lunes, 11 de enero de 2016

MISS... BESTIARIOS DEL 2015 1 de 4: DIEZ SON LOS DISCOS, DIEZ LOS VINOS





10: FERNANDO ALFARO_SAINT MALO VS FINCA SANDOVAL SIGNO 2010 (Bobal)

Habrá quien me tome por atrevido o falto de mesura, cuando afirme que: Saint Malo me produce esa misma sensación de emoción de cuando escuchaba el Hermanos Carnales/92 de Surfin' Bichos.
Los tiempos han cambiado mucho, es cierto, Y de la misma manera que el público de hoy quizás no entienda aquella música, o sean los oyentes de Chucho los que no compartan la grandeza de aquella banda embrión. También habrá seguramente quien opine que fue Gente Abollada, la verdadera cúspide de la banda de Albacete liderada por Fernando Alfaro. La que explotó la inspiración más estremecedora de aquellos años perdidos en el tiempo.

En cualquier caso y salvando las diferencias generacionales. Este último disco del Albaceteño desprende una luz inusitada, en todo este tiempo de carrera; veintiséis años que se dice rápido, y que separan ambos discos.
Pero es evidente que hay un cambio de humor en los textos de Fernando. Otro color en los arreglos y la forma de presentar las canciones que lo componen. Entre líneas y masticando una a una las canciones de poso, sensaciones que nos transfieren a otros tiempos, épocas y paisajes. Su Pop reluciente, entre lo inocente y rebelde rejuvenecido, da una visión inédita en el panorama español, sobre el terruño y la reválida.

Algo parecido a los milagros hacedores de Victor de la Serna con la indefensa Bobal, en territorios tan inhóspitos como los de la Machuela (Cuenca). Un vino que habla con la longitud que da su boca a tierra roja, a frescor y complejidad franca (que en forma de capas y estratos, se van solapando y relevando). Para dar un amasijo de sensaciones a especias negras, a raíces y al trabajo ancestral de construir un vino de Bobal único.
Fernando hace lo propio, jugando a ser de nuevo un niño soñador que amasa recuerdos de infame juventud, con una perspectiva sobre la actualidad, diferente. Canciones vestidas de ir por casa, sin demasiado equipaje, que entran por la vía de la ingenuidad que nos da la madurez. Y que solo piden ser tonadillas gravadas por el tarareo mañanero, zapatillas de felpa y guatiné. En desayunos que inauguran el día nuevo, con mucho optimismo.



09: SPEEDY ORTIZ_FOIL DEER vs PIERRE GONON SAINT-JOSEPH 2012


Como salidos de un mal sueño de Lewis Carroll, Speedy Ortiz -la banda fundamentada por la multinstrumentisata, Sadie Dupuis- vuelven a la carga dos años después.
Fue primero Major Arcana. Como un grunge que se descomponía en melodías imposibles, estribillos cantados del revés. Entre ambientes asfixiantes y desasosegados, los que levantara su particular universo; tan desconcertante como atractivo. Ese mismo universo de disonancias tormentosas e igual de atrayentes, que Throwing Muses se inventaron con House Tornado/1981 y The Fat Skier/19887. Con Foil Deer baja el tono de guitarras plomizas y paso de gigante paquidermo, para hacer una lectura más diáfana y precisa de ese mundo retorcido, lleno de aristas.

El resultado es un viaje accidentado sin respiro a la previsión. Con tantas simas profundas, como pequeños y particulares son esos países perdidos ya desde tiempo inmemorial. Caminos campo a través donde no hay donde acomodarse, bajar la guardia o dar un escolio. “The Graduates”, “Raising the Skate” o “Puffer” son solo algunos indicadores para no perderse. El resto, caminos sin retorno.
Tragos de higos pasados y ciruelas secas bajo el sol. Que como la extrañeza de un Pierre Gonon de Saint-Joseph, juega a tirar por el acantilado cualquier estereotipo sobre un tinto francés del Ródano.
Un Syrah que habla con frutas maduras desnudas, frescas, y ahumadas en haya. Con un precio imbatible y tan anómalo, que sus 94 puntos Parker así lo atestiguan. Esos premios que nos otorga la vida, con los que descubrir caminos nuevos que huelen a viejos. Pero igual de excitantes cuando seguimos las pruebas de pasados futuros: Ahí, increíble y gigante “My Dead Girl” o “God Neck”. Tan oscuras y profundas, como cruzar el bosque por entre zarzas.



08: GUN OUTFIT_DREAM ALL OVER vs FINCA OLIVARDOTS 7.13 (gARNATXA ROJA)

Hacer tarde las listas como la compra tiene dos cosas: que la velocidad de maniobra juega en nuestra contra, y? Que siempre tendremos la oportunidad de no dejar pasar a tardones; por simple empatía. O por aquello de exprimir el año hasta el último de sus segundos ¿vivir al límite? Que bien suena.
La banda de Olympia, GUN OUTFIT, sabe por eso: dar la mesura de las cosas #tempo, métrica, cadencia y con contingencia, adaptarse como serpientes al terreno. Su disco es tan velvetiano como un sinfín de cosas y lo bueno, es que no tienen que rendir cuentas o tributo estrictamente a ningún mito. Se han marcado el camino con un discazo de aquellos que crece como la espuma de poliuretano en una grieta. Sitares, armonios y banjos, que hacen de fondo o lienzo, donde el pop, el Popfolk psicodélico escapista, nos remonta a los 60 sin tensión ni revivalismos demasiado explícitos o forzados.
Todo sucede con naturalidad, porque sus doce cortes son el maná que demuestra donde está la grandeza de un disco. Ni de lo que hablan, si son tal o cual calco, o si se vuelve a atornillar sobre la rosca desgastada y oxidada. Solo un puñado de buenas canciones ordenadas con tiento, sabiendo masticar su tiempo. Como las viñas centenarias y casi extintas, de Garnataxa Roja en Finca Olivardots. Son como ese fósil desenterrado que sabe hablarnos de como era y sabía aquello en su tiempo.

Un blanco de sensaciones balsámicas y reflejos vermellones con alma de Palo Cortado. Frutos secos (avellanas y almendras), que se mezclan con amielados igual que el turrón. Y que cuando entran en contacto con nuestras papilas, se descomponen en tres fases tridimensionales contrastadas: Entrada aterciopelada y deliciosa (salivante). Una explosión intensa que golpea atrás. Y una longitud final impresionante que llena la boca y grava el recuerdo.
Con Gun Outfit pasa lo mismo porque sus canciones, son bálsamo puro: “Scorpion Vegas” y “Blue Hour”, masticadas como hiervas lisérgicas por Caroline Keith. Su quinto disco y el mejor con diferencia, juega con el tradicionalismo americano, como con los decorados más urbanitas. A contar fábulas de cruel realidad , como tantas esparcidas por el territorio americano:
Legends og my Own” continúan ese temario huérfano de los REM o “In Orbit”, que se desmenuza entre las estampas perdidas de los exSonic Youth.
Un disco que se escucha como una road movie de carreteras sin destino certero. Que crece hacia el final con desmesura, hermosura y frondosidad. Aunque muy al principio creamos que estamos ante el auténtico desierto de Atacama.


07: THE SONICS_THIS IS THE SONICS VS LA ATALAYA 2011


Si los avances de la ciencia hubiesen sido capaces de criogenizar a cualquier jovenzuelo descarriado de la era Sonics de mediados de los sesenta, y devuelto a la vida cincuenta años después. Probablemente, una de dos: o hubiese muerto en el acto por un pronto de puro frenesí e incredibilidad, o vendería su alma a satanás con tal de pedir un préstamo de vida.
La banda de garaje más representativa de los 60 hecha y derecha. Un hemisiglo después, convertida en una maquinaria pétrea de Rock&roll indestructible. Es lo más parecido, visto lo visto, a un hito casi imposible de describir.

Lecciones que nos da la vida. Agravios difíciles de superar, cuando la tontería supina se confabula para perdérnoslos en su última visita y sumarlos a la de The Cramps o The Fuzztones; años atrás. Solo da para postrarnos y rendir pleitesía a semejante conjunto de perdigonazos en todo los morros.
This is The Sonics junto a una buena botella de Atalaya (peso pesado de los vinos Albaceteños), es lo más cercano a morir en vida y pedir clemencia. Descorcharlo y hacer vapores con las bayas, el cacao y la especias que emana este cupage de Garnacha y Monastrell: Un remedio que despeja la mente y el alma. Un caramelo concentrado con rasgos minerales, tan goloso como potente en graduación y sensaciones. Un conjunto de 12 canciones que reinventa lo que ya de por si era la banda de Tacoma: La fusión maestra y esencial entre el Rock&roll y el garaje; puede que el principio del Punk.
This is The Sonics no es un capricho de cinco sexagenarios no. Es una apisonadora de Rock que se ríe a carcajadas de los cinco inventores adalides de lo que se supone que hoy en día es transgresor, revolucionario y agitador. Ya quisieran algunos, dar semejante lección de sentar bases y quedarse tan a anchos.
Ponerle nombre, apellido y estante a estas 12 canciones sería poco menos que un insulto. Más bien sería como verse en el callejón de las afueras del pueblo y batirse en duelo: Una apuesta “a ver si tienes narices”, le das al play y luego ya si eso me cuentas.


06: JOHN GRANT_GREY TICKLES BLACK PRESSURE VS LUSTAU EL ALMACENISTA PALO CORTADO


Admito sin rubor alguno, que este año no las tenía todas con el nuevo disco de John Grant. Un artista que me hizo amar a The Czars #su antigua banda, sobre muchas otras cosas; puede que más deslumbrantes, pero con menos sentimiento. Podría datar con precisión Suiza la canción/momento con la que los descubrí: “What I can do for You”. Desde aquel momento tuve la suerte de poder verlos en dos ocasiones en directo: una en un acústico de Zeleste 2, y otra en un viejo Primavera Sound bastante menos masificado.
Fue la de entonces, una reunión de la banda con el Goodbye/2004 recién publicado. Una de las pocas ocasiones que pudimos ver por nuestro país a John Grant y a Chris Pearson juntos, uno al lado del otro. Desde entonces para los pocos y discretos seguidores de la banda de Denver, la acogida del regreso de John Grant a los estudios de grabación fue más que un mero ataque de nostalgia; sabiendo que no volvería a ser igual. “Queen of Denmark/2010” su álbum más fiel a su antigua banda. “Pale Green Ghosts/2013” primeros flirteos con la electrónica analógica y el líder de Gus Gus. Y dos años más tarde este GREY TICKLES BLACK PRESSURE de horripilante carátula.
Tres niveles de acercamiento a sonoridades y puestas en escena distintas. Hasta tener delante nuestro y como es natural, a un artista por fin liberado del peso de su antigua banda (mal que nos pese). Y que parece haber encontrado el equilibrio entre el poso de folk melódico de antes, y la base electrónica de vieja escuela que le hace de soporte.

Su nuevo disco tiene ese punto de extremo y filo de precipicio; eso me gusta. Me gusta más todavía que no haya las medias tintas de Pale Ghost, y admito que su escucha a veces adolece de demasiadas simas y curvas imposibles. Aunque hay momentos por longitud y cambios de ritmo que se pierde la concentración. Hay tres momentos clave en el disco, que determinan ese cambio de inflexión hacia la ironía como modo de tormento y el cortar por lo sano en sus nuevas canciones.
Snug Slacks” pone la profunda voz de John al servicio del new wave electrónico. Las bases sintetizadas hasta el extremo le sientan de fábula, y no es el primero. Entiendo menos cuando saltea canciones como “Grey Tickles Black Pressure” con esta faceta más agresiva y primitiva.
Down Here” es una canción que sí es capaz de fundir los inicios más crudos de Czars, con esta electrónica agreste. Before... But Longer aparece como un fantasma y se pueden palmar esas conexiones prácticamente invisibles.
Global Warming”, “Black Blizzard” y “Dissapointing” me parecen tres elementos claves para entender el disco en cuestión. Sin dejar de admitir que se echan en falta tanto el lirismo y los comprometidos textos de anteriores discos.


La elección de un Palo Cortado como El Almacenista, es ese contraste de sensaciones, olores y remenbranzas que me viene al pelo al escuchar este disco. Es como cruzar el umbral entre los muertos y los vivos. Vinos que se balancean entre lo generoso y lo gastronómico: Nariz de almizcle, con fondos a frutos secos (avellanas, nueces, bellotas). Bocas de impresión extrema que se agarran a la parte trasera de la boca, buscando esos maridajes contundentes de salazones, quesos curados y veta jamonera. Y que provienen de Soleras históricas que solo el viejo Almacenista sabe el porqué de la mutación de Manzanillas, Olorosos y Palos Cortados de Jerez.


05: DICK DIVER_MELBOURNE, FLORIDA VS EL PREDICADOR

Cada año hay un disco fetiche sin motivo que justifique tu fijación,y amor ciego de escuchas interminables. La de esta banda Australiana de entre muchas de las que han desembarcado salvadoras en esta playa de mediocridad; la más clara y reveladora.
Hacia tiempo que no me recostaba con tanto gusto y regocijo, en un disco como el tercero de estos chicos de Melbourne. Y no es solamente que haya visto reflejadas en sus notas, algunas de las canciones mejor recordadas de Go Betweens. Que ni ellos fueron estrictamente los inventores de ese Pop, ni la avalancha de bandas que beben de sus virtudes es casual. En cualquier caso, mi inclinación por este disco en concreto es puramente emocional. Me gusta horrores y no sería capaz de argumentarlo con demasiados datos, estadísticas y tecnicimos.
Su música se mueve como el pez resbaladizo por las aguas escasas y heladas del pirineo. Tiene ese don de la New Wave de The Feelies campeando por cada canción, trotona, esquiva y pegadiza. Asoma por detrás de la cortina del baño desnuda “Year in Pictures”, tan Pop ella, como esos clásicos de los 80; joder como molan esos teclados!! inmensa. Así, tan fácil la perdición como la redención a las puertas del purgatorio. Son capaces de evocar a los Belle & Sebastian más inocentes con “Leftlovers” y hundirte la cabeza entre la ciénaga con The Go Betweens si es “Private Number” el himno a la tristeza definitivo, o “Tearing the Posters Down”. Aquí sí, no hay disimulo, ni ganas.

Florida, Melbourne es tan resplandeciente como esas pequeñas cosas que salen a nuestro paso una mañana de trabajo cualquiera. Brillos entre la mugre rutinaria, que le dan ese toque realista a las insignificancias más chorras de la vida. Descubrir vinos sobre la estantería que te curan la tos y tonifican, igual que esas vitaminas de fresa que te daba tu madre de chiquitín, para que te hicieras grande y fuerte. EL PREDICADOR podría ser como la banda de los correas con la que te metían el miedo, pero no. Un Rioja estilizado de corte moderno, que respeta y extiende la historia de viñedos hasta nuestros días. De entrada amable, honda y oscura que se desliza, no se bebe. Bien equilibrado con toques de fruta madura y especias que se tornan a tabaco fresco y regaliz, cuando coge aire y se oxida un pelín. Formato de Rioja accesible por virtudes y franqueza, que no distorsiona para nada lo que uno esperaría de un Rioja de gama media/alta. Y que deslumbra desde el primer instante por color, nariz expresiva y boca deliciosa y adictiva.


04: JIM O'ROURKE_SIMPLE SONGS vs MAS LA PLANA 2002 (Cabernet Sauvignon)

Alguien de por aquí sabía ya que Jim O'Rourke iba a estar por estos lares sí o sí. Disco que acompañó unos primeros meses del 2015, de reincorporación laboral. Y que funcionó como una buena sesión de tonificante masaje.
Autores que asustan e imponen por trayectoria y referencias, y que se abren como una puerta al monte, de frescor y nuevas fragancias. Que además funcionan como una terapia para ejercitar la sintaxis y compresión, no solo musical, también espacial.
Siempre que se descubra una faceta desconocida en esto del disfrute por la música, es como abrir otra nueva ruta por donde viajar. Pasa como enfrentarte a un Cabernet Sauvignon con el que nunca has acabado de congeniar, y encontrar el abc del jeroglífico egipcio. Ambos complejos y aparentemente herméticos, como buhoneros incansable de texturas, granulados y formas imposibles con las que expresarse musicalmente. Jim O'Rourke es la excepción a la regla artística, por la cual uno es incapaz de regresar al mundo de los mortales, cuando la experimentación vanguardista se apodera de tu alma.

Simple Songs tiene en parte ese mensaje directo que transmite su título. Como el Cabernet, sujeto a una serie de peculiaridades tan propias, como a veces tan desaprovechadas. Jim O'Rourke sabe dar al formato Pop más estricto, aires de Jazz colorido o folk sinfónico. Tiene ese contrapunto teatral y progresivo que hace que no lo parezca; el pop, digo. Igual que si pega uno la oreja a los objetos e intenta describir sus vibraciones de sónar ciego, pueda degustar el Jazz sin más.
De momentos más introspectivos, como cuando este vino centenario se acomoda en la copa: “Hotel Blue” y “End of the Road” tienen momentos de retozar y estirazarse memorables. Como una criatura que necesita el nuevo aire para descifrar sus secretos más íntimos. “All Your Love” podría ser el despertar pese a ser la canción más inmensa, la que cierre el disco. Pero igual que este Cabernet Sauvignon del Penedés, es justo ahí cuando se descubre su magia y mística sin igual: en el momento que se abre cual rosa en Mayo. Entonces puedes empezar a reconocer la grandeza de la obra, pasada bien la media hora de estar en la copa.
Estallan entonces efluvios de especias negras, de bayas con cacao puro y la sutileza como principal arma. Es el mejor Cabernet de nuestro país y se hace de rogar. Boca límpida pero tremendamente envolvente. En conjunto por mil detalles armoniosos y entrelazados, suena a gloria igual que “Friends with Benefits”.
Ese tipo de músicas y elixires que rozan la locura llevada al impulso gestual. Salir en pelotas picadas corriendo entre las viñas, mientras rozan los pámpanos en nuestro pubis. Bien podría ser un cuadro/motivo perfecto, con el que decorar un pensamiento reflexivo sobre semejantes obras.

03: DESTROYER_POISON SEASON VS ELIO GRASSO VIGNA MARTINA 2013

Destroyer Dan Bejar, Dan Bejar Destroyer, del derecho a la inversa y del revés. Y los 28 trabajos entre propios y colaboraciones, con sus casi 20 años a cuestas desde que este hijo de padre español y madre canadiense publicara sus primeras grabaciones caseras. Por el camino Points Gray, Vancouvers Night, New Pornographers, Swan Lake o WZO, y pese a tanto, todavía un desconocido practicante.
Canciones como “Broken Beads”, “Streets of Fire”, “Jackie” o la celebrada “Myriad Harbour”, nos/me lo pusieron un paso al frente del combo Canadiense New Pornographers. En contadas ocasiones, aunque en su último Brill Bruisers brille con luz propia. Siempre Dan quien le dio ese punto entre lo histriónico y lo fabulador; siempre certero.

2011 fue el año de Kaputt. Un disco de blanco pop satén que nos volvió a recordar cuan sibilinos y elegantes eran Blue Nile, David Sylvian, Talk Talk o Bryan Ferry. Recuperó, si así se le puede llamar, ese tipo de Pop que se codea entre ambientes selectos, evocadores y noctámbulos. Cuatro años más tarde, con el difícil reto de volver a girar y ajustar las clavijas de su proyecto en solitario, llega Poison Season:
Un disco así, de golpe, para oírlo de carrerilla y de cabo a rabo. Recomendable si no se precisa caer en una melancolía absoluta e infinita, hacerlo con un paisaje de por medio. Yo por eso, siempre lo definiré como: un disco perfecto para conducir viajando o a la inversa. Si tuviese que ponerle un momento concreto por sensaciones o diapositiva que la ilustrase, sería el de mi pasado viaje por las Italias del Barbaresco Piamontés, la rivera de la Liguria y el quinto pino Romagno. Supongo porque fue allí donde con paisaje de campiñas, viñas y costas imposibles, le cogí la medida total como al de un patronaje.
De arranque en forma casi de Adagio “Times Square” aquí nos enseña como en transparencias, sus infinitas posibilidades; más tarde desdoblada en una de las canciones bandera de este disco. Para mi gusto tiene un arranque un poco abrupto (“Dream Lover” y “Forces from Above” no son de mis canciones preferidas). Ese único escollo entre el “no sigo, o me la juego”, solo depende de ese riesgo asumible en cualquier gran disco. Ese extraño bocado de pop victoriano de “Hell” con colofón final tan a lo Broadway, y la excelsa “The River”; la mejor del disco. Una canción para dejarse llevar por la corriente a la deriva y llorar, llorar muy fuerte, con sollozos si es menester.

Poison Season es todo él, un disco para abrirse el pecho en canal, justo cuando las tripas se anudan. Para respirar tres veces bien hondo. Tiene esa longitud sedosa como una mariposa aleteando. Esa misma que tiene la BARBERA de ELIO GRASSO cuando uno cree que ese vino menor que cae ladera abajo desde Treiso, debería ser rudo, tánico y arañarte el alma. La Barbera de Elio es distinta, como un beso: De nariz golosa y boca ultra fina, rinde honor a ese precioso color maduro vermellón. Un vino perfecto para dejarse llevar al infierno si es menester, y caer de cabeza en ese vestíbulo que la Barbera D'Alba, abre a conocer los vinos del Piamonte de Dolcettos, Barbarescos y Barolos.
Este último disco de Dan Bejar guarda una relación directa con este fresón en forma de Barbera: Siendo algo radicalmente distinto a otros; en este caso a Kaputt #su anterior entrega. Más abrupto, entretenido y cambiante, mantiene una línea argumental siempre marcada por los violines, el saxo y las trompetas como especie de Big Band comprimida. Escucharlo es como caer en un mundo que se rige por la sensualidad: De persecuciones a lo Starsky & Hutch con “Midnight Meet the Rain”. Pasamos a otras que rezuman cosmopolismo y suburbio por los cuatro costados, “Solace's Bride” o “Archer on the Beach” huelen a calle mojada, a Torpedo 1936 y a boca de metro. Respira tanto Jazz como Pop que reposta sonidos muy americanos de Chicago a Nueva York. Un disco inmenso que como una ventana, se abre a paisajes y viajes.

02:ROBERT FORSTER_SONGS TO PLAY vs COSMIC PASSIÓ 2014

Estos días vamos a oír hablar mucho de este señor. Tanto que ni en el mejor de los sueños, imaginaría que justo la semana que pasea su último disco en siete años por nuestro país, vería la luz -por fin rediós- esta especie de TOP anual. Cosas tontas que suceden como quien hilvana el hilo al trote cochinero.
Admito que este año se me ha ido la mano con los comentarios de los discos y no va a ser este el caso. De Robert Forster poco más tengo que añadir sobre lo que dijera hace un mes. Un trabajo el suyo, que brilla por la simpleza y efectividad a la par. Esas mismas armas que definían a su antigua banda; o por lo menos a las canciones que componía y cantaba Robert #esa cara más taciturna de la banda de Brisbane.

Los elementos que se manejan en cada una de las canciones, son tan de salón de casa y chimenea. Que uno claramente, puede imaginarse a la familia puesta a la obra con la taza de té humeante al lado, y el jerez con las pastitas al otro. Salvo ese arranque de rebeldía en “Learn to Burn” el resto, fluye con una naturalidad que medio espanta, desconcierta y absorbe. Esa especie de Pop/boceto, de chamizo que se mantiene indemne ante la tempestad, por obra y gracia de la naturaleza; de SU, naturaleza. Se rinde homenaje a esa forma de componer y contar que tenía Lou Reed de manera premeditada o no; al menos así lo veo yo. Esa forma de aislar texto y melodía en algo muy pequeño y concentrado, pero que funcionaba por rítmica, cadencia y mecánica. En aquellas canciones se podía oler aquello a lo que te evocaban: callejones de Nueva York, alcantarillas humeantes y paisajes más espléndidos y horizontales. “A Poet Walk”, “I Love Myself and I always Have” y “Turn in the Rain”, así de fácil. La síntesis de mil pandemias, faltas de amor, sensibilidad y miradas vidriosas.

Sin dudarlo un instante. Esas notas acústicas de violines cortantes y armonías esqueléticas que se clavan como alfileres, solo me pueden traer al paladar COSMIC PASSIÓ 2014.
Un vino, una bodega, un viticultor y una idea, que giran en torno a ese limbo inapreciable de lo terrenal y espiritual. Salvador Batllé es un joven viticultor de biodinámica extrema: ese otro paso de lo ecológico e intención biodinámica a lo real; fuera sulfitos y cualquier elemento ajeno a la uva. Sus vinos y este en concreto, transmiten desde el riesgo y la transparencia, un lenguaje tan franco, que algunos ni lo entienden. Passió es un tinto de Marselan vinificado en sus viejos viñedos de la Serra del Montmell (Alt Penedés): Una pequeña uva de intenso color, fruto del cruce entre Cabernet Sauvignon y Garnacha, que sorprende por su intensidad aromática a fruta roja y a especias, también por su vivo color. PASSIÓ es eso que se imagina uno cuando pronuncia la palabra:
Un tinto de carácter joven y fresco, que se alarga como los veteranos fondistas en un final demoledor. Mucha fruta con toques a canela, clavo, fruta roja escarchada y una acidez final que te hace levitar; sobretodo si marida con comida. Gastronómico 100% por esa especie de acidez golosa y deliciosa que rompe las cadenas grasas de quesos, pescados azules o mariscos a la plancha. De perfume rico y profundo, tiene una primera entrada desconcertante pero tremendamente adictiva. Una pequeña bomba de relojería que explota en la boca como las bayas todavía húmedas por el rocío.


01: COURTNEY BARNETT_SOMETIMES I SIT AND THINK, AND SOMETIMES I JUST SIT VS GATINOIS AY GRAND CRU 2008

Hete aquí la música como elemento impulsor de movimientos incontrolados, instintivos y automáticos. De reacciones químicas a los que la medicina todavía no ha alcanzado a definir y sobretodo. La consecuencia de que muchos nos divirtamos buscando cientoymil de fórmulas que las defina, enumerarlas, y justificar así nuestros motivos; a menudo inexistentes.
Ese fin está en el disco de debut de esta joven Australiana de 28 años: Cortney Barnett. La música con sus métricas, compases, letras y voces explotando en esa cosa mágica que se llama canción. Y el divertimento o pellizco en el hipotálamo, en eso que a veces se nos duerme como el brazo inerte y la baba que se desliza almohada abajo en un: yesquemedalomismo!!

Ese juego de palabras con el que titula su disco es todo eso y más, y cuanto tiempo hacia que eso no pasaba?; ni te cuento. Por lo menos a mi, desde aquel Dry de Pj Harvey, cuando escuché por primera vez a las endiabladas Throwing Muses o el subidón que me producía escuchar el Repulsion de QUASI.
Algunos medios han tenido la decencia de incluirla en sus listas; faltaría. Pero pocos los que han tenido el arresto de subirla a lo más alto, probablemente porque cuesta horrores rendirse a las fórmulas clásicas que demuestran que solo es cuestión calidad, no de cantidad. Que no hace falta vestir santos y monas para reinventar la música, sino ampliar el elenco de discos inmortales que ocupan nuestra historia.

No dudo que el echo de que “Pedestrian at Best” pareciese un cruce raro entre sheela-na-gig y el Connection de Elastica, a alguno le produjese sarpullidos y rubor por igual. Pero al margen de las referencias conmutativas que cada uno pueda sacar de allí y acá. Entre los surcos y pistas de SOMETIMES I SIT AND THINK, AND SOMETIMES I JUST SIT hay mucho más; vaya si lo hay y benditos sean. Reververaciones que rebotan como muelles activando resortes y hacen que uno coja ese trote cochinero casi sintomático, por ejemplo cuando suena “Elevator Operator”. Un relato tan tontorrón como el hacer un cortometraje sobre un momento concreto de nuestra mierda de día. Además como Courtney canta/cuenta esas microhistorias con ese tono socarrón, todavía enfatiza más ese colorido saltarín de bajo/batería por el que cabalga. Es más, diríamos que Pedestrian at Best es como un socavón; lo mejor está por venir.
Hostias a mano vuelta que tan energizantes pueden sonar cuando es el reverso huesudo el que te sacude: “Aqua Profunda”, “Nobody really cares if you don't go to the party” y perdonen -Como suena esa batería centrifugadora!! luego... “Dead Fox” todo un clásico que debería alzarse como LA CANCIÓN. Una historia sobre esos debates internos entorno a lo correcto y lo comprometidos que estamos, que todos nos hacemos y que normalmente nos llevan a callejones sin salida. Son historias sobre lo que ocurre alrededor de cualquier persona que observa las pequeñeces del día a día, piensa y llega a conclusiones a menudo sin solución lógica. Yo creo que habla sobre la decisión final de hacer lo que te dicta el corazón, un canto a librepensamiento animal; además de que es un temazo. El temazo.
También están hostias de vuelta y mano plana, pero más como una caricia o tirarte el guante para batirte en duelo en la calle de atrás. Lo superlativo de “Small Poppies”, canciones que fluyen, se desperezan y estiran tenue y suavemente como la madreselva en las bajuras tropicales. De esas que cierran conciertos por antonomasia. O la ternura “Depreston”; otra de mis favoritas.
Es cierto que puede que sea esa forma de cantar monotonal que tiene Courtney, de repente le sale un gorgorito y te parte el corazón. Esos va y bienes de ternura y agitación que sacuden igual que mecen. Ese empezar y no encontrar motivos por el que prescindir de ninguna canción.

Ese mismo sorbo de Gatinois Ay Grand Cru burbuja juguetona, acidez metronómica y un fondo de cuerpo envolvente que lo mezcla y te hace beber y volver a beber como los peces en el río. Que sí, que puedes haber probado infinidad de espumosos franceses y haberte plegado ante ese carácter tan diferenciado entre uno y otro. Ver que cada uno tiene algo que los hace personales y distintos. Este Gatinois lo tiene todo: El aroma a frutos secos, a flores y a tarta de mazana. El volumen en boca acabado en una acidez que rompe ese paso algo denso pero ligero #refrescante. Y su burbuja tan precisa y milimétrica, que confunde entre el placer de paladear o beber a toda velocidad. Adictivo como el disco de la Courtney.... CHIM PUM!!


50 DISCOS DEL 2015 POR LOS QUE DEJARSE DEBORAR:

01: COURTNEY BARNETT_SOMETIMES I SIT AND THINK, AND SOMETIMES I JUST SIT VS GATINOIS AY GRAND CRU 2008
02:ROBERT FORSTER_SONGS TO PLAY vs COSMIC PASSIÓ 2014
03: DESTROYER_POISON SEASON  VS ELIO GRASSO VIGNA MARTINA 2013
04: JIM O'ROURKE_SIMPLE SONGS  vs  MAS LA PLANA 2002 (Cabernet Sauvignon)
05: DICK DIVER_MELBOURNE, FLORIDA VS EL PREDICADOR 2013
06: JOHN GRANT_GREY TICKLES BLACK PRESSURE VS LUSTAU PALO CORTADO EL ALMACENISTA
07: THE SONICS_THIS IS THE SONICS  VS LA ATALAYA 2011
08: GUN OUTFIT_DREAM ALL OVER vs FINCA OLIVARDOTS 7.13 (gARNATXA ROJA)
09: SPEEDY ORTIZ_FOIL DEER vs SAINT-JOSEPH 2012
10: FERNANDO ALFARO_SAINT MALO  VS FINCA SANDOVAL SIGNO 210 (Bobal)
 11:SONGHOY BLUES_MUSIC IN EXILE
12:MIKAL CRONIN_MC III
13:EZRA FURMAN_PERPETUAL MOTION PEOPLE
14:ALABAMA SHAKES_SOUND & COLOUR
15:RYLEY WALKER_PRIMROSE GREEN
16:BLACK RIVERS_BLACK RIVERS
17:PRESIDENTE_ILUSTRE VENTANAL DE ESTRATEGIAS
18:THE WAVE PICTURES_GREAT BIG FLAMINGO BURNING MOON
19:THE PHANTOM BAND_FEARS TRENDING
20:BILL RYDER-JONES_WEST KIRBY COUNTY PRIMARY
21:SHINIES_NOTHING LIKE SOMETHING HAPPENS ANYWHERE
22:PINKSHINYULTRABLAST_EVERYTHING ELSE MATTERS
23:HATCHAM SOCIAL_THE BIRTHDAY OF THE WORLD
24:DOMINIQUE A_ELÉOR
25:MC MCCAUGHAN_NON BELIEVERS
26:RINGO DEATHSTARR_PURE MOOD/TINY FINGERS_THE FALL
27
:UNLIKELY FRIENDS_SOLID GOLD CAWBOYS
28:TWERPS_RANGE ANXIETY
29:BOBBY LONG_ODE TO THINKING
30:EZTV_CALLING OUT
31:METZ_METZ II
32:TORUL_THE MEASURE
33:HORSEBEACH_II
34:MAD ROBOT_ KILL LIST
35:ALONDRA BENTLEY_RESOLUTIONS
36:CARLOS FORSTER_DISASTERS
37:CAR SEAT HEADREST_TEEN  OF STYLE
38:CALVIN LOVE_SUPER FUTURE
39:THE DEARS_TIMES INFINITY VOLUME ONE
40:GOLD CELESTE_THE GLOW  Vs. SHARON VAN ETTEN - I DON'T WANT TO LET YOU DOWN

***********
EX AEQUOS
DIANE COFFEE_EVERYBODY'S I GOOD DOG
WHYTE HORSES_POP OR NOT
SIMON LOVE_IT SEEMED LIKE A GOOD IDEA AT THE TIME
ALEX BUREY_FAMILY STONE EP
DMA'S_DMA'S EP.
FOALS_WHAT WHEN DOWN
GIRLS NAMES_ ARMS AROUND A VISION

6 comentarios:

  1. Toma ya!!! Cómo me mola ver ahí a la Barnett. Esta chica tiene, algo, quizás esa forma de cantar monotonal que dices y luego el gorgorito que te parte el corazón. Me mola mucho ver ahí a Dick Diver y el de Robert Forster es junto a la Orange Humble Band las dos variaciones que ya pondría más alto de mi lista. Un abrazo fuerte, maese-brother.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí amigo Johnny, este año creo que es en el que más hemos coincidido. Unanimidad total, aunque creo que pocos podiums ha tenido para lo refrescante, exfoliante y sabroso que es disco. Es lo que digo, parece que les de miedo aupar arriba a según que cosas.
      A los Tame Impala paradójicamente les pasó más o menos lo mismo. Su primer disco (para mi el mejor de largo) pasó sin pena ni gloria. Este último dicen que una obra maestra; discrepo. De varas de medir calidad y excelencia hay muchas, y la mayoría se dejan llevar por lo que más luce en los escaparates.
      ABRAZO RECÍPROCO AMIGO!!

      Eliminar
  2. El remate, no por esperado, deja de mostrar su excelencia.
    Escogido.
    Exquisito.
    Selecto.

    No tengo ni idea de vinos, porque me declaro abstemio, pero sé que tu gusto musical es meritorio.

    Gracias.

    Te sigo la pista.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias hombre, agradezco una barbaridad que te pases y comentar con tanta pasión, y sobretodo que te guste; que es lo más importante.Con tus alagos Alberto me subes la moral y la autoestima más que la inflación jejeje; pero me encanta, para que te voy a engañar.
      No hace falta entender de vinos para imaginarse el maridaje, lo que cuenta es cerrar los ojos y dejarse llevar: música, comida, vinos, agua de lluvia, paisajes.... hasta amores. Lo importante es que produzcan sensaciones, y ya sabes, aquí tu casa, tienes las llaves debajo del felpudo para cuando gustes.
      UN SALUDO!!

      Eliminar
  3. Requeteleída, estudiada, escuchada y amada, por fin me persono en tus aposentos cibernéticos a comentar esta gloriosa entrada dividida en cuatro partes, ya que no quería hacerlo hasta haberla abordado a conciencia, pues era mucho lo que no me había llevado al oído y sabes que para mi tu criterio va a misa, así que debía empaparme antes y bla bla bla, jaja.

    Sigo sin conectar con la señorita Barnett y me preocupa el tema, porque joder, todos los que respeto hablaís maravillas del disco...tendré que irme al monte y degustarlo en un ambiente más bucólico!
    Independientemente de los que hemos coincidido (Alabama Shakes, Ezra Furman, Foals, Destroyer, Fernando Alfaro, Horsebeach...) he de decir que fue un delito no poner en mi lista a Robert Forster y The Wave Pictures, pero no les había dado apenas cancha porque los conseguí muy tarde.
    De lo que he disfrutado a raíz de tu lista solo puedo hablar maravillas. Creo que puedo decir en alto que me ha encantado todo, pero especialmente esos prometedores Car Seat Headrest y Pinkshinyultrablast, verdaderos sorpresones.
    Ha sido un buen año, con el regreso triunfal de The Sonics y las deliciosas vueltas de Dominique A, Bill Ryder-Jones y Bobby Long, por ejemplo, pero el 2016 promete bastante también. A ver que nos depara.

    Muchas gracias por ilustrarme una vez más, ayalotah del rock independiente y alrededores :D

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues debo decirte que te lo has de mirar amigo Txarls, respecto a la señorita Barnett jejeje. No digo que halla inventando la panacea, pero su disco -y ojo que a mi tampoco me entró a la primera- es como el zumo recién exprimido: nada que ver con los néctares y zumos envasados (refrigerados o no) Un disco que entra a cualquier hor; a mi por ejemplo, me sube el ánimo después de plegar.
      De todas formas solo me queda plegarme a tus elogios. La música aunque algunos la tienen por algo banal o por un puro entretenimiento, para mi es como la savia o el plasma que me da vida. Hacer la lista aunque si que es un divertimento, me ayuda a calibrar el año; por lo vital de la misma música. Después lo de coincidir o variar según a medida que avanza el año, no me parece importante. Somos así, diferentes y en nuestras diferencias permeables. Aprendemos los unos de los otros y nos retroalimentamos, incluso cambiamos cada momento; es lo que tiene ser curiosos y estra vivos macho.

      A mi todos los años me parecen geniales en lo musical. Lo mismo dan las decepciones, espectativas.... ¿y lo mucho que se descubre? O lo que se queda en el tintero. No es ningún drama joder, lo importante es dejar que las prioridades se nos presenten de casualidad. Y que más te voy a decir, que no hay mayor placer y gusto que compartir con los demás. Me alaga y emociona que me consideréis en tan alta estima #es recíproca. Pero solo me tengo por un enfermo de la música, un apasionado más bien jejeje

      SALUDOS MILES Y GRACIAS POR PASARTE A COMENTAR DR. LIVINGSTON DE LA MÚSICA JEJEJE

      Eliminar