Acabo de
bajar del cielo muchachos, cual angel caído con alas como muñones.
Subí allí arriba hace mucho tiempo: estaba mirando esas luces retro
tan chulas que bañan los paneles lisos e impolutos de los
quirófanos, y cuando oí algo parecido al Song of the Siren
de Elizabeth Fraser, pensé que debía largarme allí arriba; os lo
juro, ocurrió así.
El sol me
las ha quemado como los pestañas ante la deflagración del
disolvente; quemadas como churrusquitos y olor a castañas. Ayer
dieron la vuelta a los dos mundos, y lo que antes era la oscuridad de
averno, hoy es sol de Ipanema. Los han cambiado como un truco malo de
magia con naipes: - “ahora lo ves, ya no lo ves”. Y yo...
que soy de tinieblas animal de la noche, me he bajado allí #caída
libre en espiral, rompiendo barreras de sonidos, cumulonimbus, capas
espesas de contaminación; atmosférica y lumíca. De esta última ya
no, se ha hecho la noche y por fin me alegro, porque he dejado de ver
a gente de tirantes, manga corta y bermudas. Y ya era hora que alguno
diera con sus pies en el suelo, relentes!!
A tal
síntoma le he aplicado una fórmula magistral que ningún alquimista
de tres al cuarto conoce. Atento a algún mensaje de aquellos que se
otean entre atardeceres deslumbrantes y soles que se cuelan bajos,
por la silueta de los edificios. Cada de vez en cuando llegan caídos
como benditos también, del cielo. No son demasiados, lo admito;
mejor así, en pequeñas porciones. Pero llegan mensajes como
aquellas señales que esperaba Jodie Foster en Contact; salvadoras y
revitalizantes.
Esta tarde
de Domingo con la noche echada sobre nuestras espaldas como una
pesada losa; a las seis y ya de noche... esto no puede ser bueno, no.
Me he puesto un disco que esperaba como rocío en Mayo y todo a
cambiado. Si no fuera por estas cosas y cuatro insignificancias más,
me rajaría las venas a tiras para hacerme un disfraz de Bufalo Bill:
*************
CAR
SEAT HEADREST_TEENS OF STYLE
Cosas que
suenan con esa luminiscencia propia de una Primavera adolescente, y
que funcionan como aquellas inyecciones de felicidad con acné que
curaban constipados de febril juventud #tose niño que el médico
te oiga, que si no ni caso te hacen!!. Y tu tosías hasta que la
garganta parecía un día en la Paris-Rubeaux; pavés y fango a
partes iguales.
Car Seat
Headrest curan todo eso y algo más. No son un medicamento
genérico ni de un laboratorio con caché y corte Italiano. Suenan
como aquellas voces salidas del pozo seco de la abuela, que en ecos
te llamaban a gritos enlatados: ven mi niño ven, estamos aquí solos
enterrados en vida y necesitamos un amigo. Y tu ibas, y te tirabas de
cabeza al hoyo virollo en busca de algo así, como un poco el
principio de todo.
Esta joven
banda de Seattle, ha dado un salto cualitativo en cuestión de un par
de años la mar de interesante. Una prospección al fondo del asunto,
que ha pasado de los bocetos instrumentales caseros con cuatro
cachibaches de un veinteañero. A un disco de Pop de guitarras
salvajes y sin domar, propias de geniecillo.
Por la
cabeza orbitan unos Nirvana en tono de ensayo, los Guided by Voices o
unos Pavement deslumbrantes y soleados: Americana de guitarras, más
popera que guitarrera, pero con esa imagen de chupa raída tan yanqui
y surfera. “Sunburned Shirts” florea las aguas subyacentes
y freáticas que discurren bajo nuestro pies, con ese perfume a
azahar digno de los Beach Boys. Así es como comienza este Teens of
Style; el definitivo tras tres años de composiciones compulsivas:
Primero fueron “Nervous Young Man/2013” y “How
to Leave Town/2014”. Y solo era cuestión de tiempo para
que este jovencísimo Will Toledo; nada que ver con
nuestro Willy Toledo. Nos deslumbrara con un álbum preparado para el
asalto a nuestros corazones.
Once temas
cocinados al estilo cosaco Bistró; rápidos, poco hechos y
saciantes. Con la urgencia de quien deposita en la melodía todo el
protagonismo, dejando de lado inútiles abalorios. No hay ni una sola
que obvie esta premisa: Cuanto más gris, otoñal y lluvioso el día,
más se hidratan las corrientes subterráneas.
Solo con
leer los títulos de las mismas tan reveladores todos ellos, se
intuye la consigna; diviértete!! “The
Drum”, joder como me encantan esas
guitarras tan vivas y sangrantes. De echo este tema es parte de una
serie de demos que se compusieron en el 2011; imaginaos el arsenal
que guarda el muchacho.
“Something
Soon” es tan terriblemente agitadora; parte
de culpa de todo esto. Esa forma de ver la vida entre lo abstracto e
infantil de Daniel Johnston, que culmina en algo que lo resume a la
perfección: una canción. “Times to Die”
lo dice claro y alto: - “Todos
mis amigos se van a casar / Todos mis amigos están bien con Dios /
Todos mis amigos están haciendo dinero / Pero el arte consigue lo
que quiere y el arte consigue lo que se merece”.
Un himno en toda regla que con Jacob Bloom al bajo, Andrew Katz a la
batería, un Rhodes y las guitarras del muchacho, ahora suenan con
mucha más coherencia que aquellas melodías maquinadas en el asiento
trasero del coche de sus padres.
“Los
Borrachos (I don't have any hope left, but the weather is nice)”,
pop veloz que se alarga casi hasta los siete minutos sin apenas
resentirse. Tiene esa forma de ascenderte hacia los cielos tan
salvaje, tan primitiva... y al borde de los tres minutos entran esas
guitarras rizadas... y tchas!! tienes de repente otra canción. Es
así, como un juego que no sabes bien donde te va a llevar; ni él lo
sabe.
“Oh!
Starving” podría
salir así, de repente en un final de fiesta al piano y con los
comensales haciendo coros, y es así joder, perfecta. En el fondo
supongo que no puede ser de otra forma, instantáneo y así de
sencillo. Cuando todo surge tan espontáneo como la contracción del
diafragma, el ritmo natural de la inspiración y ese bien preciado de
la juventud compulsiva, las cosas suceden. Casi mágicas y
salvadoras.
En
los asientos traseros de los viejos coches se han engendrado desde
siempre pequeñas y grandes historias.
Si
los pespuntes de la tapicería de mi viejo Talbot Horizon ya
desballestado pudieran hablar, no solo contarían historias de sexo
sórdido. También las hubo de risas y carcajadas cortando a cuchillo
el espeso humo del hachís. De finales trágicos y de melodías
pluscuamperfectas. Allí es donde también las confeccionaron Roy
Orbison, Johnny Cash y Jerry Lee Lewis en la gira infernal de Sun
Records del 57; y nacieron piezas inmortales e instantáneas.
THEE
MIGHTEES seguramente también las hicieron con una guitarra, su
imaginación como única partitura y una cerveza en la otra mano;
mientras rompían las olas.
***************
THEE MIGHTEES_SMILING
A
la banda de Sheffield les queda un poco lejos el mar, de echo ni
siquiera se les puede atribuir una posible estancia en playas
cálidas; ni que sea por pura imaginación ensoñadora. Pero sus
minúsculas arengas de no más de dos minutos, tienen la misma
estructura musical que un chiringuito cualquiera de las playas de
Axarquía: Unas cañas para protegerse del sol, cuatro tableros por
mesa, un puñado de bancos, madera de encina y una caja llena de
espetos.
Se
comen con los dedos sin cubiertos y hacen equilibrio sobre las seis
cuerdas eléctricas, como los descalzos pies sobre el pedragal de la
orilla. Su escucha es como un baño en una tarde de calor y sentir el
salitre resquebrajar tu piel bajo el sol. Los dedos todavía huelen a
sardinas y la melodía imperturbable por su sencillez, aguijonazo e
infeccioso sant vitus, te traslada. El otoño nos ha cambiado el
reloj amigos, pero siempre habrá tiempo para que la depresión nos
constriña hasta parecer un culo de pollo.
Nos
resistimos, y aunque esta semana la sibilina lluvia se halla hecho
dueña de nuestro día a día. Siempre es de celebración, descubrir
una banda británica que lleva el sonido pop primordial a terrenos de
surf, de powerpop o de tweepop, sin necesariamente parecer una pose
de anuncio de telefonía. Son naturales como el gazpacho de la yaya y
se han ido a hacer aquello que triunfa al otro lado del gran charco.
Seguramente
el echo de ser Británicos pueble portadas de tabloides alternativos,
cuando de este tipo de bandas que no se comen un colín las hay a
montones. Pero hace gracia con que desparpajo se ventilan los cuatro
cortes, sobre cuatro acordes siameses si resultar cansinos. Tiene ese
tufo adictivo de las primeras composiciones de la Velvet tan
Rock&roll naiff o de unos Feelies lampiños; boogie-woogie popero
y saltarín... inofensivo y delicioso como un helado de lima.
“Cream
Cream” de echo recuerda ligeramente a ese pasado Fenme fatale.
“Pop Culture Icon Eyes” podría ser perfectamente la demo
casera de aquellos Jesus & Mary Chain empapados de
Beachboyrockerismo, pero sin sus notas de distorsión; se
quieren lo mismo. “Sometimes”, “Romantic Notion”
o “Blue Raspberry Dragon Soop” los podría incluso hacer
pasar por el mismo precepto teológico de los Parquet Courts. Pero en
lo básico, y lanzando por la ventana cualquier similitud enfermiza
de nuestro subconsciente, Smiling precisamente, es un disco de debut
que sirve para dejarnos de gilipolleces y disfrutarlo con mucha
vehemencia.
**************
THE
PHANTOM BAND_FEARS TRENDING
De
la misma forma que la Velvet Underground en su icónica banana, nos
regalaron esas precisas piezas de Rock callejero con: “Sunday
Morning”, “I'm Waiting for de Man” o “There she goes Again”.
Y progresivamente mutaron hacia odas espirales, complejas y
lisérgicas, cuando White Light/White Heat irrumpió en el 68. Cuando
hablaba al principio de la sencillez deslumbrante de los cuatro
acordes. Las entrañas intestinales y recargoladas de este combo
escocés, me obliga a mirar en el reverso de la música como un
pasaje, a viajes de autoinvestigación.
Mi
reciente exploración en la espesura de esta banda de Glasgow;
después de permanecer largos años en la recámara de mi disco duro,
“Strange Friend/2014” y “The Wants/2010”. Me obliga después
de traducir con soltura su mensaje, en su más reciente “Fears
Trending”, y descubrir las enormes posibilidades de su sonido. A
explicar qué son, y de que van sus manuales de autoayuda.
La
historia es larga, y después de caer en el pozo de su último disco,
lamento enormemente haberme perdido seis años, más los otros seis
de anonimato.
Llegaron
a tener hasta cinco nombres, mientras se divertían experimentando
con herramientas, puestas en escena, incluso con la idea de componer
sin un objetivo claro. Pocas son las bandas que dediquen este largo
tiempo de aprendizaje, hasta saber qué son, y qué quieren en
realidad. Llegados a este punto, tampoco se obsesionaron con la idea
clara de alcanzar una meta.
Lo
que sí descubrieron, es que sin proponérselo, el proyecto ya se
había hecho mayor: le había salido bigote y barba, bello en el
pubis y olía a feromona adolescente que tiraba de espaldas. Aquí
empezó la vida de The Phantom Band; la de seis tipos dispuestos a
crear sin una definición al uso demasiado clara.
Durante
estos seis años y tras el discreto éxito de su anterior álbum,
muchos han sido los que han intentado descifrar su estilo sin mal
estribillo que echarse a la boca; y con lo que se llega a perder el
personal cuando no hay un estribillo que tararear: Que si recuerdan a
Stereolab; ni en la sombra oye. Que si ellos se autodefinían como
“protorobofolk”, o si les asociaban automáticamente con algunos
parientes cercanos como Twilight Sad o a mil bandas de pseudo pospunk
de las islas; ni una cosa ni otra.
No
voy a ser yo ahora el que venga a sentar cátedra sobre géneros,
tendencias o castas musicales; válgame el señor. Más cuando su
anterior disco estuvo más de un año criando malvas en mi disco
duro; que no soy yo de tirar ná, y si ahí está, es que algo intuí
en su día. Lo que también es cierto -y en esto me someto a 100
latigazos-, es que esto de la música va mu rápido. Tanto, que uno
debe dosificar su dieta a lo que buenamente se digiere. Ya se sabe y
si no lo digo: Que las digestiones pueden ser pesadas si se quiere
llegar al ritmo que impone eso que nos rodea ¿industria, consumo,
información sin control?
Por
eso tampoco me amargo; nunca es tarde si la chicha es buena.
Lo
dicho, FEARS TRENDING, además de hacer zoom sobre la banda y
descubrir un disco único en su especie: Americana Gótica que lo
parece pero que no lo es exactamente, folk secuenciado en el que las
sombras no solo dan oscuridad sino también muchos cromatismos,
transiciones que levitan en una progresiva que nos lleva hasta los
70... krautrock, Jetro Tull, santería...
También
han conseguido sumirme en un mar de dudas, sin acertar del todo cual
de sus cuatro trabajos me gusta más. Si lo del pasado en STRANGE
FRIEND era la reválida, o si el de este año es un apéndice que ha
nacido como aquellos brotes tardíos que llegan para matizar lo
anterior.
De
echo son dos discos que tienen claramente una consanguinidad que va,
de lo más brillante y colorido, hasta lo más oscuro y tortuoso.
Strange Friend/2014 era un disco que te capturaba desde el primer
momento: La trotona y casi himno a lo Arcade “The Wind that
cried the world” o “Clapshot”, eran dos aperitivos
que hasta podían batirse en duelo con los aclamados The National si
me apuras. Aunque sus tres primeros cortes eran un anzuelo a todas
luces, y el disco derivaba en espesuras, bosques inmensos y viajes
con mil rutas posibles.
Fears
Trending/2015 nos devuelve a aquella banda entre dos aguas:
lo poético y lo trágico. Los siete cortes que lo forman podrían
ser, como decíamos antes, una secuela de su anterior disco: más
elástico, afable y desinhibido. No solo por sus cortes iniciales,
sino porque abren las ventanas para que entre un poco de aire fresco.
Sin
embargo aquí, los teclados y esa electrónica que acompaña sus
salmas de épica comedida, cobran un protagonismo especial. Hacen de
diapasón con una falsa impostura interesante y algo equivoca: Es ese
pequeño juego, el de estos Escoceses, de hacerse servir de elementos
enfrentados para crear texturas y sensaciones, para jugar con los
sonidos como en una paleta de colores; con sus mezclas imposibles, de
degradados intrigantes y rojos intensos.
La
voz de Rick Anthony domina las alturas y rellena las pocas grietas,
huecos y resquicios, que escapan a la fascinante solemnidad de este
disco. Es de echo, uno de los detalles con más carácter de la
banda: como la de John Grant o Nick Cave, que se erigen absorbentes y
reconocibles; hagan lo que hagan.
Su
Sonido, más propio de las antípodas o del folk americano, oscuro y
reptante, que de una banda Escocesa:
“Tender
Castle” prospecta en aquel folclore esotérico, parecido al que
practicaban Gorky's Zygotic Minci o ahora Other Lives, y con un
Alasdair Roberts como voz de lujo invitada; aullando a la luna. Solo
que ellos, más indisciplinados a la hora de seguir un camino de
castidad estilística, saben adaptarse al accidentado terreno de la
imaginación “experimental”. Entrecomillo por las connotaciones
indescifrables que tiene este término.
The
Phantom Band no se andan por las ramas y tienen un lenguaje directo,
aunque sus discos sean para entrar en ellos lentamente; como el paso
pausado y firme de los elefantes hacia tierras de inspiradores
alimentos. En “Local Zero”es evidente: Aunque su
cacharrería de Moogs, secuenciadores, Akays y mil instrumentos con
los que juguetear, sean tan vitales y tan protagonistas como la voz
misma. Emanan ese don de rock progresivo y mecánico de los setenta,
que roza la psicodelia sobria y muy meticulosa. “Denise Hopper”
pone ofrendas de western meditabundo y melancólico: otra de esas
monumentales canciones que se retuercen con plasticidad, formando
vórtices ascendentes. Lo repiten en “The Kingfisher”
apretando más todavía las clavijas del angustioso drama; todo
delicia y redención negra. Profundidad de aquellas que trasladan a
hondonadas, gargantas inaccesibles, a parajes amplios donde solo las
barreras naturales ponen los límites. Incluso a esas marchas
fúnebres de guerras míticas, al redoble de “Black Tape”.
Es
curioso porque pese a nacer de las mismas sesiones de grabación que
su anterior trabajo, es tan distinto y tremendamente complementario a
la vez. Es la luz y el reverso oscuro de la luna, la noche y el día,
la miel y la hiel. Comen de mil abrevaderos pero sin embargo, son de
las pocas bandas de este segundo decenio que se mantienen
imperturbables en su camino por reinventarse. Aun así, su esencia se
mantiene intacta: Twilight Sad, Cherry Ghost, Low, British Sea
Power... los puedo contar con los dedos de una mano. Lentos y
discretos, pero firmes
*************
CINERAMA_VALENTINA RETURN
Antes
de concluir con estos tres ladrillos que cimentan una de las dos
PlayList otoñales. No voy a despedirme sin subrayar una deliciosa
golosina que se ha publicado este mismo mes.
A
David Gedge le profeso un enorme cariño. Si The Smiths y Joy
Division me enseñaron a amar los textos por encima de la música, y
B52's junto a Talking Heads, hermosos parajes lunares de melodías de
magnífico histrionismo. Wedding Present fueron la comunión
perfecta de Punk y Pop; el principio y lo que le seguiría cuando era
un chaval. Con los años, ese amor vitaminado por los riffs más
veloces que dio el “indie” acuñado a puño y letra, se
transformó en un cariño fraternal por un músico de aquellos de
uñas negras; de los que se ensucian, se remangan y están a las
duras y a las maduras. Treinta años lo atestiguan, y tres décadas
además fiel a su idea por la cual gira su música: Pop de guitarras
áridas y abrasivas.
Su
trayectoria, evolución y mutación siempre me ha parecido curiosa;
he aprendido a amarla por encima de revanchas y añoranzas. Me ha
enseñado a descubrir la brillantez de la melodía entre ruinas,
escombros y miserias. Me ha parecido de echo, uno de los pops vas
verdaderos en años: Canciones nerviosas e hiperactivas que casi
siempre hablaban de su principal obsesión: las mujeres, el amor, las
rupturas y el desamor. Solo que las suyas, nunca parecieron canciones
románticas al uso.
Con
Cinerama y aquel lujo de disco que publicó en el 98 junto a
Marty-Wilson Piper (The Church), Emma Pollock (The Delgados) , su
nueva pareja Sally Murrell a los teclados, y una sección de cuerda a
lo grande. Más que una rareza me pareció una genialidad venida de
un idealista del Pop de guitarras. Una especie de ensayo con la que
demostrar que la canción Pop como concepto, tiene muchas lecturas.
Tanto,
que tras un impás de siete años, Cinerama fue paulatinamente
mutando hacia Wedding Present. Y Torino/2002 acabó siendo un disco
con más rasgos de Wedding Present, que del Pop de cámara
afrancesado que fue Cinerama.
En
el 2005 tras la ruptura con Sally Murrell, David Gedge volvería a
refundar Wedding Present con otros miembros muy distintos, pero con
la misma filosofía que dejó en Seamonster/1991: Un Poprock de
guitarras más megalíticas, y menos Pop.
Su
último disco publicado fue Valentina. Un disco de tapado que atesora
un medio tiempo muy interesante de la mayoría de las facetas de la
banda de Leeds: Tiene un sonido puramente Pop de estribillos
extraños, plagado de antihits que funcionan a las mil maravillas
sobre el escenario y a fuerza de escuchas.
Pues
tres años más tarde se saca de la manga ese mismo disco, reescrito
por Cinerama. Lo que eran canciones de mal asiento, picajosas e
incomodas, es ahora un disco más propio de un crooner a lo Sinatra o
a lo Randy Newman; que más da. Si no fuera por el mismo título,
nadie diría que son las mismas canciones; salvo por “You Jane”,
“524 Fidelio” y “Mystery Date” que suenan
inmensas de cualesquiera de las formas.
Arreglos
de cuerda y metales bordados en sobre relieve. Pianos de Bossanova
ultramar. La compañía es grata, y más si se arrulla con las
féminas que lo acompañan a las voces y una orquesta sacada del
mismísimo Puerto de Santa María. Producido y arreglado por Paco
Loco y el ex Penelope Trip/Edwin Moses Vigil. Han hecho entre los
tres, un disco digno de aquellos compilados guateque del sello siesta
donde bajo pseudónimos, algunos ilustres músicos nos regalaron los
oídos de golosinas jingle.
Que
parece un soplo de aire cálido en tiempos de frío ya: Bacharach, la
Lighuria, y un toque mediterráneo que nos traslada por momentos al
EasyListening de los 60, o a emular a los galanes baladistas más
icónicos de tiempos pasados.
Mantiene
elegantemente un pie en el pasado y el presente. Y no es aunque se
sospeche, un estéril intento de imitarlos. Sino un homenaje como lo
eran el Nixon de Lambchop o el Rings Around the World de Super Furry
Animals. Y sobretodo, porque demuestra cuan maleable puede ser una
canción, cuantas lecturas posibles tiene. Y como las crisálidas en
mariposa, la belleza de las mismas a veces, solo depende de mirarlas
con el corazón más que con la simpleza de un crítico.
***************
Estos
cuatro discos son solo un pequeño dispendio así, a la carrerilla.
Con tanto como uno tendría de que escribir, si de verdad tuviera a
mano una registradora donde grabar ese chispazo que aparece y
desaparece en cuestión de segundos. Ese ejercicio de escuchar un
disco de ida y vuelta y sacarle punta.
Pero
por suerte o desgracia, aunque de forma más o menos aleatoria
escojamos “ése”. Podrían ser otros, si el tiempo de
esparcimiento fuera más generoso con nosotros: “Los que se han
quedado a la espera de otra play con la que ventilar este año”.
De echo estas listas aunque como anzuelo para pescar GRANDES y
apetecibles productos, existen sobretodo, para esgrimir la canción
como signo de disfrute espontáneo. Sino ¿que sentido tendría
arrancar con SMALL BLACK y su noctámbulo “Boys Life”.
Arranque
en clave de electropop estilizado y proletario para celebrar la
visita de FRONT 242 y las fiestas 1984 de tierras Levantinas: El
proyecto secreto de Tony Verdi y Xavi Cabanyol en ELECRO GENERATOR
GROUP resucitando el mítico “Isolation” de Joy Division. De este
despegue bailable y vespertino salen también por ejemplo los
paisanos PARALELO, tras donde se oculta un veterano: Raul Q de Orte.
Un proyecto sintetizado y autodidacta de fuerte calado autobiográfico
y activista. En este contexto también los muy salvables “Vuelve
conmigo a Italia” y “Pray For Rain”, de los también
Barceloneses HIDROGENESSE y PURE BATHING CULTURE; pese a que los
discos que los contienen, no me hallan dado demasiado la talla
respecto a estos dos grandísimos “hits”.
THE
KVB redondean esta compilación con una versión clásica de los
Rolling Stones, desde la misma perspectiva psicodélica 27 años más
tarde. La que se presenta en un sample sobre la mítica banda la mar
de curioso “STONED A PSYCH TRIBUTE TO ROLLING STONES” del sello
Cleopatra. Con la intervención de bandas tan idóneas como: Clinic,
The Allah_las, Lorelle Meets the Obsolete, Yeti Lane, The Vacant Lost
y un largo etcétera, con resultados dispares pero muy recomendable;
de lo de ahora y antes.
Al
margen de un puñado de canciones con las que bailar y hacer luz,
donde la oscuridad domina. Cada tema tiene un porqué (disco a
destacar, artista, novedad, o simplemente porque mola). O un tomo
reivindicativo que pese a no disponer ni de espacio, o tiempo con el
que reseñar. Deberían si el tiempo me fuera más generoso, ser
parte de otras tantas reseñas, para diseccionar cada una de sus
buenas virtudes.
Es
el caso de MAD ROBOT y DAGRAMS:
Dos
bandas radicalmente distintas, y que pese a ocupar espacios
diferenciados en cuanto a popularidad, tienen algo en común: los dos
recomendados al margen del ruidoso bullicio de portadas. Los primeros
con disco recién estrenado y en plena promoción I DECLARE WAR. Han
conseguido a base de martillo y cincel dar un paso de gigante en el
difícil equilibrio entre la superación técnica sin apenas medios,
la coherencia en el difícil binomio letras en Inglés/textos
sobresalientes, y lo mejor: Conseguir que indierock de guitarras
resulte tan agitador en lo físico, como en lo espiritual a base de
mucha militancia y crítica contra los mecanismos de la industria.
Al
otro lado DIAGRAMS, un proyecto el de Sam Genders que cuanta más
expectativa levantó con su anterior Black Light/2013; fue de echo
uno de mis preferidos de aquel año. Más radical ha sido su regreso;
polémico y criticado por cambiar experimentación por Pop de toda la
vida.
Pero
es que resulta que Chromatics en toda esa apariencia de disco
inofensivo y aséptico. Contiene algunas verdaderas joyas, de ese
Popfolk tan universal como exigente a la hora de destacar. Canciones
honestas ante todo, que beben de muchos clásicos y que ganan
conforme avanza el año. El año avanza y nosotros a paso
contemplativo, nos conformamos con coger al azar lo que se tercia.
El
año acabará, cierto. Y la música, ya saben, no entiende de
tiempos, plazos ni chantajes. Seguro que de aquí al fin, todavía se
nos aparecerán como la virgen de fátima. Sino que se lo digan a THE
CLIENTELE, a ver quien es el guapo que les pone fecha de caducidad.
ABRACABRAZOS!!
00_SMALL BLACK_Boys life
01_ELECTRO GENERATOR GROUP_Icelation (Joy Division cover)
02_PURE BATHING CULTURE_Pray for rain
03_HIDROGENESSE_Vuelve conmigo a Italia
04_THE PHANTOM BAND_Denise Hopper
05_P.I.L_Double trouble
06_TRAAMS_Succulent thunder Anthem
07_MAD ROBOT_Kill the Maintream
08_THEE MIGHTIES_Romantic Notion
09_CAR SEAT HEADREST_Strangers
10_CINERAMA_Back a Bit...stop
11_DIAGRAMS_The Light and the noise
12_THE CLIENTELE_Never anyone but you
13_PARALELO_Europa y aliados
14_THE KVB_Sympathy for the devil (Rolling stones cover)
15_PETAL_Heaven
01_ELECTRO GENERATOR GROUP_Icelation (Joy Division cover)
02_PURE BATHING CULTURE_Pray for rain
03_HIDROGENESSE_Vuelve conmigo a Italia
04_THE PHANTOM BAND_Denise Hopper
05_P.I.L_Double trouble
06_TRAAMS_Succulent thunder Anthem
07_MAD ROBOT_Kill the Maintream
08_THEE MIGHTIES_Romantic Notion
09_CAR SEAT HEADREST_Strangers
10_CINERAMA_Back a Bit...stop
11_DIAGRAMS_The Light and the noise
12_THE CLIENTELE_Never anyone but you
13_PARALELO_Europa y aliados
14_THE KVB_Sympathy for the devil (Rolling stones cover)
15_PETAL_Heaven
Para recibir el sample serán únicamente por petición o vía facebook
ResponderEliminarINSTRUCCIONES:
1_ Enviar un comentario únicamente con una dirección de email
2_ Los comentarios con la petición no se publicaran y se borraran inmediatamente de la base de datos
3_ Los comentarios de agradecimientos , saludos o cualquier otra cosa se publicaran como siempre , estos últimos sin ningún tipo de dato personal.(No está de más comentar para confirmar que nos han llegado los envios)
Perdonad las molestias y si no entendéis algún paso no dudeis en preguntar. SALUDOS!!
Escuchado todo y todo me ha gustado (incluidos tus brillantes textos), pero me ha dejado bastante tocado el de Car Seat Headrest. Hoy mismo me lo calzo para verificar definitivamente mis sensaciones. Abrazo, maese-brother.
ResponderEliminarAh amigo Johnny, el niño está sembrao y alumbrao, no te vas a creer lo bien que me han ido estos discos que relato. Me alegra ya sabes, que le saquéis jugo a este manojo de canciones; por bonitas o por anzuelo para que por lo menos le sigáis la pista.
ResponderEliminarSi no encontráis alguno, lo cual dudo, con lo espavilaos que sois, me lo ponéis en conocimiento y os paso el santo y seña.Está por salir el de TRAAMS al que le tengo depositadas bastantes espectativas y no tardaré en publicar lo que queda de play; porque me duermo en los laureles y se me acumula el trabajo.
Este final de temporada promete. Ruido, mucho ruido de color rosa amigo.
Abrazo grande master Johnny!!