domingo, 24 de diciembre de 2017

AL OTRO MUNDO CON LA ÚLTIMA (4th PLAYLIST 2017)




Creíais acaso que me iba a largar alegremente de este florido 2017 sin dejar constancia por escrito y audiotado un último paquete de tonadillas? Yo desde luego que no; y mi vecino tampoco:
Toc toc!! tocaban sin saber si era puerta, martillo o carcoma la que golpeaba y me despertaba al Tum tum!! del sonsonete. Un ritmo percutivo, que esta vez llevaba un ritmo sostenido de afrobeat casi hipnótico y relajante.

Los cabrones de los hijos de la vecina de mi madre (los superiores cuando la hago compañía), esos no: Esos diría a veces que calzan un 46, o que bailan sobre mi cada mañana, algún tipo de danza africana desconocida. Quien cierra el ascensor del rellano sea cual sea la hora, tampoco:
A veces creo que toma a la desdichada puerta que carece de cualquier sistema cierrapuertas, y él, amablemente, la empuja como si estuviese saludando a aquel amigo al que no ve en décadas: -Hoooombre!! Manuel!! Y le atiza una palmada en la espalda con dos besos plantaos.
Maquineros que deciden instalar en los medios días salas de telares al otro lado del tabique: (onomatopeyas varias a ritmo y traqueteo). Puede incluso que sea tres plantas más arriba o el bloque de enfrente; no se sabe.
Maridos abnegados y aburridos que tienen al bricolaje como su único fin en la vida: Construyen y deconstruyen, pulen y pintan, agujerean y tapan al unísono; y las boradas son sus únicos momentos de meditación.
Contenedores que se sacuden en el aire frío y gélido de la madrugada. Llenos de vidrio que crepitan con mil sonidos diferentes la muerte y fenecimiento de botellas, botes y tarros. Con máquinas de limpieza que dan por comenzado el día a horas intempestivas, siempre inoportunas, y que scratchean sobre el pavimento sin el más mínimo sentido del ritmo.
Si te quedas dormido, ya habrá un butanero que si bien ya no aporrea las bombonas entre si desde el camión. Las usa como una Guacharca on Sincerro en un carrito.



Tembló la cama y bajo ella, de un cabezazo la levantó un palmo y apareció la cabeza de mi vecino: - Disculpe? Había abierto el muy cabrón un butrón.
Decía que había empezado a abrir una regata y que animado. Por el misterio de las melodías que sonaban al otro lado de la pared. Dio con más ímpetu del debido los golpes, y que se animó.
Su pasado como timbalero del grupo en una orquesta llamada, La del Tumbuctú; de fama local en la zona del Levante. Le inspiró en el frenesí del regate y toque del escoplo y así... apareció. Su historia me conmovió tanto: de como su madre le cortaba las uñas al Ras!! para que se olvidara de esa obsesión por tocarlo todo, de su afición por Peret, de la batería que se hizo de chiquitín con las latas de les neules y de lo bien que se le daba tocarse la carrillera con ayuda de la lengua y los dedos.
Tal fue la llorera al escucharla, que desayunamos juntos con un café con leche y churros.

Brotó una amistad profunda y sincera tal, que ahora cuando oigo un redoble de martillo, le contesto con un zapateao; como las tribu africanas oyes!!
Esta noche aquí en mi tierra celebramos el Caga Tió y claro, habiendo golpes de por medio, lo he invitado. No solo eso, sino que esta última Playlist del año; porque las cosas se hacen y se acaban (más tarde que pronto), o no se hacen. Se la he dedicado por entero. Va por mis vecinos!! artistas frustrados de público anónimo!!

Así que antes de ponerme por la labor de relataros mis recomendaciones discográficas del 2017. Que no sea por falta de música.

00_BIG THIEF_Shark Smile
01_MICHAEL HEAD & THE RED ELASTIC BAND_Wild Mountain Time
02_MICK HARVEY_Contact
03_CIRCASSIAN_The Longest Story
04_KING GIZZARD & THE LIZARD WIZARD_Melting
05_MOGWAI_Every Country's Sun
06_SHEER MAG_Rank & File
07_DANIELLE LUPPI & PARQUET COURTS_Flush (feat Karen O)
08_CHARLY BLISS_Percolator
09_FIRST BASE_Not that Bad
10_EPHRATA_Breakers
11_THE HORRORS_Something to Remember
12_BLACK ISLANDS_Sébastien
13_DEAD PARTIES_Flowers
14_LA BIEN QUERIDA_Permanentemente
15_OBLIQUE CON CARLOS BAYONA_Stop the World
16_THE DEARS_1998
17_SUN KIL MOON_The Highway Song
18_PROTOMARTYR_Half Sister
19_OUT LINES_Our Beloved Dead
20_GOLD STAR_It Ain't Easy
21_GUN OUTFIT_Strange Insistence
22_PAPERNUT CAMBRIDGE_Dont be Lonely (feat Deerful)
23_WILD BEASTS_Punk Drunk and Tremblig
24_THE RURAL ALBERTA ADVANTAGE_Brother
25_THE WOGGLES_Mothra Hai
26_METZ_Cellophane
27_THE WEDDING PRESENT_England
28_JAPANESE BREAKFAST_Till Death
29_DESTROYER_A Light Travels Down the Catwalk
30_DAY WAVE_Ordinary
31_SPRINTERS_Good Years
32_SOUND OF SPUTNIK_New Born (feat Ummagma)
33_BILL RYDER-JONES_Just Like Honey (J&MCH cover)

miércoles, 20 de diciembre de 2017

BEAUTY HORROR_ THE HORRORS IN APOLO_Barcelona 12/12/17



Dicen que a partir de cierta edad uno debe hacer solamente ya, lo que le dicta el corazón. Que tanto si ejercimos de alumnos distraídos como de maestros presignados, hay momentos en los que ya no se necesita leer el prospecto para acertar a tientas con lo que toca.
No hay hábitos, costumbres, dietas o vallas de esas que te dicen: Por ahí no pases!! Sino mirar, más a que te enseñen. Siempre digo que no hay que creer en los gustos y los hábitos más que lo justo, pues de costumbres está ya llena la vida como para acostumbrarse y aposentarse. Que si de algo no estás del todo seguro, mejor te acercas, palpas, chupas y saboreas. Y que si tantas veces te dijeron que essto no sse toca quita, con esso no sse juega dame!! Igual es porque la única diferencia entre la inconsciencia y conciencia a la hora de hacer lo que no toca, es el propósito en si mismo: Ahora sí, ahora ya se lo que quiero es el erotismo del riesgo.


Por eso mismo y aunque mil doscientos angelitos y demonios estuvieran andorreando por mi cabeza, diciéndome lo que sí o no debía hacer. Al final, como siempre. Le hice caso a mi corazón que latía con fuerza.
Y si la causa de ir a ver a The Horrors, no era otra que bailar por el simple hecho del disfrute. Su último trabajo, no siendo exactamente lo que antaño se esperaba de ellos, es de largo el más efectivo, eficiente y resolutivo. El que ha hecho que el querer verlos en directo, solo y nada más, obedeciese a la llamada impura de “Something Remenber Me Be”.
Una de esas canciones/tonadillas que a mi, e igual solo a mi. Me teletransportan a aquellos amaneceres de despuntar el alba, reconstruyendo la noche, la fiesta y esa sensación de escalofrío que te recorre el cuerpo cuando sabes. Que si bien la velada no ha sido perfecta -pues no creo en ello- si ha sido inolvidable.
Normalmente esas noches acaban siempre con una canción mítica. Ni la mejor ni la peor, pero de las que tu bien sabes que son míticas, distintas, que capturan momentos, vidas y casi siempre compañeros/as de viaje. Pues de esas The Horrors tienen un montón. Igual no tantos discos redondos que los acaben confirmando como una banda fetiche para los que añoramos los finales de 80's y primeros 90's. Pero si por lo menos, como la de un grupo de muchachos creyentes de lo que hacen. Y honestos en su objetivo de no renunciar al privilegio y disfrute de explayarse en un aspecto musical que igual ahora es un poco tabú: El Postpunk acaramelado, el indie épico y todo lo que nos echaba a la pista a los de negro.
Sisters of Mercy, The Mission, Psychedelic Furs, David Bowie, Mansun... Y en general un sonido que sin seguir al pie de la letra, épocas pasadas. Le da un baño de pop bailable oscuro a todas sus canciones, que reconforta y renueva su fondo de armario que peligraba en estancarse, o bien perderse en los abismos de la concreción insípida.

Pero yendo al caso que nos interesa, su directo con sus canciones. Y a expensas de que no me considero en absoluto seguidor fiel de la banda. Incluso diría que como casi todo que está en boca de muchos y de inmediato se les etiqueta, yo, que soy desconfiado por naturaleza, los cojo con pinzas y peco de crítico.
Me dejaron tras el concierto, por compañía, ambiente, y escasez de muchachada fervorosa. Con la misma sensación de cuando te duchas después de un caluroso y duro día de trabajo: De una pieza y en estado esponigiforme; de placer digo.

Podríamos ponerles mil pegas, e incluso emperrarnos en que todo lo que nos recuerdan es infinitamente mejor. Podríamos también estar cerrados en banda y podríamos igual morirnos poco a poco entre moho y limo.
Pero después de tanto darle vueltas, solo atiendo a canciones. Sí además suenan como una bomba rítmica: esa en la que bajo y batería son los dueños de siempre. Y las canciones hablan por si solas sin el exceso de producción del disco; tan en voga estos días. Poco hay que objetar.
Su último álbum es un sin parar de idas y venidas a tiempos muy memorables; mis tiempos. Un tirar por el camino de en medio, y pese a pecar de un exceso quizás de electrónica, la esencia, las canciones en si. Son una tras otra dianas seguras, mal que nos pese y queramos tacharlas de... y otra más?
Hologram” quizás para mi gusto la más floja; aunque perfecta para abrir el telón. La percha de Faris Badwan, que recuerda y bebe hasta en gestos y fealdad a la de Joey Ramone y zas!! Suena “Machine”, y todos en el bote: Un temazo para un servidor, sin reparos (muy Stripped Vicar de Mansun). “Who Can Say” o un “Mirror's Image” junto a “Sea Withim a Sea” de su tremendo halo oscuro, que dejan con respeto, a “In and Out of Sight” como una mera anécdota.

De vuelta a su nuevo y flamante disco V, una sibilina y oculta joya como “Weighed Down”, y una “Press Enter the Exit” que para mi gusto y con esa remembranza a Inspiral Carpets/Stone Roses que emana, sonó demasiado floja y dormida; una pena.
Hubieron lágrimas con el cierre de “Still Life”. Y como cabía esperar dos bises tan distintos entre ellos y buenos a su vez, que solo por eso les honra: “Ghost” y la maldita “Something Remenber Me Be”, instigadora de mi último concierto de este combulso 2018.
Por esa capacidad de malearse y torcerse entre lo aparentemente mainstream, y latente oscuridad. Que dio cita a muchos viejos compañeros de fatigas de pasadas y gloriosas épocas pretéritas. Valió la pena el asunto que nos levantó un palmo del suelo.

Porque a fin de cuentas, los años hay que guardarlos en polvo de nácar con música. Para que estamos aquí sino.

domingo, 17 de diciembre de 2017

DEAD PARTIES Y BLACK ISLANDS: QUIEN GRITA DESDE AHÍ ABAJO?__Café Marula_Barcelona_ 7/12/17:



El Jueves 7 tendimos puentes. Como viene siendo habitual y casi como las liturgias que llevan a los feligreses puntuales a ese mismo sitio donde ocurren las cosas.
Unos montaña arriba en procesión para venerar a los Depeche Mode. Y mi hermana y yo de la mano, como quienes buscan por entre calles del Gótico aquello que perdimos una noche de madrugada. No sé, hacer las cosas porque sí, sin razón aparente, porque hay una llamada prácticamente inaudible que te grita desde el fondo: - Ven ven ven!! Baja a jugar con nosotros...


El por fin esperado debut en sólido y compacto disco de los Australianos afincados en Barcelona, DEAD PARTIES. Y como no, el caramelo a la puerta del colegio de los partisanos también de Barcelona, BLACK ISLANDS.
Un interés por duplicado a raíz del solvente directo que nos brindaron los primeros, el año pasado; abriendo la visita de THE DRONES. Y el de los segundos, como de uno de los mejores y más vigorosos discos nacionales del 2014, y el incentivo de escuchar sus más flamantes composiciones.
Nos llevó a autoinflingirnos pomadita de la que sin curar, alivia las penas (con suerte también la de mi lumbalgia), y te deja caer de vez en cuando por el desagüe de lo evidente. Allí donde se va para huir un poco de los formalismos que están acabando por decorar prácticamente todo. De la misma manera y en una especie de sala de los espejos donde: o te contemplas a ti mismo, o a algo que se le parezca.

Ya estamos en Navidad; es una evidencia. El pescado vendido y cada uno arrastrado por el vórtice a su manera, con o sin salvavidas. Y esperando que acabe el año, supongo que para resetearse o bien suicidarse; la cosa está muy malita y no hay ni tirita ya que nos cure la imbecilidad.
Así que uno si bien puede torturarse con sus achaques: dolores de huesos y articulaciones varias. Y una lumbalgia que ha mermado mi capacidad de respuesta en cuanto a publicaciones, y ya voy tarde.

Pero no voy a excusar mi ritmo de publicaciones e impuntualidad. Porque en muchos casos el echo de no cumplir con el YÁ de las obligaciones, es porque he preferido MI AHORA. Y si fuera de otra manera no os estaría contado esto al cabo ya de una semana (que para qué tanta prisa, si el que no vino ya no tiene remedio y el que lo hizo lo sabe ya), AntiVicentismo a tope.
Básicamente porque entre el concierto que se marcaron BLACK ISLANDS ahí, a las puertas del Invierno, y que uno se vaya quedando progresivamente con la sensación de que está en la montaña respirando menta, romero y tomillo. O metiéndose entre pecho y espalda un Mojito a pie de una playa tropical.
Es para pensar que todo, o el 95% del mismo, irradia la misma frescura de todo aquello que sonaba hace 25 años y lo hacia porque todo era aventura.
Y no es por parecidos estilísticos estrictos, sino por sensaciones ambientales. Esas que te dan una perspectiva mucho más amplia. Y que dejan que sin obviedades, uno se cree sus propios referentes.

En mi caso, si ya me emocionó ver que una banda de Barna apenas comenzando, ya me remitían a un tiempo del cual parece todo se quiera borrar. No solo por lo más recurrente que son los 90's con descaro, sino por esa mirada de reojo aun todavía más antepasado del que el rock español se debería sentir más en deuda si cabe: Burning, Surfn' Bichos, Lone Star, Radio Futura o 091, por citar algunos nombres. E insisto, no lo digo por parecidos, sino por sensaciones.

También porque a la llamada para acompañar a los Australianos; con una mirada más puesta en sus referencias anglosajonas: Desde Neil Young hasta el Shoegazing rasposo, pasando por un Powerpop Made in Antípodas fabuloso.
BLACK ISLANDS la equilibraron en contraste, con un repertorio tremendo e inédito; salvo su imprescindible himno”Benicassin 97”. Todo nuevo, todo renovado; que tres años sin publicar da para estudiar la jugada. Me atrevería a afirmar, que todo el material que sonó el jueves, todo esta vez en castellano, todo con un brillo inusual que todavía asume más riesgo, y con un directo sin fisuras que valgan.
Si por fin se publica en Febrero del año que entra, podría (o debería), ser por fin el álbum que los confirme como una de las bandas que mejor ilustran el indipop antigeneracional. Antiarrugas, y anti supongo, todo aquello que basa la novedad y el riesgo en la misma creatividad que un selfie con morritos.
Exilio de Amor”, “Playa Interior”, “Montaña Mágica”, “Juventud Perdida”, “Hospital”, “Ora Pro Nobis” en su primera parte más efervescente y pop. Y acabando con la intensidad honda de “Transfobia”, “King Kong, el último abrazo”, y dos temas que nos/me van a augurar un 2018 excitante: “Veneno” y “Reino Animal”.
Dos temazos que devuelven de nuevo, a unos BLACK ISLANDS empastados, de lírica audaz y sonido no renovado ni más maduro porque eso me parece una soberana gilipollez. Simplemente en su punto: fácil, con textura pero sin exceso, con pegada pero sin futilismos, prácticos y más funcionales que una navaja suiza. Lo necesitábamos!!



Nos dio tiempo a fumar un piti, echar un trago y dejar que la sala se acabará de llenar sin llegar a agobios, sorpresa. Mientras sonaba ese Soul Funk caustico que nos tiene acostumbrados el A Wamba Baluba en sus sets. Fue curioso observar la cantidad de adeptos que tiene ya esta banda; principalmente de la cada vez más numerosa comunidad anglosajona en Barcelona.

Voluptuosidades propias de quien o quienes aspiran que la ambición no sea un inconveniente. Arrojando a una banda, que pese al reducido espacio del Marula, casi echaron abajo las dos columnas; que como los Argonath dan y quitan el protagonismo. Y con su veterano frontman Etienne Mamo (The New Black) sabiendo bien como hay que ajustar las clavijas para que canciones que van del Rock al Pop entre lo Indie y lo clásico, suenen como hits desde el minuto cero.
No en vano, y ya con un montón de canciones a su espalda cuando empezaron a dejarse ver por nuestra ciudad. Su ansiado disco de debut, podría decirse a primera vista que sabe acertar a la primera con lo que son esas canciones fácilmente memorizables y de innegable calidad:
Recuperan el shoegazingcon con alma rock que tan bien han sabido gestionar las bandas venidas de Australia. E igual que Black Islands, actualizan sonidos atemporales (Catherine Wheel, The Church, la última etapa de Ride, la parte más americana de los Jesus...) sin abusar del revivalismo obvio. Sino homenajeando de evocares temazos, una época apenas definible.
Simple y llanamente porque su disco de debut está inundado de canciones brillantísimas : “Bleed”, “All Our Times”, mi favorita “Flowers”, y por su puesto dos de sus hits de lanzadera: “93” y “Disappear”. Público volcado con un ambiente cojonudo, que es lo anhelado en este tipo de conciertos de carácter cotidiano. Y afortunadamente con bandas de nuestro territorio que andan sobrados de calidad, talento y riesgo para no hacer lo típico.

Me motiva eso. Ver el brillar de los ojos cuando la gente te cuenta sus objetivos, charlar de música por puro amor, que la gente emprenda viajes sin claro destino pero con ilusión. Si hay algo por lo que merezca la pena vivir y disfrutar, es por los proyectos inciertos pero ilusionantes.