miércoles, 16 de julio de 2014

THE JAYHAWKS_ Sala Apolo_14/07/2014 *ARMONÍAS Y SINTONÍAS CON LAS QUE ENCENDER LA LUNA




Hay señales en lo alto de cielo y en la cima de las montañas que nos reclaman con aquellos lenguajes secretos que solo los animales indomables entienden. De esos códigos secretos de frecuencias imperceptibles y de signos aun por descifrar, que solo los más aguerridos y melancólicos percibimos sus llamadas. Y no son cánticos fúnebres o de maleficio, si no de avistar allí en la cumbre una meta. El divisar el fin de un largo trayecto, el silencio, el viento en nuestra cara, el solo triunfo de llegar, y el sentido de una carrera de fondistas en la que solo ganan los perseverantes.
THE JAYHAWKS son por así decirlo ese corredor de fondo solitario, que traza un itinerario sin un claro destino. El correr por correr, y un camino incierto para cambiar a medida que se hacen los kilómetros y la orografía de la vida nos moldea a su capricho: Sin resistencia, con naturalidad, encajando los obstáculos y convirtiéndonos en lo que somos, por la simple, natural y maravillosa erosión de la vida.
Los que levantemos la vista más allá de Islas Británicas, oteando en el horizonte buscando otro acicate. Encontremos (encontré), en SMILE/2000; cuando tuve la suerte de descubrirlos por un inesperado regalo de una amiga. El motivo conciliador y concluyente para cuando por fin, en un equilibrio casi perfecto, se desplegaba reluciente ese hermoso tapiz de infinidad de tejidos: Los ecos de B. Dylan, ese falsete familiar donde Jeff Lynne de verdad el quinto Beatle, la raíz costumbrista del Folk, el Rock arisco y a la vez amable, y el Pop luminoso por cual soy casi cofrade. Esa forma de aunar lo pasado, lo presente y lo atemporal. THE JAYHAWKS son desde luego para mi, de las pocas bandas por las que se puede transitar distraídamente, y masticar en cada uno de sus discos momentos tan distintos y a la vez inconfundibles, como lo es la vida de uno mismo y los cambios a los que nos ha sometido.


Después de dar durante un mes con mis huesos en un hospital este pasado invierno. Bajar hondonadas, subir cumbres y poner el contador a cero en numerosas ocasiones, por culpa lenta recuperación que ya se alarga por siete meses (y lo que me queda).
No hay nada que me apetezca más, que cargar baterías con Jayhawks; a los que veo por primera vez.
De echo, son este tipo de artistas como Robyn Hitchcock, Dengue Fever, Lloyd Cole, Cass McCombs, Megafaum o Chuck Prophet los que más me he disfrutado y me ha motivado ver estos últimos años. Artistas a los que sigo, pero que no miden mis preferencias estrictamente; no se si me explico: Quizás si me guiara por mis gustos que son variados (aunque siempre hay un par que rigen nuestros hábitos), vería otro tipo de bandas. Después están los que seguimos, pero nunca con suficiente profundidad... Pues esos son los que nos despiertan ciertos aspectos desconocidos de nuestra percepción de su obra, y claro!!, de nuestros sentidos.
Si además, te dejas rodear, arrastras, tientas a alguien que los ignora por completo, o que apenas si los conoce. La sensación de compartir algo mágico es mucho mayor. En esta ocasión con mi pareja, un de los pocos compañeros del trabajo con quien me retroalimento musicalmente, y la incombustible Marta aka Atticus; quienes dimos habida cuenta de unos deliciosos rollitos de la STRADA, junto a los compañeros de CrazyMinds
Más alguna que otra alma conocida necesitada de melancolía que se atrevió a dejarse arrastrar; ahora que soplan aires de ritmos monocromáticos... sin acritud, claro!!.


Mi primer desvirgue Jayhawkiano de ayer reunió todos los ingredientes para ser una velada medicinal y curativa. De aquellas que hacen desaparecer cualquier temor hacia las leyendas urbanas sobre lo que llaman Country o Alt Country. Pues la banda de Minessota si algo ha sabido hacer a lo largo de su trayectoria, es expandir ese santo y seña hacia territorios mucho más ricos e ilimitados: Con momentos en los que aparecían remembranzas sonoras hacia The Eagles, The Byrds, Dylanescos en alguna ocasión, corales que pueden remitir hacia algunos aspectos Beatlemanos, o incluso un hermanamiento contemporáneo con Wilco; más allá de aquel proyecto llamado Golden Smog. Aunque The Jayhawks tienen una clara ventaja, y es que pueden sonar a muchas cosas, pero se hacen dueños de un estilo inconfundible que los lleva a pasearse por Folk, Rock y Pop sin apenas transgredir en la mezcla, y con una identidad generacional única.

Con casi media hora de retraso respecto al horario que indicaba la promotora, y con una sala repleta de incondicionales a los que se acomodó la sala Apolo no sin cierta lentitud; quien sabe si por unas expectativas superadas. La aparición de la banda sobre el escenario nos hizo presagiar riqueza de matices; nada nuevo sobre su orfebre y mimado sonido. Con una Mandolina de acompañamiento con la que ampliar los armónicos más que cuantiosos que ya domina la banda. En la que los arpegios corales e instrumentales del piano de Karem Brotberg, y las segundas voces del batería Tim O'Reagan forman una triada arrolladora y verdaderamente amplificada. La compañía sobre las tablas de Kraig Johnson a las guitarras de acompañamiento y a Marc Perlman, con ese bajo que lo duplica en tamaño y en sinuosidad. Unido al ya incontestable liderazgo de Gary Lauris como auténtico director de ceremonias y dominador absoluto de los tiempos. Hicieron que como se intuía, la banda sonase aun mejor que sobre el acetato; pese a la ausencia con respecto a la gira del 2012 de Mark Olson.
Todo él, como un paradisíaco viaje por los tres discos que en teoría se conmemoraban: (Sound of Lies, Smile, Rainy Day Music, más alguna del Hollywood Town Fall y algún cover); tres de mis preferidos por cierto. Y con un Gary Lauris fenomenal en el manejo vocal y de las tres guitarras que usó para maridar con una soltura increíblemente natural, sus transiciones entre el Folk y el Rock setentero: La maleabilidad con la que se flexionan, estiran y araña las precisas notas de la guitarra.
La entrada en escena de la Hamer Fliying V cuando los solos precisan de esos lamentos agudos de los que tanto abusaron metaleros; en sus manos son puro bálsamo hiriente. O la Gibson SG y la Rickenbacker cuando baja el tono de sus interpretaciones, y acompañando con su armónica.

Todas esas virtudes que en escena hacen de este desencantado arquitecto de oficio, un artesano de armonías sin igual. Una especie de “Gran Héroe Americano” sin capa y con más magia que superpoderes, porque no me vayan ahora a negar el tremendo parecido que guarda G. Lauris con el personaje de Tv de los 80; eso sí, con mucho más despegue y mejor aterrizaje que William Katt. Tan concentrado y ensimismado con hacer brotar de sus seis cuerdas sus melodías de encantador, que en una primera mitad del concierto pareció perderse en su universo arquitectónico de planos, cotas y escalas, hasta que sonaron los acordes de “Angelyne”: bello erizado y lamentos de melancolía amorosa, que se colaron por el último de los rincones de la sala Apolo.
Para alguien como yo, que es la primera vez que tiene el gustazo de echarse a la cara a tremendo ejecutores. Esa sensación de abstracción y poca sintonía entre el líder, Gary, y el resto de la banda, no fue un gran inconveniente. Las canciones sonaron tan grandes, perfectas y ampulosas, que todo fue un dejarse llevar.
Siguieron un patrón más o menos parecido al resto de sets que han ofrecido en tierras Laponas, salvo algún cambio de orden. Una apertura con la archiconocida “I Gonna Make you love me” para empezar a trotar; ese piano de Karem, que bien suena, y que gorgoteo tan rico en armónicos.
Las primeras canciones sonaron con un poco de eco y resonancia, pero “Think about It” tras “The Man who loved Life” puso inmediatamente las cosas en su sitio: Ese tono powerpopero y hasta cierto punto GLAMuroso tan deliciosamente salvaje con el que se abre como una flor Sound of Lies/1997, y con el que encadenaron hasta “Trouble”; que tanto me recuerda a D. Bowie, Beatles, incluso al grandullón de J. Lynne.
La setentona “Take with you” que junto a “Waiting for the Sun” recuperaron de su viejo Hollywood Town Hall/1992. Aquí si que acabó entrando su popular “Smile”, que aun no acabando por ser mi preferida, fue el hit con el que los descubrí; de agradecidos es. Sonó de este mismo afamado disco para mi sorpresa “Somewhere in Ohio”; mayúscula y soberbia interpretación de Tim O'Reagan, que me hizo olvidar que es una de las canciones a las que más manía llegué a cogerle.

Kraig a los mandos
 Bajaron ligeramente el pie del acelerador con “Haywire” y “Bottomless cup”, para descubrir la otra fabulosa voz de Tim O'Reagan al mando de las voces, hasta llegar a la tremenda “Dying on the Vine”. De ahí hasta final todo fue un ascender, elevar el alma y disfrutar de los momentos más inolvidables del concierto: El escuchar sin esperarlo “Blue” de su Tommorrow the Green Grass/1995; una de mis más adoradas canciones. Llorar a moco tendido y con el personal en un abrazo colectivo con “Save It for a Rainy Day”, “Big Star”, “I'd rum Away”, y hasta una magistral versión del “Revolution Blues” de Neil Young en la voz de Kraig Johnson que por un momento me pareció ver una aparición de Mike Scott; como me acordé de ti Johnny!!
La vuelta tras un ligerísimo receso cerveza en mano, brindis en alto y al personal jaleando un futbolero “oé oé oé”, más propio de las gradas de la premier; sorprendió tanto a Lauris & Co., que casi se unieron al surrealista momento. Por suerte Gary puso inmediatamente orden con los primeros compases de “All the Right Reasons”. Tan delicado y conmovedor el corte de su Rainy Day Music/2000, que el público recobró de nuevo la cordura.
Una cordura tan solo aparente, porque amigos, no hay bálsamo más reparador en esta virulenta adicción por los directos, que alcanzar la catarsis colectiva con placeres comunes. Puede que esa búsqueda y encuentro de los orígenes, al que nos lleva la madurez sea el detonante... puede. Pero ¿hay de verdad alguien en este mundo que se resista a una Rockanrolera y desconocida “Fools on Paradise”?, Joder!! es que no hay palo que se les resista. ¿Algún esquivo orejas de yeso que se resista a acunarse esa noche, con el eterno tarareo de “Tailspin” sacudiendo su camastro?
Acepto que las dos versiones de GOLDEN SMOG fueran un elixir aptas solo para pilotos experimentados. Pero si hay alguien a día de hoy que se resista al veneno acaramelado de JAYHAWKS; aunque sea a esas canciones que siempre has escuchado y ni pajolera idea de quien las tocaban. Si de verdad te pasa eso, es que tienes un ligero problema hormonal. Pero tranquilo, que se cura con el tiempo... SALUD Y BUENAS VIBRACIONES.
Thaks SHUZBUT

8 comentarios:

  1. Brindo por tu recuperación aunque lenta y la de Gary Louris , y suscribo tus palabras en el sentido de que Jayhawks se le escapa o le queda pequeña la etiqueta de alt country o nuevo rock americano o americana o tantas inventadas como recurso para vender lo que es tan sólo música con amor y respeto por las raices aunque unos hayan arriesgado más que otros .
    Soy un fan de Louris y tenía dudas acerca de su recuperación ; lo he visto tantas veces como han pasado por esta piel de miura y han sido todos unos grandísimos pases ; se tiene o no se tiene querido amigo , y Louris lo tiene .
    Un abrazo y cuídate !

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  2. Tu lo has dicho JESUS; joder la de tiempo que no cruzábamos unas palabras. Llámalo tiempo, tempo, magia, don natural... basta verle pasear los dedos por las cuerdas... cantar (no es lo que se llama un virtuoso del poder vocal, pero el complemento perfecto para su música)
    Y el resto de JAYHAWKS pues que decir, se nota cuando to rula; como aquí se dice. Además creo personalmente que están un momento dulce: sin la presión de la fama, el presentar un nuevo disco y sin tener que demostrar nada; tocar por simple placer. Y nosotros escucharlos como un simple hábito. Yo la verdad es que después de seguirlos en la distancia, sin acabar de dominar toda su carrera y con algunos de sus discos semi olvidados. Volver a coger la senda es poco menos que conciliador, necesario diría yo.
    No es de extrañar que los hallas visto tantas veces y con la misma intensidad, la verdad es que el set que se marcaron el Lunes y toda su discografía, es como el caminar; necesario e infinito.

    SALUDOS Y GRACIAS POR LOS ÁNIMOS JESUS!!

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  3. Qué grandes son; yo también estuve viéndoles y me pareció un gran concierto: banda con oficio, no tan masiva como otros, pero toda una delicia para los oídos. Me emocioné. Y gran crónica la tuya, compañero. Un abrazo y disfruta del verano.

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  4. Gracias ALEX!! Sí, de esos momentos que perduran en el tiempo y joder, que bien sientan. Ya no solo porque suenan como los propios ángeles, si no por el público: Comprometido con lo que está presenciando. Espero unas líneas tuyas con emoción, seguro que trufadas de grandes momentos.

    PD. Gracias por el deseo de gran verano y que el tuyo sea regenerador amigo. Pero aunque intentaré desintoxicarme con lo que buenamente pueda, este año toca darle caña a las piernas para rehabilitarlas. Estoy castigado jajajaja

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  5. Tus dos primeros párrafos, hermano, son de una grandeza espectacular. El resto también pero esos dos primeros me han noqueado. Nos gusta este veneno acaramelado, y lo sabes. Me piro de vacaciones, estamos en contacto. Un fuerte abrazo.

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  6. Cuesta encontrar directos por estas fechas de semejante magnitud JOHNNY, vamos que ni hecho a propósito. Yo ya me imaginaba que estabas a punto de levantar el vuelo para tierras Alicantinas, pero no me imaginaba que iba a ser sobre la bocina jejeje.
    Desde arriba de la cima ahora todo ya se ve diferente compañero. Mira que esas primeras líneas las andaba escribiendo el Viernes con la mirada fija en un destino ahelado y esperado. Llevo casi un mes con una recaída en la pierna operada y después de atiborrarme de antinflamatorios, CASS McCombs y los JAYHAWKS han nitigado el dolor por completo. Mira tal y como te escribo estas líneas acabo de llegar del médico y es una (espera que lo miro): Una Osteoporosis Migratoria. No te asustes que dicen que se cura con un mes de tratamiento. Eso, y el solazo de este Verano con los compases de Jayhawks todavía resonando.

    Disfrutas de estos días de descanso como yo lo haré con mi recuperación, y dale un beso/abrazo a los tuyos y a tus chicas. DISFRUTA!!

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  7. Maravillosa crónica maifrén... Celebro que lo disfrutaras en Barna como yo lo hice en el Cap i Casal. Te has ganao que te cuente el origen de mis "desencuentros" con Louris & Co. Jejeje

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  8. Jajajá lo espero con ansia Say Sulo!! Ya sabes que sin estos bulleirismos no sería naide y vivir en una barriada me ha hecho así "The Chafardeinguer". El concierto gloria bendita, aun cuando me pongo algún temilla en el coche hecho una lagrimilla. Ahora, ya lo sabíamos, que es lo peor.

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