martes, 25 de febrero de 2020

Mrs & Miss TOPS 2019 #02

 


02:THE NEW PORNOGRAPHERS_IN THE MORSE CODE OF BRAKE LIGHTS marida con… CHATÓ PAQUITA 2017 de Apolonia Viticultors (Sin D.O, Illes Balears) 17 Euros

Sin ánimo de ser un crítico despiadado, siento admitir que la evolución del colectivo con base en Vancouver junto a la marcha de mi queridísimo Kurt Dahle. Me ha colocado en una postura condescendiente pese a reconocer que hay pocas bandas en la actualidad con casi 20 años de trayectoria. Capaces de firmar temas de infalible pop, como lo han hecho Carl Newman y compañía.
Lo cual no quita, que desde aquel lejano Toquether del 2010; con el que nos visitaron. Las producciones pulidas sin piedad, las guitarras inexistentes y ese aire de producto estándar, no ha hecho más que confirmar mi añoranza por ese sonido rasposo de sus primeros discos.

Dicho esto. Y sin dejar de admitir que necesito un plus de concentración para admirar sus últimos discos. He caído irremediablemente abducido por su último trabajo. Y me explico.
Porque al margen de las producciones o mezclas de los discos de ahora. Parece que solo sea una cuestión de sonido. Cuando en verdad, también hay una falta de sustancia en las canciones; que no es una cuestión de que las canciones sean malas o buenas.
Ahora bien:
In The Morse Code of Brake Lights podría ser un claro ejemplo de a lo que me refiero.

Un disco, que sobretodo, ha sabido reinventarse prescindiendo del sonido de antaño de la banda. Pero recuperando el acierto compositivo en la nueva sociedad AC Newman/Kathryn Calder infinitamente más Pop que cualquier otro disco del grupo y con Neko Case en un plano menos protagonista.
A lo mejor algunos verán en esto un defecto. Pero si se presta atención en la riqueza de arreglos, la parte rítmica, arpegios vocales y quiebros melódicos. Su nuevo disco es el mejor compendio de sus inicios y el momento que ahora les toca vivir.
Esta vez no hay canciones que parecen descartes y dan la sensación de caminar sin rumbo. Porque el álbum es una maravillosa colección de inspiradoras composiciones. Sin dudarlo, están entre la mejor colección de su extensa discografía.
the surprise Knock”, “Higher Beams”, “Dreamlike & on the rush”, “One king of Salomon” o la preciosa “You won’t need those where you’re going” no solo son buenas canciones, sino que definen toda una carrera y un estilo al que pocas bandas pueden ya llegar.

Esos reencuentros que nos conectan primero en las distancias largas y después en la proximidad. Como pasó con Nico Calçot y esa familia que hace cada día más grande al MAITEA de Carrer Casanovas.
Una fonda y posada como las que daban de beber y comer a peregrinos.
Y a donde vamos de tanto en tanto y cuando necesitamos alimentar el alma los enofílicos, para abrazar a un CHATÓ PAQUITA como quien ve a una madre tras años de ausencia.
Este tinto de baja extracción de hecho, es un homenaje de Eloi Cedó a su madre que elabora al margen de 4KILOS en Felanitx (Mallorca), con las variedades Cellet, Manto Negro y Monastrell. Y a medio camino entre la biodinámica y natural; sin sulfuroso y mínima intervención vamos. Pero que rompe estereotipos para aquellos que se han llevado algún chasco con este perfil de nudistas vinos.

Un vino que te abre las entrañas, y te las abona de sensaciones jugando con la frescura y una complejidad. Que va desde ligeras oxidaciones, fruta licuada, violetas y especiados. Al beber fácil y agradecido, con el frescor de bodega (14 grados) por su maceración carbónica.
Tiene la virtud de adaptarse a cualquier maridaje, o hacerlo servir como isotónico para aquellos – que como yo – entienden el placer de beber vino sin condicionantes, exigencias o guiones. Maravilloso por arrastrarte a un escenario, donde la sorpresa y el descubrimiento es parte intrínseca de la vida.
 

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