sábado, 3 de octubre de 2015

A GUITARRAZO LIMPIO CON EL BAM/Barcelona Acció Musical_2015




El pasado Martes 22 de Septiembre por la noche, se dio a la fuga nuestro móvil. Un unicelular familiar, el cual pasaba de mano en mano según necesidades y logística familiar; el único que teníamos por extraño que resulte. Dicen que se perdió, pero estoy seguro que fue un puro acto de despecho por falta de cariño; esa falta de apego que se le tiene a las cosas, cuando precisan más atenciones que uno mismo.
Algo así como aquellas separaciones de pareja después de largos años de convivencia, que acaban en una lista interminable de achaques, larga como la lista de la compra: Era perezoso, glotón y comía a deshoras. Todo el día berreando y precisando atenciones como un niño malcriado!! Que si actualízame, ponme a cargar que mira que me apago, hoy no me quiero levantar, vibrando y mugiendo como un condenado con un telele cada vez que le entraba un mensaje. En fin, que pasado los días no lo echo en absoluto de menos. Estoy ilocalizable cierto, si alguien (sea quien sea) me está intentando dejar un mensaje: ojos que no ven, corazón que no siente; no sufro porque no siento.

No voy a negar que no hubieran momentos de crisis, de vacío y de reproche. Y echar mano al bolsillo en busca de una mirada vidriosa con tacto y contornos redondeados, para encontrar borrisoles y restos de tabaco. Intentar localizar mis amigos extraviados en plena noche del Martes de la Merçé, en la Plaça dels Angels para rubricar fastos con THE WAND, y sentirme desnudo y perdido como un pedo en un jacuzzi.
Por suerte una cerveza y un par de pitillos más tarde. La derecha de la cabina de sonido y esas ondas desconocidas e invisibles que nos atraen como los buitres a la carroña, nos encontró: Somos animales de costumbres y como tales, la parte derecha o izquierda según caprichos, de la cabina de sonido. Nos une sin temor a perdernos entre la multitud de un concierto por fiestas patronales.



Ese más o menos ha sido mi modus operandi para este último BAM/2015. El primero y primordial, encontrar por fin y después de largos años de sequía, un cartel digno de la historia del BAM: un festival paralelo a las fiestas patronales de la ciudad condal, que me adiestró en esto de la música, con ilustres, de forma gratuita y en entornos idílicos muy minoritarios; por desgracia, para bien o mal, con los años todo a cambiado y masificado. Ver a: Divine Comedy ante 100 personas escasas, a Chucho por primera vez, a Belle & Sebastian en una plaza minúscula igual que a Magnetic Fields, Dominique A, La Buena Vida, Montgolfier Brothers, Black Box Recorder, Lou Reed, Goran Bregovic, a Echobelly, o a los Psychedelic Furs muy de joven.
Y no solo por las bandas, el marco de unas fiestas populares de gusto refinado, ese ambiente canalla de la ciudad y lo que conlleva tal asunto. También porque con los años y mi reclusión en el extraradio, mola volver a ver a muchos de los amigos de siempre de los que solo sé a través de una pantalla.

Basta con darle un repaso a la oferta para salivar, y dejar de un lado los pormenores que nos suelen incomodar de unas fiestas (lateros, gentío y gente que pasaba por allí, restricciones y pateadas); para que luego digan que querer no es poder: Dengue Fever, Wand, Metz, Loop, Los Punsetes, I am Dive, Ryley Walker, Vetiver, Tony Allen, Julie Byrne, Michael Rother (ex Neu!), Senior i el Cor Brutal, The Suicide of Western Culture, Brandt Brauer Frick, Juan Wauters, Jupiter Lion... solo un 40% de lo que pasó estos cinco días por diferentes espacios de la ciudad. Y que como es evidente, quien aquí relata por aquello de no pecar en eso de -Quien mucho abarca poco aprieta. Se conformó con tres; cierto, poca ambición.
Pero suficientes para aprovechar la coyuntura, y hablar sobre dos de los discos que más estoy rentabilizando en este primer mes de Otoño. Ya sabéis que mi equipo de corresponsales y colaboradores se largó de casa con los trípodes, cámaras y olivettis por lo tanto... esto es lo que hay y lo que dan de si las dietas conyugales.

LOOP

Empecemos por METZ, la primera noche, el dilema (que si Viernes que si Sábado). Al final Viernes/Loop/Metz; buen trinomio ¿no? Que si lo sumas a una compañía de lujo, ya puedes irte a la cama como un bendito.
Llegué con los veteranos y compañeros de fatigas, cajones y gueto , de los también parias Spacemen 3, bien empezados; ya sabéis, no soy muy de llegar a la hora. Una banda, o lo que es lo mismo, un líder con ganas de volver a tocar con compañeros o sin ellos.
El señor Robert Hampson se ha emperrado en volver a publicar un disco después de 25 años: hala!!, aquí paz y después gloria. Su adelanto “Procession”, parece haber dejado atrás lo que su propio nombre definía junto a los coetáneos Spacemen 3: Loops infinitos que cosían el Noise más vaporoso, con el Rock progresivo y la Psicodelia (hay que decir, que por aquellas fechas pocos los entendieron por estas lindes).

LOOP parece, si nuestros ojos consiguen ver su nuevo disco, estar más por la labor del Rock más directo. Vamos que puestos a reivindicarse parecen haber cogido la opción práctica, y suenan la mar de actuales y engrasados. Algo de agradecer, pese a que me temo que los años gloriosos del Shoegaze han vuelto a evaporarse en un plis plas como en los 90. Y el público no está para espesuras tan ambiguas como las de la banda de Croydon. Dieron un concierto correcto, si tenemos en cuenta que el repertorio tampoco da para grandes sobresaltos. Pero eso sí, demostraron estar en plena forma y con ganas de decir – Eh!! aquí estamos, en la misma esquina; lo cual me congratula.

Sobre la una menos cuarto saltaron a la palestra METZ; uno de los motivos principales por el que movilicé hasta el escenario frente al MACBA. Y no era otra que ver in situ al trío de Toronto defender sobre un escenario la contundencia de su segundo álbum.
Un disco en el que su impactante adelanto “Acetate” ya nos enseñó hace un mes, una interesante evolución de su ruidoso hardcore, con una maldad todavía más malintencionada.
En serio, escribir sobre este ligero extracto del Bam, era más una excusa para dedicarle unas líneas a estos dos discos #Metz/Wand - necesarios como invertir la medicina por un buen masaje- Que una exposición detallada de las actuaciones en si.
Si me apuráis las podría incluso reducir a la vuelta a casa volante en mano, e inmerso por pura hipnosis a altas horas de la madrugada. Su disco sonando a un volumen nada prudente, e imaginarse entrando en una vorágine espiral que roza el más puro trance: Sus gruesas líneas de bajo distorsionado, esa batería que marca y dinamita el compás de las canciones y esas guitarras casi industriales. Que junto a la voz psicótica y desgarrada de un líder al borde del abismo -hacen de la escasa media hora de duración- lo más parecido a un descenso a tumba abierta.

El directo tan breve como su disco. Y es que si durara diez minutos más, cualquiera podría denunciarlos por terrorismo, tráfico armamentístico o agresión sin más. Todo depende de la sensibilidad de cada uno o de lo necesitados de guitarras que estén; en mi caso no es necesidad, sino prescripción colegiada.
Sobre las tablas, está claro que aunque su nuevo trabajo aporta más matices y tiene todo él, una idea más clara y definida. Alex, Chris y Hayden, siguen siendo las tres mismas bestias pardas desbocadas y salvajes de su debut hace tres años. Las líneas melódicas ahora parecen llegar a un destino más o menos claro, y con eso quiero decir que hay momentos que parecen resucitar algunos pasajes gloriosos de los 90, con su caminar de metal pesado y casi industrial: Ese mismo desenfreno que nos parece revivir, los momentos más cáusticos de Pixies en “Acetate” o “I,O,U”. O incluso a Ministry o a los Therapy? del “Teethgrinder”.
Cuando pisan el acelerador y la distorsión toma tintes de puro salvajismo; una vez superado ese bofetón. Todo es entrar en una dinámica parecida a la modulación que se suele utilizar en la electrónica; solo que con los ingredientes base del Rock. Podrías quedarte hipnotizado escuchando “Nervous System” o “Eyes Peeled”, como quien se emboba con el ronroneo de la vieja nevera, y a la vez desangrarte por pura disfunción. No sé, dan tanto gusto como dolor y aunque todo parezca un puro quebranto, aun y así, producen el mismo desahogo de sacudirse cualquier agobio diario. Sobre el escenario no se muestran compasivos, son una banda de HardcorePunk en esencia. Brutales, suicidas, de paso firme y compulsivo. No se amilanaron en espacios abiertos como los de la Plaça dels Angels; que por un momento dio muestras de arder como el infierno.
Habría que ver quien es el valiente para encerrarse en una sala de dimensiones reducidas, con semejantes perturbados. Yo solo de imaginarlo, me sueño un Sateré-Mawé hecho hombre.



Lo curioso del asunto, es que habida cuenta del jugoso cartel que se repartió por la ciudad Condal. Uno que tiene buena boca y es de rebañar platos. Ha tenido que dejar en manos del destino la selección a escoger, y es que en serio, a veces es mejor dejarse llevar por los acontecimientos que esclavizarse con plannings, objetivos o fines con los que navegar por raíles. Al fin y al cabo, disfrutar de la compañía de la gente que quieres y dejarte arrastrar a destinos inciertos, estimula la imaginación; que mejor estrella sino, que ver sobre el escenario a tu hijo celebrando su 8 cumpleaños ¿no?.
Algo parecido a lo que le suceden a las entradas de este cuchitril bloguérico. Años atrás me obsesionaba con cumplir un estricto orden de publicaciones; por cantidad, puntualidad e incluso por pura actualidad. Si no era así, tenía la sensación de condenarme al más puro de los ostracismos. Ahora, después de seis años al pie del cañón y convencido de que la actualidad o la novedad me repele por esas sensación de estar obligado a llevar el ritmo que te marca la industria. Sé que quien por aquí pasa -si es que alguien pasa a dejar su rastro- no creo que lo haga por estar al día que marcan las obligaciones. Creo que algún atrevido/a me lee; dios lo proteja. No se si me entienden; eso lo dudo. Y si sirvo de acomodador para que algún desaprensivo se deje llevar por el mal camino de la contemplación y el infantilismo bien llevado; alabados sean los paganos que no buscan la gloria.
Así que visto desde la lontananza al cabo de las semanas, tampoco creáis que me fustigo por dejar escapar a Ryley Walker y I am Dive; dos proyectos para relamerse y chuparse los dedos. En cambio si me pareció suficiente motivo, el celebrar mi primer día de trabajo postvacacional con uno de los hallazgos de este Bam/2015: WAND.

El cuarteto Angelino es como un gran diamante en bruto, listo para ser tallado según se escuchan y se pulen sobre los escenarios: Capaces de dar rienda suelta a su enorme talento cuando la inspiración los lleva a ser incisivos e implacables. Pero también dados a perderse con facilidad, tanto en la espesura polifónica de sus ancestros como en los antojos de sus líder y cantante Cory Hanson. Podría decir sin ánimo de parecer un crítico forense, que el directo que ofreció esta joven banda fácilmente asociable a Ty Segalls, White Fence o Mikal Cronin and Co. Pretende dar más de lo que razonablemente se expone en su último trabajo:
Un álbum más o menos identificable con los sonidos 60's/70's, que tanto gustan en la bulliciosa costa oeste americana. Que me parece estupendo oigan, tanto que creo merecida la revitalización de esos sonidos tan mágicamente libertinos e inspiradores; los nuggets hicieron tanto daño como bien. Solo que, dio la sensación por momentos y justo cuando todo estaba en lo más alto. Que estaban empeñados en romper el karma del respetable con odas furibundas a la psicodelia experimental; sin rumbo en la mayoría de las ocasiones. O que van por libre, sin importarles demasiado a donde les llevará su eclecticismo interpretativo.

Sin embargo eso no quita que me descubra ante el talento, la infinidad de registros que tiene sobre el escenario esta banda, y la sensación de que a no más tardar si quieren, pueden parir un disco de esos que te dejan boquiabierto. Recursos no les faltan, posibilidades, las que quieran estos cuatro colegas venidos de mil palos dispares y distintintos sobre el papel.
Un líder con demasiada jerarquía y una voz para tocar y cantar lo que se le ponga: Pop glamuroso a lo Suede, arrebatos hardrockeros a lo Black Sabath, o tirarse al monte del olimpo de Syd Barret. Eh!! y todo lo hace bien, tanto si se pone a construir con piezas de plástico la Catedral de Montmatre, como si coge un berrinche y la manda al carajo. Solo digo que después de verlos, a uno se le queda tal sensación de lo grande que podría haber sido todo, justo cuando al acabar el resumen, se queda en una sensión de sauna, baño turco y ducha helada.
Canciones como “Unexploted Map”, “Self Hypnosis in 3 days”, o “Reapert Invert”, que apuntalan uno de los arranques discográficos más gloriosos. Y que sobre el escenario, cuando el respetable está rendido y volcado, lo acaban deshaciendo en cábalas inconclusas. La verdad es que para que os voy a engañar, dan ganas de correrlos a gorrazos. Porque cuando se ponen, y pese a que tengan un batería metalero, un bajista heavy, un guitarra secundario con más recursos que una navaja suiza, y un vocalista tocado con el don de la elegancia: aunque reniegue de su don, tirando por el lado más salvaje de la vida... Pese a todo eso y ser ellos cuatro un bestiario de mil pelajes difíciles a veces de ensamblar. Cuando hacen puerto en “Melted Roped” y esa lisergia tan de fluido rosa, uno no puede más que rendirse y alucinar.
Es cierto hay momentos en los que pierden el norte y se diluyen en lo chabacano. Pero después te fintan con un “Floating Head”, y te quedas a cuadros – Será todo ello un plan bien urdido?, soy rebelde porque el mundo me hizo así?, acaso lo importante es crear y dejarse de monsergas y teorías de la relatividad? Seguramente sí, encontrar veinteañeros que se embarcan en la música y realzan décadas doradas más bien minoritarias, tiene poco que reprochar y mucho que disfrutar. Aunque solo sea para que nos refresquen la memoria a viejos, y capten nuevos adeptos por el gusto de ser más chulos y originales. ¿Que más da si es por moda, por actitud o por joder? Lo importante es que es, y con la que está cayendo, ya es mucho si escucho y lucho.
SAL_SALUDOS PENITENTES!!

2 comentarios:

  1. Me ha hecho sonreir tu primer párrafo del móvil. Y por ahí pasaron todos esos que citas y te adiestraron? Pues vaya nivel. Me congratulas que mantengas el espíritu explorador. El último Wand me ha gustado. Abrazo

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  2. Todo es verídico eh?? que aquí Johnny, la fábula, la realidad se funden en una sola. Sí cierto, el BAM a traído de hurtadillas, a gente que con los años a uno le hacen emocionarse (y gratis); también hay que decir que en los 90 éramos 4 gatos aunque muchos más que a finales de los 80. A hora todo se ha ido de madre, y no es que al gentío les importe una mierda lo que suena, pero todos van a fichar y hacerse el selfie.
    Wand molan, más en disco que en directo, pero cuando se ponen serios sobre el escenario son la hostia; también hay que decirlo. Y aunque así de pronto los Metz te acojonen un poco, todo es pasar del tercer corte y volumen muy muy alto. Después de eso no hay medias tintas, yo claudiqué amigo.

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