que se me antoja un disco fondista con un preciosismo
bruto encantador. Desgarbado pero con una melancolía que desarma y
agita al mismo tiempo. Eso mismo que tan bien hacen Dinosaur Jr. de
toda la vida, que no es otra cosa que dar hostias de amor.
34_TEENAGE
FANCLUB_HERE
A fuego
tengo grabado un directo de ellos años mil ha en el FIB del 98. Los
arpegios vocales de estos Escoceses ya eran entonces toda una
anomalía en el Pop de guitarras de aquellos años. Cuando lo
Americano en el indie de los 90 era sinónimo de rudeza.
Que nadie se
espere por eso el mítico sonido de “Thirteen/1993” o
“Gran Prix/1995”. Que igual es por eso que a algunos les
ha acabado por decepcionar, igual que otros lo han entronado al
olimpo. Sinceramente creo que ni una cosa ni otra; válgame el señor
si 20 años más tarde estuviésemos esperando el elixir de la eterna
juventud!! Otra cosa es la equidad a la hora de disfrutar de un nuevo
trabajo, de una banda como los Teenage Fanclub, en los tiempos que
nos toca vivir.
Un disco que
como un suave masaje en la sienes, no persevera en el pasado ni en
viejas rutinas sino que encima suma. Y que justo me ha dado lo que no
han logrado Jayhawks o Wilco con dos obras que para mi gusto, no solo
se repiten sino que además les falta un poco de alma. Vamos, que a
mi no me convencen por más que no sean tan malos discos.
Ese aire a
los primeros Bee Gees o, salvando las distancias ese puntito smoothie
de respaldo que enriquece, al ya de por si original y luminiscente
Pop; esta vez más a la americana. Son ese tipo de cosas que mejoran
lo presente según con lo que se las compare. Aunque en este caso:
“The First Sight”, “Live in the moment”, “It's
a Sign” o “Hold On” ya de por si valen su peso en
oro como para amoldarse a ellos, y dar por atrevida su discreción y
sutileza entre tanto bocero.
33_TERRY
MALTS_LOST AT THE PARTY
Si me
tuviera que ceñir al lema de “la primera impresión es la que
cuenta”, y lanzar por la ventana dilemas, análisis y autopsias
varias de qué hace grande o mediocre la música. Los Californianos
Terry Malts estarían ahí arribita, aunque solo fuese por el 100% de
efectividad de sus once canciones.
Las once tan
disfrutables tanto si se oyen del derecho o del revés. Si que es
cierto que no han inventado nada que no se haya hecho infinidad de
veces pero... Ah!! Si es así, cuantos (ahora), hay capaces de
recoger este ramillete de joyitas Pop ¿Frank & Walters acaso en
sus buenos tiempos? No muchos (que yo recuerde) lo juro, ahora
bastante menos incluso. Terry Malts han cogido el Pop y Powerpop más
efectivista de los 80/90's, sin magrearlo demasiado, y se han
dedicado exclusivamente a la melodía. Y les ha salido bien? Vaaaya
si les ha salido bien.
Tanto
incluso, que yo hasta creo que nos apura tanto valorarlo en su medida
justa por el que dirán, o porque lo fácil bueno parece que no tiene
mérito. Hay que hacerlo adulto, retorcido y pelín solemne para que
nos tengan en cuenta y piropeen al pasar. Queguapoesminiiiiño,
leche!!
32_ANDREW
BIRD_ARE YOU SERIOUS
Andrew ay me
Andrew!!, que disgusto me dio en su última visita a la sala BARTS
este pasado Otoño. Mira que salir borracho al escenario y liarse a
contar chistes de Eugenio, cuando todo el mundo sabe que el único
capacitado es el mismo Eugenio que en paz descanse.
No, ahora en
serio, que es que todavía me dura el cachondeo. El primer disco que
publica, en el que la grandeza de las canciones sobresale de manera
magistral por encima del virtuosismo multinstrumentista del autor. Y
el tío vuelve por quincuagésima vez a demostrar lo bueno que es. Lo
siento, pero sinceramente no tengo nada en contra de él (de echo me
encantó su anterior visita con la banda). Eso sí, creo que cuando
uno hace discos tan buenos hay que estar a la altura de las
circunstancias, ser humilde, y ponerse al mismo nivel de las
canciones. Que son tan importantes como el que las compone, de echo,
son las inmortales realmente.
Lo siento,
pero eso no se lo perdono. El álbum es un discazo de cabo a rabo
pero...
Canciones
tremendas, no se obceca con el folk, y esa insana manía de hacerlas
enormes. Con riqueza, porque puede que sea su disco más rockero, más
democrático instrumentalmente hablando y con un montón de buenas
canciones, pero.. Lo siento, para mi suma mucho el directo, y creo
que has perdido una oportunidad inmejorable de defender el
cancionero; que es lo que da de comer.
31_SHEARWATER_JET
PLANE AND OXBOW
Estos
Tejanos anómalos y autodidactas siguen como sin nada al margen de
toda moda. Se habla un montón de bandas como Band of Horses o The
National; los que ya están en los más altos niveles de
idolatración.
Pero de
Jonathan Meiburg y sus acólitos, los cuales llevan publicando
durante quince años una colección envidiable de álbumes, nada de
nada. Con Jet Plane and Oxbow esta vez, han conseguido sintetizar en
once cortes, poco menos que una península, continente o universo si
me apuran, digna de explorar. Un trabajo con tanto peso argumental y
espiritual, que da para lanzarse a esas naturalezas olvidadas a las
que hacen mención, igual que Alexander Supertramp en Hacia Rutas
Salvajes. Abandonarse tal cual nos trajo nuestra madre al mundo, y
dejarse engullir por esas épica quirúrgica que se extiende de
principio a fin como las planicies argentinas en su temario.
“Quiet
Americans” quien arranca como una crítica feroz a sus
paisanos. Y que prosigue en fabulosas odas de oscuridad luminiscente:
“Backchannels” bárbara, “Filaments” como un
viaje trepidante a la velocidad suicida de nuestras vidas, “Pale
Kings”, “Glass Bones” o “Wild Life in America”.
Un folk que deja paso a un rock con pinceladas tecnológicas, y que
amplía de forma tremenda con su espectral profundidad, a
sensibilidades insólitas. Y que aunque no tiene ese reclamo
plausible que se le suele reclamar a los discos de tronío. Tiene una
colección de canciones no solo tremendas, sino con conciencia de
obra; algo que dicho sea de paso, no encuentro en la mayoría de
discos fáciles de escuchar.
Este
confirma la regla, pero necesita escucharse con interés.