En la misión
que nos hemos impuesto de sacarle los colores a este final de
Invierno. Ayer fue en pleno centro de la Barcelona más cosmopolita,
donde espantemos el mal de ojo. Que parece perseguir a este cuarteto
de Londres desde que bien entrados sus inicios se empeñaran en
etiquetarlos como “fenómeno hipster”; y yo que soy muy
descreído me pregunto: ¿que requisitos ha de cumplir “algo”
para ser un fenómeno hipster?, ¿no es
hipster todo lo que reluce?, ¿no es más hipster el que atribuye
esta extraña palabreja originaria de la Nodicia de Kesos, que el que
la sufre? Vamos, un complejo enigma que me resulta imposible resolver
a bote pronto, y con el fin de semana corriéndome ya por las venas.
Los pobres
no tuvieron bastante con iniciar sus andaduras a cuestas con una
ristra de latas. Que al cabo del tiempo va y se les va su solista y
principal compositor, ¡vaya por dios! Cualquier
otra banda hubiese tirado la toalla a la mínima de cambio. Sin
embargo YUCK con su otro guitarra a los mandos de las voces y de las
composiciones con ayuda de Mariko Doi, su bajista. Publicaron
un segundo trabajo, que sin ser el bofetón de PopRock desenfadado de
su álbum de debut; tiene un buen puñado de razones para equilibrar
la balanza entre lo inmediato y lo reflexivo. El pasado Jueves
vinieron a demostrar sus razones de peso, y esta es la historia de lo
sucedido.
La verdad para que mentir. No entraba en mis planes acudir al concierto de Yuck, ya que los
vi coincidiendo con su primer disco en el PS. Y me parecieron un
pelín planos, sin entrar en debate sobre la hora y lo que supone la
magnitud del escenario para una banda de sus características.
Pero un mensaje certero de Atticus, que fue casualmente con quien los disfruté aquel día, me volvió a recordar la de tiempo que llevo, sin meterme en vena una buena dosis de Pop de guitarras. Ya sabéis, de esos a los que no se le pide una licenciatura en el arte de la experimentación musical, ni falta que hace!!. Tan solo canciones, buenas melodías, y hacerte bailar; algo que junto a Atticus ya doy por echo de entrada. Una noche que prometía desconexión absoluta, y una curiosidad que me comía las entrañas por verlos en sala, la verdad.
Pero un mensaje certero de Atticus, que fue casualmente con quien los disfruté aquel día, me volvió a recordar la de tiempo que llevo, sin meterme en vena una buena dosis de Pop de guitarras. Ya sabéis, de esos a los que no se le pide una licenciatura en el arte de la experimentación musical, ni falta que hace!!. Tan solo canciones, buenas melodías, y hacerte bailar; algo que junto a Atticus ya doy por echo de entrada. Una noche que prometía desconexión absoluta, y una curiosidad que me comía las entrañas por verlos en sala, la verdad.
Ey!! que
tampoco juzgo a quienes se marcan unos objetivos con las bandas que
escuchan. Esperando que les den lo que ellos quieren, sin caer en el
detalle de que suenan tal y como son. Me atrevería incluso a decir,
que una de las virtudes que tiene Yuck es que son totalmente
traslúcidos, y no venden nada que no se intuya a primera vista: Pop
de guitarras sin artificios ni envoltorios, sin complicaciones y
experimentos con gaseosa... Simplemente canciones que se ajustan a
sus posibilidades y que suenan tal y como uno cree que han de sonar.
Además, con los años he aprendido a tener una dieta equilibrada de música, y a saber disfrutar de toda ella en su justa medida, sea cual sea la trascendencia que cada uno le quiera otorgar.
Además, con los años he aprendido a tener una dieta equilibrada de música, y a saber disfrutar de toda ella en su justa medida, sea cual sea la trascendencia que cada uno le quiera otorgar.
Unas cuantas
pintas y unos Nachos en una taberna Irlandesa de las inmediaciones
tuvieron la “culpa” de perdernos los teloneros; si los hubo,
puesto que en la página de la sala, nanai de dato alguno.
Algo que no
tengo por costumbre hacer todo he de admitir, pero que queda reducido a una simple
anécdota si lo comparamos con la rentable charla que tuvimos
Atticus, Naiara, y los amigos de Crazyminds entre el bullicio del
local. Son ese tipo de encuentros previos y posteriores tan
necesarios como el propio evento. Y donde la perspectiva sobre lo
esperado y las minucias de la vida alcanzan una sublimidad tan
mundana como necesaria; que os voy a contar de la magia que ejercen
las charlas y las personas...
Supongo que
muchos de los presentes esperaban ansiosos ver una banda en imparable
progreso. Pero las composiciones de su última entrega no hacen más
que ajustarse a las posibilidades de la banda. Y “Glow &
Behold/2013”, ni es el disco tan flojo que algunos se empeñan
en sentenciar, ni su debut una obra cumbre. Carece evidentemente del
punch de “Get Away”, “Operation”, o “The
Wall”, pero desde luego puede presumir de dar un paso más allá
en la construcción de melodías más ambiciosas y cromáticas. Pese
a no ser la alegría de la huerta sobre un escenario.
En el
conciso set que nos ofrecieron anoche, una hora justa; del cual no
tengo objeción alguna (el Pop en pequeños sorbos siempre es
mejor). Se pudo ver todo lo mejor de ellos: Un sonido a la altura de
las expectativas, bien engrasado y musculoso. Y a una banda que pese
notar la ausencia de Daniel Blumberg en algún tema como “The
Wall” donde ahora pone las voces Mariko; con más empeño que
suerte.
Por lo
general la banda salvó los trapos y dio muestras de entenderse y
dosificarse a la perfección, sin que echásemos realmente en falta a
Daniel. Y abrieron la noche con un set list calcado al de sus
visitas a Madrid, Zaragoza y Valencia: La ampulosa “Midle Sea”
que es una de las que mejor ilustran el buen entendimiento de la
presente banda, y directos sin ambages con “Holing Out” con un inicio enrgizante y de lo más prometedor.
Max Bloom puede que no sea el líder carismático que se presentía en Daniel, pero desde luego: Es un correcto guitarrista, no tiene mala voz aunque le falten agudos, y parece ser capaz de enriquecer el repertorio. Tal y como sonaron “Rebirth” con ese halo coral a Pale Saints y Lush, o “Nothing New”; otra de las canciones que crece con cada escucha, y que dio en lo personal uno de los mejores momentos del concierto.
Max Bloom puede que no sea el líder carismático que se presentía en Daniel, pero desde luego: Es un correcto guitarrista, no tiene mala voz aunque le falten agudos, y parece ser capaz de enriquecer el repertorio. Tal y como sonaron “Rebirth” con ese halo coral a Pale Saints y Lush, o “Nothing New”; otra de las canciones que crece con cada escucha, y que dio en lo personal uno de los mejores momentos del concierto.
Es evidente
que la popularidad de “Operation” que brilló con luz
propia en las hábiles manos de Max. Y la cualidad innata que
atesoran “The Wall” y “Get Away” como clara herencia
de Yo la Tengo o de los Pavement más trotones. Lastran su lado más
Pop y melancólico hasta el punto de eclipsar injustamente el
preciosismos de las joyas de su último Ep.; como el caso de “Nothing
One”, que sonó tras la bajada de pistón. Pero hay que reconocer que en la diferencia de ambos discos, se alla un poco la gracia de variedad; por lo menos así lo veo yo.
No sonó sin embargo una de mis preferidas “Athena” pero sí sonó de regalo una acertada versión del “Age of Consent” de New Order, que engarzó a la perfección con “Operation”. Lo que hizo que el final del se diluyera un poco el concierto con una descafeinada “Georgia”. Y pese a que “Memorial Fields” es capaz de transportarte al etéreo universo de Julee Cruise o de This Mortal Coil, flotó en el ambiente esa falta de traca final.
No sonó sin embargo una de mis preferidas “Athena” pero sí sonó de regalo una acertada versión del “Age of Consent” de New Order, que engarzó a la perfección con “Operation”. Lo que hizo que el final del se diluyera un poco el concierto con una descafeinada “Georgia”. Y pese a que “Memorial Fields” es capaz de transportarte al etéreo universo de Julee Cruise o de This Mortal Coil, flotó en el ambiente esa falta de traca final.
Esa es la
sensación que le queda a uno con Yuck, la de algo inacabado y aun
por construir. Lo cual no quiere decir que esta banda no siga
creciendo y ofreciendo con total seguridad, grandes discos mucho más
ambiciosos y seguramente más redondos. Al fin y al cabo empiezan a
andar, y a aprender a cambiar sus anteriores roles.
A veces solo
es cuestión de creérselo y vivir el riesgo como una aventura
disfrutable. Algo por cierto, que a veces hecho de menos cuando los veo sobre un
escenario; prefiero sus discos (de momento). SALUDOS!!
Antes de nada, mil gracias por haber venido. Me hizo muchísima ilusión compartir el concierto con alguien que en su momento disfrutó tanto como yo del debut de los británicos y con quien compartí ese concierto del forum del cual tenía tan buenos recuerdos. Es cierto que quizás la hora no fue la más indicada pero la sensación de la brisa y el sol en la cara mientras sonaban esos guitarrazos me resultó de lo más delicioso en su momento.
ResponderEliminarAún así, a mí también me gustaron más en sala esta vez, y eso que como tú dices y yo también comenté en su correspondiente reseña para Crazyminds no fue un concierto perfecto. La prueba está en que los acompañantes que no eran fans o no les conocían mucho quedaron un poco igual y que al final nosotros disfrutamos tanto por escuchar esas canciones que tanto nos gustan interpretadas de forma correcta.
Como bien dices, Yuck son lo que son y no más, no engañan a nadie, y una de sus mayores virtudes está en que sus influencias son descaradas pero en ninguna canción tienes sensación de plagio, todo suena refrescante. Y que lo mejor que tienen es, al final, sus canciones.
Fíjate que a mí me encanto escuchar The wall en la voz de Mariko, me pareció un cambio muy acertado, y que quizás a Max Bloom le falte el carisma que tenía Daniel, pero vocalmente se adapta muy bien a las canciones antiguas y al final no echas tanto de menos al antiguo cantante al escucharlas. Al menos es mi opinión.
Y qué decir de lo grande que fue volverte a ver en pie y bailando después de todo lo que has pasado, me alegro muchísimo.
Un beso muy gordo y hasta la próxima!! (Toy, 5 de abril en la razz 2???? Ahí te lo dejo... pedí acreditación :-) )
Uff Scout Finch aka. Atticus, con semejante comentario estoy por añadirla al post como apéndice enriquecedor. También estuve leyendo tu crítica y me encantó. No hay mejor herramienta para ampliar el radio, que aunar varias reseñas y puntos de vista para encontrar el equilibrio.
ResponderEliminarDesde ya te puedo decir que voy de cabeza al de Toy, sobre todo ahora que no se si podré coger el abono del Primavera y por si me queda la sensación de vacío Primaveral. El problema es que siendo un Sábado igual tengo que hacer equilibrios para arrastrar a mi mujer, ya que es un día donde suelo tener compromisos familiares; pero lo intentaré sin duda.
No te creas que no ha sido fácil ser equitativo con YUCK, porque me imagino que para quien lo lea creerá que no hay puntos medios. A mi las canciones me encantaron evidentemente porque me encantan ellos; eso es así. Me gustó como sonaron, y teniendo en cuenta de que les falta un pelín de soltura y sangre sobre el escenario, se les puede perdonar porque suenan de coña. Además me gusta porque creo que sus nuevas canciones ganan muchos enteros en directo: Los coros, esas penumbras, su cara más soleada, y ese tono ambiental les pega muy bien con esa otra vertiente más guitarrera.
Además me gustaría recalcar que los músicos están en pleno derecho de hacer lo que les venga en gana, vamos diría que están en la obligación de dejarse llevar por su intuición y su naturalidad. Si aciertan con los gustos del espectador tanto mejor, pero nunca deben ser el espejo de la malvada bruja de blanca nieves que llevamos dentro, y del que esperamos escuchar lo que nuestro gusto caprichoso decide.
Yo lo veo así, sobre todo en el Pop y sus derivados. Y la verdad es que el concierto fue oportuno hasta en la fecha; coincidiendo con mi recuperación. Lo necesitaba no sabes como, igual que compartir historias ante una cerveza y en tan buena compañía. Es como volver a sentir sensaciones perdidas que curan incluso más que los medicamentos, te puedo decir que llevo lo que va de semana conturreando en el subconsciente las canciones. Y eso sin duda es la mejor señal de lo que ha capturado nuestro espíritu. Siempre hay peros pero nunca los suficientes para caer en la frustración y el desencanto.
SALUDOS Y MUACS!!