06:FALSE
ADVERTISING_BRAINFREEZE marida con… CAPSIGRANY ROSÉ 2016 del
Celler de les Aus Alta Alella (D.O Alella) Espumoso Ecológico 20
Euros
Si
Kurt Cobain levantara cabeza, seguramente estaría infinitamente más
orgulloso de los jóvenes Mancunianos False Advertising, que de su
coleguilla David Grohl y el rebufo de los veteranos abanderados del
Grunge y Postgrunge.
Lógico,
cuando cruje la tecla mecánica del Play, y empieza a sonar
“Influenza”; así, sin rubor:
Un
cruce entre el ímpetu punk de los de Seattle y la frescura de Liz
Phair que revive a un muerto. Y que te rememora infinidad de
influencias, simplemente porque el panorama del guitarreo con músculo
es tan desolador, más que por un exceso de nostalgia.
Jen
Hingley, Josh Seller y Chris Watt se bastan para haber publicado el
mejor debut en años, en lo que se refiere a bandas con herencia
punkrock. Y ya digo, no es solamente porque echemos de menos una
barbaridad esa manera de tocar que nos soliviantaba nuestra marchita
alma juvenil. También porque además de tener once tamazos. Están
ejecutados con tal pasión y actitud, que solo queda postrarse o
contorsionarse como un poseído. Es así: fácil y sencillo.
Con
esa imagen de niña malcriada, Jen Hingley es el motor del trío;
bien sea a las guitarras y voces, o al mando de las baquetas.
Sus
canciones no bajan la pistonada ni un instante. Y si en su primeras
grabaciones parecían deberle más a Placebo, que al altrock
Americano. En su debut de largo la fiereza de sus guitarras y el
pulso fibrado de su sección rítmica, vitamina cada una de sus
canciones sin saber muy bien cual es mejor. Con una musculatura
inédita en la escena alternativa Británica.
Una
anomalía; bendita anomalía. Que florece en los márgenes, igual que
el titánico trabajo de Alta Alella en ese balcón del Maresme, que
está haciendo infinitamente más por la Pansa Blanca (o lo que sería
el Xarel.lo de Alella). Que lo que han hecho algunas de las grandes
bodegas del Penedés.
De
hecho, allí, en la Serralada de la Marina, Alta Alella llevan desde
que trabajaran codo a codo con Josep Maria Albet i Noia, una
reestructuración hacia el ecológico y la mínima intervención,
encomiable.
Que
ha dado como resultado, una gama de vinos blancos con las aves como
signo identitario. Donde la Pansa Blanca emerge con su incómoda y
caprichosa exigencia, como una variedad exultante cuando se es
generoso en la labor sobre la viña.
CAPSIGRANY
ROSÉ es así, un espumoso natural de Xarel.lo Vermell, de viñas de
60 años, que combina la fermentación espontánea y tradicional. Y
que da posiblemente, uno de los mejores vinos elaborados con esta
variedad tan a veces, difícil de entender.
De
fragante nariz, su paso en boca combina las virtudes de un ancestral
y un espumoso tradicional con crianza: Complejo en aromas de fruta
roja delicada, exotismo y rasgos de fruto seco. E inmediato en su
paso por boca de fino carbónico, a la vez que te descoloca por
sensaciones largas de postgusto.
Su
equilibrio y estructura es maravilloso. Se aprecia por sensaciones y
exquisitez, casi como un sueño despierto, la situación del
territorio que lo pare y representa de la mejor de la maneras. Un
tesoro del inédito Maresme donde se darán con el tiempo, algunos de
los mejores blancos Catalanes.
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