50:
SOLEDAD VÉLEZ_NUEVAS ÉPOCAS
El
disco de Pop sintetizado en habla hispana más eficiente de este 2018
sin ningún tipo de duda.
Que
las letras bucle/loop son simples y machaconas en el tema del
despecho, el desamor y quebranto juvenil? Pues sí, es cierto. Tanto
como que la Chilena ha dado con la tecla de las melodías infecciosas
y adictivas casi al 100%.
Un
disco breve, en el que no hay ni un tema de relleno y es un bailar
melancólico non stop. Y que no tiene nada que envidiarle a ninguno
de los últimos bombazos anglosajones de TecnoPop ochentero.
Su
aterciopelada voz y flow tan bacano tienen mucha de la culpa de este
discazo.
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49:LINUS
OF HOLLYWOOD_CABIN LIFE
Es
un hecho, que este tipo de Nebraska establecido
en California (que se nota y mucho),
con más de 20 años de carrera y un buen puñado de álbumes a sus
espaldas, merecería mucha
más justicia.
Y
es que su disco por más deslumbrante luz a lo Boo Radleys que
desprenda. Es un soplo de aire fresco para ese Pop desprejuiciado
heredero de la ELO más Harrisonniana o del Nick Lowe más poppy. Un
trabajo inmenso, de melodías de las que ya nadie se atreve a hacer
salvo cuatro creyentes de la era pretérita del Pop por miedo a que
les llamen ñoños. Olvidándose de que ahí
es donde están
las enseñanzas que
muchas de las grandes bandas de todos los tiempos nos
impartieron.
Un
disco que no baja pistonada en toda su extensión. Con unas voces y
arreglos mayúsculas. Que bien podrían invertir su posición, si no
fuera por la equidad de esta añada.
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48:
POSTER CHILDREN_GRAND BARGAIN
La
veterana banda de Illinois ha vuelto tras 14 de silencio y plena
gloria en los 90’s, por la puerta grande y de una patada.
Con
un Matt Fiscia (alma matter de la banda), dispuesto
a explicarnos nuestras oportunidades perdidas, y las infinitas
subcapas todavía por descubrir del indierock noventero.
Ahora
que todo parece perdido y que ya nadie quiere coger un martillo, una
herramienta o sus mismas manos para hacer cosas. Y todo son
estrategias de marketing y app’s. Ya va bien abrazarse a cosas que
estimulen el tacto o los sentidos. Canciones que rascan, empujan y
sacuden el alma como lo hacía Hüsker Du o Per Ubu.
Un
disco pétreo cincelado con maestría y que verdaderamente parece
sacado de otro tiempo. Eficiente en temario y manifiesto coherente
que descaradamente parece importarle una mierda lo que ahora vende.
¿no es maravilloso?
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47:
FINE CHINA_NOT THRILLED
Siguiendo
al pie de la letra los abuelismos salvadores; que digo yo que es una
pena (o una realidad). Que sean tantas las bandas y artistas
veteranos los que tengan que venir a trazar los cuatro croquis de
como coño se hacen bien las cosas…
Y
no digo que no haya cosas chulas ahora.
Pero
que se atrevan a emular atmósferas de esta índole? Pocos, muy pocos
o con poca credibilidad.
Esta
banda de Phoenix dejó de grabar hace 13 años. Y la verdad es que es
una verdadera gozada abrazarse a uno de los discos de Pop más
refinado de la presente añada.
Un
trabajo que mira directamente a esa manera escrupulosa de ejecutar
que tenían las bandas nórdicas con pedigrí. Y una rara avis que
han parido quizá, el único disco capaz de teletransportarte a los
gloriosos años de House of Love, Sad Lovers and Giants o
Easterhouse.
Canela
en rama.
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46:
M. WARD_WHAT A WONDERFUL INDUSTRY
Si
hay un músico capacitado para generar melodías tan sugestivas como
ambidiestras, ese es este Californiano.
Su
anterior disco “More Rain” fue una garfada de agua fresca
mañanera.
Este
“What a Wonderful Industry” sin embargo, es un equilibrio quasi
levitante de Folk bien amasado y moldeable de formas imposibles donde
se recoge la mayoría de sus facetas. Desconcertante por momentos, es
curioso como siempre consigue generar un hilo conductor.
Sus
canciones no son reales del todo, y como un estado (dentro de esa
escena indefinida de Folk moderno, Pop y canción). Hace que si bien
sus discos no suelan seguir la métrica habitual, conocido ya es por
todos su capacidad por conseguir SIEMPRE envolverte en su particular
y frágil universo.
Pura
rara avis único en su género y siempre injustamente en la
retaguardia.
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45:
ASTEROID Nº4_COLLIDE
Llevan
un porrón de años haciendo música (y de la buena). Pero este
Collide después de veinte años de carrera, parece ser ya la enésima
oportunidad perdida para zambullirse en el sonido de una de las
bandas más versátiles de estos últimos años.
Quizás
por eso, o porque su ilustrada propuesta. Este quinteto digno deudor
de The Church, House House of Love o esas bandas que jamás quisieron
cruzar la frontera entre el Altrock americano, y la escena
alternativa más British. Parecen estar predestinados a arrastrar a
modo de maldición, el ostracismo y existencia en el limbo más cruel
pese a publicar una verdadera joya de disco. Y rozar niveles de
bandas más agasajadas y mimadas a nivel de Jayhawks o War on Drugs.
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Si
hablamos de baja fidelidad e indietrónica, que no lo fue siempre,
cogida con pinzas reverenciadora para con la sensibilidad. Esa es la
de este cuarteto de Providece, que ya me deslumbrara con aquel
emotivo “Smart Flesh”.
Siete
años más tarde, su vuelta en formato comprimido y minimalista.
Sigue produciendo ese mismo efecto fílmico y emocional.
Con
doce miniaturas que se me antojan como corazones deshidratados o
salmos criogenizados. Recobrando un sonido parejo y hermanado con,
por ejemplo: Notwist.
Y
su efecto de notas deconstruidas es parecida:
Son
pequeños puzzles que solo alcanzan su sentido global, cuando por fin
los montas en tu mente. Y resulta que aquello que parecía tan
pequeño y escuálido, acaba siendo una enorme y paisajística
ventana con espléndidas vistas.
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43:
NEIL STURGEON & THE INFOMANIACS_GEOGRAPHY & LUCK
De
tapado, Neil Sturgeon: un tipo normal de Glasgow y guitarra de
acompañamiento en ocasiones, del Cosmic Rough Riders Daniel Wylie.
Se ha sacado de la manga junto a una nueva banda y la producción
del Teenage Fanclub Raymon McGinley, una colección de doce canciones
hermosas sin más.
De
aquellos discos que engarzan como en un mosaico. Una banda sonora
optimista de Altamericana y Pop luminoso de tal franqueza, que te
desmonta por completo mandando al carajo muchos de tus mandamientos
musicales.
Y
por supuesto. Cuando estas cosas ocurren así y de esta manera. Lo
mejor. Es saber, que en realidad la música esté por encima de las
modas y esa escafandra que quieren que nos pongamos. Es una bendición
que recircula el aire viciado de corsés y posado, para que uno acabe
encontrando el sentido verdadero de la melodía y el bienestar
auditivo.
Se
escucha de una tacada y recupera ese don especial de los músicos
escoceses para conectar con el otro lado del charco. Genética debe
ser…
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42:
KAELAN MIKLA_NÓTT ÉFTIR NÓTT
Me
llegaron hace un año como paloma mensajera, desde tierras levantinas
de la mano de mi compi Sulo Resmes. Y desde entonces y como buenos
bichejos amantes de la rara fauna. No hemos podido dejar de seguir la
pista a este trío Islandés.
Nótt
Éftir Nótt usurpan el espacio vacío (que no creo que llenen con su
regreso Ladytron), de Darkpop sintetizado al más puro estilo de la
vieja escuela; y que dios las bendiga. Pues por muchas bandas a casco
porro que irrumpan hoy en día es esto del añorado Tecnopop. Pocas
que capturen ese temple efectivo satinado, y no acaben siendo un
quiero y no puedo.
Otra
cosa que también os digo. No se yo si me quedo con este último
coletazo, o el perturbador Manadas que también publicaron este año
y que fielmente continúa con sus inicios espiritistas y exorcistas
deudores de los primeros Sugarcubes vs Diamanda Galas.
Yo
la verdad que los hubiera combinado. Pues si bien este disco es mucho
más orgánico, el mal rollismo de Manadans me pone muy burro.
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41:
THE LIMIÑANAS_SHADOW PEOPLE
He
estado pensando mucho si la dirección de las composiciones de Lionel
y Marie hacia atmósferas más oscuras y su más que descarado
homenaje a New Order. Decantan la balanza de mi enamoramiento por su
garaje krautrockero tan kisch de sus primeros discos.
Pero
sinceramente después de verlos en directo y encajar su directo
reverso, me quedan pocas dudas al respecto.
La
banda de Perpiñán escudada por los cómplices que les acompañan.
No solo son capaces de acometer con todo, sino que tienen los
argumentos suficientes en forma de canciones y actitud para ser el
secreto mejor guardado en tierras galas.
Una
apisonadora renovadora que con cada disco, se aprovisiona ampliando
un repertorio incontestable. Que es capaz de beber de tantos frentes
como quieran y deseen.
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40:
KELLEY STOLTZ_NATURAL CAUSES
Hablan
diabluras de este poco agraciado compadre de generación en los
círculos más prestigiosos de la línea baja de flotación. Tras
casi dos décadas en la brecha y ser todavía un desconocido.
Sus
canciones, sin tributar directamente a esa parte jugosita de los 80
más esquivos y minoritarios. No es ni mucho menos, el enésimo
homenaje a los Bunnymen, The Sound, Comsat Angels, Eyeless in Gaza o The Lucy Show; por poner algún ejemplo.
Pero
no hay disco tras mi reciente descubrimiento, que no tenga ese
espiritual, indefinible y vaporoso halo que te conecta directamente a
ese tiempo.
A
veces no se trata de estilo, sino de carisma, personalidad y actitud.
Esa flor en el culo que tantos desean pero que pocos atesoran con
esos rasgos que recuerdan a tus abuelos. Y que asoman con la edad y
no hay teoría que los explique ni escuela que los imparta:
Canciones
con entidad que hacen que sus discos también la tengan, sin tener
por ello que recurrir a las típicas artimañas para llegar al gran
público. Y ser así, artefactos de obligada escucha si se quiere
entender de que va la escena paralela al montón, seguramente más
mediático, pero menos nutritivo.
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39:
JONATHAN WILSON_RARE BIRDS
Fijaos
bien que desde que lo descubrí con aquella versión de la Isla
Bonita, antes de que publicara cualquier disco. Le perdí de tal
manera la pista; y el interés seguramente. Que no ha sido hasta este
disco; el más alejado seguramente del global de toda su amplia y
recomendada discografía. Cuando he caído de boca y sin más opción
que el ahogarme en su océano privado.
Comparable
a Cass McCombs, es de los pocos músicos capaces de hacer a su medida
un montón de buenos guiños, influencias o si se le quiere llamar,
evocaciones. Y sin embargo tener la disposición para que suenen
moldeables, contorsionistas y permeables a cualquier tratamiento
sonoro. Su talento y creatividad son inigualables después de verlo
improvisar su temario con una sección de cuerda, un piano y un
guitarrista clásico en su última visita a Barcelona. Y las
canciones de este disco de medios tiempos psicodélios, progresivos y
pequeñas sinfonías de bolsillo, cabalgan incluso por el Funk, el
Soul o el Folk sin apenas poder identificarlas en un claro homenaje a
Dylan y los Pink Floyd más vaporosos.
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38:
SEA PINKS_ROCKPOOL BLUE
No
creo que queden muchas bandas como los Irlandeses Sea Pinks. Que
puedan presumir de la facilidad de los mismos para hacer POP grande y
mayúsculo sin caer en los tipicismos, pero ser únicos a la hora de
emular aquella escena ahora extinta.
Además
no solo lo hacen compulsivamente, sino que aunque creas que volverá
a ser más de lo mismo. Resulta que no hay ni un pero ni coma que
ponerles, pues su nivel y equidad entre canciones hace que sus discos
sean un hit en si mismo.
Más
imprescindibles que una 12/13 y un puntero para montar conductos. Ya
nos abríamos perdido en las añoranzas si no fuera por sus
discos/manuales/contenedores.
Que
suerte!!
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37:
NATHANIEL RATELIFF & THE NIGHT SWEATS_TARING AT THE SEAMS
Inversamente
proporcional a su exitoso debut con los Sweats hace dos años. No
hay fórmula precisa que explique el reinado y caída de estos
fenómenos retro en la actualidad. Condena más que llevadera del
Soul, que igual que se devora se fagotiza.
Pero
no se equivoquen, Taring at the Beams no es, aunque lo parezca, una
repetición de su primer disco.
Es
otro punto de vista, esta vez, con muchas más enriquecedoras
conclusiones para ver que aparte de sus ganchos habituales. Nathaniel
tiene otros atributos igual o más efectivos que su ramalazo James
Brown rockero soulero, que a mi incluso me gustan más. O por lo
menos les veo mucho más recorrido a largo plazo.
Por
eso este disco necesita unas cuantas escuchas para empaparse bien de
su variedad; con sus cimas y vaguadas. Pero aun y así, para mi, un
disco infinitamente más completo y de raíces más profundas que su
debut. Más disfrutable
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36:
PETE ASTOR_ONE FOR THE GHOST
El
mejor disco hasta la fecha del líder de Weather Prophets sin
apelativos. O por lo menos el que más me encomienda a su antigua
banda en cosquilleo y lucimiento.
Parecido
a la vuelta de Lloyd Cole, donde rescata sus tiempos pasados, y los
reactualiza en presente consciente. Y supongo, es la magia de la
continuidad de autores que fueron claves en los 80’s/90’s. Cuando
no perpetúan su trascendencia generacional, sino que aportan el
equilibrio a la hora de avanzar, evolucionar sin dejar de echar la
mirada atrás. Es algo que incluso es esencial para entender la
música en toda su amplitud.
Este
trabajo por ejemplo, en clave acústica, está dotado con una
preciosa medianía entre el Rock y el Folk. Y un cancionero enorme de
aquellos que se pronostican atemporales. Un disco imprescindible
vamos.
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35:
CREPES_IN CAHOOTS
Os
hablaba de ellos hace cuatro días, y poco más puedo aportar sobre
este refrescante segundo trabajo de los Australianos.
Un
conjunto de canciones tocado por la fortuna del acierto, a la vez que
del gancho que la juventud otorga cuando sus influencias tienen
chicha.
Un
Lp que como agua de mayo apetece a todas horas y te crea un dilema en
el momento de quedarte con una canción o con todo su conjunto.
Completo,
variado, bailable y con la raíz suficiente como para no dudar de que
no es pose ese toque psicho ambiental y sensual. Que le da esa
impronta de New Wave contemporáneo y accesible, sin dejar de ser un
disco con bastante sustancia.
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34:
TONY MOLINA_KILL THE LIGHTS
Habrá
pocos discos este año cocinados con tanto cariño como el de este
Californiano.
Un
músico que nos llegó de brazos de Johnny y su WoodyJagger planet,
dispuesto a quedarse en casa a dormir.
¿acaso
podrías negarle cama y plato caliente, a canciones de guitarras tan
hermosas y corazón tan henchido?
Ellas
son como las monedas chicas que se llevan en el bolsillo, ocupan poco
espacio y tintinean a tu paso. Golosinas que ofrendan a los Teenage
Fanclub, al pastoral de los 60’s y a la canción en si misma como
creación, sin apenas guarnición ni abrigo. Esa cosa que representa
a la música como el núcleo de la célula, y que años más tarde
dios dirá que será en edad adulta. Hijos, amigos. Hijos!!
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33:
JOHNNY MARR_CALL THE COMET
No
podríamos (ni deberíamos) negarle a este excepcional y primordial
músico. La autoría y secreto de la confección del sonido de
Manchester que pocos ya poseen.
Por
fin desacomplejado de su anterior y crítica banda (The Smiths).
Johnny se ha sacado de la chistera casi cualquier atisbo de la más
grande época musical de nuestras vidas.
Canciones
que funcionan a la perfección en el contexto del directo, y que solo
así se cae en la cuenta de que solo él, es capaz de resucitar una
esencia ya extinguida. Y no hablo por supuesto de The Smiths: Si a
día de hoy todavía creéis que Johnny Marr debería estar
publicando canciones como las The Smiths, es que no tenéis ni puta
idea de la trascendencia de su último trabajo.
Contundencia
guitarrística, espiritualidad épica con mimbre a lo The Mission,
NMA o Fields of Nephilm. Y un espectro tan grande como todo lo que
comporta hablar del Manchester Sound en forma de temazo atemporal.
Es
cierto, ya nadie se atreve a hacer discos como el que él a sacado.
Los viejos del lugar ya casi no lo recuerdan. Así que solo lo puedes
saber si tuviste la valentía de ir a verlo en su última gira. Lo
demás son sucedáneos.
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32:
THE GOON SAX_WE’RE NOT TALKING
Es
cierto. Por más vueltas que se le quiera dar. El vástago de Robert
Forster por más que lo quiera maquillar (que igual es que no lo
pretende), suena acojonantemente a The Go Betweens; la banda de su
padre. O por lo menos a esa parte que era de la autoría de su padre;
bastante más enrevesada y cruda que la del malogrado Grant
McLennan.
Eso
sería un aspecto negativo en cuanto al mérito y originalidad. Si no
fuera porque los muchachos se han marcado un álbum delicioso a la
par de cuco. Que al margen del estilo. Siendo la que fue la mayor
virtud de The Go Betweens: El raquitismo de sus canciones y sin
embargo, la poderosa personalidad de sus canciones.
Ellos
lo clavan en cada canción con ese aire amateur que respira su primer
gran disco. Y que os voy a decir. No hay mayor placer que escuchar de
boca de su hijo, la perpetuidad de una de mis bandas favoritas.
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31:
SCOTT HIRSCH_LOST TIME BEHIND THE MOON
Ha
sido el último hallazgo en incorporarse a la lista, y mira que no
soy muy dado ha dejarme llevar por la emoción tardía. Pero Jesus,
el de Tolosa, tiene; aunque nos haya dejado huérfanos de escritos.
Un ojo de halcón para capturar al vuelo las melodías imperecederas
infalible.
En
voz de este señor de San Francisco con virtud de amasar lenta y
cariñosamente sus canciones. Está uno de los discos más
confortables y otoñales de esta temporada. Es como un Panettone
Piamontés de folk y americana trashumeante, con una masa madre de
buena cuna y una esponjosidad taaan agradable.
Allí
dentro te puedes perder retozando entre sus oquedades, el perfume de
su margarina y de repente, llevarte un sobresalto orgásmico cunado
encuentras la fruta a tropezones de “Nothing but Time” o de “No
no”, con pinceladas vacilonas neoyorkinas o de funky aterciopelado.
Una lista ecléctica y sugerente, marca de la casa.
ResponderEliminarY dos descubrimientos, grandiosos, que se me habían pasado: Fine China y Neil Sturgeon & The Infomaniacs (un disco excelente).
Gracias.