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Niño, abre la mesa y retira el sofá.
Suena
el interfono y va llegando la familia:
Hermanas,
cuñados, sobrinos; con el polvorilla presidiendo la mesa y El Cabrero por soleas.
Fin
de Año y fiesta grande en la familia Crespo.
Hay
una mesa de madera maciza de esas que pesan un quintal, revestida de fórmica
brillante imitando la nobleza del lustre; que es lo que se llevaba en los 80. Y
un poco de todo para picar antes de la gran cena y el concurso de feos de rigor;
que cada fin de año se celebraba en mi casa.
La
avenida atestada de coches aparcados en los sitios más inverosímiles, y
milesciento de familias, regresando al barrio de origen como si de un
peregrinaje a su casilla de salida se tratase.
Esa,
es mi mayor y mejor ilustración de la Navidad.
Ni
el día de navidad, ni San Esteban, ni año ¿nuevo, viejo…?; jamás logro
acordarme de los malditos nombres de las efemérides.
Eso
sí, lo que tengo claro es que navidad en mi casa. Es chirigota, bizarrismo, y
despendole venido a menos por la edad. Pero como objetivo máxime del
celebramiento pleno.
Y
aunque falten en forma física algunas personas queridas. El aura preside cada
beso abrazo y aroma, que es al final, mi navidad propia.
Así
que. Como ya va siendo tradición en este blog, y como asunto más personal que
de interés público.
Aquí
van, las cuarenta cosas más molantes que he pasado desde mi hocico,
hasta mi protuberancia nasal, y acabando en mis dos alerones auditivos; más
parecidos ya a los de un sabueso, que a los de una lechuza.
Empezaremos
por unos aperitivos en forma de E.P’s (esos concentrados, para dar vía a las
canciones antes de que la industria musical las enmohezca).
Y
acabaremos progresivamente hasta que el tiempo cruel me dé un respiro.
Osease,
igual para el año que viene ya tengáis una lista top/menú/relación de aquellas
cosas que para vuestra pena, dejasteis de lado. Más pendientes en vuestro
pastillero de cosas que ya sabéis que os gustan, pero seguís dale que dale por
aquello de no saliros de la zona de confort.
¿Qué
parezco un poco prepotente y desalmado?
Pues
sí.
Es
lo que tiene no tener más obligaciones que las mínimamente higiénicas y básicas
para no morir en el viaje.
Ah!!
Que feliz entrada al nuevo y misterioso año y eso… Y que en el fondo todo es
pose y coña.
Que
se os quiere.
40:
BAMBARA_Love in my Mind
Este
trío de Athens que claramente rinde pleitesía a Mr. Nick Cave y Gallon Drunk, y
que recientemente ha estado por nuestro país teloneando a una de esas bandas
supermolonas de ahora. Se ha despachado con seis temitas, que pese a no estar
al nivel de su debut de hace dos años (Stay). Es una excusa perfecta para
echarles un rato e incluso recuperar ese disco de 2020 (va de retro), tanto si
sois de los que adoráis a Nick Cave y creéis que cualquier cosa que se le
parezca es un placebo de mierda. Como los que pensáis que ya está bien con tanto
idolatrar a Nick Cave, y por su culpa os salen granos en las ingles cuando
escucháis cualquier cosa que se le parezca y sin embargo os mojáis encima
cuando empieza un capítulo de Peaky Blinders.
39:
THE GARBAGE & THE FLOWERS_Cinnamon Sea
De
la influencia de la Lou Reed y su Velvet en la historia de la música
alternativa, es algo incontestable y floreado de innumerables maravillosas
bandas (Mazzy Star, Galaxy 500… y un montón de nuevas bandas).
Pero
pasa a veces, que escuchas una canción como “Eye Know Who you are”. Y
viajas en el tiempo de tal manera, que desearía volver a estar en aquellos años
en los que todo se hacía por pasión y con tan poco. A sabiendas de que el
asunto tiene su truco:
Este
es el regreso de una misteriosa y anónima banda Neozelandesa. Quince años más
tarde de su magnífico y poco conocido “Eyes Rind As if a Beggars/1997”.
Y
claro, todo empieza a cuadrar. Más aún si lo escuchas, claro
38:
SPRINTS_Black Catalogue
Pues
de un concierto de ellas salió la inspiración de estos dublineses liderados por
la eléctrica Karla Chubb.
Y no
crean que no hay algo de la tensión de las londinenses, en las diez canciones
que han publicado este año con forma de patada en la entrepierna.
Sus
canciones son, como mínimo, la perfecta ilustración musical del cabreo social
con la invasión moralista, estereotipada, y derechoide de nuestro mundo global.
Vitaminas
para sacar pecho del maravilloso medicinal pluralismo.
37:
THE UMLAUTS_Another Fact
Si
alguno/alguna tiene la sensación frustrante de que este año hay más paja que
grano. Con publicaciones urgentes de discos donde abunda más el querer volver
al candelero a toda costa, que hacer buenas y profundas obras para disfrutar de
principio a fin. Y una cantidad ingente de discos, donde solo son aprovechables
2/3 canciones, y el resto son desechables propios del estrés creativo…
Pasen
y vean.
Para
eso están los Ep’s como los de Annabelle Mödlinger y Maria Vittoria Faldini.
Auspiciadas por los productores Sergio Maschetzko y Magdalena McLean.
Una
instalación musical que escarba en la noche, el techno, el maquillaje corrido,
las medias rotas, y el gigoló fracasado. Hecho a medida para los que nos gusta
chupar la cabeza de las gambas y comernos la cola.
No
comas guarniciones de plástico, quédate solo con lo bueno.
36:
LOS YOLOS_Rock Ciudad
Volvamos
de nuevo a mi barrio.
A
los años finales de los 80.
Cuando
la calle hablaba el lenguaje del barrio periférico, con un glamour y estilo
hecho de saldos.
A
estos barceloneses multicolor se les entiende todo.
Entre
funk de bajo gordo, postpunk chirriante y afilado, y la actitud de quien está
en las lindes vigilando.
Cada
concierto de estos cuatro chavales, son una hoja en blanco para que cada uno se
monte su propio y particular universo callejero. Ese que es de verdad ¿eh? Con
sus mierdas y miserias maravillosas.
35:
MAUSOLEO_Refugio Transitorio
Si
no se gira la tortilla, seguramente habré visto a estos valencianos cuando esta
retahíla se publique.
Será
con una copa de vino en la VOL de Poblenou. Y como la de los Yolos, la suya, es
una idea de infusionar el rock callejero y de barriada de los 80. Para extraer
la esencia, dándole la impronta de nuestros tiempos. Sin que por ello, se
pierda ni un ápice de aquello que ha hecho de algunas músicas pretéritas sean más
una personalidad, que un estilo o etiqueta concreto.
Yo le llamo mojo
34:
SOFT KILL_Canary Yellow
Estos
cuatro tipos de Portland nos regalaron un singlazo a principios de año
(Press Play).
Pero
nadie se imaginaba que era como una especie de despedida a su postpunk inicial,
para llevarnos al lado más pop; guiñando un ojo a los Cure, y a los New Order
de Movement.
Más
por cadencias que por estilos ajenos. Canary Yellow es uno de esos discos para
ponerse blandito, y tirar de épica sensible. Todo aquello de lo que a veces
renegamos, pero que en el fondo tanto nos pone.
Somos
melancolía y agua ¿lo sabes?
33:
WET LEG_Wet Leg
La
nueva sensación de las islas (Wight); dicen. Son este par de amigas a las que
en su favor suma, la facilidad y practicidad a la hora de componer canciones
que se te adhieren como un chicle a la bamba.
Todo
lo demás, gilipolleces para no seguir el instinto básico del baile y el
tarareo. Y un disco que se escucha del tirón en plan glu glú en un
fifty/fifty de Peaches y la Caroline Rose de Loner.
32:
JUSTIN GOLDEN_Hard Times and a Woman
Pocos
discos con sonido de raíz en mi reproductor este año.
Pero
este debut desde la costa de Virginia, tiene todo lo emocionante de sonar requeteclásico
y a la vez a viento fresco.
Blues,
rythim blues, popfolk, rock… Ramalazos a Van Morrison por aquí, dejes a His
Golden Messenger por allá, acento de Black Keys que se cuelan de tanto en tanto.
Y hasta San Muddy Waters espiando y vigilando por la mirilla.
Un
discazo el de este gigantón en cualquier caso, perfecto para saber que aunque
no lo sepas, te gusta este rollo.
31:
CASS MCCOMBS_Heartmind
Es
posible que nuestro amigo Cass te genere indiferencia; como esos bichos
anónimos que se mimetizan entre la maleza.
A
los que nos pasa lo contrario, estamos ya entretejidos como los ácaros en sus
escamas, tela epidérmica y tejido. Y pasa que como se puede permitir ir por libre
con tal soltura y baja presión, nosotros. Ya no necesitamos un single/anzuelo.
Cuanto
menos lo intenta, más mola. Todo un maestro de generar atmósferas sutiles y
mutar sin apenas ser apreciado.
Esta
vez, hasta hay cumbia, jazz, y tropicalismo.
No
me cansaré jamás de amarlo y recomendarlo.
30:
ROBYN HITCHCOCK_Shufflemania!
Otro
que en su vejez (por mal que quede decirlo) no hace más que dejarnos
notablísimos trabajos, es el señor Robyn.
Esta
vez, un surtido con cada una de sus camaleónicas facetas. Y con sonido y
producción que en lo que a mí respecta, es de un goce tan salivante como el de
descorchar un Mas La Plana: Complejidad, matices, y fruta crocante.
¡¡Como
suena este disco de bien!! Una virguería para los amantes de las buenas
grabaciones.
29:
COURE_Inversun Nema
La
primera grabación con la banda Barcelonesa al completo, sienta cátedra sobre
que se supone es: El Stone rock, el metal, el free jazz, y la experimentación.
En
clave instrumental. Inversun Nema es lo más parecido a una gran ciudad
decadente y apocalíptica, invadida por las bestias de la naturaleza y la
mitología.
Oscuro,
asfixiante, y poliédrico.
Es a
la vez, una oda a la esencialidad de la naturaleza animal y mineral. Donde las
guitarras marcan el paso de un saxo bajo, que cercena igual que una daga
mellada. Y cada nota se malea igual que el cobre y conduce el calor,
aniquilando la plaga de la mediocridad.
28:
I SPEAK MACHINE_War
Ha
llegado de manera tardía a mi salón la señora Tara Busch acompañada del
cineasta Maf Lewis. Tanto, que le ha dado tiempo de sacarse de la manga hace
escasos días un nuevo álbum de versiones demoledor.
24
composiciones en total, en las que lo electrónico industrial oscuro y sibilino,
repta como una serpiente ondeando la bandera de las más afamadas divas del
contorsionismo visual. Goldfrapp, Siouxsie, Nina Hagen, Diamanda Galas… Podrían
ser hermanas putativas.
Lo
de esta señora, sin duda, es de lo mejor del género en muchos años.
Puro
trazo gordo, beats, y gótico noctámbulo.
27:
BUÑUEL_Killers Like Us
Si
andabais un poco huérfanos de The Dromes y Tropical Fuck Storn. No padezcáis
más.
La
bestia humana de Eugene S. Ribinson (Oxbow) y el resto de esta banda italiana.
Te montarán en cero/coma, una misa negra de puro aquelarre postpunk destroyer.
Que hará que pidas a gritos beber sangre (morcilla de jaén también te valdría),
y te revuelvas por el suelo como un gato satanizado.
26:
KEVIN MORBY_This is a Photograph
No
podéis haceros una idea lo que echo de menos a mi Kevin de Harlem River.
La
cosa es que, si me dais a elegir entre el Kevin ligero de cascos, y este que es
justo lo opuesto. Y donde se regala un homenaje al country/folk contemplativo
de pura esencia y raíz.
Sorprendentemente
me quedo con este.
Sencillamente
(creo yo), porque conecta sin rodeos con la clave de su influencia más
evidente. Además de ser seguramente el disco más arriesgado y completo que
conozco de toda su carrera. Bajando y subiendo de lo acústico a lo psicodélico,
con una naturalidad pasmosa.
25:
50 FOOT WAVE_Black Pearl
Hay
momentos en los que los universos paralelos de dos proyectos: Se encuentran, se
acercan y se entremezclan. Costando así, diferenciarlos entre sí. Como si de
ambos hubiera surgido un híbrido. Una cosa nueva.
Con
Foot Wave ha pasado algo parecido a lo de Wedding Present y Cinerama. Y es
posible, que el regreso de ese folio en blanco para desparramar de Kirstin
Hersch y Bernard Georges (+Rob Ahlers). Ahora mismo, sean las Throwing Muses
eléctricas que llevabamos buscando desde
Red Heaven. Sólo, que con una parca árida y gruesa, que arrastran al más puro
estilo Mark Lanegan e incluso el Dry de Pj Harvey.
Un
disco brillante y profundo como pocos en su carrera, que desgraciadamente ha
pasado de puntillas.
Una
joya
24:
GWENNO_Tresor
La
galesa Gwenno Sanders, o la que fuera voz principal de The Pipettes ¿no sé si
se acuerdan de aquel “Your Kisses are Wasted On Me” del 2008? ¿no? Bueno
pues igual yo, que soy raro.
Me
trae de vuelta para capricho propio, igual que ya lo hicieran Gorkys Zygotic Mynci
o Melys en otros tiempos. Otra valiente que se atreve a defender el gaélico o
la desaparecida lengua de Cornualles, como un alegato en defensa de la
identidad y diversidad cultural.
Y ya
no solo como algo exótico o pintoresco. Sino porque el conjunto; incluso su
anterior Le Kov de 2018. Son un exquisito mapeado de pop con aires a Space Age
Pop, psicodelia, folclore, y rematado en un drempop ambiental y espacial,
delicioso y orgánico.
De
un paisajismo sonoro, como hacía mucho tiempo que no pasaba por estos lares.
23:
ELF POWER_Artificial Countrysides
No
creo que queden demasiados especímenes a día de hoy, como el de Andrew Rieger:
Militante obstinado de los recursos mínimos y rodador holandés constante y
académico a la hora de dar forma y personalidad a sus melodías.
Y eso
es lo que a mí más me fascina de él particularmente; que puedo entender que en
la distancia sus detractores crean que todas las canciones suenan igual. Pero
diría sin pestañear: que desde “A Dream Sound/99”, es el disco suyo al que
mejor me he agarrado y más he agradecido precisamente ahora.
Ritmos
batidos de fuzz, slides de fondo, pespuntes ribeteados acústicos, letras de
trotar por el bosque, y un rum rum rítmico que dejó de hacerse desde el retiro
de Grandaddy. En esa psicodelia campestre de mono, horca, y sombrero de paja.
Gloria
bendita de disco.
22:
BLACK MIDI_Hellfire
Si
pretendes entrar en el mundillo de Geordie Greep y sus secuaces, libro bajo el
brazo y listo a coger apuntes sobre la teoría, genero, y métrica musical
tradicional. Mejor te lo ahorras.
También
podría ser que por raro, pintoresco, y moderno. Te apuntes al lío para vacilar
a la tropa; que eso lleva pasando desde Frank Zappa, que sí.
En
cualquier caso. La banda británica, es realmente de lo poco original que ha
salido en bastante tiempo de las islas y con cierta relevancia pública.
Capaces
de crear un musical tan elástico y teatral, como una performance de danza sin
coreografía. Su música es eso: un espectáculo que entra por cualquier otro
medio antes que por la combinación oído/lógica.
Su
temario se asimila igual que un espectáculo visual, intuitivo y plástico. Por
eso, es importante: calentar, y estar dispuesto a bailar. Porque son eso:
La
idea que tenía David Byrne en Rise, ride, roar sobre la música, llevada al
extremo de la intuición sonora.
Exfoliante,
liberador, y un estímulo para escapar de lo puramente ortodoxo.
21:
PANDA BEAR & SONIC BOOM_Reset
En
1962 nacían Beach Boys y cuatro años más tarde, publicaban Pet Sounds: Una
especie de mandala sonoro, donde la precariedad técnica de un dos pistas era
sobradamente subsanada con unos arpegios vocales determinantes en la historia
de la música.
Desde
entonces hay varios momentos claves para entender la música de hoy; por lo
menos para mí: Buddy Holly y el concepto de canción pop, Beach Boys y sus
técnicas de grabación y sonido con un dos pistas, y Velvet Underground; donde
se unía todo lo anterior y se marcaba el boceto de lo que hoy conocemos en la
música alternativa.
Así
que Panda Bear y el señor Peter Kember (Spacemen 3). Han pensado ¿porqué no
llevarlo a cabo ahora, pero desde otra perspectiva?.
Y no
solo con la intención de emular aquellas armonías y superposición de capas. Si
no, como otra manera de arrastrar al oyente a un vórtice de color, imagen
sonora, y adictiva polirítmica droga legal.
Una
genialidad y ya está.
20:
BIZNAGA_Bremen no existe
¿Es
posible coger aquel sonido de punkrock urbano de los 80 con textos de rebeldía
contemporánea? Y no parecer un vejestorio del pleistoceno, si no algo:
Necesario, curativo, y altamente refrescante.
Pues
sí. La banda malagueña afincada en Madrid, lo lleva haciendo desde hace una
década y aquí… Aquí clava la estaca hasta el fondo y de manera certera.
Un
disco anómalo y fuera de sitio, pero sorprendentemente idóneo dentro de una
maravillosa y prometedora camada de jóvenes bandas nacionales.
Tremendas
letras y desbordante electricidad la de este cuarteto. Que no levanta el pie en
ni una sola de sus canciones.
19:
NIGHT CRICKETS_A Free Society
Y
resulta que David J (Bauhaus, Love&rockets, etc etc) conoce a un menda que
le paga una birra en un bar: Darwin Meiners. Y ya liados en si pagas tu o pago
yo, le produce un par de discos (David J, claro); pues no es fácil liar a David
en par y mil de mil proyectos de mil pelajes, ni nada.
Y al
final, es tío de las dos escobillas de las mujeres violentas (Violent Femmes), Victor DeLorenzo. El que paga la ronda y se los lleva a un estudio.
La
historia seguramente no fue así; me la he inventao.
Pero
lo que sí es seguro e irrebatible. Es que los tres y con David J como druida:
capaz de extraer universos sonoros hipnóticos e inclasificables hasta de una
piedra si es menester.
Han
parido una cosa tan rara, como magnética.
Reptante,
inquietante, estimulante, humeante, capaz de generarte una sugestión
atronadora. Una puta maravilla a la altura de aquellos pasajes indeterminados de
Love and Rockets, que nos remitía a tugurios y mala gente.
18:
THE BOBBY LEES_Bellevue
Desde
aquel Hollywood Junkard de este pasado septiembre, y lo mucho que me recordaron
a otra banda femenina de garaje cabaretero de la que ahora -la verdad- no me
acuerdo (puta mala cabeza la mía).
No
le quité ojo a la gachí; y bien que hice.
Después
me enteré de nuestro coleguilla Jon Spencer ya hico lo propio con su anterior
disco. Y hete aquí, cuando el punk acelerado, desquiciado y un pelín psicótico
gira como una bailaora sevillana con sus volantes y mantón. Y chas!!
Sam
Quartin emana tirando de su oficio de actriz (9 pelis que lleva la tipa). Y nos
pare un disco donde el salvajismo se amansa; o por lo menos, se disfraza de
lujo.
De
Bluesrock pendenciero, swing de cuero y zapatillas raídas, y un batiburrillo de
cosas molonas que bien podría sintetizarse como el ver a Screamin’ Jay Hawkins
con cresta, chupa de cuero y pintado como una puta bailando pogo.
Asina
17:
VATICAN SHADOW_Coast Guardgulf of Blood
No
es costumbre que el basto desierto que me lleva acompañando estos últimos años,
en tanto a la electrónica/ambient/lo sintético; o como se os ponga llamar a
aquello que hace que (cada uno): Se salga de la linde para pisar barro, andar
descalzo, o hacer lo que sabe que no debe. Te abreve, justo, cuando estás a
punto de morir deshidratado, o hacer una locura.
Entonces,
hace acto de presencia un señor al que yo no conocía, que se llama Dominick
Fernow. Y que lleva la friolera de 24 años haciendo perrerías desde el Death
Metal, hasta el techno, pasando por el Dark Wave; con mi merecido pescozón de
rigor por profano.
Y nos
resume la debacle existencial del mundo moderno, y la distopia americana,
tomando como referente a la Guardia Costera. En una especie de Ambient Electro
que va del beat rudo, a los paisajes sonoros ambientales. Con una extraña forma
magistral y conceptual, para hacer que el vouyerismo cotidiano, parezca
un proyector sonoro de lo más estimulante.
Colmando de texturas sonoras cada uno de los ensayos que ocupa esta
magnífica obra.
Lo
más cercano a ver con la música.
16:
DANIEL ROSSEN_You Belong There
¿Se
acuerdan de la aproximación de Mark Kozelek o Riley Walker, esa especie de
encaje de bolillos con la guitarra española y/o acústica? Y de como miraban con
el rabillo del ojo a Nick Drake.
Pues
quien fuera líder y cantante de los Grizzly Bear; retirado al Méjico fronterizo
hace ya unos años Daniel Rossen. Ha parido una genialidad de debut donde
confluyen eso dos conceptos anteriormente citados. Solo que, además, a modo de
patio cordobés. Está floreado con un barroquismo y lirismo mediterráneo de una
riqueza fuera de lo común.
Jazz,
suites, folclore, psicodelia, arreglos de orfebrería, cinematismo…Casi siempre
en el filo del precipicio de lo extremadamente sobrecargado, y la ligereza de
lo imprevisible.
15:
THE WORLD IS HAUNTED_Fly Now
A
punto de acabar el año y con la lista de mis preferencias casi cerrada. Me
llegó un parabién que liga casi a la perfección con la joya de Daniel Rossen.
Y es
que no hay mejor alegría que la de recibir años después de la escisión de una
banda adorada.
Un
proyecto que claramente no renuncia a la esencia de su banda matriz, y que sin
embargo nos abre otra realidad diferente, reconstituyente, y enriquecedora.
Sean
Kirkpatrick; el batería de los desaparecidos SWELL. Quien recientemente perdiera
a si líder y vocalista, David Freel. Ha creado una aventura sonora de lo más
sugestiva con su compañero de Swell Monte Vallier, junto a Craig Gray, y Bill
Churchill.
Un
plácido y sugerente viaje que inconscientemente conecta con el Trip Hop de una
manera inusualmente orgánica. Y donde el IndieRock, el Jazz, y el Dub se
entretejen los unos con los otros, sin apenas resentirse y parecer lo que
podría ser un pastiche.
Al
contrario. El liderazgo de la sección rítmica, a parte de ser una jodida
apisonadora negra. Liga todo el ungüento como un bálsamo espeso, cálido y
tremendamente cinematográfico.
14:
THE JAZZ BUTCHER_The Highest in the Land
No
podía obviar de ninguna de las maneras el trabajo póstumo de mi malogrado Pat
Fish.
Quizás
de las muertes que más me han impactado por su serenidad y naturalidad. Y lo
inesperado de estas nueve canciones previamente concebidas desde el
conocimiento del desenlace final, como una despedida que nos muestra a un Pat
Fish tal y como era: Un devorador de la vida, seguramente el que mejor supo
catalizar en forma de canciones toda una época y concepto musical de los pubs y
pequeños locales.
Haciendo
que el anonimato, fuese su mejor balance para describir la Inglaterra
invisible, la elegancia de lo suburbial. Y sus letras irónicas y ácidas,
implacables taquígrafos de la realidad.
13:
THE BATHERS_Summer Lighting
La
bajada de la marea nos trae de tanto en tanto, y aunque solo sirva para darnos
un toque sobre la morralla reinante. De aquellos maravillosos efluvios
noventeros a los que ahora algunos se refieren de manera despectiva. Y que ni
en el destripe y posterior reconstrucción de los frankesteins que campan
por los toplists de la actualidad, se hace uno medio bueno.
The Bathers no fueron ni de lejos, el máximo
exponente escocés del pop sofisticado de los 90. Y seguramente sea por eso por
lo que tanto agradezca su regreso 20 años después.
Con
un tono a lo Blue Nile/Paul Buchanan que explica sin espavientos, lo que es la
elegancia y el savoir faire en forma de Pop; atemporal, por supuesto. Y
esa parte reflexiva y taciturna que en nuestros tiempos se pierde por la
velocidad para morir rápido y en éxtasis.
Las
13 nuevas composiciones de Chris Thomson son como la masa de un panettone de
los buenos; no de las imitaciones del Lidl.
Porque
Summer Lighting mola desde su portada, hasta la última canción. Y eso sin
contar con las formas.
Porque
las formas importan, y vaya si importan.
12:
LAUNDER_Happening
En
la banda californiana del menda John Cudlip, se podría concentrar una serie de tontás
y topicazos que pueden hacer del indie algo menospreciable por los sabios del musiqueo:
Guitarras
que recuerdan a My Bloody Valentine en su tono, crescendos supersocorridos,
influencias para todos los públicos a los Cure, Slowdive (Y fíjate que a mi me
recuerdan a los Happyness, pero en más eficientes), y una pedalera que es como
los lentes esos de hojaldre y mantequilla; que nadie tiene narices de hacerles
un feo a la hora de café.
Así
que solo os voy a decir una cosa: Hay cosas que siempre gustan por más que se
repitan.
Para
eso claro está, hay que hacerlas con cierta gracia y que las canciones sean
buenas; algo imprescindible en esto de la música donde todo está ya inventado,
y parece que nadie cae en el caso cuando decide echar pestes.
11:
GOOD LOOKS_Bummer Year
Ay!!
Casi
se me olvidaba el primer disco que me robó el corazón (ladrón) en Abril, que
ahí es ná.
Solo
añadir a la reseña que publiqué por aquellos días. Que las canciones y esas
guitarricas tintileantes que el mozo Tyler Jordan y su colega Jake Ames. Son
una cosa tan sencilla y tan franca, que destila brillos por doquier.
Una
franqueza y una sencillez donde otros intentan hacer malabares y todo el tinglao
va por tierra, o se hacen la picha un lio como Pepe Viyuela. Para llegar a la
canción.
Que
es lo importante ¿no? Digo yo.
La teva capacitat d'escoltar i recomanar música és absolutament unaudita i molt 'agraïr, la veritat. A més, les teves llistes són úniques, no hi ja res que se li assembli, et felicito. Al final, trio qualsevol cosa de les que proposes i no em capfico: gairebé sempre l'encerto.
ResponderEliminarQue tinguis molta sort i felicitat!
Quim Q
Moltes gràcies Quim!!
EliminarSi és així com reps els meus gustos, recomanacions, salves (o com gustis dir). No em pot fer més feliç, perquè així l'entenc jo.
La música; com qualsevol cosa que ens estimula. Són emocions sense més.
I hi ha res més gratificant que compartir les emocions?
Una abraçada infinita