GRAND HALLWAY - PROMENADE - 2009/2010 Porchlight Records
Cayó desde el cielo , y el azar lo dejó caer sobre Seattle. Tomo Nakayama es por su naturaleza bajito y con cara de buena gente , de esas personas que emanan un halo de bienestar y buen royo.
En su camino con su guitarra a las espaldas se encontró con la joven Jen Wood y juntos colocaron los cimientos de buena parte de lo que es el sonido actual de Grand Hallway.
Hablar de Grand Hallway tendría poco sentido sin antes conocer la historia de la cantautora Jen Wood (de 1992 hasta la fecha) con un bestiario de imponentes composiciones semi-acústicas que rozan el impresionismo. Con transiciones , subidas y bajadas y ejecutadas de una forma tan desnuda y minimalista que asustan , en cualquier caso los arreglos de piano y cuerda en sus sucesivos trabajos no hacen más que sazonar el verdadero protagonismo de su voz y de su guitarra. Su último trabajo “Find you in love” (Granada Records) es de obligada escucha y si ello les anima , esta chica de frágil apariencia y de sobrecogedora voz ya cedió la misma a Postal Service , Joan of Arc o Black Heart Procession.
Quizás por eso Tomo Nakayama decidió continuar su camino en solitario tras varios discos junto a Jen Wood , buscando a lo mejor otras formas de explorar el preciosismo más Pop e inmediato del que le legó Jen.
De todas formas , es muy evidente que los dos están muy ligados en el concepto aunque no en la formas , y sus carreras son totalmente recíprocas. Jen Wood da una imagen y peso de solista y Grand Hallway parece ser un gran grupo donde Nakayama es el guía espiritual que solo marca el camino con su portentosa voz , y el resto de músicos lo acaban de re dimensionar con su toque personal. Así tenemos en nuestras manos lo que es su segundo larga duración , bastante más detallista y complejo que su debut en 2007 bajo el sello Japones “Sideout Records”.
Lo que se cuece bajo la tapa de estas 10 canciones es lo que muchos llaman “Pop de Cámara” y lo interesante del asunto es que no suena como el típico disco con arreglos de cuerda u orquestado , donde las secciones de cuerda son solo meros acompañantes para darle el toque clásico o empaque , como pasara en tantos otros clásicos.
Suenan violines , violas , pianos , chelos , clarinetes , mandolinas etc . Pero su sonido es pura sinergia , y cada instrumento está tan bien integrado que jamas se diría que detrás de todo el asunto hay tanto invitado. Otro de los detalles encantadores del disco , es la forma con la que Tomo mezcla géneros tan diametralmente opuestos como el folk Americano y Japonés para transformarlos en melodías tan cotidianas , de esas que invitan a acurrucarse de este frío arrogante y a desempañar los vidrios mientras se observa por la ventana. Canciones que no pretenden cambiar el curso del tiempo pero si ralentizarlo y que aunque con su segundo corte “blessed be honey bee” alce el vuelo a cotas eufóricas por así decirlo , el disco transita por pasajes pausados sin ser lentos.
Encontramos guiñosss orientales en “Usagi no ota” en pleno éxtasis pop y cantado íntegramente en Japonés para cogerlas poco después sacudirlas y volverlas del revés dándoles el tono inverso , véase “Elinor with the golden air”. Y es que Tomo tiene un forma de lo más particular de tejer ese universo tan propio , su timbre a la hora de entonar heredado de su propia nacionalidad y la forma que tiene de guarnir su lírica con esa gran mesa de comensales. Diríamos que es pop , pero hay algo más; “Happy new year” suena como cualquier canción improvisada en el seno de un pequeño pueblecito de Portland , “Under de roff” parece remontarnos a los inicios de Tracey Thorn con esa mandolina disfrazada de pop desnudo o “The passanger” que como un delicado colofón nos despide a la espera su próximo trabajo el año que viene.