Nacionalidad: Italiana
Director: Gabriele
Salvatores
Basada en la novela del
mismo nombre de Nicolai Lilin
Reparto: John Malkovich,
Andrius Pulavicius, Eleanor Tomlinson, Peter Stormare, Giedrus Nagys,
Arnas Fedaravicius.
Caí del
ciruelo y me golpeé la cabeza. Me incorporé como si un resorte me
catapultara, miré de un lado a otro y pensé: - No se oyen risas...
Y de repente me asaltó un resquemor pa tos mis adentros: - Ay
va!! Cinco malditos meses y ni una maldita reseña de cine!!
Es evidente
que se me pega el arroz y que hay algo que domina mis hábitos. Pero
no os creáis que he estado todo este tiempo mirando la película de
mi vida, al más viejo estilo autocomplaciente; para nada.
Lidiar el
gusto disperso de dos criaturicas con el malsano gusto por el cine
“raruno” de un padre de familia, no siempre es fácil. Esto sin
contar con la travesía por el desierto que supone encontrar salas
donde se programe cine por así decirlo, “minoritario”. Nunca ha
sido fácil eso es cierto, ni cuando el 3D, los efectos digitales, y
el fasto de las ficciones grandilocuentes brillaban por su ausencia.
Pero ahora señores, aunque me resulte una empresa excitante y
emocionante a la par. Encontrar pequeñas producciones donde todo:
Trama, ritmo, y fotografía, se pone al servicio de una buena
historia y a la pericia del director. Resulta poco menos que
desolador e infructuoso dar entre la maleza, con la pureza del cine:
Esas películas que sin contar con grandes fuegos de artificio,
delegan sus encantos a una historia común entre las comunes y sin
apenas recursos.
En este caso
el director Italiano Gabriele Salvatores amamantado en el
teatro y artífice de cintas como: El Secreto, Sueño de
una noche de Verano, o Quo vadis Baby?, entre otras. Se
centra en otra adaptación de carácter autobiográfica del escritor
Ruso nacionalizado Italiano, Nikolai Lilin aka. Nikolai Verjbitkii;
de origen Siberiano como es de suponer. Una adaptación libre como
digo, porque Gabriele se centra como eje argumental de la película,
en la amistad y en el amor. Dejando en un segundo plano la crudeza
con la que trata la novela, las vivencias del autor y la
idiosincrasia de la comunidad URKA.
EDUCAZIONE
SIBERIANA es ante todo, una cinta que pese a pasar de forma
deliberada de puntillas por la violencia, y la crueldad: y de un
entorno tan hostil como el de Transnistria en la época
Postsoviética. Tiene un valor extrañamente romántico, y por
momentos épico, de ilustrar los lazos entrelazados de la amistad
y la penuria. Por momentos caricaturizado con una inocencia casi
cómica de narrar una historia que sucede en dos tiempos; un pasado y
un futuro. Y en otros utilizando la localización desoladora en un
entorno gélido, donde la supervivencia acentúa el sentimiento
depredador del hombre.
Sin embargo
Gabriele Salvatore prefiere recrearse en un aspecto que suele ser
inherente a los films de carácter violento y mafioso; el amor, la
amistad y la misericordia; desde un punto de vista bastante liviano.
Éste es un tratamiento un tanto habitual en el cine de origen
Italiano, y quizás no sea casual su hincapié o la forma como maneja
los recursos para su particular enfoque.
Lo cierto es
que hay momentos de la película que el ritmo parece vagar sin rumbo
concreto. Y uno esperar por momentos que el lenguaje argumental sea
más explícito y comprometido. Ya aclaro de antemano que existen
pocos paralelismos con Una Historia de Violencia de David
Cronemberg, o En la Niebla de Sergei Loznitsa; dos películas
que aun de temática diferente entre ellas, consiguen ser más
directas.
De todos
modos, todos ellos no son inconvenientes lo suficientemente
importantes como para dejar de encontrar a Educazione Siberiana,
una película la mar de interesante. Sobretodo en la forma de enfocar
la historia, o la particularidad que supone el hacer una película de
producción Italiana en plena Rusia, haberla grabado en Inglés, y
usar un reparto Lituano prácticamente novel. O la curiosa inclusión
de dos actorazos de la talla de J. Malkovich y Peter
Stormare, para adrezar el asunto.
Todo ello
para narrar la historia de un grupo de amigos, y en concreto de dos.
Que crecen bajo la tutela de un dogmático abuelo, quien les inculca
desde bien niños los mandamientos inquebrantables de los Urka:
Una casta criminal que fue exiliada a Siberia por Stalin, y
que vivió durante años en tierra de nadie.
En la
película se entremezclan momentos de inocencia infantil, de la
amistad de dos niños totalmente antagónicos y el de un amor casi
fraternal. Dando dos historias que transitan en paralelo y donde,
aunque no se llegue nunca ahondar como lo hace la novela en la que
está basada. Se da un repaso lo suficientemente descriptivo como
para que une se interese en adquirir el libro en cuestión.
Una historia
en definitiva que da otro punto de vista sobre la represión y las
consecuencias que ésta produce; cuando no se tiene nada que perder.
De ella se pueden extraer debates moralistas y éticos, pero lo más
aprovechable es la reflexión que uno puede extraer de una parte de
la historia poco conocida. Sin caer en los juicios cinematográficos
o de carácter estrictamente artístico.
Joer, me apetece verla con lo que cuentas. Eso de la represión y sus consecuencias siempre me atrae. Abrazo.
ResponderEliminarEs una perspectiva bastante personal de la una parte escabrosa de la historia de Rusia, y aunque en lo personal podría haber salido una película más ambiciosa también es cierto que a lo mejor se habría ido de madre el metraje.
ResponderEliminarPero seguro que te gustará JOHNNY, desde luego tiene un toque a cine europeo y a Italiano que la hace inconfundible. Y para mi gusto es una gran película pese a que queda el reguste de que podría haber sido más ambiciosa.
Son ese tipo de película sencillas pero que están hechas con muy buena calidad y con una buena historia, y eso a estas alturas es suficiente para darle una oportunidad.